Jongin.
-- ¡¿Puedes creer lo que ese enano estúpido me hizo?! --gritó, quitándose la remera, que sorpresivamente estaba mojada.
-- ¿Y ahora qué sucedió, Chanyeol? --tratando de contener la risa.
--desordenó sus cabellos, exasperado--. Juro que mataré a alguien ahora mismo, demonios.
-- ¿Por qué lo dices? --tomé su remera del suelo. Solté una carcajada al ver la huella en el pecho--. ¿Quién ha sido el genio?
--gruñó y se lanzó al sillón-- No lo sé. Baegyun, Bekyun, como se llame --acarició su frente--. Lo asesinaré si me lo vuelvo a encontrar.
-- ¿Quién? --entrecerré los ojos--. ¿Baegyun? ¿Y ese quién es?
-- Un enano que estaba en la casa del otro. ¿Cómo se llamaba? --colocando una mano en su barbilla--. No lo sé. El fotógrafo de mierda ese. El que te tiene por las nubes.
--fruncí el ceño-- No era necesario el adjetivo.
-- Claro que lo era --respondió molesto--. ¿Acaso no ves mi estado? Me humillaron, negro. Más bien, me humilló. Un estúpido enano de clase baja se atrevió a golpearme. ¡A mí! --se apuntó--. Al
gran Park Chanyeol. ¿Puedes creerlo? --apretó los dientes y se recostó--. Lo pagará muy caro.
--negué desaprobatoriamente-- No me sorprende. Seguramente fuiste allí a gritar incoherencias --me senté a su lado y chasqueé la lengua--. Tendré que disculparme por ti.
-- ¿Qué? --abrió los ojos--. Tú lo haces, y volverás en sillas de ruedas. Porque así es como te dejaré si lo haces.
--suspiré-- Inténtalo si quieres. Traeré a ese enano para que vuelva a dejarte así --apunté.
--mueca de disgusto-- Olvídalo. Ve a arrastrarte. Yo me quedaré aquí a ver unas caricaturas. Si sabes a lo que me refiero --le fulminé con la mirada.
-- Haz lo que quieras --caminé hacia la ventana.
-- ¡¿En serio?! --gritó, fingiendo emoción, y sonrió--. ¡Gracias, primor!
Cerré la puerta del cuarto y volví al marco, fijando mi vista a la habitación de en frente. Sonreí al ver como se esforzaba en levantar una gran bolsa de ropa sucia.
Si será. .
Salté hacia su balcón y, sigilosamente, caminé hacia él. Antes de hablarle al oído, recordé que aún estaba molesto.
Golpeé mi rostro mentalmente.
“Demonios. Me reñirá”, pensé, mordiéndome el labio, y me encogí de hombros. “Ni modo. Ya estoy aquí”.
Me acerqué nuevamente a su oído y, sin pensarlo dos veces, hablé.
-- Kyungsoo-hyung --pegó un salto y tiró la bolsa, volteándose molesto.
-- Jongin, qué. . .-tapé su boca, impidiéndole hablar.
-- Solo he venido a disculparme --susurré--. Por mí y mi amigo.
Abrió los ojos. “Bonitos. . .”, había pensado por una fracción de segundos.
Hermosos, de hecho.
Jamás me había dado cuenta, pero es lo de menos.
Quité mi mano.
-- ¿Tu amigo? –preguntó--. El que ha venido con intenciones de tirar mi puerta y darme un buen golpe en. . .
-- Ese mismo --asentí, y pasé una mano por mi pelo, avergonzado--. Lo lamento. Él en verdad es un idiota, y muy impulsivo, lamentablemente.
-- Sí, eso pensé --se apresuró a decir.
--reí-- De todos modos, creo que tu amiguito se ha encargado de dejarlo en su lugar. Se lo tenía bien merecido.
-- Si, de hecho. . .—sonrió--. Baekhyun también suele ser impulsivo cuando se molesta. En especial luego de una mala relación –dijo--. Él y tu amigo no son tan distintos como parecen.
--asentí—Al parecer, no. Sería bueno que se conocieran. Congeniarían genial --bromeé.
Rio.
-- Claro, deberían --tomó la bolsa con dificultad.
-- Ah. Déjame ayudarte --tomándola del otro extremo.
--se asomó un poco, dejando ver su pequeña cabeza--. Puedo solo, Jongin.
--sonreí-- Te he visto desde la ventana. Claro que no puedes --se la quité de las manos--. ¿Dónde la quieres?
--frunció el ceño y resopló, resignado--. Sígueme.
Asentí. Al parecer, no estaba tan molesto como pensé. Creí que me tiraría algo en la cabeza, como las demás veces.
--subiendo las escaleras que iban hacia la terraza-- Kyungsoo --murmuré un tanto fuerte para que escuchara.
-- ¿Hmm? --respondió sin voltear a verme.
-- Aun. . .--mordí mi labio inferior--. ¿Aun sigues molesto?
Se detuvo a medio camino.
-- Claro. ¿Por qué no he de estarlo? Me tomaste como estúpido. Era de esperarse, ¿no? --contestó en tono frio y siguió subiendo.
Fruncí el ceño. ¿Por qué era así? ¿Por qué mal interpreta todo lo que intento hacer por él?
-- Te equivocas. Esas no fueron mis intenciones --contesté.
-- ¿Ah, sí? ¿Y cuáles fueron?
-- Solo quería disculparme --detuve mis pasos--. ¿Es tan difícil que creas eso sin que lo mal interpretes?
--volteó enfadado-- Lo lamento, ¿si? Pero lo único que puedo pensar de ti son cosas malas --dijo, con un deje de sarcasmo--. Además, ya era así desde un principio. ¿Acaso olvidas que soy “el
Homofóbico”? Tú eres bisexual, por instinto te trato mal. No puedo evitarlo, así que no me culpes. --abrió la puerta y salió.
--resoplé-- Al menos intenta. . .
--soltó una pequeña risa irónica-- ¿Intentar, dices? --colgando la ropa--. He intentado darte una oportunidad, y la has estropeado. Olvídalo.
-- ¿Qué lo he estropeado? --me puse frente a él--. Si mi discurso es lo que te ha hecho enfadar, entonces lo lamento. Pero realmente no creo que sea mi culpa que haya salido mal.
--quitó la sabana de en medio-- ¿Entonces intentas culparme, después de todo? –soltó molesto.
-- ¡Qué no! --fruncí el ceño y pasé una mano por mi cabello, nervioso--. Solo quiero que entiendas que no todo lo que hago es para perjudicarte. No necesitas encontrarle el mal sentido a cada
cosa.
-- Jongin. . .
De repente, el timbre sonó, haciendo sobresaltar a Kyungsoo.
-- Hay no. . .–murmuró--. Baekhyun ya está aquí --mordió su labio inferior y me miró--. Debes irte. Ahora --dijo, luego de colgar toda la ropa.
-- ¿Qué? --lo seguí hasta la puerta y, antes de que la abriera, coloqué una mano encima--. ¿Intentas evadir la conversación de nuevo?
-- Jongin, no es el momento. Vete --espetó y me empujó, abriendo la puerta para luego bajar.
-- ¿Y por qué no?
-- Porque tengo una visita, y definitivamente no quiero discutir contigo frente a él.
-- ¿Qué? --lo miré sin entender.
¿Visita? ¿Cuál visita?
-- Aguarda --lo volteé apenas llegamos a la sala-- ¿A quién esperas?
--me miró indignado-- ¿En verdad importa? --quitó mi mano, y siguió el camino hasta su cuarto.
-- Vamos, Kyungsoo. Dime –insistí--. Tiene que ser lo suficientemente importante como para que me quieras echar de repente.
-- Hay, Jongin --me miró--. Cualquier cosa es más importante que tú en este momento.
--gruñí molesto al momento de llegar al balcón-- Seguiremos con esto. En serio, deberías dejar de evitarlo.
-- No estoy evitando nada. Solo no me dan ganas de seguir hablando contigo --empujándome para que saliera.
Nuevamente el timbre sonó, haciendo que me moleste aún más.
-- Dime quien es, y me voy --solté.
-- ¿Debería?
--sosteniéndome del marco--. No saldré si no me lo dices.
-- Oh, vamos --dijo fastidiado--. Es solo un amigo. Baekhyun, ¿bien? Se quedará esta noche. Ahora vete.
Alto.
-- ¿Qué dices? –mirándolo--. ¿Se quedará?
-- ¿Tengo que repetirlo? –espetó.
No. No puedo permitirlo.
No pospondré esta conversación otro día más.
-- Bien --esquivándolo, caminé hacia su cama y me lancé a ella--. Entonces también me quedo.
-- ¿Qué? --abrió los ojos--. No hablas enserio.
-- Claro que sí --me incorporé--. No dejaré pasar esta conversación.
-- ¡Tú estás loco! --gritó, y una vez más sonó el bendito timbre--. Demonios. . .--susurró y caminó hacia la sala--. Cuando vuelva, te quiero fuera de mi casa, ¿oíste? --amenazó.
--sonrei-- Veremos.
-- ¡Tú. .! --los timbrados se hicieron más constantes, interrumpiéndolo--. Hablo en serio, Jongin. Cuando regrese, más vale que te hayas ido --se fue.
Suspiré y caminé hacia el balcón, mirando mi habitación.
-- ¡Chanyeol! --grité lo más fuerte que pude.
Luego de cinco minutos, se acercó a la ventana, dando grandes zancadas.
-- ¿Qué quieres, negro? Estaba en la mejor parte --frunciendo levemente el ceño.
-- Pasaré la noche aquí. Vete a tu casa --dije sin más.
-- ¡¿Qué?! --gritó, dejando caer su cigarrillo al vacío--. Mierda. Ese era el último --apretó los dientes y me miró con furia--. ¿Qué quieres decir con que te quedarás allí, eh?
--me encogí de hombros—Aviso de antemano.
-- Nada de eso, Jongin. Regresa y miremos una película. Ahora --pasó una mano por su cabello.
-- Claro que no. Tengo asuntos que arreglar.
-- ¡Oye! –exclamó--. ¿Prefieres estar allí con ese enano, que con tu mejor amigo?
-- Hmm. . .--coloqué una mano en mi barbilla, fingiendo pensar--. Sí, yo creo que es mejor.
Gruñó y levantó una pierna, apoyándola luego en el marco de la ventana.
-- Oye --me asomé--. ¿Qué haces?
-- Lo que tú --respondió.
-- No, no, no. Tú estás loco. ¡Kyungsoo no te puede ver aquí!
-- ¿Kyungsoo? --mueca de disgusto--. Así era como se llamaba. . .Vaya que si es feo el nombre.
--fruncí el ceño al verlo a punto de saltar-- Chanyeol. Si lo haces, te patearé el trasero, ¿oíste?
-- Ni modo. Me lo he ganado --saltó sin dudarlo.
Mierda.
--ayudando a subirlo-- Estúpido sin cerebro. . . ¿Por qué nunca me haces caso?
--rió divertido-- No te desharás de mi tan fácilmente. He venido para pasar el día contigo, amigo. Ningún estúpido de clase media lo arruinará.
--sonreí-- Eres un idiota.
Se oyeron pasos.
-- ¡Genial! Visitas --caminó entusiasmado hacia la puerta. Lo tomé del cuello de la remera haciendo que cayera en la cama.
-- Maldición. . . --susurré y lo miré--. Escóndete debajo. Yo les diré que estas aquí.
-- ¿Qué? --preguntó gracioso--. Eso es estúpido. Sería lo mismo a que me vieran allí parado.
-- Si, pero al menos estarán avisados --me miró mal. Lo golpeé en el brazo--. Ya. Escóndete.
--bufó-- Esta bien.
Abrieron la puerta, y el gigantón se lanzó al suelo y rodó. Literalmente.
--frunciendo el ceño-- ¿Aun aquí, Jongin? Te había dejado muy claro que. . .
-- Hey, Kyungsoo --dije y me acerqué--. Te dije que no me iría.
--resopló y miró a su amigo-- Byun, él es Kim Jongin. El idiota del que te he hablado.
Sonreí y tendí mi mano.
-- Jongin --la tomó, agitándola levemente a modo de saludo--. Un gusto.
-- Byun Baekhyun. No tengo el gusto --respondió sincero.
--arqueé una ceja-- Vaya. Carácter fuerte.
-- Digamos que sí --caminó hacia la cama con Kyungsoo detrás y se dejó caer en ésta--. 'Soo. ¿Qué hace aquí si no te agrada, eh?
--se sentó a su lado-- Solo molesta. Ya se irá. ¿Verdad, Jongin? --me fulminó con la mirada.
-- Claro que no –contesté--. Dormiré aquí, con ustedes --salté hacia el colchón--. Igual a una piyamada de mujercitas, ¿verdad? --bromeé.
Ambos miraron mal.
--me encogí de hombros-- Por cierto, hyung –dije--. Hay alguien aquí abajo que quiere disculparse. --apunté a la cama.
-- ¿Qué? --asomó la cabeza y miró debajo.
-- ¡Sorpresa! --gritó mi amigo, haciendo que el bajito pegara un salto y se levantara rápidamente.
--reí-- No seas estúpido, Chanyeol.
--respirando agitadamente-- ¡¿Q. . .qué hace ese en mi apartamento, Jongin?! ¡¿Acaso alguien te ha dado permiso de traer gente aquí?! --gritó.
--mordí mi labio inferior y negué-- Es que éste idiota no quería irse, y no pude sacarlo.
-- 'Soo --dije el otro, caminando hacia él.- ¿Qué está pasando? ¿Tú lo invitaste? --apuntó al gigantón.
-- ¡Claro que no! ¡Esos imbéciles usurparon mi casa sin permiso alguno! –exclamó molesto.
-- Muy bien, es todo --buscó en su mochila, y sacó su celular--. Llamaré a la policía.
¿Qué va a hacer qué?
--corrí hacia él y le quite el teléfono-- ¿Qué se supone que haces?
--frunció el ceño-- Devuélvemelo --ordenó.
-- Claro que no te lo devolverá --respondió mi amigo, acercándose--. ¿Has oído, Jongin? No se lo devuelvas.
-- ¿Y a ti quién te ha pedido opinión, eh? ¿Quieres que te deje como antes? –preguntó entre dientes, caminando hacia él amenazadoramente.
-- ¿Qué dices? –molesto--. Óyeme, enano de mier. . .
-- ¡Ya basta! --gritó y me quitó el celular--. Byun, no llamaremos a la policía, yo mismo puedo hacer que se vayan si quiero. Jongin. --me miró mal--. Deja de ser tan infantil y, por una vez en tu
estúpida vida, has caso a tus mayores. Y tú, como quiera que te llames --le apuntó al idiota--. Te vas de mi casa. Ni siquiera te conozco, y el que seas amigo de Jongin no te da ningún
privilegio. Al contrario -dijo sin titubear, dejando a Chanyeol con la boca abierta. Suspiró fastidiado--. ¡Mierda, que son molestos! -salió del cuarto, yendo directo a la sala. Lo seguí, ignorando a su molesto
amigo quien quería impedir que vaya detrás de él.
-- Kyungsoo --llamé, haciendo que volteara.
-- ¿Qué quieres, Jongin? –espetó--. Ya has hecho bastante allá, no necesito más de tus idioteces --volteó y siguió con lo suyo.
-- Yo. . .--caminé, buscando su rostro--. Lo lamento, ¿si? No pensé que Chanyeol sería tan idiota. Debí haberlo empujado por la ventana cuando tuve la oportunidad.
--rió en contra de su voluntad. Aclaró su garganta, y su rostro volvió a estar serio--. Si pudiste sacarlo, ¿por qué no lo hiciste?
-- Lo viste allí, ¿verdad? --miró sin entender--. Ese tipo es la Torre Eiffel andante. Ni se diga de su fuerza. Está claro que no hubiese podido.
--rió con ganas, y golpeó mi brazo-- ¿Qué intentas, eh? Ya basta con tus chistes malos. Ponte serio que aún estoy enfadado.
--sonreí de lado-- Eres divertido, hyung --me miró con los ojos abiertos, con un leve sonrojo en sus mejillas.
-- ¿Divertido? Estúpido --me dio un golpe en la cabeza--. Si no vas a arreglar nada, vete --se alejó.
--lo seguí nuevamente-- Oh, vamos, Kyungsoo-hyung –insistí-- Claro que quiero hacerlo. Solo quería reírme un rato contigo.
-- ¿Quieres reírte? Pues ve con tu amigo a tu casa. Allí podrás hacerlo todo lo que quieras.
-- Pero yo quiero contigo. A ese idiota solo le importa sus estúpidos cigarrillos, y las películas pornográficas. Yo allí soy como su sirviente, y no me gusta --haciendo un puchero.
Miró con disgusto, y estiró mi labio hacia abajo.
-- ¡Auch! --quité su mano y me sobé.
-- ¿Qué quieres decir con eso, eh?
-- Bueno. . .--jugué con mis dedos--. Hyung, ¿te gustan las piyamadas? --sonreí. El me miró indignado, comprendiendo a que me refería.
-- Oh, no. Claro que no, Jongin. Pierdes tu tiempo --volteó, buscando algo.
-- Kyungsoo –solté--. Vamos, será divertido. Y así ese par de idiotas se conocerán y resolverán su problema. ¿Recuerdas nuestra charla? --moví ambas cejas de arriba a abajo.
--rio al ver mi rostro y negó con la cabeza-- Idiota --murmuró, y suspiró--. No lo sé. Yo. . .no me sentiría cómodo.
-- ¿Lo dices por mí? -asintió avergonzado. Sonreí--. No te preocupes, no haré nada que tú no quieras.
-- No quiero que vuelvas a entrar a mi habitación.
-- Menos eso, claro --bufó.
-- Entonces, no quiero que se queden.
-- Tampoco eso.
-- Jongin --soltó a modo de advertencia.
-- Vamos, Kyungsoo --lo tomé de los hombros, y él dio un respingo involuntario--. Deja que nos quedemos. Al menos por esta noche. Prometo que no molestaremos.
--miró indeciso-- No sé. . .
-- Prepararé café –dije, y sonreí--. Sé que lo amas.
-- ¿Y tú como sabes eso? --entrecerró los ojos.
-- Te invité a desayunar, ¿recuerdas? Además, tú me lo dijiste. Amas el café.
-- Si, pero. . .--mordió su labio inferior, tratando de pensar--. Puedo prepararlo yo.
-- Pero amas el mío --me acerqué a él--. ¿Verdad? Vi tu expresión al tomarlo.
Desvió la mirada, nervioso.
--apretó los dientes-- Bien. Quédense.
-- ¡Sí! --haciendo pose victoriosa.
-- Pero, que conste que dormirán en el suelo, ¿has oído?
--me encogí de hombros-- Yo quería cama. . .
--soltó una pequeña risa-- En tus sueños que te daré una cama --caminó hacia el cuarto--. Ah --volteó a verme--. Como hagas algo estúpido, o molestes, no dudaré en darte tu merecido. Así que piénsalo dos veces antes de hacerlo --
amenazó.
Asentí frenéticamente. A veces, y cuando quería, podía dar miedo.
-- Bien, ahora vuelvan a buscar algo de ropa. No les daré de la mía ni de broma --dijo.
--resoplé-- Ni íbamos a caber en ella.
-- ¿Me estás diciendo pequeño? --me miró asesinamente.
-- C. . .claro que no, hyung. Cómo crees --sonreí nervioso.
-- Claro que no lo haces –soltó con un tono intimidante, y se fue. Suspiré y me dejé caer en el sillón.
Ese hyung. .
Realmente es difícil de convencer.
*
-- Volveremos en unos minutos --dije, ya encima de la barandilla.
-- No olvides las bolsas de dormir --respondió.
Asentí y salté, con mi amigo detrás. Volteé a ver a Kyungsoo, quien tapaba su rostro, asustado de vernos. Sonreí.
-- ¡Demonios! –dijo--. ¿No pueden usar la puerta en vez de esto?
--negué con la cabeza-- Es lo que haría una persona normal. Yo, por otra parte, amo ser distinto. Así que elijo la ventana.
--me miró mal-- Ya. Váyanse.
-- Aguarda. ¡Estúpido! --gritó el otro pequeño-- ¡A ti, Pie Grande!
--volteó-- ¿Me hablas a mí? --se apuntó indignado.
-- Tú te hiciste cargo, ¿no? Sabes que te hablo --espetó.
--gruñó-- ¿Qué es lo que quieres, enano?
-- ¿Enano? –sonrió, obviamente, escondiendo su molestia. Buscó en sus pantalones y levantó una caja de cigarrillos--. Esto es tuyo, ¿verdad?
--abrió los ojos y se acercó a la ventana, sonriente--. ¡Sabía que no pudieron haberse acabado tan rápido! --soltó y estiró las manos--. Venga. Dámelos.
--sonrió de lado-- ¿Los quieres? --los lanzó hacia el vacío--. Pues lánzate. Todos seríamos más felices.
--abrió la boca, sorprendido y molesto a la vez--. ¡Tú. .! ¡Te mataré, enano de mierda! --miró hacia abajo--. Eran los más caros. . .
-- Pobre de ti --fingiendo lastima--. Cuando vuelvas, tú y yo tendremos una pequeña charla de cómo me dijiste enano, así que ve preparándote. No saldrás ileso de ninguna manera --amenazó.
-- Inténtalo si quieres. Te haría pedazos antes de que dieras un paso.
-- No sabes con quien te metes --acercándose a la ventana.
-- Eso debería decirlo yo, bodoque --imitándolo.
-- Ya basta --dijimos al unisono Kyungsoo y yo, y alejamos a ambos del borde.
-- Estúpido --caminando hacia la habitación.
-- Enano --imitándolo, otra vez.
Miré a Kyungsoo horrorizado luego de que se fueron.
-- Se llevarán genial --solté sarcástico.
-- Claro. Eso dices.
--resoplé-- ¿Es más que obvio?
--asintió-- En definitiva.
-- No se llevarán bien --dijimos, negando con la cabeza.
-- Ya. Vete. Se está haciendo tarde, y tengo pensado cerrar la ventana en menos de cinco minutos.
-- Está bien --yendo hacia mi habitación.
Esta noche. .
Será una de las más locas, tal vez.