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El Chico Perfecto por jotaceh

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Notas del capitulo:

Hola a todos!!!

 

Primero quisiera disculparme con ustedes... me demoré mucho en escribir este capítulo, y espero que puedan disculparme...

 

Además de estar terminando el semestre, repleto de pruebas, me dieron fuertes ganas de no terminar la historia, de seguir escribiendo y no terminarla nunca u.u pero no se puede....

 

De todos modos, quise comenzar de inmediato una nueva historia... espero que me sigan leyendo y que les guste Baby Pornograph (http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=138234&chapter=1#sthash.rKi9CGwZ.dpbs) Recuerdan a Feliciano? Pues Renato es bastante parecido xD

 

Este es el penúltimo capítulo.... Espero que les guste....

CAPITULO ESPECIAL VIII: Mateo

Si hay algo que he aprendido en esta vida, es que el pasado hay que dejarlo donde está. Pudiste haber tenido la peor de las infancias, lejano al amor y a la protección, pero nada de eso vale si quieres seguir adelante. No les contaré lo que significó mi vida hasta ahora, no quiero confesarles qué es lo que he sentido, lo que he llorado y sufrido, simplemente quiero explicarles quién soy hoy en día, lo dichoso que me encuentro y todos los planes que quiero realizar en mi futuro.

Me llamo Mateo García, tengo veintidós años y soy uno de los futbolistas más cotizados del torneo nacional. Cuando aún iba a la escuela fui descubierto por un conocido entrenador, quien me invitó a probar suerte en las postulaciones para las ligas menores de su equipo. Al principio estaba reacio, claro, me fascina el fútbol, pero pensé que lo dejaría como un pasatiempo, algo qué hacer los fines de semana. Siempre he tenido que ser realista, y me conformaría con ser un ingeniero o un contador, algo que pudiera mantener a mi familia y que pudiera realizar hasta mi muerte.

En aquel último año de enseñanza, me preparaba para ingresar a la universidad, como también lo hacían todos mis cercanos. Estudiaba por las tardes acompañado por Martín, bueno, más bien era él quien me enseñaba, ya que nunca he sido un genio. Podría echarle la culpa a mi novio, él me malcrió, pero lo hizo por mi bien y jamás podría recriminarle algo. Así la propuesta del entrenador me sorprendió, remeció los cimientos en los cuales había edificado mi futuro. –Es la oportunidad que siempre has deseado… Recuerdo cuando éramos pequeños y me decías que de grande serías un futbolista famoso ¿Te acuerdas?- Martín trató de convencerme que debía intentarlo, pero algo en mi interior me lo impedía, ¿cómo iba a quedar seleccionado? Era imposible, pensaba a menudo, a gente como yo no le ocurren ese tipo de cosas. A veces soñaba que debía ir, pero pronto me arrepentía, estaba convencido a entrar a la universidad y hacer una vida normal.

Una tarde luego de clases, iba con mi novio tomados de las manos por el parque, cuando de repente el chico de ojos verdes me soltó, caminó solo unos cuantos pasos hasta que volteó, me observó detenidamente y sin más comenzó a cantar, haciendo que todos quienes nos rodeaban nos pusieran atención.

¿Qué es el amor? ¿Qué es lo que hace?

¿A mi corazón desgarrado le hace sentirse valioso?

Cuando el tiempo pase, todo se olvidará

Estúpidamente me consuelo así todos los días…

 

Estoy solo… luchando

Me encuentro a mí mismo poco a poco…

Y descubro que te olvido día a día

¿Puedes sentir aun la llama de este amor?

 

Estuviste conmigo, eras tú…un pensamiento peligroso

Supongo que estaba equivocado, pero aunque lo sé

Yo siempre seré el mismo…

Amándote… Deseándote… Extrañándote.

 

Me observó detenidamente durante toda la canción, podía ver cómo sus ojos se repletaban con aquel hermoso brillo, pero fue la letra la que me desestabilizó. ¿Por qué dedicarme en público una melodía tan desesperada? ¿Acaso eso significaba que quería terminar conmigo? Deseaba con todo mí ser que de ser así, no terminara nunca de cantar, que ese momento se quedara congelado en el tiempo y que jamás decidiera dejarme. ¿Qué hice mal? ¿Hay algo que pueda cambiar? Cualquier cosa que él desee lo puedo hacer, soy capaz de morir con tal de hacerle feliz, pero nada podría hacerme recuperar el aliento si le pierdo. 

Cuando terminó la canción, todos aplaudieron por su hermosa voz y vi cómo se acercó nuevamente a mí. ¡Que no me deje! ¡Que no me deje!  Gritaba en mi interior, cada paso que daba sentía cómo mis piernas se volvían papel, la respiración se agitaba y el sudor aparecía en mi frente. -¿Te das cuenta?- Me preguntó con aquel tono infantil que pone a veces. Claro que entendí que me quería dejar, pero traté de ser fuerte y no lloré en su presencia, no quería que se quedara con aquella impresión de mí. Antes de retirarme quise saber la razón de su repentino desamor. Le pregunté tratando de aclarar la voz, aunque tal parece que no lo logré. Esperaba su respuesta cuando le vi comenzar a reír, pero no de una forma normal, sino que desde lo más profundo de su ser, fue tal la conmoción que sus ojos produjeron llanto debido al esfuerzo. –Que menso eres… No te dediqué la canción a ti, quería que te dieras cuenta lo feliz que soy cantando… ¡¡Jamás he querido dejarte!! Te amo mucho para hacer eso…- Me dijo aun entre carcajadas y aunque hice el ridículo ante más de cincuenta personas, no me importó, ya que pude sentir nuevamente el alma en mi cuerpo.

-¿Cómo pudiste creer eso? Nosotros nunca nos vamos a separar, algún día nos casaremos, adoptaremos tres niños y viviremos en una linda casa con un amplio jardín…. ¿OK?- Me dijo mientras seguíamos con nuestro paseo por el parque. Luego de saber sus deseos para nuestro futuro, no pude contenerme y lo besé con pasión, lo abracé al mismo tiempo con la única intención de hacerlo parte de mi ser, introducirlo bajo mi piel y fusionarnos en un solo cuerpo. El lapso fue largo, pero tuve que soltarlo porque ya comenzaba a colocarse morado. No sé qué me pasa cuando estoy a su lado, veo sus tiernos ojos, escucho su melodiosa voz y algo se activa en mi pecho que me hace intentar tomarlo como rehén e impedirle para siempre separarse de mi lado.

Lo llevé hasta su casa como es costumbre y antes de despedirnos me confesó la verdad tras aquel acto en el parque. –Quiero ser cantante… y haré todo lo posible por lograrlo.- Me quedé congelado ante aquella presencia. La pasión en sus ojos me impactó y me dio a entender que ya tenía su vida resuelta, que había encontrado aquella chispa en su alma, la cual al encenderla, jamás volvería a apaciguarla. –Quiero ser feliz haciendo lo que anhelo, pero por sobre todo deseo que tú hagas lo mismo… Deja de pensar que no te mereces el éxito, que no debes lograr tus sueños… Ve e intenta ingresar a aquel equipo, hazlo no porque tienes la oportunidad, sino porque es lo que quieres hacer para el resto de tu vida… Sé que es eso lo que hay alojado en tu corazón…- ¿Qué? ¿Por qué este chico siempre me conoce mejor de lo que yo lo hago? Es impresionante, pero verdadero. Descubrí solo en aquel momento que ese brillo especial que noté en los ojos de Martín cuando cantaba, era el mismo que se aloja en mis orbes cada vez que toco la pelota. Y así fue como ese día se convirtió en el primero del resto de nuestras existencias, la jornada que marcó nuestro destino.

Asistí a las pruebas de selección para las ligas menores y para mi sorpresa, los evaluadores quedaron complacidos con mi desempeño, de hecho, fueron muy entusiastas y me destacaron que tenía un gran futuro. Fueron ellos mismos quienes me acompañaron en mis entrenamientos y me entregaron las herramientas necesarias para ser el profesional que ahora soy. Hace dos años que entré a las ligas mayores y como equipo ganamos dos copas del torneo nacional, no hay rivales a quienes no hemos derrotado. He sido muy feliz durante estos cuatro años, hago lo que siempre anhelé, pero por sobre todo, estoy al lado de la persona a quien más amo.

Por hoy terminaron los entrenamientos, camino por los estacionamientos hasta encontrar mi vehículo. Sé que quizás esto no les importe, pero si hay alguna forma de plasmar mi éxito es el automóvil que pude comprarme con mis ganancias. Un Lamborghini Huracan color amarillo, es la más preciada de mis adquisiciones y el mismo que ahora intento montar. De la nada aparece uno de los directivos del equipo, el hombre ya es casi un anciano, pero la dicha inunda su rostro y le hacen parecer jovial. –Campeón… tengo muy buenas noticias para ti…- Es la forma como me saluda. Debo salir del carro para estrecharle la mano y escuchar aquello que tan alegremente viene a contarme. –Acabamos de recibir una oferta desde un equipo italiano, quieren reclutarte para el próximo torneo… Esta es la oportunidad que esperabas, el momento de internacionalizar tu carrera y llegar a ser un crack.- No sé cómo, pero al rato tengo entre mis brazos al hombre, a quien le beso hasta su prominente calva y es que es una de las mejores noticias que me han dado. Para todo futbolista llegar a una de las ligas europeas es un gran mérito, el inicio de lo que puede ser la jugada de tu vida. Me subo nuevamente al Lamborghini y conduzco a toda velocidad, estoy lleno de adrenalina y debo festejarlo con la persona que más amo en este universo.

El lugar está fuertemente iluminado, veo a lo lejos una gradería llena de adolescentes gritando como locos, con pancartas en sus manos, o sosteniendo grandes lienzos de los diversos fan clubs. Escucho cómo inicia la música y lo que antes ya era un desorden incontrolable, ahora se convierte en una batahola amenazadora, pero para suerte de todos, solo son chicos enamoradores de sus ídolos. Entro a los estudios de televisión por los pasillos de producción, ya todos allí me conocen y es que asisto con regularidad. Podría ingresar como cualquier mortal, pero debo reconocer que ya mucha gente me conoce y soy algo así como un famoso, alguien a quien le piden autógrafos, se sacan fotografías y apuntan a lo lejos en la calle preguntándose si realmente es Mateo García. A veces me pregunto si me hice famoso por mis goles o por ser el novio de Martín.

No sé… tus ojos pretenden ser inocentes

Me elevas y luego me dejar caer

Entonces me vuelvo loco… oh… oh

Me vuelves loco, me siento obligado a montar una montaña rusa

Tú… semejante monstruo

 

(HEY BABY)

Deja de dar vueltas y vueltas

(HEY BABY)

Deja de ser tan arriesgado

Deja de tocarme… detén ese confuso movimiento

(¿Por qué… por qué… por qué… por qué?)

Arriba y abajo, arriba y abajo

 

¿Por qué? ¿Alguien puede decirme si esto está bien? No entiendo la razón por la cual la coreografía tiene que ser de aquella manera. El primer grupo gay exitoso en el país fue Tara, todos lo recuerdan por sus melodías tiernas y coreografías que hasta un bebé moriría por la dulzura de sus movimientos, entonces ¿por qué Cassiopeia tiene que ser reconocido por su sensualidad? ¿No pudieron seguir con el mismo patrón? Esto me supera, pero debo controlarme, no vaya a ser que un paparazzi note mi enfado y decida convertirme en portada.

La prestigiosa agencia Nueve hizo audiciones hace cuatro años y Martín decidió asistir. Le escucharon cantar y obviamente se dieron cuenta de su talento, pero por sobre todo de su belleza. Tuvo que practicar por dos largos años antes de debutar en el grupo al cual bautizaron como Cassiopeia. Recordarán que aquel es el nombre de una constelación formada por cinco estrellas principales, y como ellos son la misma cantidad, decidieron emularlos debido a que quieren llegar a ser brillantes astros en el espacio. Mientras yo estaba en las ligas menores, mi novio debía asistir todos los días a la academia, donde bailaba y cantada por más de diez horas. Le obligaron a hacer estrictas dietas y una rutina de ejercicios tendientes a afinar su ya delicado cuerpo. Una vez mi suegra, doña Ignacia, me dijo que mientras yo me estaba convirtiendo en un mastodonte debido al futbol, su hijo ya era una ramita de árbol, tan delgadito que podría llevárselo el viento. Claro, ella lo veía de esta perspectiva porque no sabía que uno de los entrenamientos que le obligaron a hacer era para tonificar sus glúteos, los mismos que ahora sacude sensualmente frente a tantos adolescentes que están embobados con su figura.

Esos mocosos apenas tienen trece o catorce años y dicen estar enamorados de Martín, que darían la vida por él y qué se yo qué otras cosas han gritado ante las cámaras en televisión. ¿A quién quieren engañar? Yo sé lo que hacen solos en sus piezas durante las noches, lo que realizan mientras ven los videos de Cassiopeia, lo que piensan cuando mi pequeñito mueve su culito. ¡¡¡¿¿Por qué tienen que hacer coreografías tan sexis??!!! ¿No ven que lo único que provocan es que estos impúberes se terminen masturbando? Pero claro, esto no se lo puedo decir a nadie, porque pensarán que estoy celoso y que soy un hombre machista, el primer homosexual machista de la historia, pero es que no lo puedo tolerar, ese culito es mío, de nadie más.

Espero a que termine la presentación del grupo, a que Martín abandone el escenario y recién allí le persigo por los pasillos hasta encontrarlo frente a su camarín. Lo sorprendo abrazándole por la espalda y besándole el cuello. –Te ves muy guapo hoy…- Claro, con esos pantaloncillos tan cortitos y esa camisa tan delgada que hace relucir toda su piel, me encanta, me fascina, pero también a esos adolescentes en sus habitaciones durante la noche. –Tengo una noticia que contarte…- Le susurro al oído, y en ese momento entramos a la habitación que le han dispuesto para poder conversar.

-Quieren que juegue en la liga italiana, en un par de meses tengo que irme a vivir a Roma…. Esto es el sueño de mi vida… Seremos tan felices allá…- Le digo mientras le abrazo fuertemente y le sacudo para que se empape de mi felicidad. Me felicita sumamente feliz, me desea lo mejor, pero la seriedad termina robándole las expresiones y la voz. -¿Qué es eso de que seremos felices en Italia? Supongo que entenderás que no puedo dejar mi carrera botada justo ahora que estamos en la cima ¿Verdad?... Todo esto significa que tendremos que estar un tiempo separados…- Y todo indicio de alegría se borra de mi rostro. –Entonces no voy a aceptar… no puedo separarme de ti… Nunca…- Le digo con pesar, pero sabiendo que es verdad, tan solo el imaginarlo provoca que mi corazón se contraiga. –Claro que no… Tú aceptarás esta oportunidad, te irás a Roma y harás hasta lo imposible por ser el mejor… Lo que sentimos el uno por el otro es mucho más fuerte que esto, no tengo duda que te seguiré amando aun a la distancia…- No quiero decidir nada por el momento, solo atino a abrazarlo lo más fuerte que pueda. No decimos palabra alguna ese día, simplemente nos dedicamos a tocarnos, a sentir la respiración del otro, a contemplar como transcurren nuestras vidas lentamente.

~*~

Me veo al espejo y no logro reconocerme, estoy vestido como un pingüino con este esmoquin. Estoy de negro, con una camisa blanca y una corbata roja, trato de peinar un poco mi cabello, pero su rebeldía termina ganando la batalla. Este es un día decisivo en mi vida y me siento un tanto nervioso, pero claro, cualquiera estaría de esta manera en mi lugar. Abandono mi departamento de soltero y me monto en mi automóvil. La ceremonia se realizará a las afueras de la ciudad, por lo que me demoro más de una hora en llegar. Entro a lo que hace muchos años fue una prestigiosa hacienda, transito por el camino de tierra hasta llegar frente a una gran casona de adobe. Estaciono donde están ubicados el resto de los vehículos y camino hasta encontrar a alguien conocido. Todo está decorado de blanco, las cortinas, los manteles, incluso los arreglos florales. El lugar se ve esplendido, especialmente debido al contraste entre la nívea decoración y el profundo verdor de la vegetación que le rodea. Por los pasillos de la casona veo a uno que  otro invitado a la boda, pero no a quien busco. De repente me encuentro frente a frente con Felipe. Debo reconocer que en un principio me costó entablar una amistad con aquel sujeto, pero con el transcurrir del tiempo hemos creado una buena armonía, más que mal es prácticamente el hermano de Martín. -¿No te han dicho la sorpresa verdad?- Me pregunta al verme vestido de esmoquin, riéndose un tanto. Él va como siempre, con una camisa y un jeans, tal pareciera que no está asistiendo a una boda. No le tomo mayor importancia y sigo con mi búsqueda.

Entro a una habitación sumamente amplia, la cual está repleta de telas blancas, rosas y ropa por doquier. A lo lejos diviso a mi amado y me dirijo en silencio para poder sorprenderle. -¿Sabes que te amo cada día más?- Le susurro al oído. -¿Estás preparado para lo que ocurre hoy?- Le pregunto cuando logra zafarse de mi abrazo. Él me mira sonriendo con aquel dejo juguetón que tanto me encanta. Me ve de pies a cabeza y termina silbándome de la forma más pervertida que logra realizar. –Te ves tan guapo, lástima que tendrás que sacarte toda esa ropa…- Me dice mirándome detenidamente. De inmediato pasa por mi mente que quiere que tengamos sexo antes de la boda, y esa imagen logra alegrar aún más mi día, quitando de mi todo nerviosismo. Me acerco lentamente a su cuerpo, le miro fijamente, intentando que descubra lo mucho que me llena de pasión. –No, menso… no quiero que intimemos aquí… Resulta que mis abuelas quieren casarse de una forma distinta… Ya sabes cómo son ellas, así es que… decidieron hacer un matrimonio nudista… Todos completamente desnudos… Por eso ves tanta ropa aquí.- ¿Qué? ¿Por qué a esas ancianas siempre se les ocurren cosas tan alocadas? Hoy es su casamiento, todos estamos aquí para festejarlas y ellas salen con esta sorpresa, yo no estaba preparado para esto.

Al final debo ceder a la petición de mi novio, y me despojo de toda prenda. En realidad no me da vergüenza que el resto me vea desnudo, lo que si me crea resquemor es el hecho que vean a Martín sin ropa, pero creo que debo dejar de lado mis celos. Salimos ambos al patio, donde se realizará la ceremonia. Allí nos encontramos con todos los invitados ya sentados en sus respectivos puestos, todos descubiertos por completo, pero no por ello alarmándose o avergonzándose de sus cuerpos, es como si todos fuéramos con ropa.

Esperamos unos cuantos minutos, hasta que nos avisan que las novias se acercan. Volteo y veo a dos mujeres tomadas de las manos, caminando relajadamente hasta el altar. Sus senos caídos, las arrugas en sus cuellos, las manchas en su piel, todo denota su edad, pero es el brillo de sus ojos y las sonrisas en sus bocas las que me recuerdan de quienes se tratan, de las mujeres más vivaces que jamás he conocido. Llegan delante del oficial del registro civil y así da inicio la boda. –Tú, Enriqueta María Eleonora Fernández de Castro Jiménez, ¿aceptas a Yolande Molynoux como tu cónyuge?- Pregunta el hombre que celebra el matrimonio y que por cierto también está desnudo. No había escuchado ese nombre antes, ¿Se habrá equivocado? Luego me dice Martín que como su abuela es francesa obviamente debe tener un nombre en aquel idioma, pero que para hacerse más cercana a este país, decidió que le llamaran simplemente Yolanda. –Claro que la acepto…- Responde la aun directora del colegio.  – Y tú, Yolande Molynoux ¿Aceptas a Enriqueta María Eleonora Fernández de Castro Jiménez?- A lo que la anciana no responde nada, simplemente besa a su amada señora y con ello da entender que está locamente enamorada. –Entonces ¿la acepta verdad?- Vuelve a preguntar el oficial quien al parecer no entendió la señal que acaban de darle. –Claro que sí… ¿Acaso no sabe todo el dinero que hemos gastado en la fiesta? ¿Cree que voy a desperdiciar tanto para hacerle una broma? Ahora denos las plumas para firmar el acta….- Responde la francesa un tanto enfadada, pero con aquella gracia que tanto le caracteriza todos terminamos riéndonos por su temperamento.

Todos los invitados estamos bailando, seguimos aun sin ropa, pero creo es eso lo que todos disfrutamos: la libertad. Veo como Martín mueve su cuerpo frente a mí, me sonríe infantilmente como siempre lo ha hecho. Recuerdo nuestros días en el orfanato, su escondite bajo los lavamanos del baño, las veces que fui a consolarle y entré en su mundo secreto, aquel que le protegía del peligro exterior. Las veces que soñamos el futuro, en nuestra casa en el campo, rodeado de animalitos que él alimentaría con mucho cariño porque los adora. De los tres hijos que tendríamos, todos recogidos de una institución como en la que nos tocó vivir a nosotros. En lo felices que seríamos estando por siempre al lado del otro, pero esos anhelos se rompieron de pronto sin tener compasión. Nos separamos y pareció por mucho tiempo que no volveríamos a reencontrarnos, lo di por perdido, lo odié por todo lo sucedido, aun cuando en realidad no pude dejar de amarle. Fueron años de dolor, los mismos en que él en secreto se metió en mi vida y la iluminó, me convirtió en un nuevo hombre sin siquiera pedir recompensa por ello. Al final siempre hemos estado juntos y dudo mucho que nos separemos. Pronto partiré a Italia, y es por ello que quiero sellar simbólicamente nuestro pacto, nuestro juramento de compañía eterna.

Dejo de bailar y pido la atención de todos los presentes, la música es interrumpida de pronto y todas las miradas se reúnen en nosotros. –Bueno… primero que todo quisiera desear las mayores de las dichas a estas dos mujeres que nos han demostrado que el amor es algo transversal a todas las personas, que puedes encontrarlo en cualquier lugar y en cualquier momento… Quisiera aprovechar esta hermosa instancia para hacer algo que he deseado toda mi vida…- En este momento decido hacer lo que siempre he visto en televisión y me arrodillo frente al amor de mi vida. –Ya no existe rosa que no me recuerde tu perfume, ni amanecer que no me haga rememorar el brillo de sus ojos… Cada partícula de materia que me rodea me hace pensar en ti y ya no concibo una vida sin tenerte a mi lado… Quiero que juntos construyamos esa familia que imaginábamos en aquellos años de inocencia, quiero que juntos realicemos todos nuestros anhelos… porque no hay otra piel que quiera besar ni otra alma a la cual venerar… ¿Te quieres casar conmigo?-  Por fin logro plasmar todo lo que siento y ahora solo atino a contemplar las lágrimas que comienzan a brotar de aquellos bellos ojos verdes. Es incapaz de responderme, está completamente emocionado, por ello solo atina a arrodillarse junto a mí y a abrazarme de la misma forma en que yo busco impregnarme con su aroma. Acaricia mi rostro con sus manos y rosando su nariz con la mía, me susurra el sí que tanto anhelaba. Todos quienes nos rodean nos aplauden con felicidad, le desean las mayores de las dichas a aquellos dos enamorados que desnudos se abrazan al decidir por fin que pasarán juntos el resto de sus vidas.  

Notas finales:

Gracias por leer

Próximo capítulo.. Final!!!!


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