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BATTLE ROYALE por SuperNova31

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Notas del capitulo:

Lo siento, es una Battle Royale... como muestran las advertencias, habrán muertes. 

La mayoría de los estudiantes que estaban de pie regresaron tímidamente a sus asientos. El soldado sin carisma alguno arrastró la bolsa con los restos de Choi hasta un rincón del aula, y luego regresó con los otros dos. Park Jung Min volvió a su lugar tras el atril.

De nuevo, la clase se quedó en silencio, pero este se rompió pronto cuando alguien empezó a hacer unos ruidos en la parte de atrás y luego, tras unas nausabundas arcadas, se oyó el húmedo chapoteo de un vómito salpicando todo el suelo. Jinyoung podía olerlo.

-Atentos todos. Como pueden ver, el señor Choi se opuso vehemente al reclutamiento de su clase en el Programa.- dijo Jungmin, rascándose la cabeza.- Bueno, fue todo un poco repentino, lo lamentamos mucho, pero…

La clase de hundió en el silencio. Ahora ya lo sabía todo el mundo. Era real. No había ningún error. No era ninguna broma. Iban a obligarlos a luchar y a matarse unos a otros.

Jinyoung intentó desesperadamente pensar con claridad. Aquella situación era tan irreal que aún estaba un poco aturdido. Su mente estaba atrapada en la visión del espantoso cadáver de Choi Si Won, el protagonista de aquel espectáculo de terror.

Tenían que escapar. Pero… ¿Cómo? Bueno, está bien… lo primero era hablar con Baekho… con Dongwoo y Zitao… Pero, ¿cómo funcionaría el Programa en realidad? Los detalles nunca se habían hecho públicos. A los estudiantes se les entregaban armas para que se mataran entre ellos. Eso lo sabía todo el mundo. Pero ¿podían hablar unos con otros? ¿Cómo controlaba el Gobierno el juego?

-Yo… yo…

Alguien  interrumpió las reflexiones de Jinyoung. Abrió los ojos y levantó la mirada.

Kang Dong Ho se había medio levantado y miraba a Park Jung Min; su amigo parecía inseguro de si debía continuar. Parecía como si no pudiera controlar lo que decía. El cuerpo de Jinyoung se tensó. “¡No lo provoques, Baekho!”.

-¿Sí?- preguntó Jungmin- ¿Qué pasa? Puedes preguntarme lo que sea.

Park Jung Min ofreció una sonrisa amistosa, y Baekho continuó como una marioneta:

-Yo… yo no tengo padres. Así que…¿a quién se lo han dicho?

-Ajajá.-asintió Jungmin- Recuerdo que algunos de ustedes provienen de instituciones de beneficiencia. ¿Entones eres tú Jung Jin Young? Veamos…de acuerdo con el informe escolar, eres el único que tiene unas ideas un tanto peligrosas. Así…

-Jinyoung soy yo.- dijo Jinyoung interrumpiéndolo, y elevando la voz. Jungmin lo miró y volvió la vista hacia Baekho. Todavía estupefacto y confuso, Baekho se giró para mirar a Jinyoung.

-Ah, es verdad, lo siento. Había más de uno. Así que tú debes ser Kang Dong Ho. Bueno, me puse en contacto con la superintendente de la institución de donde proceden ustedes dos. Sí… era muy guapa.- dijo Jungmin y sonrió. Pero aunque su sonrisa parecía afable, había algo perturbador en ella.

El rostro de Jinyoung se tensó.

-¿Qué demonios le ha hecho a la señorita Kwon?

-Bueno, al igual que el señor Choi, no se mostró muy cooperativa. Ninguno de los dos aceptó su reclutamiento, así que con el fin de silenciarla, bueno, tuve que…-dijo Jungmin tranquilamente- violarla. Oh, no se preocupen. No creo que muriera.

Jinyoung se puso rojo de ira y se levantó de un salto, pero antes de que pudiera decir nada, Baekho le espetí a Jungmin:

-¡Te mataré!

Baekho estaba de pie. Su rostro había cambiado. Siempre había sido muy cariñoso con todo el mundo. Era muy difícil que Baekho se enfadara por algo. Sin embargo, ahora en su expresión había algo que solo reservaba para las rarísimas veces en las que estaba verdaderamente furioso. Nadie más en la clase había podido verlo jamás en ese estado, pero Jinyoung lo había visto en dos ocasiones. La primera vez cuando estaba en cuarto y un coche atropelló al perrito de la Casa de Caridad, Eddie, justo en frente de la reja. Frenético y furioso, Baekho salió corriendo detrás del coche que huía. La segunda vez ocurrió solo un año atrás, cuando un hombre había utilizado las deudas de la escuela para insinuársele a la señorita Kwon. Después de que la superintendente lograra devolver el dinero, y pudiera liberarse de este modo de las insinuaciones, el hombre le había echado en cara si desvergüenza delante de ellos, como si quisiera que toda la Casa de Caridad lo oyera. Si Jinyoung no hubiera detenido a Baekho, aquel hombre habría perdido sus dientes, aunque él hubiera terminado herido también. Baekho era extremadamente amable, e incluso cuando lo insultaban o se metían con él, lo normal era que se riera. Pero cuando se le hacía daño a alguien a quien realmente quería, su respuesta era muy violenta. Aquella era una faceta que Jinyoung admiraba de Baekho.

-¡Te mataré! ¡Hijo de puta!-  gritó Baekho.- ¡Te mataré y te echaré a un basurero!

-Humm…- Jungmi parecía divertirse- ¿Me estás hablando en serio, Dongho? Sabe que uno debe ser responsable de sus palabras.

-¡Vete al infierno! ¡Voy a matarte! ¡No lo olvides!

-¡Déjalo ya, Baekho! ¡Déjalo!- exclamó Jinyoung. Pero Baekho no le prestaba atención.

-¡Te voy a matar!- Baekho no se callaba- ¡Te voy a matar te voy a matar te voy a matar!

Jinyoung ya no pudo contenerse más, y justo cuando estaba a punto de decirle que se callara, Jungmin hizo un gesto de fingida desolación y dio una orden con la mano a los tres soldados de las Fuerzas Especiales de Defensa que estaban junto al atril.

Se movieron como un grupo coral, como los de Four Freshmen. Los hombres con traje de combate, Taecyeong, Jiho y Minjun, levantaron la mano derecha con una pose espectacular y dramática. Pero sus manos sostenían pistolas.

Jinyoung vio los pequeños ojos de Baekho más abiertos que nunca.

Las tres pistolas automáticas dispararon a la vez. Justo cuando intentaba salir al pasillo entre los pupitres, el cuerpo de Baekho se sacudió como si estuviera bailando.

Todo ocurrió tan rápido que Gong Chan Shik, que estaba sentado justo detrás de Baekho, junto con el resto de la clase, ni siquiera tuvo tiempo de agachar la cabeza.

El ruido de los disparos aún vibraba en el aire cuando Baekho dio unos pasos tambaleantes hacia la derecha y se derrumbó entre su pupitre y el de Kim Joon Myun, quien gritó.

Los tres soldados se mantuvieron con los brazos extendidos. Una leve humareda salía de los cañones, que simultáneamente se levantaron hacia el techo. Jinyoung vio entonces la cara familiar de su amigo vuelta hacia él entre las patas del pupitre. Sus ojos pequeños seguían muy abiertos, clavados en un lugar indefinido en el suelo. Un brillante charco de sangre comenzó a formarse. El brazo derecho de Baekho comenzó a contraerse, desde el hombro a los dedos.

“¡Baekho!”

Jinyoung se levantó con la intención de correr hacia él, pero Gong Chan Shik, que estaba sentado cerca, fue más rápido.

-¡Baekho!- gritó, y se agachó junto al cadáver.

Entonces el soldado de aire moderno, Taecyeon, a puntó su pistola hacia Chanshik y apretó el gatillo. Este se derrumbó hacia delante como si le hubieran barrido las piernas y se desplomó encima de Baekho, que continuaba temblando sin control.

Taecyeon inmediatamente apuntó a Jinyoung con la pistola. El cerebro de este iba a mil, pero su cuerpo estaba congelado. Solo se movían sus ojos. Vio la sangre borboteando por la pantorrila de Chanshik.

Jungmin le dijo a Chanshik:

-Nunca debes abandonar tu pupitre sin mi permiso.- Luego se volvió hacia Jinyoung, diciéndole:- Y lo mismo sirve también para ti, Jinyoung. Y ahora siéntate.

Jinyoung hizo todo lo posible por apartar su mirada de la pierna ensangrentada de Chanshik y no ver a Baekho debajo de él. Miro a Jungmin directamente a los ojos. Los músculos de su cuello se habían tensado debido a la conmoción de la escena.

-¿Qué demonios está pasando aquí?- preguntó Jinyoung. Taecyeon todavía lo apuntaba con la pistola en la frente, pero él siguió quieto.- ¿Qué demonios está haciendo? Tenemos que conseguir ayuda para Dongho y… Chanshik…

Jungmin hizo una mueca y negó con la cabeza. Luego repitió:

-Olvídalo y siéntate. Tú también Chanshik.

Chanshik, mortalmente pálido, levantó despacio la vista hacia Jungmin. Parecía más abrumado por la furia que por el dolor que debía estar sintiendo. Levantó los ojos y miró con odio a Jungmin.

-Por favor, consiga ayuda…- pronunciaba cada palabra con toda la intención.- Para Dongho.

El brazo derecho de Baekho continuaba contrayéndose. Pero cuando todos los observaban, la contracción se detuvo. Su herida sería fatal si no recibía ayuda médica inmediata.

Jungmin respiró profundamente y luego se dirgió al soldado moderno:

-Bueno, señor Taecyeon, ¿querrá usted ocuparse de esto, por favor?

Antes de que nadie pudiera imaginarse a qué se refería, Taecyeon apuntó con su arma hacia abajo y apretó el gatillo. ¡BANG! La cabeza de Kang Dong Ho rebotó contra el suelo, y luego algo procedente del interior de su cabeza salpicó a Chanshik.

Mudo de asombro, Chanshik permanecía boquiabierto. Su rostro estaba cubierto con una sustancia rojiza y oscura.

Jinyoung se dio cuenta de que él también tenía la boca abierta.

Aunque parte de su cabeza había saltado por los aires, los ojos de Baekho aún permanecían clavados en la misma zona del suelo. Pero ya no estaba temblando ni tenía contracciones. Estaba inmóvil.

-¿Ves?- dijo Jungmin- Ya está muerto. Así que, por favor, regresa a tu sitio.

-Oh…- Chanshik miró la cabeza destrozada de Baekho.- Dios mío…

Jinyoung también estaba aturdido. Sus ojos seguían clavados en el rostro de Baekho, apoyado en el suelo, entre las patas del pupitre. Su mente estaba completamente paralizada, como si sus propios sesos hubieran volado en pedazos. Recuerdos dispersos de Baekho surgían como fogonazos en su mente confusa. Las pequeñas aventuras que habían corrido, acampando o caminando río abajo, un día lluvioso que pasaron entretenidos con un antiguo juego de mesa, imitando a Jake y a Elwood, los protagonistas de la película americana The Blues Brothers, que también eran huérfanos en un orfanato católico…Y luego recordó el rostro de Baekho cuando, muy poco tiempo atrás, le dijo:

-Oye Jinyoung, me gusta un chico…

Y luego…

-¿Están sordos o qué?- exclamó Jungmin.

Sí, Jinyoung estaba sordo a sus palabras. Solo era capaz de mirar a Baekho.

Y a Chanshik le ocurría lo mismo. Si no se hubieran movido, habrían seguido los pasos de Kang Dong Ho. Justo al lado de Jungmin, Taecyeon apuntó a Chanshik, mientras los otros dos apuntaban a Jinyoung.

Pero fue una voz tranquila, y, de hecho, casi desenfadada, lo que devolvió a Jinyoung el control de sus emociones, al menos para poder volverse y mirar aturdido a la persona que hablaba.

-S…s… ssseñor Park Jung Min...

Al otro lado del asiento vacío de Baekho, Shin Dong Woo tenía la mano levantada. Chanshik volvió la mirada lentamente hacia él.

-¿Eh? Veamos. Usted debe ser… Shin Dong Woo. ¿Qué pasa?

Dongwoo bajó la mano y comenzó a hablar.

-Parece que Chanshik está herido. Me preguntaba si podría ayudarlo a regresar a su asiento.

Jungmin levantó las cejas ligeramente, pero al final asintió.

-De acuerdo, adelante. Lo único que quiero es que las cosas funcionen.

Dongwoo asintió, se levantó y avanzó hacia Chanshik. A medida que se aproximaba a él, sacó un pañuelo pulcramente doblado de su bolsillo y se inclinó entre el cadáver de Dongho y Chanshik. Primero limpió el rostro de Chanshik, que estaba cubierto de sangre de Baekho. Él apenas se movía. Y luego le dijo:

-Levanta Channie.- Y le puso la mano por debajo del brazo derecho para ayudarlo a incorporarse.

Entonces, dándole la espalda a Jungmin, Dongwoo miró a Jinyoung, que permanecía medio levantado. Bajo sus gafas de marco grueso, sus ojos habían perdido aquella mirada dulce y divertida que tenía habitualmente. Ahora estaba mortalmente serio. Levantó la ceja derecha e hizo un ligero movimiento con la barbilla, al tiempo que negaba levemente con la cabeza. Su mano izquierda apretó algo invisible hacia abajo, como si estuviera apretando algo. Jinyoung no comprendía la señal. Dongwoo repitió el mismo movimiento.

Aunque todavía estaba aturdido, Jinyoung finalmente comprendió que le estaba diciendo que se tranquilizara y se sentara. Volvió a mirar a Dongwoo…y lentamente se sentó en su sitio.

Dongwoo le hizo un gesto de complicidad. Después de ayudar a Chanshik se dio la vuelta y regresó a su asiento.

Chanshik se sentó. La pantorrilla izquierda le colgaba de la silla, todavía borboteando sangre. El pantalón gris claro y el zapato estaban empapados en sangre.

Chanshik también estaba recuperando un poco el dominio en sí mismo. Parecía como si le estuviera haciendo un gesto de agradecimiento de Dongwoo. Pero como si este pudiera ver la muerte cerca, se encogió de hombros para que su compañero no hiciera nada. Chanshik miró una vez más el cuerpo de Baekho yacido en el suelo, a su derecha. Lo miró sin decir palabra, pero sus ojos parecían llenos de lágrimas.

Jinyoung también volvió a clavar la vista en el cadáver, aunque algunos pupitres le impedían la visión completa de su amigo. Sí, era un cadáver. No cabía la menor duda. Era difícil de asumirlo, pero Baekho se había convertido en un cadáver, en el de una persona con la que había compartido diez años de su vida.

Mientras observaba los ojos sin vida de Baekho, la furia de Jinyoung se había vuelto más aguda y nítida, como un pulso palpitante. La rabia recorría su cuerpo entero con fuerza y poder que estaba casi a punto de temblar. Sus sentimientos se habían enmudecido por la conmoción inicial, estaban comenzando a aflorar. Jinyoung se volvió y le enseñó los dientes a Jungmin.

Jungmin pareció divertirse con Jinyoung. Nunca le perdonaría lo que había hecho: iba a matar a aquel cabrón.

Jinyoung había estado a punto de estallar igual que Baekho. Pero entonces… Shin Dong Woo había intervenido en el momento crucial, diciéndole que se tranquilizara, solo unos instantes antes.

Desde luego, si se rebelaba ahora, acabaría igual que Baekho. Y además otra cosa: el chico que adoraba su amigo estaba gravemente herido. Si lo mataban ahora, ¿qué sería de Gong Chan Shik?

Jinyoung intentó con todas sus fuerzas apartar la mirada de Jungmin. Bajó la cabeza y clavó la vista en el pupitre. Se sentía muy desgraciado, como si su corazón estuviera siendo aplastado por una furia y tristeza que no podía liberar.

Jungmin se reía en silencio. Apartó la mirada de Jinyoung.

Jinyoung apretó los puños con todas sus fuerzas bajo el pupitre para tranquilizarse y conseguir calmar su cuerpo, que aún temblaba. Los apretó cada vez más y más fuerte. Sin embargo, no era fácil mantener las emociones bajo control, con el cuerpo de Baekho desangrándose frente a él.

Todo aquello era incomprensible. ¿Cómo era posible…? ¿Cómo podía uno perder así a una persona… a una persona tan querida?

“Baekho siempre estuvo conmigo. ¿Qué mas da lo tontos que fueran nuestros recuerdos juntos? ¿Dónde quedará aquel tiempo que jugábamos junto al río y yo lo salvé e impedí que se ahogara? ¿O cuando nos pasábamos los días felices recogiendo miles de grillo y metiéndolos en una pequeña caja… y se nos morían todos?  Nos sentíamos fatal por aquello. O cuando nos peleábamos por conseguir el cariño de Eddie. O cuando un lío en el colegio y acabamos escondidos en un basurero. Casi nos pillaron, pero al final nos las arreglamos para escapar… Reímos mucho. Baekho y yo siempre estuvimos juntos. Así era. Ni más ni menos. Estábamos juntos.  Entonces… ¿cómo puede… cómo puede haber muerto así?”

Dongwoo levantó la mano otra vez.

-Tengo otra pregunta, señor Park Jung Min.

-¿Tú otra vez? ¿De qué se trata?

-Chanshik está herido. Entiendo que vamos a participar todos de la Battle Royale, pero es un poco injusto que tenga que luchar herido.

Jungmin parecía satisfecho.

-Bueno, sí, tal vez… Entonces, ¿qué?

-Lo que digo es que debería curarse y, por tanto, el Programa debería posponerse hasta que esté curado. ¿No?

 Jinyoun apenas había conseguido dominar la furia, así que estaba asombrado de la impávida conducta de Shin Dong Woo.  Era un poco raro que Jinyoung se asombrara de eso ahora. Sí: Shin Dong Woo estaba bastante más tranquilo que él. Dongwoo actuaba con cabeza. Si se admitía su petición, eso podía proporcionarles algún tiempo de más para pensar alguna solución. Entonces tendrían alguna posibilidad de escapar.

El rostro de Jungmin se retorció en una carcajda.

-Una sugerencia muy interesante, Dongwoo.- dijo.- Tengo una solución alternativa. ¿Por qué no matamos a Gong Chan Shik ya y así podemos empezar el juego con todos en igualdad de condiciones?

El propio Chanshik y el resto de la clase se quedaron helados otra vez. Jinyoung pudo ver como la espalda de Dongwoo se tensaba bajo el uniforme escolar, mientras respondía apresuradamente:

-Lo retiro, lo retiro. Vamos, solo estaba bromeando…

Jungmin estalló otra vez en carcajadas ante el tono humorístico de Dongwoo. Taecyeon, cuya mano derecha había estado apoyada en la cartuchera, rápidamente volvió a colocarla en la correa del rifle que colgaba de su hombro.

Jungmin dio un par de palmadas.

-Muy bien entonces, atiendan. Lo primero, todos y cada uno de ustedes son diferentes por una razón de inteligencia, destrezas físicas, etcétera, etcétera. Todo el mundo nace distinto. Así que no atenderemos a Gong Chan Shik… ¡en absoluto! ¡No cuchicheen!- gritó Jungmin, dando un alarido. Y lanzó una cosa blanca a  Yoo Chang Hyun (el estudiante número 41), que estaba cuchicheando algo con el segundo delegado de la clase, Kim Ki Bum. Jinyoung se preguntó en aquel momento si sería una tiza, pero, naturalmente, eso era imposible en aquellas circunstancias.

El objeto dio un golpetazo e hizo un ruido como el de un clavo recibiendo un martillazo en un ataúd. Un cuchillo delgado se clavó en mitad de la amplia y delicada frente de Yoo Chang Hyun.

Kibum se quedó atónito ante aquella visión, con los ojos abiertos como platos. Era un extraño espectáculo, ver al propio Yoo Chang Hyun levantando la mirada, luchando por localizar el cuchillo clavado en su frente. Arqueaba la cabeza hacia atrás al intentarlo.

Entonces se derrumbó hacia un lado. Cuando cayó, su sien izquierda golpeó la esquina del pupitre de Kibum y lo hizo temblar un poco.

Entonces no cupo la menor duda. ¿Quién podía sobrevivir con un cuchillo clavado en mirad de la frente?

Nadie se movió. Nadie dijo ni una palabra. Kibum inspiró profundamente y miró absorto a Changhyun en el suelo. Chanshik también estaba mirando. Shin Dong Woo mantuvo los labios apretados mientras observaba a Changhyun, su cuerpo desvencijado entre los pupitres, igual que Baekho.

Con la garganta seca, Jinyoung contuvo la respiración y pensó: “¡Lo ha hecho por puro capricho! ¡Ha sido por puro capricho! ¡Maldita sea! ¡Nuestras vidas están a merced del hijo de puta de Park Jung Min!”

-Ups… le di. Cuánto lo siento. El instructor matando a un participante. Va contra las reglas, ¿no?- Jungmin cerró los ojos y se rascó la cabeza. Pero su gesto había vuelto a ser serio y añadió: Necesito que me presten una atención absoluta. Las acciones impulsivas están estrictamente prohibidas. Murmurar no está permitido. Es una molesta para mí, pero si alguno de ustedes se atreve a hacerlo, que sepa que tengo muchos cuchillos.

Jinyoung hizo rechinar sus dientes. Se dijo que tenía que ser paciente y se lo repitió una y otra vez, aunque estuviera viendo a dos de sus compañeros muertos en el suelo. Entonces, su mirada volvió a buscar el rostro de Baekho. Sintió que estaba a punto de llorar.

 

Estudiante número 15, Kang Dong Ho: muerto.

Estudiante número 41, Yoo Chang Hyun: muerto.

 

QUEDAN 40 ESTUDIANTES

Notas finales:

Espero sus RWs 

QnQ 

Baekho, Ricky: QEPD


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