Cundo por fin toque suelo firme admire el cielo desde mi lugar, era extraño como el clima había cambio tan bruscamente, pero bueno lo importante ahora era regresar a casa, podrían preocuparse por mí, desde que jazz dejo la casa de mis padres por mudarse a la universidad ellos se habían vuelto un tanto sobre protectores, lo que era muy irritante en ciertas ocasiones.
Me aleje a toda velocidad admirando el bosque que se alzaba debajo, era precioso, perdido en la mar de pensamientos algo por fin estallo en mi cabeza.
-¡Marshall!- Dije en voz alta mientras me detenía en el aire, como era posible que lo allá olvidado, me contemple a mí mismo, la chaqueta negra que aun lleva encima sin duda le pertenecía, fije la mirada al lugar que yo tanto amaba, solo obtuve más dudas que respuestas, ¿cómo era posible que el subiera hasta ese lugar?, solo un escalador experimentado lo conseguiría, o quizás él también podía volar, todo me daba vueltas, <<luego pensare en ello>> me dije a mi mismo.
La ciudad apareció pronto, los tonos verdes y cafés fueron remplazados en gran medida por grises de varias tonalidades, con uso de la invisibilidad llegue a mi casa sin que nadie se percatara, atravesé los muros para pronto estar en mi habitación, en un movimiento me deshice la ropa húmeda quedando completamente desnudo, entre a la bañera y deje corre el agua caliente.
Tres golpeteos resonaron por todo el cuarto de baño, provenían de la puerta.
-¿Danny, eres tú?- Pregunto su madre alarmada
-Si. Respondió Daniel de mala gana <<No otra vez>> pensó
-Hijo estuvimos preocupados por ti, ¿te encuentras bien?-
-Mama estoy bien-
-¿Estás seguro, cariño?- insistió pegada lo mas posible a la puerta tratando de escuchar el más simple de los de los detalles.
-¡Basta!- grito Daniel exasperado, mientras cerraba los ojos salpicando un poco de agua.
-Lo siento…- se disculpó la madre mientras salía de la habitación, Daniel escucho claramente como se cerraba la puerta del otro lado.
Por qué me siento así, no logro entenderlo, esta mañana tan solo era feliz, ahora solo siento una profunda ansiedad, tome mis rodillas con ambas manos y escondí mi cara entre ellas, el sonido del agua era ligero acompañado de un silencio que martillaba mi cabeza. Necesitaba alguien con quien hablar y pronto, no lograría pasar más tiempo de esta manera. Me levante y tome un toalla secando mi cuerpo con lentitud un charco sin forma crecía lentamente en mis pies, mire mi rostro, por dios era un desastre el chico de el reflejo me dedico una sonrisa torcida. Si Sam regresara de sus vacaciones en Francia, lo peor es que Tucker se marchó con ella por la gran exposición de tecnología que se celebraba en ese lugar.
Salí de la habitación del baño tome un de bóxer del suelo y me deje caer en la cama, no tenía ánimos de nada, el ocaso aun brillaba en el horizonte. Los fantasmas dejaron de aparecer en la ciudad hace unas semanas, al inicio era bueno pero con el tiempo para disfrutar y sin amigos con que hacerlo solo me tría desdicha, 5 días en que mi mundo logro transformarse en un infierno.
Pasaron volando las horas, el reloj marcaba la una de la madrugada, seguía sin pegar el ojo, una inquietante sensación me comía por dentro, que rayos sentía, no tenía una explicación lógica, me volveré loco si no hago algo, tome mi atuendo del diario, mientras me cambiaba mire la chaqueta negra en el suelo, la tome y mire detenidamente, valla era de una marca fina debía ser cara más de lo que yo tendría oportunidad de ganar en un empleo de medio tiempo, ese chico no solo era extraño si no también adinerado, era eso o la robo de algún sitio.
La luz plateada de la luna entraba por la ventana y una fresca brisa que me acaricio las mejillas con suavidad, extendí una sonrisa agradeciendo la paz que me tría.
- Parece una buena noche para un vuelo nocturno-
Me coloque la chaqueta y Salí por la venta en efecto me relaje al momento seguí en línea recta sin mirar atrás, la ciudad se sumergía en una tenue luz azul, un digno espectáculo. continué mi recorrido y llegue a las donde los bosque florecían, seguí, no había llegado tan lejos de mi casa solo claro está, mire por debajo y observe un bonito lago, parecía agradable, descendí. Las luciérnagas inundaban el lugar, los grillos hacían coro con el correr del agua no encontré palabras para describir tanta perfección. Me aproxime a la orilla del lago y me senté con las manos extendidas hacia atrás un crujido llamo mi atención.
Danny miro de un lado a otro sabía que no estaba solo, por algo que muy dentro del sabía quién era lo obligo a mirar a la rama de un árbol cercano. Marshall yacía reclinado observando a Daniel.
-¿Qué haces tú aquí?- Exigió Danny a la defensiva una vez más poniendo en pie.
Los ojos rojos de Marshall lo miraron en silencio, después de un largo rato bajo de el árbol dejándose caer Danny se alarmo un poco al ver que Marshall baja muy despacio como en cámara lenta, en ese instante comprendió que el poseía la capacidad de volar. Con los pies en tierra el chico peliblanco camino hacia Danny quien por primera vez puedo apreciarlo de pies a cabeza, Marshall no solo era más alto y más ancho que Danny su cuerpo había sido trabajado con vigor, los pectorales, los brazos, piernas y glúteos quedaban tan resaltados por la ropa que llevaba que Danny no paro de mirarlo, Marshall continuo su caminata al pasar a un lado de Danny hiso un pequeño alto.
-¿Por qué te sonrojaste?-
Luego de eso continúo hasta sentarse en la orilla mirando con curiosidad el lago.
Danny se sentía como un estúpido al saber que era verdad lo que él decía.
-! Deja de fastidiarme, dime quien eres en este maldito instante ¡- grito con fuerza
-Tranquilízate, Daniel- Ordeno Marshall- No pienso hacerte ningún daño, en cuanto a quien soy por el momento no es importante-
Danny no sabía qué hacer, dio media vuelta y antes de poder volar Marshall lo detuvo sujetando su muñeca, aquella sensación eléctrica lo invadió con rapidez al mismo tiempo que Marshall lo soltaba, Danny se sujetó la muñeca con una expresión de dolor.
<<Como se movió tan rápido hace un instante él estaba sentado, su velocidad supera la mía, esto no es bueno>>
-Te acabo de decir que no te preocuparas- Dijo casi leyendo su pensamiento, Danny miro en sus ojos y por algún motivo sabía que no mentía- Disculpa si te lastime- dijo observando como Danny frotaba su muñeca.
-No te preocupes…- Respondió Danny por lo bajo calvando la mirada al suelo- ¿Qué es lo que deseas?- Inquiero Danny.
-Solo quiero pasar tiempo a tu lado, es todo- respondió Marshall caminado al lago una vez más.
Las mejillas de Danny tomaron un color rojizo, sentía de pronto tenía mucho calor.
-Tu chaqueta- Dijo Danny intentando crea un poco de conversación y al mismo tiempo romper la tensión.
-No importa puedes quedártela, se te be muy bien- Al decir esto Marshall se inclinó y con solo la punta de su dedo toco el lago, en abrir y cerrar de ojos este se congelo por toda la superficie, un vapor emanaba de él y del nuevo lago congelado, la temperatura descendió bruscamente, Danny que asombrado y agradecido al saber que podía conservar la chaqueta y que la necesitaría para poder permanecer caliente.
-¿Cómo lo hiciste?- Pregunto Danny mirando el espléndido lago congelado.
-No es muy difícil si puedes manipular la energía, tu podrías hacerlo Daniel, podrías hacer muchas cosas el mundo está compuesto por energía y tú con tus poderes fantasma podrías controlar esa energía, claro está con un poco de practica-
Después de haber dicho aquello, Marshall comenzó a deslizarse por todo el lago con gracia y agilidad
Para Danny era todo un espectáculo ver a un joven tan hermoso patinar frente a un lago congelado que el mismo había creado. La luna resplandecía por todo el hielo haciéndolo ver como cristal, Marshall seguía describiendo círculos, ochos, diagonales y uno que otro salto girando, luego freno y extendió su mano a Danny a modo de invitación.