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Amor Yaoi
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Familia Usami vs Familia Uesugi = Dulce amor prohibido por luky_luze

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Notas del capitulo:

Buenas tardes señoritas de amor yaoi

aqui de contrabando de nuevo, pero no importa, todo sea en nombre del yaoi y de mis seguridoras jeje

bueno aqui el capitulo 23 de este humilde fic

sin mas que decir, aqui el cap

A leer!!

Mientras… en Kioto.

Lentamente abría los ojos, intentando acostumbrarse a la intromisión de la tenue luz que se colaba por la ventana que tenia la habitación, cuando se percato de que ya su visión se estaba mejorando fue cuando pudo analizar con mayor precisión y expansión lo que tenía a su alrededor. Vio que su cuerpo estaba cubierto por sabanas blancas y que su brazo tenía una intravenosa mientras que en su pecho tenía conectado un cable y este estaba unido a un aparato que marcaba su ritmo cardiaco. Inconscientemente sonrió al recordar cómo fue que llego a aquella habitación *¿Eso significa que regrese?* pensó al verse en una habitación completamente blanca, mientras que a su lado estaba un pequeño sofá individual, pero la pregunta era… ¿Dónde estaban todos? ¿Por qué se encontraba sola? Sus dudas fueron sesadas al escuchar la puerta de su habitación ser abierta con clara molestia en la acción, *algo anda mal* fue lo que pensó antes de hacerse la dormida para su nuevo acompañante.

“No me vengas con eso. Ahora resulta que yo también tengo la culpa, por favor… mi hermano tiene la libre decisión de decidir con quién estar y escoger lo que mejor le convenga. Además, hasta donde recuerdo nuestro deber era solo cuidarlo mas no interferir en su vida amorosa…” –después de unos segundos hubo un pequeño silencio, al parecer se trataba de una llamada telefónica, pero esa voz… se notaba molesta y con ira contenida. Esa voz hizo recordarle mucho a su padre, pero después de unos segundos de analizar detalladamente esa voz, llego a la conclusión de que se trataba de…

“Es Kei… pero, está molesto además que por lo que veo está hablando con alguien cercano a su familia pero… ¿de quién se trata?” –pensó la pequeña ojo celeste, mientras ponía atención de lo que hablaba su novio atreves del teléfono.

“…Pero por supuesto que tengo todo el derecho de ponerme y responderte así. Eres un idiota y un estúpido… ¿Qué?... Esperabas que te felicitara por tu maldita actitud de niño chiquito. ¿Esperabas que te felicitara después de haber dejado a su suerte al que hasta entonces era tu hijo menor? Pero por dios… si serás un idiota *lo siguiente que escucho Megumi fueron gritos que no lograba entender y salían de la bocina del teléfono* Te recomiendo que le bajes a tu tonito de voz a no ser de que quieras que te demande *de nuevo los gritos* ¿se te hace poco el querer golpear a tu hijo mayor, a Rei?... claro que tengo y puedo amenazarte, a diferencia de Rei y de Saya yo soy tu dolor de cabeza porque sabes que lo que digo lo cumplo importándome poco lo que tenga que hacer para conseguirlo. Además… créeme que no me faltan motivos para darte una lección… *de nuevo un silencio, pero después volvieron los gritos* ¡¡¡TU NO ERES MI PADRE!!! Porque si lo fueras no hubieras hecho esa canallada a Saya y hubieras estado cuando TU esposo dio a luz a tu hija más pequeña. ¿y qué hiciste? Claro… ya lo recuerdo. Tuviste que ser tan cobarde que ni siquiera eso fuiste capaz de hacer…” –grito y exclamo el rubio pero después recordó en donde estaba y se tranquilizo. Suspiro cansadamente mientras hacía caso omiso de los reclamos que se escuchaban del otro lado de la línea.

“… ¿Sabes? Mejor esto lo hablamos luego. Ahora no estoy de humor como para escuchar tus reclamos que no vienen al caso. En unas horas regreso a Tokio y entonces si sabrás quien es Kei Uesugi… soy tu hijo ¿no? De alguien tuve que sacar mi carácter y mi orgullo…” –sin esperar respuesta del otro lado de la línea colgó, guardo su celular y se dirigió a la cama donde descansaba su novia la cual comenzaba abrir los ojos *ahora* y esta le sonreía cálidamente.

“Buenos días… ¿te despertaron mis gritos?” –saludo para después acariciar la mejilla de la peli negra la cual negó moviendo la cabeza. Mientras que un tierno sonrojo iluminaba su rostro.

“N-no, acabo de despertar *mintió* pero… ¿Por qué estabas gritando? ¿Qué paso?” –pregunto la ojo celeste, viendo como los ojos amatistas del rubio cambiaban de preocupación a molestia. Sea lo que haya sido el culpable de la molestia de Kei sabía que no era bonito.

“Nada importante. Pero tengo que regresar a Tokio en unas horas… pero contigo en el hospital no podre hacerlo…” –contesto el rubio sin darle la mayor importancia al asunto.

“Querrás decir *Tenemos que ir a Tokio…* porque yo voy contigo. Sea lo que te haya pasado me involucra a mi también como el trabajo de mi padre te involucra a ti también. Así que no me vengas con que me vas a dejar en esta habitación porque te juro que no te lo perdonare Kei…” –continuo la chica, con el sonrojo de sus mejillas más notorio pero firme en sus palabras.

“Pero Megumi… acabas de despertar del coma en el que estabas, no puedo llevarte así…”

“Lo harás y punto Kei, además estoy aburrida entre tanto blanco a mi alrededor, creo que ya dormí mucho, además lo que te pase a ti me perjudica a mi también. Así que nada de peros y ve a que me den de alta que ya me aburrí aquí, extraño a los demás. Dile a mi padre que quiero hablar con el…” –hablo autoritaria la chica, mientras fruncía levemente el seño y se cruzaba de brazos, como una niña pequeña.

“A veces no sabes la magnitud de tus palabras Megumi…” –pensó el rubio, dándole un pequeño beso en la frente a su novia, y después salía de la habitación. Un problema menos en su vida, pero… nada garantizaba que iba a servir de algo el haber amenazado a su padre con demandarlo. Pueden decirle que esta exagerando pero… es claro que nadie, incluso el propio Yuki, se metía o intentaba hacer algo a su papá y a sus hermanos sin que salgan librados del asunto. Él era el encargado de cuidar y proteger a su familia y como tal iba a hacer hasta lo imposible con tal de cumplir su papel.

En Tokio… días más tarde.

Ambos, tanto peli verde como peli negro se encontraban en el auto de este ultimo haciendo *guardia* para esperar a cierto personaje saliera de su departamento, que por los informantes de Mr K se encontraba en el último piso de aquel edificio. Pero nadie garantizaba que Yuki Eiri estuviera en condiciones de recibirlos o de siquiera abrirles la puerta. Esto lo tenía bien contemplado el ojo oscuro pues se está hablando de su hermano mayor y por consiguiente sabía perfectamente que el estado del escritor podría ser crítico o simplemente deplorable. Que se lo digan a el que fue el que lo recibió hace 17 años en Kioto en un estado que para muchos sería algo sorprendente e increíble de creer.

“Hay que hacerlo Tatsuha, entre mas tardemos en ir a verlo, más tiempo seguirá sufriendo Shu-chan…” –la voz de su esposo lo saco de sus pensamientos. Tenía razón el mayor pero… ¿si no funcionaba?

“Tienes razón Ryu pero… ¿si no funciona? ¿Qué vamos a hacer?”

“Tranquilo… si el plan A no funciona, tenemos el plan B no temas, estoy seguro de que funcionara…”

“Pero… ¿si ninguno de esos dos planes funciona?”

“Utilizaremos medidas drásticas y ya. Va entender de una u otra manera. Todo depende de él. Además tengo un as bajo la manga. Tu hermano entenderá por la buenas o malas…” –dicho esto, el mayor bajo del automóvil rumbo al edificio donde se encontraba su cuñado, seguido por su esposo el cual aunque estaba consciente de lo que iban a hacer, nada garantizaba que fuera a funcionar. No tenía que ser pesimista, después de todo, las cosas que pensaba su esposo siempre resultaban, por una u otra razón.

Llegaron al elevador, después de que las puertas de este se abrieran entraron y presionaron el botón del piso donde se encontraba el departamento donde se encontraba recluido el escritor y si recluido dado que desde hace semanas que no salía de allí para nada. Absolutamente nada, lo que llegaba a comer era solo la comida que el pedía a domicilio del supermercado, según les dijeron los informantes de cierto amante de armas militares. Esto alarmo mas al peli negro, no podía estar tan mal su hermano ¿cierto? Y si así estaba, ¿Por qué no hacía nada para remediarlo como lo hizo hace 17 años? ¿Se rindió?

“Ya llegamos Tatsuha…” –de nuevo la voz del cantante mayor lo saco de sus reflexiones. Como si de un robot se tratara mecánicamente comenzó a caminar por el pasillo del piso para llegar al departamento donde se encontraba viviendo su hermano y solo fue hasta que su esposo toco la puerta del hogar temporal del escritor fue como entendió que si estaba ahí era para ayudar a su hermano, como hace tiempo lo hizo.

“Ah son ustedes. Pensé que eran otras personas… pasen… no tengo nada que ofrecerles más que agua. No los esperaba…” –ambos, tanto el mayor como el abogado quedaron mudos al ver el estado y la apariencia que tenía el escritor, pero lo que más les sorprendió fue que este les hablara lo más normal del mundo, como si no supiera nada de lo que ocurría a su alrededor. Como si estuviese desconectado de la realidad.

“Eiri… ¿estás bien? Te noto distante…” –pregunto el abogado al ver como el rubio iba a lo que era la cocina y del refrigerador sacaba una cerveza y este se la tomaba de un trago, haciendo que un poco de la bebida se escapara de la comisura de sus labios.

“Claro… el que mi esposo y mis hijos me odien, eso no justifica que no esté bien *risa nerviosa* No te preocupes Tatsuha, esta vez yo no tuve la culpa de nada, si es lo que querías saber Sakuma…” –respondió el escritor, limpiándose la cerveza que aun tenía en los labios con la manga de su camisa sucia, viendo a su cuñado y hermano que solo lo veían como si de un bicho raro se tratara.

“¿Qué es lo que quieren…?” –hablo otra vez el rubio, yendo a donde estaba su sofá, sentándose en el mientras abría una segunda lata de cerveza y veía a sus *invitados* los cuales solo veían el estado en el que estaba el de ojos dorados.

“Venimos a ver como estabas. Hace semanas que no sabemos nada de ti, estábamos preocupados. Pero veo que tú estabas muy feliz de la vida aquí encerrado…” –respondió el mayor, cruzándose de brazos y teniendo su actitud adulta. Esa que sacaba cuando solo lo requería.

“Si solo vienes para eso…”

“Eiri por favor… *lo interrumpió su hermano* Si estamos aquí es para decirte que Shuichi está mal. Muy pero muy mal, tanto así que piensa desintegrar la banda. Es mas ya casi no come o sale a la calle y aunque sabe que eso le hace mal a él aun así lo hace. Tenemos miedo de que vaya a cometer alguna estupidez o piense quitarse la vida…” –ok exagero, pero situaciones desesperadas necesitan de medidas desesperadas ¿no?

“Eso lo hubiera pensado antes de echarme de MI casa. Además yo no tengo que pagar por los berrinches de ese baka, si quiere o no quitarse la vida es su problema no mío, suficientes problemas ya tuve de ese mocoso como para cargar otra muerte más en mi conciencia…” –esa respuesta nadie se la esperaba, es más los dejo mudos de la impresión.

“¿Cómo puedes ser tan cínico…? *exploto el mayor* Para empezar… maldita basura, si para ti 18 años de matrimonio con Shuichi fue un maldito problema para ti no lo hubieras ido a buscar al aeropuerto, es mas lo hubieras dejado como estaba incluso a sus hijos, así tendrías la vida que tanto quisiste desde el principio, ¿Cómo puedes expresarte así de alguien como lo es Shu? Es el padre de tus hijos maldita sea, *el abogado iba a intervenir pero el mayor continuo* Además… si te echo de tu casa fue por tu culpa, tu corriste de la casa primero a Saya que hasta donde se él solo cometió el error de que en su vida tuviera a aun padre tan estúpido como lo eres tú, y si crees que haciéndote la víctima como siempre lo haces vas a solucionar algo de este problema, es mejor que sigas hundiéndote de borracho como lo estás haciendo ahora…” –continuo el cantante, cruzándose de brazos, esperando alguna palabra del escritor o de su esposo, lo que pasara primero.

“…Váyanse… necesito estar solo…” –eso no se lo esperaba el abogado. ¿Simplemente iba a decir eso? ¿no iba a hacer nada? Ahora mismo le encantaría leer los pensamientos de su hermano, porque ese sujeto no podía ser Eiri Uesugi, ¿cierto?

“Me iré en cuanto firmes los papeles que trae Tatsuha. Será más sencillo para ti y Shu si se hace de esta manera…” –continuo el cantante, viendo fijamente a su esposo el cual dudo en obedecer lo que su esposo le mando. “

Ryuichi…” -¿no se suponía que era *eso* lo que iban a impedir? ¿Qué estaba pensando su esposo? Sea lo que sea, el peli verde sabía lo que estaba haciendo y si lo sabía lo involucraba a él también.

“¿De qué papeles están hablando ustedes dos? ¿De qué diablos hablan?” –esta vez hablo el escritor, atrayendo la mirada de su hermano y su cuñado.

“Los de tu divorcio, por supuesto…” –ahora si el escritor quedo pálido en todo el tiempo que él era el que el encargaba de poner en esa posición a los que estaban allí con él.

“¿Qué? Creíste que mi esposo no estaba hablando en serio. Déjame aclararte algo Uesugi… Shu va muy enserio con esto, tanto así que ya los firmo el *mostrándole los papeles, donde estaba la firma y la línea correspondiente a la del escritor* haznos un favor y ya fírmalos… tenemos otras cosas que hacer…” –si el escritor estaba pálido, ahora con la afirmación del peli verde parecía fantasma, es más, tal parecía que estuviese desconectado de la realidad.

“Ryu dijimos que…”

“Ya lo sé Tat-chan pero si tu hermano no quiere entender que Shu está mal y que es a causa suya, entonces no vale la pena rescatar algo que ya no tiene remedio, además… no pienso permitir dejar que mi amigo permanezca al lado de alguien que se suponía que era su esposo y que solo lo ve como una molestia y que incluso sabiendo que ahora su vida depende de él no hace nada para remediar sus problemas…”

“¿No estarás pensando permitirle a Daniel que se acerque a Shuichi, o si? Sabes que desde hace tiempo ha estado de tras de él como si su vida dependiera de eso…”

“Por supuesto que sí Tatsuha. Hombres como Daniel Turner valen la pena. ¿Ya olvidaste como se conocieron el y Shu-chan? Además mi Shu no esta para nada mal, a pesar de que ya casi cumple 40 parece alguien de 25 a pesar de ya haber tenido 3 jovencitos de 18 años. Si te digo todo esto es porque es obra del destino…”

“Si por destino te refieres a que hace 17 años Daniel mostro interés por Shuichi después de que se conocieran en el consultorio donde Shu iba a sus revisiones mensuales del embarazo, entonces si… eso fue el destino. Aun no creo que ese chico sea millonario y que después del rechazo inminente de Shu a él siga detrás suyo como si de un perro faldero se tratara…”

La mente del rubio estaba hecha un caos. Era mentira ¿cierto? Shuichi no podía pedirle el divorcio ¿o sí? Pero… pero… ¿Por qué no lo consulto antes con él? Es decir… ¿eran para eso las llamadas de su parte que el jamás se atrevió a recibir y a contestar? ¿Era para eso que quería hablar con el? ¿Eso era? No… Shuichi no podía ser capaz de hacer eso, sin embargo… hace tiempo el peli rosa estaba decidido a continuar su vida con o sin él, es mas… estaba decidió a ser padre soltero. Pero cuando el regreso, cuando supo que había cometido un grave error y que el embarazo de Shuichi era más que real y que el padre del bebé del cantante no era otro que el mismo, fue cuando comprendió que era ese atolondrado cantante que era el único que quería en su vida. Vida que ahora depende de él, es decir ¿Cómo pudo ser tan egoísta y cínico para si quiera pensar que no le importaba la vida de su esposo? Porque si… era su esposo hasta que el decidiera lo contrario. No iba a permitir que alguien aparte de él tuviera siquiera el descaro de tocar o de ver ese par de ojos amatistas llenos de vida y alegría, ¡Ja! Ni loco, esos ojos que heredaron sus hijos mayores y que estaba seguro que le costaría mucho recuperarlos y más a su pequeño Saya… Saya… el más pequeño de sus hijos y que el por un maldito prejuicio y una estúpida rivalidad lastimo profundamente, llegando a ser ese… el peor error que haya cometido en su vida.

“…No voy a firmarlos…” –esas palabras hicieron que la conversación del abogado con su esposo se detuviera abruptamente.

“¿Qué dijiste Eiri?” –pregunto el abogado, viendo como su hermano se levantaba de su lugar y se dirigía a lo que su parecer era el baño del departamento.

“Lo que oyeron. Si Shuichi quiere el divorcio quiero oírlo de sus labios, hasta entonces… esos papeles nos son más que hojas en blanco para mí. Además… no pienso permitir que alguien a parte de mi vea con ojos de amor a mi esposo. El que lo haga que de una vez se considere sin hijos para siempre…” –dicho esto, cerró la puerta del baño con un portazo mientras se escuchaba como el agua de la regadera se escuchaba. Fue hasta ese momento que el cantante mayor sonrió y se dirigía a abrazar al abogado.

“¿Ya ves? Te lo dije… iba a ser por las buenas o por las malas, pero al final iba a terminar cediendo…” –hablo el peli verde, abrazando con mayor fuerza a su esposo, hundiendo su rostro en el pecho de este.

“A veces me sorprendes Ryu… en realidad me asustaste, no pensé que fuera a reaccionar de esa manera…” –continuo el abogado, correspondiendo al abrazo de su esposo.

“Te dije que siempre obtengo lo que quiero Tat-chan. Y convencer a tu hermano no fue la excepción. Solo hay que ver la cara que puso Eiri al enterarse que esos papeles eran los de su divorcio, es tan bueno todo esto Tatsuha, ahora estoy seguro que Shu va a decir que no a su separación y la desintegración de la banda…” –respondió el cantante, viendo los ojos negros de su esposo.

“Tatsuha…” –la voz de su hermano llamándolo desde el baño hizo que el momento entre el abogado y el cantante se viera interrumpido.

“Dime algo, ¿Qué saben de Rei y de Kei? Hace unos días Kei me llamo para *avisarme* que si volvía a lastimar a Shu o a Rei iban a ser peor las cosas para todos. Me amenazo en otras palabras. Los gemelos me odian, ¿cierto? Y si ellos lo hacen, eso significa que Shuichi también me odia…” –siguió el escritor, saliendo de la ducha y dirigiéndose a su habitación, con la mirada expectante de su hermano y cuñado en el.

“No quiero que me odie Tatsuha… es lo único realmente bueno que he conseguido en la vida, además de mis tres hijos. Sin ellos mi vida no vale la pena. Pero no me rendiré… voy a recuperarlos, cueste lo que cueste hermano…” –continuo el rubio, saliendo de su habitación ya vestido y arreglado para salir. Siendo observado y alentado por el abogado y el cantante.

“Te equivocas Eiri… *hablo el peli negro, atrayendo la mirada dorada* No tienes tres hijos… tienes cuatro, tu hija menor nació el día que paso todo esto. Se llama Momo y por lo que hemos visto es que va a ser igual a Shuichi. Incluso tiene el cabello rosa y sus ojos iguales a los de él. No pierdas más tiempo hermano y ve tras él, antes de que sea demasiado tarde para hacerlo” –hablo el abogado, alentando a su hermano a que actuara, viendo como los ojos dorados de su hermano se dibujaba una pequeña luz de esperanza y felicidad al escuchar que tiene una hija igual de revoltosa y alegre como su esposo… su Shuichi.

En otra parte de la ciudad…

“¿Megumi? ¿Naomi y Kento-senpai? ¿Qué están haciendo aquí?” –pregunto un desconcertado y dudoso ojo dorado, viendo como sus senpais y amigos de su novio estaban en la puerta de su departamento.

“Venimos de visita Saya-chan, ¿y René? Desde la graduación que no lo vemos, además aprovechando que Megumi-chan regreso de Kioto queríamos darles una noticia a los dos…” –respondió la castaña de ojos purpuras, siendo secundada por el de ojos grises y la chica de ojos celestes.

“René ahora está durmiendo, anoche se desvelo estudiando y con lo de mis antojos el pobre apenas si pudo descansar…” –contesto el pequeño peli negro, eso ultimo con un tierno sonrojo en su rostro.

“A veces ese chico se sobreesfuerza demasiado. No entiendo porque su afán de estudiar tanto. Si de los que estamos presentes es más probable que su ingreso a la universidad sea exitosa sea la de el y la de Megumi-chan. Y… ¿tienes antojos? Ay que tierno, mi Saya-chan ya es todo un padre de familia, me das tanta ternura…” –alboroto la castaña, yendo a abrazar (horca) a Saya el cual de una u otra manera intento corresponder al abrazo.

“Suéltalo Naomi, ¿no ves que lo estas asfixiando?, no creo que a René le vaya a gustar la idea…” –hablo la ojo celeste, fría en sus palabras pero preocupada.

“Kento dile a tu novia que le quite las manos de encima a mi novio a no ser de que quieras que lo haga yo…” –todos los ahí presentes sabían de ante mano que René, el cual ya estaba despierto y con un aura asesina a su alrededor, hablaba muy enserio, pues la castaña en vez de soltar al pequeño ojo dorado, puso mayor fuerza a su agarre. Rápidamente el de ojos grises se encargo de separar a la castaña la cual no se dio cuenta de en qué momento fue separada de Saya y sus brazos rodeaban ahora el cuello de Megumi, la cual tenía una venita saltándole en la frente, harta de la situación

. “Naomi… si aprecias tu vida y tu cuerpo, mas te vale que me sueltes a no ser de que quieras que te corte los brazos…” –amenazo la peli negra. La castaña al escuchar eso, rápidamente soltó a la ojo celeste y se fue a ocultar de tras del de ojos grises el cual le dio una mirada desaprobatoria.

“Mooe, ¿Por qué eres así de agresiva y intimidante con nosotros Megumi-chan? No es justo que solo con tu novio y Saya seas buena y cariñosa…” –le reprocho la ojo purpura, aun de tras de Kento. La mencionada solo lazo una mirada gélida y asesina a la castaña, haciendo que se quedara callada, por el momento.

“Ya, vale, vale… entiendo que están aquí para decirnos algo y no para pelear. Bien… los escuchamos…” –intervino el ojo violeta, ahora abrazando a Saya de la cintura y llevándolo hasta la pequeña sala que estaba en su departamento, sentando a su novio en sus piernas e invitando a los demás a que tomaran asiento.

“Hace unos días Nao nos dijo que está en tus planes ir a estudiar a la UT (Universidad de Tokio) ¿Qué tan cierto es esto René?” –pregunto Megumi, mientras era observada por la mirada dorada y violeta al mismo tiempo, mientras los demás esperaban una respuesta de su amigo.

“Es tan cierto como el hecho de que mi Saya eta esperando un hijo mío… ¿Por qué lo preguntas Megumi?” –respondió el ojo violeta, abrazando con mayor fuerza al menor que estaba en sus piernas, haciéndolo sonrojar y luciendo la pancita que tenia de cuatro meses y medio de embarazo.

“No nos mal interpretes René, si te estamos preguntando esto es porque queremos que sepas que cuentan ustedes con nosotros para cualquier cosa. Después de todo, no será sencillo el cuidado de un bebé solo con ustedes dos, mucho menos tu con tu ingreso a la universidad” –continuo la castaña, seria, dado que rara vez se le veía así en esa manera.

“Lo que Naomi quiso decir fue: Nosotros también vamos a ingresar a la UT. No solo lo hacemos por ustedes, también nosotros tenemos nuestras razones para hacerlo…” –murmuro la ojo celeste, seria y un tanto cohibida.

“Por ejemplo, Kento quiere ir a estudia allí dado que desde antes de conocernos ha sufrido de varios problemas con otros chicos dado que su padre es el decano de la universidad Mitsuhashi y su papá es el heredero de esa prestigiosa escuela, siempre lo molestaban diciéndole que su ingreso a la universidad ya estaba asegurada por sus padres. Harto de todo eso, decidió estudiar en otra universidad que no fuera la UM y por tal motivo el va a hacer el examen de ingreso. De mi parte, quiero que mis padres estén orgullosos de mi y por tal motivo decidí igualmente hacer el examen de admisión, no quiero seguir siendo tachada por la princesa de papá, estoy harta de eso. Quiero lograr algo por mi parte y no por el nombre de mis padres o porque soy heredera de Marukawa-shoten. Si voy a ser la dueña de esa editorial será por mis medios y no por la influencia de mis padres…” –continuo la castaña, levemente molesta mientras hacia un pequeño puchero y era abrazada por el ojo gris el cual no ha dicho ninguna palabras desde que llegaron.

“¿Y tu Megumi? ¿Por qué quieres ingresar a la Universidad de Tokio?” –esta vez pregunto el pequeño ojo dorado, viendo a la ojo celeste, la cual dio un pequeño saltito al escuchar la voz de su ¿cuñado?

“Eso… bueno, dado que mi padre estudio en esa universidad cuando era joven quiero hacerlo. Mi papá, aunque no estudio en esa universidad, si lo hizo en una muy costosa y prestigiosa para la nación. Creo que se los debo a ambos. Además… *un pequeño sonrojo comenzó a invadir sus mejillas* Kei y yo decidimos estudiar Administración de empresas en UT porque creemos que cumplen con nuestras expectativas. Y no quiero dejarlo solo haciendo desorden y medio. Por eso es Saya…” –respondió la ojo celeste, aun con la mirada dorada y violeta sobre ella.

“De ahora en adelante, serás alguien más de nuestra pandilla, así que por esa razón también lo hacemos. René siempre ha sido un gran amigo para todos, hablo por todos cuando digo que sin él jamás hubieras podido tener una amistad así de solida en tres años de preparatoria juntos. Estamos en deuda con él y es por eso que queremos ayudarlo en todo…” –hablo, para sorpresa de todos, el siempre callado Kento, con sus ojos grises mostrando determinación y orgullo.

“Valla Kento… esta es la primera vez que te he escuchado decir más de cinco palabras en una oración. Me sorprendes. *con ese comentario hizo que todos los que estaban en esa sala rieran sonoramente* Si es esa su decisión, no somos nadie para prohibirles o negarles sus deseos. De ante mano se los agradezco mucho chicos, créame que los necesitaremos mucho ahora que nazca el bebé…” –murmuro el ojo violeta, agradeciendo a sus amigos todo el apoyo que le estaban brindando.

Así daba comienzo a una plática de más de tres horas entre amigos. Esto le sirvió mucho al pequeño Saya para conocer más cosas que René con mucho esmero se encargo de ocultar, pero con los amigos que tenía el actor era imposible guardarse todo eso. ¿Cómo fue posible que alguien tan serio y reservado en su vida como lo era el ojo violeta, hiciera una escena de tales magnitudes solo con un pequeño vaso de sake? Bueno… eso era algo que iba a averiguar el de ojos dorados, varias cosas iba a conocer y a tener que sacarle a su novio como por ejemplo, ¿Cómo conoció la actuación? Después se lo preguntaría y vería si podría sacar sus armas para convencerlo a que dijera que sí.

Notas finales:

Muchas gracias por leer!

ya saben donde esta Yuki y lo que ryu y tatsuha hicieron para convencerlo jeje, pero se preguntaran ¿donde esta usagi?

bueno, eso lo sabran en el proximo cap... ¡que comience la reconquista! juju sip estoy feliz

y como ven a mi amorosa megumi-chan? en cierta parte es como yo esta chica todo un amor con los demas. me encanta su caracte jeje *u*

para saber mas de esto, les sugiero paciencia como hasta ahora la han tenido conmigo, sip?

sin mas que decir por el momento

eso fue todo mina-san

un abrazo 

luky


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