Alguna vez te has preguntado ¿por qué las personas lloran? ¿Es acaso la forma en la que el cuerpo reacciona al no poder aguantar el dolor?
Estas preguntas se las formulaba Kai cuando entró al cuarto de Kyungsoo y lo vio dormir plácidamente, como si el mundo no importara o quizás, como si su separación no importara. Pero esa no era la razón, la razón por la cual el niño se hacía dichas preguntas, era porque en esos momentos sentía ganas de llorar.
Sus ojos se agrandaron, en un intento casi nulo de evitar salir aquella agua salada y, sus labios se abrieron ligeramente pero se volvieron a cerrar casi que enseguida.
-¿Es todo? una semana, una semana y no te volveré a ver- el menor se sentó en la cama y acarició con suma delicadeza el rostro de D.O.
- ¿No te dije verdad? El amor, como quiero que sea. Dulce, adorable, tierno, doloroso. ¿Eso es el amor?. No me interesa saber lo que es… pero si como lo viví y junto a ti, junto a ti lo experimenté, es algo tan perfecto y a la vez triste. Es tenerlo todo con solo estar a tu lado , y la certeza de no tener nada a la vez.–
el joven soltó una risita apagada y jugueteó con los cabellos negros de la persona durmiendo a su lado.
-Mi corazón, siempre estará donde tu estés…lamento no poder estar en persona- Kai salió de la habitación, sin notar que de los ojos de D.O se habrían paso unas gotas húmedas, mojando la clara piel a su paso.
El mayor se levantó de la cama asustado, quedando sentado.
-Fue un sueño- se tocó el pecho y sus mejillas
– Un Sueño Kyungsoo, pero…- por qué cuando así lo pienso, se sintió tan real.
El tutor se levantó por completo de la cama y se metió a la bañera. Mientras estaba allí pensó. ¿Quién no pidió un abrazo alguna vez?. ¿Desde cuándo ese simple acto se volvió algo tan complicado y desgarrador? Si me quedo solo, simplemente tendré cicatrices y los fantasmas que con el tiempo llamaré recuerdos.
El de ojos grandes suspiró con fuerza y dejó que el agua caliente de la regadera se confundiera con sus lágrimas.
-Ayúdame para que pueda decir adiós a todo con una sonrisa-
....
Después de aquello, los días se pasaron tortuosamente rápidos, haciéndose lentos cuando no lo necesitaban. Más difíciles, con cada manija que marcaba el reloj sentían que era una punzada clavada directo en sus corazones. Kyungsoo por un lado, escudándose en la escritura de su libro y Kai por el otro encerrándose en la habitación.
El viernes llegó como la noche, inevitable. Ambos bajaron hasta la cocina y se encontraron. Como dos desconocidos, cada uno tomó lo que quería comer y antes de que D.O volviera a la computadora. El moreno lo tomó del brazo.
-Gracias por todo, me he sentido realmente bien, me has dejado siempre algo en la cocina ¿no? Gracias por pensar en mi-
Los ojos del mayor se abrieron de la impresión, le estaba hablando, simplemente no lo creía. Se volteó quedando ahora de frente, él tenía la cabeza gacha y miraba hacia un lado. Lo detalló.
-Estas más delgado ¿No has comido todo lo que te dejo?- la preocupación era evidente
-Sí ¿Cómo no comerlo si lo haces tu?- ladeó el rostro, quedando ahora de frente. Le dedicó una sonrisa apagada, con unos ojos tristes y sin brillo.
El niño soltó el agarré y tomó la comida para ir de nuevo arriba pero, esta vez fue detenido por una manos temblorosas que le rodeaban la cintura.
-No lo hagas… no me dejes ¿no puedes tomar mis manos? Te necesito- susurró pegando la cabeza a la espalda de su pupilo.
El niño tomó con miedo las manos del escritor y se dio la vuelta. Dejando a un lado el plato de comida.
-las lágrimas que. ..Ahora están acumuladas en tus ojos ¿por qué son?- el pálido cerró los ojos y las dejó caer. -¿por qué lloras? – volvió a preguntar el niño.
-p..porque si te vas. Es decir.. .los recuerdos que tengo de ti ¿cómo los voy a borrar? Entraste en mi corazón, lo volviste cálido, p-pero ahora, ahora se siente tan frío. Aquí, aquí Kai. Duele, duele como nunca – tomó sus manos y las puso en su pecho.
-cuando no estas… es tan doloroso, a veces, no sé como hablarte, qué decirte, todo se pone blanco, gris. Te vas así no más? Este tiempo bastó para que ahora que te vas, te lleves una parte grande de lo que soy. Vivo todos los días más allá de mis fuerzas…yo.. yo- hizo una pausa
-Ya no puedo vivir sin ti-
El niño despeinó los cabellos color azabache de su hyung y con unos ojos húmedos negó con la cabeza.
-Si puedes, por favor, no dejes de escribir para que en un pasado nuestro, podamos vernos de nuevo. Por favor, no dejes de escribir, así podré volver a amarte –
El cuerpo del mayor comenzó a temblar de nuevo
-E…eso ¿qu…é quiere decir?- pronunció con voz entrecortada
- quiero decirte que, en todo este tiempo, si entre todos estos fragmentos de tus recuerdos hay uno, aunque solo sea un momento que te ha sacado una sonrisa. No olvides guardarlo en lo profundo de tu corazón. Buena suerte Do Kyungsoo, fue un placer haberte amado –
el menor se acercó hasta el rostro de D.O y le dio un beso en la frente. Seguido se dio la vuelta y subió con rapidez las escaleras, sacando de su chock al pálido con el portazo, que hizo eco en toda la casa.
-Q…qué..- las piernas comenzaron a perder su fuerza y ahora, las lágrimas fluían como un río, un río interminable, un dolor interminable, hondo, punzante. Los ojos se le cerraban como si haciendo aquello pudiera despertar de la eterna pesadilla que estaba viviendo. Se aferró a sus piernas y silenció los sollozos con sus manos. Se quedó sentado en una esquina, esperando a que el dolor pase, se vaya… esperó, esperó y esperó. Hasta que se hizo de madrugada.
Abrió los ojos con pesadez, se levantó con brusquedad. Por su acto, los tendones que antes estaban recogidos, se lastimaron, provocando que un grito de dolor saliera de su boca.
-AAAHHHHH!!-
El menor bajó las escaleras asustado, tenía los ojos rojos y también hinchados
-Sucede algo? – preguntó preocupado
-No…no es nada – dio un paso, para dirigirse a su habitación, pero las piernas le fallaron y cayó al piso. El niño se acercó y lo tomó de las piernas, para cargarlo como cuando estuvieron en Jeju.
-no estas bien, te ayudaré hyung-
-es..espera! – interrumpió
-llévame afuera por favor- Kai obedeció y salió al jardín de la casa.
-ohhh vaya.. .pensé que era un día gris. - dijo con tristeza
–A pesar que el sol brille como si fuera un día de verano, hoy realmente no es un día bello-
el morocho lo miró con ojos abiertos y después le acarició el cabello.
-Hyung.- lo sujetó más fuerte y lo apretó contra su pecho . –Te Amo y…-
En esos mismos momentos, en la nueva cita del guardián y la naranja que no tiene buenos chistes y canta “luchifer” en vez de “Lucifer” Estaba pasando un heladero
-Helados, helados a 2 dolares-
-Woaa – los ojos de Suho se convirtieron en dos estrellas
-Quieres..- y antes de que pudiera terminar de ofrecerle un rico helado, el cerezoso ya estaba acosando con preguntas a el vendedor.
-Ohh y no tiene de cereza con leche? –
-No señor, solo tengo de fresa, chocolate, maracuyá, ron con pasas-
-no no no no ron con pasas no le de a él- interrumpió enseguida Chen
-¿Por qué? – preguntó molesto Joon Myun
-Bueno..veras , Xiu me contó que no soportas ni un poco el alcohol , así que nada de esto-
Ahora se dirigió al vendedor
-Sé que es solo la esencia, pero por lo que sé, no puede tomar ni oler. Por favor deme uno de naranja y uno de fresa-
-esta bien- el guardián hizo un puchero muy adorable y tomó el helado con la baba corriendo por la comisura de su labio inferior. Jongdae sonrió de medio lado y se acercó hasta la cara del mayor
-Tienes.. un poco de..- se acercó más y se lamió los labios –Tienes baba Hyung –
El rostro de Suho se tornó rojo casi fucsia –Ahh?-
El menor tomó una servilleta y limpió con suma sensualidad. .
-Ya está- dijo sin alejarse. –Ahora si mi paga-
-Ahh? Qué paga? Mira si me estas hablando de dinero te..- al parecer es una costumbre suya interrumpir a las personas mientras hablan, la diferencia es que lo había callado con un pequeño y casto beso.
-Qué…t…tuu tu! – lo apuntó con la mano, alejándose de él.
-por qué hiciste eso? No le hagas eso a tu mayor mira que…- Chen se acercó de nuevo, dando pasos lentos, demasiado lentos. Evitando que pronunciara alguna palabra la linda boquita del guardián con la mirada lujuriosa que le brindaba. Al quedar a centímetros lo tomó de la mano.
-Ya no aguanto más- comenzó a caminar casi que arrastrándolo al centro comercial en el que se conocieron. Ustedes pensarán que debería hacer algo para parar con aquella locura. Pero Suho no hizo nada, absolutamente nada.
Mientras el mayor era arrastrado, podía ver el perfil de jongDae *es realmente apuesto* pensó, sus mejillas rojas, sus labios entre abiertos y su piel pálida contrastando con el resto y antes de poder pensar algo más. Fue empujado contra el interior de uno de los baños del lugar.
-Ya no me aguanto..déjame déjame besarte – suplicó el naranjo.
____
En la calurosa isla de Jeju se hallaba un ambiente algo tenso.
-Que te bese me dices ..pero si yo ya te besé, te he besado dos veces Byun BaekHyun.. dime algo ¿por qué son tan importantes los besos? Por qué insistes en que te de uno. ¿A.. Acaso no puedes dejar el tema?-
El rostro de Baekhyun se tornó rojo, estaba apenado y a la vez enojado ¿cómo le decía eso? . Tenía ganas de cachetearlo en esos momentos, pero se calmó y dejó la ira a un lado.
-Eres estúpido? Los besos se dan …se dan…se dan..- hizo una pausa y empuño sus manos - se dan cuando alguien te gusta! ¿qué no entiendes..? ya te lo dije, lo cual ya fue muy vergonzoso, y ahora me haces pedirte que me des un beso, lo que me deja la dignidad por los suelos. Mira…sabes qué, ya no me interesa besarte..si no quieres no te voy a rogar- se dio la vuelta y refunfuñó a la nada, pero antes de subir a su cuarto una voz grave lo interrumpió
-Espera- gritó aun en su lugar.
-Espera por favor, no malinterpretes las cosas- se movió con lentitud hasta donde se encontraba Baek de espaldas y sujetando su hombro lo hizo darse la vuelta. El rostro del susodicho estaba completamente rojo y tenía el ceño fruncido.
-¿Qué?- inquirió molesto
-Lo que te dije, es que… yo tengo miedo de hacerte algo malo, es que.. la primera vez que nos besamos fue algo nuevo, la segunda comencé a sentir mi corazón y mi cuerpo calientes. Realmente me dieron muchas ganas de tomarte de la cadera y …- contuvo sus palabras
-Y.. qué. Qué?- preguntó insistente Bacon
-Me dieron ganas de besarte y morderte y..- no podía continuar, su rostro estaba más que rojo, prácticamente hasta las orejas. Sus manos se juntaban ociosas y las palabras no le salían de los mismos nervios.
La quijada del mayor fue a parar al piso y explotó cual bomba. Ok no –lo reconstruye- . Pero del asombro palideció.
-Byun… ¿estás bien? estas pálido- se acercó más y tocó su frente. Bastó solo un toque, un toque para que la piel antes blanca como un papel, volviera al color carmesí de hace unos momentos atrás.
-No..no digas cosas tan vergonzosas con esa voz tan sexy!- reprochó el más bajo
-No sabes lo que causas en mi, así que si lo dices de esa forma mi corazón sentirá que explota-
-Ahh? Tu corazón va a explotar? Llamemos a un médico! - habló horrorizado mientras buscaba algún teléfono
-Chan no es eso- soltó una risita
-Channie, mi corazón siente que va a explotar por tus palabras-
-AHHH! Por mis palabras?!!! – se puso una mano en la boca –Lo siento- volvió a poner las manos en donde estaban – lo siento por hablar-
El Tocino no pudo aguantar, simplemente era tan dulce, su rostro, sus actos
-hablo en sentido figurado. Siento eso por que tus palabras son dulces, son cargadas de sentimiento- tomó las manos que se hallaban en los sensuales labios del alto y las puso alrededor de su cuello.
-Channie- susurró cerca a su oído
-no te contengas conmigo…-
Casi que por inercia el menor lo tomó de la cintura y lo apretó a su cuerpo
-Tú lo pediste-
Lo empujó con fuerza y le dio la vuelta, quedando su rostro contra la fría pared.
Se puso detrás de él, y por supuesto el otro se sobresalto al sentir la respiración caliente de Chan pegando contra su espalda, volteó su rostro y aprovechó la cercanía de sus labios para darle un beso. Esto sorprendió a Baek que entreabrió la boca sorprendida, lo que a su vez le permitió a Chan introducir su lengua, haciendo el beso más profundo, sabroso e intimo.
Le acarició el abdomen, provocando que gima al sentir aquellas manos grandes y cálidas tocando cada centímetro de su cuerpo.
-Se siente bien? - preguntó el de cabello castaño claro
Baek sintió como la respiración se le volvía más pesada y la sangre de sus venas fluía más rápido al escuchar aquella frase.
-N…no preguntes esas co…ahhh- volvió a gemir pero esta vez al sentir como el alto lamia su cuello.
Donde lo tocara, donde lo besara, lamiera, esos lugares sentía que le quemaban. De nuevo le dio la vuelta y se mordió el labio inferior con fuerza, tanta..que comenzó a sangrar
-no sé…que hacer tu… -
El más bajo posó sus pies sobre los de Channie y con su lengua limpió la sangre que amenazaba con regarse. El mayor lo tomó de la mano y lo llevó hasta la cocina.
-Channie… voy a enseñarte como hacer el Amor-
Lo sentó en una silla y sonrió con picardía.
-Pero.. Perdón si no soy tan bueno – se sonrojó y le dedicó una mirada tímida.
Fue hasta el refrigerador y buscó entre las cosas.
-Aquí está! – sacó un pequeño recipiente y ahora la lujuria se apoderó de sus ojos
-Channie, ya que no tenemos lubricante y siempre he querido probar esto. Me lubricarás con mermelada- primero, sí, mermelada de fresa y segundo. Sí, Channie no sabe qué es lubricar ya que no ha recibido clases de cómo ser pervertido por parte del Tocinito.
La confusión y el pánico se apoderaron del perfecto rostro del alto y como si el otro leyera la mente se acercó hasta donde estaba sentado y puso su trasero sobre las caderas del contrario, dejando sus piernas alrededor.
-Channie - situó el vaso de mermelada en sus piernas, en medio de ellos y lamio el lóbulo de su oreja.
Lentamente se fueron desnudando el uno al otro.
Ambos eran un lío de manos, piernas y besos, besos húmedos y salidos de tono. Besos cargados de pasión, lengüetazos por sus cuellos; sus labios apenas se separaban para respirar, y si lo hacían iban a parar a otras partes del cuerpo del otro.
Estaban sudados, bañados en mermelada. La regaron sobre ellos lamiendo y probando así el sabor a dulce y salado que proporcionaban sus pieles.
-C…channie vamos al baño no me importa... A-ahora...lo quiero hacer en el baño.-
El alto se paró con el mayor sujeto a sus caderas, entró casi que corriendo a la tina y abrió la llave para que el agua caliente, como sus mismos cuerpos, se dejara caer en ésta.
La traviesa lengua del menor comenzó a introducirse en la cálida boca de Baek, recorriendo, saboreando, intercambiando saliva, un beso necesitado y lleno de excitación.
Por fin la tina se llenó y el primero en entrar fue Chan, se sentó y encima suyo se hizo Bacon.
-Chan…tócame – tomo la fría mano del chico y la puso sobre su miembro –tócame por todos lados-
El chico se sentía raro, sumamente encendido. El mayor no hacía más que besarle el cuello y eso lo hacía sentir cosas extrañas en su parte baja. Sin rodeos comenzó a masajear el miembro a Baek, acariciando y tomándolo con fuerza, moviendo de arriba hacia abajo. El contrario en respuesta, arañaba la ancha espalda del rubio y mordía su hombro.
-Ahh Channie…así más rápido- esas palabras bastaron para que aumentara el ritmo y una sustancia viscosa se dejara ver. Chan tomó un poco de ésta y la metio a su boca
-Delicioso- sonrió de medio lado
-Tuuu ¿c-cómo puedes decir esas cosas!!!?-- tan sonrosado y avergonzado como pudo reprochó.
-Byun Baekhyun eres delicioso- su rostro ahora muchas más rojo que el carmesí, cerró los ojos y besó su mejilla.
-Ahora es mi momento de darte placer - de nuevo tomó la mano del alto y lo miró inseguro
-mete tu dedo- pidió. El otro introdujo su dedo con delicadeza y comenzó a moverlo en círculos, el rostro del tocino mostraba dolor, pero a la vez sentía una especie de placer, se mordía el labio y sujetaba de los hombros de él.
El agua de la tina se regaba por sus
movimientos. Baek se retorcía de placer.
-aahhjj mete otro- pronunció acercándose a su cuello, abrazándolo fuerte. Y así lo hizo, pasaron 2 minutos hasta que Baek lo decidió.
Tomó el miembro ya erecto del alto y lo metió con paciencia. Chan tomó el rostro de su “jefe” y lo besó con ternura. Sus frentes se juntaron y entonces comenzó el vaivén, un movimiento nuevo y desconocido para el joven, aprovechó la cercanía de sus cuerpos y exigió sus lugares favoritos, agarró con firmeza el trasero bien proporcionado del tocino y comenzó a morderle el cuello.
-aaahhh~mmm Channn no dejes de tocarme -
Baekhyun se hundió tantas veces en él que perdió la cuenta, era simplemente gigante y lo hacía sentir un placer infinito, subía y bajaba la intromisión de aquel monstruo, algo delirante mientras a su vez el contrario lo masturbaba, los gemidos inundaban aquel húmedo cuarto. las paredes empañadas y sus cuerpos al chocar formando un sonido épico.
-AAAHH- Los dos alcanzamos el clímax al mismo tiempo, ambos mojados y la vez sudados.
Baekhyun cayó cansado sobre los hombros y el otro le acarició la espalda.
-Me gustas. –consiguió jadear, aún exhausto del placer el menor.-Me gustas mucho-
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