“¡¡¡Enserio te dijo eso!!! No juegues Saya ¡es imposible que René Usami fuera capaz de decirte eso! Es increíble” –alboroto la peli verde, mientras caminaba de un lado al otro del salón de reuniones para eventos especiales y escolares siendo observada por su primo y mejor amigo
“Tranquilízate Sara, estoy seguro que lo que Usami-senpai dijo tuvo que haber sido un error ¿verdad Saya?” –hablo el peli rojo el cual enfoco su vista al menor Uesugi, el cual movió su cabeza negando lo que dijo su mejor amigo
“No hay error Kai, Sara, eso fue lo que me dijo senpai, claro que no le creo es decir ¿Cómo puedes enamorarte de una persona en menos de dos meses de estar hablando con el frente a frente y olvidar a la persona de la que te enamoraste a primera vista así de fácil? Claro que es mentira lo que me dijo” –continuo el menor, suspirando y negando con la cabeza
“Pero… *hablo la ojo negro atrayendo la atención de los otros chicos* si no mas recuerdo, mi primito ha sido acosado últimamente por senpai, sino fuera por Rei y Kei quien sabe que ya le habrá hecho Usami, además ¿no se suponía que estaba saliendo con la bruja de Rosalina?” –continuo Sara, mientras era vista por su primo
“Hasta donde me dijo, que ya no quiere saber nada de ella, desconozco los detalles, pero estoy seguro que fue por las *actitudes* de Rosalina, además no te refieras a ella como una bruja, aunque ya le falta poco para serlo, es nuestra prima, no importa lo que haya pasado antes, es nuestra familia también Sara” –continuo el pelo negro, mientras fijaba su vista en el horizonte, perdiéndose en sus pensamientos
“¿Vas a corresponder a los sentimientos de Usami? ¿Qué aras con André Lowell?” –continuo el peli rojo, mientras era observado y casi fusilado por la peli verde
“André ya tuvo su oportunidad, que no la supo aprovechar no es mi problema, prefirió irse con ella y después conmigo como si fuera un remplazo, un perro al que debe darle cariño, se equivoca, por eso no te preocupes Kai, ya tuve bastante de esos dos como para buscar más problemas. No pienso decirle nada a senpai hasta que esté completamente seguro de que son verdaderos sus sentimientos hacia a mí, pero… ¿Cómo hacerlo? Si mis hermanos se enteran de lo que me dijo René, no solo soy hombre muerto, también se muere senpai” –por unos minutos la habitación se quedo en silencio, pues los tres chicos estaban en silencio pensando lo que podría funcionar para poder descubrir si la confesión del ojo violeta hacia el pelo negro fue verdadera o solo fueron simple palabras vacías, pasaban los segundos y nadie decía nada, sino hasta que…
“¡Lo tengo! ¡Ya sé que aremos!” –alboroto Sara, alarmando a los otros dos, pues aunque estaban acostumbrados a esa actitud por parte de la menor, no esperaban que se emocionada en tales magnitudes
“Pues dinos, que se te ocurrió que te pusiste así de emocionada” –continuo Kai, mientras se sentaba en la silla que estaba cerca de ahí “Saya es otaku ¿verdad? *ambos chicos asintieron* y Saya ha hecho varios cosplay de diversos personajes ¿cierto? *volvieron a darle la razón a la ojo negro* -¿a qué quieres llegar Sara?- intervino el ojo dorado, pues ya tenía una idea de lo que planeaba su prima y eso no le gustaba. Lo que quiero decir es que, si Saya se viste de mujer en la fiesta de disfraces que están organizando los de tercer año y hace que Usami le diga sus verdaderos sentimientos por él sin que sepa que es Saya, te quitaras muchos problemas y malos entendidos primito” –continuo la menor, sonriendo de oreja a oreja, soñando al ver a su primo vestido de princesa como las que salen en los animes o programas de televisión, con sus vestidos esponjosos y llamativos, era un sueño
“Me niego rotundamente a hacer eso…, tengo un estatus y una imagen que proteger Sara” –se apresuro a decir el menor de ojos dorados, mientas le arruinaba su sueño a su prima y a su mejor amigo le aparecía una gotita de sudor en la nuca pues prefería quedarse callado para no salir perjudicado o lo obligaran a hacer o estar del lado de alguien
“¡¿Por qué no?! Vamos Saya, será divertido, además todos los Cosplay que has hecho en todo este tiempo han sido de los más hermosos y que mejor se apegan a los personajes a los que haces homenaje en las convenciones que asistes, eres el segundo o primer lugar, di que si, di que si, di que ¡¡¡¡¡siiiiiiii!!!! Te juro que no te pediré otra cosa en el mundo, es mas yo misma te ayudare junto con Kai para prepararte y conseguir lo que necesitaremos para transformarte en otra persona por una noche, no será difícil transformante en chica, porque a decir verdad tienes mejor cuerpo que yo, delgado, frágil, pequeño de estatura, en pocas palabras, eres perfecto. Entonces ¿Qué dices Saya? ¿Quieres saber si lo que dijo Usami es verdad?” –el menor tardo un poco en contestar, ahora que lo decía Sara puede que sea divertido cambiar de sexo por una noche, es más, sería un nuevo reto para él como otaku profesional, que estaba dispuesto a lograr, además si hacia eso, mataba dos pájaros de un tiro, uno comprobaría las palabras de senpai en el baile bajo la identidad de otra persona y segundo, no tendría que complacer a su primita en hacer algo que él no quisiera hacer por lo menor en lo que resta del mes. Cerró los ojos y después de soltar el aire que tenia contenido en los pulmones dijo
“Esta bien Sara acepto, será divertido, creo… pero… con la condición de que mis hermanos no se enteren de esto y de que en la noche del baile ninguno de ustedes dos me deje solo y mucho menos con senpai o con alguno de sus amigos ¿de acuerdo?” –lo único que recibió de respuesta fue a su prima que se abalanzo sobre él, claramente feliz porque se encargaría de que su adorado primito quedara realmente hermoso, mientras que el peli rojo sonreía feliz de ver a sus amigos de esa manera pues por la chica peli verde era capaz de complacerla sus caprichos que por mas infantiles e inusuales que fueran
En otra parte de la cuidad…
“¿Me puedes decir qué diablos hago aquí Kasuma?” –un malhumorado ojo violeta se encontraba afuera del edificio del *departamento* de Megumi Somuku la cual por alguna razón había citado únicamente a Nao mas no a René, pero por alguna razón (cobardía) del castaño pues a pesar de que la ojo celeste era una gran amiga y chica para el ojo violeta así como gran apoyo para Kasuma, aun sentía un poco de miedo por esa chica, pues la *fría princesa* según la describía Naomi, se había creado una imagen de matona, seria, fría, calculadora que tiene con las personas que no conoce o simplemente se metían con ella, su familia o sus amigos, le daba miedo al hijo de Hiroki morir tan joven y más en manos de la hija del prestamista Kanou Somuku
“No quiero morir sin haber amado antes Usami, hazlo por tu mejor amigo ¿sí? Te prometo que no te pasara nada… espero” –suplico como perrito el castaño, mientas junto con René tomaba el ascensor para llegar al penhouse de la peli negro
“Mira Nao, el que tu no tengas el suficiente valor para poder confesártele a la persona que te quita el sueño desde que lo conociste, no es problema mío, además Megumi no es una mala persona y no creo que te haga nada, eso claro si le sigues teniendo miedo y por si fuera poco, prácticamente me sacaste de mi casa con amenazas en mi contra con tal de que mi padre no se entere de los sentimientos que siento por Saya, me la debes Kasuma” –continuo el castaño, mientras junto con Nao esperaban a que la puerta del hogar del prestamista fuera abierta
“Qué bueno que llegas Nao, tengo muchas cosas que arreglar contigo ¿Por qué trajiste a René? Te dije que solo quería hablar contigo, bueno no importa, tal vez le sirva lo que tengo que hablar contigo” –no pasaron ni 10 segundos cuando la puerta fue abierta, dejando ver a una chica de piel blanca, cabello negro hasta la cintura, y de brillantes ojos celestes únicamente vestida con una camisa blanca de manga larga, pies descalzos y una pequeña bermuda. Esta imagen hizo que ambos castaños se sonrojaran levemente pues nunca habían visto a Megumi con tales ropas
“¡SE PUEDE SABER PORQUE DEMONIOS NO ESTAS VESTIDA CORRECTAMENTE! DEMONIOS SOMUKU ¿QUE TAL SI EN VEZ DE QUE FUERAMOS NOSOTROS LOS QUE TOCAMOS LA PUERTA FUERAN SECUESTRADORES O NO SE QUE?” –alboroto y grito Nao haciendo un escándalo en el hogar, mientras sus mejillas estaban un poco mas sonrojadas y estaba más avergonzado que nunca, mientras la peli negra hacia como que no lo había escuchado
“Te preocupas por todo Kasuma, mi padre no crio a una estúpida a la que pueden engañar o secuestrar tan fácilmente, además es sábado, es MI casa y tengo todo el derecho de vestirme y de relajarme como yo quiero ¿te quedo claro Nao?” –continuo la ojo celeste, la cual había sacado una pistola del mueble que estaba en el comedor, la cual le quieto el seguro y apuntaba hacia el ojo azul el cual se había escondido de tras de René el cual no había dicho nada desde que habían llegado
“Nao me estas avergonzando, Megumi no creí que supieras utilizar un arma de fuego” –murmuro el ojo violeta el cual paso por alto el arma que tenía en la mano la mencionada, pues a decir verdad no le importaba mucho de donde o como obtuvo un arma aquella chica
“Si bueno, hay varias cosas que no sabes de mi René, pero eso no importa, tu Kasuma, sal de ahí, quiero pedirte que investigues todo lo relacionado con André Lowell” –al escuchar ese nombre hizo que el ojo violeta abriera los ojos del asombro y a la vez de curiosidad
“¿No es tipo que va tras Saya Uesugi?” –se atrevió a decir el ojo azulino el cual se sentó en el sofá que estaba cerca ya más tranquilo mientras veía como la chica se sentaba frente suyo
“Hasta donde sé, el padre de este chico es muy influyente en su país, por tal motivo quiero que investigues todo lo bueno, malo, oscuro de su familia y de él. No pienso que el padre de André se salga con la suya, ese infeliz me las pagara, no solo a mi sino a mi padre y a todos los que se encargo de arruinarles la vida ¿cuento contigo Nao?” –continuo la peli negra, claramente molesta. Ahora que René lo pensaba quería saber como un francesucho de cuarta como lo es Lowell conoció a Saya y ahora con mayor razón por todo mencionado por Megumi ¿Qué escondía ese tipo?
“Si no tengo otra opción, cuentas conmigo Megumi” –concluyo el ojo azul, mientras lanzaba un suspiro de resignación