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BATTLE ROYALE por SuperNova31

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Comenzó a lloviznar. La lluvia caía sobre el follaje que cubría la isla y, en aquella débil luz, las gotas de agua caían con un brillo sucio de los densos nubarrones.

Jinyoung lentamente zigzagueó abriéndose paso entre los arbustos. A su derecha se abría el campo y le ofrecía una visión del mar, que lucía un gris apagado tras la blanquecina cortina de agua.

Llevaba puesta la camisa, el abrigo escolar y las zapatillas, que había encontrado en la sala donde estaba el grupo de Kibum. Las gotas de lluvia caían entre las ramas e iban empapando su abrigo.

Llevaba colgado del hombro la Uzi, con la mano derecha en la culata, y se había metido la CZ75 en la cintura. La Browning y las balas que había cogido estaban en la mochila que llevaba al hombro.

Jinyoung había abandonado el faro inmediatamente y, quince minutos después, justo cuando empezaba a recoger madera para hacer un fuego en un acantilado, cerca del cabo norte de la isla, oyó un tiroteo procedente de la casa del farero. Dio por sentado que al menos dos estudiantes habían acudido allí al oír los tiros de lps chicps y que habían acabado peleando.

Después de algunas dudas, Jinyoung se quedó mirando hacia atrás, pensando si regresar o no.

Aquellos traqueteos se parecían al sonido -demasiado familiar- de la ametralladora de Wu Yi Fan. Dudó que Chanshik y Yonghwa hubieran abandonado su escondite para acudir al lugar de los disparos, pero lo cierto es que ya no quedaban demasiados estudiantes. Suponiendo que uno fuera Yifan, había bastantes posibilidades de que el otro fuera Huang Zi Tao. Por supuesto, también podía haber sido Choi Jun Hong.

Pero el tiroteo cesó casi enseguida. Jinyoung se detuvo y al final decidió no regresar al faro. Aunque volviera, allí ya no quedaría nadie. O, como mucho, podría haber otro cadáver, además de los cuerpos del grupo de Kibum.

Comenzó a llover cuando Jinyoung había acabado de preparar dos hogueras en el acantilado rocoso.

Encontró un encendedor en el faro, pero le resultó difícil conseguir que prendiera el fuego, por culpa de la lluvia.

La lluvia era cada vez más fuerte, así que Jinyoung se dio por vencido y abandonó la zona. Chanshik y Yonghwa probablemente no se habrían movido mucho. La zona C-3 estaba prohibida, pero las adyacentes D-3 y C-4 todavía eran zonas libres. Probablemente estarían por allí, así que podría hacer algún fuego cuando se encontrara en las inmediaciones.

Con aquel pensamiento en mente, comenzó a caminar. Mientras se dirigía hacia el oeste por la costa norte de la isla, a las dos y media de la tarde, oyó el distante gorjeo de un pájaro. Jinyoung escuchó con más atención y echó un rápido vistazo a su reloj. El segundero avanzó siete puntos, y entonces el débil gorjeo se detuvo. Yonghwa había dicho quince segundos. Teniendo en cuenta el tiempo que había tardado en mirar el reloj, puede que la duración del gorjeo sí hubiera llegado hasta esos quince segundos. Además, dudaba que hubiera muchos pájaros gorjeando bajo la lluvia. Y no había oído aquel peculiar trino en la isla antes, en absoluto.

Jinyoung continuó avanzando por la costa noroccidental de la isla… y una vez más volvió a oír aquel mismo gorjeo. En esta ocasión resultó evidente. Exactamente quince minutos había tardado desde la última vez… y se detuvo exactamente quince segundos después. Era Yonghwa. No había ninguna necesidad de hacer señales de humo. Yonghwa estaba utilizando la llamada del pájaro. Y se oía muy cerca. Según el mapa, Jinyoung se encontraba en B-6, de camino a B-5.

Jinyoung descansó un poco y acomodó la muñeca sobre el cañón de la Uzi. Era más fácil de ese modo, porque así no tenía que hacer esfuerzos. Las manecillas del reloj, desenfocadas por las gotas de lluvia en el cristal, indicaban las tres y cinco de la tarde.

El gorjeo sonaba cada vez más cerca de la montaña que del mar. Jinyoung echó un vistazo hacia el agua y luego siguió adelante, y subió una pequeña ladera. Cuando levantó la mirada, notó que las montañas del norte tenían un aspecto distinto, lo cual le hizo darse cuenta de que había ido bordeando los pies de estas y que ahora se estaba aproximando a la orilla occidental.

Solo un poco más. Apenas había avanzado un kilómetro y medio, pero se sentía muy débil por toda la sangre que había perdido. El dolor que sentía por todo el cuerpo era tan agudo que le parecía que tenía ganas de vomitar… De verdad: tenía que detenerse y descansar. Pero ya casi estaba. Casi.

Se abrió paso por una arboleda y su cansancio se hizo ya insoportable. Por supuesto, podían atacarlo en cualquier lugar, entre los arbustos. Pero ya no podía ni preocuparse por eso. Si ocurría, simplemente apretaría el gatillo de la Uzi.

Los matorrales eran cada vez más escasos y al final desaparecieron. Jinyoung se quedó quieto. No parecía que hubiera alguien con una pistola, pero había algo extraño en aquel claro.

Al principio a Jinyoung le parecieron dos bultos grises. Encima, daba la impresión de que se estaban moviendo. Los miró con más detenimiento. Había unos pantalones negros y zapatillas saliendo de aquellos dos bultos.

Se dio cuenta de que eran cadáveres. Dos chicos habían muerto allí.

Un fogonazo rojo salió volando de aquella masa grisácea y graznó  -«¡KIAW…!».-. Era un pájaro grande, como una garza, pero tenía toda la cabeza roja. ¡Aquellos pájaros se estaban comiendo los cadáveres!

Jinyoung levantó instintivamente la Uzi hacia ellos. Puso el dedo en el gatillo… pero al final decidió no hacerlo. Avanzó hacia los cuerpos.

Los pájaros agitaron sus alas y volaron abandonando los dos cadáveres.

Jinyoung permaneció allí, bajo la lluvia, junto a ellos, y luego se llevó la mano a la boca. Sintió una arcada y un deseo incontenible de vomitar.

Era una visión asquerosa. Los carroñeros les habían arrancado las caras. La carne roja aparecía hecha jirones sobre la piel. Estaban cubiertos de sangre.

Jinyoung sofocó sus náuseas y de algún modo consiguió mirarlos. Vio que probablemente eran Choi Min Ho y Kim Han Sol. Luego notó algo raro en la cara de Minho, que estaba en peores condiciones que la de Hansol. Los pájaros no podían ser los responsables de que tuviera el cráneo aplastado. Su nariz, que los pájaros no habían tocado, estaba reventada.

Miró alrededor y descubrió un bate tirado en la hierba. Aunque estaba expuesto a la acción de la lluvia, aún estaba teñido de rojo. Dado el estado en que se encontraba la cara de Minho, seguramente lo habían golpeado en la cabeza hasta matarlo. Con la herramienta de su deporte favorito… un bate de béisbol.

Comparado con él, el rostro de Hansol estaba relativamente en buenas condiciones. Por supuesto, Jinyoung tuvo la sensación de que ya no tenía ni labios ni ojos.

Uno de los pájaros se posó encima de la cara de Minho. Entonces varios más se acercaron.

Como Jinyoung permanecía allí petrificado, seguramente dieron por sentado que no corrían peligro.

«¿Estamos de broma o qué…?».

Jinyoung colocó despacio el dedo en el gatillo de la Uzi, pero se contuvo. Lo importante para él en esos momentos era regresar con Yonghwa y Chanshik.

Regresaron más pájaros.

¿Se estarían alimentando de otros cadáveres esparcidos por toda la isla? ¿O eran solo estos dos porque estaban cerca del mar?

Procurando eliminar de su mente la visión de los dos cadáveres, Jinyoung los rodeó tambaléandose y se adentró por los arbustos que había más allá. Escuchó cómo los pájaros seguían graznando a sus espaldas.

Mientras avanzaba, sintió de nuevo unas implacables ganas de vomitar. A esas alturas ya se estaba acostumbrando a ver personas muertas, pero la imagen de aquellos pájaros, como ratas aéreas, alimentándose de ellos…

Pero entonces volvió a escuchar aquel gorjeo otra vez. Levantó la mirada. Grandes goterones de agua golpeaban su rostro.

Transcurrieron otros quince segundos completos y el gorjeo cesó. Esta vez sí que sonaba cerca.

Jinyoung miró a su alrededor: los arbustos continuaban por toda la ladera. «Debe de ser por aquí. Tienen que estar en algún sitio cerca. Pero ¿dónde?».

Antes de que pudiera pensar, las náuseas volvieron a hacer presa en él. Los dos cadáveres, aquellas caras destrozadas. Y su carne se convertiría en el aperitivo vespertino. De rechupete.

Jinyoung tropezó, cayó al suelo y vomitó. Como no había comido nada, no fueron más que jugos gástricos. Era una peste ácida y punzante. Jinyoung echó más. Una sustancia rosada venía mezclada con el líquido amarillento como si se tratara de una gota de pintura. Se temía que su estómago estuviera perforado…

-Jinyoung.

Levantó la mirada. Instintivamente apuntó con la Uzi hacia donde procedía la voz. Pero enseguida bajó el cañón.

Entre los arbustos vio aquella cara seria. Era Yonghwa. En su mano izquierda, llevaba un arco que él mismo había tallado en madera, y en la derecha tenía una flecha que había estado a punto de colocar en el arco. Entonces fue cuando Jinyoung se dio cuenta de que probablemente había tropezado con el sedal trampa de Yonghwa.

-Menuda resaca, ¿eh? -dijo Yonghwa. Aquella observación humorística estaba teñida de amabilidad.

Hubo un ruido como de crujidos de ramas. Chanshik apareció tras Yonghwa. Miró a Jinyoung a través de su flequillo empapado en lluvia, con los ojos llorosos y los labios temblorosos.

Apartando a Yonghwa, Chanshik fue arrastrando la pierna mientras intentaba correr hacia Jinyoung.

Jinyoung se secó la boca y se incorporó tambaleante. Se deshizo de la Uzi y extendió solo su mano derecha, abrazando a Chanshik. Con el impacto del cuerpo de Chanshik en el suyo, sintió una punzada de dolor en todo el costado, pero no le importó. Se estaban abrazando justo encima de unos vómitos recientes, pero eso tampoco les importó. Sintió la calidez del cuerpo de Chanshik contra el suyo bajo la lluvia helada.

Chanshik levantó la mirada hacia él.

-Jinyoung, Jinyoung… me alegro… me alegro tanto… -Chanshik estaba llorando. Las lágrimas brotaban a raudales y se reunían con las gotas de lluvia que le caían en la cara.

Jinyoung sonrió cariñosamente. Entonces se dio cuenta de que estaba a punto de llorar también.

Demasiada gente había muerto ya en aquel juego, pero qué maravilloso, qué increíblemente maravilloso era estar los dos vivos, todavía.

Yonghwa se acercó a él y le ofreció la mano. Por un instante, Jinyoung se sintió confuso ante aquel gesto, pero entonces lo comprendió. Retiró el brazo del hombro de Chanshik y le estrechó la mano. Era, como siempre, una mano grande y firme.

-Bienvenido de nuevo a casa -le dijo Yonghwa con afecto.

Aparecieron unas rocas peladas allí donde los bosques se acercaban al mar. Una pequeña formación de aquellas rocas daba al océano. Parecía que Yonghwa hubiera estado trabajando allí con su cuchillo. Dos grandes ramas se habían colocado junto al muro de piedra, y arriba del todo había otras con hojas que servían como techumbre para guarecerse de la lluvia. Las gotas de lluvia resbalaban por los extremos de las ramas.

Después de que Yonghwa le proporcionara unos fuertes analgésicos que se había agenciado en la clínica, Jinyoung le contó lo ocurrido en el faro. Yonghwa hirvió agua en una lata, con un carbón ardiendo, y el sonido de su borboteo se mezcló con el ruido de la lluvia torrencial.

Cuando Jinyoung concluyó, Yonghwa murmuró:

-Comprendo. -Respiró profundamente y se metió otro Wild Seven entre los labios. Sujetaba la Uzi en su regazo. Decidieron que era mejor que Yonghwa se quedara con ella. Jinyoung se quedaría con la CZ75 y Chanshik cogería la Browning.

-Fue espantoso… -dijo Jinyoung meneando la cabeza desesperadamente.

Yonghwa expulsó un poco de humo y se quitó el cigarrillo de la boca.

-¿Kibum consiguió formar un grupo tan grande y acabaron a tiros?

Jinyoung asintió amargamente.

-Es difícil confiar en alguien.

-Sí, es verdad -dijo Yonghwa, bajando la mirada-. Es muy difícil confiar en alguien. -Siguió fumando y pareció pensativo. Y luego añadió-: En cualquier caso, me alegro de que lo hicieras.

Jinyoung recordó la cara de Kibum. Él estaba vivo. Él estaba vivo gracias al grupo de Kibum, pero ahora todos estaban muertos.

Jinyoung miró a Chanshik, que estaba a su izquierda. Escuchar la historia de las muertes de amigos suyos, como Kim Ki Bum o Hwang Min Hyun, debió de resultarle muy duro. Cuando empezó a hervir el agua, cogió algunas pastillas de caldo que Yonghwa debía de haber encontrado y echó dos cubitos en la lata. El olor de la sopa comenzó a dispersarse.

-¿Puedes comer, Jinyoung? -le preguntó Chanshik.

Jinyoung lo miró y levantó la ceja. Sabía que tenía que comer, pero acababa de vomitar… y, además, la visión de aquellos pájaros carroñeros comiéndose a Choi Min Ho y a Kim Han Sol todavía palpitaba en su imaginación. No podía animarse a comer.

-Come algo, Jinyoung. Chanshik y yo ya hemos comido -dijo Yonghwa, con el cigarrillo en la boca. Su incipiente barba se había espesado. Agarró el borde de la lata con un pañuelo, vertió la sopa en un vaso de plástico y se lo ofreció a Jinyoung.

Este lo cogió y lentamente se lo llevó a los labios. El sabor del caldo invadió su boca. Luego aquel líquido caliente resbaló por su garganta hasta su estómago. No fue tan duro como pensaba…

Chanshik le ofreció pan. Jinyoung mordió un poco. Una vez que empezó a mascar, se sorprendió de que pudiera comer. Acabó comiéndoselo todo en un periquete. A pesar de su estado emocional, su cuerpo necesitaba alimentarse.

-¿Quieres un poco más? -le preguntó Chanshik, y Jinyoung asintió.

-Un poco más de sopa -dijo, levantando su vaso de plástico. Esta vez se lo rellenó Chanshik.

Al tiempo que cogía el vaso, Jinyoung dijo:

-Chanshik…

-¿Qué? -preguntó el muchacho, levantando la mirada.

-¿Ya te encuentras bien?

-Ajá -dijo sonriendo-. He estado tomando una medicina para el catarro. Estoy bien.

Jinyoung miró de reojo a Yonghwa. Este asintió, con el cigarrillo colgando de los labios. Había cogido otra jeringuilla de antibióticos de la clínica, pero al final resultó innecesaria. Jinyoung se volvió hacia Chanshik otra vez y le lanzó una sonrisa.

-Eso es genial.

Después él le hizo la misma pregunta que le había estado repitiendo una y otra vez desde que se habían encontrado.

-Jinyoung, ¿de verdad estás bien?

Este asintió.

-Sí, estoy bien.

En realidad, no lo estaba, pero ¿qué otra cosa podía decir? Podía comprobar, mirándose los puños, que la mano izquierda estaba mucho más pálida que la derecha. No estaba seguro de si aquello se debía a la herida del hombro o a la del codo. O puede que simplemente se debiera a que el vendaje del codo estaba un poco demasiado tirante. Sentía que su brazo izquierdo estaba cada vez más rígido.

Dio otro sorbo a la sopa y dejó el vaso junto a sus pies. Luego llamó a Yonghwa. Este, que estaba examinando la Uzi, levantó una ceja.

-¿Qué?

-Es sobre Yifan. -Cuando Jinyoung pensaba en los acontecimientos acaecidos desde el día anterior, la cuestión que le había ocupado desde que se separara de Yonghwa y Chanshik volvía a plantearse en su mente sin remedio. El tiroteo que había oído en el faro después de que él lo abandonara también se lo recordó-. ¿Qué demonios está haciendo ese? -preguntó, aunque en realidad la cuestión se refería a qué tipo de persona era Wu Yi Fan.

Por lo que él sabía, Yifan no era el único que había estado dispuesto a participar. Lee Jin Ki, con quien Jinyoung se había peleado, posiblemente Choi Seunh Hyun y, si Tao estaba en lo cierto, Choi Jun Hong podían también estar en la misma categoría. Pero Yifan era absolutamente implacable. Tranquilo y gélido. Las malas vibraciones que siempre le había dado Yifan de repente se manifestaron en aquel juego como pura psicosis. Jinyoung una vez más recordó los fogonazos que vomitaba la ametralladora y la gélida mirada tras ellos. Sintió un escalofrío que recorría su espalda.

Yonghwa permaneció en silencio, así que Jinyoung insistió.

-¿Qué es lo que hace? No lo entiendo…

Yonghwa bajó la mirada y jugueteó con el dispositivo de seguridad, que contaba con un intercambio de posiciones automático/ semiautomático.

¿No había dicho Yonghwa que no había ninguna necesidad de entender nada? Jinyoung pensó que seguramente volvería a contestarle aquello mismo otra vez.

Pero en esta ocasión Yonghwa le dio una respuesta distinta. Levantó la mirada.

-Ya he visto a gente como él antes.

-¿En el juego anterior?

-No -contestó Yonghwa con un gesto-. Ahí no. En un sitio completamente distinto. Se ven un montón de cosas cuando uno es hijo de un médico que trabaja en los extrarradios. -Yonghwa sacó otro cigarrillo y lo encendió. Expulsó el humo y añadió-: Es alguien vacío.

-¿Vacío?

-Sí… -asintió Yonghwa-. No alberga ni un ápice de aprecio por nadie. No tiene valores. Es esa clase de persona. Y encima, no hay ninguna razón para que se comporte como lo hace.

«No hay ninguna razón…-pensó Jinyoung-, ¿o es que simplemente nació así y es así? Es…».

Yonghwa dio una calada al cigarro y resopló.

-Tao nos advirtió sobre Choi Jun Hong, ¿no?

Jinyoung y Chanshik asintieron.

-Nosotros aún no hemos visto con nuestros propios ojos que Junhong realmente esté en el juego. Pero por lo poco que he visto en la escuela, creo que él y Yifan son iguales. La única diferencia es que Junhong ha rechazado todo lo que represente amor y razón. Seguramente hay algún motivo detrás de sus actos. No tengo ni idea de cuál es. Pero Yifan no tiene ninguna razón. Esa diferencia es crucial. No hay explicación para el comportamiento de Yifan.

Jinyoung se quedó mirando a Yonghwa y murmuró:

-Eso es aterrador.

-Sí, es aterrador -aceptó Yonghwa-. Pero piénsalo. Probablemente ni siquiera es culpa suya. Por supuesto, eso se puede decir de cualquiera. Pero en su caso probablemente nunca podrá esperar ninguna cosa del futuro porque no le importa nada. Nada puede ser más aterrador que haber nacido así. Lo que quiero decir es que incluso un bruto como yo puede pensar que nada tiene sentido. ¿Por qué me levanto y como? Todo va a ser una mierda de todos modos. ¿Por qué tengo que ir a la escuela y estudiar? Aunque diera la casualidad de que tuviera éxito, voy a morir de todas formas. Llevas ropa bonita, eres respetable, ganas un montón de dinero, pero… ¿qué sentido tiene? Nada tiene sentido. Por supuesto, esa clase de sinsentidos le conviene mucho a este país tan cómodo. Pero, entiéndeme: aun así, nosotros tenemos emociones, como la alegría y la esperanza de felicidad, ¿no? Puede que no muchas, está bien, pero llenan nuestro vacío. Esa es la única explicación que le encuentro. Lo que digo es que Yifan probablemente carece de esas emociones. No tiene fundamentos para asumir valores. Así que simplemente hace lo que le parece. No tiene unos fundamentos sólidos. Simplemente actúa según le viene bien. Y en este juego podría haber decidido del mismo modo no participar. Pero lo hizo. Esa es mi pequeña teoría. -Dijo todo aquello de un tirón. Y luego remató-: Sí, la verdad es que es aterrador que alguien pueda vivir de esa manera… y que nosotros tengamos que vérnoslas con alguien así justo aquí.

Todos callaron. Yonghwa le dio otra calada a su cigarrillo, ya muy menguado, y luego lo apagó frotándolo contra la tierra. Jinyoung dio otro sorbito a la sopa. Luego levantó la vista para mirar el cielo nuboso más allá del improvisado tejado herbáceo de Yonghwa.

-Me pregunto si Tao estará bien.

Había mencionado el tiroteo que había oído después de abandonar el faro. Todavía estaba preocupado por aquello.

-Estoy seguro de que sí -dijo Chanshik.

Jinyoung se volvió hacia Yonghwa.

-¿Crees que podremos ver humo?

Yonghwa asintió.

-No te preocupes. Desde aquí podremos ver el humo que salga de cualquier parte de la isla. Lo comprobaré de tanto en tanto.

Jinyoung recordó entonces el gorjeo del pájaro. Eso había sido lo que le había conducido hasta ellos.

Pero… en fin, ¿por qué Yonghwa tenía un cacharro como aquel? Estaba a punto de preguntárselo cuando

Chanshik dijo:

-Me pregunto para qué querrá Tao ver a Ryeowook.

Aquello había salido a colación cuando estaban en la clínica del pueblo. La contestación de Jinyoung fue la misma que antes.

-Ni idea.

-No parecía que fueran tan amigos.

Pero entonces Chanshik dijo:

-Oh… -Lo hizo como si se hubiera dado cuenta de algo.

Jinyoung levantó la mirada.

-¿Qué?

-No estoy seguro -dijo Chanshik con un titubeo-. Pero a lo mejor… -Hizo hincapié en la última palabra. Jinyoung frunció el ceño.

-A lo mejor qué.

-Sería…

Yonghwa los interrumpió. Jinyoung lo miró. Estaba rompiendo el sello de un nuevo paquete de cigarrillos y añadió, con los ojos clavados en el paquete:

-Demasiado sentimental para este puto juego.

-Pero… -continuó Chanshik-, es Tao, así que…

Jinyoung miraba a uno y a otro alternativamente, perplejo y sin comprender nada.

 

 

 

 

 

QUEDAN 8 ESTUDIANTES

 

Notas finales:

Dejen RW's!


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