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La música es otra medicina por -Raiden-

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Notas del capitulo:

ok... Vale que tarde en actulizar este y es porque la cancion que me inspiro significa mucho para mi.

 

Nuclear de Mike Oldfield...


Una hermosa canción de unos de mis juegos favoritos, MGS, su nuevo video promo tiene esta canción y me atrapo... "Diamond Dogs" "somos Diamond Dogs" XOF...


Escuchen la cancion, sientanla, cantenla, entiendanla, compartanla... 

y ponganala durante toda su hermosa lectura, no se arrepentiran.

Premio a quien me diga a que juego me refiero jejeje..

 

"La ira es un ácido que puede hacer más daño al recipiente en el que se almacena a cualquier otra cosa sobre la que se vierte"

 

 

-¡Aaahh! Mmmm Kid... Joder... M-más... Aahh... lento... - gemía el moreno que estaba a cuatro sobre la enorme cama del pelirrojo.

-De eso nada... Aahh... Hasta qué me canse Law... - jadeaba el pálido chico sin parar las fuertes y rápidas embestidas, sintiendo el apretado interior de su amante.

-Kid... No... Aahhh... Podré caminar bien. - trataba de justificase inútilmente Law, porque así era como le gustaba, duro, constante y sin darle un sólo respiro.

-¡Ja! Como si te dejara irte de aquí. - dijo posesivo el pelirrojo, que más que ser una broma era una afirmativa amenaza de mantenerlo en su casa y de ser posible atado a su cama.

Las fuertes y profundas embestidas movían la cama ligeramente, haciendo que el chirrido de la madera crujiente se escuchará de fondo, pues con los gemidos de ambos sólo se componían una lujuriosa armonía.

Las embestidas se volvieron frenéticas y erráticas marcando el ansiado final.
La mano de Kid subía y bajaba con velocidad, aplicando sólo la fuerza necesaria para que su amante se vaciará con un fuerte gemido sobre las blancas sábanas y el también sólo que en su interior.

Empezaron los necesitados jadeos del vital oxígeno cuando un molesto móvil empezó a sonar.

-Tks... ¿Ahora quien jode? - dijo enojado Kid para salir sin ningún cuidado del interior de su amante.

Law sólo soltó un suspiro necesitado, y cayo vencido en la cama del pelirrojo, mientras que el semen caliente de su amante se escurría por sus muslos.

El móvil que sonaba era el de Kid, por el característico tono tétrico.

-¿Qué? - pregunto el pelirrojo un poco agitado y molesto, pues acababa de echarse un polvo y eso a cualquiera le molestaría.

Hubo un momento donde sólo se escuchaba la casi desesperada respiración de Law y Kid permanecía inmóvil dándole la espalda.

Paso alrededor de unos 10 segundo donde el silencio incómodo apareció pero luego la voz de Kid volvió a sonar con tono de preocupación y enojo.

-¡¿Qué Killer qué?! - grito Kid.

Ahora el moreno alzó un poco su cabeza por aquel grito.

No sabía que pasaba pero justo cuando le iba a preguntar al pelirrojo.

Este se voltio hacia la ventana más próxima y rompió el cristal con su puño.
Soltó el móvil al momento de hacer aquella lluvia de vidrios y sangre, pues las heridas por los fragmentos del cristal cortaron su pálida piel.

-¿Kid? - pregunto preocupado el moreno, sabía que era un idiota visceral pero tenía que conocer la razón de su molestia.

-Arrestaron a Killer... - susurro molesto el pelirrojo apretando su ensangrentado puño, mientras que los cristales se enterraban más, haciendo gotear el rojizo líquido en el piso de la habitación.

 

-...-...-...-...-...-...-...-...-...-

 

Escupía sangre por aquel último golpe que le habían dado.

Su labio inferior estaba reventado, sangrante y bien amoratado.

Su cuerpo marcado por las características líneas rojizas de los golpes que le habían dado prediciendo una serie de bonitos hematomas.

Sus manos estaban atadas por detrás de su espalda con unas esposas, las marcas rojizas en sus muñecas revelaban el intento desesperado por quitárselas inútilmente.

Estaba arrodillado con su playera manchada por su propia sangre.

Le dolía el cuerpo por la tremenda golpiza que le habían dado pero sonreía de una forma calmada.

Eso enfureció a su agresor que nuevamente lo golpe con el metálico bóxer que traía en su mano.

La sangre volvió a salpicar el grisáceo suelo asfaltado.

El líquido rojizo ahora era abundante, y no dejaba de salir por la herida de su boca.

Sus ojos aún tapados por su rubio fleco, irradiaban una furia contenida.

Otro fuerte golpe pero ahora en su espalda lo derrumbo cayendo de bruces en el cemento. Eso no lo espero y sentía el punzante dolor en su cabeza.

-De pie. - dijo la voz de su atacante.
Lo tomo por su rubio cabello para tenerlo a su altura, y es que aquel sujeto tenía una fuerza devastadora, así como un cuerpo enorme, no parecía humano.

-Muéstrame esa mirada asustada. - volvió hablar pero sin burla, una fría frase que parecía excitarle.

Pero como respuesta obtuvo que le escupiera a la cara la tibia sangre, y está lleno parte de su boca y nariz, pues sus lentes oscuros cubrían sus ojos.

Enojado por la necesidad del rubio lo volvió a estampar contra el suelo, pisando su cara con la suela de su bota.

Limpió la sangre con un pañuelo para luego sacar una pequeña navaja de su bolsillo.

Si el rubio no quería darle lo que quería, lo obtendría por la fuerza, justo como le gustaba.

Se arrodilló a su altura y lo volteo boca arriba, lo haría pagar por manchar su masculino rostro de su asquerosa sangre. Y como lo iba a disfrutar.

Coloco todo su peso encima el herido rubio, importándole poco que los huesos de sus brazos crujieran por la presión que ejercía, lo torturaría sólo como el sabe.

Tomo el cuchillo y lentamente con el filo de la navaja levantó el rubio cabello que tapaba sus azulados y electrizantes ojos.

-Quiero tu ojo. - dijo relamiéndose los labios. -Quiero tu hermoso ojo azul. - el sadismo mezclado con la excitación estaban en su rostro a pesar de tener esas gafas oscuras.

El rubio sólo lo miraba desafiante, apretando los dientes, pues la herida de su labio no le dejaba cerrar bien la boca.

No le daría la satisfacción a aquel maldito psicópata sádico, ni ahora ni nunca, prefería morir antes de causarle algún placer.

Acercó el afilado metal a su rostro, estaba muy cerca de su ceja para empezar a cortar su clara piel, y tomar su valioso trofeo.

-¡Vergo! - grito un hombre al entrar en la celda donde estaba el susodicho con el rubio.

El hombre que era moreno y de cabello negro se levantó molesto por la inoportuna intromisión, casi había conseguido el ojo de aquel muchacho.

-Es suficiente... Lárgate antes de que te arreste a ti por intento de homicidio. - dijo molesto el nuevo visitante que era un policía. - Y por agresión. - término de decir al ver el deplorable estado del rubio en el suelo.

-Sólo hacia mi trabajo. - fue lo último que dijo Vergo para salir de la celda.
Su "Salvador" sólo veía como aquel se alejaba, sin decir nada más, y entones se acercó al rubio.

-¿Killer? - pregunto para constatar su identidad.

El rubio como pudo asintió adolorido para girarse un poco, dejando que el peso de su propio cuerpo hiciera el resto y la presión en sus brazos disminuyera gradualmente.

-Han pagado tu fianza. - le dijo para ayudarlo a sentarse en el suelo.

Killer apenas y podía respirar, escupía sangre con cada bocanada de aire que daba, haciendo que una forzada tos saliera de su garganta.

-Debiste molestarla mucho para que mandara al monstruo de Vergo. - dijo para quitarle las esposas.

El rubio miraba al extraño oficial que le había ayudado, sin duda un tipo peculiar por su peinado con un largo tupe castaño y una sonrisa cálida, nada que ver con aquel hombre que era un asesino frío.

Pero lo que más llamo la atención del joven, fue el hecho de que supiera quien lo había enviado ahí. Al parecer la hija de puta hacia aquello muy seguido y por lo que dedujo de aquel oficial, le había mandado a su perro de caza favorito, un monstruo capaz de hacer lo que le diga esa mal nacida por una buena suma de dinero.

-Thach. - dijo su nombre para darle unas palmaditas suaves en la espalda y saliera de ese extraño trance en el que el rubio se encontraba

-¿Quien... - trato inútilmente de hablar Killer pero la herida no lo dejaba pronunciar palabra sin causarle un quemante dolor.

-Dice que es amigo tuyo. - le dijo mientras se acercaba a la puerta de la celda y le hacia una señal a alguien con la mano.

-Tu... - susurro Killer por ver aquella persona que aparecía frente a sus ojos.

 

 

-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-

 

 

Un poco antes.

Había dejando a la persona que tanto amaba en casa de su amigo Penguin.
Shachi le había dicho a Heat que necesitaba estudiar, y la verdad no podría hacerlo si estaba el ahí, sería su distractor perfecto y no sería nada lindo reprobar la materia que ejercería.

El peliceleste lo entendió perfecto, después de todo lo quería a su lado pero respetando y apoyando las decisiones de su amado, aunque se separan un día, sin falta iría por él a su facultad mañana.

Shachi sólo se sonrojo cuando dijo aquello y lo beso tiernamente para confirma le lo dicho, pues no estaba de más pasar el día con él, y más si la mayoría del tiempo estaba sólo o con sus amigos, viendo a las chicas pasar y...

Ahora estaba confirmado, el castaño chico se estaba enamorando perdidamente de aquel chico llamado Heat.
Shachi y Penguin se pondrían a estudiar para el temido examen pero su amigo tenía que decirle algo devastador.

El inesperado compromiso que tenía con la señorita Hancock, algo que sólo le podía contar a él y a Law, aunque Killer lo hubiera escuchado lo resolvería...

 

Costase lo que costase.

Penguin le había dicho a Heat que Killer no debía tardar y podía dejar su camioneta, pero el mayor conocía tan bien a su amigo, que se negó con la excusa de que al rubio era algo quisquilloso con su hermosa Trax, y la llevaría a su casa, después de todo, ellos rentaban juntos un pequeño departamento.

-Te veo mañana Shachi-kun. - se despidió el mayor de su amado novio, pues para él, lo era.

Le dio un beso donde sólo sus labios se rozaban cálida y tiernamente. Un beso tranquilo lleno de paz y dulzura.

Shachi correspondía aquel beso, pegando inconscientemente su cuerpo al del mayor. Penguin sólo se sonrojo y desvió la mirada, ahora sabía que seguramente así se veía con Killer.

-Heat... Llega temprano. - dijo un poco jadeante por el beso y por los brazos del mayor en su cintura.

Su rostro seguía sorojado cuando dijo aquello pero sonrió cuando Heat asintió con una leve sonrisa cálida.

Aquella que sólo el le podía sacar con una inocente y linda mirada o palabra, un poder mágico que poseía y no conocía hasta ahora.
Se estaba alejando cuando Penguin recordó demasiado tarde que Killer ahora trabajaba para su padre y se quedaría un tiempo en su casa pero, el mayor ya se había marchado.

-Vale pongamos en marcha el estudio - dijo feliz Shachi, con una sonrisa tonta en su cara, una cara de conejo lampareado a más no poder.

Una cara de idiota enamorado.

-Espera hay algo que tengo que contarte. - le freno Penguin para tomarlo por los hombros, y verlo directamente a los ojos, con algo de preocupación.

-¿Qué pasa? - ahora el chico del gorro verde no entendía aquella mirada tan extraña.

-Yo... yo... Estoy comprometido con una chica. - soltó rápidamente esperando la reacción de su amigo.

Sus ojos estaba fijos en cada facción del rostro de su mejor amigo, deduciendo lo que pensaba con tan sólo ver alguna mínima mueca pero... 

Sintió un caliente dolor en su mejilla, haciendo que cayera de culo al suelo.

Shachi le ahí propinado un fuerte golpe en su rostro. No podía creer lo que escuchaba, no le podía hacerle eso a Killer.

 

-...-...-...-...-...-...-...-...-...-

 

 

En la Trax 2014.
De regreso a su departamento Heat venía escuchando la primera canción que su banda había escrito y grabado con tanto esmero, una canción triste, pero llenar de un frustración e ira guardada celosamente en cada uno de ellos.

Pues la música era su forma de sacar ese veneno que los consumía interna y secretamente.

Cuando su maldito pasado no los dejaba en paz.
Escuchaba muy atento aquella letra que escribieron los tres juntos hace algún tiempo pero que sin duda jamás olvidarían.

 

Standing on the edge of the crater.
Like the prophets once said.
And the ashes are all cold now.

No more bullets and the embers are dead.
Whispers in the air.

Tell the tales of the brothers gone.

Desolation, devastation.

What a miss we made, when it all went wrong.

Watching from the edge of the circus.
For the games to begin.
Gladiators draw their swords.
Form the ranks for armageddon.

I'm nuclear.
I'm wild.
I'm breaking up inside.
A heart of broken glass, defiled...

Deep inside, the abandoned child.

Standing on the edge of the undeworld.
Looking at the abyss.
And I'm hoping for some miracle.
To breakout to escape from all this.

Whisper in the air...
Tell the tales of a life that's gone.

Desolation, devastation.

What a mess we made, went it all went wrong.

I'm nuclear.
I'm wild.
I'm breaking up inside.
A heart of broken glass, defiled...

Deep inside, the abandoned child.

Heat recordaba el amargo pasado que vivió en su infancia, así como la Killer y Kid, algo que los marco hasta más no poder, pero esperando un escaso rayo de esperanza.

 

I'm nuclear.
I'm wild.
I'm breaking up inside.
A heart of broken glass, defiled...

Deep inside, the abandoned child.

 

Ese sentimiento que aun llevaban dentro los tres.

 

Deep inside, the abandoned child.

 

Una canción hermosa y triste. 

Una pequeña sonrisa se instaló en la cara de Heat, pues nunca pensó que los tres encontrarían a unas personas que les dieran una oportunidad a sus venenosos corazones llenos de odio y tristeza, para transformarlo en algo casi humano.

Estaba en su pensamiento y viendo el semáforo en rojo cuando su móvil empezó a sonar.

-¿Diga? - contesto sin ver quien lo llamaba.

-Heat... -dijo con preocupación la voz del otro lado de la línea.

-Sabo-kun, dígame en que puedo ayudarlo. - reconocido de inmediato la voz del padre de Killer.
La verdad no esperaba que le llamara el padre de su amigo, así que su tono sonó algo sorprendido.

-Algo le pasó a mi hijo, se cortó la llamada y... ¿No está contigo? - pregunto más preocupado.
Ya saben cuando pasa algo los padré se preocupan y empiezan a llamar a los mejores amigos de sus hijos.

-No... He sabido que fue a dejar a una persona a una residencia, pero... - Heat estacionaba la camioneta para atender la llamada, pues Killer jamás le haría pasar por algo así a su padre y más sabiendo con que gente se movía.

-No contesta el móvil y... ¿Puedo pedirte un favor? - dijo el padre de su amigo.
Ahora su preocupación se justificaba por su no tan agradable profesión. 

-Claro. - contesto algo esperanzado, el chico de la cicatrices pues ya se empezaba a preocupar por su amigo.

-Llama a la estación de policía y pide por "Ojos de halcón" - al escuchar ese apodo de la tranquila voz de Sabo, comprendió lo que debía hacer.

-Si... No se preocupe, le avisare si sabe algo. - conocía ese apodo de hace algún tiempo cuando conoció al padre del rubio, en una ocasión Sabo le ayudo a pesar de estar en contra del gobierno "democrático" y sus leyes judiciales.

El tal "Ojos de halcón" era un oficial de alto rango sólo por debajo del jefe de policía con el que podían contar para una emergencia, como ahora.
Ya sabe hoy por ti mañana por mí.

-Gracias. - fue lo último que dijo Sabo para terminar esa llamada.

No tardo nada en llamar Heat para pedir hablar con aquel oficial.

Lo comunicaron de un modo rápido, pues al decir aquel apodo, no cuestionaron su identidad y propósito. El sonido del tono de espera no tardo para dar paso a la fría voz.

-¿Qué? - contesto secamente el oficial.

-El hijo de Sabo desapareció. - dijo directo y sin titubear el peliceleste.
Tenía suerte de llamarle por el móvil, porque de estar frente a él, seguramente se le habría trabado la lengua por la voz de aquel sujeto.

-Está aquí en una de las celdas... Tks... Dile al "Revolucionario" que la deuda esta saldada, y ven a por él. - dijo molesto "Ojos de halcón" para seguir hablando más frío. - Necesita asistencia médica. -finalizo la llamada.

Heat sentía que su respiración y pulso disminuyeron rápidamente.

Alguien le había hecho daño a su amigo, y eso no se iba a quedar así, no hasta que el imbécil estuviera igual o peor.

Sintió ahora la ira invadirlo y marco el número de Kid. 

Sonaba el tono de llamada entrante y contesto como siempre: enojado y escupiendo veneno.

-¿Qué? - pregunto Kid molesto.

-Killer está arrestado, está en una celda del departamento, voy por él y luego vamos al hospital. - dijo rápido Heat para esperar la respuesta de su amigo pero al parecer su cerebro apenas procesó la primera parte porque grito el nombre de Killer. 

-¡¿Qué Killer qué?! - grito Kid.

-Está arrestado y... - no pudo terminar de hablar el chico del cabello azulado cuando escucho el sonido de un cristal quebrarse.

Heat suspiro, ahora Kid estaba pasando por la etapa del enojo colérico y visceral del cual era el característico.

Estaba por decirle que harían cuando fuera por él cuando un silbido, muy bajo llego a él.

Volteo a ver de dónde provenía tal sonido, cuando vio la ventanilla de su lado quebrada con un pequeño agujero. Sintió un raro calor en su hombro izquierdo, y el dolor llego de golpe haciéndolo agarrarse el brazo.

La sangre estaba a bañar su mano y brazo. Le habían disparado.

-Me alegra ver que por lo menos recuerdas como es el dolor de una bala. - dijo un hombre de gabardina negra que ahora se paraba al lado de la puerta.

Heat no soltó ningún sonido, ni de dolor, ni de queja, pero su mirada aterrada de ver aquel sujeto le dijo todo a su agresor.

-¿No me extrañabas hijo? - pregunto con una extraña sonrisa, para abrir la puerta de la camioneta y sacar al chico con sumo cuidado, después de a verle disparado.

-Te vi en el cementerio. - volvió a hablar aquel hombre que lo llamaba hijo, cargándolo por el hombro. 

-Estás muerto... - susurro Heat.
El miedo lo invadió y la poca sangre que ahora bombeaba su corazón lo hacían ver borroso.

-No hijo, no puedes morir cuando hay que terminar lo que empezamos. - contesto con un raro tono feliz su padre para subirlo a otro automóvil que los esperaba detrás de la camioneta.

-Akainu... - dijo Heat en un lastimero suspiro el nombre su padre, que ahora lo recostaba en el asiento trasero del auto.

 

 

-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-

 

 

Después de una acalorada discusión con el moreno, Kid le había llevado a casa de su amigo Penguin.

Tenía que resolver el problema que se había suscitado con Killer y saber la maldita razón de porque no le avisó, o de menos mandarle un texto.

Había convencido a Law de no acompañarlo, plantándole de que eran cosas de amigos, y que no dejaría que le pasara nada a sus amistades más cercanas.
Argumentos para dejar al moreno sin palabras, pero con el ceño fruncido, pues el haría lo mismo con sus amigos en cualquier momento.

Agradecía mentalmente a Heat pero, cuando quiso saber más, no contestaba su móvil, y eso era raro en el, quizás ya había llegado con Killer, pagando la multa de cualquiera que haya sido su estupidez.

Aceleraba el rugiente motor de su Camaro Coupe 2014, ronroneaba como un gatito y pasaba por las calles velozmente.

-¡Malditos estúpidos! ¡¿Por qué no me contestan los puñeteros móviles?! - maldecía Kid por tercera vez al marcar en el móvil el número de Killer y luego el de Heat.

Era la quinta vez que les marcaba pero nada... Sólo el puñetero mensaje de voz que decía constantemente fuera de servicio.

Una luz roja le hizo frenar en una calle, y frustrado por la lentitud de la luz, apretaba el volante con su herida mano, manchando la venda que Law le había puesto, esperando desesperado.

La luz nuevamente cambio a verde y justo cuando iba a acelerar un fuerte golpe se escucho.

El pelirrojo se tocaba su cabeza por la horrenda presión que sentía en ella.
Veía borroso y sabía que carajos había pasado. Escuchaba a lo lejos a la gente gritar, el sonido de una ambulancia y mucho caos pero no veía con claridad.

Había tenido un accidente automovilístico.

Su precioso auto negro llameante estaba volcado sobre la calle principal. El metal de la carrocería estaba intacto pero del lado lateral derecho estaba por demás aboyado, y doblado por el fuerte impacto de el otro auto que lo golpeo.

-¡Te saluda "Bandera Roja" idiota! ¡No vuelvas abrir tu bar de mierda si no quieres que tu familia sufra las consecuencias! - la voz masculina le advertía al pelirrojo y luego así como llego se fue.

Kid quería salir de todo el metal donde se encontraba pero algo no estaba bien.

-Mierda... - susurro y llevo su mano herida a su hombro contrario que era el izquierdo.
Sintió el gran trozo de metal clavado en su pálida piel, incrustado profundamente algo que no esperaba.

-Parece que esto será un problema. - susurro divertido para desmayarse inesperadamente dentro del maltrecho auto.

 

Notas finales:

Gracias por leer.

Cualquier cosa estoy para servirles.

Traducción de la canción:

De pie en el borde del cráter...

Como los profetas dijeron una vez...

Y las cenizas están frías ahora...

No más balas y las hogueras murieron...

Susurros en el aire cuentan las historias...

De los hermanos caídos...

Desolación... Devastación...

En que lio nos metimos... Cuando todo salió mal...

Observando desde el borde de el circo...

Para que los juegos comiencen...

Gladiadores sacando sus espadas...

Formando sus filas para el armagedón...

Soy nuclear...

Soy salvaje...

Me estoy rompiendo en el interior...

Mi corazón de cristal roto...

Contaminado...

En el fondo... El niño abandonado...

De pie en el borde de los bajos fondos...

Mirando el abismo...

Y estoy esperando algún milagro...

A la evasión para escapar de todo esto...

Susurros en el aire cuentan las historias...

De una vida que se esfumo...

Desolación... Devastación...

En que lio nos metimos... Cuando todo salió mal...


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