Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Chico Perfecto por jotaceh

[Reviews - 166]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos!! Espero que se encuentran muy bien y que todo les esté saliendo cómo querían =)

 

Bueno, ahora les traigo el cuarto capítulo, espero que les guste porque desde ahora comienzan los romances en la historia ;) 

 

Y aquí está....

CAPITULO IV: Un día muy extraño.

No he podido dormir en dos días, la imagen de aquel beso con Mateo me ha impedido conciliar el sueño, aun no puedo creer lo que hice. Su labios uniéndose con los míos, el calor de su cuerpo rodeándome y el sonido de su corazón palpitar, puedo recordar cada detalle de aquel momento y lo revivo segundo a segundo desde que sucedió. Aquella noche regresé a la fiesta de mis padres y les pedí encarecidamente que me fueran a dejar a nuestra casa, se había esfumado todo indicio de fuerza en mi cuerpo y deseaba sólo tenderme sobre mi cama, vegetando sin pensar en nada más que en aquel beso.

Todo sería perfecto si no fuera porque mi amado cree que besó a Martina, una muchacha rubia y atractiva que tiene el valor que me hace falta, creo que comienzo a odiarla por ser tan suertuda. Tiene todo lo que más deseo en mi vida, es fuerte y consiguió atraer al amor de mi vida al instante. Es una completa zorra que lo besó en la primera cita, sin conocerlo siquiera, creo que debe hacer lo mismo con todos los muchachos a quienes conoce.

-¡¡Ah!!- Son casi las dos de la madrugada y no puedo evitar que un fuerte grito inunde todo mi cuarto. ¿Qué rayos estoy pensando? Comienzo a odiar a esa tal Martina, todo lo que ella tiene, pero se me olvida lo principal de su vida, ¡Ella soy yo! No puedo creer que al ser tan distinta a mí, piense que se trata de otra persona, aunque ahora las cosas han empeorado dentro de esta perspectiva. Probar aquello que más deseas sabiendo que no es realmente tuyo, que todo es un espejismo, es la mayor de las torturas.

-¡¿Sucedió algo cariño?!- Como era de esperar, mi grito asustó a mis padres y vinieron rápidamente a corroborar que todo esté bien. Los veo en el umbral de mi puerta, me siento algo avergonzado por asustarlos sin motivo alguno. Les respondo que todo anda bien y que no es necesario que se preocupen, sólo es uno más de mis extraños arrebatos. Observo como se alivian, ambos se ven tan bellos como siempre. Las luces están apagadas y apenas los puedo ver, pero aun así con lo poco que percibo me doy cuenta que aun en medio de la noche son los dos adultos más atractivos que conozco. ¡Oh por Dios! Que delgada está mi madre, se ve tan esbelta que me sorprende, aunque es extraño porque siempre logro divisar sus enormes senos y ahora se me es imposible, ¿será culpa de la oscuridad? En fin, simplemente tiene mejor figura esta noche, aunque no sé cómo se le ocurre ocupar su camisón de dormir sin calzoncillos, se transluce todo su pene de esta manera. –Gracias por preocuparse, pero estoy bien, se pueden ir… ¡¡Esperen!! ¿Un pene en el cuerpo de mi mamá?... ¡¡Ah!! ¿Qué rayos están haciendo ustedes dos? ¿Intercambian roles cuando… cuando… hacen “cositas”?- y nuevamente mi habitación se estremece con uno de mis gritos. Prendo la lámpara que se encuentra en mi velador y me doy cuenta de lo que mis padres hacen por las noches. Mi padre vestido con un camisón que le llega a las rodillas y mi madre con el pijama de su esposo, teniendo un látigo en su mano derecha y unas esposas en la izquierda, simplemente es lo más extraño que he visto de ellos, pero… a quien engaño, esto se venía venir, lo difícil de creer es que no me hubiera dado cuenta antes. En fin, me disculpo nuevamente por asustarlos y les pido que cierren bien mi puerta, quiero que sean felices haciendo lo que les gusta, pero eso no significa que quiera escucharlos actuar. No sé si les ocurre a ustedes también, pero me cuesta mucho imaginarlos a ambos intimar, especialmente porque no tuvieron que hacerlo para tenerme, así que no tengo mucho que agradecerle a sus “actividades recreativas”.

Fue un fin de semana desperdiciado. Debido a lo sucedido la noche del viernes, no pude espiar a Mateo en ningún momento, no tenía las ganas de salir de mi hogar ni siquiera para realizar lo que más adoro. Ahora camino al colegio por aquella ruta que me lleva al barrio de mi amado, como la otra ocasión no pude tomarle fotografías a su nuevo look con pelo corto, tomé una tarjeta de memoria que tenía mi padre y la inserté en el celular, nuevamente tengo 16 GB para plasmar cada momento de la vida más maravillosa de todas. Espero tras los arbustos de siempre cuando lo observo salir de su hogar, se ve tan precioso como siempre. Trato de buscar su mejor ángulo y preparo la cámara, me siento tan feliz al hacer esto que olvido todo el sufrimiento que pasé por haberlo besado.

Como era de esperar va a buscar a Magdalena hasta su casa. La muchacha aparece con un rostro no muy cordial, lo observa enojada y comienza a gritarle, ¿pero qué está haciendo? Veo cómo comienza a golpearlo e inmediatamente siento que mi sangre hierve, no puedo creer que lo lastime de esa forma. Me gustaría poder salir de mi escondite detrás de este poste e ir a defender a Mateo de aquella abusiva.

Una vez en un partido de fútbol, mi amado empujó sin querer a uno de los jugadores del equipo rival y éste sintiéndose enojado lo golpeó tan fuerte que su naricita sangró. Yo vi todo desde mi mirador arriba de un árbol. No pude hacer nada para defenderlo, pero no dejé que aquella agresión se quedara sin venganza. Averigüé de quién se trataba y también su dirección, días después del partido fui hasta su hogar, pedí hablar con su madre y le conté que era un amigo cercano a su hijo, que por eso había decidido contarle lo que callaba hace ya mucho, que su hijo andaba en malos pasos, que bebía mucho alcohol y se drogaba por las tardes después de clases. Al parecer mi rostro es muy convincente, porque aquel tipejo no volvió a jugar fútbol nunca más contra mi Mateo y creo que contra nadie más.

Mi niño bonito toma a Magdalena por las muñecas y le dice unas cuantas palabras mirándola directamente a los ojos, estoy tan lejos que no logro escucharlo. Sé que es arriesgado, pero necesito saber lo que le platica, así que decido moverme rápidamente hacia el poste siguiente, ahí logro enterarme de todo. - ¿Tú quieres terminar conmigo? Creo que no has entendido bien con quién estás tratando. Soy Mateo García y a mí nadie me deja, siempre soy yo quien se cansa de algo que ya usé. No sé cómo me pude fijar en ti, eres tan poca cosa para alguien tan excelso como yo. Da gracias por haber tenido algo que ver conmigo, no muchas personas tienen ese privilegio.- ¡Eso! Que bien me siento al escuchar esto, no llevan ni siquiera una semana saliendo y ya han roto, simplemente es una noticia por la cual estar contento. Veo como el rostro de aquella oxigenada se desfigura al escuchar aquellas palabras. – Eres un patán y un mentiroso, ¿qué significaban todas esas palabras de amor que me escribías en las cartas? ¿Y los mensajitos de Facebook? Estoy segura que son los mismos que les envías a todas las tontas que caemos en tus trampas.- Si supiera que soy yo quien escribe todas esas palabras y que mi Mateo no tiene nada que ver, le daría un paro cardiaco fulminante. –No sé de qué me hablas, aunque ya me ha pasado antes. Mira, es obvio que con mi belleza y popularidad hay gente obsesionada conmigo. Estoy convencido que hay un imbécil detrás de todo esto, que conquista mujeres por mí. No me interesa quién es ni por qué lo hace, simplemente me dejo llevar por lo que logra y hasta ahora no lo ha hecho mal, ¿sabes cuantas mujercitas como tú he llevado a mi cama?- Un imbécil… eso es lo que soy en su vida, nada más que un tarado obsesionado con él. Mi corazón se contrae fuertemente haciendo que mis piernas se debiliten y me precipite al suelo. Sé perfectamente que no soy la persona más inteligente del mundo por hacer todo lo que hago, lo he escuchado de la boca de Iris muchas veces, pero oírlo de labios de mi amado es un golpe más que fuerte. Intentando recolectar la poca fuerza que me queda, me levanto del suelo y me escabullo para poder escapar.

No sé cómo camino hasta el colegio y me dirijo directamente al baño, hasta aquel cubículo más apartado donde siempre me escondo a llorar. Todo iba bien, Mateo acaba de terminar con Magdalena, pero tenía que escuchar que me considera un imbécil. Todo lo he hecho por amor, para poder verlo feliz, pero parece que eso a la vista de la gente es ser tarado, ¿tan tonto suena sacrificar todo por el amor de tu vida? Mi rostro está repleto de lágrimas, las mismas que lo hidratan continuamente, más que mal llorar es una rutina cotidiana en mi existencia.

Los minutos pasan y ya casi es hora de entrar a clases, mis ojos están tan hinchados que no sé si podré disimularlos en clases, quizás sea mejor no asistir a la primera. Sigo pensando en lo que escuché cuando viene a mi cabeza mi primer beso, lo había olvidado por completo. Todo es tan extraño en mi vida, siempre sufro tanto, pero si tuviera uno de esos ósculos cada día, me convertiría en la persona más feliz de este mundo. En este momento pasa por mi mente algo que no se me había ocurrido, ¿y si me visto nuevamente de Martina para juntarme con Mateo? ¿Qué sucedería si utilizo aquella identidad para acercarme a mi amado? Pienso en esta posibilidad cuando escucho una voz conocida, alguien ha ingresado al baño.

-Es la chica más bella que he visto en mi vida, no es su cuerpo lo que me impactó, sino que sus ojos, creo que podría vivir en ellos. Esa noche fue mágica, sentirla cerca de mí me bastó para ser feliz, pero después, cuando me besó, me di cuenta que con ella sí puedo formar algo verdadero. La conocí en la calle y fue amor a primera vista, es la primera vez que logro seducir a una chica sin depender de aquella persona que está obsesionada conmigo. Lo malo es que no sé quién es, no sé si podré volver a verla.- Obvio que conozco esa voz, mi Mateo habla con su mejor amigo Rodrigo y le cuenta algo que me dejó impactado. Significa que no fui una aventura más, quizás si terminó con Magdalena fue por mi causa, porque se ha enamorado de mí. Las lágrimas desaparecen de mi rostro dando paso a una amplia sonrisa. Ahora tengo una oportunidad de hacer realidad mi más preciado sueño. Tal vez si logro enamorar a Mateo utilizando la personalidad de Martina, pueda luego de un tiempo contarle toda la verdad, todo lo que he hecho y que realmente no soy una mujer, sino que una ameba.

Entré triste al baño, pero salgo radiante y sumamente feliz. Asisto a la primera clase y tomo atención a todo lo que dice la profesora. Siento que el sol ilumina más que otros días, que mis compañeros son un poquito más simpáticos, quizás hasta podría gustarme que el resto me viera hoy. Conquistar a mi amado utilizando a Martina para lograrlo es un paso muy importante, por lo que necesito un consejo, así es que en el recreo le pido a  Iris que me ayude a decidir si es o no una buna idea, espero que me diga lo que quiero escuchar.

-¡Ni se te ocurra! Es lejos la peor idea que has tenido y eso ya es decir mucho. Si lo haces de quien se enamorará será de Martina, no de ti. Por mucho que hayas escuchado esa estupidez de que se interesó en tus ojos y no en tu cuerpo, cuando sepa que en realidad eres un chico se olvidará de ti y lo más seguro es que te humille de paso.- Mi amiga se enoja al escuchar mi idea, me mira feo un largo rato y al final produce un profundo suspiro. Ahora me observa con un poco de resignación, al parecer se ha dado cuenta que será como todas las veces en que le pido consejos, simplemente no le hago caso. –Estoy tan emocionado, por fin haré realidad mi sueño. Utilizaré a Martina lo suficiente, luego intentaré hacer lo mismo con mi verdadera identidad, espero que todo… ¡Ay no! Se me había olvidado que Felipe me descubrió.- Todo parecía tan bello, pero claro, mi vida siempre es así, cuando estoy a punto de conseguir algo importante ocurre algo que lo arruina todo. ¿Cómo me saco de encima al nieto de la directora? Tengo ese estúpido plazo, pronto se dará cuenta que no estoy cumpliendo lo que quiere y le dirá todo a Mateo, arruinará mi plan. Cabizbajo pienso en esto cuando Iris me sorprende. -¿De qué estás hablando? ¿Alguien se enteró de todo lo que has hecho? No me digas que… ¿El Felipe al cual te refieres es el nieto de la directora?- No pensé que mi amiga se impactaría tanto con la noticia. Le cuento todo lo que ha sucedido y ocurre algo que jamás me podría haber imaginado. De la nada se ofrece para ayudarme a deshacerme de aquel chico. No sé qué bicho le habrá picado, pero ahora hará lo que nunca ha querido.

En todo el tiempo en que hemos sido amigos siempre estuvo en contra de lo que hago por Mateo, por lo que el hecho de que ahora intente ayudarme me deja perplejo. La observo cómo dibuja una coqueta sonrisa en su rostro, sea lo que sea que quiera hacer me está dando miedo. –Sabes que me cuesta mucho interesarme por algún chico, pero Felipe reúne todas las características que busco y desde hace mucho me siento atraída a él… Si quieres callarlo para que no cuente tu secreto, yo puedo lograrlo, lo silenciaré gracias a mi amor. ¿Estás de acuerdo?- Esta chica siempre me sorprende con algo nuevo, nunca me hubiera dado cuenta que le gustaba el nieto de la directora. Su idea, aunque un poco extraña, logra convencerme. El hecho de que mi mejor amiga sea la novia de Felipe, provocará que tenga un cierto poder sobre él, el que puede utilizar para silenciarlo. Es perfecto, ahora no habrá ningún impedimento para poner en marcha mi plan.

-Espera y verás…- Es todo lo que Iris me dice cuando le pregunto la forma en que se le declarará a Felipe. Mi amiga es muy guapa, siempre atrae con sus facciones delicadas, su cabello cobrizo e inmensos ojos azules, pero no es fácil de deslumbrar, para que un chico le guste tiene que ser alguien muy especial. Durante todo este tiempo nunca la he visto con novio, ni mucho menos declararse, así es que es todo un misterio para mi cómo seduce a los hombres.

Acabo de almorzar por lo que camino rumbo al baño para poder lavarme los dientes. Todavía pienso en lo que Iris me confesó y por ello imagino cómo se verían ambos juntos. Me doy cuenta que serían una bella pareja, ya que ambos son muy atractivos. Me cuesta reconocer que Felipe es guapo, siempre lo he visto como el ser más horrendo por intentar opacar a mi amado, pero ahora que será el novio de Iris, dejaré mi odio de lado. Él es muy alto, debo reconocer que más alto que Mateo; de contextura deportiva, su tez es clara, su cabello oscuro y tiene un par de ojos tan azules, que hacen juego con los de mi amiga. Si todo saliera bien entre ellos, tendrán muy bellos hijos.

Estoy tan entretenido imaginando el futuro de aquella pareja que no me doy cuenta de lo que sucede cuando ingreso al baño. No sé cómo, pero cuando logro despertar de mis divagaciones me encuentro con la escena más extraña que me ha tocado vivir. Quedo perplejo al ver completamente desnudo a uno de mis compañeros de clase, pero no es cualquiera, sino que el mejor amigo de Mateo, Rodrigo Engdahl. Como ya lo había comentado, es el chico más rubio que jamás he conocido. Su cabello es  dorado, al igual que sus cejas, sus pestañas, el vello en sus brazos, en sus piernas y ahora me doy cuenta que también el que nace en sus prominentes pectorales, que bajan por su marcados abdominales y terminan en su… en su… ¡Oh my God! Estoy viendo su pene, no puede ser… Tristemente me doy cuenta que soy un pervertido, y es que no puedo dejar de ver aquella parte de Rodrigo. ¿Es grande? Parece que sí, porque ni siquiera el de mi padre tiene ese tamaño… ¡Rayos! Mi rostro está completamente rojo, él se dará cuenta que lo observo y que me gusta hacerlo. ¿En serio me gusta?... Claro imbécil, si no fuese así, ¿por qué no puedes despegar tu mirada de ahí?... Mi yo interno es tan sabio, sabe perfectamente lo que siento.

Ambos estamos frente a frente, él sin ropa y yo aprovechándome de este hecho. No sé qué es lo que sucede, pero ninguno de los dos nos movemos. De repente me acuerdo de Mateo y me doy cuenta que no puedo observar a nadie más que no sea él. Sintiéndome infiel decido levantar la mirada, pedir disculpas e intentar huir antes que me quede nuevamente embobado viendo su… su… “cosita”. Doy media vuelta cuando siento una mano jalar mi brazo. Asustado me volteo y me doy cuenta que el desnudo chico intenta que no me marche. Teniendo su rostro aún más colorado que el mío intenta hablarme. –Bueno… no creas que soy un pervertido que anda desnudándose en cualquier lugar, lo que sucede es que he derramado una jarra de jugo sobre mi ropa, así que ahora intento cambiármela… Es impresionante lo mucho que me mojé, que hasta mis calzoncillos están húmedos… Te pido que no cuentes nada de esto y que mejor olvides lo que has visto, me da algo de pena ahora mirarte sabiendo que me has visto desnudo…- Y el día no deja de sorprenderme, porque tras saber que a Iris le gusta Felipe ahora me entero que Rodrigo en realidad es tímido y no el malote que siempre demuestra cuando está junto a Mateo. –Está bien, no se lo contaré a nadie y no tienes de qué preocuparte, ambos tenemos lo mismo así no hay nada que no haya visto antes.- Intento calmarlo un poco, pero al parecer no lo logro, porque su rostro se ruboriza aún más  que hace un momento. –Es que… como tú nunca… te cambias con nosotros… en los camarines, yo nunca… nunca… te he… visto… desnudo…- ¡Traigan una ambulancia! No sé qué le sucede a este chico, pero parece que le hace falta oxígeno, respira entrecortado y apenas le entiendo lo que me dice. Obvio que no me cambio con ellos, prácticamente ni hago las clases de educación física ni mucho menos practico deportes. En todo este momento no me ha soltado el brazo, esto unido a su desnudez y a su respiración entrecortada me terminan asustando, así es que sin más logro soltarme de su agarre y me marcho raudo. Este tipo está realmente loco.

Tengo que caminar por todo el colegio para ir a lavarme los dientes a otro baño y mientras lo hago no puedo dejar de recordar el cuerpo desnudo de Rodrigo. Me doy cuenta que es la primera vez que veo desnudo a un hombre que no se mi padre y eso me asusta mucho, yo quería que fuese Mateo el primero en todo dentro de mi vida, pero sin quererlo su mejor amigo le arrebató un puesto.

Me lavo un poco la cara para despertar un poco de aquel extraño sueño cuando escucho el timbre de mi celular. –Ven al patio, necesito un poco de apoyo…- Es lo único que Iris me dice antes de cortar, no puedo creer que sea tan tacaña con su dinero que ni siquiera puede hablarme más despacio. Sin saber por qué necesita mi apoyo me dirijo hasta aquel lugar, más que mal siempre hay que estar dispuesto a ayudar a un amigo.

Cuando llego me la encuentro sentada en una de las bancas bajo los árboles, no la veo para nada nerviosa, y pienso que si lo estuviese dejaría de ser ella misma. -Como te prometí, te ayudaré a deshacerte de Felipe, así es que he decidido declararme ahora mismo.- Me lo dice mientras observa a lo lejos al muchacho, quien comparte junto a su grupo de amigos en otra banca del patio. –No estoy nerviosa, pero quiero que me acompañes, necesito saber que estás cerca de mi por si sucede cualquier imprevisto.- ¿A qué se refiere? ¿Acaso cree que aquel puede rechazarla? Pero si es tan guapa y agradable, sería un reverendo estúpido si lo hace. Asiento con un ademán y acto seguido nos levantamos para caminar lentamente en dirección a aquella banca. El rostro de Iris no lo aparenta, pero la conozco tan bien que sé que por dentro está hecha un manojo de nervios. Cuando llega frente a aquel grupo de chicos se detiene y llama algo seria a Felipe, quien un tanto impresionado se levanta de su lugar. Me observa detrás de mi amiga y acrecienta aún más su incredulidad, nos mira a ambos alternadamente.

-Me gustas y quiero que seamos novios.- ¿Qué? ¿Cómo se le ocurre a esta chica declararse así? Ni siquiera lo ha saludado y lo primero que dice son estas palabras, me sorprende mucho aunque debo reconocer que no tanto como a Felipe, a quien nunca lo había visto tan tenso. Iris siempre se ha caracterizado por ser muy directa, dice lo que piensa sin importarle las consecuencias, así que creo que ahora no ha actuado, simplemente ha sido ella misma, la extraña pelirroja que quiero tanto.

Observo la escena expectante, pero pasan los segundos y no ocurre nada. Mi amiga espera una respuesta, pero el nieto de la directora no dice palabra alguna. Al principio la observa detenidamente, un tanto impresionado por lo que acaba de escuchar, pero después despega su mirada de ella para observar otra cosa. ¿Qué observa detrás de mí? Me volteo para darme cuenta de aquello que llama tanto su atención, pero no hay nada importante. Recién ahora me doy cuenta que me está observando, no despega su mirada en ningún momento, pareciera que está obsesionado. Esto me está dando muy mala espina, ¿qué estará pensando? ¿Acaso cree que todo es un plan para que ya no me diga que debo dejar de ayudar a Mateo? No, esperen, no me está mirando enfadado, al contrario me observa cariñosamente. Ya no sé qué pensar, todo esto es tan extraño. Iris observa expectante al chico que tanto le gusta, mientras este no deja de mirarme a mí. ¿Qué se supone que está sucediendo? 

Notas finales:

Muchas gracias por leer, espero poder actualizar pronto =)

 

Que estén bien y suerte en todo!!!

 

Chaolines!!!

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).