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La música es otra medicina por -Raiden-

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Notas del capitulo:

Olvide decirles que como que estaba ocupada o algo asi...

Pero aun sigo escribiendo, ya saben no puedo dejar de hacerlo pero a veces el tiempo no deja.

En fin...

La canción protagonista es de un trailer mas de MGS V jejejeje, esta hermosa Sins of the father de Donna Burke...

Es genial y el trailer de diez! bueno si les gustan los videojuegos.

 

-"Demonios... Cuando aprenderás..."

 

 
Había pasado toda la noche en la sala de espera del hospital.
 
Shanks que no dejaba de decirle a su adorada hija que todo estaba bien, que era mejor no abrir el bar ese día, que se la pasara en casa de una de sus amigas y que todo seria aclarado en la mañana… Para por fin ver a su hijo que estaba en la sala de terapia intensiva.
 
Entro con mucho silencio para no molestar a su hijo, pero este aun no despertaba de la anestesia que le habían puesto.
 
-Kid… - susurro su padre cuando lo vio tendido en esa cama.
Su hijo… postrado ahí… con todas esas vendas en su hombro izquierdo y brazo. Con curaciones en su rostro que aunque parecía que dormía cómodamente le daba un escozor en el pecho. Esas intravenosas con todas esas soluciones, y el paquete sanguíneo…
 
Shanks retenía sus lágrimas…
 
-¿Por qué pasa esto?... Solo para hacernos sufrir… ¿Qué fue lo que hice mal? - se pregunto mientras su mirada se ensombrecía y entraba para sentarse al lado de su hijo.
 
Se sentía culpable de todo lo que le pasaba a su familia incluido ese incidente que los obligo abandonar su ciudad natal, donde aun recordaba como corrían alegres sus hijos que tenían a amigos y a la mujer que un día amo con pasión, pero que lo dejo por otro hombre. 
 
Y aun así no se había sentido tan devastado cuando le dijo que se quedara con los pequeños, que ella nunca los amó.
 
Nada se comparaba con ver a su hijo mayor postrado en esa cama.
 
-Pagaran… lo juro. - siseo molesto para tomar la mano de hijo que estaba vendada.
 
Era un juramento que cumpliría a… cualquier… costo…
 
Afuera del cuarto había una persona esperando pasar… No quería incomodar el ambiente que estaba en la habitación.
 
 
 
-...-...-...-...-...-
 
 
 
El sol que empezó a salir de un extraño color rojizo, era el indicio de que la noche anterior la sangre había sido derramada, pero ciertos jóvenes que ahora estaban sentados en sus bancas presentando cierto examen tan temido no lo sabían y mas porque esas personas eran muy cercanas a ellos.
 
-Mierda… - murmuro Shachi tratando de entender la decima pregunta de la hoja frente a él. Había leído el tema como cien veces pero trataba de recordar todo hasta llegar a esa parte del texto.
 
-¡¿Cuándo nos dieron esto?! - dijo Penguin mordiendo su lapicero desesperado pues todo lo que había estudiado se escondió en lo más profundo de su mente, que por cierto estaba centrada en su rubio novio.
 
-Je… - esa sola risilla clásica de Law indicaba que el examen no era siquiera un reto para él. Conocía el tema como cada letra de su tatuada mano y que sonriera de esa forma tan perturbadora que intimidaba incluso a su profesor le miraba con algo de temor.
 
Dos horas… Les tomo dos horas terminar esa temida y exhaustiva prueba.
 
Todos salieron con cara de preocupación excepto cierto moreno que seguía con esa sonrisa psicópata.
 
-¡¡Vamos a repetir la materia!! - gritaron sus dos amigos con una cara de preocupación inmensa.
 
-Penguin-ya… Shachi-ya… Deberían preocuparse por los trabajos extras, quizás con eso puedan librar la materia. - les recordó para empezar a caminar con algo de dificultad hacia la biblioteca.
 
Todo cortesía de su amante, gracias.
 
Ambos chicos asintieron aún preocupados y un tanto tristes. No es que no fueran cumplidos, pero esa escuela exigía mucho en la parte académica más que en que cualquier otra cosa, y que fueran hijos de grandes empresarios los ponía en los estándares sociales más altos.
 
Caminaron para seguir a su amigo que ya estaba por pasar esa puerta de cristal cuando dos de chicas saliendo antes que el moreno.
 
Eran unas de las tantas que siempre veían con morbo pero ahora, ya no les interesaban en lo más mínimo. Y las pasaron ignorándolas totalmente como si fueran personas cualquieras, eso de verdad que era tan… raro, que las chicas en cuestión se les hizo extraño que las pasaran sin desvestirlas con la mirada.
 
Pero eso sí, seguían con su rutina de ir a la biblioteca todos los días para estudiar los temas del día siguiente, hacer los deberes porque las palabras tarea y casa jamás estaban juntas en su vocabulario y sobre todo pasar el rato con las únicas personas que ellos consideraban sus amigos.
 
Ellos mismos.
 
Estaban en la mesa pasando los apuntes de ese día que aparte de ser algo agobiante, se sentía una rara atmosfera de ansiedad.
¿O quizás eran sus nervios por el examen?
 
El sonido de un mensaje de texto con la vibración de un móvil fue el primer indicio de ese día
 
El primero fue el de Shachi…
 
-¿Mmm? Qué extraño… - dijo cuando saco el móvil del bolsillo de su pantalón blanco que traía ese día.
 
-¿Qué pasa? - pregunto el castaño al ver la cara de su amigo algo desconcertada pero…
 
El segundo fue el de Penguin…
 
Al igual que su amigo el sonido sordo de la vibración de su móvil le hizo sacarlo de su mochila que estaba sobre la mesa de trabajo.
 
-¿Qué es esto? - se pregunto en voz alta para desbloquear el teclado de su móvil.
 
Y el tercero fue el de Law…
 
El pelinegro no dijo nada hasta que el suyo convenientemente también vibro en la bolsa de su camisa que llevaba ese día.
 
Saco el móvil y al igual que sus amigos vio un mensaje en la bandeja de entrada de un número muy conocido por él.
 
-No… me…jodas… - murmuro quedándose atónito bajando la mirada, ensombreciéndola.
 
El mensaje en cuestión, que todos recibieron era del número privado del padre de Law… Donquixote Doflamingo.
 
“Hospital Green Bit… Pide por el nombre de tu amado… No te demores…”
-D.D.
 
Si la respiración no se les detuvo por un momento, fue una subida de adrenalina pura la que les hizo reaccionar como en estado automático y a la velocidad de la luz para tomar sus cosas y salir de ahí tan rápido como sus piernas les dejaron.
 
Y en más de una ocasión empujaron a las personas que se interponían en su camino, todo para salir fuera de la universidad y tomar un jodido taxi para el hospital.
 
 
 
 
-...-...-...-...-...-
 
 
 
En la madrugada de ese día…
 
-No puedes pasar. No estás en la lista, así que… ¡Lárgate de mi vista! - le dijo para empujarlo por el hombro.
 
Estaba afuera de ese intento de bar, observando al hombre que acababa de tocarle, mandándole directo a la mierda.
 
No estaba para que le tocaran los cojones y menos cuando su hijo estaba en el hospital, según una confiable fuente.
 
Miro de arriba a abajo al pobre idiota que hacía de cadenero, con ese raro traje color negro deslavado, su cabello tan corto casi dejando ver su cráneo y la cara de pocos amigos tirándole a matón de una malvada organización.
 
Levanto su puño con furia y rapidez.
 
Le dio en la quijada duro, con precisión y dejándolo con ganas de más por tenerlo ya en el suelo inconsciente de ese único golpe.
 
La lista, que antes mencionaba el idiota ese, cayó a sus pies para levantarla junto con el tintero para garabatear algo en la hoja.
 
-Ahora sí estoy en la lista. - le dijo para dejársela caer sobre la cara.
 
“Fuck you”
 
Es lo que escribió para pasar como si fuera su casa.
 
Solo entrar en el bar le causaba una molestia mayor haciendo que disipara el cargado ambiente de toda esa gente con la mano. Y es que el aire estaba tan viciado que no solo el humo de los cigarrillos, hierba, alcohol, vomito y sexo se expedía ahí… el “entretenimiento” era lo que más encendía a la gente a hacer lo que estaba haciendo:
 
Perderse en todo ese caos de lujuria.
 
Esos chicos y chicas que eran menores que su hijo, bailando en esas jaulas, restregándose con esas escasas ropas a los barrotes, le decían que estaban enganchados a la droga y prostitución.
 
Apartaba a todo aquel que se le acercaba con el apestoso aliento alcohólico, hombre o mujer, incluso si era por accidente.
 
Todo el caos en ese mar de personas hacia que su trabajo de ser sigiloso se fuera al carajo, después de todo, entre más ruido mejor para él.
 
Miro la barra donde solo había una persona sentada con varias botellas de vodka vacías frente a el, y el cantinero sirviéndole aun más bebida en su copa casi vacía.
 
Su abrigo color crema le delato y solo pudo sonreír de una forma perturbadora.
 
Peino un poco su rubio cabello que ahora caía sobre su rostro, para dejarle ver esa extraña cicatriz rojiza en su ojo izquierdo.
 
 
 
 
-Dame otra ronda… - pidió molesto ese hombre de cabello oscuro para azotar el vaso vacio sobre la madera.
 
-Enseguida. - respondía el cantinero feliz al ver como sacaba más dinero de su billetera.
 
-¿Cuánto por el chico de la jaula dos? - pregunto cuándo volteo para ver al chico pelirosa en cuestión haciendo que sus gafas oscuras reflejaran un brillo.
 
-Solo doscientos mil berrys para usted, Vergo~san. - le tendió una pequeña llave dorada sobre una servilleta color purpura, todo eso mientras sonreía aun más por el dinero que le dejaba sin mucho cuidado.
 
La música del lugar empezó a sonar a un más fuerte cuando una chica sobre una plataforma impresiono a todos con su bella voz…
 
Words that kill…
 
Se acerco a su objetivo antes de que abandonara la mesa…
 
Pride… feeds that blackened hearts…
 
Le asestó el primer golpe.  
 
And thirst… must be quenched to fuel hypocrisy…
 
Otro más para tirarlo al suelo.
 
Cleansings flames, is the only way to repent…
 
Todos seguían el ritmo de la musica.
 
Renounce’s what made, you words that kill…
 
Empezó a patearlo en el suelo.
 
Would you speak them to me…
 
Sonrió al ver la sangre.
 
With your breath so still, it makes me believe…
 
Lo levantó del suelo para sentarlo en el banco nuevamente.
 
The sins… never die!
 
Saco un tubo de metal de su espalda.
 
Can’t wash this blood of our hands…
 
Le golpeaba con más fuerza.
 
Let the world fear us all…
 
Veia su aterrado semblante.
 
It’s just mean to an end…
 
Todos se apartaron.
 
Our salvation lies…in the father’s sins…
Beyond the truth… let me suffer now… 
 
Saco un revolver de entre sus ropas para apuntarle al pecho y mirarle con furia.
 
In my heart I just know that there’s no way to light up the dark… in his eyes…
 
-El mundo nos llama para hacer trabajos sucios… y nosotros respondemos ¿No? - empezó a decirle viéndolo a los ojos a través de sus rotas gafas. - No existe ningún bien… ni causa justa para todo esto… Pero te metiste con la persona equivocaba. - le ponía el cañón del arma en el pecho.
 
Le dispararía a quema ropa.
 
-No se dé qué coño… hablas… - le respondió jadeante para intentar distinguir la figura frente a él.
 
Se parecía a cierto chico rubio que tenia… ojos azules.
 
-Claro que no lo sabes… Vergo… y no es necesario que lo sepas si vas a morir.
 
Y jaló el gatillo.
 
La gente empezó a gritar cuando la chica termino de cantar con esa prodigiosa voz que se comparaba con una gran diva de la música.
 
 
 
 
-...-...-...-...-...-
 
 
 
 
-¡¡Mierda!! ¡¡Contesta Killer!! - le gritaba a su móvil desesperado porque su novio no le contestaba.
 
-…- Shachi estaba en silencio viendo el mensaje una y otra vez tratando de comprender todo aquello. Algo quebraba su interior… con mucha fuerza.
 
-Por esa calle podemos llegar más rápido. - Law le daba indicaciones al taxista para llegar más rápido pero sin dejar de sonar grosero.
 
Era el recorrido más largo que hubieran experimentado… cualquiera de ellos.
 
-Seguramente es algo sin importancia, es decir, no es como si les haya pasado algo o así ¿no? - el chico de gorra verde empezó a hablar al fin, con nerviosismo, pero ya decía algo después de mucho tiempo.
 
La mirada plateada del moreno que estaba de copiloto se reflejaba por el espejo retrovisor. No sabía que decirle a su amigo… Si la verdad, o una mentira para evitar que se derrumbara cual castillo de arena con la marea.
 
-Shachi… - su amigo castaño le quiso abrazar pero el otro no se lo permitió. 
 
-Esto es una pesadilla… ¡Quiero despertar! - grito para ocultar su rostro asustado.
 
-¡Shachi basta! - le dio una bofetada para que reaccionara.
 
-Pen-penguin… - susurro al sentir como le ardía la cara, haciendo que se enrojeciera su mejlla.
 
-Todo estará bien. Ellos están bien. Lo sé. - le miraba enojado el chico del pompón rojo en su gorra.
 
No podía dejar que su amigo se hundiera de esa manera tan patética y sola. El también tenía a alguien importante, pero no por eso se dejaba perder en las perturbadas imágenes de su novio vendado, herido, y magullado, tenía que mantenerse fuerte, confiar en la persona que movió su jodido mundo en un fin de semana de ensueño, y sobre todo ser ahora un pilar fuerte para unos de sus mejores amigos.
 
-Llegamos… - interrumpió el moreno para pagar el peaje y salir del auto.
 
 
 
Más tardaron en pedir por sus respectivas parejas que en subir al piso correspondiente que era el tercero: Terapia Intensiva.
 
El segundo indicio fue ver al jefe de policía y un padre de Kid hablando afuera de una de las habitaciones.
 
Pero el tercero solo pudo venir de una persona que hablo detrás de ellos tres…
 
-¿Por qué tardaste tanto? - pregunto con una tenue sonrisa.
 
 
Notas finales: Gracias por leer...
 
 
 
Traduccion de la canción.
 
Palabras que matan…
Orgullo, alimenta sus corazones oscurecidos…
Y su sed de hipocresía debe ser apagada…
Purificarte en llamas… es la única manera de arrepentirse…
Renunciando a todo lo que creaste… Palabras que matan…
Puedo oírles hablarme…
Con su quieta respiración me hacen creer…
Los pecados… nunca mueren…
Las manos ensangrentadas no pueden limpiarse…
Todo nuestro mundo... nos teme…
Es tan solo un medio para un fin…
Nuestra salvación se encuentra… En los pecados del padre…
Más allá de la verdad… Déjame sufrir ahora…
En mi corazón yo sé que no hay la luz de la aurora…en sus ojos…

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