La mesa estaba cubierta por periódico y folletos sobre bienes raíces, Lay estaba exhausto, su padre en la misma situación. Desde que despertaron han buscado un departamento o casa adecuada para ellos dos.
Ninguno quería estar en una casa grande, especialmente Lay, ya que cuando su padre trabajaba tenía que quedarse solo en la gran casa. Cosa que a su padre no le gustaba. Dejar a su único hijo solo. No quería perder a la única cosa importante que le quedaba.
Obviamente hablo con su hijo sobre un cambio. Yixing lo pensó mucho, pero acepto. Era lo mejor, no quería estar encerrado y en soledad mientas su padre trabajaba. Tenía la opción de llamar a Baekhyun para que le hiciera compañía, pero no podía obligarlo a llegar todos los días. Kris. El maestro ni siquiera paso por su mente. Muchos problemas.
Un cambio de residencia era lo mejor. Además conocería nuevos lugares y personas.
Además era domingo y tenía que descansar para la escuela. Con paso lento llego a su dormitorio, tomo un baño, coloco su pijama y fue a dormir. Ni siquiera preparo su uniforme ni mochila.
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Cuando el adolecente fue a la cocina se encontró con un papel de bienes raíces. Era un departamento, en buena ubicación. Cerca de la parada de autobús, del subterráneo, un mini-súper. En la imagen mostraba un espacio pequeño, ideal para dos personas. Un balcón, cocina, sala, cada habitación –que en total eran dos- tenía su propio baño y un más en la sala. Era perfecto.
Cuando llego a la escuela vio a Sehun y Tao acaramelados, así que opto por saludarlos más tarde. Baekhyun no tenía buen rostro. Cauteloso se acerco a su amigo, lo sacudió con cuidado. Pero Baekhyun ni se inmuto.
Su primera clase fue superada, los números le hacían ver estrellas. Su segunda clase fue más tranquila literatura nunca fue problema. Pero su hora favorita llego. Ingles. El adolecente no quitaba la vista de la puerta, esperando a que su maestro entrara. Tan encerrado estaba en sus pensamientos que no se percato de la presencia de Joonmyun a su lado. Este le sonrió amigablemente.
— ¿Tienes que hacer algo por la tarde?—pregunto Joonmyun.
—Ammm— Yixing no logro contestar ya que la poderosa figura de Kris apareció.
—Joven Kim puede tomar su asiento correspondiente. Mi clase va a comenzar—Joonmyun se aleja del asiento de Lay con un gruñido bajo.
Lay se pierde en la voz grave de Kris. Nunca ha prestado atención a las clases del mayor, solo se dedica a observarlo por delante y atrás. A adorar su cuerpo oculto en el traje, la expresión que hace cuando explica o cuando regaña a alguno de sus compañeros por no prestar atención. Lay simplemente lo observa y se deja llevar por tan hermosa figura de dios sacado de algún mito griego. De un titán desterrado del Olimpo y mandado al mundo de los mortales.
Esta vez se dejo llevar más de lo que debía porque cuando regreso en sí, la clase ya había terminado. Un sonrojo se apodera de sus mejillas cuando se percata de que su maestro lo miraba. Apresurado comienza a meter sus libros, pero accidentalmente su libreta cae al piso, esta por recogerlo pero unas manos se adelantan. Joonmyun.
—Entonces ¿Qué harás por la tarde?
—Ah… yo…
— ¿Te gustaría salir conmigo?—ambos se enderezan. Joonmyun ve sobre su hombro. Kris escucha calmado.
—Perdón, pero no puedo. Tengo algo importante que hacer.
—Está bien, pero para la próxima no aceptare que me rechaces—Joonmyun sonríe, deja la libreta sobre la mesa y se va, no sin antes darle un beso en la mejilla a Lay.
— ¿Qué preparas de comer?—pregunta Lay.
—No sé, esperaba que tú me digieras que se te antoja—Kris mira a su alumno.
—Te parece si preparas ravioles—el maestro sonríe.
—Ravioles serán. Te espero por la tarde—y sin más sale del aula.
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Su padre no llegara a comer y posiblemente llagara hasta muy noche, así que podrá quedarse un poco más en el departamento de Kris. Eso le entusiasma de sobremanera. Se apresura a hacer sus deberes, toma un baño y se prepara para hacer su camino al departamento del mayor.
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Yixing saluda al portero, el cual le devuelve el saludo, toma el ascensor y presiona el numero tres. Cuando llega se para momentáneamente frente a la puerta que tiene el numero treinta. Sonríe y acaricia la puerta.
Llega al departamento con el numero 34, toca la puerta y espera paciente. Su maestro le sonríe dejándolo pasar. Lay va directamente a la cocina. Un plato de ravioles descansa en la isla, toma uno y lo mete a su boca disfrutando del sabor.
— ¿Y bien?—pregunta Kris— ¿te gustaron?
—Saben muy bien. Gracias por prepararlos—el menor se acerca a su maestro, se coloca de puntitas y conecta sus labios. Un beso inocente.
La tarde consiste en mirar una película, robar besos y miradas lujuriosas. Pero la tensión es mucha para ambos hombres. El primero que se quiebra es Lay, se posiciona en las piernas del mayor, besa sus labios con deseo. El maestro toma las caderas de su alumno y lo acerca a su cuerpo.
Las manos de Yixing recorren el torso del mayor y desaparecen en la parte trasera del cuello. Una de las manos de Kris acaricia el muslo del menor. Lay gime cuando siente la boca de Kris succionando en su cuello.
Sin pudor Kris mete ambas manos en el pantalón de Lay -Algo difícil ya que su pantalón estaba ajustado- acaricia las nalgas. Saca una mano y la dirige a la parte frontal del pantalón, desabrocha, permitiendo mayor movilidad a su mano. El alumno se aferra a los hombros del maestro. Kris comienza a masajear el miembro cubierto de su unicornio. Los gemidos que deja salir van directamente a la parte baja de su cuerpo. Lo excita.
Lay toma la camisa de su maestro y comienza a tirar de ella. Besa las clavículas expuestas para después tomar los labios. Se besan con pasión y perversión. Kris ama cuando Lay muestra su lado salvaje y pervertido. Ama la forma en que sonríe con malicia, la forma en que su hoyuelo se marca con mayor intensidad.
—S-sabes—dice Lay entre gemido—pr-pronto estaré—suspira—contigo.