“Buenos días a todos”
Era la voz de Jungmin. Era imposible localizar los altavoces, pero su voz se oía alta y clara, aparte de una leve distorsión metálica. Probablemente los altavoces estaban instalados no solo en la escuela, sino por toda la isla.
“Soy su instructor, Park Jung Min. Son las seis de la mañana. ¿Cómo va todo?”
Antes de que pudiera hacer un gesto de asco, Jinyoung se quedó boquiabierto de asombro ante el tono alegre que empleaba Jungmin.
“Muy bien, entonces. A continuación, procedo a comunicarles los nombres de sus amigos muertos. Número 7, Choi Min Ki; número 8, Choi Seung Hyun.
Las mejillas de Jinyoung se tensaron. El nombre de Seunghyun significaba algo más para Jinyoung.
Seunghyun no estaba muerto cuando Jinyoung lo abandonó frente a la escuela. Entonces… ¿lo habrían matado cuando intentaba lanzar una ballesta a otro compañero? Pero…no: ¿permaneció allí tumbado, inconsciente, y lo hicieron estallar en pedazos con su bonito collar cuando la escuela se convirtió en una zona prohibida?
Como sea, el hecho de Jinyoung lo hubiera dejado allí maltrecho no le hacía sentir muy bien. Esa concentración de ideas se evaporó inmediatamente con el anuncio de los nombres de los otros muertos.
“El siguiente, número 24, Kim Yu Kwon; número 19, Kim Jong In; número 20, Kim Joon Myun; número 30, Lee Min Hyuk; número 33, Park Chan Yeol; número 3, Byun Baek Hyun; número 1, Ahn Daniel.”
La lista de nombres significaba que sus posibilidades de supervivencia se habían incrementado ligeramente, pero eso no fue lo que pensó Jinyoung. Se sentía aturdido. Los rostros de sus compañeros muertos aparecían y se desvanecían en su cabeza. Estaban todos muertos, lo cual significaba que habían un montón de asesinos allí afuera. A menos que algunos de ellos se hubieran suicidado.
Aquello seguía. El juego innegablemente continuaba. “Una larga procesión funeral, una multitud de gente vestida de negro. Un hombre con traje negro, con un sombrío rostro de ‘yo-lo-sé-todo’, se dirigía a todos: ‘Oh, ¿Jung Jin Young y Gong Chan Shik? Ustedes dos, es cierto, vienen un poco pronto. Pero acaban de pasar junto a sus tumbas, aquí mismo. No se preocupen, tenemos una oferta especial para ustedes’”.
De repente, Jungmin prosiguió:
“Que les vaya muy bien a todos. Estoy gratamente impresionado. Y ahora, las zonas prohibidas. Les voy a comunicar las zonas y las horas. Cojan sus mapas y apunten”.
Todavía conmocionado por el número de compañeros muertos y furioso por el tono de voz de Jungmin, Jinyoung sacó sin embargo a regañadientes el mapa de la mochila.
“Primero, una hora a partir de este momento. A las siete. A las siete de la mañana, en el sector J-2. Hay que salir del J-2 antes de la siete de la mañana. ¿Entendido?”.
La zona J-2 estaba ligeramente al oeste del extremo sur de la isla.
“La siguiente, dentro de tres horas: F-1 a las nueve de las mañana.
La zona F-1 estaba en la orilla oeste de la isla, pero era una zona muy alejada, hacia el sur.
“La siguiente, dentro de cinco horas; H-8 a las once de la mañana”.
La mayor parte de la zona residencial de la costa oriental estaba en la cuadrícula H-8.
“Y eso es todo por el momento. Y ahora, quiero que hagan todo lo que puedan hoy…”
El lugar en el que se encontraban Jinyoung y Chanshik no estaba en las zonas prohibidas de Jungmin, que les había dicho que las zonas se seleccionaban aleatoriamente. En cualquier caso, habían hecho bien en apartarse de la zona residencial. Pero su localización podría estar en la siguiente comunicación de zonas prohibidas.
-Baekhyun y…- Mientras Chanshik hablaba, Jinyoung se volvió hacia él.- Ha dicho los nombres de Baekhyun y Chanyeol.
-Sí.- Murmuró Jinyoung con un nudo en el fondo de su garganta.- Me pregunto si… si se habrán suicidado.
Chanshik se miró los pies.
-No lo sé. Pero, conociéndolos, seguro que estuvieron juntos hasta el final. De algún modo consiguieron encontrarse.
Jinyoung había visto cómo Baekhyun le pasaba una nota a Chanyeol. Él y Chanshik estaban haciendo comentarios sin mucho fundamento, de todos modos. Por lo que sabían, podrían haber sido asesinados cada uno por su lado, en lugares diferentes, a manos de compañeros enloquecidos.
Apartando de sí la imagen de Baekhyun mientras deslizaba la nota de Chanyeol y se rozaban sus manos, Jinyoung sacó la lista de estudiantes del bolsillo, que venía con el mapa en la mochila. Era de muy mal gusto, pero tenía que anotar la información. Cogió su lapicera y, luego, cuando estaba a punto de ir tachando sus nombres… decidió no hacerlo. Era simplemente demasiado asqueroso.
En vez de eso, hizo una pequeña marca junto a los nombres. También incluyó entre los muertos a Kang Dong Ho y Yoo Chang Hyun. A Jinyoung le parecía que se estaba convirtiendo en el mismísimo hombre vestido de negro que había imaginado poco antes ofreciéndole ataúdes y tumbas. “Veamos…, tú y tú también. Y tú. ¿Cuál es tu talla de ataúd? Te va a quedar un poco justo, pero podemos ofrecerte nuestro modelo número 8, que es muy popular, y dejárte a muy buen precio.”
Bueno, está bien. En cualquier caso, tres de los cuatro miembros de la banda de Wu Yi Fan habían muerto: Kim Yu Kwon, Kim Jong In y Lee Min Hyuk. A los únicos que no habían mencionado eran a Pyo Ji Hoon (alias P.O) y al propio Wu Yi Fan.
Jinyoung recordó el rostro fanfarrón de Lee Min Hyuk cuando abandonó la clase y le lanzó una mirada a Wu Yi Fan. Jinyoung había dado por sentado que Yifan organizaría a su banda e intentaría escapar. De modo que… ¿qué significaban aquellos datos? A lo mejor, aunque hubieran decidido encontrarse en algún sitio, empezaron a desconfiar unos de otros y se revolvieron contra sí mismos… Luego, puede que Pyo Ji Hoon y Yifan se las arreglaran para huir… ¿Significaría eso que seguían juntos? No, la verdad es que podría haber ocurrido cualquier cosa bien distinta. Jinyoung no tenía ni idea.
Luego recordó el leve eco de disparos que habían escuchado. Solo los habían oído una vez. Si aquello hubiera sido un arma de fuego… ¿Cuáles de aquellos diez habrían muerto por ella?
Un ruido repentino, como un crujido, desbarató todos sus pensamientos. El rostro de Chanshik se crispó. Jinyoung inmediatamente se metió la lapicera y la lista de nombres al bolsillo.
Jinyoung escuchó atentamente. El sonido volvió a producirse; de hecho, se estaba aproximando a ellos.
-Quieto.- le susurró a Chanshik.
Jinyoung cogió su mochila. Tenían que estar preparados para salir corriendo en cualquier momento, así que metió todo lo necesario en ella. Solo había dejado alguna ropa en la bolsa de deportes, pero no le importaba mucho prescindir de aquello. Chanshik también preparó su mochila del mismo modo.
Jinyoung cargó las dos mochilas en su hombro izquierdo. Le tendió la mano a Chanshik para ayudarlo a incorporarse. Esperaron agazapados.
Jinyoung sacó el cuchillo. Lo aferró con la mano derecha, dejando la hoja hacia atrás. “Pueda que sepa cómo utilizar la púa de una guitarra- pensó-, pero no tengo ni idea de cómo usar esto”.
Los crujidos se acercaban cada vez más y eran más fuertes. Probablemente el intruso no estaba a más de unos cuantos metros de distancia del matorral.
Jinyoung estaba abrumado por la misma tensión que había sentido al salir de la escuela la noche anterior. Cogió con la mano izquierda el hombro de Chanshik y lo apartó hacia atrás. Él se incorporó y retrocedió. Cuanto antes, mejor. ¡Y deprisa!
Se abrieron paso entre los arbustos y salieron a un sendero. Ascendía una colina. Los árboles se inclinaban sobre ellos, las ramas se entrelazaban y el cielo era azul.
Aún sujetando a Chanshik, Jinyoung caminó hacia atrás con él durante varios metros por aquel sendero. El ruido de crujidos continuaba produciéndose en los arbustos que acababan de abandonar. El sonido se hizo más fuerte y entonces…
Jinyoung abrió los ojos como platos.
Un gato blanco saltó de los arbustos y aterrizó en el sendero. Estaba famélico y tenía el pelaje deslustrado, pero en cualquier caso, era lo que era: un gato.
Jinyoung y Chanshik se miraron.
-Es un gato.- dijo Chanshik, y esbozó una sonrisa. Jinyoung también hizo una mueca de alivio. Luego el gato se giró hacia ellos como si por fin se hubiera percatado de su presencia.
Se quedó mirándolos por un rato y luego corrió hacia ellos.
Jinyoung devolvió el cuchillo a la funda, mientras Chanshik, en cuclillas, doblaba con cuidado su pierna herida y le ofrecía las manos al gato, que saltó a sus brazos y olisqueó sus pies. Chanshik lo cogió y lo abrazó.
-Pobre gatito. Mira lo delgadito que está.- dijo Chanshik mientras fruncía los labios hacia el gato como si pretendiera besarlo. El gato respondió con entusiasmo, ronroneando y maullando. -Debe ser un gato doméstico. Es muy cariñoso.
-No sé.
El Gobierno había desplazado a todos los residentes de aquella isla por culpa del juego. (Como el Programa era una operación secreta hasta que concluyera, no debían haberlos informado). Como dijo Chanshik, a lo mejor el gato había pertenecido a alguien de la isla y había quedado abandonado cuando su propietario había tenido que irse. No había casas por aquella zona, así que puede que se hubiera perdido en las colinas. Mientras apartaba la mirada de Chanshik, Jinyoung se preguntaba si… Se volvió…
…Aterrado.
Había alguien vestido con el abrigo de la escuela a diez metros, de pie en el sendero, como si sus pies estuvieran allí clavados. Aunque tenía una altura mediana, como Jinyoung, estaba muy fuerte gracias a los entrenamientos con el equipo de baloncesto. Tenía la piel ligeramente almendrada, y el pelo lacio y castaño, hacia un costado. El viento le levantaba el flequillo hacia arriba. Era Lee Jin Ki, el estudiante número 27.
QUEDAN 31 ESTUDIANTES