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Irony por Ms Ohorat

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Notas del capitulo:

Ahórquenme ._. 

Ms Ohorat.

KYUNGSOO'S POV.

 

— Bien —hablé—. Ya que todos estamos aqui, presentémonos. 

— Oh, vamos, Kyungsoo —intervino—. Eso sería aburrido. 
— ¿Quieres quedarte? Pues haz lo que digo, Jongin —le fulminé con la mirada, y volteé a ver al desconocido—. Comienza tú, ya que eres el único al que no conozco.
—bufó— Chanyeol —dijo de mala gana. 
— Estrecha tu mano —ordené. 
— Por qué debería...
— Hazlo, Chanyeol —interrumpió el moreno.
—resopló y obedeció. Pero al llegar a Byun... —. A ti no. 
—rodó los ojos— Como quieras, pie grande. 
—levantó su puño— Qué dijis... 
— Ya basta, los dos —dije, sostendiendo a Bakehyun y tirandolo hacia atras—. Sigamos. Jongin. 
—se levantó y estrechó la mano a todos, excepto a su amigo—. Kim Jongin. Un gusto. 
— Ya sientate, negro. Lo formal no va contigo —bromeó, a lo cual mi amigo y yo no pudimos evitar reir.
— Cierra la boca —lo golpeó en el brazo.
—aclarando mi garganta— Mi turno. Soy Kyungsoo. Do Kyungsoo. Un gusto —hice lo mismo que los otro dos y tomé asiento—. Byun.
—resopló— ¿Debo hacerlo?
— Claro que si. Ahora —ordené.
—bufó— Soy Byun Baek —dijo con cada uno de nosotros, hasta que llegó a Chanyeol. Lo miró amenazante—. Baekhyun-hyung para ti, y te odio —sonrió cínico y estrechó su mano.
—respondiendo el saludo de la misma forma—. Igualmente, enano —soltó, haciendo que Baekhyun apretara con mucha fuerza su mano—. ¡Ah! Suelta, ¡estúpido! —lo empujó.
— No vuelvas a decirme enano. Tú, drogadicto —contraatacó.
— ¿Qué dices? —preguntó indignado—. Mira...
— ¡Cierren la maldita boca! —grité—. ¿Acaso quieren dormir juntos? Porque estoy pensando seriamente en hacer eso.
— ¡No! —dijeron al unisono.
— Entonces dejen de pelear. No son niños —me levanté y caminé hacia la cocina.
— Hyung —dijo a mi oido, haciendo que saltara.
— Demonios, Jongin —suspiré—. ¿Cómo haces para ser tan sigiloso?
—se encogió de hombros— Práctica.
—rodé los ojos— ¿Qué quieres? 
— Solo vine a ver qué ibas a hacer. ¿No puedo?
— No —bufó. Volteé a verlo—. ¿Por qué no vas con tu amigo? Ha de estar asesinando a Byun con la mirada. 
— O con los puños —abri los ojos.
— Jongin —dije a modo de advertencia.
—rió— Ya voy. No te preocupes —yendo hacia la sala.
— Ah. Espera —volteó—. Preguntales que les gustaría comer.
—resopló— ¿Por qué yo?
— Porque si.
— Discutirán. 
— No me importa.
— ¡Me matarán! —gritó exagerado.
—lancé la cuchara que tenía en manos, molesto— ¡Pues que lo hagan! Despues de todo, el que los tenga que aguantar ha sido tu culpa. Asi que ve y coopera —ordené.
—haciendo una mueca— Esta bien —se fue.

Mierda.

Encima que dejo que se queden. ¿Quién se cree que es?

— ¡Kyungsoo, ayúdame! —gritó Jongin.

¿Y ahora qué?

— ¡Kyungsoo!
— ¡Ya voy! —dejé lo que hacía y fui donde estaban. Al llegar, pude observar como un moreno se esforzaba de sobre manera por mantener alejados a los dos sujetos que se volvieron locos de
repente— Pero ¡¿qué demonios está pasando aqui?! —corrí hacia ellos y, con la ayuda de Jongin, logré apartarlos—. ¡Estan locos! ¿Por qué estan peleando ahora, eh?
—tratando de zafarse de mi agarre y volver encima del gigantón de nuevo—. ¡Ese idiota me dijo duende! 
— ¡Tiraste mi cigarrillo! —gritó el otro—. ¡Y era el último!
— ¡Te lo mereces! —respondió.
— ¿Saben qué? Estoy harto —dije fastidiado y levanté a Byun bruscamente.
- ¡Oye, 'Soo! ¿Qué haces? —forcejeando.
— Jongin —solté. Me miró—. Levanta a tu estúpido amigo y sigueme, ¿oiste? —asintió. no muy seguro.

Arrastré a Baekhyun al cuarto y lo lancé a uno de los enormes roperos vacios.

— Mételo allí —dije al moreno.
— No, no. Amigo, no lo harás, ¿verdad? —suplicó el gigante.
—sonrió cínicamente— Ordenes son ordenes —frunció el ceño y lo lanzó, cerrando la puerta con seguro.
— ¡Y no saldrán hasta que aprendan a comportarse! —grité y fui nuevamente a la cocina. 
— ¿Esta bien hacer eso? —preguntó detras mio.
—me encogí de hombros, restandole importancia— Solo quería paz, al menos, para cocinar —dije—. Pero, y si tanto te preocupa, ve a verlos. Quédate en el cuarto. Yo les aviso cuando este lista la cena —asintió y se fue.

*

— Pero qué... —observando el ropero en el suelo, completamente destruido por dentro al momento de abrirlo—. ¡¿Qué ha sucedido aqui?! —grité. 
— Bueno, tú nos dejaste allí, ¿no? —dijo el gigante con la cara rasguñada, el pelo totalmente desparramado y la ropa rasgada, que dejaba a la vista un gran mordisco en su hombro. 
— Byun —volteé a verlo asesinamente. Éste, se encogió de hombros.
— Lo lamento —respondió, dejando ver un enorme moreton en su mejilla derecha—. Ese idiota me sacó de quicio —le apuntó. 
— ¿Qué dices, enano? —escupió, tratando de acercarsele. 
—colocandome en medio de ellos— Muy bien —conteniendo la ira—. Ya que tanto les gusta jugar, dormirán juntos. Asi tendrán bastante tiempo. ¿Esta bien? —ambos me miraron horrorizados, y
el mas bajito de los dos intentó intervenir. Lo tomé de la oreja—. Mas te vale no replicar nada, Byun, o juro que nuestra amistad se temina aqui. Y hablo en serio. 
—haciendo puchero— 'Soo... —insistió.
— Andando. La cena esta lista —tiré de él, llevandolo a la cocina.

Maldito Jongin.

Todo ésto es culpa suya.

En definitiva, haré que me compre un ropero nuevo.

— Sientense —ordené. Obedecieron al instante— ¡Jongin! ¡Mueve tu maldito trasero a la mesa ahora! —grité lo mas fuerte que pude.

Luego de dos minutos, apareció.

Se refregaba el ojo mientras que con la otra mano se acomodaba el cabello.

Lo miré mal.

— ¿Qué sucede, hyung? —preguntó— Ah. Ya esta la comida —sonrió y corrió a la mesa.

Caminé hacia él y le di un golpe en la cabeza. 

— ¡Auch! —se sobó—. ¡Oye!
- Menos mal que estabas cuidandolos —solté sarcástico y fui hacia la cocina—. Me comprarás un ropero nuevo, y lo quiero para antes de que termine la semana. ¿Oiste, Jongin? —medio grité desde allí.

Lo asesinaré. Juro que lo haré.

Pero antes quiero mi mueble.

—me sente luego de servir— Coman. Y mas vale no pelear, ¿oyeron? —asintieron.

Un incómodo silencio reinó en la sala, haciendo que el ambiente se volviera tenso.

Realmente no esperaba ésto. Ni siquiera sabía como comenzar una conversación.

Un celular sonó, sobresaltando a todos los de la mesa.

— Es el mio —dijo Byun con la boca llena, levantando la mano.
—suspiré cansado— Contesta —asintió y se levantó.
— ¿Diga? —soltó, y, de un momento a otro, sonrió—. Sunggyu. Qué bueno que llamaste.

Oh, no. No otros de sus novios.

Se recargó en la pared.

— ¿Qué dices? ¿Quieres regresar? —extrañamente, se le iluminaron los ojos—. He estado esperando a que lo dijeras. Claro que quiero —continuó— ¿Salir? ¿Dónde? —se sonrojó levemente, 
mostrandose emocionado—. Esta bien, mañana. —sonrió enormemente—. Adios —cortó.

Comenzó a tararear.

No de nuevo.

— 'Soo —musitó en tono musical.
—levanté la vista pesadamente. Sabía de ante mano lo que quería—. ¿Hmm?
— ¿Te molestaría acompañarme un rato al cuarto? —preguntó.
—suspiré y me levanté— Vamos —me disculpé con ambos, y fui con mi amigo.

De otro modo, seguiría molestando.

— ¿Qué sucedió ahora, Byun? 
— Es Sunggyu. Me invitó a salir. Dijo que sería una sorpresa —soltó, desbordando emoción—. Hemos regresado. 
—me senté en la cama, y fingí una sonrisa— ¿Ah, si? Pues te felicito.
—rió— Gracias —me abrazó de repente, sorprendiendome.

Ésto no era normal.

Al menos, no era lo típico.

—B-byun —lo alejé y miré su rostro. 
— ¿Hmm? —musitó sonriendo.

Abrí los ojos.

Sus orejas... Estan rosadas.

Eso significa. .

— Acaso... ¿estas enamorado de ese tipo? —pregunté.
— ¿Qué? —su cara se volvió roja de repente—. ¿P-por qué preguntas eso?

Abri la boca.

No puede ser. Mi amigo...

...esta enamorado.

Sentí mi corazón latir a mil por hora.

—sonrei— Lo estas, ¿verdad? 
—me miró, con brillo en sus ojos, y rió— ¿Tanto se nota?

Lo tiré hacia mi y lo abracé.

Ésta vez... Luego de tanto tiempo...

Se ha vuelto a enamorar.

Y yo que creía que sería una aventura mas.

Estaba equivocado.

— Te felicito, Byun. Realmente —froté su espalda.
—correspondiendo al abrazo— Gracias. En verdad necesitaba de tus palabras, 'Soo. 
—me alejé un poco— Bien. Ahora volvamos a la mesa —nos pusimos de pie—. Nos esperan.
—frunció el ceño e hizo un puchero— No quiero volver. Allí esta ese grandulón del mal.
—rei y coloqué una mano en su hombro— Ignoralo. No dejes que él arruine tu noche —me miró, y asintió—. Vamos.

*

JONGIN'S POV.

— Nadie jamás me había tratado asi —comentó molesto mi amigo, mientras terminaba de masticar la comida.
—reí y apoyé ambos codos en la mesa— Entonces... ¿dices que ese chico no te agrada? ¿Ni un poquito al menos?
—negó con la cabeza— Es solo un enano descerebrado y engreído que cree que con unos simples golpes y rasguños puede asustarme. En serio —llevó la bebida a su boca—. Esta loco. 
—hice una especie de mueca— Lastima. En serio, creí que congeniarían bien.
—arqueó una ceja— ¿Eres idiota? Ademas de ser de clase media, es un cretino. Era mas que obvio que no lo aguantaría. 
— Por Dios, Chanyeol —suspiré—. No tienes remedio.
—rió— Oye, negro —dijo—. ¿Y si nos vamos de putas esta noche? Asi no tendré que dormir con ese. 
— No —negué—. Olvidalo, amigo. Yo no voy. Tengo cosas mas importantes que hacer. 
—frunció el ceño— ¿Cómo qué, eh?
—lo miré— Arreglar las cosas con Kyungsoo.
— Oh, vamos —se apoyó en el respaldo, indignado—. ¡Ese enano no vale la pena! Debes salir y divertirte.
— Sabes como soy, Yeol. Cuando no puedo arreglar algo que hice, me molesta. Y hasta que no encuentre la solución, no saldrá de mi cabeza, y de ese modo no podré disfrutar nada. 
Ademas, no me dan ganas.
—resopló— Eres raro —le fulminé con la mirada— Esta bien, esta bien, nos quedaremos —dijo—. Pero ni de broma duermo con el enano. 
— Bueno —me encogí de hombros—. Si prefieres el suelo, por mi esta bien.
— ¿El suelo? —preguntó— Si, realmente lo prefiero. 
—reí— Bueno, luego se lo dices a Kyungsoo.
— ¿Ya terminaron de comer? —preguntó hyung, entrando con su amigo. 
— Hace horas —espetó Chanyeol.
— Bien —levantó los platos y los dejó en la cocina. Miró el reloj en la pared— Aun es temprano... —murmuró y volteó a vernos—. ¿Quieren hacer algo? 
— Karaoke —dije sin titubear.
— Deja de ser mujercita, negro. Veamos películas de terror —golpeé su brazo.
— Claro que no, pie grande. Luego no podré dormir —respondió Baek—. Elijo el karaoke.
— Y yo las películas —finalizó Kyungsoo, marcando así un empate. 
— Empate —dije.
— Hay que desemparejarlo —dijo mi amigo.
— ¿Les parece piedra, papel o tijeras? —sugirió hyung.
— Claro —sonrió y se levantó—. Despues de todo, soy el mejor. 
—rió— Eso lo veremos, gigante.

Se pararon uno frente al otro, escondiendo la mano derecha detras de sus espaldas.

— ¿Listo? —sonrio de lado.
— No hace falta. Ganaré —respondió mi amigo, haciendo bufar al otro.

Y sin mas que decir, jugaron.

Realmente creía que mi amigo ganaría. En serio era el mejor.

Pero para mi sorpresa...

— ¡¿Qué?! —miró su mano, atónito.
— ¡Gané! —saltó de alegría— ¡Karaoke!

Baekhyun había ganado.

¿Pero cómo... ?

— Bien. Entonces será el karaoke. Lo traeré. Vuelvo en un minuto —dijo y se fue.
— Aguarda, Kyungsoo-hyung —corrí hasta él—. Iré contigo.

Debo arreglar el asunto.

Sinceramente, si me he quedado, ha sido para solucionar el malentendido.

Ya no puedo esperar mas.

*

— Kyungsoo, ¿podemos hablar? —pregunté detras de él.
— ¿Sobre qué? —dijo mientras buscaba el juego.
— Sabes a lo que me refiero. 
—frunció el ceño— ¿Todavía con eso? No, Jongin. Ahora no —caminó hacia la sala una vez encontró el aparato.
—siguiéndolo— Kyungsoo. En serio, necesito que escuches.
— No quiero discutir ahora. Si a eso has venido, entonces ve y salta por la ventana, y dejame en paz —espetó.
— Pero Kyung... —me siseó y entró, dejandome atras.

Otro intento fallido, otra vez.

En serio, ¿cuando podré arreglar las cosas con él?

Realmente éste asunto esta quitandome días de sueño.

Mordí mi labio inferior, molesto.

Empiezo a odiar el ser bisexual. Y todo es su culpa.

— ¡Oye, negro! ¡No te quedes ahí parado! ¡Ven a cantar, primor! —gritó Chanyeol.
— ¡Cierra la boca, idiota!

*

KYUNGSOO'S POV

— ¡Es tu turno, 'Soo! -dijo mi amigo, emocionado. 
—bufé— ¿En serio tengo que hacerlo? No es lo mio cantar —me excusé.

En verdad que no era algo que me gustara hacer. Solo por el hecho de que no me salía bien.

— Oh, vamos, hyung —alentó sonriente mientras colocaba una mano en mi espalda. Salté de inmediato al sentir el roce. Él apartó la mano al sentirlo—. Debes divertirte. ¡Canta al menos esta vez! 
—negué con la cabeza, sentandome en el sillón—. Ademas de verguenza, no tengo ganas de hacerlo.
— ¿Verguenza? —rió—. Es la primera vez que te oigo aceptarlo. 
— Byun, no me provoques —amenacé.
— Ya hazlo, enano. No tenemos toda la noche —espetó el gigante—. Seguramente ni sabes cantar.
— ¿Qué has dicho? —dije entre dientes. 
— Bueno, bueno —intervino el moreno—. Si no quiere hacerlo, no hay que obligarlo. Será en la proxima ronda.
— Lo mismo dijiste en las otras dos —contestó Baekhyun resoplando cual niño pequeño. 
— Es verdad. Ese enano es un aguafiestas.

Fruncí el ceño.

¿Enano? ¿Aguafiestas?

—levantandome de golpe— ¿Quieren que cante? —tomé el micrófono bruscamente—. Entonces lo haré. 
— ¡Yeah! —saltando en su lugar—. ¡Por ahí debiste haber empezado, Kyung! 
— Aleluya —dijo Chanyeol rodando los ojos. 
—acercandose— ¿En serio lo harás? 
—lo miré desafiante— Claro que si, Jongin —coloqué la música—. De ninguna manera me llamarán aguafiestas, y mucho menos enano. 
—sonrio de lado— Bien. Entonces veamos como lo haces.
— Él lo hace realmente bien. Ya lo he escuchado —habló Byun, apoyando el brazo en su hombro. 
— No es verdad —contradije.
— Lo que digas, 'Soo —contestó con sarcasmo—. Te alentaremos desde allí —apuntó al sofá—. Asi que hazlo bien. No me averguences, que te he halagado. 
—reí y golpeé su brazo— Nadie te lo ha pedido. 
— Pero ya lo he dicho, asi que coopera y hazlo realidad —mostró la lengua, divertido y arrastró al moreno a los sillones.

La música comenzó a sonar, y dudé por un segundo.

Sabía de antemano que podría desafinar, pasar verguenza tal vez por el resto de mi vida, y no podría tolerar ni la mas minima broma sobre ello.

Lo consideraba mi segundo miedo. O, tal vez, el tercero. Ya que siempre me importó lo que decía la gente sobre mi.

Pero quería hacerlo.

Sentí por un momento la adrenalina correr por todo mi cuerpo. Estaba molesto.

Me subestimaron, me llamaron aguafiestas.

Es algo que no puedo tolerar.

Respiré profundo.

Jamás me había sentido tan nervioso.

— ¡Canta, 'Soo! —gritó.

Cerré los ojos, escuché la suave melodía...

Y me dejé llevar, disfrutando por primera vez de algo como esto.

Tal vez sea porque, luego de tantos intentos fallidos, logré cantar sin desafinar.

Tal vez sea porque, en vez de abuchearme como era costumbre, me estaban alentando como si en verdad les gustara escucharme.

O tal vez sea porque, ademas de alentarme...

...cantaron junto a mi.

Notas finales:

Noté que han estado mucho con lo de mensajes para EXO últimamente, así que paso a dejarles el mío (Si me ayudan, ayudo :D)

> http://exo.mcmworldwide.com/EN/sh_message.asp?snsFlag=fb&EE_SEQ=38725

Nos leemos en la otra~ 

Ms Ohorat.


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