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BATTLE ROYALE por SuperNova31

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Notas del capitulo:

Sé que muchos de ustedes preferirían que subiera un solo capítulo diariamente, pero no puedo xD seguro se embrollan porque no recuerdan en qué capítulo quedaron... en fin, lo siento. Seguiré buscando una solución al problema. Si alguien la tiene xD por favor, me dice

Por eso creo que tenemos que buscar a otros compañeros de clase -dijo Hansol y se detuvo, mirando a Junhong. Ya había roto el día, y Zelo pudo ver que Hansol tenía la cara sucia de tierra.

Estaban los tres sentados juntos entre los matorrales. Por supuesto, las manos de Zelo estaban atadas con el cinturón, y la hoz estaba prendida de la parte de atrás de los pantalones de Hansol.

Choi Min Ho estaba profundamente dormido. Aún tenía el revólver en la mano… En realidad lo tenía atado a la mano con un pañuelo.

Después de ocuparse de aquellos dos, Minho fue el único que insistió en hacer turnos para dormir.

-Estoy de acuerdo en intentar encontrar a otros, pero durmamos un poco. Hemos estado en vela todo este tiempo. Perderemos cualquier capacidad de raciocinio. -Una vez que Hansol se mostró de acuerdo, Minho añadió-: Primero dormiremos tú o yo. Y luego ya podrá hacerlo Junhong.

Y Hansol contestó:

-Yo puedo dormir más tarde. -Y así fue como se decidió el orden.

Sujetando la pistola (debería habérsela entregado a Hansol, que se iba a quedar de guardia, pero Minho ni siquiera lo mencionó, ni su amigo protestó), Minho se tumbó y se quedó dormido en cuestión de segundos.

Zelo tenía una idea aproximada de cómo había sucedido todo. Minho no había dormido en absoluto hasta que encontró a Hansol, y probablemente tampoco lo había hecho después de unirse en la aventura. ¿Por qué? Porque probablemente temía que Hansol pudiera atacarlo por sorpresa. Y aunque la presencia de Junhong pudiera ser bastante más amenazadora que Hansol, ahora que Zelo estaba con ellos, aunque Minho durmiera, Junhong y Hansol tendrían que estarse vigilando mutuamente mientras él tuviera un arma y permaneciera atento. Al final había cogido el sueño. (Por supuesto, Zelo tampoco había dormido nada, pero eso no tenía ninguna importancia en su caso. Era mucho más duro que la mayoría de los muchachos de instituto normales.)

Hansol y Zelo permanecieron en silencio durante un rato, pero luego él le contó cómo había acabado uniéndose a Minho.

Resultaba que Hansol tampoco se había movido durante todo el día anterior, pero entonces, suponiendo que resultaría más seguro hacerlo por la noche, había comenzado a deambular por la isla.

«Por supuesto -pensó Zelo-, eso podía salir bien o mal. Podías conseguir que no te vieran por la noche, pero eso también significaba que te resultaría más difícil localizar a tus enemigos. Pero, claro, si estabas en un sitio peligroso y tenías que salir pitando, la noche era lo mejor». Hansol había encontrado a Minho solo dos horas antes de que Zelo se hubiera topado con la pareja. Los dos habían intentado pergeñar un plan para huir de la isla, pero no habían llegado a ninguna conclusión, y entonces Minho se había detenido a orinar, pero como estaba tardando tanto, Hansol se preocupó y fue a mirar que no pasara nada. Y así fue como sorprendió a Zelo.

-Estaba muy asustado al principio, y pensé que no podría confiar en nadie. Pero luego me di cuenta de que la mayoría de nosotros simplemente querríamos escapar.

Hansol se detuvo y le echó una mirada a Zelo. El friki de tercero B, Kim Han Sol, evitaba el contacto visual directo en sus conversaciones. Siempre miraba al suelo. Sin embargo, dado el modo como le hablaba, Hansol no parecía desconfiar en absoluto de Zelo. Por alguna razón.

Y por eso élfingió parecer un tanto aliviado y le preguntó:

-Así que a Minho le dieron esa pistola.

-Sí -asintió Hansol.

-¿No te dio miedo juntarte con Minho? -«Bien, ahora actúa incluso más relajado y háblale con más intimidad…».-. No, quiero decirte incluso ahora. No se separa de la…

Hansol sonrió.

-Bueno, en primer lugar, Minho no me disparó en ningún momento ni nada. Eso sí, me apuntó con el revólver. Fuimos compañeros de clase en primaria. Así que lo conozco bastante bien.

-Pero… -Zelo consiguió que su cara pareciera ligeramente pálida-. Pero tú viste cómo murieron… Xiu… Kim Min Seok y Woo Sung Hyun. Algunos sí que están jugando a esto. ¿Cómo puedes estar seguro de que Minho no es uno de ellos? -Se encogió de hombros y luego añadió-: Si sospecha incluso de mí…

Hansol apretó los labios y asintió repetidas veces.

-Eso sí es verdad. Pero si simplemente nos quedamos sin hacer nada, acabaremos muriendo. Es mejor intentarlo. Puedo acabar como Ximun y Kevin, pero creo que podríamos conseguir que otros se nos fueran uniendo poco a poco.

Miró a los ojos durante un instante a Zelo y luego bajó la vista. Parecía incluso más retraído de lo habitual, tal vez porque no estaba acostumbrado a mirar a la cara a un chico como Zelo tan de cerca.

-No podemos culpar a Minho por quedarse con esa pistola. Está completamente aterrorizado, fuera de sí.

Zelo ladeó la cabeza y esbozó una sonrisa.

-¡Qué bueno eres!

Hansol lo miró de reojo.

Aún luciendo su mejor sonrisa, Zelo añadió:

-Tienes que ser valiente para ser capaz de empatizar con los demás de ese modo.

Hansol volvió a humillar la mirada, aún con más timidez, se pasó la mano derecha por su pelo color celeste, y dijo:

-No creo… -Y luego, sin atreverse a mirarlo, añadió-: Así que… ¿se le podría culpar de algo por sospechar de ti? De verdad que creo que está aterrorizado. No confía en nadie.

«No confía en nadie». La frase realmente le llamó la atención a Zelo, y sonrió.

-Supongo que no puede evitarlo -dijo entonces, como si estuviera suspirando-. Tengo mala fama. Probablemente tú tampoco confías en mí.

Hansol calló y luego se volvió hacia él. Esta vez lo miró durante un poco más de tiempo. Y después dijo:

-No. -Y bajó la vista al suelo-. Bueno, es decir, incluso desconfío de Minho si lo pienso bien. Es decir… -Arrancó algunas briznas de hierba que había junto a sus zapatillas. Desmenuzó las hojas, húmedas con el rocío de la mañana, en diminutos fragmentos-. Es decir, sí… Bueno, no he oído muchas cosas positivas de ti. Pero en esta situación todo eso es irrelevante. En fin, a veces es la gente respetable la que acaba estallando por el estrés. -Tiró al suelo las hierbas desmenuzadas, junto a sus pies. Luego levantó la vista y miró a Zelo-. No creo que seas una mala persona.

Él ladeó la cabeza.

-¿Por qué?

A lo mejor era porque lo estaba mirando, pero Hansol apartó sus ojos, de nuevo nervioso.

-Bueno… -dijo titubeando-, es por tu mirada.

-¿Mi mirada?

Aún con la mirada humillada, Hansol comenzó a arrancar más hierba.

-Siempre tienes esa mirada que da miedo.

Zelo forzó una sonrisa. Intentó encoger los hombros, pero aquello no funcionó porque el cinturón que le sujetaba las muñecas estaba muy tenso.

-Ya…

-Pero… -La hierba quedaba partida en mitades, en cuartos, en octavos-. A veces tu mirada parece realmente triste y amable.

Zelo observó su rostro y escuchó sin contestar.

-En fin -dijo, volviendo a arrancar hierba-. Siempre he pensado que no eras tan malo como todo el mundo decía. Y aunque hubieras hecho cosas malas, estoy completamente seguro de que las hiciste porque no pudiste evitarlo, porque había alguna razón y que tú no tuviste culpa alguna.

Acabó tartamudeando, con una vocecilla tímida y tensa, como si estuviera confesándole su amor a una chica. Luego añadió:

-Simplemente no soy tan estúpido para no entender que existen esas razones.

Zelo suspiró profundamente. Por supuesto, estaba pensando: «Chico, eres un ingenuo, Hansol». Pero entonces sonrió y le dio cordialmente las gracias. Incluso él mismo se sorprendió de la amabilidad que dejó traslucir su voz. Por supuesto, era una pose deliberada, pero a lo mejor la razón de que sonara demasiado auténtica para ser fingida era que había una mínima porción de verdadero sentimiento en sus palabras. Pero solo una mínima porción.

-¿Y qué me dices de ti? -le preguntó entonces Hansol-. ¿Qué has estado haciendo hasta ahora?

-Bueno… -contestó Junhong. Se movió un poco y sintió cómo el rocío de la hierba empapaba su piel a través del short-. La priemra noche la pasé en una casa de la zona residencial, escondido. Allí pude cambiarme la ropa, por esta que es más cómoda que el uniforme. Luego he estado huyendo todo el rato. Ya sabes, alejándome de los tiroteos. Por eso… por eso, cuando vi a Minho estaba tan asustado… pero también estaba cansado y asustado de estar solo, y pensé en buscar a alguien. Pensé que alguien al menos entendería… Pero la verdad es que no puedo asegurar que fuera la mejor idea. Simplemente no lo sé…

Hansol asintió de nuevo. La miró de reojo otra vez y luego apartó la vista.

-Creo que hiciste lo correcto.

Zelo sonrió y dijo:

-Yo también lo creo.

Entonces sus miradas se encontraron y se sonrieron.

-Muy bien… -dijo Hansol-. Lo siento. Se me ha olvidado. Debes de tener sed. Has perdido tu mochila, ¿no? Seguramente no has bebido agua desde hace un montón de tiempo.

Lo cierto es que se había dejado la mochila atrás cuando se peleó con Huang Zi Tao. Ahora tenía mucha sed. Asintió.

-¿Te importaría darme un poco de agua?

Apartando la mirada, Hansol asintió y alargó la mano para coger la mochila. Sacó dos botellas de agua y, después de compararlas, escogió la botella entera y precintada, y dejó la otra. Rompió el precinto de la botella nueva.

Zelo levantó las dos manos atadas con el cinturón. Hansol estaba a punto de darle la botella, pero entonces se detuvo. Echó una mirada a Minho, que todavía parecía profundamente dormido, por su respiración, y luego miró la botella que tenía en la mano.

Entonces dejó la botella a un lado, junto a su pierna.

«Eh, ¿qué te pasa, chico? ¿No me vas a dar un trago? ¿Has decidido no mimar al prisionero porque eso podría enfadar al sargento Choi?».

Hasol le cogió las manos sin decir palabra, las levantó y empezó a manipular el cinturón que sujetaba sus muñecas. Comenzó a desatarlo.

-Hansol… -dijo Zelo realmente sorprendido-, ¿estás seguro de que esto está bien? Minho se va a poner hecho una furia.

Concentrándose en sus muñecas, Hansol contestó:

-No pasa nada. Yo tengo la hoz. Además, ¿cómo vas a poder beber con las manos atadas así? - Hansol se atrevió a mirar otra vez a Junhong.

Zelo sonrió afectuosamente y le dio las gracias, haciendo que se sonrojaran sus mejillas mientras ocultaba su mirada.

El cinturón quedó desatado. Zelo se frotó las muñecas, pues, aunque el cinturón no estaba muy apretado, su piel era muy delicada.

Hansol le ofreció la botella de agua a Junhong, quien la cogió, tomó dos sorbos, y le devolvió la botella.

-¿Ya está? -preguntó el muchacho, y dejó de ajustarse el cinturón-. Puedes beber lo que quieras. Si se nos acaba, siempre podemos coger más en algún pozo.

Zelo rechazó la idea con un gesto.

-Oh, no. Ya está bien.

-Vale.

Hansol cogió la botella. Tras meterla en la mochila, se pasó el cinturón por las trabillas del pantalón.

-Hansol- dijo Zelo, y él levantó la mirada.

Zelo rápidamente extendió sus manos y le cogió cariñosamente las suyas al muchacho. Hansol pareció tensarse, y no porque sospechara que hubiera otros motivos, sino simplemente porque el chico más guapo y deseado del instituto Choosen le estaba cogiendo la mano.

-¿Qu… qué…?

Zelo sonrió cariñosamente. Abrió sus labios, bellamente formados, y con gran delicadeza dijo:

-Me alegro de estar con una persona como tú. Tenía tanto miedo que he estado temblando todo este tiempo… pero ahora sé que estoy a salvo.

Hansol pareció esbozar una sonrisa. Su boca tensa tembló un poco y al final consiguió farfullar:

-Sí, estás a salvo.

Parecía como si quisiera retirar la mano, pero Zelo se negó a soltarla, apretándola fuerte.

Hansol apenas podía hablar y su voz resultaba nerviosa, pero al final consiguió decir algo.

-Yo te protegeré, Junhong. -Y añadió-: También contamos con Minho. Estaba un poco cansado y nervioso, pero una vez que se tranquilice, comprenderá que de ninguna manera tú puedes ser nuestro enemigo. Entonces, los tres podremos ir a buscar al resto de la clase. Y así podremos dar con alguna manera de salir de aquí.

Zelo le dedicó una cálida sonrisa.

-Gracias. Eso me alivia mucho.

Apretó fuerte la mano de Hansol. El muchacho se ruborizó aún más y apartó la mirada.

-Junhong…-dijo-. Sabes… ¿sabes que… eres realmente muy guapo?

Él levantó las cejas.

-No. ¿De verdad?

Hansol asintió repetidamente. Más que asentir, parecía estar temblando, presa de una insoportable tensión. Aquello hizo que Zelo sonriera, y de repente se dio cuenta de que su sonrisa no tenía otro motivo más que la sonrisa misma.

Bueno, casi.

 

 

 

 

QUEDAN 16 ESTUDIANTES

 

Notas finales:

Dejen RW's!


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