Hospital Regional de Tokio, días después…
Últimamente se había sentido mal, ya no rendía como antes según Mr K, y últimamente se veía demacrado y pálido según Sakano-san. Siendo sinceros tenían mucha razón, pues los últimos días, desde que supo lo que su pequeño Saya experimentaba sobre el asunto del su primer amor, eso era lago que lo ponía realmente feliz pues su pequeño viviría en carne propia lo que el vivió cuando se enamoro perdidamente de Yuki, pero unos días después de eso, comenzó a cansarse con mayor facilidad, le dolía constantemente la cabeza, sufría de muchos mareos matutinos, y de constantes nauseas, llego a pensar que podría ocultar sus malestares a su esposo, pero no, no pudo, justamente el día de hoy después de que acabaran él y la banda de grabar su nuevo sencillo, sufrió un desmayo tan luego salió del estudio de grabación, esto hizo que sonaran todas las alarmas de precaución y de peligro de Ryuichi el cual lo llevo a regaña dientes hasta el hospital, sin antes avisar a Tatsuha y a Seguchi de su repentina ausencia, era obvio que necesitaba una confirmación de sus sospechas
Se encontraban en el pasillo que estaba saliendo del consultorio del doctor que le atendió, esperando los resultados de sus análisis que el médico le ordeno que se hiciera, estaba aun acompañado por el mayor de los cantantes, pues no quería alarmar a su esposo y a sus hijos por solo unas sospechas *innecesarias*, pero que ahora necesitaba confirmarlos
“Tranquilo Shu-chan, estoy seguro que no es nada grave, además si lo fuera, sabes que cuentas con el apoyo de tu esposo, tus hijos, de tu cuñado, de mi y de todos tus amigos, ¿sí?” –la voz de su cuñado lo saco de sus reflexiones, ahora le alegraba y le tranquilizaba tanto que su ídolo lo acompañara en estos momentos
“Gracias Ryuichi, no sabes cómo me tranquilizan tus palabras” –respondió el peli rosa, dándole al peli verde una encantadora sonrisa. La puerta del consultorio se abrió, interrumpiendo la conversación de los esposos de los hermanos Uesugi, ambos ukes entraron al consultorio, el mayor con cierto grado de nerviosismo pues le preocupaba lo que a su amigo le pudiese pasar, mientras que el menor estaba tranquilo, pues ya presentía lo que le estaba pasando justo ahora…
En otra parte de la cuidad, Editorial Marukawa
La jornada en el grupo Esmerald ya estaba terminando, cierto castaño de ojos verdes se encontraba revisando lo del nuevo manga que estaba editando, pues no quería tener problemas con el jefe del departamento Esmerald, debía admitir que el humor de Takano-san había mejorado considerablemente, pues hace casi 18 años lo había dejado de ver en persona, sino hubiera sido por su compañero Onodera-kun y su matrimonio con él, tomo por sorpresa para todos los de la editorial con su jefe. Tan perdido estaba en sus pensamientos y recuerdos que no se dio cuenta de que unos brazos estaban sobre sus hombros, pensó que era su conejito pervertido pues hoy Usagi iría por él pues lo citaron a un reunión para la edición de su nueva novela BL, pero grande fue su sorpresa al ver que la persona que le estaba tomando de los hombros, no era otro que…
“Ijuuin-sensei, etto ¿Qué… que está haciendo aquí? *Risita nerviosa*” –a decir verdad lo estaba poniendo nervioso él como el mayor se le quedaba viendo, mas porque hace tres años regreso a Japón junto con su esposo y su familia, pero desde ese momento, cuando llego a pedir empleo a Marukawa (de nuevo) se dio cuenta que los sentimientos de sensei por el no habían cambiado en lo absoluto, siendo todo lo contario, 18 años de no ver al pequeño Misaki descontrolaba el animal interno del mayor
“¿Cuándo seguirás con la farsa de tu matrimonio con Usami? ¿No ves que te estoy ofreciendo mi corazón para convertirnos en amantes? ¿Hasta cuándo seguirás con la mentira de *una familia feliz* con ese imbécil? Misaki-kun, ¿no ves que te estoy ofreciendo un corazón y mis sentimientos por ti? Además *acercándose a su oreja, lamiéndole lujuriosamente el lóbulo de esta* te aseguro que soy muchísimo mejor en la cama que el inútil que tienes por esposo” –sedujo el mayor, alarmando y poniendo más nervioso de lo que ya estaba el pequeño castaño. Ni tiempo le dio de procesar lo que estaba pasando cuando el mangaka se encargo de ponerlo de pie, acorralarlo entre la pared del departamento y su cuerpo, haciendo imposible que Misaki lograra zafarse del agarre del sensei
“Sen-sensei por favor, no ha-haga eso, sabe que mi matrimonio con Usami-sensei es tan real como la existencia de mis dos hijos, sabe que jamás aceptaría su propuesta de convertirlo en mi amante, porque yo AMO a mi esposo, y amo a mi familia, por favor sensei, no haga esto mas difícil, hace 18 años se lo deje claro antes de irme a vivir a Inglaterra con Akihiko” –persuadió en vano el menor pues no solo logro que la idea del mangaka de que fuera tomado por el aumentara, sino que también aumento las ganas, el deseo y la lujuria por parte del mayor, comenzando a desabrochar la camisa del menor, pasando sus manos sobre el pecho y la fina piel del castaño, haciendo que este se avergonzara y suplicando en sus adentros que fuera salvado en esos momentos, quien fuera, el que pasara por los pasillos del departamento esmeralda
“¡ALEJATE DE MI ESPOSO, MALDITO INFELIZ!” –como si sus plegarias fueran escuchadas, su salvador no fue otra persona que su esposo, el cual estaba hecho una fiera, no solo porque estaba lleno de ira, se podía ver en sus ojos, sino que también porque el mangaka estaba tocando ALGO que era suyo, tan rápido como llego para salvar a SU Misaki, se encargo de empujar lo más lejos posible de su niño de Ijuuni pues el *pervertido* no dejaba de tocar a su pequeño, nadie tocaba a su esposo y vivía para contarlo, mucho menos como estaba el escritor
“¡¡¡HACE TRES AÑOS MI ESPOSO TE DIJO QUE NO IBA A SER TU AMANTE, PORQUE AL UNICO HOMBRE QUE AMA SOY YO, TEN UN POCO DE DIGNIDAD Y YA RINDETE DE UN VEZ CON MISAKI, PORQUE NUNCA DEJARE QUE SE ACERQUE O ME DEJE POR OTRO HOMBRE, Y SI LO HACE ME ENCARGARE YO MISMO DE TRAERLO DE VUELTA A MI HOGAR ¿ENTENDISTE MALDITO PERVERTIDO?!!!” –grito el escritor que tan luego dijo eso, rápidamente cubrió con su gabardina el cuerpo semi-desnudo de su pequeño, lo tomo de la mano, y antes de salir del departamento Esmerald, soltó un puñetazo a la cara del mangaka, el cual aunque ya esperaba algo como eso por parte del escritor, no imagino que lo hiciera en frente de Misaki. Tan luego le dejo *claro* al ídolo de su esposo en el mundo de los mangas el hecho de que el castaño ya tenía nombre y apellido de propiedad, sujeto con mayor fuerza la mano del castaño, junto con él se apresuro a tomar el elevador para poder dirigirse a su hogar. El silencio entre ellos comenzó a formarse entre ellos, eso no le gustaba al menor pues cuando estuvieran en el elevador no podría escapar de hablar con su esposo
Cuando las puertas del elevador se abrieron por fin, ambos hombres entraron entre un silencio incomodo que se formaba con cada minuto que pasaba. El castaño sabia que el escritor estaba atento en sus acciones porque cada vez que se movía por el elevador vacio, sujetaba con mayor fuerza su pequeña mano, haciendo que se sonrojara como un tomate, debía admitir que si no hubiera sido por el conejo pervertido el que llegara a tiempo a su rescate, hubiera sido peor para él dar explicaciones al celoso y sobreprotector de Usagi
Estaba tan perdido en sus pensamientos que no tuvo de reaccionar cuando el escritor detuvo el elevador, haciendo que se movieran estrepitosamente, chocando entre ellos, siendo el menor protegido por el conejo, el cual lo abrazo por la cintura, hundiendo su cara en el cuello de Misaki el cual comenzaba a tensarse más de lo que ya estaba. Por la acción anterior que hizo su esposo, las luces del elevador se apagaron, pasaron unos segundos para que las luces de emergencia hicieran su aparición, haciendo que le escena entre esposos se volviera más pesada e incómoda para el pequeño
“U-Usagi ¿Qué haces?” –se atrevió a preguntar el editor, estando un poco más relajado al ver que el peli plata lo abrazaba tan cálida y ¿Por qué no? También tan posesiva y celosamente que era el escritor con sus cosas, comenzó a tensarse al no recibir respuesta alguna de su esposo, el cual le estaba dando pequeños besos al rededor de su cuello, incitándolo a algo más
“¿Verdad que NUNCA me dejaras por Ijuuin o por algún otro hombre? Nunca me dejaras solo de nuevo ¿verdad Misaki? Porque me amas más que a otra cosa en la vida ¿cierto?” –respondió el escritor, dejando ver en su voz todo el miedo y inseguridad que sentía en esos momentos, haciendo calar en una parte de corazón del menor un sentimiento de tristeza y melancolía, no quería que su esposo se estuviera martirizando por lo que ocurrió en el departamento de esmerald
“Sabes que yo nunca aria eso, lo que más amo en esta vida eres tú y mis dos hijos, sin ustedes no soy nada. No seria capaz de engañarte con otra persona porque eres el único en mi vida, pero… *esa interrupción hizo que se le paralizara el corazón al escritor* si soy capaz de abandonarte si es que no eres capaz de reparar un error de tu parte, o si tu intentas meterte en la felicidad de mis hijos” –se libro del abrazo posesivo de su esposo, para después encararlo, tomando del rostro a su esposo, el cual se perdió en los ojos esmeraldas del castaño
“Mírame Akihiko… sabes que si te estoy diciendo esto es porque no quiero que la relación entre tus hijos y tu termine igual que la que tú tienes con tu padre y Haruhiko, quiero que si llega a pasar eso… “¡JAMAS PASARA ESO!” *intervino el escritor en la explicación de su niño* lo sé amor, pero por eso te estoy recalcando, *si llegara a pasar* quiero que te des cuentas que has cometido un error y que no estoy dispuesto a dejar las cosas así, eres mi esposo y la primera persona de la que me enamore perdidamente pero eso no significa que yo o mis hijos tengamos que cargar con los problemas o tus oposiciones sobre algo que te este molestando o que no estés de acuerdo, sino que al contrario, compartas con nosotros todo lo que nos pasa ¿me entiendes usagi?” –continuo el menor, regalándole una sonrisa sincera a su esposo, acariciándole una mejilla con su mano, siendo esta tomada por su esposo, el cual buscaba el calor de su pequeño, acariciándole su pequeña mejilla, trasmitiendo el cariño, amor y deseo que sentían mutuamente, concluyendo con esa *absurda* conversación y pelea entre los esposos Usami
Residencia Uesugi, horas más tarde
“Estoy embarazado…” –soltó de golpe a su familia, haciendo que más de uno tragara saliva con dificultad, mientras que otros apenas si pudieron sostenerse del lugar donde estaban. ¿Escucharon bien? Es una broma ¿verdad? Estaban más que acostumbrados a los embarazos masculinos en su familia pero, ahora…
“¿E-estas completamente se-seguro de eso Shuichi?” –se atrevió a romper el silencio el escritor, el cual no cabía de la impresión sobre esa noticia, es decir, hace 17 años no creyó lo mismo que le dijo el peli rosa años atrás, y ahora… se le hacía difícilmente creer lo que su esposo estaba diciendo, ¡rayos! Hasta esta nervioso, sabía que un embarazo a la edad del cantante era de alto riesgo, incluso más que el embarazo de una mujer, ese era su temor y eso era algo que no quería que pasara, mucho menos ahora que junto a Shu ya tenía una vida hecha y una familia juntos
“Estoy muy seguro Yuki, me lo confirmo el doctor esta mañana” -¿doctor? ¿Shuichi fue al doctor hoy? ¿Cómo fue que no supo de eso?
“¿Por qué no me lo dijiste antes de ir a la disquera? Te hubiera acompañado” –le reprocho, pues algo tan importante como lo era un embarazo y más el de su esposo era algo importante
“Si no te lo dije, fue porque saliendo del estudio de grabación me desmaye, alarme a todos en el trabajo. Ryuichi me llevo al hospital, fue ahí donde me dieron la noticia del embarazo, aunque siendo sincero yo ya tenía la leve sospecha de que estaba embarazado dado que las ultimas semanas no me he estado sintiendo bien” –se defendió el cantante, estaba un poco alarmado por la forma en que su esposo tomaba la noticia del embarazo, claro que a el no le importaba mucho lo que pensara sobre el bebe “
Y bien… ¿Cuándo y en donde será la operación?” –intervino el mayor de los trillizos, llamando la atención de sus hermanos y sus padres
“¿Operación? ¿De qué operación hablas, Rei?” –comento Saya, el cual no estaba entendiendo de que estaba hablando su hermano mayor, bueno a diferencia de los gemelos, intentaba asimilar lo que estaba pasando en su familia
“¿No estarás pensando en tenerlo, verdad? Papa sabes estas poniendo en peligro tu vida” –intervino Kei, el cual se mantenía callado desde que les cayo de sorpresa la noticia de que su papa estaba embarazado. Por alguna razón, esas palabras hicieron que algo en el corazón de los esposos Uesugi se rompiera lenta pero muy dolorosamente
“E-esperen un momento, lo que tu… lo que Rei están diciendo es que ¡¿papa aborte al bebe?! No pueden estar hablando enserio ¿verdad? Son sus hijos por dios santo, ¡¿Cómo pueden decirle algo como eso a su papa?! Es la persona que nos dio la vida a nosotros tres” –eso saco a más de uno de sus pensamientos, a más de uno hizo que abrieran los ojos de la impresión, pues el menor de los hermanos era el más serio de toda la familia, que no se dejaba llevar por sus emociones o sentimientos, ahora con esto… a Shu le agravaba mucho que su hijo menor lo apoyara
“No lo entiendes Saya, si papa no aborta a ese bebe, cuando nazca, *si es que nace* lo perderemos a él también. Entiende que esto pondrá en peligro la vida de papa, es probable que no lo volvamos a ver de nuevo” –continuo el rubio de ojos amatistas, siendo asesinado con la mirada de su padre, lo mirada de dolor de su papa, y de impresión por parte de sus hermanos
“Y tu entiende que no eres nadie para decidir en la vida de nuestros padres Rei, la decisión de tener o no tener al bebe es decisión de nuestros padres, no nuestra hermano” –continuo el peli negro, sacando de sus casillas a su hermano mayor, no entendía porque se ponía el rubio en ese plan de querer asesinar a un inocente bebe, no era estúpido, entendía a la perfección lo que significaba un embarazo de alto riesgo como el que su papa experimentaba, pero nadie… absolutamente nadie podía decidir en la decisión de quitar o no la vida de un bebe
“Ustedes dos, ¡ya basta! Esto no está ayudando en nada, además Saya tiene razón, la decisión de querer tener o no el bebe no es suya sino nuestra, mas de su papa que yo, así que lo que decida el estará bien para mí. Eso no quita el miedo de que pueda perderlo a el en cualquier momento del embarazo, pero no puedo decidir por él, además, aun no sabemos si el embarazo de Shuichi es de alto riesgo o no, o si con los cuidados debidos podrá sobre llevar el embarazo, no lo sabemos aun, así que por favor les pido que no saquen conclusiones antes de y que no se alteren ¿entendieron los tres?” –pidió el escritor, mientras su hijo mayor se cruzaba de brazos y salía de la sala, dirigiéndose a su habitación, Kei levantaba los hombros, se levanto de su lugar y en señal de apoyo a su papa, le puso la mano sobre un hombro, mientras le giñaba un ojo, dándole a entender que no estaba solo. Mientras que Saya se intentaba relajarse y pensaba sobre lo que había pasado hace unos minutos
“Lo siento, yo… yo no debí haber actuado de esa forma, perdí la cordura por un momento *risita nerviosa* yo… iré a hablar con Rei, los dos tenemos de que hablar, permiso” –hablo el menor, mientras salía a paso lento de la sala, siendo observado por sus padres, los cuales suspiraron aliviados. Pasaron unos minutos y el silencio entre la pareja se volvió pesado, hasta que el cantante decidió romper con ese incomodo momento
“Yuki yo… lo siento, no debí haber hablado sobre esto con los muchachos sin haberlo consultado contigo primero, el embarazo no es de alto riesgo si lo quieres saber, solo que el doctor sugirió que no hiciera ningún esfuerzo físico o emocional o le podría hacer daño al bebe, tuve que contártelo a ti primero antes de hablarlo con los muchachos, de verdad lo siento mucho” –murmuro el cantante, mientras se sentaba en la sala, siendo observado por su esposo, el cual rápidamente se apresuro a sentarse frente su esposo, lo abrazo dado que de los ojos amantitas de los que se enamoro profundamente, comenzaron a salir lagrimas de miedo, frustración, de muchos sentimientos y emociones que le estaban perturbando ahora
“Shuichi, la única persona que puede destruirme eres tú, pero eso no significa que puedes hacer lo que quieras, te amo y lo sabes, como también sabes que sin ti mi vida se acaba en un segundo… entiendo que no quisiste contarme sobre lo de tus malestares porque no querías preocuparme. Estoy celoso porque fue el esposo de mi hermano el que te acompaño al médico en vez de haber sido yo. Prométeme algo Shu, de ahora en adelante dejaras que yo mismo te acompañe a TODAS tus citas con el médico, haré todo lo que tenga en mis manos con tal de que el bebe y tu salgan librados de esto ¿sí?” –continuo el escritor, abrazando a su peli rosa, besándole la frente mientas le acariciaba y alborotaba su cabello, intentando por el momento que su baka no se perturbara o acomplejara más de lo que ya estaba.