El pasillo no estaba iluminado. Solo la luz que escapaba del aula se derramaba sobre las baldosas del suelo. Las ventanas del pasillo también estaban selladas con planchas de metal negro. Se supone que proporcionaban protección contra los ataques de estudiantes rebeldes como Jinyoung, que podría decidir no participar en el juego. Por otro lado, en cuanto salían fuera, aquella zona se covertía en un área prohibida.
Jinyoung miró hacia su derecha. Allí había un aula, y luego otra, ambas idénticas a aquella de la que acababa de salir. Y luego, al final del oscuro pasillo, había lo que parecía una doble puerta de salida. A su izquierda, al final del pasillo, había otra aula.
¿Serían los despachos de la escuela? La puerta estaba abierta y las lucen encendidas. Jinyoung miró por la puerta, donde una legión de soldados de las Fuerzas Especiales de Defensa estaban sentados en sillas metálicas plegables, tras una enorme mesa. ¿Veinte o treinta? No, por lo menos habían tantos soldados como estudiantes.
De hecho, Jinyoung había pensado que si su mochila venía con un arma (era posible, porque las noticias que llegaban de las resoluciones de la Battle Royale sobre las causas de muerte de los participantes hablaban de “heridas de arma blanca” y “golpes”, pero también de “heridas por arma de fuego”), o si alguna de los otros que estuvieran esperándolo venía con pistolas, entonces podrían utilizarlas contra Park Jung Min y sus hambres antes de que saliera todo el mundo, o, en otras palabras, antes que la escuela se convirtiera en zona prohibida. Pero aquel plan también se había considerado previsto. Los tres hombres de Jungmin no eran los únicos soldados que le acompañaban. Por supuesto, eso no era ninguna sorpresa.
Uno de los soldados de retén ladeó la cabeza, levantó la mirada de la taza que tenía en la mano y miró a Jinyoung. Como ocurría con los soldados del aula, su rostro carecía de cualquier expresión.
Jinyoung avanzó de puntillas y se apresuró a llegar a la salida. Así que… ahora… ahora lo único que podían hacer era permanecer unidos. Pero… tal vez había soldados apostados fuera para evitar que se vieran o se reunieran unos con otros. De todos modos…
Jinyoung corrió por el pasillo, cruzó la puerta doble y luego bajó unos cuantos peldaños de la entrada. Chanshik debía estar cerca.
Bajo la luna, un campo de atletismo vacío del tamaño de unas tres pistas de tenis se extendía en frente del edificio. Más allá del campo había bosques. A un lado se elevaba una pequeña colina. Cuando se volvió hacia la derecha descubrió una franja oscura y negra que se extendía hasta el horizonte: el mar. Pequeños puntitos de luz parpadeaban al fondo del océano. “Tierra firme”, pensó Jinyoung. Oficialmente el Programa tenía lugar en la prefectura o ciudad del instituto seleccionado, pero no había islas cerca de Busan. A veces, el lugar elegido era una montaña rodeada de vallas de alto voltaje, o un complejo penitenciario abandonado que aún no ha sido demolido, pero para Busan el Programa habitualmente elegía una isla. De seguro se debía que a las clases en Busan tenían muchos estudiantes. De acuerdo con las informaciones de los noticieros locales que él había visto (por supuesto, en cada caso el lugar elegido solo se divulgaba después de que hubiera concluido el juego), todos los juegos de Busan había tenido lugar en una isla. Aquella vez no era una expeción. Jungmin no mencionó el nombre de la isla, pero una vez que Jinyoung comprobara su forma en el mapa, estaría en condiciones de saber cuál era. O a lo mejor un edificio podría revelar el nombre de la isla.
Soplaba una suave brisa. Se podía oler el mar. Hacía demasiado fresco para una noche de mayo, pero no resultaba insoportable. Tendría que andarse con cuidado y procurar no dormir a la interperie.
Pero antes…
No había nadie. No había soldados, pero Jinyoung sintió una profunda decepción al no encontrarse a ninguno de sus compañeros allí. Como Jungmin había anticipado, todo el mundo se había escondido. Ni siquiera Huang Zi Tao estaba allí. Solo una suave brisa que transportaba los efluvios marinos recorría la pista de atletismo.
“Maldita sea”. Jinyoung hizo una mueca de desagrado. “Si nos dispersamos de esta manera, caeremos en la trampa del Gobierno. Todo iría bien si formáramos grupos de amigos. Byun Baek Hyun y Park Chan Yeol podrían haber quedado en alguna parte. Igual que la banda de Wu Yi Fan. Pero uno que se esconda solo al final tendrá que enfrentarse con alguien…”. Quién sabe cuál sería el resultado de semejante caos. ¿A caso no era esencial el caos para que el juego siguiera adelante?
“Bueno, yo voy a esperar aquí a los demás. Pero primero tengo que encontrar a Chanshik”.
Jinyoung miró atrás, hacia el oscuro interior del edificio de la escuela. Habían dicho que cualquiera que se entretuviera en el pasillo sería inmediatamente abatido, pero los soldados de la sala que había al final del pasillo no le habían prestado la menor atención a Jinyoung. No estaban exactamente trabajando como locos. Simplemente estaban allí sentados, desarmados y sin hacer nada.
Jinyoung se humedeció los labios y decidió que lo mejor para él era apartarse un poco de la puerta. Miró a su alrededor de nuevo.
Entonces fue cuando lo vio.
No lo había visto la primera vez porque estaba demasiado preocupado haciéndose una impresión general, pero esta vez vio algo que parecía como una bolsa de basura a sus pies.
Jinyoung se preguntó si sería la mochila de alguien, al que se le hubiera caído por accidente, pero luego se acercó para observar más de cerca.
No era una bolsa de basura ni la mochila de nadie. Parecía que hubiera pelo en un extremo. Pelo humano.
Era una persona. Llevaba un uniforme escolar de saco azul marino y pantalón gris claro. El cuerpo estaba doblado, tumbado sobre un costado, con la cara contra el suelo. El pelo rubio largo, atado en una cola alta le resultó familiar. No era de extrañar. Lo había visto hacía solo veinte minutos. El estudiante número 7, Choi Min Ki.
Justo al lado de su coleta, un palo gris mate, como de veinte centímetros, le sobresalía del uniforme en diagonal, como una antena de un transitor. Había cuatro alerones diminutos, como los de las colas de los aviones, al final del palo.
“Pero ¿qué… qué demonios es esto?”.
Lo que hubiera debido hacer de inmediato era ponerse a cubierto. En vez de eso, se quedó allí plantado, aturdido.
Recordó la respuesta que Sakamochi le dio a Yifan cuando este le preguntó cuándo comenzaba el juego: “En cuanto salgan de aquí”.
Era increíble. ¿Quién podría haber hecho aquello? ¿Acaso alguien había regresado para matar a Choi Min Ki en cuanto saliera de la escuela?
Jinyoung se detuvo a pensar y, cautelosamente, se puso en cuclillas y escrutó todo lo que había a su alrededor. No había el menor rastro del asesino. Aunque estaba aturdido y estupefacto, no le habían disparado ninguna flecha a él. ¿Por qué? ¿Tal vez satisfecho con haber matado solo a Choi Min Ki el asesino había huido y había abandonado las instalaciones de la escuela? ¿O aquello era una especie de provocación preparada? ¿Acaso la habrían matado los soldados que había en la sala del pasillo para convencer a todo el mundo de que algunos de sus compañeros de clase ya estaban deseando ganar el juego? Pero si era así…
De repente, Jinyoung se dio cuenta de que Choi Min Ki aún podría estar vivo. Puede que estuviera inconsciente por el dolor o la herida. En todo caso, se acercaría a verlo.
Si no hubiera presentido algo raro y se hubiera abstenido de dar un paso más, un microsegundo después Jinyoung habría quedado eliminado del juego antes de tiempo. En otras palabras…
Un objeto plateado pasó silbando justo delante de los ojos de Jinyoung. Sí… bajaba directamente de arriba. Otra antena se clavó en el césped.
Jinyoung se estremeció. Si no se hubiera entretenido un poco, si no se hubiera quedado en la salida buscando a Chanshik, habría sido inmediatamente abatido. El asesino estaba en el tejado del edificio.
“¿Será posible que…? No, no puede ser Zelo”.
No tuvo tiempo para pensar. La sombra apuntó su arma hacia él.
Solo para asustarlo, Jinyoung le lanzó la flecha a la sombra. Pero gracias a las habilidades de Jinyoung como estrella stopper de segunda base (había sido una mini estrella de béisbol en la primaria, y luego en atletismo en el instituto medio), el dardo salió volando a una increíble velocidad y trazó un leve arco justo hacia la sombra. Esta dejó escapar un quejido, se sujetó la cabeza, se dobló y luego comenzó a resbalar… hasta que cayó.
Jinyoung dio unos pasos hacia atrás y observó como la sombra caía desde una altura de al menos tres metros, y aterrizaba como un fardo en el suelo. El objeto que el asesino tenía en la mano hizo un ruido metálico al golpear contra el cemento.
Un haz de luz se escapó por la puerta del edificio. Aquella sombra grande estaba tumbada boca abajo y llevaba el uniforme de la escuela. Era Choi Seung Hyun. Parecía inmóvil, quizá porque estaba inconsciente. Su arma, una ballesta, estaba ahora abandonada a su lado. La mochila que había caído a sus pies estaba medio abierta. Jinyoung vio un haz de flechas en su interior.
Jinyoung sintió un repentino escalofrío. Era verdad. ¡Estaba participando! Choi Seung Hyun estaba jugando. ¡Seunghyun había cogido su arma, había regresado, se había subido al tejado y había matado a Choi Min Ki!
Alguien se acercó por su espalda.
Jinyoung se volvió de inmediato. Era Chanshik, que había observado lo ocurrido y estaba sin aliento por la sorpresa. La mirada de Jinyoung fue del rostro de Chanshik a Choi Min Ki… corrió hasta este y le tocó el cuello para buscarle el pulso. Estaba muerto. No había duda.
Le pareció como si a su cerebro se le fundieran todos los fusibles. Puede que hubiera más compañeros que tuvieran la misma idea que Seunghyun. Y tal vez alguno de ellos estuviera a punto de regresar, esta vez con una pistola.
Jinyoung no tuvo más remedio que cambiar su actitud hacia el juego. Era lo que había. Cuando Jungmin dijo que el juego empezaría “En cuanto salgan de aquí”, era exactamente lo que quería decir.
Jinyoung se puso de pie, corrió hacia Chanshik y le cogió la mano.
-¡Tenemos que salir corriendo! ¡Todo lo que puedas! ¡Tienes que correr!
Jinyoung comenzó a correr, medio arrastrando a Chanshik, herido y cojo. ¿Qué camino debían tomar?
No podían permitirse el lujo de debatir sus decisiones. Se encaminaron hacia la arboleda. Al principio se escondieron allí, luego pensaron…no, Jinyoung descartó la idea. Dada la condición en la que se encontraba Chanshik, estaban indefensos ante cualquier ataque. Quedarse cerca de la escuela era demasiado peligroso.
Esperar delante del edificio a los demás estaba descartado por completo. Arrastró precipitadamente a Chanshik, y entraron en el bosque. Había grandes árboles, mezclados por arbustos, y el terreno estaba cubierto de helechos.
Jinyoung se volvió, tal vez con la intención de gritar alguna advertencia a los 29 estudiantes que quedaban por salir, aunque había que descontar a Kang Dong Ho y Yoo Chang Hyun. Por un momento, pensó en esperar a Shin Dong Woo… pero también desestimó la idea. Una vez más, se convenció de que tenía que haber otra estrategia, otra manera de encontrarse. En cualquier caso, tenían que largarse de allí.
Sujetando a Gong Chan Shik con fuerza, avanzaron al azar por el bosque. Un pájaro graznó, batió las alas y salió volando, Jinyoung no pudo verlo, pero no importaba. De todos modos no tenía tiempo de detenerse a ver la fauna.
Estudiante número 7, Choi Min Ki: muerto
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