Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Familia Usami vs Familia Uesugi = Dulce amor prohibido por luky_luze

[Reviews - 55]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Buenas las tengan mina-san

perdon por subir el cap hasta hoy sabado pero acabe ya mi semestre y bueno no pude nisiquera usar mi lap

los proximos cap los subiere conforme tenga tiempo y mi madre me de chace si lo se es malo pero ya que u.u

bueno sin mas que decir

A leer!!!!

Flash Back


 La primavera comenzaba a hacer acto de presencia en Tokio. Los arboles de cerezos tan altos y deslumbrantes a la vista de todo aquel habitante de esa ciudad y algún extranjero que se detenía un momento solo para admirar los pétalos rosas de cerezo caer lentamente por las calles, haciendo caminos de color rosa pastel combinado con los colores oscuros tan carismáticos de una ciudad. La cuidad amanecía tranquilamente, siendo apenas las ocho de la mañana además de ser fin de semana, las calles comenzaban a verse invadidas de gente que salían a trabajar, hacer ejercicio o simplemente se dedicaban a hacer las actividades correspondientes de ese día.


 Pero en cierto departamento… más que descanso a esas horas por parte de los habitantes de ese pequeño espacio… se encontraban *despertándose* mutuamente, sin ninguna intención de levantarse de la cama…
Un beso más que apasionado era necesitado, casi desesperado, se estaba llevando a cabo entre un alto y bien formado hombre peli negro el cual *sometía* con gran maestría a un pequeño y delicado jovencito, de piel blanca y cabello rubio. El mayor se dedicaba a besar y a marcar como suyos los labios tan adictivos y suaves del menor, como si su vida dependiera de ello y el menor se encargaba de ser la perfecta victima que el peli negro tanto le gustaba que fuera, tan lindo, tan tierno, tan sumiso.


 “Mmm… ¿n-no podrías esperar hasta que regresáramos de la cena de esta noche? E-es demasiado temprano como para que hagamos este tipo de cosas a estas ho-horas… n-no me muerdas… m-me dejaras marcas y n-no po-podre o-ocultarlas… po-por favor Kanou…” –logro murmurar el menor, sintiendo como los dientes del mencionado mordía con un poco de fuerza su blanco y fino cuello, produciendo pequeñas marcas rojas que se lograban distinguir a simple vista. El susodicho hizo como que no había escuchado y continuo con lo que estaba haciendo, lentamente sus labios descendían por toda la extensión de aquella anatomía del pequeño rubio.


 “No tienes porque ocultarlas… Ayase… quiero que esos *hipócritas* de esa cena sepan que tienes dueño y que ese soy yo. Además tu cuerpo me dice todo lo contrario de tus palabras *rozando su mano en la intimidad semi-despierta del menor, haciendo que este soltara un pequeño gemido* no te resistas a mis carisias, han pasado tres días completos que no te he tocado para nada, es normal que desees un poco de atención de mi parte y que mejor que hacerte el amor antes de que nos vallamos a la reunión a la que tanto deseas que valla…” –contesto con simpleza el mayor, arrancando (literalmente) la prenda que cubría la mayor parte del cuerpo ahora desnudo del pequeño rubio, el cual de inmediato se sonrojo de manera violenta y mas al verse presa de las carisias y besos que el prestamista repartía en su pecho y abdomen. Se sonrojo más al ver que el otro no planeaba detenerse por nada del mundo y con más motivo al sentir como su bóxer era retirado de manera desesperada por las manos expertas del azabeche…


 Horas… MUCHAS… horas más tarde…


 Ya era tarde, mucho muy tarde y por tal razón tenían que casi salir corriendo del hogar que comparte con el prestamista para que pudiesen llegar a tiempo a la *cena* a la que fue invitado su ¿pareja? ¡Claro que lo era! Y por tal motivo siendo ahora el pequeño rubio alguien muy importante para cierto peli negro, tenía que comenzara familiarizarse en con el mundo en el que estaba envuelto, por tal razón tenía que asegurarse de que el mayor cumpliera y siguiera teniendo el *aire* de causar miedo y cierto temor al solo mirarlo. Ahora se encontraba ciertamente tranquilo pues hasta ahora el mayor no ha mostrado enojo alguno por el simple hecho de que no deseo continuar con su *entrega de amor mutua* “Hace tiempo que no me dolía la cadera. No fuiste para nada amable conmigo Kanou…” –se quejo el menor, haciendo un tierno puchero, sobándose la parte baja de su espalda, viendo seriamente al otro el cual solo sonreía con satisfacción y orgullo.


 “Te dije que te relajaras y que solo te encargaras de disfrutarlo, además si seguías haciendo esas expresiones tan tuyas, era obvio que no me iba a contener. Te ves tan tierno cuando te sonrojas y gimes de esa manera mi nombre que no logro controlarme y ya ves…” –le siguió el hilo, mientras se encargaba de llevar al rubio en sus brazos hasta el auto del prestamista, pues dadas las circunstancias el chico no podía caminar por sí solo.


 “¡ERES UN BRUTO! ¿CÓMO OSAS LASTIMAR Y CASI DEJAR INVALIDO A MI AYA-CHAN?” –cierto travesti exploto al ver al pequeño en brazos del otro, el cual solo basto con una mirada asesina hizo callar al de extensiones el cual junto con los gemelos Kuba hacían *guardia* a su jefe y la pareja de este.


 “Tranquilízate Someya-san estoy bien… aunque aun no entiendo que estás haciendo tu aquí, si se supone que únicamente fue invitado Kanou a esta cena, yo voy por ser su pareja y Misao y Homare-kun por ser los encargados de la seguridad de nosotros pero tu… ¿Qué haces aquí?” –pregunto inocentemente el menor, mientras Homare abría la puerta del auto del prestamista y este delicadamente colocaba al pequeño rubio en el asiento del copiloto, poniéndole el cinturón de seguridad, revolviendo sus cabellos rubios y dándole un fugaz beso en la frente, para después con un fuerte portazo cerrar la puerta.


 “Hay que verlo para creerlo, jamás en años de conocerte te había visto tan cariñoso y protector con una persona… esto del amor te pego duro…” –murmuro Someya, subiéndose en la parte de atrás de auto de Somuku, siendo prácticamente fulminado con la mirada de este, aunque no se sintió intimidado.


 “Si te llame fue para que le hicieras compañía a Ayase mientras yo arreglaba unos asuntos con Dante Lowell, no para que vinieras a hacer tus comentarios estúpidos…” –respondió el otro un tanto molesto pues no necesitaba de la presencia del travesti en aquel evento pero dado las circunstancias no podía correr ningún riesgo con la seguridad de su pequeño rubio mucho menos con alguien como lo era Lowell.


 “¿Q-quien es Dante Lowell…?” –tímidamente pregunto el menor, siendo víctima de dos miradas, una sorprendida y la otra molesta, pues se suponía que el peque de ojos celestes no debe saber de su existencia.
Pasaron unos segundos entre que el sonido del auto del prestamista era lo único que se escuchaba entre ellos tres. El menor comenzó a dudar si fue correcto haber preguntado sobre aquel personaje. Después de un minuto y medio de silencio, fue el de extensiones negras el que se atrevió hablar


 “Pues… veras Aya-chan… los señores Dante y su esposa Elisa Lowell son bien conocidos por el mundo del espectáculo de Francia por sus múltiples donaciones y eventos de caridad a niños de escasos recursos y a personas que no tienen un trabajo establecido. Dante es el encargado de conseguir los inversionistas y el dinero para seguir fomentando las donaciones que su empresa y su propio bolsillo se encarga de repartir, mientas que Elisa es la cabeza del primer orfanatorio que se inauguró en su país que no necesita de algún apoyo político o de la intervención de manos ajenas a las de ella y su esposo. Hasta donde sé es que ella está embarazada aunque no se ha confirmado nada. Aun no entiendo que están haciendo ellos aquí en Japón, tú lo sabes… ¿cierto?” –señalo el peli negro, mirando fijamente al prestamista el cual había mantenido silencio desde que el otro comenzó con su narración.


 “Eso es tan solo la cara que quieren vender a la prensa. Ellos son todo lo contrario a lo que Someya te describió que eran…” –respondió el prestamista, serio y queriendo encontrar las palabras correctas para poderle explicar como es debido a su niño el cual al ver tal estado del mayor comenzó a preocuparse.


 “Lo contrario…? No lo entiendo… ¿Qué quieres decir con eso?” –pregunto más inocente e ingenuo que nunca el pequeño rubio, clavando sus orbes celestes en la figura del prestamista. El mayor detuvo el andar del auto solo para que durante su explicación no hubiera algún percance además de que esto era muy importante para ambos, mas por el rubio dado que desde ahora formaría parte esencial de su *familia*.


 “Mira Ayase… lo que quiero que tengas muy en claro es que desde ahora la vida que antes considerabas como pacifica, desde ahora se volverá muy agitada y *entretenida* pero además, ahora que ya eres MI PAREJA oficialmente correrás de constante peligro, además de que sin querer comenzaras a involucrarte en mis negocios.” –al tener la mirada azulina del menor, aclaro la garganta y continuo.


 “Bien… ahora contestando a tu pregunta. La familia Lowell ha conocido a mi familia incluso antes de que yo naciera, por tal motivo, los padres de Dante y los míos se encargaron de que nosotros forjáramos una *amistad* que por supuesto no duro los años que nuestras familias esperaban. Por tal motivo, al ver que él y yo constantemente chocábamos por los negocios de nuestros padres, fue el padre de Dante que decidió regresar Francia para que no existieran *problemas*. Tiempo después supe que la familia Lowell estaba involucrada en varias situaciones ilegales y por tal motivo mi *amigo* quiso involucrarnos con esos problemas y hacer quebrar la empresa de mi padre. En Francia es bien sabido por los barrios bajos que los Lowell están más que involucrados en drogas, armas y muchas cosas más. Te explico: el esposo (Dante) es la cabeza de el grupo más buscado y corrupto de toda Francia, obvio por su apellido y la fama que tienen haya es que no se involucra la policía con ellos. Tiene cierta *afición* (obsesión mejor dicho) por las cosas adorables, además de que está loco el desgraciado pues cuando termina de jugar con sus *juguetitos* se encarga de desaparecerlo de la faz de la tierra. Y su esposa es peor, mucho peor, no es tan santa como la pintan: ella es la cabeza de una red de tratantes de blancas, además está más pérdida y loca que una cabra. Ella acostumbra abusar sexualmente de los niños que pisan ese orfanato del que te hablo Someya, se encarga de desaparearlos de la tierra, como si nunca hubieran existido *suspiro y después continuo* si es cierto eso de que está embarazada… solo pido a dios que ayude a ese mocoso” –concluyo el mayor, esperando alguna reacción de parte de su niño, pero este solo se mantuvo callado, aun no lograba procesar lo que había dicho. Pasaron unos minutos cuando el prestamista tomo de nueva cuenta el volante, haciendo que el auto avanzara, pero mientras el silencio incomodo se hacía latente.


 “… ¿No crees que estas exagerando un poquito… Kanou? Una pareja de esposos no puede hacer eso, ni mucho menos que sean así como los describes…” –razono el menor, por fin dándole una respuesta a su pareja el cual ya esperaba esa respuesta por parte del pequeño rubio. Si… por increíble que lo parezca, aquel pequeño y hermoso rubio de ojos celestes tan llamativos y llenos de vida e ingenuidad era suyo. Completa y absolutamente SUYO. Y como al menos ya lo tenía previsto, estos años de estar a su lado no han afectado en nada la bondad y la fe que el menor reflejaba para las demás personas, incluido el claro está. Eso era algo que por supuesto se iba a encargar de que lo siguiera manteniendo, incluso si le costaba la vida, lo aria.


 Fin del Flash Back.


 “Señor Somuku, perdón que lo interrumpa y de lo que le voy a decir pero… hay algo que no entiendo, si se supone que usted y sus hombres sabían en los problemas y lo que hacían la familia de André. ¿Por qué motivo llevo a su pareja a esa fiesta? ¿Por qué ir directamente a la boca del lobo?” –pregunto el rubio, acomodándose en su lugar, claramente impresionado de la familia que tenía el mejor amigo de su hermanito.


 El empresario se quedo por unos segundos guardando silencio. El ojo amatista, quisiera o no tenía razón en preguntar eso, por tal motivo tenía que explicar sus razones antes de que el otro sacara conclusiones equivocadas alrededor del papa de su hija y de su matrimonio con este.


 “…No saques conclusiones a un mocoso. En esta vida no hay persona que hubiera amado e idolatrado más que mi esposo. Era mi pareja y el papa de mi única hija, aunque tienes razón. No espero que me entiendas ni que comprendas las razones por las que hice lo que hice, pero al menos quiero que tengas claro el porqué si decides seguir al lado de mi hija, seas capaz de ver que la vida de ella y la mía corren constante peligro, tu ya lo viste y viviste y que esto puede influir mucho más de lo que te puedas imaginar en tu relación con Megumi. En aquel entonces no quise verlo y pague muy caro no hacerlo. Por mis ineptitudes perdí a Ayase, estaba tan centrado en no perderlo de nuevo y de esforzarme en darle todo el amor que por el yo sentía que… no vi que el enemigo estaba más cerca de lo que imaginaba…” –respondió el mayor, deshaciendo las ideas erróneas que el rubio comenzaba a tener. Antes de contarle por completo que paso entre él y el pequeño rubio tenía que relatarle los acontecimientos que sucedieron antes de que muriera el menor. Algunos recuerdos gratos, otros no tanto, pero al fin de cuentas… momentos invaluables que paso con su pequeño, como por ejemplo… la primera noche que compartió con el de ojos celestes ya como esposos: su noche de bodas.


 Flash Back


 Se suponía que la ceremonia no fue la más ostentosa o costosa como él la hubiera querido realizar pero como siempre, iba a consentir en todos los sentidos posibles a su pequeño tanto como ya lo tenía planeado. Después de todo… la ceremonia de tu boda no era cualquier cosa. Kanou quería una ceremonia costosa y brillante, que todo Tokio se diera cuenta que cierto rubio ángel que era su prometido se dieran cuenta de que ya tenía dueño y esta vez para siempre, como siempre lo soñó en los últimos años, que vieran que ese pequeño solo amaba y era ahora esposo de Kanou Somuku, el más grande y temible prestamista de toda la isla, pero… el menor no estaba del todo de acuerdo con su idea.


 Ayase lo convenció de que el evento de su unión civil fuera lo más discreto y privado posible. Al parecer él era el único que sabía el significado de contraer matrimonio con la principal persona por la que iban la mayoría de las yakuzas de la región… pero no iba a arruinarle el día que más había querido experimentar su ahora esposo, después de todo… ya abría tiempo para decirle que debía mantener más cuidado con sus acciones, mas ahora que ya sabían la mayoría de los enemigos de Kanou sobre su compromiso con él.


 Ahora mismo… después de una boda de la más entretenida y sobre todo viva, llena de buenos, malos, caóticos, desastrosos pero aun así lindos momentos que difícilmente podrán borran de su memoria, mas con las fotografías y el video que grabo Gio durante la fiesta después de la boda. La cual sirvió para descubrir muchas cosas que Someya se escondía para él solo, además de que por poco gracias a su habilidad de seducción se encontraba a punto de ser robado y prácticamente llevado a la fuerza por uno de los invitados a la boda, pero fue gracias a Misao que no lo hicieron y no paso del susto. Hablando del diablo… aquella fiesta de la cual salían sirvió y mucho para descubrir que el menor de los hermanos Kuba tenía un *pequeñito* problema con el alcohol. Ahora entendía porque no tomaba cuando estaba de día libre y el porqué su hermano mayor no se separaba de él en cada evento que se realizaba en esas magnitudes. Por poco y se realizaba la tercera guerra mundial entre el azabeche y cierto cinematógrafo que era más que obvio que cuando tomaba era otra persona completamente diferente a la que conoció.


 Una risita inocente y traviesa escapo de sus labios, pues ante aquellos recuerdos, lentamente sus delirios se iban desvaneciendo, claro que fue el mejor día de su vida. Ahora se dirigían al prestigioso y costoso hotel Teito, a disfrutar su luna de miel ahí, para después al día siguiente partir a su viaje de bodas alrededor de América, ¡dios! Ahora si el prestamista no había medido sus gastos en el.


 “Ayase… ¿en qué piensas?” –la voz de su esposo lo saco de sus pensamientos, estaban en la limosina que lo llevarían al hotel donde compartirían su primera noche como esposos, el mayor a su lado, le hacía ponerse relativamente nervoso pero muy feliz de estar a su lado.


 “En nada Kanou… es solo que… bueno estoy un poquito nervioso, pero no te preocupes, estoy bien…” –respondió el menor, tomando la mano del empresario uniéndola con la de él para ver si así podía quitarse los nervios que lo estaban martirizando.


 “Tranquilo… te prometo que esta noche será mágica para ambos. No me perdonaría si algo te llegara a pasar a ti o al bebe. Me parece increíble creer que quieras hacer esto aun sabiendo lo de tu embarazo, sabes que yo… yo bueno, no soy el más *delicado* cuando te hago el amor, no sé si no podre lastimarlo…” –respondió el mayor, besando la mano de su pequeño, haciendo que el rubio tuviera un lindo y hermoso sonrojo en su carita, si seguía con esas expresiones no podría contenerse por más tiempo “¿tienes todo lo necesario para esta noche?” –continuo, haciendo a un lado sus pensamientos pervertidos.


 “S-si… Someya-san me dijo que antes de la boda ya había mandado a alistar todo lo que necesitaremos encargándoselos a los del hotel… solo tenemos que decir tu nombre y ya…” –murmuro el pequeño rubio, antes de que sus labios se vieran atrapados por los del otro, uniéndose en un beso tierno y lleno de sentimientos.


 Yo quiero ser el guardián
que cuida tus sueños y tu despertar
basta con tu mirar, para enloquecerme
y hacerme volar

Dices que es muy pronto,
lo tienes que pensar,
pero mi corazón ya no puede esperar


 El camino al hotel fue el más corto del que se hubiera esperado. La noche era fría, además de que al casi ser las 10 de la noche, era más que obvio que no habría nadie andando por las calles. Ambos tan perdidos en la mirada del otro hacían como si no existirá otra persona en la tierra que el rubio y el prestamista. Llegaron a la recepción, dieron el nombre del mayor y automáticamente le entregaron las llaves de su habitación. El prestamista con la intención de que su esposo no se perdiera en ese enorme hotel, lo tomo de la mano mientras caminaban por los pasillos de aquel lugar. Era la primera vez que Ayase iba a ese tipo de lugares, además de que era muy costoso según le dijo Misao antes de la boda. No cabía de la impresión al ver tanta elegancia y cosas sumamente costosas por doquier, además de que tenían una fuente bajo techo ¡UNA FUENTE! Además por si fuera poco la alfombra que estaba pisando ahora mismo parecía más cara de lo que se podía imaginar, ¿Dónde se había metido?


 “Está bien que estés impresionado al ver tanta elegancia, no te culpo pero… todo sea con tal de que esta primera noche con mi esposo sea la mejor que hayas experimentado… todo sea por Ayase… MI Ayase…” –le saco de sus pensamientos su pareja, mientras llegaban al elevador que lo llevarían a la habitación que comportarían en esta ocasión, haciendo que los latidos del corazoncito del mas bajo se acelerada.


 Cuando se abrieron las puertas de aquel elegante elevador, estaba prácticamente vacío, oportunidad que no desaprovecho el mayor para devorar cuantas veces quisiera durante el trayecto, los adictivos labios del menor, haciendo que este apenas si pudiera hablar o respirar, importándole muy poco el que hubiera una cámara de seguridad grabando cada movimiento que sucedía ahí dentro. Cuando el menor sintió que podía respirar sus labios se vieron en vueltos por los de su esposo, quitándole el oxigeno que tanto necesitaba. El mayor se encargo de intensificar aquel ósculo, atrayendo la menuda figura su esposo a él, abrazándolo por la cintura, acariciado su espalda, sus piernas… todo lo que el menor le ofrecía. Llego el momento que era tanto el desespero que comenzó a quitar las ropas que cubrían el cuerpo del pequeño rubio. Al darse cuenta de eso, el menor lo detuvo pues se había dejado llevar por los besos y carisias del prestamista, que olvido por completo el lugar donde estaba.


 “Tranquilo, no comas ansias…” –le susurro a su esposo, el cual al ver que el elevador ya los había dejado en el piso donde estaba su habitación, rápidamente se llevo arrastrando al rubio el cual no puedo evitar soltar otra risita divertida y mas al ver lo desesperado que estaba su esposo por encontrar su habitación.


 Quiero vivir amarrado a tu cuerpo
déjame estar enganchado a tu amor
quisiera estar en tus recuerdos
déjame tan solo amar

Prometo no fallare
yo te seré fiel y te cuidare
basta con tu mirar para enloquecerme
y hacerme volar


 Tan luego abrieron la habitación y el menor entro en esta, se vio envuelto por unos fuertes brazos que evitaban a toda costa que se moviera o que siquiera se atreviera a escapar. El prestamista se recargo en la puerta para estar seguro de que ese niño no se fuera a ningún lado. Lo más delicadamente posible, comenzó a retirarle el saco blanco que el menor tria puesto, aventándolo en alguna parte de la habitación, después continuo con una serie de besos que repartía en el cuello y nuca del más pequeño, haciendo que este se estremeciera al sentir los labios del otro en su cuerpo.


 “Te deseo… no sabes cuánto te deseo Ayase…” –esa erótica voz hacia derretir al menor, era demasiado bueno para ser real, pero entonces lo recordó… el propósito que iba esta noche a hacer se realizaría.


 Como pudo y como no queriendo, se deshizo del agarre del mayor para después salir corriendo rumbo al baño de la habitación, no sin antes darle un pequeño beso en los labios a su esposo.


 “Yo también te deseo Kanou… te amo… e-espera 20 minutos, d-debo arreglarme, ahora vuelvo…” –le grito desde la puesta del baño, para después cerrar la puerta de este, dejando a un contratista perplejo pero a la vez feliz de haber escuchado a su niño decirle que lo amaba.


 Mientras esperaba a que su niño saliera del baño, camino por la amplia habitación, cerciorándose de que todo estuviera como debería de estar para esta noche. Vio un par de velas aromáticas además de champaña fría y nada barata, si estuvieran en otra situación, no se opondría a que el menor bebiera pero… dado que su esposo estaba embarazado eso cambiaba totalmente la idea, así que decidió guardar la champaña en el pequeño mini bar y sacar de este un jugo de arándanos para que el menor pudiese brindar junto a él.


 Al ver que el menor se demoraba en salir, comenzó a desvestirse pues con la excitación y el calor del momento anterior con el pequeño rubio comenzaba a abochornase, estaba su cuerpo caliente y necesitaba urgentemente que su niño estuviera con el ahora mismo. Se desnudo hasta quedar solamente con su bóxer negro, dejando al descubierto su marcado cuerpo. Camino hasta donde estaba la cama matrimonial, vio un ramo de rosas rojas, solo por el hacia ese tipo de cosas, así que lo tomo y comenzó a desojarlo y repartir cada pétalo en el lecho, después de terminar con su tarea, se encargo de tirar los tallos de las rosas en la basura, para después subir a la cama y esperar fielmente a su niño que por alguna razón demoraba mucho en salir.


 Dices tener miedo de volverte a enamorar
que ya no crees en el amor
pero te voy a demostrar

Quiero vivir amarrado a tu cuerpo
déjame estar enganchado a tu amor
quisiera estar en tus recuerdos
déjame tan solo amar


 Después de unos minutos más, la puerta del baño se abrió, estaba ansioso, impaciente, no sabía cómo describirlo, pero algo que si sabía perfectamente era que ya quería ver a su esposo arreglado solo para él. No le importaba si estaba vestido con una pijama, el después se encargaría de dejarlo completamente desnudo, bajo su cuerpo, gimiendo y gritando su nombre, exigiendo más de lo que su cuerpecito podría soportar.


 “…Kanou-san….” –solo la vocecita del menor lo trajo a la realidad, y valla que si lo trajo de nuevo al mundo real. La escena que ahora veía difícilmente podría quitársela de la cabeza, es mas jamás se la quitaría de la cabeza, le importaba poco si era un pervertido y es que… ¿Cómo no serlo con aquel ángel que tiene por esposo?


 Su niño, su esposo… su ángel salió de aquella habitación vestido únicamente con un hermoso liguero blanco, con encaje en la zona del pecho, de igual forma estaba su espalda, la licra blanca estaba cubriendo apenas su pequeño y abultado vientre, además de que únicamente traía puesta unas pantaletas de chica, la cual apenas si lograba cubrir lo necesario ¿pantaletas de chica? Se pregunto el mayor… bueno, de todas maneras no estaría por mucho tiempo en el cuerpo del menor, además de que esta descalzo dándole un aspecto más inocente de lo que ya era, y por si fuera poco sus manitas intentaban en vano cubrir el pequeño bulto que sobresalía debajo de su vientre, ¡DIOS…! Si no lo violaba era porque deberás lo amaba tanto.


 “….Acércate Ayase… no te hare daño *aun*” –ordeno el mayor, alzando su brazo para que el menor se acercara lentamente hasta donde estaba. Dio unos cuantos pasos hasta llegar donde estaba recostado su esposo, subiendo y deslizándose por el lecho hasta llegar a unos cuantos centímetros del mayor, el cual se encargo de eliminar toda distancia que existiera entre ellos, con un abrazo posesivo, atrayendo la figurita del menor hasta donde estaba.


 “Me sorprendes… jamás soñé que tu vistieras de esa manera, ni en mis sueños más pervertidos lo había hecho… esta noche da por hecho que no permitiré que te duermas hasta las 3 de la madrugada…” –antes de que el menor pudiera decir algo, un beso roba alientos le invadió, dejándole las ganas de contradecir a su esposo.


 Juro que te hare feliz hasta el final
si me dices que si nunca te hare llorar
por que este sentimiento
es verdad no es un cuento

Quiero vivir amarrado a tu cuerpo
déjame estar enganchado a tu amor
quisiera estar en tus recuerdos
déjame tan solo amar


 Después de unos segundos aquel beso comenzó a intensificarse de manera frenética, tanto así que tuvieron que separarse por la falta del aire. Al separarse un poco de aquellos adictivos labios el prestamista pudo ver con mayor claridad el hermoso sonrojo en la carita de su esposo del que él era culpable. Lentamente sus manos comenzaron a descender y acariciar el pequeño cuerpo del menor, haciendo que este se estremeciera y comenzara a soltar suspiros eróticos, demasiado como para contenerse, pero lo iba a hacer.


 Cuando las carisias ya no eran suficientes, ahora los besos se encargarían de hacer lo que ambos seseaban. Lento, sin nadie que los presionara, solo ellos dos en el mundo ahora, el peli negro se encargo de que sus labios descendieran por toda la extensión del cuello blanco y sedoso del menor, lamiendo y mordiendo cada oportunidad que tenia, dejando notables marcas de *propiedad* en esa menuda figura la cual comenzaba a agitarse excitándose e excitando de igual manera al mayor.


 Los segundos pasaron y el momento se volvia mas excitante y caliente. Los suspiros y jadeos no se dieron a esparar por ambos uno cayendo rendido y el otro feliz de haberse casado con ese hermoso e inocente angelito el cual ya quería ser suyo esta noche y las siguientes.
 

Notas finales:

gracias por leer

siento mucho si se quedaron con ganas de lemon pero me andan vigilando y no puedo escribir asi me pertuban, prometo solemnemente que en el siguiente habra

amo a mi Kanou es uno de mis semes azotador favorito aparte de Iason ay los amo

la cancion se llama *Dejame tan solo amar* es de Sin Bandera

gracias por leer

nos vemos luego mina

saludos

luky


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).