Residencia Uesugi…
Los pájaros cantaban, la luz del sol estaba hasta su punto máximo, los niños iban y venían de las casas a las aceras de las calles, todo daba luz verde para un nuevo día. Pero en cierta habitación, un joven rubio de ojos amatistas se encontraba durmiendo cómodamente en su cama, eso claro hasta que el sonido del timbre de la casa se escucho por todo el eco del lugar. El rubio hizo caso omiso a ese sonido y siguió durmiendo, no estaba de humor para ir a ver de quien se trataba, pero la otra persona no estaba de acuerdo con él, dado que seguía insistiendo para que le recibieran, hasta llegar al punto de no querer quitar su dedo del timbre.
De mala gana fue despertando, pero aun estando adormilado y con los ojos cerrados, no se percato de que en momento golpeo una montaña de libros, mismos que utilizo la noche anterior para estudiar, haciendo que todos los ejemplares le cayeran encima, haciendo que se molestara más de lo que ya estaba. Estaba seguro de que iba a rodar una cabeza esa mañana.
“Más vale que sea de vida o muerte, porque si no, no respondo de mis actos…” –pensó, después de quitarse todos los libros del cuerpo, se levanto y aun con los ojos medio cerrados se dirigió a ver quién demonios se atrevió a interrumpir su sueño.
Lanzo un largo bostezo antes de llegar al recibidor, giro la perilla aun sin abrir por completo los ojos. Los cuales abrió de golpe al percatarse de que era besado en los labios y obligado a entrar de nuevo a la casa, mientras que la otra persona cerraba de golpe la puerta principal, sin dejar en ningún momento de besar los labios del rubio de ojos amatistas.
“Buenos días mi Rei-chan, ¿dormiste bien?” –esa voz, esa persona, la que entro de golpe, era...
“¿N-Nao? Bu-buenos días… tu… ¿Qué estas…? ¿Qué hora es…?” –respondió el menor, mientras era abrazado como si de un osito de peluche se tratara por el mayor.
“Son las 8:30 de la mañana. Vine a ver si necesitabas de mi ayuda. Además… quería pasar toda la mañana con mi Rei-chan, no te he visto desde el nacimiento de tu hermanita. Te extrañe mucho…” –contesto el castaño, abrazando con mayor fuerza al rubio.
“Y-yo también te extrañe mucho Nao. L-lo siento, no era mi intención abandonarte por tanto tiempo, pero con el nacimiento de Momo, la recuperación de papá, el trabajo y la inestabilidad de la familia, no he podido relajarme un poco, ahora si le sumamos que el infeliz de Kei no ha hablado desde que se fue y con lo de Saya… hago todo lo posible para que mi papá y mi hermanita estén bien… perdón” –se disculpo el de ojos amatistas, correspondiendo el abrazo del de ojos azules, hundiendo su cara en el pecho del mayor, aspirando su aroma. Hace cuento deseaba estar así con su novio.
“Te comprendo Rei *acariciando los cabellos rubios del menor* es por eso que estoy aquí. Quiero que te relajes por un momento y que pases tiempo de calidad conmigo…” –consoló el otro, mientras alzaba la mirada del modelo, haciendo que lo viera a los ojos.
“¿Qué estas pensando Nao? No puedo dilatarme más de dos horas, me ofrecí a cuidar a la hermanita menor de René aprovechando que no tengo nada que hacer hoy, además mi papá me pido prestada la jeep, así que no podemos salir a ningún lado ¿Cómo la pasaremos los dos ahora?” –pregunto el menor, antes de que sus labios se vieran atrapados por los de su novio, robándole el aire que necesitaba para respirar.
“No te preocupes Rei-chan… tenemos el tiempo suficiente para *divertirnos* sanamente los dos. Además… no necesitamos salir a ninguna parte… todo lo que necesitamos es ir a tu habitación y ya…” –indago el castaño, pasando sus manos por la cintura del modelo elevando la camisa sin mangas que vestía, haciendo contacto con la piel suave del menor, provocando un jadeo de parte de ambos.
“Ahhh… N-Nao per-pervertido…” –murmuro el rubio, mientras era llevado en brazos por el castaño, el cual solo sonrió al escuchar esas palabras por parte de su novio.
“Lo sé, lo sé… soy un pervertido… pero soy tu pervertido… Te amo tanto mi Rei-chan…” –continuo el de ojos azules, subiendo las escaleras junto con su novio, esa mañana iba a ser la más entretenida de toda su joven vida… y las que le faltaban.
Horas más tarde…
“¿Nao? ¿Qué haces aquí? ¿Y Rei-kun?” –pregunto el editor, en la puerta de la mansión Uesugi, con un enorme Suzuki-san en el brazo y en la otra mano la manita de su hija menor.
“¿Eh? A pues… Rei-chan esta un durmiendo, el pobre se desvelo estudiando toda la noche y… ayer me dijo que iba a venir Miu-chan aquí así que me ofrecí a ayudarlo y por eso estoy aquí Misaki-kun…” –respondió el menor, tomando el oso de peluche, y dejando que la pequeña ojo verde entrara a la casa y estuviera junto a él. Era obvio que era mentira todo eso pero rogaba a los dioses porque se lo creyera el castaño.
“¿Así? Entonces dime… ¿Cómo entraste a la casa? Hasta donde se Rei-kun era el único en la casa, además de que la familia Uesugi no tiene servidumbre, y si dices que él sigue durmiendo ¿Quién te abrió la puerta?” –pregunto el mayor, con toda la intención de molestar un rato al menor, aun sin creer lo que el ojo azul le dijo…
“Ahh pues… pues… ettoo… yo entre… yo…”
“No me respondas… ya sé lo que paso, no te preocupes no diré nada. Dile a Rei que le encargo mucho a Miu y que por favor no coma muchos dulces. Y tu Nao… no mientas… no sirves para eso. Vengo por mi hija más tarde, quizá a las seis, aun no sé. Cuídenla mucho…” –después de eso se hinco hasta llegar a la altura de la pequeña peli plata, le dio un beso en la frente y salió de ahí dejando a un ojo azul nervioso y sonrojado. Cuando se percato de que el editor estaba en la esquina de la calle fue como respiro en paz.
“Miu-chan ¿quieres comer algo?” –pregunto el castaño, un poco más tranquilo viendo como la pequeña asentía entraba despacio a la mansión.
“Nao-kun… ¿Qué paso? Ya no entendí…”
“Te lo explicare cuando tengas mi edad y espero que para ese tiempo no lo hayas hecho aun…” –concluyo el castaño, cerrando la puerta de mansión. Yendo de la mano con Miu para llegar a la cocina y no se perdiera.
Mientras tanto, en NG Records…
Todos los que estaban fuera de la cabina de grabación suspiraron aliviados al ver que el letrerito de *Grabando* se apago. Soltaron todo el oxigeno que estaban guardado desde que Bad Luck entro a grabar el nuevo sencillo para el lanzamiento de su penúltimo álbum como grupo. Si lo que leyeron… Bad Luck se desintegra o al menos eso fue lo que les dijo Shuichi cuando entro al estudio. Todos de inmediato pensaron que solo era una pésima broma de mal gusto, pero al ver la seriedad y ninguna pizca de picardía por parte del cantante, sabían de ante mano que no era una broma y que Shu iba muy enserio.
“Shu-chan… esa canción, fue… fue tan… ¡¡ahhh!! No sé cómo describirlo. Hacía tiempo que no escribías canciones tan emotivas y llegadoras. Incluso me sacaste una lagrimita Shu-chan malo…” –alboroto el peli verde, yendo directo donde estaba la banda, ofreciéndole agua al peli rosa el cual no se negó, mientras que su cuñado tenía en brazos a su pequeña Momo, la cual extendía sus bracitos para que su papá la cargara, acto que no rechazo el cantante, el cual al recibirla la abrazo y le dio un pequeño beso en la frente.
“Jaja ¿enserio Ryu? Hasta donde recuerdo, todas mis canciones siempre han sido emotivas y llegadoras, no entiendo cual es la diferencia con esta ahora…” –respondió el cantante, jugando con su bebé la cual comenzaba a jalarle el cabello, acto que hacía reír al peli rosa y a la nena.
“Shuichi… tu sabes a lo que se está refiriendo Ryuichi…” –intervino Tatsuha, serio y con las intenciones de mantener una conversación seria con su cuñado.
“Estoy de acuerdo con tu cuñado Shu… todos en esta sala (menos la bebé) saben perfectamente que todas y cada una de las canciones que escribes y cantas están pensadas y dedicadas a una sola persona. Eso es lo que piensas sobre…” –el argumento del peli rojo fue cortado al sentir la mirada penetrante de Shu el cual cambio de semblante al solo querer mencionar a su esposo y padre de sus hijos.
Todos y cada uno de los presentes en aquel estudio sabían que se estaba formando un horrible y muy pesado ambiente que solo era ignorado por la nena de Shu que estaba muy feliz jugando con el cabello de su papá, ni esa inocente actividad de su pequeña lograba desvanecer todo lo que pensaba el cantante en esos momentos. Con cuidado, separo las manitas de su bebé de su cabello y después, la cargo en sus brazos, para ir en busca de su manta, la nena comenzaba a tener sueño, le recordaba tanto a él y a sus hijos mayores. Tenía encima la mirada de todos, especialmente del esposo de su cuñada y de su manager los cuales solo observaban cada uno de sus movimientos. Es más, nunca imagino que estaría Tohma metido allí, bueno… lo más probable es que era para decirle a su esposa lo que hacía o dejaba de hacer. Con cuidado abrió la puerta del estudio para salir de ahí, no sin antes decirles a sus compañeros y familiares…
“…No juego cuando les digo que lo de la desintegración de la banda se hará. Estoy seguro que todos ya necesitan cambiar de profesión. Hiro con lo de la carrera de medicina, le es difícil mantener una estabilidad en el hospital y con la banda. Y Suguru-san ha recibido tantas propuestas de trabajo como autor de muy buenas melodías, no quiero que por estar cumpliendo con la agrupación, sienta que le estamos cortando las alas para expandirse a nuevos horizontes. *el mencionado como el peli rojo iban a decir algo mas pero fueron interrumpidos por el peli rosa* Y por lo que decías Hiro… por el bien de ambos y de mi familia, es que estoy tomando esta decisión. Es lo mejor para todos… no los perjudico mas a todos en NG y mis hijos y yo estamos más tranquilo sobre el tema. Ahora ya no tendré a quien escribirle mis canciones aparte de los trillizos y mi bebé…” –respondió tranquilamente, mientras salía en silencio del estudio, dejando a más de uno desconcertado, otro más preocupado y otro más perturbado.
“Esto es más serio de lo que pensaba. Tendremos que tomar medidas drásticas…” –hablo el peli verde, al ver que su amigo salía del estudio muy perdido en sus pensamientos.
“¿En serio? No me digas… ¿crees que funcionara lo que planean tú y tu esposo?” –menciono el peli rojo, serio y cruzando los brazos.
“Por el bien de todos tiene que funcionar…” –secundo Suguru.
“Y va a funcionar, tengan un poco mas de fe. Tatsuha y yo nos encargamos de que funcione, tengo medios y formas de conseguir lo que quiero…” –respondió el mayor, cruzándose de brazos, con un aire de superioridad y una sonrisa segura y de satisfacción.
“Pero… ¿si pink boy de todas maneras decide seguir con la idea de la desintegración de la banda? Y además de eso después de separarse de Mr Yuki decide irse a vivir a otro lugar. ¿Qué vamos a hacer?” –esta vez hablo el manager rubio, no muy convencido de su plan.
“Entonces no creo que Tohma se moleste porque la banda que le ha dado tanta fama y fortuna además de Nittle Grasper se vaya a desintegrar ¿o sí? *el mencionado solo lanzo una mirada gélida al abogado el cual hizo que se estremeciera un poco* Bueno ya, hablando en serio… estoy seguro que Bad Luck se mantendrá todavía a flote, al menos por estos meses aun tienen contratos que cumplir así que por ese lado pueden respirar tranquilos. Ahora… hablando sobre el divorcio de Shuichi…”
“Por supuesto que NO se va a llevar a cabo ese divorcio Tatsuha…” –esta vez hablo Tohma el cual se había mantenido hasta el momento al margen de esa platica.
“¿De cuándo acá te preocupas con lo que les pase a Eiri-san y a Shu?” –interrogo el peli rojo.
“Shindou-san puede hacer lo que quiera con su vida, a mi ni mi a esposa nos interesa lo que haga. Pero todo lo que tenga que ver con Eri-san y mis sobrinos es de mi incumbencia. No vas a hacer ni un solo movimiento hasta que Eiri te diga si, si o no se va a divorciar (que estoy seguro que no lo hará) pero para eso… necesitaras de mi ayuda y junto con el plan que ya tienes con Ryuichi se que resultara…” –sentencio el rubio, haciendo que a más de uno se le helara la sangre al ver la expresión en su rostro.
“¿Qué estas pensando Seguchi?” –pregunto Mr K.
“Solo diré que… no por nada me llaman el amo del universo Mr K” –contesto el rubio con una sonrisa que por supuesto era de la mas fingida. Al menos Ryu y Tatsuha contaban con el apoyo de Seguchi pero… ¿Qué va a pasar cuando el escritor se entere que Shu quiere separase de él?
Mientras… en alguna cafetería de la ciudad de Tokio.
Si ese día el destino estaba en contra suya era algo malo, muy malo. El que siempre ha sido fiel creyente del destino y del que si suceden las cosas tiene que ver más con el Karma que con cualquier otra cosa en la tierra, se estaba resignando a creer que existía otra cosa que si era mucho más poderoso que el destino y el Karma. Salía del trabajo cuando recibió un mensaje de su amigo, lo primero que pensó fue *adiós a la cena de repollo que tenía pensado darle a mi familia* de mala gana abrió el mensaje, se llevo una sorpresa al ver de quien se trataba, pero se sorprendió mas al leer *Quiero hablar contigo, en privado, te veo en la cafetería que está cerca de la editorial en una hora* podía jurar que fuera lo que fuera no iba a ser algo bonito. No se equivoco. Maldito sentido para la detección de malos presentimientos.
“Tiene que ser una estúpida broma ¿cierto? Una maldita broma de mal gusto…” –se atrevió a romper con el silencio que estaba comenzando a invadir su conversación con cierto castaño, el cual solo negó con la cabeza lo más calmado de lo normal mientras tomaba un pequeño sorbo de su te.
“No es ninguna broma Shinobu… estoy hablando muy en serio. Quiero que seas tú el que lleve mi divorcio con Usami-san…” –respondió el castaño, viendo como el ojo gris movía de un lado a otro su cabeza, en señal de negación.
“No… yo no puedo… ¿Por qué mejor no vas al bufet donde trabajo y buscas a otro que te divorcie de Akihiko? Yo no puedo hacerlo. Ambos son mis amigos, no puedo separarlos. Lo esperaría de Hiroki pero de ti… lo siento pero no puedo hacerlo Misaki…” –continuo el bogado, negándose a esa idea, ni aunque el editor estuviese de rodillas suplicándole, no lo aria.
“Por favor Shinobu, te lo estoy pidiendo como el amigo que eres para mí. Además… créeme que a mí tampoco me gusta la idea de un divorcio, pero tengo que hacerlo. Te lo pido por los años de amistad que tenemos, ayúdame…”
“Si no quieres divorciarte, entonces… ¿Por qué lo haces?”
“Porque es lo mejor para todos. Para él, para mis hijos, para mí. No quiero que por su culpa mis hijos sigan sufriendo o peor aún, terminen peleándose como él y Haruhiko-san…”
Pasaron unos minutos y tanto el ojo gris como el ojo verde no dijeron más sobre el tema. Comenzaba a formarse un silencio lo demasiado incomodo como para que algo de los dos se atreviera a romperlo. Esto hacia que el abogado comenzara a molestarse, pero además le servía para empezar a indagar sobre la petición que su amigo le estaba pidiendo, ¿Qué es lo que estaba pasando en el matrimonio de Misaki? Era como si se hubiera perdido de algo importante, es mas dudaba que Hiroki o algún otro supiera con exactitud lo que estaba pasando con el matrimonio Usami. Además con el último comentario que el castaño hizo *es lo mejor para todos, para él, para mis hijos y yo* Digan lo que quieran de él pero no era ningún idiota. De ante mano sabia que sea lo que haya pasado entre ese escritor y el editor, toda la culpa la tenía Usami. A su parecer esta vez Akihiko había metido la pata y hasta el fondo.
Después de pensarlo un rato más suspiro resignado. Si eso es lo que quería el castaño, lo aria, lo ayudaría, pero eso no garantizaba que a cierto conejo le vaya a gustar la idea. No solo a él, sino a todos los demás que mantenían una amistad con el matrimonio Usami.
“Está bien… te ayudare pero… te aseguro que Akihiko no le va a gustar la idea de que te divorcies de él sin haber hablado antes con el…” –murmuro el abogado, tomando un poco de su café, esperando una respuesta del otro, quien no lo conociera diría que estaba tranquilo a pesar de que se estaba hablando de su divorcio, pero nada cerca de la realidad estaba.
El editor, aunque perdido en sus pensamientos, contesto “Intente hacerlo… desde lo ocurrido con mi hijo no ha dado señales de vida. Le mande mensajes para que pudiésemos hablar y llegar a un acuerdo para lo del divorcio. Creo que fue mala idea correrlo después de que el corriera a mi René… sin haber hablando antes del divorcio”
“¿Lo corriste de tu casa? ¿Por qué?”
“Le dije que así como tuvo los suficientes pantalones para correr a mi hijo mayor solo porque René se enamoro de la persona que *según Usami* era solo un ladrón y vividor, no tuve más consuelo y remedio que correrlo a él también, en ese momento solo le dije que me iba a separar de él. Supongo que lo tomo como un juego o una simple amenaza, pero ahora eso no es cierto. Voy muy enserió con esto Shinobu…” –respondió el editor, aunque dolido y triste pero firme con sus palabras.
Después de eso, el abogado no pregunto más. El editor miro su reloj de pulsera, se le estaba haciendo para regresar a la editorial, así que rápidamente se despidió de su amigo con la esperanza de que lograra ayudarlo con su situación y salió apurado de la cafetería. Antes de irse, el abogado le dijo * en dos semanas te llevo los papeles para que los firmes* y con eso salió sin escuchar nada más.
Era tanta la prisa que llevaba que no se fijo que había alguien en su camino y termino estrellándose con la persona.
“Perdón… estoy apurado y por la carrera no lo vi…” –se disculpo el editor, con la mirada en el suelo aun triste por lo que estaba pasado en su matrimonio.
“No te preocupes Misaki-kun, yo también estaba distraído, sabía que no era bueno detenerse en medio de la cera…” –el castaño abrió los ojos de la impresión al darse cuenta que la otra persona era… era…
“¿Ijuunin-sensei? ¿Qué está haciendo aquí?” –pregunto el menor, un poco más relajado al darse cuenta que había encontrado alguien del trabajo.
“Quería despejarme un rato del trabajo, pero jamás me imagine que te encontraría saliendo de esa cafetería. ¿Quieres que te acompañe a Marukawa? Digo… ahora no tengo mucho trabajo y tengo tiempo libre. Tu esposo no…”
“Para nada… no creo que a Usami-san le moleste el que me acompañe de regreso al trabajo. Además… ahora no está en condiciones de prohibirme algo…” –contesto el castaño, sonriendo levemente. Mientras ambos, editor como mangaka iban platicando sobre eso ultimo. Sinceramente el pequeño ojo verde necesitaba desahogarse y contarle a alguien sus problemas, además de que necesitaba de un consejo para saber si está haciendo un buen trabajo o no.
Mientras con Shinobu…
Después de ver como su amigo salía apurado y con un claro sentimiento de melancolía en sus ojos y rostro fue como pudo medio asimilar lo que estaba pasando con todo eso… ahora con más razón después de ver como su amigo ojo verde era acompañado por lo que a su vista era un compañero de trabajo lo dejaba intranquilo. Mucho más al detectar que ese *compañero de trabajo* de Misaki no le apartaba la mirada de encima *Lo ve como si se lo quisiera comer…* pensó el abogado, viendo mas de simple atención y comprensión por parte del más alto. Eso por alguna razón no le había gustado para nada y ahora con lo del *supuesto* divorcio que Misaki quería llevar a cabo… estaba seguro que sin esposo o alguna pareja que estuviera de tras de su amigo, este sería presa fácil para muchos de los depredadores que iban tras él y eso era algo que por supuesto iba a impedir a toda costa.
Busco de entre sus ropas su celular, busco un numero que de memoria ya se lo sabia pero con lo enojado y confundido que estaba perdió un poco de tiempo, presiono sen y de inmediato espero a que le contestaran del otro lado de la línea. Fue hasta el cuarto timbrazo que le contestaron…
“Tenemos problemas… Graves y serios problemas…” –ni tiempo le dio al de la otra línea contestar, lo interrumpió de inmediato. “…Mas te vale que no sea una broma de tu parte…”
“No Hiroki… esto es serio. Misaki piensa divorciarse de Akihiko…” –con eso ultimo paro cualquier reclamo por parte del otro.
“¿Hablas enserio?”
“Tan enserio que esta mañana me busco para pedirme que sea yo el que lleve su caso…” –respondió impaciente.
“Está bien… ¿tú que le dijiste?” –pregunto el profesor.
“Solo le dije que en dos semanas le llevaba los papeles para que los firme. Quise saber más del asunto pero al parecer el mismo no sabe lo que pasa o simplemente no quiso hablar más sobre el asunto. Esta mal Hiroki, está muy demacrado es más parece que no haya comido en días, parece que hubiera llorado toda la noche anterior. Dice que desde hace días a tratado de llamar a Usami para que hablaran y decirle sobre su separación, pero este no le contesta. ¿Qué crees que haya pasado?” –pregunto el abogado, pagando la cuenta de su café y del té de su amigo, saliendo de la cafetería.
“No lo sé Shinobu… pero sea lo que sea algo tuvo que haber hecho Bakahiko para que Misaki tomara la decisión de divorciarse de él. Con este idiota no se puede esperar nada. Si dice Misaki que ha tratado de localizarlo eso quiere decir que está mal, muy mal como para contestar sus llamadas. Ven a la universidad. Te necesito aquí. Yo iré a decirle a Miyagi sobre la situación, pero te necesito aquí para que nos expliques exactamente lo que te dijo. No tardes…” –dicho esto, el profesor corto la comunicación, intentando pensar donde rayos esta su amigo y que estupidez tuvo que hacer para que alguien como lo es Misaki no quiera saber nada mas de Akihiko.
En otro lugar de la ciudad… horas más tarde.
Sinceramente esperaba que su regreso a casa fuera más o menos la deseable pero al parecer no fue así. Para empezar… regresaba de la biblioteca pública dado que ahora como se consideraba alguien independiente al respecto a su padre necesitaba de libros y dado las circunstancias no contaba con ellos, así que tuvo que dar un largo viaje hasta haya solo para que le dijeran que los libros que solicitaba ya los habían pedido y que no los regresarían hasta el mes entrante *lo que me faltaba* fue lo que pensó en ese instante dado que los necesitaba con urgencia pues resulta que si examen de admisión a la universidad se realizaría dentro de dos meses pero necesitaba planificarse en tiempo y modo para que su ingreso fuera exitoso.
Después de eso, fue a ver asuntos del trabajo, y como era de esperarse solo fue para más problemas su visita. Ahora resulta que la protagonista de la obra en la que está trabajando y consiguiendo el dinero que necesitaba, renuncio así sin más, no dio explicaciones y mucho menos dijo porque se iba de la obra de teatro *era de suponerse de ella* fue lo que dijo cuando el director de la obra le dijo que esta se vería temporalmente cancelada hasta que consiguieran a alguien en su lugar.
Suspiro cansadamente, pues lo único que deseaba en esos momentos era descansar un poco de su largo día en los brazos de su novio, pero cual fuera su sorpresa al entrar a su departamento y encontrar todo silencioso y oscuro, ¿Dónde estaba su novio? Y no es que él fuera escurridizo y todo eso pero… en su estado no podía ir tan lejos ¿o sí? Encendió las luces del lugar solo para que después diera un pequeño saltito como un gato.
“¡¡¡SORPRESA!!” –fue lo que escucho antes de verse envuelto por serpentinas y confeti, lo primero que vieron sus ojos violetas fue su novio con una hermosa sonrisa en la cara y al lado de él se encontraba su ¿papá? Y su ¿suegro? ¿QUE?
“Saya tu… ¿Qué es esto?” –pregunto dudoso, teniendo mirada dorada, amatista y verdosa sobre él.
“Amor... el día de hoy es tu cumpleaños ¿lo olvidaste?” –respondió el menor, yendo a abrazar a su novio, acto que el castaño no rechazo, es mas sonrió bobamente al tener la menuda figura de Saya entre sus brazos.
“Hijo… ¿enserio olvidaste tu cumpleaños? Ya ni yo soy tan distraído, ¿en qué piensas que olvidaste una fecha tan especial para ti?” –hablo el editor, yendo a abrazar a su hijo mayor.
“Ya… vale, vale, lo siento mucho. Pero es que entre el ingreso a la universidad y el trabajo y con el estado de Saya he estado en las nubes en los últimos los días, gracias por la fiesta sorpresa, a los tres” –continuo el castaño, siendo guiado por el de ojos dorados hasta la sala donde lo esperaban un delicioso pastel y la cena de esa noche.
“Al contario, soy yo el que debería de estar agradecido contigo René. Sé que tú y tu papá no se las han visto sencillo en los últimos días, pero aun así estas muy al pendiente de mi hijo Saya. Estoy en deuda contigo” –menciono el peli rosa, mientras cargaba en sus brazos a su pequeña Momo y esta jugaba un rato con su hermano mayor Saya, el cual se le iluminaban los ojos al ver a su hermanita y a su papá en buen estado.
“No debería de agradecerme Shuichi-kun, es mi deber estar al pendiente de mi novio y de mi hijo. ¿Ella es mi cuñadita?” –el cantante asintió, vaya que suerte tiene su hijo al tener a alguien como René por pareja.
Y así dio inicio a una pequeña y agradable cena entre hijos y padres. El castaño ojo violeta comento a su suegro y papá sus planes a futuro y que es lo que va ha hacer en cuanto nazca su hijo e incluso las cosas que ya tenía que tener concluidas y concretas antes de su llegada. Algo de lo que si estaba agradecido el castaño era por la pequeña fiesta que sus seres más allegados le organizaron, eso sirvió para distraerse un poco de sus problemas y de darse cuenta de que contaban con dos personas muy importantes ahora cuando llegue el bebé. Antes de irse, el editor le dio a su hijo un pequeño regalo por parte de su hermanita Miu-chan y otro por parte del matrimonio Kasuma, ambos fueron bien recibidos por el ojo violeta el cual le dijo a Misaki que en cuanto se desocupara iría a visitar a su hermanita, esto hizo que los ojos de su papá se le iluminaran y sonriera sinceramente después de días de no hacerlo.
Por su parte estaba el pequeño ojo dorado, feliz de ver a su papá y hermanita menor en buen estado de salud. Desde la última vez que lo vio no fue en la mejores circunstancias pero estaba más tranquilo al saber que el cantante como sus hermanos mayores estaban en buenas condiciones o eso es lo que el peli rosa quiso que Saya creyera pues para su bendita suerte era todo lo contario pues desde hace días que no sabía nada de Yuki, no ha podido localizarlo para hablar sobre su separación y para poder ir a registrar a la pequeña Momo como debería de ser. El pequeño peli negro era consciente de la condición en que estaba su papá pero no podía hacer la gran cosa si este no le decía con exactitud lo que estaba pasando en su casa.
Ahora que lo pensaba, no estaba ni enterado que el cantante quisiera separarse de su padre, es mas esa noticia lo tomo por sorpresa. Eso hizo que se sintiera mal, pues creía que por su culpa y la de su bebé, su papá había tomando la decisión de separarse de su padre. Acaso… ¿era su culpa? No ¿cierto? Porque de ser lo contrario no podría soportarlo su corazón…
“No es tu culpa… de nadie es la culpa Saya. Si decidí tomar la decisión de separarme de Yuki fue porque yo desde el principio le advertí que si se atrevía a interferir en la felicidad de alguno de mis hijos, no solo iba a divorciarme, sino que también jamás se lo perdonaría. No estés triste mi pequeño, los problemas que tenga con tu padre son míos solamente, ni tu ni ninguno de tus hermanos tienen que cargar con ellos…”
“Pe-pero… yo no quería que pasara…”
“Lo sabemos Saya-chan, pero lo que Shuichi-kun y yo hagamos no tiene que ver contigo y con René. Al igual que tu papá, yo ya había hablado con el padre de mi hijo e incluso le advertí que yo no iba a divorciarme de el si no que lo abandonaría y ya, pero creo que será lo mejor separarnos, por el bien de todos y por el bien de mi hija Miu, ella como René no tienen la culpa de nada de lo que pase entre su padre y yo…”
“Papá…”
“Es la verdad René. Las decisiones que tomemos Misaki-kun y yo son eso. Son nuestras. Los dos ya somos adultos y sabemos perfectamente lo que estamos haciendo. Además depende más todo esto de sus padres que de nosotros mismos. Ustedes solo preocúpense de ser feliz y de traer al mundo perfectamente a nuestro nieto. No se preocupen por nosotros, sabemos lo que hacemos…” –despues de eso, tanto el cantante y el editor salieron del departamento donde viven Saya y René, no sin antes abrazar fuertemente a su correspondiente hijo y después a su respectivo yerno.