Contra todo pronóstico la relación de Baekhyun y Chanyeol funciono, a pesar de la gran diferencia de años, la inmadurez del chico, ellos aprendieron acoplarse, apoyarse y darse amor.
Al inicio fue todo turbio, la cabeza de Chanyeol no dejaba de darle vueltas a las insinuaciones de menor, porque, ¿Quién en su sano juicio seduce a su maestro casi quince años mayor? ¡¿A quién?!
La respuesta la obtuvo una semana después.
En una de sus salidas nocturnas, su topo con una mujer con rostro familiar, dicha mujer se encontraba en un restaurante lujoso y por lo que parcia esperaba a alguien. Siendo Chanyeol una persona curiosa se decide acercarse para saciar su duda.
—Tu no eres mi cita—dice la mujer al notar la presencia de Chanyeol frente a ella—cariño si quieres una noche conmigo tienes que hacer una cita.
— No vengo por eso—contesta un poco alto—su rostro me parce familiar ¿tiene hijos?
La mujer lo observa con desconfianza preguntándose si es correcto contestar.
—Le suena el nombre de Baekhyun—basto con eso para que la mujer frente a él destensara los músculos de sus hombros y sonriera de manera maternal.
—Es mi hijo ¿de dónde lo conoces?
—Mi nombre es Park Chanyeol y me…
—Oh, a si que eres tu al que busca seducir—interrumpe emocionada— pues mira que mi Baek no tiene malos gustos.
— ¿Qué?
—Bien Chanyeol me gustaría hablar contigo pero estoy en horario de trabajo, mi cita no tarda en llegar, toma—la mujer extiende una tarjeta negra con letras rojas—como te dije has una cita por si te interesa contestar todas tus dudas, ahora fuera de mi vista.
El asombro le duro poco ya que un hombre un poco más bajo pero con musculatura se posiciona a su lado, haciendo que se levante apresurado disculpándose por la interrupción.
Una vez fuera del restaurante observa la tarjeta decidido a llamar al día siguiente y con un poco de suerte obtener respuestas lo más rápido posible.
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Un lunes en total calma para Park Chanyeol, sin rastro de un chico que lo persiguiera o le comiera con la mirada cada vez que topaban en el camino. Los siguientes días fueron iguales, inclusive se encontraban pero el chico no le dirigía la mirada y si lo hacía automáticamente giraba, ignorando su presencia.
La tarde de viernes no aguanto más. Marcó el número que esa tarjeta negra señalaba.
— ¿Qué día necesitas cariño?
—Mañana por la mañana— nadie contesto haciendo que el maestro se sintiera nervioso.
—Tienen suerte profesor, usted dígame en donde nos encontraremos.
Esa noche Chanyeol no pudo conciliar el sueño, ¿era lo correcto? Preguntar por ese joven que de alguna manera comenzó atráele, no todos los días se podía ver a un joven con la autoestima tan alta y mucho menos que este le coquetee a su maestro. Por si fuera imposible que la madre este esterada.
Por la mañana todo parecía tan tranquilo, el parque se encontraba casi desértico pues los niños aun dormían, ¿Quién quiere despertar temprano en un sábado? Sus dedos toquetean su reloj emitiendo un pequeño sonido, su mirada se pasea por todo el parque con la intención de encontrar a la mujer.
No pasa mucho tiempo cuando ella aparece vistiendo de lo más casual, a comparación de la primera vez que la vio. Ella sonríe tomando asiento junto a Chanyeol, extendiendo un vaso de café que con gusto recibe.
—Mi nombre es EunBi— la mujer cruza las piernas con elegancia mientras bebe del liquido caliente—Mi profesión es muy, como decirlo ¿liberal? ¿poco ético? Soy prostituta, aunque ese nombre suena muy fuerte.
—Yo no sé qué decir ante eso, solo quiero saber porque su hijo se fijo en mi. ¿Como usted no puede estar disgustada? es un tema delicado.
—Teniendo la profesión que tengo ya nada es delicado—sonríe EunBi— al inicio dude sobre si ayudarle o no. Es decir, tengo muy en cuenta la diferencia de edad y los problemas que traerían si ustedes comienzan una relación, pero ¿de verdad importa? Lo que trato de decir es que si ustedes son discretos nadie se enterara, la edad es lo de menos, mi hijo no necesita tu experiencia mucho menos tu dinero. Solo quiero verlo feliz, créeme cuando te digo que los ojos le brillan al habla de ti.
—¿De verdad no le importa?—susurra Chanyeol viendo a su compañía—su hijo es atractivo lo acepto, pero se me hace imposible créelo. Hábleme de usted, necesito encontrarle lógica a su actitud tan relajada.
EunBi ríe ante el comentario, de sus labios sale un suspiro.
—Como ya dije soy prostituta, pero no de esas que encuentras en las esquinas, si no de las que debes de llamar para saber si tengo tiempo disponible. ¿Me doy a entender? Con este trabajo conocí al padre de Baekhyun, era un hombre realmente apuesto, proveniente de una familia económicamente acomodada y con la posibilidad de pagar mi cuota de servicio. Él era mi cita de todos los viernes, no había viernes en el que me reservara, un hombre muy caballeroso he de decir.
Chanyeol observa como la mujer juega con sus dedos nerviosa, mientras mira a la nada.
—Pero no todo podía ser perfecto, era un hombre casado y lamentablemente me enamore de él. Nuestras citas fueron en aumento, me hacia regalos costosos, al igual que me trataba con amabilidad. Una noche de tantas me confesó que se había enamorado de mí. Yo me emocione y al igual que él me confesé, todo iba tan bien. Me juraba que dejaría a su esposa por estar conmigo, pero sabes Chanyeol es fácil decirlo.
—Nunca lo hizo ¿cierto?
—Le preguntaba cuando la dejaría, a pesar de tener tal profesión no quería ser la otra, no quería que esa mujer siguiera viviendo en un cuento de hadas. Pasaron dos semanas, dejo de frecuentarme, yo nunca deje mi trabajo. Así pasaron mis días hasta que regreso con un ramo de flores y miles de disculpas. Volvió a ser la misma rutina, rutina a la que me canse hasta que una noche me quebré diciéndole todo. Tenía que elegir ella o yo.
El silencio llego con nostalgia y alguna que otra lagrima.
—Me dijo que no podía elegir, que nos amaba a ambas.
—Que egoísta de su parte—dice Chanyeol con angustia.
—A partir de ese momento la relación fue en picada, todas las noches que llegaba se terminaba en una discusión, me había cansad, necesitaba saber si había una oportunidad para mí. La eligió a ella. Una noche toco a mi puerta ebrio, se paralizo al verme, tenía cuatro meses de embarazo. Al preguntarme quien era el padre conteste con franqueza.
— ¿Qué hizo?— EunBi suelta una risa sarcástica cargada de tristeza.
—Insultarme, decir que no era su hijo. No lo soporte, lo corrí de mi casa sin importarme su estado, no necesitaba a ese idiota. Una semana después ambos estábamos en la mesa de la cocina hablando sobre mi hijo. Dijo que se haría cargo y que le daría todo lo que fuera necesario, pero no dejaría su esposa ya que ella también estaba embarazada además él ya había elegido. Así terminamos nuestra historia. Me pago todas las consultas, compro lo necesario para el bebé, incluso estuvo en el alumbramiento, pero hasta ahí.
— ¿Baekhyun sabe de su padre?
— Por supuesto, inclusive sabe toda esta historia. Le he pedido que no guarde rencor a su padre y él lo ha hecho. Su padre le deposita una cantidad de dinero para la escuela y caprichos. Muy de vez en cuando lo visita. Ambos se conocen, se tratan como padre e hijo, aunque no puedan salir de casa siempre encuentran algo que hacer.
—Interesante, pero ¿por qué no deja su trabajo?
—Digamos que me he encariñado con el trabajo— la mujer se encoje de hombros—a demás los clientes también se han acostumbrado a mí, inclusive hay algunos que conocen a Baekhyun pero tienen sabido que si lo tocan lo pagaran muy caro. ¿Quién se atrevería a tocar al hijo del secretario de defensa?—EunBi sonríe orgullosa, Chanyeol queda perplejo ante tal confesión—Chanyeol créeme cuando te digo que a mi hijo le gustas, como madre debo apoyarlo y detenerlo cuando hace cosas malas, pero no lo detendré en esta ocasión, él debe de tomar y afrontar sus propias decisiones. Ahora depende de ti si aceptas o no.
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En ocasiones como esas Chanyeol extrañaba a Kris, no era exigente es por eso que muchos de los alumnos no lo tomaban en serio cuando los regañaba, era pésimo cuidando a los castigados. Detención era una burla para él y su carácter alegre.
Al entrar se percata de que son los mismos alumnos, no hay ni una cara nueva, esos mismos alumnos sonríen ya que saben que el profesor Park es todo, menos exigente.
Deja su portafolio en el escritorio, toma asiento en la silla sonriendo, no tenia caso pasar lista a los castigados, ya eran conocidos. Abre la boca para comenzar a platicar con los chicos pero la presencia de una nueva cara le hace cerrarla, su ceño se frunce.
— ¿Qué hace aquí?
—No es obvio, estoy castigado—Baekhyun toma asiento en la silla más alejada del escritorio.
— ¿Tu castigado?—dice incrédulo.
—Si castigado—contesta Baekhyun irritado.
Detención fue lo contrario a lo que Baekhyun creía, no es que le sorprendiera el que Chanyeol bromeara con lo castigados en vez de regañarlos y decirles que eran una escoria. Bueno, no a ese nivel. Pero si regañarles. Si no que los alumnos le pedían ayuda para ser mejores alumnos, Baekhyun de verdad que no sabía si lo hacían de broma o de verdad querían cambiar.
Baekhyun solo escuchaba en algunas ocasiones sonreía a las elocuencias que decían, pero no le garantizaba entretenimiento a si que cuando creyó haber llegando al punto del aburrimiento, tomo su mochila dispuesto a avanzar con la tarea, que si bien no era mucha, pero lo único que quería hacer una vez llegando a su casa era dormir.
Chanyeol dejo de prestar atención a lo que los alumnos decían al ver a su acosador hacer tarea, jamás creyó que Baekhyun fuera de esa clase de chicos, nunca volvería a juzgar por la apariencia.
Los minutos pasan e intentaba seguir la conversación pero sus ojos jamás se apartaron de Baekhyun que parecía inmerso en el mundo de los números. Tecleando frenéticamente en la calculadora buscando la respuesta de un problema.
El volumen de las voces fue descendiendo, las miradas se posaron el Baekhyun quien al sentirse observado levanto la vista de su cuaderno.
—¿Qué? Acaso nunca han visto a un estudiante hacer tarea—su voz demostraba la irritación de ser interrumpido. Chanyeol sonrió haciendo que el corazón de Baekhyun latiera veloz y un sonrojo pintara sus mejillas.
Es así que el primer alumno se fue. El aula casi llena se fue vaciando, el último alumno se despidió de manera formal, quedando así, solo Baekhyun y Chanyeol. El primero guardando sus libros y el segundo siguiendo cada movimiento con sus ojos.
— ¿Puedo hablar contigo? No demorare mucho—el adolescente solo mueve la cabeza acercándose al escritorio—Tienes sabido que si alguien se llega a enterar de tus insinuaciones hacia mí posiblemente me despidan.
—Me he detenido—dice casi gritando, más molesto que irritado.
—Y no sabes lo mucho que lo extraño.
— ¿Qué?
— No voy a negarte que me comienzas a atraer—Chanyeol se acerca peligrosamente al chico, que aun sigue confundido ante las palabras de su mayor.
— ¿Qué?
—Que me gustas Baekhyun—las palabras se quedan en su garganta al sentir los afelpados labios de Chanyeol sobre los suyos, en un beso casto y sin intenciones de llegar a más.
—No… no logro comprender— Baekhyun parpadea repetidas veces, pellizcándose para verificar si lo que acababa de suceder era real y no un sueño.
—Algún día te explicare. Por el momento debes ir a casa y yo aclarar mi mente. Me gustaría llevarte pero hay junta así que será en otra ocasión.
—De acuerdo—contesta dudoso. Chanyeol vuelve a acercarse dejando un beso en su frente.
—Ve con cuidado.
Al estar fuera del salón, Baekhyun sonríe ampliamente, emitiendo un leve sí. Su cometido se había cumplido ya tenía la atención del maestro Park y quién diría que hasta un beso le iba a dar.
No dejaba de hacer bailes extraños, moviendo sus brazos como serpientes, las caderas las meneaba de forma divertida. Se encontró con el conserje, quien le miro extrañado, pero nada podía opacar la felicidad que sentía.
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El primer paso ya estaba dado, las miradas picaras aumentaron al igual que las sonrisas, que al inicio solo eran en los pasillos, se vieron en aumento.
Chanyeol no se quejaba, el chico comenzaba a gustarle no solo por aquella aura extrovertida, sino por ser capaz de entender situaciones complejas que no cualquiera podía entender además de ser inteligente.
Hubo un día en que Baekhyun visito al maestro en su oficina, ahí se la pasaron conversando, conociéndose más. Observo todo los gestos del adolescente, la manera en que hablaba, su forma de expresarse, observo todo de Baekhyun, haciendo que su atracción hacia él fuera en aumento.
Al salir de la oficina varios maestros los observaron con signos de interrogación pues Chanyeol no daba clases al área de secundaria. El maestro lo único que hizo fue encogerse de hombros sonriendo como siempre.
Por las noches cuando el silencio en su departamento gobernaba, se preguntaba si lo que hacía era correcto, si aquella atracción era buena o mala, si solo era un juego de niños o algo más serio. Él de verdad que deseaba poder llegar a más con el chico, ya se había encariñado con las pequeñas conversaciones en los pasillos y con alguno que otro gesto por parte del menor.
Baekhyun no conocía la palabra paciencia, él de verdad que se controlaba al estar cerca del profesor Park, pero comenzaba a llegar a su límite. Lay simplemente sonreía a las ocurrencias de su amigo para hacer que el profesor por fin se declarara. Claro, conocerse no está mal, ¡Pero Baekhyun ya lo conocía perfectamente! Ya no quería volver a conocerlo. El tiempo o más bien dicho la paciencia se terminaba.
Esa situación le provocaba cambios en su estado de ánimo. Al fin se había enamorado verdaderamente, para que venga el maestro y todavía piense si lo que hace esta bien.
Miércoles, oh santo miércoles. Ombligo de la semana y elegido por Baekhyun para levantarse con el peor humor. Eso hubiera sido hasta cierto punto bueno, sin embargo su mal humor no cooperaba.
En primera porque al despertar no encontraba sus zapatos, con cinco minutos de retraso salió por fin a la escuela. Al poner el primer pie un niño de primaria riega su leche con chocolate sobre Baekhyun, conto hasta diez para no hacer algo de lo que se pudiera arrepentir.
Una vez en su salón de clase se da cuenta que no había hecho la tarea de geometría, por suerte Lay le dio la tarea. No se mencionara el suceso en el laboratorio, ni hablar de la cafetería que solo empeoro su ánimo.
Como se ha dicho todo tiene un límite y pues Baekhyun exploto en el peor de los momentos. Con su maestro de Ingles, uno que ni hablar inglés podía que en vez de explicar enredaba más. Por eso rogaba a que Kris regresara, para así no tener que soportar a un maestro tan incompetente en el área. Y si creyeron que solo lo pensó temo decirles que no. Baekhyun fue castigado por dar su humilde opinión.
Ahora juntemos todos los sucesos en una solo persona. Baekhyun al ver quién sería el encargado de detención le entraron ganas de ir al baño, meter su cara y ahogarse en el retrete para así no verle la cara a Park Chanyeol. La situación empeoro –si es que eso era posible- al enterarse que solo serian ellos dos.
Con la cabeza gacha, los manos hechas puño y murmurando sobre brabucones y su buen comportamiento, elije el lugar más alejado para así no tener que respirar el mismo aire que Chanyeol.
— ¿No quieres acercarte?—la voz grave de Chanyeol inunda el salón.
—No—el adolecente se cruza de brazos, girando su rostro ignorando al maestro.
—Baekhyun ¿puedes acercarte?
—Aquí estoy bien.
—Que testarudo—susurra para sí mismo. Camina entre los pupitres con calma, toma la silla frente al chico sentándose mientras coloca los brazos sobre la mesa y recuesta su rostro, observando al contario con una sonrisa.
En esa misma posición permanecieron un largo rato. A Baekhyun comenzaba a dolerle el cuello por la posición en la que se encontraba, por otro lado Chanyeol disfrutaba internamente de mirar el ceño fruncido del menor.
—Me estoy cansando— suelta Baekhyun sin mirar al maestro.
— ¿De qué te estas cansado?
—De la respuesta, de saber si hay alguna oportunidad—al girar el rostro hace un gesto por el dolor que sintió—no pienses que por ser joven esperare a que aclares tus ideas. No siempre te estaré esperando Yeol.
—Lo sé. Solo no quiero confundirme, no quiero arriesgar y perder todo. No quiero lastimarte, no quiero ilusionarme para después caer.
De nuevo el silencio llega, Chanyeol es quien posa su mirada en otro lugar que no sea Baekhyun y su perfecta sonrisa rectangular o en esos ojos brillantes.
—De acuerdo.
— ¿Qué?
—Chanyeol no estaré con alguien quien aun no soporta la idea de tener una relación con un adolescente. Soy joven, mi vida comienza puedo estar con alguien más. Alguien que sea seguro y que no se inunde la cabeza con preguntas fuera de lugar.
— ¿Qué?—por alguna extraña razón al maestro le hizo completamente familiar la escena que se llevaba a cabo, solamente que los papeles se habían invertido.
—Eso, que fue bonito habernos conocidos. Pero es mejor terminar con esto.
La hora de detención había acabado al igual que la paciencia de Baekhyun. Con cierta nostalgia tomas sus pertenecías, se despide cortésmente del maestro que aun seguía impactado con las palabras decididas del chico.
Solo faltaba un paso para cruzar el umbral de la puerta, pero una mano le detiene haciendo que regrese varios pasos.
—En tu vida Byun se te ocurra decir que encontraras a otra persona.
Chanyeol besa a su futuro alumno. Intenta que con aquel beso sienta todo lo que oculta en su cabeza pero también desea que comprenda que a se había enamorado de un chico menor que él. Que no le importa lo que pueda perder, siempre y cuando Baekhyun este junto a él.
Se besan lento, romántico, con el tiempo necesario para conocer la cavidad del contrario. Para disfrutar del sabor del otro.
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— ¡A que no vas a creer!—Chanyeol levanta la vista de su celular— ¡Kris y Yixing se reconciliaron!
Chanyeol al ver las intenciones de su novio extiende sus brazos para recibirlo con un enorme abrazo pero Baekhyun comienza a atacar su rostro con besos.
—Eso es bueno.
—Lo sé Yeol, hubieras visto la cara de Joonmyun cuando le dije que Lay ya no estaba disponible—el adolescente recuesta su rostro en el hombro del maestro.
—Mmm, no creo que hayas hecho bien al decirle. Posiblemente haga algo contra Kris, incluso contra Lay.
—Pues esperemos que no, si no se las verá conmigo. Además, posiblemente tenga un pretendiente.
— ¿A si? ¿Y quién es ese joven demente que se atrevería a fijarse en Joonmyun?
—Jongdae—susurra Baekhyun en el oído contrario. Al alejarse observa a su novio con el ceño fruncido y un signo de interrogación en su rostro—harían bonita pareja.