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Teach Me por KrayTe

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Notas del capitulo:

Feliz Navidad~

Espero que hayan recibido mucho regalos y que Santa los haya visitado. 

Bienvenidad a las nuevas lectoras.

Gracias por su paciencia, no interrumpo más. 

Pasen a leer. 

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La parte difícil de aquel plan improvisado no era el esconderse, sino el cómo iba a salir debajo del escritorio. Simplemente no podía levantarse y salir como si nunca hubiera estado debajo reconquistando a su maestro y besándose tan fielmente.      

Por otro lado Kris pensaba en distintas maneras de cómo entretener al grupo, fue muy linda la intención de Lay, pero el chico no podía quedarse debajo del escritorio por toda la clase o si podía, pero no era lo correcto.

—Bien clase, hoy me apetece ser bueno ¿Que opinan si vamos al patio?—el maestro sonríe de manera inusual mientras sus manos se juntan en una plegaria silenciosa.

Los alumnos comienzan a cuchichiar pues no era de todos los días que su maestro de ingles les diera a elegir en donde tomar las clases y menos salir a uno de los patios, sin contar la sonrisa que mostraba.

—De acuerdo, tomaremos clases aquí.

—¡No!—gritaron los jóvenes que de inmediato tomaron sus libros haciéndose camino rápidamente al patio.

El maestro apresura aun más a sus alumnos diciendo que podía arrepentirse siendo Sehun el último en salir del salón.

Lay asoma su rostro para asegurarse de que no haya nadie, espera unos segundos hasta que cree que es lo bastante seguro salir de su escondite, con rapidez se acerca a su banca, toma los libros correspondientes a la materia para después salir del aula.

— ¿Yixing?—el nombrado se encontraba pasando el umbral cuando se ve descubierto por Joonmyun.

—Es bueno encontrarte, ¿A dónde han ido todos?—Joonmyun ve escéptico al chico frente a él que aparenta confusión.

—Tomaremos clases en el jardín—responde cortante para después continuar su camino al salón sin dirigirle una segunda mirada a Lay, quien se asombra ante el hecho.

Decide no tomarle importancia al comportamiento de Joonmyun, continua con su camino acelerando el paso para evitar regresar con el muchacho.

Al llegar al jardín ve al grupo sentado en tres filas, frente a ellos Kris quien al notarlo le hace un gesto que a ojos de los alumnos es el típico, sin embargo Lay reconoce ese brillo en sus ojos, con rostro más relajado a comparación de hace unas horas. El color antes pálido comenzaba a desaparecer, incluso sus movimientos comenzaba a tomar de nueva cuenta esa gracia al momento de explicar, sus manos se balanceaban como si fuera el director de una orquesta, su caminar regreso siendo el de aquel modelo. Kris regresaba ser el hombre del cual se había enamorado.

Baekhyun le señala un lugar vacio a su lado en la segunda fila. No demora, Kris lo podrá querer mucho pero no acepta que su clase se retrase, más de lo que ya estaba.

Cinco segundos después aparece Joonmyun sin nada en la mano, con el ceño fruncido y las manos en puño. Jongdae le invita a sentarse a su lado, además de que amable le presta su libreta. Lay no pierde de vista como Jongdae sonríe a Joonmyun y cómo le miraba de vez en cuando.

—Dime que tú también ves lo mismo que yo Baek—susurra Yixing cerca de su amigo para que solo él escuchara.

—Pensé que nunca te darías cuenta. Comenzó hace dos semanas y media, la verdad que no le prestaba atención antes—susurra Baekhyun ya que no deseaba ser amonestado por el profesor Wu— sabes que la clase de historia es aburrida, así que fije mi vista sin querer en Jongdae y así me di cuenta. Harían bonita pareja.

— ¿Crees que Joonmyun ya se haya dado cuenta?—ninguno de los dos chicos apartan la mirada de aquella pareja aun no formada.

— ¡Qué va!—exclama bajito— ese hombre es ciego.

—Señor Byun, señor Zhang nos podrían compartir su conversación—los chicos al verse descubiertos por el maestro cierran los ojos—podrían por favor prestar atención a mi clase ¿o quieren una tarde en detención?

—No, prestaremos atención—quien contesta es Lay con nerviosismo en su voz junto a un intento de sonrisa.

La emoción de haberle encontrado a un posible pretendiente a Joonmyun no ceso, haciendo que en más de una ocasión fueran amonestados por el profesor Wu quien no se tentó el corazón de haber enviado a su novio y a su mejor amigo a detención.

Con pesar aceptaron el castigo, Baekhyun tampoco se tentó el corazón al decirle al maestro en un momento a solas sobre como haría que Yixing lo castigara por todo un mes. Ante la amenaza del adolescente Kris rompió en carcajada.

— ¡No te rías!—cruzado de brazos, Baekhyun miraba enojado la reacción del maestro.

—Discúlpame Baekhyun es solo que no me fue posible contenerme.

 

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Detención, hermoso momento en el que los alumnos se dan cuenta de sus graves comportamientos, el momento preferido para algunos maestros ya que aprovechan esa hora para cobrarse todas las travesuras de las que fueron víctimas.

Por un segundo ambos jóvenes pensaron que el maestro encargado de detención seria Chanyeol. Grata fue su sorpresa al ver que al profesor Choi, con su típica expresión malhumorada haciendo que las arrugas en su frente se marcaran, los labios fruncidos como aquellos ancianos que no les gusta la comida, mostrando lo enojado de compartir el mismo aire que jóvenes revoltosos.

Yixing y Baekhyun suspiran abatidos, su hora de detención seria larga, muy larga.

El aula se encontraba en total silencio, de ese silencio aburrido que te provoca sueño.

Baekhyun ve de reojo al maestro que nada hacía, tan inmutable como un soldado. Sonríe de lado, se acerca más a Lay haciendo que este de un pequeño salto, ya que se aproximaba a su cuello.

El maestro Choi se percata del movimiento, mira al alumno de forma acusatoria dándole a entender que si se seguía moviendo habría consecuencias. Baekhyun se aleja, regresándole la mirada al maestro que frunce más el ceño. Es en esos momentos en los que Baekhyun se pregunta si no le dolerá la frente de tanto fruncirla.

Tenemos sabido que Baekhyun no es una persona muy tranquila que digamos. Lay dirige su mirada a su lado en donde su amigo y compañero de castigo se mueve como lombriz, de su mochila saca una pluma, le quieta la tapa para después escribir en su brazo.

¿Helado al salir?

 ¿Y quién es Lay para negar el sagrado helado? Es un alma débil, que no puede negarse aprobar de aquella sustancia cremosa de diferentes sabores.

—Es todo Byun, fuera del aula—el maestro Choi apunta enojado la puerta—también Zhang. No los quiero ver.  ¡Largo!, ¡largo! Matan lo poco de mi paciencia.

—Y dices que Kris es insoportable—susurra Yixing.

Ambos jóvenes toman con rapidez sus pertenecías, sus pasos son veloces para evitar cualquier altercado con el alterado maestro.

El aula vuelve a su estado de silencio, a lo lejos se escucha a Baekhyun gritar a todo pulmón “nadie le dijo que fuera maestro” para después escuchar la risa de Lay.

 

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La tarde comenzaba a pintarse, los rayos del sol comenzaban aumentar su intensidad y la brisa de un verano refrescaba al chico que con mucha prisa corría por los pasillos de su escuela con la esperanza de poder llegar a tiempo a su clase extracurricular. Con forme avanzaba podía sentir gotas de sudor resbalar por su frente y cuello, incluso en la espalda.

Su destino estaba frente a sus ojos, sonríe ampliamente al percatarse de que la puerta aun permanecía abierta, eran escasos pasos, la distancia era menos sin embargo, la puerta antes abierta fue cerrada abruptamente. Jongdae quería llorar, un paso es lo que le falto para poder ingresar al aula.

Refunfuñando comenzó de nuevo su camino ¿Cuál era su destino? Ni él lo sabía, su madre no llegaría hasta que su clase haya terminado y su clase duraba dos horas, ni siquiera tenía dinero para regresar en autobús y mucho menos tenía ganas de caminar hasta su casa.

Conforme caminaba tarareaba la canción que con tanto empeño se aprendió para su clase, en ocasiones hacia algún paso de baile, su imaginación lo llevaba a un escenario, con centenares de personas aplaudiendo de pie, flores siendo arrojadas. Si, así era Jongdae. Un chico soñador, amante del canto, de su voz –que no era por presumir pera era hermosa– y por su puesto de los halagos que recibía por parte de maestros y otras personas.

Viendo su reloj se dio cuenta que algunas clases extracurriculares aun no terminaban y que posiblemente le dejarían ser espectador. Lo intento con todas y la respuesta fue la misma. Un no rotundo.

Jongdae ya comenzaba a aburrirse, explorar la escuela no era una opción y quedarse en la entrada esperando a su padre tampoco lo era. El muchacho deja libre un suspiro abatido, deja que su cerebro tome el control de sus piernas y con paso lento que podía llegar a competir con una tortuga es que llega al salón de música. Ahí donde había tantos instrumentos que Jongdae no lograría reconocerlos todos.

La puerta se encontraba entreabierta, de ella salía una hermosa melodía, las teclas de un piano siendo tocadas con suavidad, como si el que emitiera tan bellas notas tuviera miedo de ser escuchado. Con sigilo se adentra al salón, su principal intensión era conocer la persona que hacía con el piano tan bellas piezas y darle un gran alago, algo que Jongdae no hacía muy a menudo.

Joonmyun dejaba que sus dedos bailaran sobre los teclados de aquel piano de color blanco, el chico se centro únicamente a la melodía que sus dedos exigían tocar para complacer a su corazón marchitado. Para Joonmyun el piano era para lo que muchos es el alcohol en una despedida dolorosa. Porque si Joonmyun se había despedido de Lay.

Su lucha fue ardua, inclusive se llamo a sí mismo cobarde por no permanecer en pie durante una batalla de la cual era obvio que él sería el perdedor. Dejo que su corazón se desahogara, de nuevo había sido rechazado, solo que en esta ocasión no fueron necesarias las palabras para poder entenderlo.

El suave tarareo hizo que regresara a la realidad, en donde se encontraba Jongdae a su lado, esperando con ansias que regresara a tocar de nuevo. Sus dedos en un inicio temblaban, ya que era la primera vez que tocaba para otra persona y esta le acompañaba con tan hermosa voz.

Ambos armonizaron el salón de música, había melodías tristes, al igual que había alegres y con bastante ritmo que en más de una ocasión les hicieron bailar, sobre todo a Jongdae. Hasta que llego una canción que hizo le hizo cantar verdaderamente, dejo que su potente voz viajara por todo el salón, hasta que las notas envolvieron a Joonmyun provocando que su piel se erizara y se forzara a prestar atención a las teclas del piano para no cometer un error.

Todo fue mágico para ambos chicos, fue como complementarse a través de la música, dejaron que todas sus emociones se liberaran y en el caso de Joonmyun cerrar una historia para iniciar otra, ya que la picara y característica sonrisa de su compañero le incitaba a iniciar de nuevo, solo que con una nueva persona.

 

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Las tardes de películas regresaron después de la comida preparada por Yifan. La sala se volvió de nueva cuenta el centro de sus encuentros, de las conversaciones sin sentido y de las miradas interminables que decían  más que las palabras.

Yixing siente los dedos de Kris peinar su cabello recién cortado, sus ojos se cierran disfrutando del momento, sonríe porque extrañaba ese tipo de tardes en donde ninguno de los dos emitían palabras, pero el silencio los envolvía como una cobija cálida. 

Las agujas en el reloj duraban  lo necesario en cada segundo y minuto, no había prisa. Ambos disfrutaban de la compañía contrario, de cada exhalación, de cada parpadeo y de cada movimiento que le cuerpo hiciera. Ya sea para acomodarse en una nueva posición o por mero instinto.

Kris nota la diferencia en su hogar. Aquel frio que inexplicablemente había aparecido se había marchado dando lugar a un hogar cálido, lleno de vida. La presencia del adolescente volvía a dar color a su mundo monótono y gélido.

Pero porque hay que esperar a que lo que tenías se vaya, desparezca o se aleje para darse cuenta de lo mucho que es importante en tu vida, de lo mucho que lo aprecias y atesoras. Para darse cuenta que los pequeños momentos son verdaderamente grandes recuerdos.

De que el simple hecho de estar en silencio es un gran momento, que la película que se reproduce puede ser nostálgica en un futuro o un maravillo recuerdo para la vejez. Que la canción del piso de abajo es el mejor sonido para esas miradas brillantes y anhelantes de tacto.

Es el suspiro y la mano de un adolecente acariciando el rostro de un hombre de casi treinta años el que pide más cercanía porque la que tiene no es suficiente para deshacer el frio que envolvió su cuerpo en aquellos meses de separación.

—No te vuelvas alejar de mi lado.

—Nunca más Xing, nunca.

El reloj no acelera los segundos, tampoco pausa los minutos. Avanza de la manera indicada. Al igual que los movimientos de Yixing que con cierta timidez roza los labios de su maestro, por algún motivo desconocido se siente cohibido, pequeño a su lado.

—Te amo demasiado—es Yifan quien desaparece la distancia entre ambos. Sus labios besan con lentitud, con pasión y con algo más que Lay conoce a la perfección. Hay algo en ese beso que hace a todo su cuerpo temblar y a su corazón hincharse de alegría.

Se pierden en un mundo donde solo se dedican a besarse mientras se recuerdan lo mucho que se aman. Uno donde no existe el padre de Lay, donde no hay una diferencia de edad. Un mundo donde solo se dedican a amarse con intensidad, como si estuvieran destinados a estar juntos.

El cuerpo del adolescente es recostado con delicadez sobre el sofá, sus dedos recorren el rostro del mayor fijándose en las pequeñas líneas que comienzan aparecer. Dándose cuenta que con forme el tiempo pase esas líneas se marcaran más. Pero no le importa, la edad es solo un número que al inicio le intimidaba pero ahora le sonríe enamorándolo más.

Yifan abraza a su joven amante con su cabeza recostada en el pecho contrario, logrando oír el palpitar acelerado, sintiendo los dedos de Yixing dibujar líneas imaginarias en su cuello, estas líneas desaparecen en el cabello castaño para volver al recorrido inicial.

Miles de “te amo” siendo susurrados sin descanso. Miles de “te amo” siendo correspondidos junto a pequeñas sonrisas y besos delicados en cada parte del rosto de Lay haciendo que el chico sonría ante las muestras de cariño.

 

Ya nada podía salir mal en aquella relación.

 

 

 

Notas finales:

Miles de gracias por leer y sobre todo por su paciencia. Las lectoras que estan desde el inicio del fic, muchas, mucas gracias. 

Tenia planeado terminarlo antes del finalizar el año, pero la universidad es algo a lo cual debo procurar. 

Espero que este nuevo año les vaya muchisimo mejor, que la felicidad llegue a sus hogares. 

Paginas donde me pueden encontrar.

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Sin más que decir, hasta el siguiente año~

Cuidense mucho, bye~~


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