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BATTLE ROYALE por SuperNova31

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En la parte norte de la isla, en el punto contrario en el que se encontraba Kris rodeado por los cadáveres de sus compañeros de clases, un elevado acantilado se asomaba sobre el mar. Seguramente tenía más de veinte metros de altura. En lo alto del acantilado había una pequeña explanada, coronada con hierba y maleza. Las olas se estrellaban contra el acantilado y explotaban convirtiéndose en niebla que se esparcía con el viento cálido.

Byun Baek Hyun (el estudiante número 3) y Park Chan Yeol  (el estudiante número 33) estaban sentados al borde de aquel acantilado. Tenían las piernas colgando. Baekhyun tenía cogida dulcemente la mano de Chanyeol.

Sus mochilas, sus bolsas de viaje y las brújulas estaban dispersas a su alrededor. Justo cuando Kris les había ordenado a los otros reunirse en el extremo sur de la isla, Baekhyun había garabateado “en la punta norte” en el trozo de papel. Había escrito aquellas palabras (justo después de “Nos mataremos”) y le había pasado el mensaje a Chanyeol. A pesar de las circunstancias, tenían la fortuna de poder disfrutar de algún tiempo solos. Del cinturón de Chanyeol colgaba una Colt 357 Magnum, pero ya sabía que no iba a utilizarlo.

-Qué calma…- murmuró Baekhyun. En su bonito perfil, adornado con su pelo, corto, de color chocolate, y su amplia frente, parecía esbozarse una sonrisa. No era muy alto, Chanyeol le sacaba una cabeza, pero tenía una figura esbelta, y estaba sentado con la espalda muy recta, como siempre. Chanyeol acababa de llegar. Se había abrazado. El cuerpo de Baekhyun tembló ligeramente, como un pajarillo herido.

-Si, es verdad…- dijo Chanyeol.

Aparte de sus orejas, que eran ligeramente grandes, el chico resultaba bastante guapo. Apartó la mirada para contemplar el panorama. El mar oscuro se extendía bajo la luz de la luna, con los negros perfiles de las islas dispersos aquí y allá. Algunas debían de ser japonesas. Y a lo lejos, tierra firme. Las luces brillaban resplandecientes en las islas y en lo que parecía ser Mokkpo de tierra firma en la distancia. Era poco antes de las tres y media de la madrugada. Allí donde aquellas luces parecían flotar en la oscuridad, la gente dormía tranquilamente en sus camas. O quizá había jóvenes como él, estudiando hasta altas horas de la noche para los exámenes de ingreso en la universidad. No parecía que todo aquello estuviera muy lejos, pero en esos momentos resultaba lejano e imposible, fuera de su alcance…

Chanyeol confirmó la existencia de un pequeño punto negro situado aproximadamente a 200 metros mar adentro. Parecía que podría ser uno de aquellos barcos que había mencionado Jungmin “que matarán a cualquiera que intente escapar por mar”. Aunque el Mar de Japón siempre estaba muy frecuentado por el tráfico naval, incluso por la noche, no había pasado ni un solo barco con las luces encendidas. El Gobierno había prohibido cualquier tráfico marítimo por allí.

Empezaba a hacer frío. Chanyeol apartó la mirada de aquel punto negro. Había visto los cadáveres de Choi Min Ki y Choi Seung Hyun cuando salió de la escuela. También había oído los sonidos de los disparos en la distancia antes de llegar al acantilado. El juego había comenzado, y continuaría hasta el final. Él y Baekhyun ya se habían dado cuenta de aquello, y ya no parecía importarles siquiera.

-Muchas gracias por esto…- Baekhyun estaba mirando el pequeño ramito de flores que tenía en la mano. En su camino hacia el norte, Chanyeol había encontrado algunas flores, como de tréboles, y las había cogido. Al final de los largos y delgados tallos, los pequeños pétalos se arracimaban como los pompones de una animadora. No era precisamente la colección de flores más impresionante del mundo, pero era todo lo que había podido encontrar.

Chanyeol hizo todo lo posible por sonreír.

-Oh, no tiene importancia…

Baekhyun bajó la mirada hacia su ramito de flores, y al final dijo:

-Parece que nunca podremos volver a casa juntos. No podremos pasear juntos por la ciudad, ni comer helados ni hacer nada más ya…

-Bueno…

Baekhyun interrumpió a Chanyeol.

-Es una tontería resistirse. Debería haberlo sabido. Mi padre estaba contra el Gobierno, y entonces un día…

Por su mano, Chanyeol supo que Baekhyun estaba temblando.

-Y entonces un día vino la policía y lo mataron. Ninguna explicación, nada. Simplemente llegaron y, sin decir ni una palabra, le dispararon y lo mataron. Todavía puedo recordarlo claramente. Mi mamá y yo estábamos en la cocina. Yo todavía era pequeño. Estaba sentado en la mesa. Mi madre me abrazó fuerte. Luego crecí y siempre comí en esa mesa.

Baekhyun se volvió hacia Chanyeol.

-No sirve de nada resistirse.

Era la primera vez que le contaba lo del asesinato de su padre, aunque ya llevaban saliendo dos años. La primera vez que se acostaron, hacía solo un mes, en casa de Baekhyun, él ni siquiera lo había mencionado.

Chanyeol tenía que decirle algo, pero parecía que ya le habían dicho todo.

-Eso… tuvo que ser duro.

Pero Baekhyun esbozó una sonrisa.

-Eres muy amable, Chanyeol. Muy amable. Eso es lo que me gusta de ti.

-Tú también me gustas a mí. Te quiero mucho.

Si no fuera tan torpe con las palabras, Chanyeol podría haber dicho muchas cosas más. Mucho sobre lo que los gestos, las palabras, sus delicados modales o su alma pura e inmaculada significaban para él. Y, en resumen, podría haberle dicho lo importante que era Baekhyun para él. Pero no fue capaz de expresarlo. Solo era un estudiante de tercero en el instituto, y… peor aún: la redacción era una de sus asignaturas pendientes.

-Bueno.- Baekhyun cerró los ojos e inspiró profundamente, como si sintiera cierto alivio. Luego soltó el aire.- Lo único que quería era asegurarme de que te vería.- Y añadió-: Van a suceder cosas horribles. No… ya han empezado. Ayer mismo éramos todos amigos… y ahora vamos a matarnos unos a otros.

Al expresar aquello con palabras, volvió a estremecerse y de nuevo Chanyeol lo supo por el temblor de su mano.

Baekhyun le dedicó una leve sonrisa que denotaba temor y la terrible ironía del destino que les esperaba.

-No puedo con esto.

Por supuesto que no. Baekhyun era muy bueno. Chanyeol no conocía a nadie mejor.

-Además.- añadió Baekhyun.-, no vamos a poder regresar juntos. Aunque por algún milagro uno de los dos pudiera salvarse, ya nunca más volveríamos a estar juntos. Incluso aunque… aunque yo lograra sobrevivir, no podría soportar la vida sin ti. Así que…

Baekhyun se detuvo. Chanyeol comprendió a donde quería llegar. “Así que me voy a quitar la vida aquí. Antes que nadie lo haga. Delante de ti”.

Pero, en vez de concluir lo que quería decir, añadió:

-Sin embargo, tú tienes que vivir.

Chanyeol sonrió tristemente, luego le apretó fuerte la mano y negó con la cabeza.

-Ni hablar, me voy contigo. Aunque lograra sobrevivir, no podría soportar la vida sin ti. No me dejes solo.

Las lágrimas brotaron de los ojos de Baekhyun cuando apartó la mirada de Chanyeol. Enjuagándose los ojos con la mano izquierda, con la que sostenía el ramito de flores de trébol, dijo de repente:

-¿Viste el último capítulo de The Heirs, que ponen todos los jueves por la noche a las nueve?

Chanyeol asintió. Era una serie de la cadena de televisión nacional SBS, producida por la Televisión Nacional de la República del Gran Oriente Asiático, pero era bastante buena, y durante años entre las series más vistas de la tele.

-Sí, claro, la vi. Tú querías que la viera.

-Sí, quería que la vieras. Así que estaba pensando…

Mientras hablaba, Chanyeol pensaba: “Así es exactamente como hemos hablado siempre. Siempre sobre cosas muy normales y triviales. Baekhyun quiere que sigamos así para siempre”.

Aquel pensamiento de repente hizo que quisiera llorar.

-Bueno, me pareció bien que los dos protagonistas acabaran juntos.Se supone que así tenía que ser. Pero no estoy tan seguro respecho a Eunsang, la novia de Kim Tan, la que interpretaba Park Shin Hye. ¿Cómo es posible que Eunsang renunciara al chico que le gustaba? Yo desde luego habría ido tras él.

Chanyeol sonrió.

-Sabía que dirías eso.

Baekhyun se rió tímidamente.

-No puedo ocultarse nada.- Luego dijo alegremente-: Aún me acuerdo cuando empezamos a ser compañeros de clase en la secundaria. Eras muy alto y muy guapo, claro, pero lo que realmente me acabó por rendir fue que pensé: “Vaya, este chico sí que me entiende. Sabe lo que pienso en el fondo de mi corazón”.

-No sé muy bien cómo decir esto, pero…- Chanyeol se mordió un poco la lengua y se lo pensó durante unos instantes, y luego aseguró-: Creo que yo sentí lo mismo.

Lo dijo bastante bien.

Luego se inclinó un poquito hacia Baekhyun. Con las manos aún entrelazadas, Chanyeol lo rodeó por el hombro.

Así se abrazaron y se besaron. ¿Fueron solo unos segundos? ¿Fue un minuto? ¿O fue toda una eternidad?

En cualquier caso, el beso se acabó. Oyeron un crujido de ramas y hojarasca a sus espaldas. Sintieron que había alguien entre los arbustos, detrás de ellos. Aquella era su señal.

Ya no tenían nada que decirse. Podrían haber luchado contra el intruso. Chanyeol podría haber cogido su pistola y haberla utilizado contra la persona que estaba tras ellos. Pero Baekhyun no quería que lo hiciera. Lo que quería era dejar este mundo en paz, antes de verse arrebatados por aquella horrible masacre. Nada era más importante para Chanyeol que Baekhyun. No había lugar para contemplaciones y dudas. Si aquello era lo que su delicado espíritu deseaba, así sería, y él lo seguiría hasta el final. Si hubiera sido más elocuente, podría haber descrito sus sentimientos con una frase del tipo: “Voy a morir por tu honor”.

Sus dos cuerpos bailaron en el aire frente al acantilado, sus manos aún aferradas la una a la otra, con el oscuro mar abajo.

Kim Ki Bum (el estudiante número 21) asomó la cabeza un poco entre los arbustos. Contuvo el aliento y los observó. De ningún modo tenía intención de hacer daño a nadie, así que no tenía ni idea de que el ruido que había hecho era la señal de su partida. Simplemente se sorprendió al ver la pareja número uno de la clase desapareciendo detrás del herboso acantilado. El ruido de las olas que salpicaban y bañaban calladamente la cara rocosa del acantilado continuaba inmutable, y los pequeños tréboles de Baekhyun continuaban allí, sobre la hierba.

Y cuando Hwang Min Hyun (el estudiante número 12) se acercó a ella por la espalda y le preguntó “¿Qué pasa, Key?”, este solo pudo quedarse allí de pie, inmóvil, temblando.

 

Estudiante número 3, Byun Baek Hyun: Muerto

Estudiante número 33, Park Chan Yeol: Muerto

 

 

QUEDAN 32 ESTUDIANTES


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