Jinyoung inspiró profundamente. “Pero ¿Jinki quería realmente matarme?”. Por otra parte, como decía Yonghwa, tampoco tenía mucho sentido pensar demasiado en ello.
Jinyoung levantó la mirada hacia Yonghwa otra vez.
-De acuerdo.- dijo.
-¿Qué?
-Hay una cosa que se me olvidó preguntarte.
-¿Y qué es? Adelante.
-¿Por qué te has quedado contigo?
Yonghwa levantó las cejas y se humedeció los labios.
-Buena preguntar. Podría ir a por ustedes también.
-Eso no es lo que quería decir.- dijo Jinyoung negando con la cabeza.- Me salvaste la vida. No: también arriesgaste tu vida intentando detener a Kiseop. No desconfío de ti.
-Bueno, Jinyoung… lo entendiste mal. Me parece que no entiendes bien este juego toavía.
-¿Qué quieres decir?
-Permanecer en grupo te da ventajas en este juego.- explicó Yonghwa.
Jinyoung pensó en lo que había dicho Yonghwa y luego asintió. Tenía razón. Así se podían establecer turnos de vigilancia, y el grupo sería más fuerte en caso de ataque.
-¿Y?
-Tú piénsalo.- Yonghwa dio unas palmaditas a la recortada que descansaba sobre sus rodillas.- ¿De verdad crees que me arriesgué mucho para detener a Kiseop? A lo mejor ya estaba pensando en matar a Kiseop. ¿Tenía que matarlo? Kiseop no me parecía del tipo de gente que forme un grupo, pero a lo mejor le dije que se detuviera para darles una oportunidad de unirse a mí. ¿No estaría actuando en mi propio interés uniéndome a ustedes y pensando luego, más adelante, ya los podría matar?
Jinyoung se quedó mirando atónito a Yonghwa, sorprendido ante aquella serie de explicaciones evidentes y lógicas. Era verdad que Yonghwa era un año mayor que ellos. Pero hablaba como adulto… un adulto maduro y listo. En ese sentido, le recordaba a Shin Dong Woo.
Jinyoung pareció contrariado.
-Acabaremos mal si empezamos con desconfianzas. Tú no estás contra nosotros.- Y se volvió para mirar a Chanshik.- Eso es lo que creo.
-Yo también.- asintió Chanshik.- Si no podemos confiar en nadie, estamos perdidos.
-Es un pensamiento muy noble, niño.- asintió Yonghwa.- Si lo quieres ver así. Lo único que te digo es que tengas cuidado en este juego.- Y luego preguntó.- ¿Qué?, ¿algo más?
Jinyoung de repente se dio cuenta de que él era el único que estaba haciendo preguntas.
-Tú. ¿Por qué confías en nosotros? Asociarte con nosotros no implica necesariamente que no vayamos a atacarte. Lo has dicho tú mismo. No tienes ninguna razón para confiar en nosotros.
-Ya.- contestó Yonghwa, como si aquello le divirtiera.- Una pregunta muy pertinente. Ya lo vas entendiendo Jinyoung.
-Vamos, di, quiero respuesta.
Al decir aquello, Jinyoung agitó la mano en la que llevaba el revólver. Yonghwa se inclinó hacia atrás como si quisiera divertirle que aquellos movimientos resultaban un tanto peligrosos.
-¿Y bien?- insistió Jinyoung.
Yonghwa volvió a levantar las cejas. Entonces reveló aquella leve sonrisa en su rostro. Miró las ramas del árbol que se inclinaba sobre ellos y luego se giró hacia Jinyoung y Chanshik. Ahora parecía serio.
-Lo primer de todo…
Jinyoung vio un algo poderoso en la mirada tranquila de Yonghwa. No sabía que podía ser, pero era poderoso.
-Bueno, tengo mis razones. Tengo un problema con las normas. No, con el juego en sí mismo.
Jinyoung se detuvo por un instante.
-Tienes toda la razón, pero, verás, me da un poco de vergüenza admitirlo, pero yo siempre he basado todas mis decisiones en mi conciencia. Así que…
Yonghwa cogió los cañones de su recortada, que tenía entre las piernas como si fuera una caña de pescar, y los miró. Un pájaro estaba cantando en lo profundo del bosque. Yonghwa parecía solemne. Jinyoung lo escuchaba nervioso.
-Hacen una bonita pareja. Eso fue lo que pensé cuando los vi esta mañana, y todavía lo pienso.
Jinyoung lo miró atónito, con la boca abierta.
“¿Pareja?”.
Chanshik se atrevió a hablar primero. Estaba colorada como un tomate.
-Estás muy equivocado. No somos pareja. No soy…
Yonghwa miró a Jinyoung y a Chanshik y sonrió. Luego estalló en carcajadas. Era una risa amistosa e inesperada. Siguió riéndose durante un rato.
-Por eso confío en ustedes. Además, ustedes mismos lo habían dicho: una vez que comienzan las sospechas, ya no hay remedio. ¿No es suficiente?
Jinyoung al final sonrió. Luego dijo sinceramente:
-Gracias. Me alegra que confíes en nosotros.
Yonghwa continuó sonriendo. De seguro si no fuera por su imagen de chico malo, definitivamente sería considerado uno de los más guapos.
-Me alegro. Ahora somos uno más.
Respondiendo a Chanshik, Yonghwa se frotó con un dedo la barbilla con barba incipiente que tenía bajo la nariz e hizo un gesto inesperado. Se volvió a Jinyoung y le ofreció la mano derecha.
-Yo también me alegro de no estar solo.
Yonghwa se retiró, pasando por delante de Jinyoung y le ofreció la mano a Chanshik.
-Gracias.
Chanshik le estrechó la mano.
Entonces Yonghwa vio la pierna de Chanshik y añadió:
-Se me había olvidado eso. Enséñame primero, y luego hablaremos sobre nuestros planes.
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