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La música es otra medicina por -Raiden-

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Notas del capitulo:

Muy bien ya saben como que siempre el fic que mas me inspira se queda de ultimo y pues ya tenia que actualizar...

Maribel~san tengo tu one shot jejeje lo subire pronto y pues sin mas muy bien por haber acertado en el juego XD

 

Mi inspiración viene de otro juego AC Unity, los videojuegos me dominan lo se... pero no puedo evitarlo, la cancion es Everybody wants to rule the world de Lorde... "Asesinos... estemos juntos en este viaje... estemos unidos... hermanos"

 


De verdad escuchen la cancion es de lo mejor, y si quieren ver el promo del videojuego lo encontraran en youtube, con el mismo titulo de la cancion, a por si alguien se compra el PS4 no duden en decirme para jugar en linea este joya... espero que alguien sepa de lo que estoy hablando...

 

"El problema no es la metamorfosis... sino el producto de esta..."

 

 

Otro golpe en la misma mejilla le fue dado haciendo que nuevamente cayera de culo al suelo.

-¿Porqué carajos tienen que golpearme? - dijo Penguin molesto sobando su mejilla que ahora si estaba más rojiza; sin duda le dejaría un hematoma bastante grande.

-Por ser un gilipollas. - contesto Law molesto sobando su puño, el al igual que Shachi, no podía creer lo que le dijo:

"Estaba comprometido con una chica" y era novio del amigo de su amante; no podía creer lo estúpido que era su amigo.

-Si me dejaran explicarles... ¡NO TENDRÍAN PORQUE GOLPEARME! - Penguin ya no soporta que aquellos lo golpearán sin siquiera darles una justificación del compromiso que tenía.

Estaba molesto y triste, sentimientos totalmente encontrados cuando supo la noticia y no sabía qué hacer sin que nadie resultara herido.

-Pues ya te estás tardando. - contesto Law cruzándose de brazos, clavando su mirada asesina en aquel que se hacía llamar su amigo.

Shachi no decía nada pero también estaba molesto, quería escuchar su disque explicación o más bien su excusa barata, como hacia cuando tenía algún problema.

Cuando los otros dos ya no lo golpearon, se levantó del suelo, sacudió sus ropas, respiro profundamente y hablo lo más calmado posible, aún estaba cabreado porque lo golpearon.

-Mi padre lo decidió y... - se vio interrumpido nuevamente.

-¡¿Esa es tu justificación?! - Law perdió los estribos.
Conocía al padre de Penguin y como lo odiaba, pero lo que más odiaba era que su amigo se doblegara ante él, obedeciendo sus estúpidos mandatos y no fuera capaz de revelarse, el moreno prefería la muerte antes de que su padre le diera  una orden.

-Espera Law creo que Penguin... - y ahora si Shachi tenía que intervenir.
Las cosas se estaban saliendo de control cuando el moreno alzaba la voz, era la clásica señal para salir del lugar o alguien terminaría diseccionado. 

-Mira Law... No conoces a mi padre como yo... No te negare que es un idiota... Sin embargo odio que trate de tomar el control sobre mi vida y por eso he decido escaparme con Killer... Lejos de aquí y... - su voz se vio apagada por un abrazo, pero lo que lo calló fue quien se lo daba.

Trafalgar Law... el mismo pelinegro que lo había golpeado, lo estaba abrazando con tranquilidad.

-Penguin... No es necesario huir, eso no conduce a nada, y no estamos aquí porque seas hijo de ese bastardo dueño de una de las empresas más importantes del automovilismo, estamos aquí porque somos tus amigos y estamos para ayudarte. - aquel joven de orbes plateadas era toda una pieza, su fuerte siempre habían sido las palabras.

El castaño con la gorra del pompón rojo soltaba por fin sus amargas lágrimas por no ser tan fuerte como sus amigos o su novio. Entendía que a pesar de tenerlo todo... no significaba que era lo que necesitaba. Agradecía tener amigos como Law y Shachi a su lado, eso era lo siempre necesitaba, un apoyo para no caer en un abismo del cual no había retorno.

Shachi espero su turno para abrazar a su amigo y lo estrecho entre sus brazos, Penguin lo correspondía fuertemente, quizás se había pasado un poco pero su primera reacción ante la cabezoneria de su amigo.

Estaría para sus amistades siempre que necesitarán algo, cuando fuese y donde quiera lo necesitasen.

-Bien ya que sabes la horrenda noticia de tu compromiso, sólo queda una cosa por hacer... - la voz de Law tomaba un tono frío y amedrentador. - Hablarás con tus padres para impedirlo y si no quieren escuchar mi casa es tu casa, eso nunca lo dudes. - era una orden más que una sugerencia y tomo a Penguin de los hombros para rectificar esa frase.

El castaño sólo pudo asentir algo asustado, el moreno de verdad que daba miedo cuando hacia esa voz de ultratumba, no dudaba del porque ese tal Kid estaba con su amigo, ya que también daba una primera mala impresión.

-Este... No quiero ser agua fiestas ni nada pero... Creo deberíamos estudiar para el maldito examen que es... ¡MAÑANA! - el único que se preocupaba por el problema más próximo era Shachi y era consciente de la situación pero no valía la pena hacer toda una revuelta por algo que todavía no se concretaba.

-Cierto mejor estudiamos y hablare con Killer cuando vuelva... y mis padres... - dijo Penguin desganado la última parte, de verdad que no quería hablar con sus padres por su reciente bisexualidad descubierta, pues seguían gustándole las chicas pero no tanto como su rubio novio.

-Sí, pero primero... Penguin-ya. Déjame darme una ducha, aún tengo restos de semen de Eustass~ya, y no es que no sea placentero pero mi higiene personal me lo exige. - hablo para caminar dificultosamente dentro de la casa del susodicho y subir con mucho esfuerzo las escaleras.

Sus dos amigos sólo se sonrojaron violentamente y trataban de no ahogarse con su propia saliva, era de esperar que el moreno hiciera su comentario cínico del día.

 

 

-...-...-...-...-...-

 

 

-Tu... - susurro el rubio al ver aquel hombre entrar a la celda donde estaba.

-Vendrán por ti en breve. - respondió su nuevo visitante para levantar al rubio del brazo y llevarlo a su oficina. Killer se dejo llevar sin oponer la más mínima resistencia, estaba en buenas manos, o al menos no en las de ese verdugo llamado Vergo.

Una vez que estuvo en la cómoda silla, el alto hombre que era pelinegro cerró la puerta para evitar molestas interrupciones.

-¿Qué asunto tiene con la familia Hancock? - empezó el interrogatorio sentándose frente al chico para poder ver la verdad en sus ojos, pero su rubio cabello no lo dejaba.

-No es de su interés... - comento casi sin aliento el joven, pues esa caminata le había costado bastante trabajo.

-Mira Killer, conocí a tu padre de tiempo atrás y sé que anda tras algo. ¿Sabes a que me refiero? - el tono frío parecía descender dos décimas para que el rubio entrara en confianza, dejara salir cualquier cosa.

-Si lo conoce también como dice... Sabe que no metiera a su hijo en algo tan peligroso. - la voz del rubio se escuchaba apenas y apretaba los puños, no era por el hecho que mencionara a su padre, ni su profesión sino que utilizara algo tan cobarde como acercarse a él, siendo su hijo y único progenitor.

-Sabo tiene confianza plena en mi, y el verte así me dice que estas metido en un gran problema. - el pelinegro de levantó para tomar al rubio por el hombro.
Killer no sabía a qué venía esa actitud, estaba confundido.

-No... es nada que no pueda manejar... - dijo el joven para apartar la mano sobre su hombro, ese problema era sólo suyo, y no necesitaba ayuda eso creía él.

-No voy a obligarte a decir nada, pero no dejare que esa mocosa siga haciendo de las suyas. Te recomiendo que no te metas en problemas, no te sacare de estos si no sabes con quien te metes. - fue lo último que dijo el pelinegro para abrir la puerta de su oficina, una clara indirecta de que era saliera de su oficina.

-Gracias por todo... "Ojos de halcón" - susurro al pasar a su lado y salir de ahí con lo que le quedaba de dignidad, casi cojeando.

Killer sólo quería llegar a ver a la única persona que ocupaba todos sus pensamientos: Penguin. Quería estar con él, pelear contra todos los pronósticos de su destino, enfrentar a quien fuera; incluso a sus suegros; para estar con el menor, apartaría a la zorra que quería quitárselo, y sólo sería suyo y viceversa.

Algo fácil de decir pero sin duda difícil de obtener.

 

 

-...-...-...-...-...-...-

 

 

-Kid~chan... - una voz lo llamaba pero se escuchaba muy lejana casi susurrando.

-No puedes hacerle esto... - la voz parecía molesta y la recordaba de algún lado.
Todo estaba oscuro a excepción de una pequeña luz al final de lo que parecía ser un largo túnel.

Kid sentía su cuerpo enfriarse, flotar por el aire, siendo abrazado por la oscuridad. 
La ligera ventisca tocaba su cabello y rostro.

Y una imagen de una persona que le había dado chispa a su vida: Trafalgar Law sonriendo de aquella forma que tanto le gustaba. ¡Joder! Se veía radiante y deseable en ese ajustado vestido de novia... ¡Espera! ¡¿Acaso estaba teniendo una epifanía, una revelación del futuro, una broma de mal gusto o la tremenda idea que le dio su intimidante suegro cuando le conoció?!

-Kid~chan... - otra vez esa voz.

"¿Quien carajos me molesta en medio de mi placentero sueño?" Pensaba irritado, pero no podía abrir los ojos, su cuerpo no le respondía, sentía sus fuerzas flaquear con la más mínima brisa.

No recordaba que había pasado y francamente le importaba una mierda.

Pero toda esa extraña tranquilidad, se desvaneció como el humo al sentir ahora el infernal fuego en su brazo izquierdo.

-¡Aahhgg! - grito tan fuerte que parecía que lo mataban ahí mismo. El dolor era insoportable, quemante, sentía que que le arrancaban el brazo con una trituradora.

Sentía sus músculos, nervios y ligamentos desprenderse de su carne al rojo vivo.
Toda la oscuridad fue consumida por una ensordecedora luz.

-Kid~chan... - lo llamaban nuevamente.

Y sus ojos se abrieron al sentir aquel dolor consumirlo.

Sus pupilas se contrajeron al instante por el tremendo dolor acompañado de la luz. No sabía dónde estaba, ni que le había sucedido, pero el dolor sólo aumentaba y escuchaba el sonido de una sierra.

-Todo saldrá bien... - esa voz era diferente a la que lo había llamado y fue cuando pudo ser consciente de donde estaba.

Un hospital por el olor, color y brillo del cromado metal relucir. Giró su cansada vista para ver el sonido que se aproximaba a él.

La sierra cortaba parte del retorcido metal que estaba incrustado en su cuerpo y le dolía como el demonio.

Su cara de Kid tomo un tono aún más pálido si era posible, no podía oponer mucha resistencia.

Sus pensamientos se tornaron aterrados al pensar que perdería el brazo, pues sentir la vibración de ese instrumento sobre el metal, movía su brazo y parte de su hombro.

-Kid-chan... - repitió su nombre para sujetarlo por el hombro contrario. Era Doflamingo quien lo llamaba haciendo una mueca de disgusto, pero por el hecho de verlo así.

-¡Aahhgg! - volvió a gritar Kid sintiendo su garganta desgarrarse en el proceso. El dolor era insoportable, más aquel infernal aparato cortado tan cerca de su piel abierta.

-Sólo un poco más. - dijo el doctor que ya casi terminaba con la tortura. Las chispas del metal volaban hacia todas direcciones, pero sin quemar nada a su alrededor.

Un horrendo crujido se escucho y la sangre se empezaba a escurrir por todo su brazo.

-Hay que llevarlo a cirugía ahora. - declaro el médico en turno y prepararon al pelirrojo para reparar el daño en su hombro izquierdo.

-Law... - susurro a penas con las pocas fuerzas que le quedaban para tomar el borde de la blanca camisa de su suegro.

-Vendrá mañana y avisare a tu padre. - Doflamingo entendió la lastimera forma de comunicarse de Kid. Estaba furioso con un serio semblante mientras la mano pálida y ensangrentada del pelirrojo dejaba sus dígitos en esta, ese color rojo brillante característico de la sangre se impregnaba en su camisa.

Donquixote Doflamingo estaba molesto.

Mataría al bastardo que tuvo la osadía de meterse con su familia, porque Kid ya era parte de la familia cuando Law lo llevo a casa.

No dejaría impune a la persona responsable y haría justicia por su propia mano si era necesario. Justo como le gustaba.

Rápidamente llevaron a Kid donde lo intervendrían quirúrgicamente, ya que ahora estaba casi inconsciente.

-¡Kid! - grito una voz espantada.

Era Killer que había llegado al hospital para atender sus heridas y alcanzo a ver la característica cabellera rojiza de su amigo al ser llevado en una camilla.

Corrió desesperado para sentir sus fuerzas fallarle, estaba a punto de caer estrepitosamente al suelo pero alguien lo alcanzo a detener. Era el enorme jefe de policía quien lo abrazo para cargarlo y llevarlo a una camilla.

El rubio menor no opuso resistencia, conocía a Doflamingo por parte de su padre, y en más de una ocasión casi lo atrapo.

-Curarán las heridas de Kid-chan y tú también debes recibir atención médica Killer-chan. - sentenció Donquixote para tomarlo del hombro dándole una extraña confianza al menor. Dejaría las diferencias que tenía con su padre para ayudar a su hijo, así... quizás con algo de suerte no seguiría los peligrosos pasos de su creador.

-¿Que le... sucedió a Kid? - pregunto con dificultad el menor haciendo mueca de dolor, le dolía su labio que aún sangraba.

-Eso es lo que voy averiguar... - murmuro el rubio mayor para apartarse y dejar que el equipo médico lo atendiera, pero Killer lo tomo por su camisa, por la espalda.

Tenía la bonita marca de otra sangrienta mano en su blanca ropa.

El rostro de Doflamingo era el de una bestia conteniendo su ira, una vena saltando en su frente, su boca con una línea horizontal nada agradable y sus ojos aunque cubiertos por esas extrañas gafas se percibían sus instintos asesinos. Saco su móvil para mandar a su mano derecha es decir; Mihawk al bar propiedad del pelirrojo. Sabía que si había algún culpable le daría un golpe bajó para rematar su sádica tarea.

Donquixote tenía salir de ahí para liberar todo ese odio, mataría sin piedad al bastardo pero lo haría sufrir lentamente y pero sobre todo forma dolorosa.

Al fin el menor lo soltó y empezó a caminar a la puerta de salida pero al momento de abrir la puerta un muchacho que desvaneció en sus brazos.

El joven estaba llego de sangre de la cabeza a los pies, pero toda esta salía de su cuerpo por unos profundos cortes sobre su torso y brazos, aún tenía puesto el pantalón pero el calzado estaba ausente.

-¡Heat! - alcanzo a gritar Killer desde lo veía perfectamente acostado donde estaba recibiendo la atención médica.

El menor en brazos del jefe de policía le dedicó una lastimera mirada antes de caer en la inconsciencia, dejando las últimas marcas de sus palmas ensangrentadas sobre los hombros.

Era suficiente para el rubio mayor que volvía a depositar al joven en una camilla para que lo atendieran.

Haría justicia, y el fin siempre justifica los medios. 

Una retorcida sonrisa empezaba a nacer en la cara de Doflamingo.

 

 

-...-...-...-...-...-

 

 

-¡Perona~san! - grito su padre para abrazarla fuertemente.

Adoraba a su hija así como a Kid. Era todo un caso: padre amoroso y dedicado y en su trabajo serio hasta más no poder.

-Papi... Puedes soltarme de una vez... - dijo la chica conteniendo la respiración.

-Si, si lo siento corazón y dime... ¿Kid~san te dejara tocar esta noche? - pregunto sonriendo el atractivo pelirrojo de las tres cicatrices en su fino rostro.

Su hermano le dijo que podía presentar una canción si estaba hablaba de algo que sintiera.

La música debía expresar lo que sintiera su corazón.

-Sip, sólo que debo ensayar y por traje a mis amigas. - contesto con una radiante sonrisa su hermosa hija de cabello rosado. - Listas chicas empecemos.

 

~~ 

-Empecemos... - la voz del cirujano anunciando el inicio del procedimiento médico que le realizarían a Kid.

-Hay que curar su heridas... - declaro el médico que atendía a Killer que sólo apretaba las sábana bajo sus manos, manchándolas.

-Necesita un paquete de sanguíneo... - afirmo el doctor que revisaba a Heat sin dejar de suturar sus heridas en los brazos que parecían no dejar de sangrar.

~~ 

La voz de Perona disminuyo dos décimas para empezar a cantar, una voz llena de dolor.

Welcome to your life...

El corte sobre la piel de Kid.

There's no turning back...

El ardor sobre la piel de Killer.

Even while we sleep...

El hilo atravesando la piel de Heat.

We find you...

Acting on your best behavior.
Turn your back on mother nature.
Everybody wants to rule the world...

 

Las amigas de Perona seguían la canción con tonos bajos en sus instrumentos.

It's my own design...

It's my own remorse...

Help me to decide...

Help me make the most of freedom...
And of pleasure, nothing ever last forever.

Everybody wants to rule the world...

Los gritos ahogados de los tres jóvenes se perdían...

There's a room where the light won't find you.

Holding hands while the walls come tumbling down.

When they do, i'll be right behind you.

So glad we've almost made it.

So sad we had to fade it.

Everybody wants to rule the world.
Everybody wants to rule the world.
Everybody wants to rule... the world...

 

Las heridas en los jóvenes habían sido cerradas nuevamente.

 

Notas finales:

Gracias por leer...

Traducción de la canción:

Bienvenido a tu vida...
No hay vuelta atrás...
Incluso mientras dormimos...
Te encontraremos...
Actuando con tu mejor comportamiento...
Dándole la espalda a la madre naturaleza...
Todos quieren dominar el mundo...
Es mi propio diseño...
Es mi propio remordimiento...
Ayúdame a decidir...
Ayúdame a sacar partido de la libertad...
Y del placer...
Nada dura para siempre...
Todos quieren dominar el mundo...
Hay una habitación donde la luz no te encontrara...
Tomándose de las manos mientras las paredes se derrumban...
Cuando lo hagan voy a estar justo detrás de ti...
Que bueno que casi lo hacemos...
Que lástima que tengan que desaparecer...
Es que todos quieren dominar el mundo...
Todos quieren dominar el mundo...
Todos quieren dominar... el mundo...

 


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