Los dos continuaron su recorrido por el bosque negro hasta que llegaron a un sector donde había solamente una gran mansión de madera, la cual ha estado abandonada desde hace mucho tiempo dado que estaba completamente en ruinas y no solamente eso sino que también su fachada de casa del terror, daba más miedo que la niña del exorcista.
Yami al ver esta tan tétrica residencia, trago saliva duramente a la vez que comenzaba a retroceder para irse de ahí lo más rápido posible pero se detuvo al ver que la ninfa no estaba a su lado por lo que comenzó a buscarla con la mirada, sin ningún resultado hasta que escucho un grito de auxilio proveniente de aquella mansión.
Después de escuchar aquel grito, el tricolor no lo dudo dos veces e ingreso en esa casa al mismo tiempo que buscaba quien había pedido ayuda hasta que una esquina vio como unas arañas carnívoras estaban a punto de comerse a su amiga por lo que no lo pensó ni un segundo mas y las ataco con su espada hasta que acabo con todos esos insectos.
- ¿Te encuentras bien?-pregunta Yami preocupado.
- Si, gracias por volverme a salvar- responde la criatura con una dulce sonrisa.
- Por nada y ¿Por qué entraste en este peligroso lugar, tu sola?-interroga el tricolor con interés y preocupación.
- Por que sentí la presencia del rubí midori-contesta la ninfa con seriedad.
- ¿Tú puedes hacer eso?-cuestiona el ojirojo sorprendido dado que no se imaginaba que su amiga podría hacer tal cosa.
- Si, todas las ninfas podemos sentirlos pero cuando estamos cerca de ellos- responde la criatura sonriendo.
- Entonces, esa joya ¿Esta aquí?
- Si
- Bien, busquémosla, tomémosla y larguémonos de aquí cuanto antes- dice el elfo decidido a recorre esa tan escalofriante mansión.
- De acuerdo
Primer piso:
Los dos comenzaron a recorre el largo primer piso buscando aquella joya pero lo único que encontraron fueron más arañas peludas a quienes derrotar por lo que no les quedo de otra que subir al segundo piso
Segundo piso:
En el instante de pisar esta planta, cayeron del techo dos rejas que le impedían salir de la entrada de ese piso por lo que no sabía cómo salir de esa hasta que a los segundos después cayeron a dos gusanos gigantes a los cuales derroto con facilidad.
Luego de haberlos vencido, las rejas volvieron a elevarse dejando el camino libre por el cual el ojirojo continuo su recorrido hasta que en una esquina vio un pequeño cofre de color marfil por lo que lo abrió, encontrándose con una bolsa de género, la cual abrió para ver que esta contenía una gran cantidad de shurikens por lo que se colgó la bolsa en el cinturón de su ropa y continuo con su camino.
Tercer piso:
Cuando el tricolor llego a este nivel, comenzó a recorrerlo con tranquilidad debido a que no le había aparecido ningún monstro hasta que llego a la mitad del camino cuando el suelo comenzó a caerse poco a poco por lo que Yami tuvo que comenzar a correr con rapidez hacia la escalera para evitarse una caída de tres pisos, la cual no lo mataría pero si lo dejaría invalido por el resto de su vida. El ojirojo siguió corriendo hasta que pudo subir a la escalera y luego de llegar al quinto del peldaño pudo darse cuanto que el lugar donde el se encontraba ya no existía, lo que provoco que suspirara aliviado y siguiera su camino.
Cuarto piso:
Al ingresar a esta planta, Yami tuvo que sacar su espada dado que este piso estaba copado de monstros como arañas venenosas, plantas carnívoras, gusanos no tan gigantes y mariposeas chupa sangre. Después de terminar con todos ellos, se dirige hacia la escalera pero a la derecha de esta había un cofre de color verde esmeralda por lo que lo abre y se encuentra con una llave dorada, la cual guarda en sus bolsillos para subir al último piso.
Ultimo piso:
En esta sitio no había nada más que una puerta con un candado por lo que el tricolor abre el candado, entra en la habitación, en donde lo esperaba un topo gigante el cual comenzó a atacar el ojirojo como loco por suerte Yami alcanzo a sacar su escudo a tiempo para defenderse del ataque hasta que llego su turno de atacar. Primero le ataco el cuerpo pero no funciono, luego intento con la cabeza pero tampoco resulto, así que por ultimo lo intento con la cola y ese si tuvo efecto en el enemigo.
El tricolor siguió pegándole en la cola hasta que el topo quedo tan débil, que Yami se aprovecho de la circunstancia y le entierra su espada en el corazón hasta que el monstro muere. El ojirojo limpia su espada y la guarda a la vez que comienza a buscar la joya hasta que la encuentra en una esquina de aquella habitación.
Yami toma el rubí a la vez que lo guarda en sus bolsillos.
- Ahora que tienes la primera joya ¿Qué piensas hacer?-pregunta la ninfa con curiosidad.
- Pues debo ir por las otras dos que me faltan para ir al templo de la ciudad central- responde el tricolor seriamente.
- Ya veo, pues cuida muy bien de esa joya
- Lo hare y ahora ¿Cómo salimos de aquí?- cuestiona el elfo confundido.
- Te transportaré- transporta ambos al bosque negro.
- Gracias
- Por nada y ahora puedes seguir tu solo, solo debes seguir a la izquierda y podrás salir del bosque negro-dice la ninfa señalándole el camino a seguir a su nuevo amigo.
- Entiendo y te voy a extrañar
- Yo también a ti, cuídate y mucha suerte- menciona la criatura a la vez que se va volando lejos de Yami.
- Gracias – susurra el elfo antes de encaminarse otra vez en su camino.
Después de aquella mini despedida, el ojirojo siguió su camino hasta que logro ver la luz y después de cruzarla se dio cuenta que ya estaba fuera del bosque y por fin había llegado a los verdes parados.
CONTINUARA