Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

AL FINAL DE LA NOCHE por Amaya Kurau

[Reviews - 403]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo LI

Al final de la noche

Parte I

 

 -   ¿Por qué Zero?- preguntó repentinamente sin mirarlo - ¿Qué tiene él que no tenga yo? ¿Qué me hace falta?  - al decir esto último dejó su brazo y se alejó de él – Zero… yo, salvó por lo sucedido en la academia, algo a lo que tú me orillaste; jamás te he hecho daño. Es más, puedo poner el mundo a tus pies  – giró sobre su eje y abrió los brazos – Zero, puedo darte lo que desees, sólo tienes que pedirlo.

-   Lo que yo deseo no puedes dármelo tú.

-   ¿Por qué no?. Yo también te amo. Soy igual de poderoso que él, no, lo soy más; nadie te lastimaría a mi lado. Riquezas tengo en demasía. Te complacería en todo. Y…

-   Lo que yo quiero es un mundo donde vampiros y humanos puedan coexistir. No quiero más vidas humanas arruinadas por causa de los vampiros y no quiero más vampiros que se odien a sí mismos por lo que son… quiero que haya paz…

Liam sólo sonrió desde su lugar, como si lo que dijera Zero fuera lo más absurdo e inverosímil que hubiese escuchado. Luego se llevó una mano al rostro e inesperadamente soltó una carcajada que resonó fuertemente por todo el lugar.

-   ¡Una y otra y otra y otra vez! - Está ocasión su voz, aunque trémula, por primera vez sonó en un siseo furioso y sus ojos volvieron a brillar carmesí - ¡Siempre con lo mismo! ¡¡Siempre!!, ¡Aunque en todas los intentos ha resultado mal!, ¡Aunque has tenido tantas pruebas como las tuvo ella!, ¡Siempre es lo mismo!, ¡Buscar la maldita paz que jamás se logró ni se logrará de la forma que deseas!…. Pero si eso quieres; si quieres la paz, yo te la daré. Ya te lo dije, sólo tienes que pedirlo. Yo siempre he sabido cómo puede lograrse. Lo haré por ti. Te daré ese mundo en paz que tanto deseas mientras permaneces a mi lado. Podrás verlo con tus propios ojos. Verás como destruyo a los humanos para siempre.

-   ¡¿Qué?! - Zero abrió los ojos desmesuradamente.

-   Es así como se logrará la paz que tanto deseas. Cuando una de las dos especies deje de existir.

-   ¡No puedes hacer eso!

-   Puedo y lo haré. Además, Kaname también lo entiende, ¿sabías?. Sólo que él intentaba eliminar a la especie equivocada. Es un tonto. Los vampiros son superiores. Aunque lo comprendo. Él siempre se ha odiado por lo que es. Es realmente patético.

   >… Como sea, lo que tienes que hacer ahora es esperar y observar. Yo mismo me encargaré de él. Ya está cerca. ¿Puedes sentirlo?... Aguarda aquí. Te traeré su cuerpo… Te mostraré lo que valen tus esperanzas puestas en él. – Liam se dirigió hacia una de las paredes derrumbadas que daban al exterior; pero antes de salir se detuvo y sonrió sutilmente – ¡Ohhh, es cierto, se me olvidaba!. Al morir un vampiro sólo quedan cenizas… Bien, lástima que no hayan podido despedirse…

Dicho eso último, Liam se disponía a saltar por el agujero en la pared cuando un fuerte zumbido pasó rozando su hombro. Él muy a tiempo esquivó aquello y se giró al tiempo que esquivaba otras más.

Las enredaderas afiliadas y con espinas volvían a moverse.

Evadió varios ataques mientras miraba a Zero. Éste tenía la cabeza ligeramente inclinada y seguía cautivo por su sangre. La Bloody Rose seguía inmóvil en el piso. ¿Qué estaba sucediendo?

Creó una espada de su sangre, pero al detener el primer impacto con ella, ésta  se disolvió en el aire.

Volvió a evadir varios ataques más. Esta vez las enredaderas se movían con mayor velocidad. ¿Acaso Zero las controlaba con telequinesis?. Ese era un poder superior. Incluso había vampiros sangre pura que no lo dominaban por completo; y sin embargo Zero parecía hacerlo a la perfección.  Así que lo estaba logrando. Sonrió sutilmente.

-   No le pondrás una mano encima a Kaname, ni lastimaras a nadie más.

La voz de Zero resonó repentinamente en el lugar. Tenía un matiz diferente. Uno que a su pesar le causó escalofríos. El escucharla lo desconcentró y en ese preciso momento, un enorme lobo hecho de esas enredaderas afiladas se elevó imponente y se lanzó contra él en un veloz movimiento en el mismo instante que las cuerdas que tenían cautivo a Zero se desintegraban.

Liam miró detenidamente ese monstruo creado y solamente sonrió en el momento en que fue capturado.

Ramas afiladas atravesaron varias partes de su cuerpo y luego lo atrajeron contra un muro de ellas donde lo aprisionaron.  

-   Hmmp… al parecer me confíe – dijo.  Zero lo miró inexpresivamente.

Liam a pesar de estar herido no parecía preocupado por estar capturado. Aquello molestó a Zero por lo que hizo que las enredaderas lo apresaran con más fuerza

-   Veo que eres capaz de usar telequinesis. Así que has asimilado por completo tu lado vampírico. ¿Tanto le amas que actúas como comúnmente no lo harías?

-   Te equivocas. Esto es lo soy realmente.

-   Hmmmp - Liam sonrió de manera extraña.

Zero aún seguía sangrando de su costado y de su brazo pero no le importó, sabía que no sanaría con facilidad, después de todo había sido herido por un sangre pura. Aun así se acercó más a Liam y lo miró directamente a los ojos.

-   Sabes que la única manera de detenerme es eliminándome, ¿verdad? – preguntó Liam tranquilamente.

Zero no respondió a eso. Observó al vampiro detenidamente por varios segundos. Sus heridas eran profundas y su ropa se empapaba de su sangre poco a poco a causa de las espinas El aroma de la misma era cada vez más intenso. Pero el sangre pura se mantenía impasible. Sintió un nuevo nudo en la boca del estómago.

-   ¿Por qué tuviste que llegar a esto? – preguntó sin saber siquiera por qué.

Al escuchar ese repentino cuestionamiento, Liam no pudo evitar sorprenderse.

-   ¿Me preguntas por qué?

-   Sí, quiero saberlo.

-   Que importa ya. No tiene caso.

-   Lo siento, pero yo no soy ella y por tanto no puedo comprenderte y quiero hacerlo.

Liam lo miró a los ojos detenidamente y entonces sonrió son cierta resignación reflejada en el rostro.

-   Yo… yo quería detenerlo…

-   ¿Detener qué?

-   A Kaname…

Zero volvió a guardar silencio y Liam también lo hizo varios segundos hasta que volviendo a sonreír miró hacia el exterior y continuó

-   Quizá todo hubiese podido resultar como ella deseaba, pero ya te lo dije; tanto él como yo destruimos esa posibilidad…

    >… Todo lo que sucedió después de que Libelle se marchase, eso era lo que ella no quería… Ella quería la coexistencia, la paz; pero Kaname se obsesionó con eliminar a todos los sangre pura y en la búsqueda de ese objetivo, aliados  y enemigos murieron por igual... Uso a los cazadores y fue sembrando terror entre vampiros y humanos… No sé si era consciente de ello, pero en ese entonces todos los humanos supieron de nuestra existencia debido a él; ya que para lograr su objetivo no le importó nada y  pronto el miedo que los humanos nos tuvieron, se convirtió en odio al  verse en medio de una lucha entre una especie poderosa.

    >… En cuanto a mí, yo después de perderla me enfurecí y si, también eliminé a muchos vampiros y humanos; a demasiados. Quizá tantos como él. Pero el recuerdo de ella y de cómo me salvó, fue más fuerte y me hizo intentar hacer lo que deseaba. Por eso decidí concluir aquellas investigaciones que había comenzado años atrás. Las cuales tenían como finalidad revertir la conversión de los humanos trasformados  y aquella que lograra crear algo para calmar la sed de los vampiros. Cree así las bases para lo que después serían las tabletas de sangre...  sin embargo, al final no las concluí. La desesperación logró vencerme y mi odio por Kaname me superó.

    >… Él iba destruyendo vampiros a su paso; regando sangre por doquier en aras de cumplir su objetivo que no era el mismo que ella tenía. Manchando de esa manera su recuerdo. Así que yo tuve que dejar esas investigaciones para poder detenerlo. Pronto ambos nos vimos envueltos en una lucha que dejó de ser por cumplir los deseos de Libelle y se convirtió en una lucha por vencer al otro. Yo no podía perdonarlo por no haberla protegido. Por haberla dejado sacrificarse. Y aunque lo intenté, tampoco pude perdonar a los humanos y menos a aquellos que habían obtenido poder al beber su sangre. Él, él no podía perdonarme simplemente por ser un sangre pura.

-    Mientes… - dijo repentinamente Zero, interrumpiéndolo.

-    No, no miento. Tampoco me estoy excusado. Sólo quiero que comprendas que todo fue por ella. Libelle lo era todo para mí. Ella me salvó cuando era un niño y estaba a punto de morir. Me ofreció una nueva oportunidad y me dio un hogar. Me mostró lo que era realmente y de lo que era capaz. Yo sólo quería estar a su lado, amarla y darle mi sangre, vida si así ella lo deseaba. Pero Kaname apareció y entonces ella lo prefirió a él. A alguien que odiaba lo que era, que lo sigue haciendo. Alguien que no podría hacerla feliz... Y a pesar de todo. A pesar de saberlo, nunca intervine realmente para separarlos. Incluso para proteger lo que ella amaba me acerqué a los clanes que sabía causarían problemas y así pude volverme un espía. Fui yo quien le hizo saber a Libelle lo que esos clanes pretendían. Fui yo quien la alertó de sus intenciones. Fui yo, quien olvidándome de mi mismo y de lo que sentía por los humanos, quienes solo me habían mostrado lo peor de su especie, decidió ayudarlos; solo por ella. Siempre pensando sólo en ella. ¿Y que hizo Kaname?, encerrarse en un laboratorio, sin interesarse realmente por lo que ella amaba. Y aun así; siempre lo prefirió a él… Siempre quise saber el motivo. Que estaba haciendo mal para que ella no me mirara... Pero jamás pude preguntárselo. Y…. Ahora que realmente he hecho todo de manera diferente, sigues prefiriéndolo a él.

Zero lo miró a los ojos. Escucharlo hacía que su pecho doliera. Tanto él como Kaname habían sufrido por amar a Libelle y no tenerla. Tragó un poco de saliva y se acercó más  al vampiro.

-   Libelle… Ella en realidad los quiso a ambos... pero no los amó. Ni a ti, ni a Kaname.

-   ¿Qué?

-  Todo, Liam, no ha sido más que una jugarreta de un cruel destino para los tres. Tú la amaste a ella pero ella amó a un humano.

-   ¿Un… humano?... – Liam lo miró sorprendido - Hmmpp ja ja ja… ¿de qué hablas?

-   De la verdad.

-   ¿Cuál verdad?

-   Aquella en la que Libelle únicamente amó a aquel humano que conoció al final de su vida…

-    ¿Qué?

-    Antes de arrojar su corazón a la fundición, ella le entregó a ese humano los restos de su existencia y con eso su consciencia pasó a formar parte de su descendencia. ¿Por qué los sé?, porque como descendiente de ese humano, parte del poder de ella reside en mi al igual que algunos de sus recuerdos debido a ese sentimiento… Lo siento Liam, no soy ella. Pero al ser un cazador mucho de su material genético reside en mí; y por alguna razón incomprensible, también parte de su poder. Por eso mi parecido a ella.

-   Así que esa es la razón – Liam volvió a sonreír y desvió su vista hacia el exterior. Una fina línea azul claro se dibujaba en el horizonte delineando las montañas.

-   Si. Ella amó a ese humano, tú la amaste a ella. Kaname también la quiso, pero a pesar de eso, también quería un motivo que lo impulsara a seguir viviendo. En cuanto a mí, yo no puedo amarte, no puedo hacer que mis sentimientos cambien. El arrepentimiento que sientes te llevó a corromperte en tu obsesión y Kaname lleva miles de años arrepintiéndose de aquello que hizo también.

-   Hmmp… que irónico. Al final el patético fui yo... Dime una cosa Zero…. Si hubiese hecho las cosas de manera diferente, ¿me hubieses amado?... Si te hubiese  hablado y dicho la verdad sobre mi ¿lo habrías hecho? ¿hubiese tenido una oportunidad?

-   No sé lo que hubiese sucedido si hubieras actuado diferente, el pasado es pasado y yo en este momento lo amo a él.

-   Ya veo, siempre eres tan honesto. Él es afortunado. Aún sin darse cuenta siempre lo fue. Por eso yo lo odiaba.

-   Liam… - Zero quiso decir algo, pero no pudo. La expresión en el rostro del vampiro le provocó un nudo en la garganta.

-   Zero… no te pido que perdones todo lo que hice, ni que lo pases por alto. Sino sólo una simple cosa… por favor, antes de que acabe todo; bebe mi sangre. Es lo único valioso que te puedo ofrecer.

-    ¿Qué?

-    Si lo haces Zero, obtendrás poder y te recuperaras de tus heridas; y sobre todo, tu vida se alargara aún más. Aunque posees el poder de un sangre pura no lo eres y por tanto  no está condenado a la eternidad. Esas heridas te han debilitado demasiado… por eso es que te lo ofrezco. Si lo haces podrás estar a su lado... Hazlo por favor. Quiero darte esto último como compensación por todo el daño que causé.

Liam extendió su mano hacia él. Hilos de sangre brotaban entre las comisuras de sus labios, sus ojos habían dejado de brillar en carmesí y ahora el intenso verde se veía opaco. De la punta de los dedos de la mano que tenía extendida hacia él,  continuas gotas de sangre caían al piso. Zero se acercó y lo miró de manera inexpresiva.

-   ¿Zero? – estiró un poco más la mano intentando tocarlo por última vez.

-   Si, si lo hago mis heridas sanaran y podré regresar con él.

-   Si – dijo Liam con una sonrisa de resignación en los labios. Zero se acercó otro poco más y se situó justo frente a él aunque la mano de Liam seguía sin poder tocarlo – No me queda mucho tiempo Zero.

-   Si, lo sé. Sin embargo... lo siento – dijo dedicándole una mirada de consideración y entonces le dio la espalda sin más – Yo nunca podría beber más sangre que la de Kaname. Ya no… Adiós Liam.

El sangre pura abrió los ojos desmesuradamente y con desesperación; pero el grito de llamado hacia el joven, que estaba a punto de pronunciar,  no tuvo tiempo de surgir porque docenas de enredaderas cayeron sobre él y al instante se convirtió en una lluvia de cristales, brillos y cenizas.

Zero se detuvo al darse cuenta de eso, pero no se giró. Tenía la cabeza inclinada y su pelo cubría sus ojos. Sin embargo lágrimas resbalaban por sus mejillas.

Por primera vez creía poder comprender a los sangre pura. Pensó en su cruel destino. Atados a una vida eterna. Pensó en Shizuka, en Rido, en Sara, en Touma, en Kaname, en Liam e incluso en Libelle. En aquello que gobernó sus existencias. Su soledad, sus miedos, sus deseos y obsesiones. Todos, todos sólo querían un motivo para seguir adelante y encontrarle sentido a su larga existencia. Más lágrimas brotaron de él. Ninguno de ellos fue, ni era fuerte. Todos en realidad son frágiles.

Y ahora, tiempo, tiempo era lo que él necesitaba. Tiempo para poder estar con Kaname y curar un poco todas esas heridas que albergaba en su corazón.

Se mantuvo un instante así, las heridas de su pierna, costado y pecho seguían sangrando copiosamente y su ropa estaba totalmente manchada de sangre. Ya era demasiado tiempo y la hemorragia aún no cesaba. Comenzó a sentirse mareado y débil, entonces miró su mano, su visión también se volvía borrosa no solo por las lágrimas sino por la debilidad. Había usado demasiado poder.

“Creo que yo también te he amado desde hace mucho tiempo Kaname, pero igual que tu no me había dado cuenta hasta ahora. Cuando te volví a ver después de treinta años mi corazón latió con fuerza. Por más que me esforcé en odiarte, no pude. Por más que no quise sentir nada por ti, no pude. Comenzaste a ocupar mis pensamientos, incluso mis sueños. Y no sé en qué momento sucedió, pero no me importa. Te amo, te amo, y ojala mis padres, Ichiru y  Yuuki me perdonen, pero no puedo estar sin ti. Te necesito. Quiero que te quedes conmigo Kaname. Quiero estar a tu lado, hasta que, como tú lo has dicho, este mundo se convierta en nada”

-   Supongo que hasta aquí es el límite de mí poder y de mis promesas – dijo Zero mirando hacia el techo con una sutil sonrisa mientras recordaba aquella confesión. Entonces dio unos pasos más justo en el instante en que las ramas que lo cubrían todo a su alrededor comenzaron a fracturarse y un fuerte  crujido del techo resonó en el lugar.

 

Te amo Kaname… lo siento…

 

[….]

 

Kaname apareció repentinamente en medio del gran número de vampiros de nivel inferior que custodiaban el acceso al castillo y al instante docenas de ellos se convirtieron en cenizas. Los que quedaron fuera de su alcance, instintivamente retrocedieron ampliando el círculo en torno suyo. Él no les prestó atención.

A pesar de que estaba por amanecer, eso no impedía que sus ojos que brillaban intensamente en carmesí resultaran intimidantes; y además, su gabardina y pelo ondeando debido al suave viento, y su porte, le daban un aspecto imponente. Así que ningún vampiro hizo movimiento alguno al verlo. Sin embargo esto no duró. Ya que al reponerse de la sorpresa inmediata, éstos se pusieron en guardia dispuestos a frenar su avance. Tal como supuso, se les había ordenado.

Pero Kaname, sin importarle las acciones de estos vampiros, comenzó a avanzar con el único objetivo de llegar al castillo ubicado en lo alto del risco; el cual poco a poco se iba desmoronando. Estaba agotado, pero aun fue capaz de evadir varios de los ataques lanzados contra él; e incluso, muchos de  ellos desaparecieron sin siquiera llegar a tocarlo debido simplemente a su aura. La misma que convertía en cenizas a los que osaban acercarse de más a él.

En lo profundo de su ser no pudo evitar sentir cierta lástima por los vampiros allí. Si Liam no  hubiese usado su poder quizá ya habrían huido. Pero desafortunadamente estaban atados y tenían que obedecer. Debían detenerlo a él aún a costa de su vida. Sin embargo en este momento él no podía hacer nada por ellos y si se atravesaban en su camino simplemente los eliminaría, después de todo, él no era un vampiro gentil.  Él había ido por Zero; el cazador era lo único que le importaba.

Volvió a impulsarse con su energía y avanzó. Un gran número de vampiros volvió a desaparecer. Fue entonces que repentinamente la presencia de Liam, que hasta entonces parecía haberse calmado al igual que la de Zero, desapareció; y segundos  después un fuerte estruendo resonó en el lugar seguido de un fuerte temblor.

Ante eso Kaname se detuvo en seco al tiempo que veía horrorizado como los grandes lobos producto de la Bloody Rose, se fracturaban y estallaba como cristales en el aire para luego desaparecer en una lluvia de polvo que el viento arrastró. Seguido de eso, todo el castillo se desmoronó.

 -   Ze…Ze…ro…

Su cuerpo se paralizó y un doloroso nudo que le impedía hablar, se formó en su garganta. Su corazón al igual que su respiración,  se detuvieron por un instante.

Las rocas comenzaron a caer con un estruendoso y seco sonido. Entonces su cuerpo reaccionó sólo y  sin más se desplazó nuevamente a gran velocidad hacia ese lugar. Ya ningún vampiro intentó frenarlo. De hecho, esos vampiros comenzaron a huir en sentido contrario a él.

Las grandes rocas continuaron cayendo al acantilado y muchas otras rodaban por el risco hacia la ladera. A Kaname apenas le tomó unos segundos llegar finalmente a lo alto. Pero para cuando lo hizo. Ya sólo quedaba una gran montaña de rocas y los restos de algunos muros que prácticamente habían sido destruidos hasta los cimientos. El dolor en su pecho sólo aumentó. Dio unos pasos temblorosos al frente y su respiración se volvió dificultosa.

-   No… Ze…ro…Zero… Zeroooo!!!!

Su grito resonó de manera desgarradora en todo el lugar. No podía sentirlo. No podía sentir la presencia del joven.

Con desesperación subió un montículo de rocas y usando su telequinesis hizo elevarse unos grandes bloques de piedra y los arrojó hacia el acantilado; sin embargo ese movimiento sólo ocasionó que otro tanto de rocas se asentara con más fuerza y se provocará un nuevo derrumbe.

Asustado ante eso, retrocedió unos pasos  trastabillando entre las rocas.

No puedo usar mi poder… si lo hago podría lastimarlo. …

Zero… Zero…

Miró a su alrededor. Se encontraba completamente sólo y por más que lo intentaba no podía sentir la presencia del Zero por ningún lado.

 -   Ze…Zero… ¿Dónde estás? – susurró asustado.

 La desesperación comenzó a crecer en su interior y el miedo se convirtió en terror. De inmediato comenzó a retirar las rocas con sus propias manos, llamándolo; primero en susurros, luego a gritos hasta que su voz se quebró; y aun así, no se detuvo. Zero debía estar en algún lugar debajo de esas rocas. Quizá herido e inconsciente y por eso no lograba sentirlo. Con esa esperanza continúo moviendo las rocas una a una con sus propias manos.

 

[…]

 

Cuando Aidou llegó hasta allí, la noche había llegado a su fin y el nuevo día comenzaba.  Desde la ladera sólo alcanzaba a  ver una gran montaña de rocas. Del castillo no quedaba nada. Su corazón se oprimió y comenzó a subir aprisa.

 Kaname sama… Kiryuu kun...

 Algo no estaba bien. La presencia de Kaname se sentía pesada y fría... ¿acaso?...

 No…

 Se negó  a creer, a siquiera pensar que algo le hubiese sucedido a Kiryuu… Pero ¿Por qué no podía sentir su presencia?

Algo había pasado en ese entonces. Aún estaban peleando con esos cazadores cuando el fuerte temblor sacudió el piso y seguido de ello un gran resplandor plateado que delataba la presencia de Kiryuu se expandió para luego desaparecer como en una implosión.  También el aura de Eyre Liam había desaparecido y la de Kaname-sama se sentía débil. Eso los había alertado a todos,  incluso a los cazadores que ante el simple hecho de que la presencia de Liam desapareciera,  fue suficiente para que Naoto y sus seguidores decidieran que era mejor huir. Sin embargo ellos no podían permitirlo y por eso los demás fueron tras ellos.

Él por su parte les dejó ese trabajo y se puso en marcha rumbo al castillo. Una sensación  en su interior le decía que algo no estaba bien. Y ahora que finalmente había llegado a lo alto del risco; podía ver el por qué.

Kaname se encontraba en medio de todo ese derrumbe, levantando y arrojando lejos rocas, una a una.

¿Pero qué está haciendo? Y con sus propias manos…

 -    ¿Kaname-sama? 

 Lo llamó pero el sangre pura no le prestó atención. Sin embargo la expresión que vio en su rostro le hizo a Aidou llevarse una mano al pecho y estrujar con fuerza la tela de su gabardina. Su pecho dolía al ver al sangre pura así. Kaname-sama estaba sufriendo.

Se dispuso a acercarse a él para auxiliarlo, pero una presencia a su espalda le hizo detenerse. Ichijou había llegado hasta allí también y no iba sólo. Para su sorpresa llevaba consigo a un malherido Shion quien sólo miró inexpresivamente a Kaname. Sintió coraje al ver a ese vampiro. ¿Qué diablos estaba pensando Ichijou al traerlo consigo?. Aunque quiso preguntarle, no lo hizo. La expresión en su rostro se lo impidió.

-   Ka....name… - Susurró Ichijou mientras sus ojos reflejaban dolor ante la escena frente  sus ojos. Y antes de que Aidou dijera algo, dejó  al pelirrojo y corrió hacia su amigo - Kaname…

Se acercó a él y lo detuvo cuando éste iba a levantar otra roca. La expresión en el rostro del sangre pura al verlo, lo estremeció. Sus ojos borgoña no tenían luz pero había dolor reflejado en ellos, dolor y desesperación. También tenía manchas de sangre en el rostro y al ver sus manos supo que era porque sus dedos estaban sangrando.

-   Takuma... – Dijo Kaname aferrándose a las solapas de su gabardina - Él está en algún lugar - Su voz temblaba. – Lo sé Takuma… debe estar herido… intenté usar mi poder pero sólo provoqué un nuevo derrumbe… Yo...

-   Kaname…

-   Tengo que encontrarlo. Prometimos estar juntos… yo debo encontrarlo…

-   Kaname…

El castaño no escuchó más; se alejó de Ichijou y volvió a su tarea. El rubio se giró hacia Aidou y éste comprendió lo que su mirada significaba. Él tampoco podía sentir a Kiryuu… si el cazador estuviese debajo de todos esos escombros, aun estando herido o inconsciente sentirían su presencia. Pero lo cierto era, que no había ni rastro. Ichijou volvió a mirar a Kaname y justo en ese momento llegaron Kaien seguido de Kaito, Yagari y Satoru y segundos después también aparecieron Ruka, Shiki, Seiren y María.

Cuando Kaien miró hacia Aidou y éste le devolvió la mirada con un gesto de negación; un estremecimiento sacudió al cazador al tiempo que palidecía y miraba hacía Kaname.

 -   ¿Qué sucede?... ¿Dónde se encuentra sensei?

Se escuchó la voz preocupada de Satoru. Quien se giró hacia Yagari. Éste lo miró con una expresión indescifrable en el rostro. Pero fue suficiente para que Satoru comprendiera. Bajó el rostro y comenzó a sollozar. Yagari lo atrajo contra su pecho y miró a Kaien quien seguía inmóvil viendo al frente.

 Ichijou también vio al director y se acercó a él.

 -   Director…

-   Mi hijo... él…

Kaien sólo dijo eso y se alejó del noble para dirigirse hacia donde estaba Kaname moviendo las rocas.

-   Ka… Kaname-kun…

Al escuchar su voz, Kaname se detuvo y se giró hacia él. Al verlo a los ojos su expresión se transformó y entonces se dejó caer al piso y cerró los puños con fuerza. El director se acercó más y se arrodilló frente a él.

-   Él está allí… tiene que estar... me lo prometió… dijo que se quedaría conmigo… ayúdame por favor… tengo que encontrarlo… debe estar herido...

-   Lo haré… 

Los ojos del cazador  mostraban su dolor. Pero  comenzó a ayudar a Kaname. En el fondo él también quería creer que era posible… si, tenía que ser posible…

El ver a ambos allí, moviendo las rocas; le provocó a Ichijou un nudo en la garganta y volvió a acercarse al sangre pura. No sabía qué hacer. Su razón le decía que era imposible que Kiryuu hubiese logrado salir de allí, no después de lo que le dijo Shion; y sin embargo al ver a Kaien y a Kaname intentando encontrarlo bajo todas esas rocas, estrujaba su corazón y en verdad quería creer que estaba allí. Pero si Kaname que siendo un vampiro y amando a Zero como lo hacía, incluso habiendo compartido su sangre, no podía sentir su presencia. Era imposible que Zero estuviese…

-   Kaname,  escúchame. Hay que atender tus heridas. - El sangre pura no le prestó atención -  Kaname… Kiryuu…

-   Tengo que encontrarlo Ichijou… él es lo más importante…

-   Kaname, espera… él ya…

Ichijou salió disparado sin terminar la frase y Kaito se movió rápidamente para evitar su choque contra las rocas.

-   ¿Estás bien, Takuma?

-   Si… pero…

Ichijou miró a Kaito a los ojos y vio el mismo dolor que en los demás. Iba a tocar su rostro pero la voz de Kaname lo interrumpió.

-    ¡Váyanse! ¡no los necesito… yo  voy a encontrarlo…!

-   Kaname-sama - Intentó intervenir Aidou, quien se había quedado todo ese rato viendo todo sin saber qué hacer. Sin embargo los ojos de Kaname se volvieron carmesí  y los miró furioso. E iba a elevar su aura cuando otra voz se alzó.

-   Por más que se esfuercen no podrán encontrarlo.

Aquella voz pese a soñar tranquila cayó como una daga sobre todos ellos...

-   ¿De qué diablos hab… - la frase irascible de Aidou quedó inconclusa ya que Kaname pasó veloz junto a él y apenas en un parpadeo sujetó a Shion del cuello y  lo elevó sobre el piso. Estaba furioso.

-   Kaname, espera… - Ichijou se separó de Kaito rápidamente y se dirigió hacia el vampiro en un intento por detenerlo. Pero el aura de Kaname lo paralizó en su sitio.

-   ¡¿Tú qué sabes?… no estabas allí!

-   No… - Respondió Shion con dificultad – No… pero Kiryuu… él se encerró dentro... del castillo con… Liam-sama… él sabía…

-   Kaname apretó con más fuerza su cuello.

-   Kaname, suéltalo… déjalo que hable.

-   ¿Por qué?, él es mi enemigo y el de Zero. Estaba con Liam ¿no?

-   Lo se… pero él fue testigo de lo que sucedió…

Kaname pereció no haber escuchado aquello, pero entonces, repentinamente arrojó al pelirrojo al suelo y lo miró desde lo alto furioso.

-   Habla.

Shion tosió un poco recuperándose de agarre sobre su cuello y cuando estuvo repuesto, comenzó a hablar con la voz un poco enronquecida.

-   Liam sama… me ordenó que me encargara de la seguridad del castillo y no los interrumpiera… Así que lo dejé con Kiryuu… Después todo sucedió muy rápido. Vi como esos enormes lobos atravesaron los muros. Era un gran poder así que regresé al castillo de inmediato, pero ya no pude ingresar.

   >… Esas enredaderas estaban por todos lados y no dejaban que ningún vampiro se acercara demasiado al castillo. Parecían tener vida propia y apenas detectaban que uno se acercaba iban tras él. Aquellos a los que ordené ingresar fueron convertidos en cenizas al instante. Yo intenté hacerlo pero sólo resulté herido – Se llevó una mano al costado y al levantarla sus dedos estaban manchados de sangre. Kaname ni siquiera la miró.

   >…Pero antes de eso… mientras buscaba una manera de ingresar. A través de uno de mis cuervos pude ver cuando Liam-sama fue… Él  estaba cautivo por ese poder; y Kiryuu estaba frente a él. Yo quise ayudarlo, pero fue en ese momento que una de las ramas plateadas me hirió… Aun así pude sentir claramente como Liam sama fue… Eliminado…

   >…Apenas sucedió eso, las enredaderas se fracturaron y el techo se colapsó. Kiryuu estaba allí, así que no hay manera de que se salvará de ser...

-   Eso es imposible… Zero tenía planeado venir y sabía qué hacer. Estoy seguro que lo encontraré.

-   No hay manera – al escuchar eso, Kaname furioso se inclinó y volvió a sujetarlo y lo levantó. Sin embargo Shion no se inmutó.

-   ¿No hay manera de qué?

-   Él también estaba muy herido… - Kaname abrió los ojos desmesuradamente – Apenas y podía estar en pie. Cuando un vampiro está muy herido sus habilidades disminuyen. Eso es igual para todos. No importa si se es un vampiro normal o un sangre pura. No hay manera de que lograra escapar a tiempo. Ellos lo saben. Usted es el único que está aferrándote a la esperanza de encontrarlo bajo todos esos escombros, pero… si no siente su presencia, especialmente usted que sabe debería poder hacerlo… Entonces eso solo puede significar una cosa ¿no?.

Ante esas últimas palabras, Kaname apretó la mandíbula y sus ojos brillaron con mayor intensidad. Shion comenzó a retorcerse.

Ichijou comprendió por la expresión en el rostro del pelirrojo, que Kaname estaba usando su poder mental con él. Quería hacer algo, pero no podía acercarse, sin embargo fue Cross quien lo hizo, se acercó a Kaname y sujetó su brazo.

 -   Déjalo Kaname kun… No hay tiempo, tenemos que seguir buscando.

Al escucharlo, Kaname lo miró y de inmediato dejó caer a Shion y le dio la espalda para dirigirse de nuevo hacia los escombros. Al verlo, los nobles se miraron entre sin saber que hacer. Así que fue Ichijou quien se dirigió hacia ellos.

-   Ichijou, Kaname sama está sufriendo – dijo Aidou con la voz temblorosa cuando lo tuvo enfrente.

-   Lo sé.

-   ¿Por qué se ha puesto así? – intervino Ruka con una expresión sumamente preocupada en el rostro - ¿acaso, en verdad él y Kiryuu…?

-   Si Ruka… - respondió escuetamente Ichijou. La noble sorprendida se llevó una mano a los labios.

-   Ya veo.

-   Por ahora lo que debemos hacer es restablecer el orden… - Continuó Ichijou mientras se giraba y miraba hacia Kaname y luego de nuevo a ellos –.

-   Pero Kaname sama...

-   En este momento él no está en condiciones para hacerlo y aún hay vampiros que podrían aprovechar su estado para causar problemas. Debemos actuar como si él estuviera bien… no podemos permitir que el sacrificio de Kiryuu sea en balde… por él y por Kaname…

-   ¿Tú en verdad crees que…?

-   Ustedes también los saben… y ellos también – Miró hacia donde se encontraban Yagari, Satoru y Kaito…

Yagari al sentirse observado dejó de abrazar a Satoru y después de posar una mano sobre la  cabeza del chico, se alejó de él y fue hacia ellos. Kaito al verlo lo imitó. Satoru después de mirar unos segundos hacia donde se encontraban Kaname y Kaien, los siguió.

-   Yagari-san…yo… lo siento – dijo Ichijou.

El cazador lo miró, luego apretó los puños e inhalando asintió levemente. Luego, cuando habló su voz sonaba enronquecida. Le estaba costando trabajo hacerlo.

-   Hay… todavía hay trabajo por hacer… Esto aún no termina… Por cómo están las cosas, es necesario informar a Shouto Isaya de lo sucedido. Debe tomar el control por ahora – Miró hacia donde se encontraba Kaien, quizá el sangre pura al enterarse querría venir, pero también estaba seguro que comprendería.

-   Si… estamos de acuerdo… nosotros nos haremos cargo de informarle.

-   Pero si nos vamos Kaname sama… él podría… - Aidou puso una expresión alarmada.

-   Aidou, si esa es su intención; con nosotros aquí o no, lo hará de todos modos… no podemos impedírselo, no tenemos el poder… Sin embargo no estará solo… me quedaré yo con él.

-   Yo también lo haré entonces… no me importa nada… - Ichijou miró a Aidou. Estaba muy triste y sabía que no lograría hacerlo desistir; así que no pudo negarse.

-   Está bien. Seiren, por favor ve con Yagari-san y lleva a ese vampiro contigo y encárgate de su custodia hasta que vea que hacemos con él. También, por favor informa a Isaya-sama de lo ocurrido – La vampiro asintió en silencio y se dirigió de inmediato hacia donde se encontraba sentado Shion. - Ruka, Shiki, María, ustedes por favor contacten con los líderes de las familias nobles que nos apoyan… hay que restablecer el orden entre los vampiros… sean discretos con respecto a Kaname.

-    No hace falta que nos lo digas…

-    Gracias. No sé qué sucederá de ahora en adelante, pero Yagari-san tiene razón… hay en juego mucho al igual que también se ha perdido mucho. Por eso es necesario que nuestra sociedad no se desmoroné.

-    No te preocupes Ichijou. Tú quédate con Kaname sama. Nosotros nos encargaremos del resto.

-   Bien,- Intervino Yagari -  entonces yo volveré a la asociación… es necesario también poner orden entre los cazadores y organizar una reunión urgente con los vampiros aliados para buscar la cooperación. Zero era nuestro presidente, ellos no tomaran a bien lo sucedido. Por eso es necesario actuar ya. Isaya tendrá que ser el representante de Kuran por el momento. Yo lo haré por los cazadores. También está el hecho de que muchos humanos fueron afectados y que el secreto de la existencia de los vampiros ha sido prácticamente revelado. Es preciso ver que haremos al respecto...

-    Si. Dejo eso en sus manos Yagari-san.

-    Kaito, tu vienes conmigo. Tú también Satoru.

-    Pero yo…

-    Necesito tu ayuda Satoru. Ante todo eres un cazador… a mí también me duele lo que ha pasado. No solo he perdido a mi pupilo, Zero era como un hijo para mí. Pero no podemos hundirnos en el dolor; ahora es más urgente poner orden; de lo contrario… lo que hizo Zero para detener a ese vampiro sería en vano…

Satoru bajó la cabeza y apretó los puños. Luego suspiró y asintió con firmeza. Ichijou observó a Kaito. El castaño estaba sufriendo a pesar de no derramar ninguna lágrima y simplemente siguió a Yagari cuando éste se puso en marcha. No habían vuelto a mirarse a los ojos. El deseaba abrazarlo y decirle cuanto lo sentía. Pero sabía que si lo hacía el sería quien terminaría quebrándose y por el momento eso no podía pasar. Como amigo de Kaname y brazo derecho; tenía que asumir la responsabilidad y cumplir con su deber. Así que solamente se quedó mirando la espalda de Kaito mientras se alejaban. Luego volvió a mirar a los demás nobles.

-   Cuento con ustedes – dijo seguridad.

-   No te preocupes. Por favor cuiden de Kaname sama y… si es posible, por favor… llévenlo de regreso – dijo Ruka antes de darse la vuelta y marcharse.

Ellos sólo vieron como sus compañeros pese a la preocupación por Kaname, estaban dispuestos ante todo a cumplir con su deber.

 -    ¿Qué hacemos Ichijou?

-    Ayudar a Kaname en su búsqueda.

-    Pero eso…

-    Lo sé. Pero es mejor hacerlo. Igual, el resultado quizá sea muy doloroso pare él.

-    Y si después él quiere…

-    Ya se los dije. Lo hará y no podremos evitarlo.

-    No imaginé que amara tanto a Kiryuu. Tú lo sabías ¿cierto?

-    Si. Desde hace años he sido testigo de su gran amor por él y de cuánto sufría por no poder estar a su lado. ¿Sabes? aunque me di cuenta de su amor por Kiryuu-kun después de la muerte de Yuuki, creo que él ya lo amaba mucho antes.

-    ¿Eso, es posible?, entonces ¿Por qué eligió a Yuuki-sama?

-    Quizá porque no era consciente del todo sobre sus sentimientos. Recuerdo la primera vez que vio a Zero cuando era apenas un niño. La manera en que brillaron sus ojos jamás la podré olvidar. Fue la misma mirada que tenía días antes de que despertara a Yuuki, cuando estoy seguro que le dio de beber su sangre a Kiryuu-kun para que o cayera en el nivel E. Y la misma mirada que tenía siempre que se topaba con él desde que regresamos a la Academia Cross.  Zero era la vida de Kaname. Así que si él quiere seguirlo. No podremos hacer nada al respecto. Por ahora sólo debemos acompañarlo y ayudarlo. Después tendremos que ayudar a Isaya.

 

 

Esa tarde comenzó la primera nevada del año anunciando la llegada del invierno.

Para el amanecer del día siguiente ya todo se encontraba cubierto con una sábana blanca y todas las rocas, salvo unas cuántas esparcidas aquí y allá y de algunos muros destruidos casi hasta los cimientos; habían sido arrojadas por el acantilado despejando así el lugar.

Kaien ahora se encontraba sentado sobre la nieve y recargado contra los restos de uno de esos muros. Tenía el rostro oculto entre sus brazos y no se movía. Kaname, por su parte, se encontraba arrodillado y su pelo cubría su rostro por lo que su expresión quedaba fuera de vista.

No escuchaba nada, no sentía el frío viento o la nieve bajo sus rodillas. Simplemente pensaba en Zero. En sus ojos, en su sonrisa, en su voz…

 -   ...me… Kaname….

Repentinamente la voz de Ichijou se filtró en sus oídos; pero no quería escucharla. No quería nada más que ver a Zero de nuevo…

 El noble se inclinó a su lado.

 -   ¿Kaname?, ya hemos removido todo – Al escuchar eso, apretó los puños con fuerza...

Zero… mi Zero…

-   Kaname…  - Apretó los puños con más fuerza. No quería escucharlo, no quería escuchar aquello que su corazón se negaba a aceptar – Hemos… hemos encontramos esto…

Esas palabras le hicieron automáticamente levantar la vista. Ichijou traía envuelto algo en las manos. Su corazón le dio un vuelco al ver de lo que se trataba y de inmediato, casi como en un reflejo, la tomó y la llevó contra su pecho. La Bloody Rose yacía ahora fría y fracturada; como si también se hubiese quedado sin vida.

Al darse cuenta de eso. Fue como si también algo se rompiera en su interior y entonces por primera vez la realidad cayó cruel y despiadadamente sobre él.

 

Zero ya no estaba…. Zero lo había abandonado… Zero estaba muerto….

 

 

 

 

Notas finales:

Hola. Lo prometido es deuda, aquí está el siguiente capítulo. Sólo uno más y me despido.Hasta la próxima semana. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).