-Muy bien, y ahora veamos, cada dos minutos uno de ustedes abandonará la clase. Una vez hayan salido por esa puerta y hayan girado a la derecha, encontrarán la salida de la escuela. Tienen que largarse inmediatamente. A los que se queden deambulando por el pasillo les pegaremos un tiro. Ahora, ¿dónde empezamos? De acuerdo con las normas del Programa, una vez que determinemos quién será la primera persona, el resto del orden corresponderá al que tengan en su clase. ¿Entendido? Cuando lleguemos al último, seguiremos con el primero, en caso del que tenga que salir primero esté a mitad de la lista o algo así. Así que…
En ese momento Jinyoung recordó que el asiento de Chanshik era el 10. Él era el número 13, por lo que saldrían con pocos minutos de diferencia. (A menos que a ella la escogieran primera, lo cuál significaba que él sería el último en salir). Pero ¿podría caminar Chanshik.
Jungmin sacó un sobre del bolsillo interior de su abrigo.
-El primer estudiante ha sido elegido por sorteo. Esperen un momento…
De su bolsillo sacó Jungmin un par de tijeras ribeteadas en rosa y ceremoniosamente cortó el extremo del sobre.
Fue entonces cuando habló Wu Yi Fan. Como Shin Dong Woo también parecía bastante tranquilo. Pero su voz sonó gélida, con un tono áspero.
-Me gustaría saber cuándo empieza el juego.
Todo el mundo miró a la última fila, donde estaba sentado Yifan. (Jung Yong Hwa fue el único que no se volvió. Simplemente siguió mascando chicle.)
Jungmin hizo un ademán con la mano.
-En cuando salgan de aquí. Así que todos ustedes pueden esconderse para preparar sus propias estrategias, porque ahora mismo es de noche.
Wu Yi Fan no contestó. Jinyoung finalmente confirmó que era medianoche, o la una de la mañana… no, ya era cerca de la una y media.
Después de cortar y abrir el sobre, Yifan extrajo una hoja de papel blanco y la desdobló. Su boca formó una O, y exclamó:
-¡Qué coincidencia! Es el estudiante número 1, Ahn Daniel.
Al oír aquel anuncio, Ahn Daniel, que estaba sentado en la primera fila, junto a las ventanas cubiertas de planchas metálicas, pareció estremecerse. No era muy alto, y era bastante delgado. Tenía el pelo castaño y un poco largo, y los labios carnosos. Seguro no pesaba ni 65 kilos, así que era incapaz de matar una mosca, ni conseguía dar una vuelta entera a la pista de atletismo. En clase de gimnasia, Daniel siempre estaba dándose trompazos. Ahora sus labios habían adquirido un tono azul violáceo.
-Andando, Ahn Daniel.- dijo Jungmin.
Daniel cogió la bolsa de mano que había preparado para el viaje de estudios y se puso de pie. Avanzó lentamente y uno de los soldados vestidos de camuflaje le entregó una mochila del montón. Ahora sostenían sus rifles junto al pecho. Daniel se detuvo en la puerta y miró hacia la oscuridad. Volvió la cabeza para mirar a todos con un gesto de terror, pero un instante después desapareció tras la puerta. Se oyeron los ecos de dos o tres pisadas mientras salía corriendo, pero luego se difuminaron. Pareció como si se hubiera caído una vez, aunque después se oyeron más ruidos, como si huyera a toda prisa.
En el aula, completamente en silencio, varios estudiantes inspiraron profundamente para controlar los nervios.
-Ahora esperaremos dos minutos. La siguiente será el estudiante número 2, Baeng Cheol Yong.
Aquella rutina se repitió una y otra vez, implacablemente.
Pero Jinyoung se percató de algo cuando el estudiante número 3, Byun Baek Hyun, tuvo que levantarse. Él estaba sentado dos asientos por detrás de Jinyoung, en la última fila. Mientras avanzaba hacia la salida, tocó el pupitre de su novio, Park Chan Yeol, y dejó un trocito de papel delante de él. Puede que hubiera conseguido escribir un mensaje en la hoja de papel en la que les había ordenado que escribieran “Nos mataremos unos a otros”.
Puede que Jinyoung fuera el único que se dio cuenta de ello. Al menos Jungmin no parecía haberse percatado. Chanyeol cogió enseguida el trozo de papel y lo apretó fuerte por debajo del pupitre. Jinyoung sintió una oleada de alivio. No todos habían sucumbido a la locura todavía. Aún no habían conseguido cortar los lazos de amor. “Pero ¿qué pondría en el mensaje?”, se preguntó Jinyoung cuando el muchacho abandonaba la clase.
A lo mejor, pensó mientras miraba la pantalla del televisor congelada en la imagen de la isla, a lo mejor han fijado una de las zonas como lugar donde encontrarse. Pero no era lo mismo medir la distancia en una pantalla que la distancia real en la isla. Además, el hecho de que quisieran encontrarse en secreto solo significaba que no confiaban en nadie más y que estaban seguros que los otros intentarían matarlos. Lo cual, al final, significaba que también ellos habían caído en la trampa de Jungmin.
“No tengo ni idea de lo que habrá fuera de esta habitación, pero, como mínimo, debería ser capaz de esperar en el exterior y hablar con los compañeros que salgan detrás de mí. Ninguna de las normas de Park Jung Min me prohíbe hacer eso- pensó Jinyoung-. Todo el mundo está aterrorizado por la desconfianza, pero si podemos reunirnos y discutir la situación, estoy seguro de que podremos organizar un plan”. Pero, Chanshik era el que saldría primero que él (¿podría caminar si quiera?). Shin Dong Woo en cambio iba tras él, casi al final. Huang Zi Tao también saldría delante de él…
Jinyoung consideró pasarles una nota a Chanshik y ZiTao, pero sus asientos estaban demasiado lejos. Además, si intentaba cualquier cosa, acabaría como Yoo Chang Hyun.
-Gong Chan Shik.- pronunció Jungmin.
Con dificultad Chanshik se puso de pie y le dio la espalda a Jungmin, fingiendo tomar su bolsa. Dirigió su mirada a Jinyoung y movió los labios, formando las palabras “Te esperaré”.
Huang Zi Tao era el siguiente. Sus ojos buscaron brevemente los de Jinyoung justo antes de salir del aula por la puerta corrediza… pero eso fue todo. En su mente, Jinyoung suspiró profundamente. Solo podía confiar en que Tao hubiera tenido la misma idea y estuviera esperando fuera. Si al menos pudiera hablar con los demás para convencerlos de que también esperaran.
Hwang Min Hyun pasó frente a Jinyoung.
Él era el siguiente.
-Estudiante número 13: Jung Jin Young.
Jinyoung cogió su bolsa de mano y se levantó: “Hice todo lo que pude antes de abandonar la clase”.
En vez de dirigirse directamente hacia la salida, cogió el pasillo a su izquierda.
Jungmin levantó un cuchillo y la voz:
-¡Jinyoung! ¡Dirección incorrecta!
Jinyoung se detuvo. Los tres soldados tenían los rifles amartillados. Se le secó la garganta de repente. Entonces dijo con nerviosismo:
-Kang Dong Ho era mi amigo. Lo menos que puedo hacer por él es cerrarle los ojos. De acuerdo con la política educativa del Dictador, se supone que debemos respetar a los muertos.
Jungmin pareció dudar un momento, pero luego sonrió y bajó el cuchillo.
-Qué amable eres, Jinyoung. Muy bien entonces.
Jinyoung inspiró un poco de aire y luego caminó hacia delante. Aunque había exigido el derecho de cerrar los ojos de su amigo, no pudo evitar sentirse paralizado.
Ahora que se encontraba cerca, vio la carne enrojecida y algo blanco en el pelo corto y ensangrentado Baekho –cortesía del soldado con aire moderno-. Se dio cuenta de que era el hueso. Gracias a las balas alojadas en su cabeza, los ojos pequeños de Baekho se veían saltones. Parecía estupefacto, con la mirada vuelta hacia arriba como un refugiado hambriento que esperaba su turno en la cola de la comida. Un líquido rosáceo y viscoso, mezcla de sangre y saliva, resbalaba de su boca, que estaba ligeramente abierta. Una sangre negra brotaba de su nariz. Resbalaba por su barbilla e iba a caer al charco de sangre que brotaba de su pecho. Era horrible.
Jinyoung dejó su bolsa junto al cadáver y se inclinó. Levantó el cuerpo de Baekho, que estaba tendido boca abajo. Cuando Jinyoung lo enderezó, la sangre comenzó a manar libremente del pecho, a través de su desgarrado y ennegrecido uniforme, y salpicó el suelo. Su desgarbado cuerpo parecía increíblemente ligero. ¿Se debía a la sangre que había salido de él?
“Baekho… voy a vengar tu muerte. Te juro que lo haré”.
Jinyoung miró por el rabillo de ojo a Shin Dong Woo, al otro lado del pupitre en donde había estado sentado Chanshik. Dongwoo miraba fijamente hacia delante, sonriendo levemente, con los brazos cruzados en el pecho. Puede que hubiera adivinado lo que pretendía Jinyoung, que se sintió mucho más aliviado. Era Dongwoo. “Si CNU está de nuestro lado, podremos escapar sin problemas”.
Pero puede que Shin Dong Woo, llamado CNU por sus amigos, fuera más consciente de la situación que el propio Jinyoung. Quizá con aquella sonrisa le estuviera diciendo: “Bueno, bueno, esto es un bye bye, my friend, Jinyoung”. Sin embargo esa idea no se le pasó a Jinyoung por la cabeza en aquel momento.
Jinyoung se tomó un momento para pensar en recibir su mochila negra, e hizo otro tanto cuando se aproximó al cadáver de Yoo Chang Hyun para cerrarle los ojos. Había querido quitarle el cuchillo de la frente, pero al final decidió no hacerlo.
Cuando salió del aula, sintió una punzada de arrepentimiento y pensó que debería habérselo quitado.
Los impávidos Jung Yong Hwa y Wu Yi Fan fueron saliendo junto con los demás estudiantes.
Mascando su chicle, Yonghwa salió con un gesto de indiferencia en su rostro, ignorando completamente a Jungmin y a los tres soldados de camuflaje. Yifan y Junhong abandonaron el aula del mismo modo.
Por supueso, cuando Jungmin dijo “Hay otros deseando hacerlo”, el resto de la clase debió pensar inmediatamente en estos tres estudiantes. Porque eran “delincuentes”. Seguro que no se pensarían dos veces lo de matar a los otros si con ello conseguían vivir.
Pero Jinyoung dudaba que Wu Yi Fan lo hiciera, pues tenía su propia banca. Y por encima de todo, su banda era algo más que un típico grupo de colegas. Kim Yu Kwon, Kim Jong In, Pyo Ji Hoon y Lee Min Hyuk. Las reglas de aquel juego convertían a todo el mundo en tu enemigo, pero que aquellos cinco se mataran entre sí era inimaginable. Además (Jinyoung tomó buena nota de aquello), todos ellos parecían impertérritos y tranquilos. Seguramente, Yifan les había pasado una nota a los otros. Era posible que hubiera planeado una huida para los cinco. Yifan era más que capaz de burlar al Gobierno. Por supuesto, eso significaba que no confiaría en nadie aparte de su banda.
Choi Jun Hong contaba con un grupo parecido. Su asiento estaba demasiado lejos de los otros, Shin Dong Ho y Xi Lu Han, para que hubiera sido posible pasarles alguna nota. Pero simplemente era rídiculo que Zelo pensara en jugar aquel juego.
Jung Yong Hwa era el único que preocupaba a Jinyoung, pues no tenía grupo. De hecho, no tenía ni un solo amigo. Desde que lo habían trasladado a su colegio, apenas había hablado con nadie en clase. Y por encima de todo, había algo peligroso en Yonghwa. Aunque ignorara los rumores que hablaban de él, estaban todas aquellas heridas que le cubrían todo el cuerpo…
¿Podría ser que…? ¿Podría ser Yonghwa fuera el único que estuviera deseando participar aquel juego? Desde luego era muy posible.
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