— ¿Estás seguro que no llegaras tarde?—Deidara se encontraba en el departamento de Itachi con Sasuke y Naruto muy adormilados pero bien arropados por el frio de la mañana, era de esperarse que los niños no quisiesen levantarse después de todo era sábado.
—Sí, hoy tengo una reunión hasta más tarde así que, descansare un poco—Itachi los empujo hacia la puerta—que les vaya bien y regresa pronto—Itachi tomo a Deidara por la espalda tomándole de la cintura susurrándole para luego darle un rápido beso en la mejilla y sacarle rápido de la casa.
Deidara escucho el portazo a sus espaldas mientras que los dos niños le miraban sonrojados e ilusionados. Trato de ignorar todo lo sucedido en un intento fallido de borrar su sonrojo y comenzó a caminar con los pequeños hasta la agencia.
En unos cuantos minutos llego al gran edificio, entro con los niños que se emocionaron al sentir el aire acondicionado. Cuando llego a la recepción para saber donde seria la sesión, una muchacha de cabellos negro muy largo de mirada gris le informo, sin embargo lo detuvo.
—Lo siento pero los niños no pueden entrar—le dijo con timidez.
— ¡¿Qué?!—Deidara se desesperó, no podía regresarlos se le haría tarde además no quería dejarlos solos.
— ¿Qué pasa Hinata?—Un chico de cabellos rojos y ojos turquesa con el kanji de la palabra amor a un lado de su frente, entro al edificio.
—Él es el nuevo modelo trajo a dos niños pero… no pueden pasar.
El chico miro a Deidara y se acerco —Así que tu eres el novato—le miro de arriba abajo para luego extenderle la mano siendo recibido por el otro—Soy Sabaku no Gaara y te recomiendo que si vestirás así—refiriéndose a la camisa gris con pantalones negro y zapatos del mismo color—elijas colores más alegres parece que iras a un funeral—Gaara rio divertido por el limpio sonrojo del rubio—Hinata ¿puedes cuidar a los niños solo por hoy?
La chica medito por momentos pero al final asintió, Gaara tomo de la mano a Deidara llevándolo donde seria la sesión de fotos después de todo él también haría la misma sesión.
Cuando llego y se presento ante todos. Un grupo lo tomo a él y otro a Gaara, según había escuchado en una conversación del estilista con el encargado del vestuario, la sesión trataba sobre unos kimonos pero Gaara sería el que llevaría el principal ya que el kimono era acompañado de las joyas que sería vendido con ellas incluidas.
Cuando estuvo listo se sintió un poco pesado pero al verse sonrío al ver lo guapo que se veía incluso el peinado le había gustado mucho era una coleta alta que tomaba la mitad de su cabello mientras que la otra parte caía como cascada junto con su clásico flequillo, de nuevo no le habían hecho nada con aquel mechón de cabello que cubría uno de sus ojos, el kimono era azul y el maquillaje de sus ojos también.
Al contrario de aquel casting, fue el primero al que fotografiaron, estaba tan concentrado en posar y que no cayera algún accesorio del kimono que no le dio tiempo de avergonzarse, mucho menos sonrojarse, siendo un éxito ya que fue felicitado por Kakashi, al parecer él trabajaba ahí.
Su grupo se encargo de quitarle todo mientras observaba como Gaara modelaba el kimono con las grandes cantidades de joya, el kimono era más lindo que aquel que había modelado, era rojo con tonos dorados y las joyas se veían carísimas.
Al terminar no pudo evitar gritarle a Gaara lo genial que se veía, incluso lo hizo sonrojar. Bajaron juntos hasta llegar a recepción recibiendo de la chica que cuidaba de los niños un sobre con su siguiente sesión de fotos y pago, encontrándose a los niños sentados en unos asientos, sonrió al verlos que estaban de lo más aburrido.
— ¿No hay una forma para que ellos me acompañen a la sesión?—Detuvo a Gaara del brazo, no quería llevarlos siempre a las sesiones si iban a estar así de aburridos
Gaara se quedo pensativo—Se puede o eso creo—sonrió al ver el gesto ilusionado de Deidara—Pero, solo si logras convencer a Zabuza Momochi, el es el gerente de la agencia y digamos que manda más que todos los trabajadores incluyendo al jefe—rio divertido.
Gaara le dijo donde encontrar al gerente, aunque aun se preguntaba si él era el encargado de darle el permiso. Volvió a correr encontrándose con el dilema del ascensor y las escaleras. Gaara solo rio divertido al verlo correr por las escaleras, para la próxima sesión le enseñaría a usar el ascensor.
Deidara sonrió al llegar al piso sin ni una gota de cansancio, que bueno que tenía mucha resistencia física. Iba a tocar la puerta pero unos sonidos extraños detrás de esta lo hicieron detenerse, eran tan raros que al escuchar algo lo hizo sonrojar.
~*~
— ¡Ah! ¡Zabuza me voy a…!—Un chico de piel nívea y cabellos negros largos no pudo continuar al llegar al orgasmo mientras su pareja lo seguía embistiendo con rapidez hasta que él también llego.
Zabuza, un hombre de piel morena y cabellos negros sostuvo el cuerpo cansado de su prometido quien estaba sentado sobre él, salió con cuidado retirando el preservativo tirándolo al cesto de basura al lado del escritorio y abrazo con ternura el cuerpo menudo de su «Niño» como le llamaba el.
—Zabuza, me prometiste que ya no lo haríamos en tu oficina—Su niño se separo un poco de él para verle el rostro mientras que Zabuza se encogía de hombros.
—Eso lo hubieses pensado Haku, antes de traerte esos short tan corto—le dijo mientras que el aludido se levantaba de su regazo, se colocaba la ropa interior, los short que tanto habían «Tentado» y finalmente amarrar su cabello en una moña.
Haku le sonrió y le dio un beso corto antes de salir de la oficina. Al bajar por el ascensor hasta recepción se encontró con Gaara que por extraña razón se carcajeaba de un chico de cabellos rubios que estaba muy sonrojado.
~*~
Gaara estaba mirando a uno de los niños, el azabache menor quien le parecía conocido, iba a hablar con él pero el ruido de pasos rápidos por las escaleras le hizo voltear hacia el lugar topándose con la imagen de Deidara sonrojado y agitado, si bien no recordaba debía a hablar con Zabuza acerca de los niños entonces recordó que había algo inevitable que siempre pasaba para los novatos como el rubio e incluso él paso por ello.
Deidara se acerco a él con una cara de asustado que le hizo reír a carcajadas mientras que este le miraba confundido y sonrojado.
— ¿Qué paso?—se calmo un poco pero aun riendo.
Deidara bajo la mirada avergonzado—Escuche ruidos «Extraños».
Gaara le miro divertido— ¿Qué clase de ruidos «Extraños»?—Volvió a carcajearse al ver a Deidara cubrirse el rostro con las manos y negar desesperado—Tranquilo, se a que ruidos te refieres, sabía que esto te pasaría pero no tan pronto—el rubio le prestó atención confundido—Ese era Zabuza haciendo «Cositas» con su prometido… ¡Oh! De hecho ahí viene—Deidara se giro encontrándose con un… una… ¿Era doncel o una mujer?
Gaara saludo a aquella persona y le hizo un ademan de que se acercara—Haku, el es Deidara el novato; Deidara el es Haku y sí, es un doncel.
Ambos se saludaron, Deidara estaba impresionado con la belleza de aquel doncel, podía asegurar que era el doncel más hermoso que había en ese lugar.
Gaara le dijo que Haku era el doncel mas pedido para la publicidad de las empresas de cosméticos, a todos les encantaba el cutis de su rostro. Todo iba bien hasta que Gaara menciono el motivo por el que estaba incomodo cerca de Haku.
—Oh… Cuanto lo siento, te hice pasar mal momento—Haku se disculpo avergonzado—Zabuza había prometido que no lo volvíamos hacer en su oficina.
—Si claro, aunque lo prometiera no lo cumpliría, sabes que si quisiese te haría esas «Cositas» en medio de la calle para que sepan que ya tienes dueño—Haku y Deidara se sonrojaron, si pudiesen ser como Gaara que decía ese tipo de cosas sin vergüenza.
Deidara se dispuso de nuevo a ir a la oficina de Zabuza, Haku ya no estaba ahí así que no había problemas o eso creía cuando Haku se apunto a acompañarlo no se pudo negar, no quería ser grosero.
Haku rio divertido al decirle que no se fiaba de esos ascensores y es por eso que quería subir por las escaleras. Haku le insistió en enseñarle como usarlo y Deidara le siguió resignado. Le enseño como se usaban los botones que había en un tablero y cuando las puertas se cerraron se sintió nervioso y casi cae por un mareo que le hizo sentir el movimiento del ascensor.
—Ese mareo es normal, con el tiempo te acostumbraras—Eso le había dicho Haku después de salir del ascensor.
Haku toco la puerta escuchando un «Pase» detrás de ella. Al entrar poso la vista en aquel hombre que miraba de manera «extraña» a Haku, saltando del miedo al ver que su vista se posaba en él pero esa mirada era de molestia hasta parecía que se pararía del escritorio para golpearlo.
— ¿Qué se te ofrece? Y directo al punto—El hombre puso toda su atención en el.
—Quería un permiso para que dos niños me acompañen mientras hago la sesión de fotos—Deidara sentía como sus piernas le temblaban pero, debía fingir estar tranquilo.
— ¿Dos niños? ¿Eres un doncel?—Deidara asintió y Zabuza relajo su rostro calmando los nervios de Deidara, fijo su mirada en Haku quien le sonreía.
—No es su madre, él cuida de ellos, además son tranquilos, al parecer se la han pasado todas estas horas en la recepción—dijo Haku al ver que su prometido había malinterpretado la parte de los niños.
Suspiro—Está bien pero, procura no molesten a los encargados—le vio escribir, firmar y sellar unos papeles y le entrego uno.
Deidara se despidió junto a Haku, quien reía de la actitud de su prometido hacia el rubio, siempre se ponía a la defensiva cuando alguien se acercaba a él, lo único que lo tranquilizaba era que todos los que le rodeaban fuesen donceles y mujeres.
Al bajar se encontraron con Gaara con el ceño fruncido, ambos se miraron ya que cuando lo habían dejado aun se estaba riendo del rubio.
— ¿Qué relación tienes con Itachi Uchiha?—le dijo Gaara cuando estuvo su lado.
Deidara le miro sorprendido—Cuido de Sasuke mientras trabaja—Gaara y Haku se miraron entre sí— ¿Qué pasa? ¿Acaso lo conocen?
—De hecho si pero es extraño—le dijo Haku—Hubiese sido un escándalo en la entrada cuando Itachi te vino a dejar—Deidara negó.
—Pero ¿Por qué no te vino a dejar? si trabaja tan cerca—Deidara miro confundido a Gaara.
Haku y Gaara le señalaban hacia afuera del edificio, así que salió con Sasuke y Naruto de las manos, de hecho ya se tenían que ir, lo que no se espero ver fue un edificio más grande que la agencia y en la lujosa entrada el rotulo de «Uchiha» y el abanico pai pai debajo de las grandes palabras. Había estado en shock por tanto tiempo que no noto el auto negro en donde salía el azabache con su traje.
Deidara salió de su asombro al escuchar una voz cerca de él, lo que no se espero fue ver el rostro de Itachi cerca del suyo mirándole fijamente. De un salto se alejo del el dejando a Haku y a Gaara sorprendido, cualquiera que estuviese así de cerca del azabache, sea doncel o mujer se le hubiese tirado encima pero el rubio hizo todo lo contrario.
—Hola Nii-San—Sasuke se acerco a su hermano con la esperanza que lo notara.
—Hola Sasuke—Itachi le mostro una leve sonrisa, haciendo que el menor se conformara con el simple saludo.
Por otro lado Deidara tenía un tic en el ojo ¿Qué clase de saludo era ese? Y sin más solo se acerco a él para darle un manotazo en la cabeza al elegante azabache.
—Saluda bien a Sasuke ¿Quién en su sano juicio saluda de esa manera su hermanito?—de manos en la cadera reprendió a Itachi, dejando a todos sorprendidos, hasta que una risotada le hizo salirse del tema.
—Que bien domado te tienen, Itachi—Zabuza estaba saliendo del edificio apreciando toda la escena.
—Cállate, a ti también—Zabuza sonrió divertido al ver que el azabache no lo había negado, mientras este se regocijaba en su vergüenza al darse cuenta.
—Bueno, ya me divertí mucho así que…Haku vamos a almorzar—Zabuza tomo la cintura de su niño con posesión llevándolo al restaurante donde comerían mientras que el aludido hacia un ademan despidiéndose.
Deidara busco a Gaara para preguntarle la hora, al parecer era tiempo del almuerzo pero necesitaba saber si aún le quedaba tiempo para llegar al departamento y prepararles la comida a los pequeños que al escuchar la palabra «Almorzar» le brillaron los ojos tomándose la barriguita. Deidara rio nervioso al encontrar tan alejado a Gaara casi estaba escondiéndose detrás de la masetero con una planta muy grande.
—Gaara ¿Qué…?—pero un viento que paso cerca de él, lo callo.
— ¡Gaa-Chan! ¡Hoy te vez más lindo que ayer!—Sai se le tiro encima a Gaara, literalmente. El pobre aludido a penas podía alejar un poco del apretado abrazo de Sai.
—Bien—Itachi llamo su atención—Creo que aun me falta un poco para mejorar, como hermano—le miro rascarse la nuca avergonzado— ¿Qué tal si los llevo a almorzar? Creo que los niños tienen hambre, y no creo que llevarlos caminando hasta el departamento no sea buena idea.
Deidara miro a Naruto y a Sasuke quienes le miraban ilusionados a que aceptara, suspiro y asintió, como negarse a esas pequeñas criaturas, tomo a Naruto para cargarlo pero detuvo a Itachi y a Sasuke quienes se dirigían al auto.
—Iremos caminando, así que carga a Sasuke y llévanos al lugar—espero con fingida molestia porque, esa era la única manera que Itachi le obedeciera, hasta podía reír al sentirse como mama gallina y sus pollitos.
Itachi miro a Deidara y luego a Sasuke quien le miraba confundido. Sin esperar más tomo a Sasuke en brazos quien dio un respingo al sentir a su hermano abrazarle y alzarlo en el aire.
—Ya que Itachi por fin se resigno a cargar a Sasuke ¡Vamos a comer! —apareció Sai con Gaara tomados de la mano, este ultimo mirado a cualquier lado con tal de esconder su sonrojo.
Itachi suspiro y comenzó a caminar guiándolos hacia el restaurante, al parecer su primo tenia los mismos planes que él así que, lo tomaría como una simple cita doble. Casi llegaban al lugar aun así, siguió mirando de reojo a Deidara quien venía entretenido con Naruto quien le señalaba cualquier lugar impresionado. Sonrió enternecido al ver a Sasuke escondiendo su carita en su hombro avergonzado, así se la había pasado desde que lo cargo, no se sorprendería que estuviese dormido.
Al llegar al restaurante, los hermanos Namikaze se sorprendieron al ver el elegante lugar, no sabían que para comer necesitaban tantos lujos pero, daba igual, lo único que querían era meter comida a su estomago. Se sentaron en una mesa y todos quedaron sorprendidos al ver el gran estomago que los rubios cargaban, habían pedido solo los platillos que le parecían deliciosos por las fotos que aparecían en la pancarta ya que los demás solo eran los nombres de comidas que ni siquiera sabían que existían.
En todo el almuerzo se la pasaron riendo de cómo Naruto y Sasuke peleaban por la comida pero Deidara noto que Gaara no había hablado en todo el camino y menos en el restaurante, solo se había limitado a comer, iba a hablar con él pero un apretón en una de sus manos le detuvo, miro a Itachi que estaba a su lado le hizo un ademan que no dijese nada y dudoso asintió.
Al terminar de comer, Sasuke y Naruto se miraban satisfechos y cansados, Itachi trato de convencer a Deidara que los llevaría en su auto al departamento pero Deidara se negó y al ver que cargaba a los dos niños que se acomodaron en los hombros del rubio mayor para dormir, se despidió de ellos derrotado.
Así que cada quien se fue por su lado pero, Deidara estaba seguro que para la próxima sesión de fotos que sería dentro de dos semanas hablaría con Gaara.