KYUNGSOO'S POV.
- Demonios. .-musité arrastrando mis pies por toda la cocina.
Estúpido Jongin.
- Lo mataré, lo juro. Un día de éstos lo haré. -tomé un vaso de leche.
Bajé el vaso lentamente, sorprendido al ver la mesada
- Y eso. .? -tomé la nota encima de ella y fruncí el ceño al ver el nombre.- Ese maldito se atrevió a entrar cuando estaba fuera.
Lo mataré. En serio lo haré.
-desdoble el papel y lo leí.- Esto es. .-abrí los ojos.
“Hoy. Dos de la madrugada. En mi casa. Cena. Bien vestido.
Te espero. "
Una invitación?
-solté un pequeña risa.- Qué le hace pensar que iré? -guardé la tarjeta en mi bolsillo y fui a mi habitación.
Mas bien, cómo supo que llegaría tarde?
Miré el reloj en la pared.
- Una y media. -murmuré.
Debería ir?
-negué con la cabeza.- No, claro que no. -revolví el ropero y lancé el pijama a la cama.- Luego de lo que hizo esta mañana. .-reí.- Esta loco.
Me coloqué la ropa de dormir y me lancé a la cama.
-suspiré.- Por fin puedo descansar. .-solté abrazando la almohada.- Luego de tanto trabajo. .
Inevitablemente, miré de nuevo el reloj.
Una y cuarenta.
-fruncí el ceño y desvié la mirada.- No es mi problema. -cerré los ojos.
". . . .Te espero."
-abrí los ojos y miré al techo.- No iré. .
". . . .Te espero."
Maldición.
-me levanté molesto y apreté los dientes.- Lo mataré.
Revolví el ropero nuevamente, hasta que por fin encontré la ropa que me pondría.
- Por qué hago esto? -vistiéndome lo más rápido que podía.- Es en contra de mi voluntad, asi que, por qué lo hago?
Ni siquiera me agrada del todo.
- No me agrada nada. -yendo hacia el baño, sin olvidar ver el reloj otra vez.
Una, cincuenta y cinco.
- Mierda. -me miré en el espejo.- Estoy horrible. -dije tocando la zona por donde se extendían mis ojeras.- Debería. . .arreglarme un poco?
Por qué debería? Es solo una maldita cena con un hombre.
Ni siquiera eso. Es solo con Kim Jongin.
Entonces, por qué. .?
- No lo haré. -alejándome, molesto.
No es como si quisiera que me vea. . .atractivo ni nada parecido.
Es solo un estúpido hombre.
Un estúpido bisexual al cual me encantaría alejar pero no puedo.
- Por qué no puedo? -me detuve en medio de la sala.
<<No será porque se te pega como un chicle?>>
-asentí.- Si. Debe ser por eso.
Si tuviese la oportunidad, lo apartaría.
Sin duda alguna.
Miré el reloj.
Dos y diez.
- Hijo de. .! -corrí hacia mi balcón, buscándolo con la mirada.
La habitación estaba oscura, y parecía como si estuviese vacía.
- A lo mejor se fue a otro lado. -me dije, asomándome un poco más. Retrocedí, resignado.- Que va. A lo mejor solo me jugó una broma.
Tiene sentido. Después de todo, no nos llevamos bien.
- Era de esperarse. Volveré a la cama. -acaricié mi frente, exasperado y caminé hacia dentro.
No es como si me hubiese ilusionado ni nada.
Ni siquiera quería cenar con él.
Lo más seguro es que solo estaba aburrido y quería fastidiarme un rato.
-sonreí irónico.- Púdrete, Jongin.
Miré el reloj en mi muñeca.
Dos y veinte.
Fruncí el ceño y abrí la ventana que antes había cerrado.
A punto de entrar, un agarre hizo que me detuviera.
- Crees que escaparás de mi?
Volteé.
-abri los ojos.- Jongin? No habías salido?
-rió.- Y dejarte plantado? Jamás.
Qu-? Plantado?
Me solté de su agarre bruscamente.
- Q-quién esta plantado, eh? No seas idiota. -espeté sin mirarlo.
- Al parecer, has hecho caso a la tarjeta. Te ves bien. -soltó.
Apreté los labios, tratando de no sonreír.
Extrañamente me sentía aliviado.
Al menos tuvo la decencia de aparecer.
- Ven. Te ayudaré a cruzar. -me tomó de los brazos.
- Eh. . .no. -lo esquivé.- Yo puedo solo.
A decir verdad, no puedo.
Es solo que él. . .me hace sentir incómodo.
Mas ahora, que me siento estúpidamente aliviado por ver que no ha mentido.
Al menos se que no fue una broma.
-tratando de subir a la barandilla.- C-creí que estabas jugándome una broma.
-tratando de tomar mis brazos.- Claro que no. Por qué haría eso?
-agitándome para que no pudiese agarrarme.- Porque eres Jongin. Siempre haces eso. Bueno, hasta donde sé. -levanté la segunda pierna, tambaleándome.- Mierda. .
- Kyungsoo. Deja que te ayude. O acaso quieres caer? -lo miré nervioso.
- Claro que no. Que piensas? Que soy suicida? -pregunté molesto.
-chasqueó la lengua.- Lo que sea. Vamos, Kyungsoo. Sujétate de mis hombros.
- No lo haré. Yo puedo solo. -respondí.
-frunció el ceño.- Kyungsoo. -musitó a modo de advertencia.
- No! -grité molesto.- Que yo puedo, dije.
-se cruzó de brazos.- Bien. Hazlo entonces.
Lo miré desafiante.
Realmente. . .lo detesto.
Miré la ventana suya.
Demonios. . .
Está muy lejos. O al menos así se ve.
Me paré, tratando de mantener el equilibrio.
- Wow. -asustado.- Kyungsoo. En serio, déjame-
- Yo puedo. -interrumpí.
Respiré profundo y miré hacia abajo, horrorizado.
Carajo. Está muy alto.
Me agaché nuevamente, sujetándome de los barrotes con fuerza.
- Kyunsoo. -miró serio.- Le temes a las alturas?
Lo miré mal.
- N-no, claro que no. Qué te hace pensa-
- Le temes. -concluyó.
Bajé la mirada, avergonzado.
-extendió sus brazos y me tomó de la cintura.- Ven. Te ayudo.
-tratando de quitar sus manos.- No, Jongin. No te lo he pedido.
- No seas terco, Kyungsoo. Vamos. Yo te agarro.
- Que no. Quítate. -golpeé su mano.
-frunció el ceño.- No puedes dejar a un lado tu estúpida terquedad, y confiar, al menos en este momento, en mi?
-cerrando los ojos.- N-no puedo, ya te lo he dicho.
- No me digas que es por esa tontería de que soy bisexual?
. . .tal vez?
- Bueno. .-
-resopló y, a la fuerza, me tomó de la cintura y comenzó a tirar de mi.- Vamos, Kyungsoo. Suéltate.
- No. -negué con la cabeza.
- Vamos. -insistió.- O prefieres quedarte toda la noche así?
- No, pero. .-
- Entonces suelta. -miró serio.
Mordí mi labio inferior por enésima vez en el día, y comencé a temblar.
- Q-quita tus manos de ahí, Jongin. -dije.
- Kyungsoo, que-
- Ahora. -espeté.
Aun sigo temiendo, aunque sea un poco.
El miedo a los homosexuales, aunque él no lo sea. .
. .tal vez sea más fuerte que el miedo a las alturas.
- Quítalas. -ordené.
-miró indignado y obedeció. Respiré profundo.- No puedo creerlo. -soltó.- Prefieres caer, que confiar en mí?
-no respondí y bajé la cabeza.- Aléjate de la ventana. Saltaré.
-entrecerró los ojos y retrocedió.- Seguro?
-asentí y miré nuevamente hacia abajo. Inhalé y exhalé.- Aquí voy. .
Salté.
. .O al menos eso pensé.
Pero justo en el último momento, mis piernas temblaron.
Así que, supongo que, en realidad. .
. .resbalé.
- Kyungsoo! -gritó, abriendo los ojos como enormes platos, y corrió hacia mí.
-miré hacia abajo en estado de shock, sosteniéndome con fuerza. Luego de caer en cuenta de la situación en la que estaba, abrí la boca, y comencé a gritar.- Santa mierda! Ayúdame a subir, estúpido Jongin! Ayúdame! -me sostuve fuertemente del marco de la ventana mientras lo miraba con terror.
- Toma mi mano, Hyung. Tómala! -me tendió su mano.
Dudé un poco.
- Kyungsoo! -gritó al ver que no reaccionaba.
Mis dedos resbalaron, haciendo que automáticamente tomara su mano, asustado.
-haciendo fuerza.- S-sujétate bien.
- Apresúrate! Apresúrate, Jongin! Súbeme ya, maldición! -grité.
De un fuerte tirón, logró subirme, haciendo que le cayera encima.
- Estas loco?! -gritó agitadamente.- Pudiste haber caído, kyungs-
Por instinto, terminé abrazándolo.
Muy fuerte, diría yo.
Las lágrimas que con tanto esfuerzo mantenía, resbalaron por mis mejillas, una por una.
- Tenía mucho miedo. -dije en medio de sollozos.- Y todo por tu culpa, estúpido Jongin! -lo golpeé.- Si tan solo no hubiese venido. .
-me envolvió con sus brazos y acarició mi cabeza.- Cálmate, Kyungsoo-hyung. Ya todo ha pasado.
Una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo y decidí soltarlo, empujándolo contra la pared.
-lo miré sorprendido.- T-tú. -le apunté.- No vuelvas a hacer eso, oíste? Es. .-nervioso.-Es extraño. -caminé hacia la cocina, dejándolo solo.
Q-qué le pasa a ese idiota? Acariciando mi cabeza.
-enredé los dedos en mi cabello.- Q-quién se cree para tocarme así? Maldito bisexual.
Sus manos eran grandes.
Y estaban calientes.
-tapé mi rostro.- Nunca más vuelvo a saltar por allí. Nunca. -dije.
Abrí los ojos, cayendo en cuenta de lo que me rodeaba.
Mire con detenimiento la sala, decorada hermosamente.
-limpiándome la cara.- Esto. . .estaba así antes?
- Claro que no lo estaba. -respondió entrando. Volteé a verlo.- Siéntate, hyung. -apuntó a la silla frente a mí. Obedecí.- La razón por la que te invité esta noche era-
- Espera, espera. -interrumpí.- Hay una razón?
-asintió.- Quiero disculparme contigo nuevamente. -soltó, y sonrió.-
- Qué dices? -miré extrañado.- Disculparte? -Pregunté.- Por qué?
- Por lo que te había hecho esa noche. Aunque fue solo para ayudarte, créeme, estoy avergonzado. -bajó un poco la cabeza.- Quería disculparme formalmente, y quería que tu aceptaras. No por la fuerza, como lo hiciste noches atrás, sino porque realmente me perdonas.
- Era por esto? -acaricié mi nuca.- No tenía idea. .
-se levantó y tomó dos platos que, luego, dejó sobre la mesa.- A pesar de que no sabía si te gustaría o no, hice esto. -apuntó a la comida y volvió a sentarse.- Espero que te guste.
Miré sin entender.
Por qué seguía siendo tan bueno conmigo?
Si yo lo único que he hecho por él fue. .
. .Insultarlo.
Tal vez sea una mala persona.
-suspiré y apoyé la cabeza en una de mis manos.- También debería hacerlo. .-murmuré.
- Mm? -levantando la mirada.- De qué hablas, hyung?
Debería disculparme también, no?
Sería lo correcto, supongo.
-negué con la cabeza.- Nada, no te preocupes. -miré el plato y comencé a comer.
Sin embargo, no puedo. Mi orgullo me lo prohíbe.
Aun no me siento listo para hacerlo. No del todo.
Mierda. Por qué me tomo las cosas tan enserio? No puedo solo perdonarlo y ya?
- Hyung. -dijo. Lo miré un tanto distraído.- Cómo esta?
- Eh?
- La comida. -Apuntó al plato.- Sabe bien?
- Ah, sí. La comida. -me llevé una cucharada a la boca, luego asentí.- Esta deliciosa. No sabía que podías cocinar tan bien.
- Ah. Eh. . .-comenzó a jugar con sus dedos.- Tú crees?
- Por qué mentiría? -sonrió.
- Gracias. -bajó la mirada, un tanto avergonzado.
Un silencio se hizo presente. Uno muy incómodo, de hecho.
En realidad, la situación ya era bastante rara desde el primer momento en que pisé este departamento.
Aun no me sentía preparado para estar a solas con él de este modo, pero decidí darle, al menos, una oportunidad.
Jamás imaginé que la razón por la que me invitó fuese esa.
Realmente me sorprendí cuando lo dije.
No pensé que mi rencor se notaría tanto.
- Sigues molesto? -preguntó, rompiendo el silencio.
- Siendo sincero. .-cerré los ojos, y suspiré.- Si. Aun no puedo quitarme la imagen de la cabeza y eso produce bastante enojo en mí.
-resopló.- Lo sabía. -arqueé una ceja. Se encogió de hombros.- Quiero decir. . .sí, estaba feliz de que me hayas perdonado. Realmente me habías quitado un peso de encima, pero. .-dijo.- Aun seguías evitándome, te molestabas por cada cosa que hacía. .-abrí los ojos. En verdad hacía todo eso?- Se notaba a leguas que aun seguías molesto. -finalizó.- Por eso organicé esto. Aunque fue a último momento, me siento feliz de que al menos vinieras y me escucharas. Aunque solo quería ayudar, no debí haber hecho lo que hice, sabiendo que tú eras homofóbico, mucho menos haber llevado conmigo ese tipo de pastilla. -se levantó y se inclinó.- Te pido disculpas. -abrí los ojos.
Es correcto quedarse con la boca abierta en un momento como éste?
Porque es justo lo que hice.
Cómo es posible que sea tan. .?
Apreté los puños.
Éste niño. . .
- Te das cuenta de lo que haces? -solté a lo bajo.
-levantando la cabeza.- Eh?
-me levanté de golpe y lo miré fastidiado.- Tú. . .lo que quieres es hacerme sentir mas miserable de lo que soy, verdad? -fruncí el ceño.- Eso es lo que quieres?, Intentas hacer que me sienta culpable de algo que tú hiciste?
-me miró sin entender.-D-de qué hablas, hyung?
- No te hagas el inocente, Jongin. Se lo que haces. -me limpié la boca con una servilleta y caminé hacia la puerta.- Y si piensas que caeré en tu estúpido juego, pues déjame decirte que estas muy equivocado. Adiós.
- E-espera, Kyungsoo. Te equivocas. -dijo.
-volteé.- No, claro que no. Sé muy bien cómo eres y de lo que eres capaz, así que n-
- No. -negó interrumpiéndome.- Hablo de que. .-nervioso.- Te equivocaste de puerta. Esa es mi habitación.
- Qué? -abrí la puerta y miré en el interior.
Demonios, si es su cuarto.
Esto no podría ser peor.
Apreté los dientes, tragándome la vergüenza.
- S-si, lo sé. Hoy. .-tartamudeé.-Hoy dormiré aquí. -respondí.
- Aguarda. -tomó mi brazo.- Es en serio?
-soltándome bruscamente.- Claro que sí. No pienso volver a saltar por esa ventana. Buenas noches. -caminé dentro y cerré la puerta en su cara.
-golpeando.- Kyungsoo! Abre la puerta!
Me quité el abrigo y me recosté en la gran cama.
Me envolví entre las sábanas y abracé una almohada.
- Hablo en serio, Kyungsoo. Abre! -gritó.
Que vergüenza.
Es la última vez que ceno o acepto algo que tenga que ver con él. Nunca más volveré a darle otra oportunidad.
- Realmente. .-suspiró desesperado.- Donde dormiré?
Estúpido Jongin.
Realmente lo odio.
- Duerme fuera, idiota! -me tapé hasta la cabeza.
Un día de éstos lo mataré, lo juro.