Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

A tu lado por Angeluz

[Reviews - 46]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

como siempre Merlin no me pertenece.

 

León Britts, presumía de tener una vida honrada y de moral impecable; no habían faltado sus aventuras momentáneas, después de todo todavía era joven, aunque sus acciones siempre eran discretas.

Era intachable en su comportamiento y muy trabajador, algo de lo que podían dar fe sus compañeros. Su amor: La cocina. Era tranquilo, estaba en armonía con sus conocidos y amigos, en su mente no recordaba  haberse ganado un enemigo (excepto aquel hombre que crítico con nada de delicadeza, sus platillos de alta repostería)

Y sin embargo…En tiempo presente estaba en una situación muy peligrosa.…

Al principio no fue algo importante: alguien lo  estaba vigilando. Era muy noche cuando salió del restaurante, donde estaba cubriendo a un chef que se hallaba enfermo. Para su mala suerte, su auto se había descompuesto aquel mismo día sin arreglo inmediato. Quería tomar un taxi, sin embargo la calle estaba vacía de ellos, decidiéndose rápidamente comenzó a caminar hacia su apartamento, no quedaba muy lejos.

Solo oía sus propios pasos y su silbido bajo, además del lejano sonido de tráfico en la calle principal. Pensando en sus cosas, no se percato de un auto que despacio se emparejaba con él.

-¿Ocupas que te lleve?-le pregunto una voz algo sexy

Deteniéndose, se dio cuenta del auto a su lado de donde lo llamaban. Una chica con los ojos mas verdes le sonreía, no pudo evitar devolverle la sonrisa, aunque era una desconocida.

-No gracias, mi casa está cerca-

-Vamos, para mí no es ninguna molestia desviarme para llevar a un chico como tu-la coquetería era presente en sus palabras, se acomodo un mechón negro rebelde detrás de su oreja. León no pudo evitar sonrojarse.

-¿Nos conocemos?-pregunto

-No, pero eso puede cambiar-

Dudo un momento, pero qué diablos, cuando tendría la oportunidad de conocer a una chica como ella. Acababa de dar un paso en dirección al auto, acallando los avisos de su cerebro, gritándole que no era muy buena idea ir, con una total desconocida chica sensual; cuando alguien a su lado pasó amistosamente el brazo por sus hombros.

-Vamos León, es una buena oportunidad para divertirse-hablo el tipo rubio junto a él. Las alarmas se dispararon en su cabeza.

-¿Cómo sabes que mi nombre es León? Yo no sé los he dicho-pregunto lentamente; de reojo vio como la chica pelinegra, se cubría el rostro con la palma de la mano, en un gesto de exasperación. La realización de algo se hizo presente en los mohines del rubio ojoazul que aun lo tenía cautivo con el brazo.

-Bueno…es que…-comenzó vacilante el rubio, pero era evidente que se acababa de inventar una mentira. Esperando que su suerte no empeorara mas, inmediatamente pateo con fuerza la espinilla del rubio oyendo un ¡oucchh! y torciendo su brazo se libero, echando a correr lo más rápido que pudo. No se detuvo hasta llegar a la calle principal, donde al mirar hacia atrás ya no lo seguían.

Después de eso juraría que vio a ese par por doquier, en el restaurant que trabajaba cuando se asomo para entregar un platillo y los vio en una mesa, observándolo; en el gimnasio, cuando caminaba por la calle, hasta cuando fue a recoger a su única sobrina a la escuela.

Se estaba volviendo loco. Incluso llego a pensar que el gobierno quería abducirlo, porque accidentalmente había descubierto alguno de sus secretos; sabía que era mala idea haber ido de camping con George al bosque, donde encontraron un edificio antiguo abandonado, de seguro fue eso…

No podía seguir así, ya no podía salir a la calle sin ver sobre su hombro con paranoia. Cuando llego al acuerdo con su problema, inmediatamente tomo el primer vuelo que lo sacara del país, necesitaba unas muy largas vacaciones sin películas sobre conspiraciones…

En resumen ese primer vuelo lo llevo a Irlanda, en el lugar tranquilamente alquilo la habitación de un hotel, se dispuso a hacer turismo y termino en un muy cómodo bar…

¡Ah si! le faltó decir que actualmente estaba secuestrado en este cómodo bar, junto con otros dos tipos que eran los dueños del lugar: Gwaine (¿Gwaine? ¿Actualmente quien le pone a su hijo el nombre de Gwaine?) Y Percival, por nada mas y nada menos que sus acosadores personales: El rubio de casi su misma edad y la pelinegra sensual.

-Si asi son la mayoría, me gustaría ser secuestrado más a menudo-dijo Gwaine a su lado, decididamente mirando a la chica de ojos verdes de nombre Morgana (o así se había presentado) mientras Arthur (el rubio) rodaba los ojos.

Que como se las habían arreglado contra tres hombres perfectamente capaces, para dejarlos amarrados en sus sillas y sin que absolutamente nadie se diera cuenta? …Conspiración del gobierno…

 

 

 

Una semana antes

 

 

-Te juro Arthur que no sé cómo sobreviviste tantos años en Camelot. Ah sí, Merlín te protegía y hacia el trabajo sucio por ti-casi gritó Morgana poniendo una bolsa de hielo en la inflamada espinilla de su hermano.

-Por favor ten un poco de piedad, yo soy el que salió agredido-hizo una mueca de dolor mientras se recargaba en los cojines de su cama.

-No se supone que estas entrenado para estas situaciones, antes nunca te tomaban por sorpresa en una pelea cuerpo a cuerpo-

-Tiene bastante tiempo que no entreno, ni siquiera he sostenido recientemente una espada…-

-Si lo olvide…-murmuro la pelinegra. A veces era tan fácil olvidarse de ciertas cosas, teniendo el doble de memorias se volvía confuso y más cuando las imágenes y situaciones se mezclaban.

-Como sea, ahora que haremos. Al parecer acabamos de asustar a león…-gruño el rubio.

-Mejor dicho acabas de arruinar nuestro tan elaborado plan…-Morgana suspiro con cansancio-Pensé que al verte León iba a recuperar todos sus recuerdos, es obvio que es más difícil que eso-

-¿No puedes usar algún hechizo de memoria?-

Morgana estaba agradecida de que se hubieran puesto al día después de que Arthur recobrara sus recuerdos, ella le había hablado de todo lo que sabía y lo que había ocurrido a las sombras, donde el ex rey no se enteraba de nada, gracias a un poderoso brujo que siempre lo sobreprotegía; aunque había algunos vacios que era mejor que llenara Merlín. De igual modo era bastante extraño para los dos que estuvieran hablando de hechizos. Podía jurar que Arthur aun se estremecía al oír la palabra.

-Creo que te lo dije antes Arthur, a pesar de que cuando estaba en Camelot como sacerdotisa de la antigua religión, mis poderes eran formidables, en este momento no han vuelto a mi completamente. ¡Maldición! si solo tengo visiones y puedo hacer unos cuantos trucos-no quería sonar culpable, pero lo hizo.

-No es tu culpa…-el rubio susurro como si no quisiera ser oído, dándole un apretón a la mano de su hermana que sostenía el hielo en su pierna. Los labios rojos de la pelinegra sonrieron.

-Lo se, aunque no puedo evitar sentirme inútil…-

Ambos se quedaron en un cómodo silencio.

-Sabes lo he pensado durante bastante tiempo, Merlín seria una muy buena guía ahora-Morgana no pudo evitar que un nudo formara en su garganta, había pasado varias noches en vela pensando lo mismo.

-Sip lo sé-

-Quien iba a pensar que mi tonto siervo era mi más grande protector. Bueno digo en realidad no parecía uno. ¿Dónde estará?-

-No lo se Arthur…por eso mismo debemos darnos prisa y encontrarlo-

El ex rey de Camelot asintió con un gesto silencioso, con la cabeza llena de recuerdos sobre Guinevere, sus caballeros y épocas antiguas…aunque las que más destacaban eran sobre su mejor amigo. No pudo evitar preguntarse, porque constantemente estaba pensando en Merlín, esperando ansiosamente con algún extraño nerviosismo el día en volvieran a reunirse.

-Ya esta lo único que debemos hacer es seguir a León-su hermana interrumpió sus cavilaciones-Yo también lo extraño Arthur, a pesar de nuestras diferencias, él es parte importante de mi-agrego quedamente al notar la expresión en la cara del rubio.

-No estoy pensando en Merlín-negó fervientemente el ex rey

-Yo jamás dije el nombre de Merlín- Morgana sonrió cono el gato que se comió al canario.

Y entonces la persecución había comenzado…siguieron a león toda la semana tratando de hablar con él, más el hombre parecía evitarlos como la peste. Incluso creían que había adquirido un tic nervioso cada que los vislumbraba.

Al final de tan agitado acoso y siendo miembros de una importante empresa, donde se podían enterar de lo que quisieran, se encontraron con que León había decidido salir del país.

-Debemos seguirlo a Irlanda-

-Y después de eso que…no tenemos manera de que recuerde. Debemos considerarnos afortunados de que no llamara a la policía o contratara un detective. Aunque no me extraña la vida de león es más bien aburrida-

-Vamos Morgs no todos podemos ser diseñadores y asistir a fiesta tras fiesta-ambos hablaban en voz baja, casi susurrando en la oficina de Arthur-y volviendo al tema si lo dejamos de seguir estaremos perdiendo un tiempo valioso-

-Lo que te quiero decir, Arthur-Morgana levanto la voz-es que no he encontrado la manera de que recuerden-

-¿Chicos que planean?-una mujer rubia entro en la oficina sin molestarse en tocar, sonriendo a los dos con complicidad.

-Nada mamá-sonrió Arthur, cada que veía a la mujer no podía evitar sentirse muy afortunado, en esta vida tenía a su madre Igraine a su lado.

-Arthur, cariño que te he dicho sobre mentir-ella se acercó abrazándolo- además soy su madre, creen que no se cuando se quieren meter en problemas-

-Igraine crees que Uther, nos permita ausentarnos un tiempo-

-Morgana, querida ya sabes que me puedes decir mamá, después de todo hemos estado juntas desde que eras pequeña y créeme que tu padre tendrá roto el corazón si sabe que le llamas Uther-la rubia abrazo a Morgana y le beso la cabeza-Parece que interrumpí algo los dejo, no olviden que prometieron comer conmigo, no se preocupen hablare con su padre-les quiño un ojo y salió dejando el cuarto impregnado del aroma fresco de su perfume.

-¡Si! Con la ayuda de tu mamá, ya no tendremos que responder ante Uther-la pelinegra comenzó a planear en su cabeza.

-¿Lo sigues odiando? A nuestro padre me refiero-pregunto serio Arthur. Morgana lo miro profundamente, sus ojos se nublaron con melancolía

-Como te dije antes Arthur, las cosas que pasaron no pueden cambiarse, todos tomamos decisiones erróneas, la sangre de muchas personas inocentes están sobre nuestras manos. Ya no estoy dispuesta a guiarme por la venganza o la ira, nos han dado otra oportunidad y pienso aprovecharla. El camino que tomamos Merlin, yo, incluso Uther es muy solo, no se lo deseo a nadie-

Los ojos verdes que Arthur tan bien conocía, brillaron con lágrimas no derramadas, la voz de Morgana se volvió áspera pero siguió hablando.

-Hay bastantes cosas que no puedo olvidar y que aun me duelen, por mi parte Uther ya está perdonado-una lagrima escapo de sus ojos, de inmediato la pelinegra la limpio con fuerza

El ex rey de Camelot le dio una sonrisa compresiva y abandonando su silla, hizo algo que no había hecho desde hace mucho tiempo. Abrazo a su hermana. La había extrañado tanto, su inteligencia, su fuerza, su amistad.

-Pero debes saber algo Arthur, no todas las personas piensan lo mismo que yo, si Uther renació se debe a algo, lastimo a demasiada gente y tomo la vida de muchos de los nuestros, los que poseían magia, a pesar de ser inocentes. Puede que alguien mas no lo perdone-

El simple comentario dejo a Arthur con muchas preguntas. ¿Por qué habían regresado? Era la más perturbadora.

 

Día presente.

Tomaron el mismo avión que León (por supuesto que evitaron que el los viera, escondidos en la primera clase). Después de 1 hora 20 min. Y una película de cine europeo alternativo, llegaron a tiempo para el desayuno en un lujoso hotel.

Siguiendo a un cierto caballero rizos rubios, visitaron la fortaleza de los reyes (donde Arthur no pudo evitar posar para una foto), la prisión de Kilmanhain Gaol y la iglesia de san patricio.

Respiraron el aire puro de las montañas y el Belfast castle(-En serio Arthur, no te puedo estar tomando todas las fotografías que quieras o vamos a perder de vista a Leon)Después de una comida decente en el parque st. Stephen´s Green, siguieron al rubio hombre hasta el temple bar, donde visito bar tras bar hasta que cayó la noche y entro en un cómodo lugar, más del tipo tradicional, llamado “el caballero”.

Las sorpresas no se hicieron esperar…

Hace una hora.

El día de Gwaine comenzó como cualquier otro en donde se hacía cargo de su taberna. Sabía que el atenderla era el trabajo perfecto para él.

Quedo huerfano desde los 3 años, sus padres, su única familia, murieron en un accidente de autos. El gobierno de Inglaterra lo iba a mandar a un orfanato; para su gran suerte una de las compañías más poderosas “Albión” lo apadrino, pudo tener una buena niñez con unos buenos padres de acogida. “Albion” patrocino su escuela y sus gastos, incluso tuvo la oportunidad de ir a la universidad, pero sabiendo que el estudio no era de sus virtudes dio las gracias y declino la oferta.

Había visto pocas veces a su benefactor un hombre llamado Kil Draig, presidente de la compañía, como rasgo notable tenía una voz profunda de locutor de radio y unos ojos ambarinos que a la luz casi brillaban con dorado.

Como sea le daba gracias a dios, al destino o lo que fuera que lo hubiesen puesto en el camino de tal benefactor.

Cuando alcanzo la mayoría de edad(bueno antes de que fuera mayor, pero eso no lo tenía que saber nadie)encontró su vocación las tabernas…y se prometió que algún día tendría una propia. Trabajo bastante en donde quiera que lo aceptaran; fue en uno de esos empleos que conoció a Percy, el venia una ciudad  rural, había algo en el que le resultaba familiar, desde entonces fueron inseparables.

Un sueño personal, se convirtió en uno compartido…hasta hace poco salieron de Inglaterra para abrir su bar en Irlanda y allí estaba su sueño echo realidad…

Y aunque su día inicio como cualquier otro, pronto le fue demostrado que no iba a ser convencional. Estaba seguro que los sucesos que lo traerían a donde estaba ahorita (amarrado a una silla) empezaron con un halcón peregrino que lo seguía desde su casa.

A la mejor era absurdo pensar en que un Merlin, fue el detonante de lo más raro que le había acontecido hasta hoy; en su defensa podía decir que fue algo así como un presentimiento, como cuando el aire está estancado en algún lugar y de repente se rompe lo que lo detenía y fluye libremente.

Perdió de vista al ave durante unas horas, más al caer la noche creyó verlo en el farol enfrente de su bar, incluso se lo comentó a Percy. Este halcón mostraba unos hábitos bastante extraños para uno de su especie, tranquilizo sus sospechas pensando que quizás era mascota de alguna persona y había escapado.

El bar estaba lleno, cuando un hombre de casi su misma edad, de rizos rubios entro. Se veía un poco nervioso el pobre,  Gwaine le atendió y le dio la primer cerveza gratis, era notorio que no era del país y que necesitaba con urgencia un par de sus bebidas más fuertes.

Los clientes fueron saliendo poco a poco, ingreso un par que le llamo la atención de inmediato, él rubio de ojos azules con porte y ella pelinegra de unos ojos verdes peligrosos, la chica más sensual que había visto, y eso es decir mucho, ya que Gwaine era un hombre de chicas, si saben lo que quiere decir.

Miraban mucho en dirección al tipo de rubio que estaba actualmente ahogándose en alcohol; hasta que Gwaine se acercó a preguntar que les apetecía y aprovechando coquetear con la chica, al mirarlo la realización les lleno el rostro.

-¿Gwaine?-el rubio hablo sin salir de su sorpresa

-A la orden, disculpa ¿nos conocemos de algún lugar? digo, no me sorprendería, soy popular-agrego refiriéndose más a la chica.

El bar quedo  vacío en el transcurso de su coqueteo. Dado que los dos no salían de su asombro, les ofreció su mejor trago.

-Hey Percy, dos armaduras para nuestros clientes-

No creía que una persona pudiera estar más sorprendida, pero al ver a Percy lo estuvieron.

-¿Percival?-pregunto el mismo chico rubio.

-¡Ustedes!-grito el tipo de rizos rubios. Se levantó para ir a enfrentarlos-¡No se nada del gobierno!-

-Alto allí…- subio las palmas de las manos en gesto de paz, Percy se acercó para ayudar a detener la disputa-sería mejor si todos nos tranquilizamos, me pagan las bebidas y van a arreglar sus cosas a otro lugar-

Fue donde todo salió mal…

La chica se levantó, juraba que había visto brillar sus ojos en dorado, el rubio pedante se lanzó a atrapar al otro rubio, todo fue tan rápido, terminando en Percy, el de rizos rubios de nombre León y él, atados a unas sillas. Que como había sucedido, no tenía explicación y menos con un hombre como Percy de su lado, alto y con mucho musculo. Estas personas o eran agentes del gobierno como gritaba Leon o todo era obra de la magia…

 

 

 

 

Morgana no quería que todo se saliera de control, sin embargo siendo sincera consigo misma, estaba cansada de seguir a león que manera de acabar todo que matando tres pájaros de un tiro.

No esperaba ni en un millón de años encontrar a los otro dos caballeros en este lugar, sus ultimos informes de hace dos meses era que seguían en Inglaterra; no es que se iba a quejar.

Su magia reacciono por si sola y el resultado eran tres caballeros sin forma de moverse y nadie que los molestara con un bar cerrado.

-Ahora que hacemos Morgs, porque a mi ya se me acabaron las ideas-le susurro Arthur.

--Si así son la mayoría, me gustaría ser secuestrado más a menudo-dijo Gwaine mirándola de manera que pretendía ser sexy, perdió su poder al estar atado. Arthur rodo los ojos.

-Miren chicos esto no es un secuestro ni nada…-trato de tranquilizarlos Arthur

-Pues a mi me parece lo contrario...-lo interrumpió León de nuevo intentando zafarse.

-Solo queremos charlar-lo ignoro el ex rey-les voy a contar algo que les va a sonar un poco loco, en realidad muy loco…-

-Deja de dar vueltas, amigo-lo corto Percival

La pelinegra tuvo el impulso repentino de mirar por las rendijas del ventanal, directo al farol de la calle. Un ave de plumas marrones y pecho blanco, miraba directamente a ella, sus ojos se encontraron a la distancia.

En el momento que se quedaron viéndose entre si, sintió como el flujo de la magia tomaba su lugar alrededor de ella, como el destino era entretejido de nuevo.

Oyó claramente dos palabras como si las hubieran susurrado en su oído: Hælan Gemynd.

- Hælan Gemynd-pronuncio concentrándose en su magia, tocando con ella a los tres caballeros.

El halcón voló…aseguraba que lo último que vio fue una pupila dorada que brillaba en la noche.

-Princesa ¿No es ella nuestra enemiga?-

-Su majestad ¿esta bien? ¿Qué acaba de pasar?

Arthur rio y corrió a abrazarlos, se detuvo antes de dejar su dignidad, nunca había estado tan contento de ser llamado princesa por Gwaine o que León le dijera Majestad en vez de Arthur, o el silencio de Percival.

-Chicos se los explicare más adelante, Morgs puedes ayudarme con las ataduras-

Sus ojos brillaron en dorado y las cuerdas cayeron por si solas, dejando tres hombres un poco sorprendidos e incomodos.

Arthur no le dio importancia, tenia de vuelta a tres de sus mejore caballeros, sus amigos…

Notas finales:

Hælan Gemynd: regresar memoria

un poco largo...

sus comentarios aceleran la creacion de sihuiente cap. :P


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).