Mi alma se encuentra llorando con impotencia, llevo más de 4 días encerrado en una habitación sumida en la oscuridad, mi frustración es tan grande que incluso podía llorar de la impotencia que siento en estos momentos. Ni Beyond ni Elle habían aparecido en la habitación desde que me habían dejado aquí, parecía como si en ningún momento hubiesen estado en los alrededores; gritar no servía de nada, y muchos menos cuando sabía que nadie me estaría escuchando.
Me estremecí pausadamente mientras seguía intentando tantear a mí alrededor, mi cabeza dolía como si acabasen de darme un fuerte golpe en ella, podía estar seguro de que se debía a mi búsqueda de ver, aun estando en la oscuridad. Recordé las antiguas leyendas que solía leer de niño, cuando Mihael se escabullía a mi habitación queriendo unirse más a mí. Si lo que esos dos vampiros me decían era cierto, y yo era un vidente, con la concentración adecuada podría llegar a saber en dónde me encontraba y la ubicación de los objetos a mi alrededor, entre ellos, la puerta.
Intenté sentarme en posición de indio, y coloqué ambas manos sobre mis piernas intentando buscar mi mayor concentración; y comencé a pensar. Recordé como había sido cuando había entrado hacia allí, los objetos que había golpeado los anteriores días intentando ubicarme, el sonido de dónde provenía la comida que me fue entregada hacía más de dos días, el ruido de las patas de los roedores al salir. Y lo vi, justo en frente mío estaba la puerta, a unos cuantos metros de distancia, mientras que mi ubicación resultaba aún borrosa; a mi derecha había un estante grande y de madera, con alguna que otra vidriera llena de… ¡fósforos!
Me levanté con velocidad y abrí la gaveta en la que podía jurar acabar de vislumbrarlos, allí estaban, me concentré en averiguar cuál de los dos lados de la cajita sería más conveniente, y sacando el fósforo lo encendí. Como si no hubiese sido suficiente mi predicción de las cerillas, decidí encender una vela que milagrosamente se encontraba en la vidriera, y me encaminé hacia la puerta, allí estaba; grande, de madera, y con un cerrojo muy poco convencional, de haberse tratado de algo más actual hubiese sido más simple, pero era una cerradura que no había visto casi nunca.
Tuve deseos de gritar, pero decidí no hacerlo, aproveche la luz para observar todo a mi alrededor, había un candelabro en la pared de la derecha, que no pensé dos veces en encender; tres velas que iluminaron gran parte de la habitación. Era un lugar pequeño, con pocas cosas dentro, solo un sillón y el estante. Opté por seguir buscando en los cajones de este, encontrando más velas y otra caja de fósforos, no obstante estaba buscando algo más útil, como las llaves del picaporte; sin embargo en ese momento, la puerta se abrió.
— Veo que encontraste las velas… — pude observar como sonreía Elle — eso quiere decir que mi hermano tenía razón — se acercó a mí y me tomo el mentón — no obstante eso no quiere decir que yo tenga que decirle algo o no beber de tu sangre vidente.
— No sé por qué no has de dejado de llamarme como tal, pero no lo soy — aparté mi rostro con impotencia y le desafié con la mirada — no soy un objeto.
— Hablas como una niña en la revolución femenina ¡no seré tratada como objeto! Todos los humanos lo sois — en ese momento se detuvo y no supe que decir, ya que me observó con tanta ira que quedé paralizado de forma inmediata — para tu suerte, mi hermano ya se ha enterado de que tú estás aquí y de que sus resultados fueron los adecuados, y como resulta que no quiero crear una guerra… te llevaré ante él.
Misteriosamente, era Elle quien me causaba más pánico, Beyond no me resultaba tan cruel ni tan seco como podría llegar a serlo él, por lo que, que me dijesen que iría a ver a la persona que prácticamente me consoló en el bosque, me resultaba mucho más acogedor que estar encerrado en una habitación a la luz de las velas con un vampiro que ansiaba chupar toda mi sangre en cuanto me voltease.
En cuanto llegamos a la parte superior, observé lo que probablemente sería una sala del trono, una silla negra en el medio y el resto acomodadas alrededor, en un gran salón con piso de piedra y paredes del mismo material. Los candelabros iluminaban el lugar, apoyados en las paredes, con velas de color negro y llamas rojizas, mientras que a su vez, en todo el centro, había uno inmenso con más de 30 velas apoyadas en él. No pude evitar preguntarme como las encendían.
Beyond se levantó del trono y observé como Elle le hacía… ¿una reverencia? ¿Acaso Beyond era el rey del lugar? No pude evitar sentirme desconcertado, Elle siempre había sido un poco más atrevido a romper las reglas, pero al ver la forma en la que le respondía, supuse que ambos estaban al mismo nivel. Beyond se acercó a nosotros y dirigió su mirada a mí.
— ¿Conque es cierto? — preguntó mirando a su hermano, quien de forma casi inmediata asintió — no obstante, debo de cerciorarme — me tendió su mano y no supe que hacer, quizá debía besarla como hacían los nobles en esas épocas, o tomarla y arrodillarme, pero antes que hiciese algo, el procedió a quitarse los anillos — quiero que veas mi pasado, nuestro pasado, quiero que me digas que sucedió con este lugar.
— ¿Si se supone que soy un vidente, no solo debería ver el futuro? — Pregunté alterado — ¿Cómo esperas que vea algo que ya pasó?
— Si eres quien necesito, lo harás, verás lo que oculta mi familia, y si logras verlo, me aseguraré de que jamás vuelvas a alejarte de nosotros, después de todo, necesitamos volver a darle a esto lo que necesita, y solo tú podrás saberlo — me vi obligado a tomar su mano y rogué porque nada pasase, más no fue así.
Vi una habitación cerrada y caminé hacia ella, mis padres estaban allí, y mi hermano también, era idéntico a mí, solo que mis ojos eran rojos y los suyos negros. La escena cambió y esta vez estaba en medio de un patio, el árbol ya marchito brindaba acojo a mi hermano y a mí, ambos estábamos tomados de la mano mientras cada uno cumplía su hobbie, él leía un libro y yo resolvía una ecuación numérica, no quería que se alejase de mí.
La escena cambió nuevamente y en esta ocasión mi madre estaba en frente mío.
— El día ha llegado, la pelea comenzará en unos minutos Beyond, te deseo suerte —mi madre me dio un beso en la cabeza y yo hice lo mismo, podía calcular que tenía alrededor de 11 años, mi traje era de pelea.
Lo siguiente que supe era que estaba peleando con mi hermano, y que de un momento a otro, él estaba en el suelo y no yo, él estaba a punto de morir y no yo, el perdería y yo sería el rey…
Aparté mi mano con velocidad y ambos me observaron con firmeza.
— No he visto nada — intenté mentir — creo que no soy a quien buscan.
— No mientas vidente, tu rostro, tus expresiones, conoces mi pasado — mi mirada se posó en Elle y observé la marca en su cuello — sino no estarías observándonos así.
— Tu… tú le diste parte de ti a él… por eso él te debe la vida, de no ayudarle, ahora sería un vampiro… — no fue difícil deducir que querían de mí, y sin pensarlo, lo dije — quieres que te ayude a darle más esperanza de vida, crees que yo tengo la respuesta.