Sinceramente se encontraba un tanto agobiado, pues desde que supo la noticia del embarazo de su papa, el hecho de seguir siendo acosado por senpai, y la repentina confesión de su hermano mayor sobre su primer enamoramiento, todo ese estrés recibido en la semana lo estaban convenciendo de no asistir al baile que estaba organizando los alumnos de tercer grado. Ahora le sumamos las múltiples *indirectas* de su prima Rosalina sobre el porqué Usami lo escogió a él en vez de ella, sus constantes reproches ya le estaban colmando la paciencia, pero lo que más le molestaba era el hecho de que André Lowell lo estuviera siguiendo a cada rato, en los pasillos del colegio, en la entrada y salida de esta. Le parecía extraño pues el ojo ámbar fue el primero en lastimarlo de una manera muy cruel, pero ahora… era como si René se hubiera multiplicado, con todos y sus constantes acosos. Lo bueno, es que en esta noche por fin pondrá en jaque al mayor, pues ya deseaba ser de nuevo el chico normal, sin tener a alguien a sus espaldas.
Soltó un largo suspiro, trato de relajarse para que se pudiera ver con *una chica* por lo menos esa noche, necesitaba todo el maquillaje y la habilidad de su prima Sara para cambiar de sexo esa noche, el ya había visto demasiados tutoriales para la combinación perfecta de maquillaje con su piel de seda blanco, pero necesitaba la ayuda de sus amigos para que lograra hacerle un cambio total de persona, pero no llegaban. Unos días antes habían acordado que se reunirían en la casa de la peli verde dado que sus padres no iban a estar esa noche, el lugar perfecto para su transformación, pero… existía un pequeño problemita ¿Quién les diría a los padres de él que no estaría esa noche? El siempre fue de los chicos que ni por error asistía a un baile escolar o algún evento de grandes magnitudes, y por tal motivo sería difícil que sus padres le creyeran o dejaran que asistiera esa noche a la escuela.
El sonido de unas llaves hizo que comenzara alarmarse, no esperaba que sus tíos ya estuvieran en su casa, pero se tranquilizo al escuchar la voz de su prima y de su mejor amigo, ¡por fin! Pero ahora comenzaba a tensarse pues la noche se estaba acercando y era en cuestión de horas para que supiera los verdaderos sentimientos de René por él, eso claro siendo Saya otra persona.
“Discúlpanos por llegar tarde Saya, pero tu padre y tus hermanos no querían creer lo que se supone que nos estas ayudando a organizar, pero ya estamos aquí para ayudarte y arreglarte para que esta noche sea en verdad perfecta e interesante para todos” –se disculpo la peli verde, siendo secundara por el peli rojo el cual aunque no hablo, se disculpo con el ojo dorado.
“No se preocupen por eso chicos, lo importante es que ya están aquí, pero… ¿Qué fue lo que mi padre les dijo?” –continuo el pelo negro, mientras sus amigos veían y preparaban todo lo necesario para que lo planeaban esta noche resultara perfecto.
“Eso te lo diéremos después del baile Saya, por eso no te preocupes ¿Por qué mejor no nos cuestas como estuvieron las cosas entre tú y Rei la noche que supieron del embarazo de tu papa?” –contesto el peli rojo, mientras le pasaba a su amigo una maleta donde estaba el vestido que utilizara esta noche, pues Saya se encontraba en el baño para que su transformación de personaje fuera perfecta, pero necesitaba la ayuda de su prima y su amigo para que su personificación fuera favorable. Soltó un sonoro suspiro, mientras que intentaba aclarar su memoria para comenzar con su relato de aquella noche.
Flash Back
A paso veloz le dio alcance a su hermano mayor, pues no planeaba dejar las cosas así con su hermano mayor, el cual se encargaba de no hacerle caso a Saya, el ojo dorado notaba que Rei estaba muy pero muy molesto, pero no sabía el porqué, se aclaro mas ese pensamiento por el simple hecho de cómo se comporto en la sala de la familia en escasos minutos. El estruendo de una puerta siendo azotada y cerrada con estrepitó daba por terminada la discusión que comenzó por su culpa, o al menos eso fue lo que creía el rubio. Eso fue hasta que el pelo negro entro de igual forma a su habitación, quería concluir *por las buenas* la discusión que sostenía con el ojo amatista.
“¿Me quieres decir que es lo que está pasando contigo Rei? No entiendo el porqué de tu postura sobre el embarazo de papa, por si no te habías dado cuenta, mis padres no van a estar de acuerdo con la idea de un aborto. Mi papa desde hace semanas ya tenía la ilusión de tener otro bebe en su vida y mi padre está apoyando su deseo, ¿Me vas a explicar porque no muestras un poco de interés por ellos?” –tan luego acabo de hablar, su vista se fijo en el rubio el cual no dijo nada desde que comenzó con su *sermón* el mayor no había dicho nada, solo se quedo callado, estaba sentado en la orilla de su cama, con los codos en sus piernas y sus manos en su rostro, con clara imagen de frustración y perdición. Esa imagen de su hermano mayor lo desconcertó totalmente, nunca había visto a Rei en tal estado.
“Rei ¿Qué te pasa…?” –continuo el menor, sentándose a un lado de su hermano, colocando su mano en el hombro del mayor, dando a entender que contaba con él y con su apoyo. Rei tardo en contestar, pues a decir verdad, no sabía que es lo que le estaba pasando, pero al final hablo, no muy convencido.
“Saya yo… bueno, mi intención no era reaccionar de esa manera sobre la noticia del embarazo de papa, pero ya sabes cómo soy, no soy de los que muestran sus emociones y sentimientos, etto… no sé cómo explicarlo… mmm, creo que será más sencillo que me comprendas si te hago esta pregunta, Saya ¿se te han declarado alguna vez?” –esa pregunto lo acabo de aturdir, pues no esperaba que estaría hablado de ese tema con su hermano mayor. El sonrojo que levemente se estaba dibujando en las mejillas del menor le daba por hecho que su hermanito ya se le han confesado, pero la pregunta era ¿Quién se atrevió siquiera a hablarle a su inocente y adorable hermano?
“Por lo que veo, ya se te han confesado pero aun no has dado una respuesta a esa pregunta” –continúo el mayor, que por increíble que parezca ahora no tenía alguna intención de saber quien fue el *desgraciado (a) y pervertido (a)* que puso su vista en su inocente hermanito “¿Sabes? Creo que estamos los dos iguales Saya, mmm… esta tarde se me confesó Kasuma-senpai, bueno yo… no tuve el valor suficiente para rechazarlo o para decirle simplemente que me diera tiempo de pensar bien lo que me había dicho, simplemente opte por huir del lugar sin mirar atrás, ahora creo que estará enojado conmigo y ya no querrá saber nada de mi *risa nerviosa* A pesar de que soy tu hermano mayor, es increíble que te este pidiendo algún consejo a ti o que incluso yo te este hablando de este tema en vez de que seas tú el que me llegue con estas dudas, ilógico ¿no?”
Por otro lado, estaba el pequeño ojo dorado un poco confundido y a la vez sonrojado, por alguna razón la plática que estaba sosteniendo con su hermano mayor le recordaba a la que es sostuvo con su papa cuando hablo sobre el asunto del primer amor, ahora sería el momento perfecto para apoyar a Rei con este asunto, pues a diferencia de Kei, ellos dos nunca han tenido novia, lo que los convertían en unos inexpertos en el tema, nunca habían experimentado tales momentos con René y Nao respectivamente.
“Rei el único consejo que puedo darte es que por primera vez en tu vida, actúes siguiendo a tu corazón y no a la mente brillante que tienes. Por un momento no pienses en libros, estudios, personajes históricos, en nada de eso hermano. Sigue tu instinto, mira te lo pongo sencillo, te diré una frase que una vez papa me dijo y espero que con tu intelecto logres entenderla: *El amor no se crea ni se destruye, solo se transforma* Lo que intento decirte hermano, es que si senpai tuvo el suficiente valor para confesarte su amor por ti, creo que tu también serás capaz de corresponder a ese amor. Ahora que si el amor que siente senpai por ti es verdadero y fuerte, sabrá esperarte todo el tiempo que sea necesario para que sus sentimientos sean correspondidos por ti. Inténtalo Rei, veraz que por una vez en la vida, lo que experimentes en ese momento, no estuvo escrito jamás en un libro de historia. En todo caso, cuentas conmigo para lo que sea” –hablo el pequeño, dándole a su hermano una sincera sonrisa, mostrándole el apoyo fraternal e incondicional que solo un hermano da por otro.
Fin del Flash Back
En otro lado de Tokio, Residencia Usami
“¡¡Genial!! ¡¡René-nii-chan se ve tan guapo y encantador con ese disfraz de príncipe azul que viste!! ¿Por qué no puedo ir al baile del Colegio Monte Real? Yo también asisto a ese colegio, quiero ver a mi hermano bailando con alguna alumna como en los cuentos de hadas que él me lee todas las noches, se me hace muy injusto” –alboroto la pequeña ojo verde, haciendo un lindo puchero, como la princesa consentida de papa que era.
Por otra parte, estaba el joven ojo violeta un tanto feliz porque al menos logro causar el impacto que esperaba de su hermanita al verlo vestido así, eso claro aparentando seriedad en su rostro.
“Miu-chan ya te habíamos explicado que este baile es solo para alumnos de preparatoria del colegio, no para niñas tiernas y adorables de primaria como tu pequeña” –intervino Misaki, viendo como su hija pequeña ponía el mismo rostro de Usagi cuando no le daban lo que quería, *el* mientras cruzaba sus bracitos en señal de enojo y berrinche. Esto hizo que el mayor de ojos verdes le surgiera una pequeña gotita de tras de la nuca, no cabe duda que Miu es igual que su padre.
“¿Estás seguro que podrás con esto hijo? Siendo la hija de Ryuichiro la que organizo todo este teatrito te aseguro que será del todo interesante este baile, aunque siendo mi hijo mayor, eres inteligente y sabrás manejar la situación, pero te sugiero que no bajes la guardia en ningún momento, pues Naomi es igual o peor que su papa, si no me crees, pregúntale a tu papa, sabrá dios de que no era capaz Isaka para hacernos pasar mal el rato a nosotros” –hablo por fin el peli plata, el cual veía todo la escena desde el segundo piso de la casa, con una paleta de caramelo en la boca, pues mientras estuvieran sus hijos en su hogar, tenia estrictamente prohibido fumar en frente de sus pequeños, todo gracias a Misaki dado que el menor no les quiere infundir a sus pequeños un mal ejemplo, mucho menos por parte de su padre.
“Tranquilícense, estaré bien, se cuidarme solo, además siento como si esta noche será la más inolvidable de mi vida, pero no lo será si ustedes tres se encargan de preocuparse por algo innecesario. Ya es tarde *viendo su reloj de muñeca* si no llego temprano, Naomi me matara y esta vez ni Kento ni Megumi podrán salvarme, por favor, encárguense de que mi hermanita se vaya a dormir temprano, y no se preocupen, si las cosas salen bien, llegare antes de las 12 de la madrugada” –respondió el castaño, fijando su vista a su padre el cual con una sonrisa aprobó sus palabras, su papa le tomaba una fotografía *sin que se dirá cuenta* y antes de salir de su hogar le revolvió el cabello tiernamente a su hermanita, la cual no se opuso a esa muestra de cariño.
Después de que su hermano salió de la casa, la pequeña Miu se puso a reflexionar, hasta que se decidió a hablar “A mí se me hace que mi hermanito ya tiene novia, jamás había visto sus ojos tan brillosos y llenos de vida, a los únicos que conozco que tienen de esa forma sus ojos son ustedes dos papas, en especial mi padre cada vez que ve a papa, ¡eso es realmente lindo!” –alboroto la pequeña, saltando de alegría y corriendo hasta su habitación, sacándole a su familia un par de gotitas de tras de su cabeza, a veces esa niña puede armar un gran alboroto.
Colegio Monte Real, 8:30 pm (hora del baile)
Si se lo preguntaban… si estaba nervioso, muy pero muy nervioso, pero lo estaba aparentando de lo más profesional posible. Si estaba caminando el por los pasillos del colegio, no lo hacia él, lo estaba haciendo inconscientemente, pues desde el momento que llego acompañado por sus amigos, muchas de las miradas estaban enfocadas en el, mejor dicho en su disfraz. Su prima y su mejor amigo eran sus escoltas en estos momentos, pues jamás imagino que el que estuviera vestido de esa manera, lograría causar tal impacto entre sus compañeros de preparatoria, en especial en un chico peli negro y ojo ámbar que desde que llego no quitaba su vista de él, era como su ya hubiera descubierto de quien se trataba.
“Por lo que más quieran en esta tierra, no se les ocurra separase de mi… desde que llegamos a la escuela, no ha dejado de seguirnos André y si seguimos así, jamás encontrare a Usami para confrontarlo” –murmuro el menor de los hermanos Uesugi, mientras que los otros dos asentían con la cabeza, pero lo que ninguno de los jóvenes esperaba encontrarse en esos momentos, eran los hermanos sobreprotectores de Saya, automáticamente se les detuvo el corazón a los tres.
“¿Sara? ¿Kai? ¿Qué diablos están haciendo aquí ustedes dos? Y ¿Quién es la chica? Y lo más importante ¿Dónde está Saya?” –hablo y señalo el mayor de los rubios, el cual estaba con su mirada examinando cada rincón de la chica que ocultaba su rostro de bajo de una capucha, misma que estaba en el vestido que utilizaba, incluso Rei tenía toda las intenciones de quitarle la capucha a la chica, hasta que Sara lo detuvo.
“E-ella se llama Tomoe Yagami, es hija de una amiga de mi padre, le pedí permiso a mis padres de traerla al baile, no se negaron, además ya acabamos con nuestra reunión para la organización del festival de primavera, mi primito esta en el baño, me parece increíble que aceptara acompañarnos *risita nerviosa*” –intervino la peli verde, alejando la mano de su primo del rostro de la mencionada, mientras que los otros dos jóvenes estaba que les daba un paro cardiaco.
“¿En el baño? Será mejor que lo valla a ver, no lo vemos desde la tarde y…”
“¡No! Kei, Saya pidió que ningún hombre entrara al baño, es que creo que estaba mal del estomago, la verdad es que no quiso decirnos nada a ninguno” –intervino el peli rojo, pues veía que el otro hermano de su mejor se daría cuenta de sus mentiras y arruinarían sus planes para esta noche, de todos.
“Ustedes dos están muy raros, algo están planeando y no nos quieren decir de que se trata, así que más les vale que no sea malo y que no involucre la familia. Tan luego Saya salga del baño, díganle que nos busque, no pienso dejar que este él solo en este baile, mas teniendo a Usami de acosador, no está acostumbrado a socializar con los demás, ¿les quedo claro a los tres?” –amenazo Rei a los otros tres, yendo junto con su gemelo al lugar donde se organizaba el baile.
Los tres jóvenes soltaron el aire que tenían en los pulmones, pues no esperaban esa sorpresita de su parte. Pero tan luego se fueron los ojo amatista, tanto Sara como Kai fueron *secuestrados* por una castaña ojo purpura y un peli negro de ojos grises respectivamente. Dejando a Saya solo, confundido y vulnerable ante las miradas pervertidas, de envidia y de asombro, de muchos de sus compañeros.
Con René, unos minutos después…
Si se lo preguntaban… si, si estaba aburrido, ¿Qué por qué? Simple, en todo el rato que ha estado en la escuela, no ha encontrado el único motivo por el cual asistió al baile de sus amigos, y era de sus amigos porque fueron ellos los que armaron todo el espectáculo y a él para su mala suerte, Naomi lo agarro de *chaperón* para que los pubertos de primer año (René me considera puberta *o*) no hicieran de las suyas, se hubiera opuesto si cierta personita lindo, hermoso, adorable, tierno y inocente ojo dorado hubiera aparecido en el momento en que su amiga le pidió el gran favor de ayudarle con eso, pero para su pesar, eso no sucedió…
“Veo que andas inquieto y preocupado René, ¿buscas al idiota de mi primo acaso?” –la persona que menos quería ver y escuchar en esos precisos momentos hizo aparición, dios no lo quería ver feliz esa noche, aquello lo escupió con veneno en cada una de sus palabras.
“Rosalina, te pido por favor que no te expreses de esa manera de Saya, no es ningún idiota, *soltó un suspiro, cambiaria de tema de conversación con su EX novia, pues le desagradaba la idea de que ofendieran a SU Saya* ¿tú qué me dices? Creí que estarías ocupada con lo de tu nuevo papel, no pensé que te tomarías la molestia de asistir a un evento de *mala reputación* como lo es este baile” –continuo el ojo violeta, viendo como el semblante de la rubia cambiaba.
“Perdone usted señor que cambia a su primer amor de los quince años por un mocoso que conoció en tres meses, pero es la verdad, mi primo es un idiota porque no ve lo que tiene en frente suyo, René, por favor, cambia tu opinión de Saya por mí, te prometo que cambiare, y que te amare más que cualquier otra cosa en el mundo, pero lo único que te pido es que te olvides de mi primo, soy mejor opción que el por muchos sentidos” –persuadió la rubia, utilizaría sus cartas que tenia para el baile, pero viendo la cara que tenía el castaño hizo que se enfadada y se sintiera frustrada.
“Ya te lo había explicado en esa ocasión, lo que sentí por ti en ese momento fue solo un amor de adolescente, me enamore profundamente de ti, lo admito pero ahora la situación es diferente, yo en realidad AMO a Saya, el es diferente, es tierno y bueno, a veces es ingenuo, pero tiene un gran corazón, comprende Rosalina, a ti no te amo, no me obligues a escoger entre él y tu, porque siempre será Saya, siempre. Ahora si me disculpas, iré a buscarlo, no interfieras” –tan luego dijo eso, salió en busca de su objetivo, dejando sola y molesta a la rubia, la cual no grito solo porque estaba en la vista de todos los de la escuela, no le dolieron las palabras que el mayor le dijo, sino el tono y la forma como se las dijo: tan frio y cortante.
Con Saya, quince minutos después…
Caminaba sin la intención de llamar la atención de sus compañeros, bueno… su disfraz claro que llamaba la atención, y mucho, en mala hora le tuvo que haber hecho caso a su prima para ponerse tremendo escote, que aunque sabía que no tenía que presumir, pero como estaba vestido, claro que sí. Su vestido aunque sencillo, dejaba mucho a la imaginación el cuerpo que se ocultaba de tras de él, su cintura era estrecha, era perfectamente marcada con ese vestido, la caucha con la que cubría su rostro aun en anonimato estaba en la parte donde comienza el cuello del vestido, haciendo forma v en su pecho, el vestido era de color azul marino metálico, su piel aunque blanca, con todo el maquillaje que traía puesto parecía un fantasma. No se quitaba la capucha, no hasta encontrar a su propósito para que se vistiera así, pero de bajo de aquel pedazo de tela se podía notar unos cuantos mechones de cabello negro (extensiones) que Sara se encargo de colocárselas, parecía una muñequita de porcelana.
“¿Cuánto tiempo planeabas hacerme esperar por ti, Saya?” –esa voz, ¿será posible? Lo había descubierto, no eso es imposible verdad ¿o si?
“¿Saya? Me estás confundiendo con otra persona, ¿Quién eres tú? ¿Te conozco de algún lado?” –continuo el menor, sin salir de su personaje, sin una pizca de miedo o temor en sus palabras.
“¡Oh! Por supuesto que me conoces, es mas fue en este mismo árbol de sakura donde te vi por primera vez, ¿me quieres explicar el porqué de tu disfraz? ¿Quien se supone que eres Saya?” –continuo el ojo violeta, sorprendido por ver al ojo dorado vestido de esa manera, un motivo más para amarlo, pero lo que no entendía el porqué de su necedad de decir que no lo conoce.
“Mi nombre es Tomoe Yagami, no te conozco a ti ni a ningún Saya, ¿esta es una broma?” –hablo la chica, aun sin retirarse la capucha de la cara, eso claro hasta que el castaño, tomo su mano, lo atrajo a él, uniendo su mirada con la de él, poniéndose nervioso otra vez por su culpa, fue Usami el que quito la capucha que cubría su anonimato, el mayor abrió los ojos de la sorpresa al conocer la otra persona de su Saya, es mas ahora lo admiraba y lo amaba más que cualquier cosa. Nunca había imaginado que el menor fuera capaz de darle tal sorpresa
. “Deja de fingir que eres otra persona que no eres Saya, ¿Qué? ¿Acaso creíste que no había escuchado tus planes que tenias con tu prima y tu amigo para saber si mis sentimientos por ti eran verdaderos? La próxima vez que planeen saber algo de una persona, asegúrense de que la escuela este totalmente vacía, puede ser que una chismosa castaña de ojos purpuras y un chico peli negro de ojos gises arruinen sus planes. Jamás creí que pusieras todo tu desempeño para poder transformarte de personaje para una sola persona, y que esa sea yo” –continuo el mayor, abrazando por la cintura a Saya, el cual no dijo nada, solo se quedo nervioso y sonrojado por todo lo que es castaño dijo.
En ese instante, el sonido de una suave melodía siendo tocado por un fino piano comenzó a sonar en donde se llevaba a cabo el baile, llegando hasta los oídos de los dos jóvenes. Sin pensarlo dos veces, el ojo violeta puso su mano en la exquisita y estrecha cintura del menor, pues quería invitarlo a su primer baile de salón, o en este caso su primer baile juntos.
Heart beats fast
Colors and promises
How to be brave
How can I love when I'm afraid to fall
But watching you stand alone
All of my doubt
Suddenly goes away somehow
One step closer
I have died everyday waiting for you
Darling don't be afraid, I have loved you
For a thousand years
I'll love you for a thousand more
Esa voz, era de ¿su prima? ¿Qué estaba haciendo Sara ahí? Y esa canción, era de él, la escribió de su puño y su corazón, estaba confundido “Es una hermosa canción ¿la escribiste tu?” –lo saco de sus pensamientos, sin siquiera imaginárselo, sus labios fueron atrapados por los del mayor en un beso casto y lleno de amor, mientras era guiado por el ojo violeta en su vals, siendo la caída de las hojas de cerezo caer a su alrededor, con la luna y las estrellas en su máximo esplendor, la brisa del viento en aquel momento, le era de gran apoyo al mayor para tener al menor en sus brazos.
Time stands still
Beauty in all she is
I will be brave
I will not let anything Take away
But standing in front of me
Every breath, every hour has come to this
One step closer
I have died everyday waiting for you
Darling don't be afraid, I have loved you
For a thousand years
I'll love you for a thousand more
All along I believed I would find you
Time has brought your heart to me
I have loved you a thousand years
I'll love you for a thousand more
“Senpai, eso no está bien, si alguien nos ve…” –fue interrumpido por un dedo que fue colocado en sus labios, una sonrisa traviesa y sincera se dibujo en el rostro del mayor, dándole a entender que no se preocupara, o al menos eso es lo que quería pensar Saya. René se perdió en los ojos verdes agua que ahora el pequeño tenia, pues tantas veces de ver los mismos ojos que lo hipnotizaron la primera vez que los vio, sería realmente difícil confundir la luz y vida que transmitían esos ojos dorados, a pesar de que ahora eran ocultos por eso inútiles pupi lentes.
One step closer
One step closer
I have died everyday waiting for you
Darling don't be afraid, I have loved you
For a thousand years
I'll love you for a thousand more
All along I believed I would find you
Time has brought your heart to me
I have loved you for a thousand years
I'll love you for a thousand more
“Te amo, no lo olvides Saya, no quiero que vuelvas a desconfiar así de mis sentimientos por ti, llegar al extremo de cambiar de sexo solo porque no tengas la suficiente confianza en mí. Ya te abrí mi corazón una vez, te expuse el porqué deseo que se seas parte de mi vida y ya te dije que razones no quiero que utilices en mi contra para decirme que no, así que ¿Cuál es tu respuesta de mi confesión de aquel día Saya?” –prosiguió el ojo violeta viendo el sonrojo del menor. La mente del peli negro se sintió vacía, no sabía que decir al respecto y es ¿que como hacerlo? Si René es la personificación misma del príncipe azul de las historias que leía Sara cuando era niña. Y ahora con el traje blanco, con botones dorados en la solapa, su cabello deshornado y sus ojos ocultos de tras de un antifaz blanco, era tan provocativo que creyó que nunca de sus labios saldrían esas palabras…
“Senpai, tu siempre consigues lo que quieres ¿verdad?, no sé como lo hiciste, ni como me convenciste, pero creo… que me gustas René” –continuo el pequeño, siendo sus mejillas teñidas de un lindo rojo carmesí, como pudo, se puso de puntitas y le dio al mayor un casto y tierno beso en los labios, haciendo que el mayor abriera los ojos de la impresión, pero acepto gustoso el pequeño pero significativo regalo del menor.