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Nuestra Vida en Una Relación por TheSexiestDiva

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Notas del capitulo:

Diva y Yo: ¡¡HELOWWWWWWWWWWWWWWW!! :3
Una cosa el capi pasado y este estarán realmente relacionados, muy claro por sus títulos :)
Diva: es obvio. Sabemos que el capi pasado quedo muy flojo sin el beso, pero teníamos que esperar al tema y por obvias razones el tema de hoy es…
Diva y Yo: primer beso
Entonces no los hacemos esperar más… vámonos ya al capítulo C:

Un Poco Más De Ti y De Mi

Cuando despertó sentía como si acabara de recibir una golpiza. La luz que se filtraba de la ventana que tenía enfrente, era demasiado fuerte, demasiado oscura, casi naranja, así que suponía correctamente que ya era muy tarde. ¿Cómo era que no había despertado antes si los rayos solares le pegaban directamente en la cara? En un momento de lucidez, rememoro la noche anterior, estuvo tentado a creer que todo había sido un sueño, demasiado bueno, demasiado alentador, una mera herramienta de su subconsciente para hacerlo sentir mejor. Pero ese brazo firmemente amarrado a su cintura, y la mano grande que acunaba la suya, desmentían sus intentos por sabotearse.

Entonces se sonrojo, y fue completamente consciente del musculoso cuerpo que se pegaba al suyo. Su espalda atrapada al torso desnudo del otro, las curvas de ambos que parecían encajar perfectamente, sus piernas enredadas con las del mayor y la cálida respiración ajena hacerle cosquillas en la nuca. Lo comprendió todo muy rápido, como si apenas hace cinco segundos cada uno se encontrara en su respetiva cama, en lugar de compartiendo el lecho. Se quedo totalmente estático, temiendo incluso respirar, como si todo se fuera a derrumbar como un castillo de arena azotado por una ola.

Se giro cuidadosa y dificultosamente, el otro parecía no querer aflojar un ápice se agarre, no parecía querer alejarse un solo milímetro de él, y gruñía entre sueños como perro protegiendo su territorio. Pero Deidara consiguió girarse y mirar de frente el angelical rostro de su Danna, sus facciones completamente relajadas, era casi irreal mirarlo tan tranquilo, con los labios semi-abiertos respirando relajadamente, el cabello rojo casualmente desordenado sobre la almohada. Su olor a madera barnizada tan embriagante. Lo miraba con ojos enormes, como los de un cachorro perdido recién encontrado.

Se sentía tan bien entre los brazos del mayor, como si el mundo afuera de esas cuatro paredes no existiera, como si todo fuera bien, como si nada pudiera alcanzarlo o dañarlo. Sonrió un poco recostando su cabeza sobre la almohada, realmente cerca del rostro ajeno, con las narices a un doloroso milímetro de distancia, las cálidas exhalaciones mescladas, el calor del otro penetrando por sus poros. No supo cuanto tiempo se quedo ahí, mirando con adoración la belleza varonil del pelirrojo, ni siquiera sabía qué hora de la tarde era, solo quería quedarse ahí un poco más.

Quería quedarse ahí para siempre, admirando el rostro sereno del marionetista, sintiendo el descarado tacto de sus cuerpos, la respiración del otro en sus labios. Y así hubiera seguido si no se hubiera visto sorprendido por el bostezo del otro y sus fuertes brazos, que lo atrajeron por la cintura con mucha más fuerza hacia él. Soltó un quedo gemido, por la sorpresa, y entonces Sasori dejo de estrujarlo como a un peluche, de repente rígido como una tabla. Deidara se quedo quieto y expectante, un poco encorvado por la manera brusca en la que el otro lo había jalado hacia sí.

Sasori tardo en procesar toda la información, desde hacía tres días que había huido y la noche pasada, demasiado desgaste cerebral lo había dejado algo… desubicado. Pero al hallarse en la cama del menor, compartiéndola con él, sonrío discretamente. Aflojo la fuerza de su agarre permitiéndole al rubio volverse a acomodar a su lado, con la cabeza sobre la almohada y su increíbles ojos azules sumergidos en los ceniza suyos. Él menor le sonreía enormemente, con el encanto de una muñeca de porcelana y la ternura de un cachorrito.

Buenos días- dijo con la voz grave, algo ronca por la falta de uso.

Bu… buenas- respondió el menor, nervioso por la cercanía. Una cosa era mirarlo mientras este dormía, y otra sentirlo así de cerca, con sus ojos conectados, cuando el pelirrojo estaba consciente de su entorno.

¿Qué hora será?- cuestionó interesado, mientras levantaba la cabeza solo lo suficiente para mirar a através de la ventana.

- Deidara se encogió de hombros- no lo é. Pero parece que es muy tarde.

- Sasori volvió a recostar su cabeza sobre la almohada, dándole una pequeña sonrisa al rubio, que aunque pequeña, pareció iluminar el mundo del menor- ni me lo digas, es una suerte que no hayamos tenido ninguna misión en estos días- rio discretamente, había olvidado ya cuando había sido la última vez que había sentido el impulso de reír.

Deberías reír más Danna- Deidara aun se sentía en un sueño, que podría reventarse tan fácilmente como una burbuja de jabón- te sienta bien.

Sasori pareció sonreír con algo parecido a la prepotencia. Se separo a regañadientes del calientito cuerpo del menor, deslizando con cuidado sus manos por el cuerpo de Deidara mientras las retiraba para incorporarse. Deidara estaba tan rojo como un tomate, como si la sangre que pigmentaba su rostro, fuera escurrirle por los poros. Se arrodillo sobre la cama, mirando hacia la amplia espalda del mayor, quien estaba cambiándose la ropa. Una vez calzado y con una ligera camisa de color negro se giro a mirarlo nuevamente, dedicándole otra sonrisa, que le robo el aliento al rubio.

Voy por algo de comer. ¿Tienes hambre no?- cuestionó con serenidad, Deidara asintió distraído.

Aha-Sasori se acerco divertido al rubio, le era gracioso verlo tan sonrojado y torpe (no es que no fuera torpe todos los días, pero ahora) lo encontraba adorable.

Su pregunta muda llegó en forma de una caricia, con sus manos sujetando calmadamente sus mejillas. El menor tuvo que hacer un esfuerzo consiente por no ronronear ante el tacto cálido. Asintió con la cabeza, mirando embelesado como el pelirrojo se inclinaba hacia él, hasta que sus labios hicieron contacto, superficial y banalmente, pero fue como si hubiera explosiones por todos lados, como si una armada de mariposas hubiera comenzado a danzar en su estomago. Cerró los ojos dejándose llevar por el tacto. Dejándose azotar por su revolución interna. Se sujeto a los antebrazos del mayor, porqué sentía que iba a caer en picada por un precipicio.

Ya vuelvo- susurró el pelirrojo, apenas despegando sus labios de los contrarios, para volver a presionarlos un poco más fuerte, y entonces separase del menor.

Se miraron con intensidad por unos cuantos segundos, no tenían porque decir nada más, así que solo se sonrieron de manera cómplice, diciéndoselo todo sin necesidad de palabras. Sasori retiro sus manos de las mejillas sonrosadas del menor, y este dejo que sus manos se escurrieran por sus brazos y hasta las manos grandes del mayor. Sasori acaricio las manos contrarias antes de soltar por fin al rubio, y salir tranquilamente por la puerta de madera. Esta vez el suave “click” del cerrojo hizo sonreír estúpidamente a Deidara, quién se lanzó a gritar como una colegiala feliz y enamorada, contra su almohada.

Continuará.

Notas finales:

Bien ewe… un poco cursi
Diva: hum ¬¬…
Bien muy cursi… ¡¡pero me encanto!! O my gosh… O my goshh… o my ¡¡gooooshhhhh!! nwn. Estuvo divino, pero la opinión que nos interesa es la suya, ¿qué les pareció? :3 ya saben que es con todo nuestro cariño a los amantes del SasoDei
Diva: lindo si estuvo también me gusto. Bueno esperamos sus comnt´s. Cuídense; hasta la próxima, abrazos :)
Mil millones de besos, gracias por seguirnos ;)
Diva y Yo: ¡¡CHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAOOOOOOOOOOO!!


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