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Reparando la vida por Rukia Matsuoka

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Notas del capitulo:

¡Hola!

En verdad no puedo creer que se haya terminado la historia y en verdad lamento de demora, me tranque all escribir y... aparentemente hay veintiocho paginas en word...aunque no lo parace XD espero que eso lo recompense mas lo que agrege en el epilogo.

En verdad agradezco la fidelidad de todos ustedes al seguir la historia hasta aqui, a aquellos que siempre me dejaron un review con alentaciones, dudas y sugerencias que me ayudaron mucho, principalmente a aquella persona que me insto a alargar esta historia de tres capitulos a quince jajaja y tambien le agradezco a aquellos que se tomaron su tiempo en leer esta historia que tambien me hizo saber que les gustaba.

¡Gracias!

Naruto y sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto

Cinco años después…

Itachi y Deidara, quien tenía en su regazo al pequeño Kai de cinco años, se encontraban en una pequeña fiesta en el patio trasero del hogar de Haku celebrando el cumpleaños número doce de Yuki con su cabello y ojos negros, y dentro unos meses más seria el de Ryo y luego el del pequeño Kentaro resaltando su cabello rojo y sus ojos negros. Sasuke y Naruto se encontraban en el sofá de la sala, aun no podía creer que Naruto a sus quince años tuviese novio y nada más ni nada menos que Sasuke a sus dieciséis años.

El chico había tomado el valor de decirle frente a Itachi, Naruto y él; sobre sus sentimientos hacia el rubio adolecente.

—Estoy enamorado de Naruto—dijo en la sala, haciendo sonrojar al aludido—Por favor Deidara-San, acépteme como novio de su hermano.

Itachi sonrió al ver el acto de valor de su hermano menor pero, su sonrisa se borro al ver lo anonadado que se miraba el rubio mayor e incluso se preocupo cuando lo miro hiperventilar.

—Deidara ¿Estás bien? —Trato de tomarle de los hombros pero el cuerpo del otro comenzó a caer— ¡Deidara!

Itachi lo cargo de manera nupcial para llevarlo al patio trasero y sentarlo en una de las sillas campestres para que respirar aire fresco. Sasuke solo miraba asustado al rubio mayor, no había pensado que su proposición hubiese sido tan mala para la salud del otro.

—Lo siento…Ya estoy bien—Deidara susurro ahogadamente—No es que esté en contra de tus sentimientos Sasuke—Le dijo al ver la cara del azabache menor—Solo es que crecen tan rápido, no pensaba estar en esta situación—le hizo un ademan a Sasuke para que se acercara—Pero, eres un buen chico y sé que lo cuidaras bien—Le sonrió recibiendo un asentimiento por parte del otro.

Ahora, se imaginaba que debían estar haciendo cosas de novios dentro de la casa de Zabuza, al menos esperaba que  el otro no los encontrara en una posición demasiado incomoda en su propia casa.

Por otro lado, Ryo se encontraba sentado en uno de los columpios ,que acompañaban la decoración de aquel jardín, junto al cumpleañero conversando mientras que este sentía los escalofrió que le recorrían por la mirada calculadora e intensa que le brindaba Itachi.

Dirigió su mirada hacia Sai y Gaara, quien tenía de la mano a Kentaro, se había sorprendido al ver lo poco sociable que era el niño al ver a sus padres todos unos extrovertidos a más no poder. Además que sentía la inocente mirada de aquel niño sobre su pequeño Kai, su pequeño hijo era un doncel de cabellos negros y ojos azules y no discutía que podía llamar la atención. Y si no se equivocaba, había llamado la atención del joven Kentaro. No negaba que ayudaría al pequeño con su hijo pero, cuando Kai tuviese una edad adecuada para tener un novio y que este no fuese intimidado por Itachi, como este lo hacía con Yuki.

En eso se les acerco Sai y Gaara. Sai se sentó junto a Itachi para poder burlarse de él, mientras que Gaara comenzó a hablar con él sobre cualquier trivialidad. Hasta que tocaron el tema de la timidez de Kentaro a casi sus doce años.

—No sé porque es así—Dijo Gaara apachando a su hijo quien tenía un sonrojo en sus mejillas al sentirse observado por el pequeño Kai.

A Deidara le dio un tic en el ojo, al parecer podía comprender un poco el porqué   de lo introvertido de Kentaro, solo espero que Gaara le terminara de apretar las mejillas, restregar su mejilla con la otra y le dejara de abrazar.

—Gaara—Le dijo en un susurro para que los pequeños no le escucharan—Creo que mimas demasiado a Kentaro-Kun… ¿Sabes? El es un varoncito, así que debería jugar con carros de juguete o practicar algún deporte, lo tratas como a un…—El rubio callo al comprender algo— ¿Querías dar a luz a una niña o doncel?

Gaara le miro afligido. Su amigo tenía razón, trataba a su hijo como se trataba a una niña o doncel e incluso Sai lo trataba con ese cariño. Pero, en su embarazo nunca le importo el género de su hijo, solo quería darle amor y compartir muchas cosas con él.

—Yo…—La voz de Gaara comenzó a temblar—Amo a mi hijo como es…solo que no sabía que la manera en la que le expresamos nuestro amor fuese tan malo—sus ojos comenzaron a vidriarse—Yo no quería perjudicarle…

Deidara entro en pánico al ver las lágrimas de Gaara en medio de su llanto mientras abrazaba con fuerza y se disculpaba con su hijo asustándolo al ver por primera vez a su Oto-Chan con aquella actitud.

—Oto-Chan…—Trato de llamarle, hasta que Sai se les acerco.

—Gaa-Chan… ¿Qué pasa?

—Sai…Soy un mal Oto-Chan…

— ¿Qué…?

Sai solo miro a Deidara quien hacia ademanes de disculpa, no sabía que el de cabello rojo se pondría tan delicado.

Al final de la fiesta, Itachi salió con Ryo en brazos mientras este pataleaba por haber interrumpido su intima conversación con Yuki, y Deidara se despedía del festejado y familia quienes les veían con una sonrisa nerviosa.

En el auto, Ryo se la paso con un evidente puchero directo a su Oto-San y su Oto-Chan trataba de contentarlo hasta que llegaron a su hogar que estaba con las luces encendidas. Si bien sabían antes de salir del hogar de Zabuza es que, Sasuke y Naruto se habían retirado antes. Deidara acostó en su habitación a su hijo menor quien se había dormido el trayecto del viaje.

—Ryo, sabes que tu Oto-san lo hace por tu bien—Deidara seguía a su hijo que se dirigía a su habitación para encerrarse y no salir durante mucho tiempo.

— ¿Por qué lo hizo? ¡No estaba haciendo nada malo!

—No me levantes la voz, Ryo—Deidara le sonrió a su hijo, haciendo que a este le recorriera un escalofrió por la espalda— Entiéndelo, sabemos que Yuki es un buen chico pero, debes de preocuparte por tus estudios antes de una relación…

—Dei-Nii…—Naruto apareció por la puerta de la habitación de su sobrino pero algo lo detuvo.

— ¿Estudios? Trabajas como modelo y te casaste con Oto-Chan ¡No estudiaste nada!

Deidara se quedo helado en su lugar sintiendo las lagrimas acumularse en sus ojos. Lo único que supo Ryo después de decirle eso a su Oto-Chan, fue la fuerte cacheta que le había propinado su tío Naruto y le tomaba del cuello de la fina camisa blanca.

— ¿Crees que Dei-Nii trabaja como modelo porque así quiso? ¿Sabes lo que duele no cumplir el sueño de ser un profesional? ¿Sabes lo que es pasar hambre cuando no tienes a nadie que te ayude? ¿Sabes? ¡Deberíamos dejarte en la intemperie para que entiendas las decisiones que Dei-Nii tomo! —Naruto le soltó con brusquedad hasta dejarlo sentado en la gran cama color café.

Itachi entro a la habitación al escuchar los gritos de Naruto— ¿Qué pasa aquí…?—Miro a su hijo quien estaba temblando en la cama y luego miro a su esposo quien derraba lagrimas— ¿Qué…?

—Has mimado demasiado a tu hijo, Ita-Nii—Le dijo Naruto antes de salir de la habitación dejando al azabache mayor con sus dos amores.

Itachi solo escuchaba a su hijo susurrarle disculpas a Deidara una y otra vez mientras este solo se levantaba de la cama y salía de la habitación dejándolo solo con Ryo.

—Ryo…—Se sentó al lado de su tembloroso hijo— ¿Qué sucedió?

El aludido solo se mantenía mirando el suelo, no sabía que decirle a su Oto-San, ya que temía hacerlo enojar. Y sabia, que la mirada de su Oto-San cambiaba cuando se molestaba, lo había vivido cuando de pequeño su Oto-Chan le llevaba el almuerzo a la oficina y tenia reuniones importantes.

Itachi al ver que su hijo no contestaba, uso por primera vez lo que Deidara una vez le dijo que usara «Instinto paternal»

—Cuando Deidara era joven y Naruto un bebe, sus padres murieron y dejo de estudiar para cuidar de su hermano. Pero nadie quería contratar a un doncel de secundaria y sabes ¿cuál fue el único trabajo que encontró?

—El de modelo—Su hijo se había dignado a hablar.

Itachi negó—Deidara decidió mendigar en las calles…—Su hijo levanto el rostro para verle, comenzando un llanto. Itachi abrazo a su hijo—Fue cuando nos conocimos que, Deidara consiguió trabajo como modelo. —Itachi deshizo el abrazo para ver moquear a su hijo—cuando tenias siete años te empecinabas en demostrarme que serias un doncel inteligente, ahora deberás disculparte con tu Oto-Chan y demostrarle que puede estar orgulloso de ti—Ryo solo asintió—Pero, eso será mañana, todos están estresados el día de hoy.

Itachi arropo a su hijo y salió de la habitación. Suspiro, ahora debía de consolar a su esposo, solo esperaba que su método de consuelo no fuese rechazado o al menos que el rubio no se diese cuenta de sus intenciones.

Al entrar a su habitación, su rubio esposo no se encontraba en la habitación. Hasta que escucho unos sollozos en el baño. Así que como si nada entro encontrándose con Deidara hundido en la bañera dejando unir sus lágrimas con el agua enjabonada. El azabache sonrió comenzando a desvestirse y entrar junto a su esposo y hacerse espacio detrás de este.

—Ya no llores, Deidara—le abrazo—Acabo de hablar con Ryo y se ve muy arrepentido, estoy seguro que no te quiso decir eso, solo está cansado al igual que estamos todos… ¿Si?

Deidara se acomodo en el pecho de su esposo en asentimiento, sacándole una sonrisa lujuriosa al otro.

—No… Itachi…—dijo en un suave gemido al sentir una de sus manos viajar a su entrada.

— ¿Sabes? Deberíamos encargar a otro angelito…—le susurro al oído.

—Sabes que ya no estoy en edad para tener más hijos, Itachi…

Y después de pelear un poco con la decisión de tener otro hijo, Itachi pudo hacer el amor con su esposo con la condición de usar protección y tener una cita con su ginecóloga sobre tener otro embarazo.

Pasaron los días, y ahora la familia se encontraba en un incomodo desayuno. Deidara, Itachi y Sasuke sentían el ambiente pesado que había entre Naruto y Ryo, mientras que el pequeño Kai comía con tranquilidad e inocencia.

—Naruto,  no crees que ¿Ya es momento que tu y Ryo hagan las paces? —Deidara les sonrió a ambos alentadoramente.

Naruto dio un largo suspiro asustando a los presentes en el comedor por el choque de los cubiertos contra el plato y levantarse sin despedirse. Sasuke le siguió después de hacer una reverencia y salir tras Naruto.

Deidara miro afligido el lugar por donde habían salido los jóvenes y luego miro a sus hijos, el pequeño Kai le miraba asustado y Ryo mantenía su mirada en su desayuno. Suspiro y se levanto del comedor para acariciar los cabellos de sus pequeños. Habían pasado unos días desde que Ryo le había pedido disculpas por su comportamiento con él, y ahora guardaba un buen comportamiento, aunque no le agradaba en cierta parte ya que hablaba menos y casi no se le veía sonreír como antes.

—Cambien esas caras pequeños, si van así a la escuela se aburrirán más de lo normal—Deidara le sonrió a sus hijos con la esperanza que se calmaran.

—Pero tío Naruto se enojo…—Se escucho la adorable voz de Kai.

Deidara sonrió nervioso ideando una de sus mentiras piadosas—Nada de eso, solo que se le hacía tarde para la escuela… ¡al igual que a ustedes! —grito alarmado el rubio mayor al ver la hora en el reloj de pared.

Itachi se levanto del comedor para ayudar a sus hijos a acomodarse las mochilas mientras Deidara terminaba de preparar la lonchera de Kai ya que apenas había ingresado a su primer grado de primaria. Deidara se la entrego al pequeño para que luego, este corriera al auto de su padre, seguido de su hermano mayor. Por último, Deidara le dio su beso de despedida a Itachi mirándole suplicante, pidiendo ayuda sobre su hijo mayor. El aludido solo sonrió asintiendo y salió de su hogar.

~*~

—Oye dobe… ¿No crees que te pasaste en el comedor? —dijo Sasuke mientras entraban a la secundaria. Ambos habían insistido en que no era necesario que Itachi les llevara ya que no querían darle peso a su horario de trabajo.

Naruto solo ignoro a Sasuke para entrar a su salón y el otro al suyo ya que eran un nivel de diferencia. Ese día los amigos del rubio le miraban extrañado al no verle tan sonriente como siempre.

El rubio ya no sabía que pensar, se sentía demasiado molesto, su hermano mayor se comportaba como si nada con su hijo mayor al igual que todos. Suspiro irritado, ni siquiera cuando era un niño había dicho palabras tan hirientes a su hermano y mucho menos a alguien más. Cuando había pasado de los diez años, su Dei-Nii se encargo de contarle la verdad sobre la muerte de sus padres y la vida que había tenido el asesino, incluso a su edad había comprendido aquella situación. No podía entender el porqué aquel mocoso no comprendía el pasado de su propio Oto-Chan ¿No debería estar agradecido de tener la preocupación de sus padres en él? ¿De verdad ese mocoso llevaba su propia sangre?

Chisto fuerte llamando la atención de sus compañeros de salón, así que les mostro su rostro lleno de molestia haciéndolos ver hacia otro lado. La mayoría de sus compañeros se miraban aterrados, en realidad no le interesaba saber que tan mal se veía, solo quería que las clases terminaran para encerrarse en su habitación.

Al escuchar el timbre de la salida, tomo sus cosas y salió primero que los demás pero, sus intenciones de encerrarse en su cuarto se vieron canceladas por cierto azabache que le esperaba en la salida de la secundaria. Chisto de nuevo, y apresuro el paso para ser seguido de largo por el otro.

—Tus amiguitos me dijeron que has estado de mal humor todo el día—Sasuke se había enterado en la hora del receso como una de las sorpresas del día, según los compañeros del rubio.

— ¿Y? —respondió molesto, haciendo que el azabache guardara silencio. Naruto se irrito al no tener respuesta— ¿A quién le importa lo que digan de mi? ¿No tengo derecho a enojarme? —De nuevo recibió silencio—Solo déjenme en paz…—Dijo en un casi audible susurro, acelerando su paso aun mas.

Sasuke solo le analizaba, entendía que estuviese molesto pero, su enojo ya estaba comenzando a preocupar a los mayores de su hogar y comenzando a irritarle. Deidara ya tenía suficiente con el estar preocupado con el extraño comportamiento de Ryo como para también encontrar una solución a la molestia de Naruto.

Llegaron a su hogar y el rubio subió hasta su cuarto sin importarle quien estuviese dentro del hogar, igualmente seguido por Sasuke por la única diferencia que este si anuncio su llegada. Entro a la habitación de Naruto mientras que este le miraba sorprendido.

— ¡¿Qué haces?! ¡Sal de mi habitación!—Naruto se sonrojo tratando de sacar a empujones a su novio.

— ¿Qué te sucede? Es cierto que no he entrado a tu habitación en un tiempo por una condición de Deidara-San pero, no veo por qué te comportas así, esta igual que siempre…—Sasuke detuvo su frase al ver el bello sonrojo y temblor del labio inferior de su lindo doncel, y sonrió burlón— ¿En que estas pensando? Dobe pervertido.

Naruto iba a quejarse cuando los labios de su novio le callaron llevándolo lentamente hacia la cama para ser depositado en ella. La lengua del azache comenzó a pedir permiso de invadir aquella cálida boca.

—No, Sasuke…—gimió al sentir las manos de su novio colarse dentro de su camisa escolar blanca hasta llegar a masajear una de sus tetillas—Sasuke, detente, aun estoy molesto…—susurro en su fallido intento de alejar a su novio con sus débiles empujones.

— ¿Y? —Sasuke le miro serio para robarle cortos besos—Te hare sentir bien, además lo que haremos te relajara…mucho—El azabache sonrió lujurioso al enfatizar su última palabra.

—Pero…—Naruto trataba de encontrar cualquier excusa para detenerlo, era su primera vez y tenía miedo. Aunque sabía que por más que se peleara con Sasuke y se dijesen bromas pesadas, sabía que su novio no haría nada para lastimarle.

Sasuke le quito la camisa botón por botón para luego sacarle la camisa blanca de fondo que usaba cualquier estudiante. Y comenzó a devorar las tetillas rosas con leves succiones sacando suspiros del rubio.

—No…—Gimió Naruto mordiéndose su labio inferior tratando de amortiguar sus fuertes jadeos.

El azabache tomo de nuevo los labios de su novio para quitarse su camisa dejando su torso a la vista de su jadeante rubio. Naruto mordió aun más su labio al ver el fuerte pecho adolecente que tenía en frente, y sin poder evitarlo poso sus manos en él y trazar una caricia hasta la fornida espalda.

Sasuke aprovecho para quitarle el pantalón seguido de su ropa interior escuchando el pequeño gritillo de su doncel. El rubio entre medio de sus sonrojos frunció el ceño al verlo aun con ropa y comenzó jalando el botón del pantalón  y sacárselo dejando sorprendido al azabache quien sonrió y detuvo las manos del rubio al tratar de sacarle la ropa interior.

—Quien te viera, Naruto…—El aludido solo sintió un escalofrió al sentir el caliente aliento sobre su oreja. Intento reclamar pero Sasuke le cayó a besos—Da la vuelta…

Naruto le miro confundido a lo que el otro suspiro y con facilidad tomo su cuerpo para girarlo y elevar su cadera dejando su virgen entrada. El rubio se sonrojo abrazando la mullida almohada, trato de hablar pero sus sonrojo aumento al ver una de las manos del azabache abrir uno de los cajones de su mueble de noche, no podía creer que su novio supiese el lugar donde escondía «Esas cosas»

— ¿Cómo…?

—No soy sordo, Naruto. Mi habitación está al lado ¿Lo recuerdas?—dijo sacando el envase de lubricante untándola en sus dedos, recordando las noches en las que imitaba a su lindo novio cuando este hacia «cosillas» en su habitación y el no dudaba en «hacerlas» al no soportar escuchar sus adorables jadeos y sabía muy bien donde escondía aquel envase al escuchar los cajones abrir y cerrarse—Relájate Naru…

El aludido  no pudo negarse al escuchar cómo le llamaba con tanto cariño. Soltó un quejido de incomodidad al sentir el primer dedo en su interior mientras su novio se dignaba a moverlo, hasta que comenzó a sentir placer moviéndose al ritmo de las leves caricias. Sasuke sonrió e introdujo el segundo dedo, haciendo sus movimientos tratando de preparar aquella inocente entrada para recibirlo. Saco sus dedos al sentir el placer de su lindo rubio. Comenzó a buscar donde habían quedado sus pantalones para buscar en su bolsillo unos preservativos. El rubio al verlo estuvo a punto de preguntarle el porqué llevaba aquello pero el otro le interrumpió.

—No te preocupes Naru, tratare de no hacerte daño…

— ¡Ah…!—Se quejo de dolor al sentir a su novio adentrarse en el—No…Sasuke—Suplico en un susurro ahogado.

Sasuke frunció los labios al saber el terrible dolor que sufría su amado y termino de entrar en él en una estocada escuchando otro quejido de dolor. Se detuvo tratando de no moverse mucho, observando cómo su doncel escondía su rostro en la almohada, así que acaricio su cadera y se dedico a mimar aquel miembro tratando de distraerlo del dolor.

—Sasuke…—gimió Naruto moviendo las caderas indicando que estaba preparado.

El aludido asintió comenzando las lentas penetraciones, escuchando aun lo gemidos de dolor así que siguió estimulando el miembro de su doncel hasta que poco a poco aquellos gemidos se convertían en placer.

— ¡Ah! ¡Sasuke! ¡Mas! —Los fuertes gemidos y jadeos de ambos inundaron la habitación al cumplir los deseos de su doncel— ¡Sasuke…ya…!

El azabache sintió como era aprisionado por aquella cálida cavidad así que con rapidez y cuidado giro el cuerpo de su amor aumentado la velocidad de las embestidas deleitándose con la vista de su adorable doncel al borde del delirio.

— ¡Sasuke…!—Naruto sintió un escalofrió recorrerle la espalda para terminar correrse entre su vientre y el de su amado.

Unas estocadas más y el azabache también llego. Dejo pasar unos minutos para dejar a su lindo doncel recuperar el aliento para luego retirar su miembro y retirar el preservativo.

Se dejo caer en la cama para acurrucar a su lindo y cansado rubio quien aun no abría los ojos respirando entrecortadamente.

— ¿Por qué sigues molesto con Ryo?

Naruto abrió los ojos para aferrarse al pecho de su azabache—Por que el no aprovecha lo que tiene…—Sasuke enarco una ceja sin entenderle—Ryo no valora a sus padres, tu deberías de saberlo también—el rubio levanto el rostro para verle—El debería saber que otras personas desearían estar con sus padres a su lado—los ojos de Naruto comenzaron a vidriarse— ¿Por qué alguien como él si tiene padres y yo no?

Sasuke le abrazo mientras fruncía los labios de manera lastimera, ahora que lo analizaba con cuidado el rubio tenía razón en una parte como era los menores solo conocían a sus padres de fotografía pero, el chico era apenas un niño que estaba a punto de pasar a la adolescencia y el que cometiese errores con sus padres era normal, incluso estaba seguro que si sus padres aun estuviesen vivos hubiese pasado una situación similar a aquella.

—Pero, él ya aprendió la lección…—Sasuke le miro sonriente para regalarle un tierno beso—el chico está sufriendo los típicos problemas emocionales de un novato adolecente—Naruto le miro sin comprender—Ryo se encierra en su cuarto y si sale, se mantiene en completo silencio y con un aura deprimente—el rubio solo hizo un puchero y se aferro al pecho de su azabache para dormir—Solo perdónalo ¿Si…?

Sasuke no obtuvo respuesta ya que el rubio ya había comenzado a dormir. Suspiro, al menos tenía la esperanza de que le hubiese escuchado.

A la mañana siguiente, se levanto antes que Naruto ya que no podía correr el riesgo de ser encontrado por Deidara y romper la condición de no hacerle nada a su hermano menor hasta el matrimonio. A como pudo, limpio los restos de lubricante que su adorable rubio aun tenia y colocarle con cuidado, para no despertarle, el pijama.

Se tomo un baño y se preparo para la secundaria. Al bajar se encontró con la familia esperando a que Deidara terminara de preparar el desayuno. Su Nii-San estaba demasiado ocupado observando el trasero de su «Cuñado», Kai esperaba ansioso el desayuno removiéndose en su silla, sonrio al ver que el pequeño tenía un poco de la ansiedad de Naruto por la comida, y por ultimo Ryo, quien se encontraba sentado viendo sus piernas. Suspiro y decidió sentarse.

—Qué raro, Naruto aun no baja—Dijo Deidara mirando hacia las escaleras, ya que era el primero en correr para tomar el desayuno.

Un escalofrió le recorrió la espalda al escuchar al rubio mayor, tenía el presentimiento que Naruto no podría bajar y mucho menos tener las intenciones de levantarse de la cama, y si fuese así, estaría en problemas con su cuñado.

—Buenos días…—Entro Naruto con su uniforme y con una forzada sonrisa.

Sasuke comenzó a sudar cuando Naruto a penas lograba caminar recto. Deidara miro extraño a su hermano menor mientras Itachi solo sonreía y observaba a su hermano menor quien tenía una expresión de horror.

—Naruto… ¿Te sientes bien? —El aludido se estremeció por la pregunta de su hermano a lo que solo asintió y se dirigió a la mesa.

Deidara lo dejo pasar e intento colocarle el desayuno en el comedor a su hermano pero, se asusto al ver como Naruto pegaba un salto y demostraba una expresión de dolor. Intento preguntar de nuevo pero recibió la misma respuesta por parte del rubio menor.

Sasuke apenas podía disimular el temblor de su cuerpo, podía sentir la mirada de Itachi sobre él con aquella sonrisa burlona.

El desayuno empezó, y de nuevo se sentía la tensión de los donceles menores. Naruto comió su desayuno irritado, además de tener un terrible dolor de cadera por culpa de su insensible novio también debía de sentirse un poco culpable por el deprimente estado de su sobrino ya que, ahora podía ver el estado de decaimiento en el que se encontraba. Termino su desayuno y se levanto del comedor para colocarse al lado de su sobrino.

—Escúchame bien mocoso, porque solo lo diré una vez…—Deidara se levanto del comedor ya que no quería que su hermano menor hiciese sentir mal de nuevo a su hijo pero, Itachi le detuvo— Te perdono por lo que le dijiste a Dei-Nii sin embargo, eso no significa que aun este molesto contigo—Levanto una de sus manos para acariciar los rubios cabellos de su sobrino mientras le sonreía con ternura—Así que, deja de estar así de deprimido que no pareces de nuestra familia.

Ryo observo a su tío mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Todos observaban anonadados la escena de ambos donceles, hasta que sonrieron por la aparente reconciliación.

—y estoy seguro que ni Yuki-Kun le atraería un doncel con tal baja autoestima—La sonrisa de todos se borro al escuchar el comentario de Naruto, principalmente Itachi quien observaba el notorio sonrojo de su hijo mayor— Y si tu actitud no cambia…—La voz de Naruto se volvió profunda—me encargare de coserte una sonrisa en esa boca—Comenzó a reír sádicamente apretando con fuerza la cabeza de su sobrino.

—Tío Naruto, me lastima…—decía Ryo entre sonriente y adolorido mientras Deidara trataba de alejar alarmado a su hermano menor de su hijo.

Sasuke sonrio divertido por aquella escena y por la cara de molestia de su Nii-San al escuchar el nombre de Yuki, y Kai se carcajeaba al ver que su Tío Sasuke también se reía.

Después de separar a ambos rubios, se prepararon para salir a sus obligaciones y estudios.

—Así que mi hermanito ya es todo un hombre…—le dijo Itachi después recibir el beso de despedida de su esposo, disfrutando el sonrojo y horror del azabache.

Sasuke solo observo salir a su hermano y sobrinos mientras Naruto se adelantaba para llegar a la secundara. Estaba dispuesto a seguirle hasta que un apretón fuerte en su hombro le detuvo.

—Sasuke…—Se giro a ver a Deidara sin poder evitar el terror que le invadió, al ver aquella sonrisa terrorífica en su cuñado—Espero que «Ese dolor» que tiene Naruto, no sea lo que estoy pensando…

Sasuke sudo frio—Por supuesto que no, Deidara-San…—se maldijo internamente al escuchar su voz temblar.

Deidara le soltó aun sonriendo—Esta bien, confiare en ti… Que te vaya bien.

El otro asintió saliendo a toda prisa, sentía una pisca de culpa al traicionar la confianza que su cuñado depositaba en él pero, no pudo contra la tentación de tener a su novio en brazos…

~*~

Deidara se dedicaba a limpiar la casa mientras esperaba a que la hora de su sesión de fotos llegara, aun se preguntaba cómo aun era solicitado para modelar diseños juveniles considerando su edad, o mejor dicho, porque a su edad no lo habían despedido.

Suspiro, aun recordaba que el día anterior, había planeado con Itachi una salida al parque para mejorar la personalidad de su hijo pero había sido en vano, aunque no se quejaba ya que el pequeño Kai había disfrutado de los columpios, resbaladeros y comer algodón de azúcar y helado. Al principio le pareció una mala idea que su pequeño hijo consumiera esas cantidades de azúcar pero, considerando que era una de las pocas salidas que tenían lo dejo pasar, aprovechando que, tal vez su hijo mayor se dignara al menos a pedir al menos una cosa.

Y fue una total desilusión cuando apenas podían sacarle unos murmullos, y ni siquiera se inmuto por las cantidades de puestos de comida e incluso cuando le invitaron al pomposo algodón de azúcar, solo le miraban comer a duras penas. Al final el paseo solo ayudo a las caries y raspones del pequeño Kai.

Aunque aun no perdía la esperanza de recuperar la antigua personalidad de su hijo o al menos una parte gracias a las palabras «Alentadoras» de Naruto aquella mañana. Para ese día, Itachi tenía planeado una cena con la esperanza de levantar un poco de aquellas peticiones caprichosas llenos de lujos que tenia Ryo.

Sin embargo, había algo que le molestaba y era dejar a Naruto solo. Había percibido claramente el raro caminar y el misterioso dolor al sentarse de su hermano, aunque Sasuke se hubiese negado a su pregunta, sabía muy bien lo que había pasado, en realidad se sorprendía y en parte le molestaba que lo hubiesen hecho a tan temprana edad, al menos deseaba que se hubiesen cuidado. Ya hablaría seriamente con aquellos dos apenas recuperara un poco a su hijo mayor.

La hora de su sesión llego, se tomo un baño y se coloco la típica ropa de siempre, una camisa color olivo, unos pantalones de mezclilla negro y sus zapatos negros. Salió de la casa dejándola cerrada con llave.

Llego a la agencia y como siempre saludo a Hinata. Subió al piso donde era la sesión y apenas entro a la habitación fue directamente a maquillaje y peinado, y luego a vestir la ropa de invierno ya que pronto iniciaría esa temporada y los diseñadores estaban como locos tratando de llamar la atención de la clientela con sus diseños.

Minutos más tarde aparecieron Gaara y Haku quienes también fueron preparados e iniciaron la sesión después de él.

—Vaya, cada vez se siente más cansado trabajar—Suspiro Gaara, tomando una malteada en un pequeño restaurante al que decidieron ir después de la sesión.

—Aunque no lo parezca ya estamos viejos—Haku comento sonriente probando su rebanada de pastel de fruta.

—Lo peor es que nuestros esposos no lo comprenden—Deidara jugueteo con su helado de banana Split—La última vez Itachi me pidió otro hijo…

Los donceles acompañantes le miraron incrédulos—A nosotros también…—dijeron al unisonó.

— ¿Qué tal si nos embarazamos a la misma vez? —sugirió Haku, siendo observado por sus amigos—hicimos casi lo mismo con Yuki, Ryo y Kentaro.

Los donceles asintieron, si lo pensaban bien, no se escuchaba mal la propuesta. Terminaron de comer y se despidieron. Debía de llegar a casa y darles el almuerzo a los  menores de la casa.

Los primeros en llegar fueron sus hijos junto a Itachi quien comió rápido para regresar a trabajar. Luego llegaron su hermano menor y Sasuke.

—Naruto… ¿Me ayudas a lavar los platos? —Le pidió ayuda a su hermano menor levantando los platos del comedor.

El aludido solo asintió sintiendo un nudo en la garganta, esperaba que su hermano mayor no le dijese algo acerca de su «Raro» comportamiento aquella mañana. Así que se digno a secar los platos que Deidara lavaba y los colocaba en su lugar.

—Naruto…—Deidara le llamo la atención mientras seguía lavando—sabes que no te regañare por lo que Sasuke y tu hicieron pero, al menos quiero saber si lo hicieron con protección.

Naruto se sonrojo mientras asentía, haciendo sonreír a su hermano.

— ¿Sabes? Haku, Gaara y yo planeamos embarazarnos —Naruto se sonrojo mas—Aunque según mi ginecóloga, debo cuidarme más.

Naruto se mantuvo en silencio hasta que recordó algo—Dei-Nii ¿Alguna vez te has puesto caliente antes de hacerlo con Ita-Nii?

Deidara se sonrojo de sobremanera al escuchar la pregunta de su hermano, negando con rapidez. Siempre era Itachi quien lo convencía de hacerlo e incluso a veces se negaba rotundamente.

— ¿No crees que, Ita-Nii se sienta frustrado cuando le dices que no?

Por alguna extraña razón se sintió mal por negársele a Itachi, no es como si le desagradara tener un momento de intimidad con su esposo, es solo que aun teniendo esa edad se avergonzaba.

Le cambio de tema a su hermano para al menos planear una manera de recompensar aquel error que le hacía tener remordimiento. Y para eso aprovecharía aquella cena.

La tarde llego y preparo a como pudo a su pequeño Kai que, como cualquier niño, se movía para todos lados. Luego fue el turno de su pequeño razón de aquella cena, quien había estaba vestido con una ropa demasiado deprimente, recordaba que antes usaba sus pantalones ajustados con botas y camisas de alegre color, ahora vestía con una camisa de más holgada, unos pantalones de mezclilla azul que se notaba muy halagado y unos zapatos deportivos. Por alguna extraña razón le recordaba a como vestía antes de casarse con Itachi, aunque lo único que había cambiado era la talla de las camisas holgadas y los pantalones que habían disminuido en lo holgado de las piernas.

—Ryo… ¿Qué paso con tu otra ropa? —Deidara se acerco al guarda ropas de su hijo, encontrándose con una gran cantidad de ropa, extrañamente ordenada.

Al parecer su hijo se había dignado a arreglar el desorden que normalmente era su guarda ropa. Aunque lo extraño de aquella situación era la división de la ropa, aun lado apartado estaba la ropa que antes usaba y la otra parte era una pequeña cantidad de ropa que se parecía a la suya de joven. Así que saco una camisa sin mangas color roja, unos pantalones negros que debían quedarle ajustados y una botas negras con cordones rojos que parecían llegar hasta las rodillas.

— ¿Por qué mejor usas esto? Estoy seguro que te veras genial—Deidara le sonrio lo más convincente posible.

Ryo le observo sin ningún ánimo—Si Oto-Chan lo quiere…—Se comenzó a desvestir para colocarse la ropa elegida por el rubio mayor.

Deidara solo observo afligido a su hijo, al parecer todo lo que dijese el chico aceptaba sin rechistar. Dejo a su hijo vestirse en privacidad y se dedico a buscar su ropa. En una de sus anteriores sesiones de fotos, uno de los diseñadores había sido tan amable en obsequiarle uno de los diseños de estreno. Una camisa manga larga de botones a la medida con encaje en el cuello del mismo material de la camisa, un pantalón gris ajustado con decoraciones de zipper en el muslo y pantorrilla. Y debía de decir que le había gustado aquel regalo. Así que se dedico a vestirse y combinar el traje con unas zapatillas de doncel color negro.

Itachi llego a recogerlos quien se llevo una gran sorpresa al ver a sus lindos donceles muy arreglados, principalmente su hijo quien tenia tiempo de no vestir así y, de alguna manera impresionante la manera en la que su esposo vestía esa noche, era raro verlo tan sexy. Deidara observaba a su esposo quien parecía estar un poco cansado e impresionado. Rio a sus adentros al pensar que lo que tenía pensado para esa noche le quitaría el estrés.

Al llegar al fino restaurante, pudo sentir muchas miradas sobre ellos, por aquello es que no le gustaba vestir tan…elegante, llegaba a llamar demasiado la atención. Se sentaron en la mesa reservada, y pidieron el menú. De nuevo sentía un deja vu con aquellas pancartas, aun no entendía el porqué tanto adorno a la comida si al final lo que importaba era el sabor, la cantidad y sin olvidar el precio.

—Kai ¿Qué quieres comer? —le pregunto Itachi a su hijo quien veía junto a él el menú.

— ¡Quiero pastel! —grito emocionado sacando una sonrisa a sus padres.

—Eso será para la cena, cariño—Deidara miro enternecido el puchero de Kai— ¿Y tú, Ryo? ¿Qué quieres comer?

—Lo que sea está bien…—dijo en un susurro.

Itachi había visto cada movimiento de su hijo apenas entraron al restaurante, se había mantenido viendo al suelo y muy tenso. Así que pidió la comida para ellos, ya que sabía que Deidara se incomodaba leyendo los menús.

Cuando el camarero se fue suspiro y se dispuso a ver a su hijo—Ryo, debemos hablar sobre tu comportamiento.

Deidara miro a su esposo, se había adelantado al momento en el que debían de hablar con su hijo, y ese era después de haber degustado la comida y al menos su hijo se sintiera menos incomodo.

—No es normal que un niño de tu edad tenga esos problemas emocionales, tal vez a los catorce o quince pero, te falta mucho… ¿Hay algo que te hace sentir mal? —Continuo.

Deidara miro a su hijo levantar el rostro para mirarle ¿Acaso él hacía sentir mal a su hijo? El solo imaginarlo le había herido.

—Yo…—los ojos de Ryo comenzaron a vidriarse—No quiero hacer llorar a Oto-Chan…—Ambos padres le miraron sorprendidos, no esperaban esa respuesta.

Deidara sonrio, para luego acercar su silla a la de su hijo y darle un largo abrazo—Ryo, es normal que los hijos y padres peleen e incluso duren días sin hablarse pero, eso no quiere decir que no se reconcilien, para los padres los hijos lo son todo y viceversa.

—Además, es normal que los hijos pidan caprichos a sus padres…—Itachi forzó una sonrisa por lo que iba decir— Y soportar a las parejas de ellos.

Aquello hizo sonrojar a Ryo al saber a lo que se refería si Oto-San pero, se sentía feliz al saber que sus padres se preocupan por hacerlo volver a su Yo anterior, aunque no prometía volver a usar la ropa de siempre y a ser caprichoso ya que se sentía cómodo con la ropa que había conseguido y sentía que bastaba con lo que tenia. Hasta podría sentirse feliz al entender la indirecta de su Oto-San al aceptar su relación con Yuki.

Itachi y Deidara sonrieron al ver una sincera sonrisa de parte de su hijo mayor. El camarero llego con sus órdenes y se dedicaron a comer. Deidara se dedicaba a limpiarle la boca a su pequeño Kai cada vez que se ensuciaba. Después llego la hora del postre donde Deidara puso en práctica su plan, así que con inseguridad llevo una de sus piernas a acariciar una de las de Itachi quien le miro sorprendido. Sonrio seductoramente como le había aconsejado Gaara. Había dudado que su pie llegara hasta el otro lado de la mesa bajo aquello manteles blancos pero se había equivocado.

Itachi se sobre salto de su silla al sentir la leve caricia de la pierna de su esposo, se miraba tan sensual al verse de aquella manera tan insinuante que se negaría a creer que es su tímido Deidara quien le invitaba a perder la inhibición en ese lugar. Respiro profundo, debía de controlarse ya que estaba rodeado de gente muy fina y más importante, frente a sus hijos…

~*~

La cama rechinaba y con fuertes movimientos como las embestidas que recibía el doncel de cabello rojo.

—Sai… ¡Mas! —Gaara le abrazo con las piernas acariciando con gusto los músculos contraídos del pecho de su esposo.

El azabache cumplió el deseo de su caliente doncel aumento las embestidas deleitándose con sus gritos de placer. Gruño placentero al sentir la entrada de su Gaa-Chan contraerse y escuchar aquel glorioso gemido ahoga de su pareja. Unas fuertes embestidas mas y se corrió dentro de su lindo amor. Esperaban que esta vez no durara mucho embarazar a su lindo esposo.

—Tan erótico como siempre, Gaa-Chan—Sai le abrazo a su pecho acariciando las suaves caderas de su exhausto amor quien le regalo una dulce risilla— ¿De qué te ríes, Gaa-Chan?

—Hace unas horas, Deidara me llamo por teléfono preguntándome como llevar a la cama a Itachi—Sai le miro incrédulo para luego soltar una risotada levantándose de la cama— ¿Dónde vas, Sai?

—Debe de estar en medio de la acción, es mi oportunidad de molestarlo—Desnudo como si nada, busco su celular—Además tengo de mas para burlarme  de él en el trabajo.

Gaara hizo un evidente puchero al ver Sai más interesado en gastarle bromas a Itachi que mimarlo. Sonrio lujuriosamente—Que malo eres Sai-Kun…—agudizo su voz—Dejarme aquí solito en medio de esta noche fría y sin protección…—le dijo fingiendo tristeza mientras acariciaba su pecho y piernas.

Sai trago grueso al ver a su lingo Gaa-Chan como un tritón doncel en medio del mar de sabanas regalándose aquellas caricias y con su esencia entre las piernas. Así que dejo de buscar su celular para regresar a la cama hipnotizado por su esposo.

—Espero que esta técnica de seducción no se la hallas enseñado a Deidara…

Gaara se abrazo de sus fuertes hombros cuando le coloco con suavidad en la cama—No, esta técnica es solo para ti…

~*~

Zabuza llego del trabajo encontrándose con su esposo ayudándole a su hijo en el comedor en lo que parecía ser su tarea. Sonrio al saber que su hijo a temprana edad podía robar los corazones de niñas y niños donceles y, no podía estar más que orgulloso al saber que solo le era fiel a uno, aunque debía de reconocer que su hijo la tenia difícil al saber quién era el padre de aquel doncel al que era fiel.

—Ya es muy tarde para hacer la tarea, Yuki—le revolvió los oscuros cabellos—Mañana continuas…—le dijo ya que el día siguiente era fin de semana.

Su hijo asintió dándole un beso a su Oto-Chan y una reverencia de buenas noches a su Oto-san. Haku sonrio ante la rara comprensión de su esposo con su hijo, así que se levanto del comedor para servirle la cena.

—Deidara me pidió un concejo de cómo hacer el amor con Itachi teniendo la iniciativa—Haku reprimió una risa al ver como su esposo casi se atragantaba con la comida—Quería ser el que comienza la acción.

—Espero que no le hayas dicho lo que haces conmigo, Haku—Zabuza sonrio ladinamente mientras admiraba el leve sonrojo de su bello doncel.

—Solo algunas…no mucho en realidad…

Zabuza termino su cena para levantarse del comedor y levantar en brazos a su esposo. Ya que había hablado de sus pequeños secretos a la hora de hacer el amor debían de remplazarlos por unas nuevas fantasías.

—Espero que tengas nuevas ideas porque no repetiremos jamás las que el rubio sabe ahora…—dejo a Haku sentado en la cama mientras este le sonreía y se levantaba.

—Tengo una…—y se desapareció por el baño

Zabuza sonrio de nuevo al presentir un poco lo que su esposo hacia allá dentro y de solo imaginar que tenía razón, las inmensas ganas de entrar al baño y hacer suyo a Haku en la ducha le estaban ganando.

—Es este…—Haku salió del baño recargándose en el marco de la puerta.

Zabuza se deleito con el cuerpo de sus esposo adornado con aquellas medias junto a unos sensuales ligueros sujetos a unas bragas y a lo que parecía un negligé para donceles, debía de serlo al ver sus tetillas rosas adornado con aquellas fina y transparente tela; un sexy conjunto negro.

Haku se acerco a su esposo para sentarlo en la cama y subirse a piernas abiertas en su regazo—Ahora puedes hacer lo que quieras Zabuza…

El aludido acaricio las piernas encima de aquellas medias tocando levemente los ligueros y empezar a restregar su cadera con la de su esposo dejándole escapar unos leves gemidos. Beso los sedosos labios de su doncel para introducir su lengua en aquella dulce boca saboreando sus jadeos, bajo lentamente hasta su cuellos succionando con brusquedad aquella nívea piel hasta dejarla rojiza y se detuvo en el borde de aquel negligé. Miro a los ojos a su Haku lamiendo una de sus tetillas por encima de aquella fina tela disfrutando aquel rostro lleno de placer, estaba seguro que esa noche harían a su segundo hijo…

~*~

Al terminar la cena, llegaron a su hogar. Deidara dejo dormido a Kai a su habitación y también a Ryo quien al menos había sonreído algunas veces en el restaurante. Luego se dedico a revisar la habitación de Sasuke y luego la de Naruto sonriendo al verlos dormir en sus propias habitaciones.

Respiro profundo mientras dejaba que su sonrojo se apoderara de su rostro, ahora era el momento de continuar su plan de seducir a Itachi. Se la había pasado enviándole miradas sugerentes por el retrovisor del auto desde los asientos traseros. Sonrio borrando su sonrojo, ahora debía tomar su responsabilidad. Llego a la habitación para encontrarse con Itachi sonriéndole sentado en la cama.

—Ansió saber ¿Por qué has estado…? —Itachi no supo que palabras usar—Bueno, eso…—finalizo con una sonrisa.

Deidara sonrio un leve y casi invisible sonrojo apareció en su rostro, siendo percibido por el azabache. El rubio se sentó en la cama y le acaricio la mejilla, sonrio en sus adentros al recordar cómo le había jalado las mejillas cuando era más joven. Le beso con suavidad mientras desabotonaba el traje de Itachi.

El aludido se dejo hacer, era la primera vez que su rubio esposo hacia aquello y le estaba encantando, así que se digno a quitarle aquella sensual ropa que había llevado esa noche.

Deidara se dedico a acariciar aquella dura espalda introduciendo su lengua en la boca de su esposo sintiendo como este aumentaba el nivel del beso. Se alejo de él jadeando bajando por el cuello dejando leves zonas rojas hasta llegar a morder el lóbulo de la oreja.

Itachi sintió un escalofrió recorrerle la columna y se maldijo internamente, en realidad apreciaba el intento de su esposo de comenzar su sesión de amor pero, aquello le había excitado de sobremanera. Lo tomo de las caderas y lo tumbo en la cama.

—Itachi…espera…—Deidara trato de detenerlo pero, Itachi se dedico a besarle con pasión

Haku le había comentado que algo así podía pasar y lo que podía hacer era dejarse hacer por su esposo hasta que sintiera que tenía la oportunidad de poder continuar con su plan.

— ¡Ah…!—gimió al sentir como una de sus tetillas era succionada con fuerza—Itachi…

El aludido bajo dejando rastro de sus besos con aquellas marcas rojas hasta que llego al borde del pantalón. Con maestría termino de desnudar a su doncel para luego sacar el lubricante de los cajones.

— ¡Itachi…!—gimió al sentir los dedos de su esposo prepararle y fue cuando el azabache coloco su miembro en su entrada que cambio de lugares dejando impresionado a su pareja—Esta vez lo hare yo…Itachi.

Deidara no pudo controlar la fuerza de sus sonrojos y lo mostro dejando a Itachi extasiado con su esposo encima de él con aquel hermoso tono color rosa en su rostro. Deidara coloco aquel miembro en su entrada y comenzó a bajar con lentitud.

— ¡Ah! —gimió al sentir como Itachi le tomaba de las caderas y le hacía bajar de un tajo.

—Puedes moverte, Dei—Itachi acaricio las tetillas rosas mientras sentía la fricción que se creaba por los lentos movimientos del doncel—Lo siento Dei pero, creo que estoy muy ansioso…

Deidara no entendió el comentario hasta que sintió como era abrazado e Itachi empezaba a embestirlo con fuerza. Los gemidos y jadeos inundaron la habitación hasta que Deidara sintió las convulsiones de su cuerpo llegando al éxtasis.

Itachi sintió la estreches de su esposo y aumento las embestidas hasta correrse en el interior de su esposo. Se dejo caer en el cuerpo de su doncel, esa noche se le antojaba dormir en el pecho de su lindo rubio.

—Itachi…no me dejaste hacer nada—Deidara somnoliento le comenzó a acariciar los cabellos.

Itachi sonrio—Creo que me emocione demasiado, es la primera vez que tomas la iniciativa.

Deidara sonrio, ahora solo debía de esperar a embarazarse, aunque no tenía ninguna duda que eso se haría realidad. Había pasado por tanto, de solo recordar su adolescencia afirmaría que su presente fuese solo una ilusión, su vida se había quebrado como un espejo y gracias a Naruto, a Itachi y a sus amigos comenzó a repararlo con el tiempo. De solo recordar podía sentir sus ojos llenarse de lagrimas.

—Deidara ¿Qué te pasa? —Itachi se extraño al verle derramar lagrimas, el temor de haberlo lastimado le invadió.

—Es solo que…— Se seco las lagrimas—no me imagine ser tan feliz…el pensar que podía pasar lo mismo que pasaron Madara y Hashirama…—Deidara se cayó al saber lo que dijo.

Itachi frunció el ceño enarcando una ceja— ¿A qué te refieres con eso?

Deidara no lo podía creer, eso no le podía estar pasando, había pensado en nunca decirle sobre lo que le había contado Madara y ahora había arruinado su plan…y en el momento menos indicado.

—el día que di a luz a Ryo…—Deidara miro nervioso al serio de Itachi—Madara me dijo que fue un empresario de la competencia quien había mandado a matar a Hashirama para hacerlo decaer en los negocios y luego el suicidio de Óbito que causo la muerte de su esposa cuando Madara trato de quitarle el arma, al tocar el arma todo apuntaba hacia él.

Itachi se revolvió los cabellos frustrado—En caso que esa fuese la verdad… ¿Por qué mato a nuestros padres? —Itachi estaba a punto de gritarle aquella pregunta pero, sabia de las peleas que habían tenido antes acerca de ese tema no habían salido bien.

Deidara sabía que llegarían a esa parte y el contestarle era lo más difícil ya que dudaba si le podía creer o al menos comprender el porqué Madara se había convertido en asesino.

—Si yo hubiese sido asesinado por un empresario de tu actual competencia y Ryo se haya suicidado, suponiendo que Kai no existe… ¿Cómo hubieses reaccionado? —Deidara miro a su esposo que al parecer comenzaba a molestarse—Itachi, no te pido que creas que la razón por la que hizo eso sea justificable, solo que al menos entiendas lo que lo llevo a hacer eso, mira a Ryo, en una pelea se deprimió demasiado, los humanos somos más sensibles con los sentimientos más de lo que…

Deidara fue acallado por un beso de Itachi. El azabache se alejo de él para apretarlo en un abrazo…

—Entiendo lo que dices…—Itachi sonrio lastimero acariciando su mejilla—Pero puede que dure mucho tiempo para que lo perdone…—Itachi pego su frente con la del rubio—Te amo, Deidara.

—También te amo, Itachi…

Deidara sonrio abrazando a Itachi. Había reparado su vida y la de su hermano menor, había hecho buenos amigos que lo hacían reír y avergonzarse, tenía un trabajo que le hacia reír a veces y le hacía pasar momentos bochornosos y… Ahora tenía una familia y se encargaría de estar todo el tiempo pendiente de ella hasta que sus hijos y su pequeño hermano decidan crear una vida…

Notas finales:

¡Hola! De nuevo.

¿Que les parecio?¿Mucho amor?¿Mucho Ryo deprimido?

En realidad no se como describir las zapatillas para doncel...supongamos que son los tipicos zapatos bajos que las mujeres usamos sin embargo menos femenino XD

Y ni siquiera se si existen los tritones donceles...creo que me traume con el segundo ending de Free! y su Haru sirenito jajaja

Gracias por llegar hasta aqui, espero que no se olviden de mi ya que regresare con una nueva trama que espero que les guste XD

y como siempre

Les agradeceria un review...¿Si? Eso hara mas rapido mi regreso :D

Nos vemos en mi proxima historia (n.n)/


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