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AL FINAL DE LA NOCHE por Amaya Kurau

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CAPÍTULO XXXIII

Piezas en movimiento


 

Zero avanzó aprisa por la explanada. Ahora que lo pensaba con más detenimiento, tanto Kuran como Kaien tenían razón. Aun así la sensación de inquietud no lo dejaba.

“Estas preocupado por él”, había dicho su padre y quizá era cierto. Quizá era por él que se sentía así.

Levantó la vista. Varios metros frente a él, en la entrada principal, se encontraban Liam y Shion. Ambos vestidos de etiqueta. En cuanto lo vieron, Liam que estaba a punto de salir, se detuvo.

-   Kiryuu-san, buenas noches –, lo saludó el sangrepura con una sonrisa.

Zero experimentó una sensación de incomodidad.

-   Buenas noches.

-   Parece preocupado -; dijo Liam acercándose un poco a él. - ¿Ocurre algo?

Zero lo miró. ¿Realmente no estaba al tanto de todo lo que ocurría o estaba fingiendo?

-   No exactamente –, le respondió tranquilamente.

-   ¿Va a la ciudad?

-  Sí, tengo algo de trabajo acumulado en la asociación.

-  Si gusta puedo llevarlo. También nos dirigimos allá... Supongo que el director le informó que solicité un permiso especial.

-   Algo me dijo al respecto. Aun así le agradezco su oferta pero no hace falta. Iré por mi cuenta.

Zero dio unos pasos hacia las escaleras que llevaban al estacionamiento subterráneo de la academia.

-   Espere Kiryuu-san –. El sangre pura lo detuvo repentinamente tomándolo del brazo. El primer impulso de Zero fue el de deshacerse del agarre, pero se contuvo. -  Siento no poder evitar preguntarlo, pero, ¿Está evadiéndome por lo que le confesé la otra noche?

-   ¿Eh?… no es eso… es sólo que tengo algunos asuntos de importancia que atender.

-   ¿Se debe a lo sucedido hoy?

-   ¿A qué se refiere?

-   No sé exactamente; pero Kaname-san de pronto dejó la clase y no regresó y ahora parece haber dejado la academia también y usted se dirige a la ciudad. Si algo pasa, por favor no dude en confiar en mí. Lo ayudaré en lo que sea.

-   Se lo agradezco pero estoy bien. Con su permiso.

El cazador jaló su brazo y luego se perdió escaleras abajo. Liam frunciendo el ceño, por un instante pareció molesto, pero luego sin decir nada se dirigió hacia la reja principal seguido de Shion.

 

-   Se ha puesto en movimiento –; dijo Zero inexpresivamente mientras se dirigía entre los autos estacionados hacia su motocicleta.

-  Ya veo –. Respondió una sombra que aguardaba en la oscuridad y desapareció.

Sin prestarle mayor atención abordó su motocicleta, se colocó el casco y con el fuerte rugido del motor se puso en camino. Al pasar frente a la escalinata principal se percató que Liam y su guardaespaldas abordaban un elegante auto. Aumentó entonces la velocidad y se perdió por el sendero adoquinado y flanqueado por enormes y frondosos árboles.

En el instante en que Liam abordó el auto, también se pusieron en movimiento varias sombras.

 

/////////////////////////

 

En cuanto Zero llegó a la asociación, en el vestíbulo ya lo esperaban varios cazadores de alto rango, entre ellos Kaito. También había gran movimiento a su alrededor. Todos parecían saber de antemano lo que parecía avecinarse ya que algunos llevaban sus armas a revisión mientras otros las ajustaban allí mismo.

En medio de todos ellos  Zero parecía muy joven y sin embargo su aura era imponente; por lo que en cuanto lo vieron llegar todos guardaron silencio. En ese momento su figura destacaba de manera sobrecogedora por sobre la de los demás; no sólo por el hecho de ser un vampiro, sino por ser el mejor cazador de vampiros existente.

En el pasado Zero no falló nunca ninguna de las misiones que le fueron asignadas; e incluso trabajó solo en muchas de ellas, en especial durante el año posterior a que Yuuki se marchara de la academia con Kaname. Motivo por el cual durante ese tiempo se ganó una mala reputación entre los suyos y aún más entre los vampiros. Un cazador poderoso, frio, solitario y en ocasiones despiadado.

Ahora que era presidente de la asociación de cazadores, esa opinión en muchos aun prevalecía e incluso otras características se habían anexado dependiendo de que bando se tratara; pero él no prestaba mucha atención a todo aquello. Durante todos esos años de gestión, varias de las reformas y proyectos que había impulsado mejoraron en mucho el desempeño de la asociación; aunque algunos de ellos, especialmente el proyecto de coexistencia, le trajo el descontento de muchos cazadores, tanto que algunos terminaron desertando, quizá por decepción o tal vez por desconfianza. No podía culparlos por ello, pero ahora no sólo se ocupaba de los vampiros fuera de la ley y los nivel E, sino también de los desertores.

-  Gracias por su esfuerzo –, les dijo a todos a su alrededor y avanzó decididamente por el vestíbulo. - ¿Cómo vamos? – le preguntó luego a Kaito que se unió a él después de dar unas instrucciones rápidas a los cazadores que estaba con él.

-   He convocado a todos los maestros, los que se encuentran más cerca no tardarán en comenzar a llegar; el resto, en especial los encargados de las zonas afectadas, serán enlazados.

-   Bien.

-   También han llegado más informes; estos ahora son del territorio del clan Abya. Han comenzado a reportarse desapariciones.

-   Así que se están mostrando.

-   Al parecer así es…

Terminaron por subir los últimos peldaños y luego avanzaron por el pasillo.

-    Zero, también hay algo más…

-   ¿De qué se trata?

-   Yagari-sensei… ha vuelto y está herido.

-   ¡¿Qué?! –; se detuvo de golpe y se giró hacia el castaño.

-   No te preocupes, ya lo han revisado y al parecer no es algo de gravedad. Pero lo atacaron vampiros al servicio de Mika Petrov. Está aguardando en tu oficina ahora mismo, que te informe él personalmente.

Zero frunció el ceño y sin más se dirigió aprisa hacía su oficina. Al abrir la puerta el fuerte aroma a tabaco golpeó su olfato y Yagari con el brazo en un cabestrillo se giró hacia él.

-   Oye viejo… – Kaito se adelantó inmediatamente y lo amonestó -, ¿no se supone que el médico te prohibió fumar en tu condición?

-   Cállate mocoso, que no me estoy muriendo.

-   ¿Cómo te encuentras? –. Zero terminó por entrar.

-   Esas escorias no me iban a vencer así de fácil… Zero miró el vendaje en el pecho de su maestro que se divisaba por el resquicio de su camisa, y su brazo inmovilizado. Yagari se percató.

-   Oye, esto no es nada chico, ese odioso médico me obligó a usar esto, pero estaré como nuevo en un par de días, ya lo veras. Como sea, aquí lo importante no soy yo.  No pude mandarte antes información. Por ese ataque difícilmente me pude poner en camino, pero ya estoy aquí. 

-   ¿Qué es lo que ha sucedido?

-   Esa maldita mujer me vio la cara. Todo había parecido tan tranquilo desde el último reporte que te envié. Pero ayer de la nada nobles del  territorio se han movilizado hacia su mansión y ahora ésta se encuentra fuertemente resguardada. Unos de sus guardianes nos descubrieron y tuvimos que eliminarlos; pero ya vez, me dejaron un recuerdo. Desafortunadamente perdí a la mitad de mi grupo; aun así logré alertar a la base. Los cazadores se han comenzado a movilizar. Aunque me dice Kaito que no piensas atacar todavía.

-   Si, por ahora es necesario aguardar. Lo hablé con Kuran y con Kaien. Esos sangre pura aún no muestran sus verdaderas intenciones y si atacamos todo podría volverse en nuestra contra.

-   ¿De qué hablas?

-   Lo sabes tan bien como yo. Lo que quiero es evitar una guerra lo más que se pueda. Además Kuran tiene planeado detenerlos y no quiere que los cazadores nos involucremos todavía.

-   Sabes que no me gusta que confíes en él Zero.

-   No tengo opción. – Yagari lo escudriño un instante con la mirada, pero luego simplemente resopló molesto.

-   Preferiría que atacáramos de inmediato, pero supongo que tienes razón.

En ese momento tocaron la puerta y fue Kaito quien atendió. Al instante regresó a ellos con un sobre en la mano.

-   Es otro informe –, dijo mientras extraía y leía el contenido -. Es del territorio de Alexander Arezu... También ha comenzado a movilizarse.

-   ¡Maldición, ¿también ese?! -. Yagari frunció pronunciadamente el ceño y miró nuevamente a Zero. Sin embargo fue Kaito quien habló de manera seria.

-   Petrov, Arezu, Abya. Zero, ¿Crees que se trate de una disputa por territorio?

Zero sintió nuevamente un hueco en el estómago y una oleada de ansiedad que oprimió su pecho. Su presentimiento era cierto. Miró a su sensei que parecía pensar lo mismo que él.

-   TSK… Lo que creo es que pretenden atacar a Kuran.

-   ¿Qué?, eso es muy grave… Estamos hablando de derrocar a su rey. – Kaito los miró a ambos.

-   Exactamente. Pero todo apunta a que es cierto… Zero, me molesta decirlo pero Kuran nos es útil. Sea lo que sea ha logrado mantener a raya a los vampiros durante años, así que supongo que tenemos que brindarle protección dentro de la sede.

La pesadez en el pecho de Zero se hizo más intensa.

-   El problema es que él ya se les ha puesto en charola de plata yendo directa y prácticamente sólo a enfrentarlos.

-   ¡¿Qué hizo qué?! – gritó Yagari enfadado - ¡Ese maldito vampiro, ¿acaso no piensa?!

-   Lo hizo para intentar detener a esos sangre pura. Detenerlos sin tener que llegar a un enfrentamiento físico…

Zero no pudo evitar apretar los puños con fuerza. Era cierto, ¿Por qué no lo detuvo?, si ya tenía ese presentimiento ¿Por qué no hizo más por detenerlo?

Como fuera eso ya no importaba. Inhaló profundamente y los miró a ambos

-   Supongo que ahora es evidente lo que pretenden. Ya no puedo esperar un informe de Kuran, como prometió. Necesito ponerme en marcha lo más pronto posible. No podemos permitir que le pase algo. Si él es derrocado, esto se volverá un infierno.

-    Ya lo creo. Como siempre esos malditos metiéndonos en sus problemas.

-   No tenemos opción sensei – suspiró Kaito -, después de todo aunque no nos guste somos sus nanas…

    >… Aquí está toda la información con que contamos hasta el momento, Zero…

Kaito fue hasta su escritorio y le mostró una carpeta; luego extendió un mapa. Zero se adelantó y lo observó. Mostraba el área comprendida de los diferentes clanes de sangre pura. Sombreado en rojo estaban marcadas las zonas de desapariciones y ataques. Eran muy extensas en el clan Petrov y por los informes poco a poco iban aumentando en los otros dos territorios.

Era una situación bastante complicada. ¿Cómo lo iban a resolver?. Mientras pensaba en esto,  de pronto levantó la vista y miró directamente al castaño.

-   Kaito, necesito información sobre el senado. Antes de ponernos en contacto con ellos quiero saber que están haciendo en este momento. Busca a Ichijou-san, quizá él pueda sernos de utilidad.

-   ¿Él?... Bien -. Sin decir más, el castaño salió de la oficina.

-    ¿Sospechas del senado? -. Preguntó Yagari mirándolo directamente con su ojo de un frio azul lavanda.

-   Si. No me han enviado ningún informe ni han solicitado una audiencia. No me cabe en la cabeza que sea posible que ni ellos se hayan dado cuenta de lo que sucedía. Ellos mejor que nadie están enterados de los movimientos y acciones de los suyos. Y aunque se hubiesen enterado al mismo tiempo que nosotros, ya deberíamos estar sabiendo de ellos. La única respuesta que se me ocurre es que estén inmiscuidos.

-   Veo que comienzas a pensar como uno de esos sangre pura.

-   ¿A qué te refieres?

-   A que eres capaz de jugar a su mismo nivel.

-   ¿Y eso es malo?

-   Nos es más bien beneficioso… además supongo que ya has previsto que si movilizas a todos los cazadores podrás armar un gran ejército.

-   Si, pero debo pensar muy bien mis movimientos. Ellos son tres o probablemente cuatro; y ante ese hecho no somos suficientes cazadores; y si el senado esta de su lado…

-   Eres nuestro presidente chico, un cazador de vampiros; pero también eres un vampiro, has tratado con más sangre pura que el resto. Confío en tus decisiones. Ahora dime que quieres que haga. Esto no me va a detener y  la situación apremia.

Zero sonrió sutilmente agradecido por el apoyo de su maestro. Yagari era rudo, mal hablado en ocasiones y brusco en sus comentarios; pero era uno de los mejores cazadores de la asociación; quien le había enseñado todo lo que habría que saber para ser un cazador. Le perdonó la vida cuando él casi se dejaba vencer por su estado y lo protegió cuando el senado quería su cabeza; y también fue quien confió en que podría enfrentar su lado vampiro y que no se dejaría vencer. Ahora nuevamente le reiteraba su apoyo y confianza. No, no lo iba a defraudar.

-   Necesito pensar en una estrategia en lo que aguardamos el enlace con todos los maestros. Así que por ahora quiero que te hagas cargo de ésta ciudad y vayas con los cazadores asignados a esta área y que ya deben estar reunidos en el explanada de la sede. Supervisa su condición. Necesitamos a todos y con sus armas en estado óptimo. Después aumenta el número de cazadores que patrullan las calles. También necesito que las runas que protegen la asociación, en especial la fundición, sean reforzadas al máximo.

-   ¿Estás pensando en que se dirigirán aquí?. Pero has dicho que Kuran fue a su encuentro.

-   Es solamente un presentimiento, pero, si voy a marchar hacia allá necesito que esta ciudad quede protegida. Aquí yace el metal madre y si atacaran a Kuran nosotros somos un obstáculo también. Si él cae… –. Al decir esta última frase sintió una mayor opresión en su pecho. – …si cae, nosotros seguiremos.

-   Bien, entonces me pondré a trabajar.

Yagari salió del despacho. Zero miró de nuevo todos los papeles y mapas.

-   Maldición, necesitamos aliados.

“Si algo pasa, por favor no dude en confiar en mí. Pues lo ayudaré en lo que sea”

Agitó la cabeza para no pensar en el pelinegro. No podía dejar que la situación lo rebasara y menos para orillarlo a pedir ayuda a alguien en quien no confiaba. Si, era obvio que necesitaba aliados, pero no contaba con tiempo para buscarlos, así que tenía que enfocarse en estructurar un plan basándose en los recursos con que contaba.  Tenía que pensar cuál sería su siguiente movimiento.

Piensa Zero. No puedes perder tiempo, si ellos llegan a él…

Volvió a mirar el mapa.

 

Así, la noche siguió su curso. Los informes no paraban de llegar aunque no eran tan terribles como los primeros. O quizá ya todo podía esperar.

Ataques frustrados por cazadores, movilizaciones de vampiros nobles y nivel E; exhumanos eliminados…Se dio el tiempo de revisarlos y luego volver a analizar la estrategia en que pensaba, hasta que logró armar un plan.

Según la velocidad con que llegaban los informes, el tiempo que había pasado desde que los sangre pura comenzaron a movilizarse, la distancia existente entre los territorios y tomando en cuenta que trajeran un ejército. Si llegar a esta ciudad fuera su objetivo les tomaría a lo mucho una semana. El primero en llegar sería Abya; luego Petrov y por ultimo Arezu. Sin embargo si planeasen reunirse en algún punto para unir su ejército, la opción más probable apuntaba hacia el gran lago Jibon que podía servir de bloqueo al avance de los cazadores. Llegar allí les tomaría aproximadamente cuatro días a los tres. Pero si la opción era el norte, en  la cordillera de Volk;  para llegar allá tanto a Arezu como a Abya les tomaría cerca de una semana.

En cuanto a Kaname, lo más seguro es que se dirigía también a la cordillera de Volk y eso ya deberían saberlo los otros; por tanto,  eso convertía a ese lugar en el más probable de reunión y enfrentamiento.

Zero repasó con su dedo trazando líneas imaginarías en el mapa.

Con un ejército ni Arezu ni Abya podrían partir solos; ya que según su experiencia, lo nivel E sólo obedecen a sus amos, es decir, a aquellos que los transformaron. Pero si por alguna razón dejaran a otros atrás a cargo y se dirigieran al encuentro de Kuran…

Tomó un marcador y trazó un triángulo uniendo esos tres territorios. Luego con otro, trazó líneas de unión de esos tres territorios con la ciudad.  Necesitaba bloquearles el paso.

Como fuera, una semana era su tiempo límite para detenerlos, dos días su tiempo límite para protegerlo y un día para organizarlo todo y partir.  Si a más tardar por la noche, habiéndose cumplido veinticuatro horas desde la partida de Kuran, no  tenía noticias suyas,  se pondría en marcha.

 

Cuando Zero se dio cuenta y miró su reloj, ya casi amanecía. Entonces Kaname acudió nuevamente a sus pensamientos.

¿Estás bien Kuran?... infórmame pronto tu situación.

Toc toc toc.

El sonido repentino de la puerta lo trajo a la realidad.

-   Adelante.

-   ¿Kiryuu-sensei? –; quien ingresó a la oficina fue su pupilo.

-   Satoru ¿Qué estás haciendo aquí?, deberías estar ya en la academia.

-   Estoy ayudando a Yagari-sensei y a Takamiya-san. Además te soy más útil aquí, necesitas a todos los cazadores activos.

Zero lo recorrió con la mirada. El joven traía una gabardina marrón salpicada de lo que parecía ser sangre, tenía las mejillas arreboladas por el frio y en sus ojos relucía un brillo de seguridad. El chico a pesar de no haber visto completamente todo de lo que son capaces los vampiros, parecía comprender a que se enfrentaban.

No pudo evitar recordar el dia en que atacaron a Satoru.

-   Tienes razón. ¿Estás bien?

-   Si, pero no vine a verte por mí, me enviaron para avisarte que ya han comenzado a llegar los maestros cazadores y en cuanto al enlace con el resto, está por completarse.

-   Bien, dile a los maestros que en un rato más los veré en la sala del consejo.

-   Así lo haré – dicho esto el joven, después de mirarlo por un par de segundos más, s

- Espera Satoru -. El chico se detuvo y se giró. - Llama a tu madre.

-  Lo hare... -, dijo sonriendo y salio dejándolo nuevamente solo.

Zero volvió a mirar por la ventana, poco a poco comenzaba a clarecer.

“Si cae, nosotros seguiremos…”

“Si cae…”

-   No, no lo hará… - dijo de pronto y con total seguridad para alejar esa tonta idea de su cabeza. Entonces una expresión decidida se reflejó en su rostro.

Repentinamente en ese instante la puerta volvió a sonar y él reconoció la presencia de Kaien al otro lado.

-   Pasa - dijo de inmediato.

El cazador ingresó. Tenía una expresión seria dibujada en el rostro; y tal y como lo dejó en la academia, su porte era el de un imponente cazador.

-   Zero, Kaito-kun me informó sobre la movilización de Arezu y Abya y de que piensas que su objetivo es atacar a Kaname-kun.

-   Supongo que dada la situación, tendré que saltarme la promesa que te hice.

-   ¿Aún hay probabilidades de que Kaname detenga a Petrov?

-   Quizá, pero el límite para recibir noticias suyas es hasta esta tarde. Pienso organizar a los cazadores y si no tengo noticias suyas para entonces, comenzaré la movilización.

-   Supongo que no hay remedio. ¿Tienes algún plan?

-   Te lo mostraré – le hizo un ademán para que se acercara a su escritorio donde yacía el mapa - Revisando toda la información con que contamos, creo que podríamos interceptar a Abya y Arezu y evitar o retardar que se unan entre ellos y con Petrov o que lleguen a esta ciudad. Para eso sería necesario hacer que los cazadores de las cuatro regiones: norte, sur, este y oeste; avancen formando cada uno varios frentes…

Zero comenzó a señalar los puntos marcados en el mapa.

-   Los cazadores del sur bloquearían el paso de Abya tanto para reunirse con Arezu, como para reunirse con Petrov en estos puntos. En cuanto a los cazadores en occidente se encargarían de bloquearan el paso de Arezu para reunirse con los otros en estos dos puntos…

    >… Con respecto al norte; Kaname se ha dirigido a la cordillera de Volk, estoy seguro. Si alejó a los otros, él podría encargarse de esa mujer mientras los cazadores detienen el avance de su ejército en estos puntos y evitan también de esta forma que llegué a reunirse con los otros dos.

    >…En cuanto a los cazadores de esta región, que es la que cuenta con un mayor número de miembros, su deber sería proteger tres puntos: el lago Jibon donde esos tres podrían tener planeado unirse; pero sobre todo esta ciudad y la sede. Si alguno de ellos se dirige hacia acá, también les bloquearíamos el paso y los detendríamos… ¿Qué te parece?

-   Has pensado en todo…. ¿Qué hay de Touma y Eyre?

-   Sus territorios están siendo vigilados y no parece haber nada extraño. Y los guardianes que asignaste para mantener a Eyre vigilado cuando sale de la academia, parece que están haciendo su trabajo.

-   Bien… Zero, si no hay opción, ¿Piensas dirigirte a algún frente?

-   Si, por ello necesito extremar precauciones y dejar esta ciudad protegida. Estoy completamente seguro que ellos piensan atacar a Kuran, él es su objetivo, quieren derrocarlo y si no se reúnen en el lago Jibon, lo más probable es que se dirijan a la cordillera de Volk. Por eso seré yo quien comande a los cazadores de esa región.

-   Debería decir que me parece bien. Sin embargo estoy preocupado por ti.

-   Es mi deber como presidente de la asociación…

-   Eso no me tranquiliza en lo más mínimo.

-   Lo siento –, miró a Kaien, no podía decir nada más. Él mismo estaba consciente de todo lo que sucedía, pero además, extrañamente tenía la sensación de que no era nada nuevo que no hubiese enfrentado ya, pese a que no era así. -  Ahora tengo que ir a la sala del consejo, ya deben estar esperándome.

-   Vamos entonces.

Mientras bajaban las escaleras, Kaito llegó hasta ellos.

-   Zero, aquí está la información que me pediste –. En cuanto Zero tomó el sobre y leyó su contenido, su semblante se ensombreció.

-   ¿Qué es? – pregunto Kaien inquieto.

-   Se trata del senado. Tal y como sospeche. No están haciendo nada y eso sólo equivale a una cosa; son aliados de esos sangre pura.

-   ¿Aliados?, eso es muy grave ¿estas completamente seguro?.

-   Lo estoy. Lo verdaderamente grave es que cuando el resto de los vampiros, sean o no sangre pura, se enteren de lo que sucede; se armara un caos; y presiento que será pronto... Olvídate de la reunión; tienes que volver a la academia y organizar el regreso de los estudiantes a sus hogares. La academia goza de inmunidad pero por el proyecto que se desarrolla allí, si todo se sale de control, será parte de lo primero que intentaran aplastar.

-   Si, lo haré. Volveré allá y trataré de agilizar todo para que por la tarde los primeros se hallan marchado a sus hogares ya y mañana a primera hora el resto.

-   Gracias... Te veré después.

Dicho esto Zero se dispuso a terminar de bajar las escaleras, pero Kaien lo detuvo del brazo.

-   Espera hijo. Antes de que hables con los cazadores quiero que sepas algo que no había podido comentarte

-   ¿Qué? – Zero se tensó; con todo lo que sucedía, ¿Qué más podría estar pasando?

-    Antes de que Ichijou saliera, supongo que a reunir esa información; me dijo que pasara lo que pasara tenemos el apoyo de los nobles del colegio. La mayoría de ellos apoya a Kaname, así que se encargaran de guardar el orden el la ciudad si es necesario. Isaya y su clan también están de nuestro lado. Sólo necesitan que indiques que quieres que hagan.

Zero, por alguna razón, pese a que hablaban de vampiros dispuestos a cooperar, sintió como si el peso sobre sus hombros se redujera un poco. Si tenía aliados después de todo.

-   Sera mejor que no se los digas a los demás cazadores  todavía Zero. No se lo tomarán bien. – intervino Kaito.

-   No me importa. Necesitamos aliados pues ni con todos los cazadores existentes podríamos vencer a tres sangre pura y salir airosos… Dales las gracias y diles que más tarde me reuniré con ellos.

Una vez que le dijo eso a Kaien, terminó por bajar decididamente las escaleras y se encaminó hacia la sala de consejo, a la cual ingresó ante la atenta mirada del cazador.

 

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Desde el barandal de la terraza privada donde se encontraba recargado, podía sentir la brisa sobre su rostro mientras escuchaba el suave sonido de la musica proveniente del interior. Bebió un trago de su copa y sonrió. Se encontraba a varios pisos de altura y desde allí miraba el bullicio nocturno bajo sus pies. A pesar de ser de madrugada había aun quienes disfrutaban de la vida nocturna ingenuos ante lo que se avecinaba.

Autos, luces, personas; todo parecía estar sucediéndose con la tranquilidad de esa vida nocturna que debiera ser reservada a los de su especie, pero de la cual más de un inocente humano quería apoderarse. Pero no podía molestarse por ello; después de todo eran precisamente esos humanos la fuente de su alimento.

Aunque si debiera ser honesto; le agradaba más el pueblo a las faldas de la colina donde se encontraba la academia Cross. Esos humanos eran menos presuntuosos y quizá a fuerza del destino eran más precavidos. Ahí pululaban vampiros y a su vez estaba infestada de cazadores.

El fuerte rugido del motor de una motocicleta sobrepaso los demás sonidos justo en la calle de abajó. Él la vio alejarse y sonrió. Ese sin duda era un apurado cazador.

Volvió la vista al frente.  Las luces brillaban intensamente en la ciudad. A su izquierda y a lo lejos podía ver la oscura bahía y a su derecha las torres de la sede de la asociación de cazadores destacando sobre otras construcciones. Y en los edificios cercanos a donde él se encontraba, varias sombras vigilaban cada uno de sus movimientos.

-   ¿Liam-sama? –. La anticipada presencia de su guardaespaldas, apareció tras él. Su voz se escuchó grave y ligeramente amortiguada por el viento.

-   Shion, ¿Cómo va todo? –. Se volvió hacia él. El joven vampiro postrado frente a él traía una gabardina negra y el cabello revuelto.

-   Hay bastante movimiento desde antes de la media noche. Al parecer está blindando la sede y ha aumentado el número de cazadores que patrullan las calles. También algunas figuras importantes están en camino.

-   Ya veo. Está planeando una reunión con el consejo de maestros cazadores.

-   Al parecer. – Shion desvió la mirada disimuladamente hacia su izquierda y luego a su derecha – Liam-sama, ¿Quiere que me deshaga de esos intrusos?

-   No. Ellos no tienen absolutamente nada importante que reportar sobre mí. Y en cuanto a ti, gracias a tu peculiar habilidad nadie puede saber lo que haces en realidad. Así que déjalos seguir jugando.

-   Pero… Bien, entonces ¿qué quiere que haga ahora?

-   Vamos a esperar.

-   No… no comprendo… pensé que quería atacar.

-   Hmmp…  Shion, ya he conseguido parte de lo que esperaba. He obligado a Kaname a dejar la ciudad y ahora va al encuentro de Mika. Si tenemos suerte ella acabará con él; y si no lo hace ella entonces lo harán Nile o Alexander; aunque si eso no pasa, tampoco importa. Lo que quería con Kaname  ya lo he logrado y ahora sólo tengo que esperar a que Zero acuda a mí.

    >…Él no es tonto, quizá a estas horas ya se haya dado cuenta de que el senado no tiene la menor intención de inmiscuirse en asuntos de vampiros sangrepura. Por tanto estará organizando a los cazadores para ir a detenerlos él mismo. Pero ellos solos no podrán detener a tres sangrepura y sus ejércitos; ni siquiera con los nobles de Kaname ni con la ayuda del amigo de su padre adoptivo; y él lo sabe. Necesita mi ayuda y no tardara en pedirla. Sólo espero que sea lo suficientemente inteligente y lo haga antes de que comience a ver a sus amigos caer.

-   Discúlpeme amo, pero ¿Y si no lo hace?, ¿Qué hay si él decide marchar contra ellos de todas maneras?

-   Lo hará, por supuesto que lo hará, o al menos lo intentará; porque sabe lo que Kaname representa en la sociedad de vampiros y lo que su caída traería consigo. Sin embargo no podrá salir de la ciudad porque Touma se encargará de dirigir al ejército que tengo aquí; eso lo obligará a quedarse; entonces Touma lo capturara para mi. Pero si aún así se empeña en ir a auxiliar a Kaname, eso también me beneficiaría. Touma y el senado saben que no pueden dañarlo y lo mismo va para Mika, Nile y Alexander. Si Zero sale de la ciudad esos tres se encargarán de capturarlo.

    >… En cuanto a Kaname, él ya debe estar en la cordillera de Volk; pero cuando se dé cuenta de que todo ha sido una trampa para alejarlo, será muy tarde. Y si por alguna razón ellos no acaban con él y vuelve,  para cuando llegue a ésta ciudad, la sede de cazadores y la academia Cross ya habrán sido reducidas a cenizas, el metal madre habrá desaparecido y Zero, de una u otra forma estará en mi poder…  

-   Pero… - Shion dudó en preguntar lo que pensaba. Liam volvió a beber de su copa y lo miró.

-   ¿Pero?, dilo…

-   ¿Por qué no simplemente va por Kiryuu Zero desde ahora, antes que movilice a los cazadores?; él no es rival para usted y eso facilitaría el resto de su plan.

-   Pues muy sencillo… – Una sonrisa inocente apareció en el rostro de Liam, no era típica de él pero parecía tan natural –. Porque así es más divertido. Además, si quiero que él sea dócil es mejor no tratarlo con rudeza. Él no confiaría en mí sí me lo llevo por la fuerza; y si no confía en mí, no podré borrar eficazmente sus recuerdos ya que fácilmente los recuperaría de nuevo y él no tiene por qué tener esos recuerdos, lo que el necesita es recordar quien verdaderamente es.

    >…Además al senado no le importa el presidente de la asociación, ellos mismos se aliaron conmigo para deshacerse de él porque lo ven como un obstáculo. Y en cuanto a los cazadores; muchos en el fondo no están del todo de acuerdo en que un vampiro sea su presidente. A ambos les haré un favor al llevarlo conmigo.

   >…Por otro lado. Con el metal madre y los cazadores aniquilados, no habrá ningún vampiro que se oponga a que sea el nuevo rey y menos cuando favorablemente sea yo quien acabe con esos sangre pura que se revelaron y con el consejo de vampiros del senado que conspiró con ellos para derrocar al antiguo rey… ¿Ahora lo comprendes?

-   Si…

-   Bien, entonces por ahora volvamos a la academia. Mi cena de negocios ya ha terminado.


 

Notas finales:

Hola de nuevo a todos. Les dejo un nuevo capítulo. Disculpen la calidad, pero es que no soy muy buena en eso de armar estrategias. Aun asi espero que lo disfruten. Un beso a todos y nos leemos en un par de semanitas o antes si es posible.  *.- !!!!


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