Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

BATTLE ROYALE por SuperNova31

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

La primera parte es un capitulo corto xD el capitulo 19 ha sido cortado -si hay alguien que haya leido Battle Royale se dara cuenta- pero es que era muy largo, y me dio flojera a la mitad xD ademas, que quedan muy largos y despues da flojera leerlos... bueno, a veces, porque esta novela es genial xD bueno... los dejo leer ^^

Lee Seung Hyun (el estudiante número 31) iba avanzando entre los matorrales. Era peligroso para él correr de un modo ten imprudente, pero tenía que escapar. Era su prioridad.

En su cabeza se repetía una y otra vez la escena de la que había sido testigo. El espantoso incidente que había visto entre los arbustos. Le habían abierto la cabeza a Lee Jin Ki. Jung Jin Young le había arrancado el hacha de la cabeza.

Estaba horrorizado. Jung Jin Young había matado a Lee Jin Ki. Lo hizo sin que le temblara el pulso.

Hasta Jinyoung no le arrancó el hacha de la cabeza a Jinki, Seungri (como lo llamaban sus amigos para diferenciarlo de Choi Seung Hyun) estaba tan paralizado que no podía ni apartar la mirada de la escena. Pero en cuanto vio la sangre en el hacha, se apoderó de él el miedo. Agarró su mochila, se tapó la boca, porque de lo contrario habría gritado con todas sus fuerzas. Las lágrimas anegaban sus ojos.

El disparo de un arma de fuego sonó a sus espaldas, pero apenas lo oyó, dado el estado en que se hallaba.

 

 

Después de que Jinyoung y Chanshik regresaran al bosque de matorral donde habían acampado la noche anterior y recogieron sus mochilas, Yonghwa apuntó que desde aquella posición no tenía una buena visión de los alrededores. Jinyoung pensó que había elegido aquel lugar con mucho tiento, pero Yonghwa parecía extrañamente adaptado a aquel medio, así que hicieron lo que él dijo y se trasladaron hacia la montaña. El gato sucio había desaparecido.

-Un momento. Voy a coger las mochilas de Kiseop y Jinki.

Yonghwa los dejó en unos arbustos cercanos. Chanshik se sentó a descansar y Jinyoung se puso a su lado. Tenía en las manos el revolver (Smith & Wesson del 38 Chief’s Special) que Yonghwa le había dado después de arrebatárselo a Kiseop. No sentía cómodo con él, y no quería llevarlo encima (había visto aquella carrera de relevos de un solo hombre manco), pero al final no tuvo más remedio que aceptarlo.

-Jinyoung, mira.

Chanshik había sacado una curita rosa. Debía de haberla encontrado en la mochila de Lee Jin Ki, rajada por el hacha que había tenido en su interior. Jinyoung se tocó la oreja derecha. Parecía que había dejado de sangrar, pero sentía un dolor punzante.

-Estate quieto.- Chanshik se acercó a él y abrió el precinto de la curita.

Mientras le ponía la curita con mucho cuidado, dijo:

-Me pregunto por qué habremos venido a este lugar. Cinco estudiantes, si incluimos a Yonghwa, y nosotros mismos.

Jinyoung le devolvió la mirada a Chanshik. No se le había ocurrido pensar en aquello, debido a las peleas, pero Chanshik tenía razón.

Jinyoung negó con la cabeza.

-No lo sé. Nosotros vinimos aquí porque fue todo lo lejos que pudimos llegar ¿no? No queríamos subir la colina ni ir hacia la playa, donde hay demasiada visibilidad. A lo mejor todos hemos pensado lo mismo y al final hemos acabado en el mismo sitio, pensando que estaríamos a salvo, incluido el delegado y… Jinki.

Cuando mencionó a Jinki, volvió a sentir un dolor de estómago y deseos de vomitar. Aquel rostro partido por la mitad, izquierda y derecha, asimétricas, como una nuez. Y aquel cadáver tirado allí…

Aparte de la náusea, los pensamientos de Jinyoung, que hasta entonces habían permanecido nublados por el chute de adrenalina de la pelea, finalmente comenzaron a esclarecerse. Estaba recuperando el juicio.

-Jinyoung, estás pálido. ¿Te encuentras bien?- preguntó Chanshik, pero este no podía contestar. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, y comenzó a temblar. Los dientes le castañeteaban sin control.- ¿Qué ocurre?- Chanshik le puso la mano en el hombro.

Jinyoung contestó, con los dientes aún castañeteando.

-Estoy aterrorizado.

Jinyoung giró el cuello hacia la izquierda y miró a Chanshik. Él le devolvió la mirada con un gesto de preocupación.

-Estoy aterrorizado. Estoy jodidamente aterrorizado. Acabo de matar a una persona.

Chanshik miró a la cara de Jinyoung durante un buen rato y luego, con cuidado, apartó su pierna herida y se sentó frente a Jinyoung con las rodillas dobladas. Entonces, cariñosamente abrió y arropó a Jinyoung cogiéndolo por los hombros. Su mejilla rozó la temblorosa mejilla de Jinyoung. Él sintió su calor, y su nariz, que había aspirado el apestoso olor de la sangre, notó un ligero perfume a algo que podía ser colonia o champú.

Jinyoung estaba sorprendido, paro agradecía la cálida compasión y aquel perfume, y permaneció sentado y quieto, abrazado a sus propias rodillas. Aquello le recordó el tiempo en que su madre lo abrazaba cuando era niño, antes de que muriera. Cuando vio la piel del claro cuello de Chanshik, tuvo la momentánea visión de su madre. Ella hablaba con voz clara, tan llena siempre de energía. Incluso siendo niño, pensaba que su madre era muy moderna. Su rostro, hombre, se parecía muchísimo a Krystal Jung. Siempre estaba intercambiando sonrisas con su padre, que, con su bigote, no se parecía nada a esos funcionarios gubernamentales (En sus brazos, la había oído decir: “Tu padre es abogado y ayuda a la gente que tiene problemas. Es un trabajo muy importante en este país”).

“Algún día me casaré con alguien igual que mamá y entonces me pasaré todo el tiempo sonriendo como papá y mamá”. Las sonrisas de sus padres conseguían que se sintiera así.

Los temblores poco a poco disminuyeron y desaparecieron.

-¿Estás bien?- preguntó Chanshik.

-Creo que sí. Gracias.

Chanshik, lentamente, se apartó de él.

Tras unos instantes, Jinyoung dijo:

-Hules bien.

Chanshik sonrió con timidez.

-Oh, Dios, si ayer ni siquiera me bañé…

-No, de verdad, hueles muy bien.

Una sonrisa iluminó de nuevo el rostro de Chanshik, cuando volvieron a oírse ruidos y crujidos en los arbustos. Jinyoung lo apartó con el brazo izquierdo y levantó la Smith & Wesson.

-No dispares, soy yo.

Apartando el denso matorral, apareció Yonghwa. Jinyoung bajó la pistola.

Yonghwa venía cargado con dos mochilas y la recortada colgada del hombro con una correa. Sacó una pequeña caja de cartón y se la lanzó a Jinyoung.

Este la cogió en al aire y la abrió, dejando al descubierto la parte posterior de unas balas doradas, colocadas en ordenadas hileras. Por los huecos, era evidente que faltaban cinco balas.

-Balas para tu pistola, cárgala.- dijo Yonghwa, y luego apartó su arma a un lado y sacó un viejo sedal.

Tiró con fuerza del extremo y Jinyoung pudo ver entonces cómo el hilo se adentraba directa y profundamente entre los arbustos. Entonces Yonghwa sacó una pequeña navaja del bolsillo y extrajo la hoja del mango. El arma que le habían dado a Yonghwa era la recortada, así que la navaja debía de haberla traído él por su cuenta, o eso imaginó Jinyoung.

Yonghwa se acercó al tronco de un árbol no más grueso que una lata de Coca-Cola e hizo una ranura en la corteza con la navaja. Luego fijó al extremo tenso del sedal atándolo por la ranura y cortó lo que sobraba. Ató el sedal restante alrededor del tronco del árbol del mismo modo.

-¿Qué estás haciendo?- preguntó Jinyoung.

-¿Esto?- Yonghwa dejó a un lado la navaja y contestó:- Podría decirse que es un primitivo sistema de alarma. Nosotros estamos en el centro. El sedal nos rodea en un círculo que tendrá más o menos veinte metros. En el momento en el que alguien lo toque, se soltará y se caerá del árbol. No te preocupes, el intruso ni siquiera se enterará. Eso nos servirá de advertencia.

-¿Dónde encontraste el sedal?

Yonghwa hizo una leve indicación con la barbilla hacia un lugar indeterminado.

-Había una pequeña tienda ahí abajo. Quería hacerme con algunas cosas, así que es fue mi primer objetivo. Ahí fue donde lo encontré.

Jinyoung parecía atónito. Pues claro. No importaba lo pequeñe que fuera la isla, al menos tendría que haber una tienda. Pero aquello ni siquiera se le había pasado por la cabeza. Aunque, desde luego, no le habría sido posible andar dando vueltas por ahí, dado que tenía que cuidar de Chanshik.

Yonghwa se sentó donde pudiera ver las caras de Jinyoung y Chanshik. Comenzó a clasificar las cosas de las mochilas que habían pertenecido a Jinki y Kiseop. Sacó una botella de agua y un poco de pan.

-¿Desayunamos? ¿Qué me dicen?

Aún aferrado a sus rodillas, Jinyoung meneó la cabeza. No tenía apetito en absoluto.

-¿Qué pasa? ¿Te encuentras mal por haber matado a Jinki?- Yonghwa estudió el rostro de Jinyoung y dijo desprecupadamaente:- No te agobies, hombre. Digamos que cada uno de nosotros mata a un estudiante. El juego es como un torneo de todos contra todos. Son 42… no, 40 estudiantes, así que si matas a cinco o seis, seguramente serás el vencedor. Cuatro o cinco más, eso es lo único que necesitas.

Jinyoung sabía que estaba bromeando, pero… no, resultaba aún más ofensivo precisamente porque estaba bromeando. Le lanzó una mirada furibunda a Yonghwa.

Al notar el enfado de Jinyoung, Yonghwa se recostó.

-Lo siento, hombre, solo estaba bromeando.

Jinyoung preguntó con tono hostil.

-¿Así que a ti no te dan ganas de vomitar? ¿O es que ya has matado a alguien antes de Kiseop?

Yonghwa simplemente se encogió de hombros.

-Bueno, esta vez es el primero.- dijo.

Era una manera rara de decirlo, pensó Jinyoung, pero no tenía ni idea de lo raro que podía llegar a ser. Se quedó perplejo. Si Yonghwa era el delincuente que proclamaban los rumores, entonces poseería una audacia que Jinyoung ni siquiera podía imaginar.

Jinyoung hizo un gesto de desprecio con la cabeza y cambió de asunto.

-¿Sabes?, hay una cosa que no entiendo.

Yonghwa levantó las cejas. La espantosa cicatriz que tenía en el cuello se pudo observar cuando levantó levemente la cabeza.

-¿Y qué es?

-El delegado de la clase… Kiseop…

-¡Eh!- Yonghwa lo señaló con la barbilla para interrumpirlo.- Pensé que lo habías entendido. No tuve otra opción. ¿Me estás diciendo que debería haber dejado que me matara? Yo no soy Jesucristo. No puedo resucitar, aunque tampoco lo he intentado…

-No, no es lo que quería decir…

Jinyoung se preguntó si Yonghwa estaría bromeando de nuevo. ¿Era Jung Yong Hwa del tipo gracioso?

-Creo que la razón por la que Kiseop intentó dispararme fue que me vio… matar a Jinki. Yo maté a Jinki. Y por eso fue por lo que me atacó…-Yonghwa asintió levemente.  -Así que simplemente era normal que Kiseop intentara dispararme.

-Cierto. Puede ser. Pero aun así yo…

-No.- dijo Jinyoung, interrumpiendo a Yonghwa.- Olvídalo. Lo que quería decir es que Jinki… Jinki me atacó, aunque yo no le había hecho nada. Y además, estaba con Chanshik.  ¿Por qué nos atacaría?

Yonghwa se encogió de hombros y colocó la botella de agua y el pan junto a sus pies.

-Porque sí. Eso es todo. ¿Qué hay que entender?

-No, bueno… teóricamente, sí, pero… no lo entiendo. ¿Cómo es posible que Jinki…?

Yonghwa cortó el dubitativo discurso de Jinyoung.

-No hay necesidad de entender nada.

-¿Qué?

Los labios de Yonghwa se retorcieron como si estuviera sonriendo de un modo muy raro.

-Yo solo soy un estudiante de traslado, así que no sé mucho de ustedes y de sus compañeros. Pero ¿qué sabes de Jinki? A lo mejor tenía a alguien muy enfermo en su familia, y por eso le pareció que debía sobrevivir. O a lo mejor solo estaba siendo egoísta. O a lo mejor se volvió loco por el miedo y perdió su capacidad de raciocinio. Y hay incluso otra posibilidad: tú estabas con Chanshik. Puede que pensara que habían formado un equipo. ¿Cómo saber si sería bien recibido o no?  Puede que tú y el chico hubieran decidido que él era una amenaza. Y si estuvieran participando de verdad en el juego, entonces podrían usar esa misma excusa para matarlo…- dijo Yonghwa.- ¿Lo provocaste o algo?

-No…- Jinyoung se detuvo, recordando cómo instintivamente se había llevado la mano al cuchillo al encararse con Jinki. El propio Jinyoung había temido por su vida. Había temido a Jinki.

-¿Pasó algo?

-Me llevé la mano al cuchillo.- dijo mirando a Yonghwa.- Pero eso no es suficiente para…

Tonghwa negó con la cabeza.

-Oh, pues claro que es suficiente Jinyoung. Jinki podría haber pensado: “Tengo que ir por ti porque tienes un arma”. En este juego todo el mundo se pone muy susceptible.- Y añadió, como para dar por zanjado el tema.- Pero al final, lo que pasó es que Jinki lo hizo porque sí. Ese es el mejor modo de entenderlo. Y, mira, no hay ninguna necesidad de entender nada. Lo que se saca en claro es eso. Una vez que tu enemigo te ataca con un arma, no dudes. O morirás. No te puedes permitir el lujo de pensártelo. Lo primero que tienes que hacer es anticiparte a tu enemigo. No deberías confiar demasiado en la gente… no mientras dure este juego.

 

 

QUEDAN 29 ESTUDIANTES

Notas finales:

Dejen RW's!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).