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Reparando la vida por Rukia Matsuoka

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Notas del capitulo:

¡Hola! Aqui esta el capitulo recien salido de Word XD

Espero que les guste

Naruto y sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto.

Itachi leía, firmaba y sellaba papeles, hacia algunas cuentas o tenia reuniones que podían durar todo el medio día. Así era su vida desde que Madara había asesinado a sus padres frente a Sasuke.

Aun recordaba, tenia veintiún años cuando el simplemente llegaba de la universidad para encontrarse con la escena en la que su tío intentaba matar a su hermanito de dos años quien trataba de huir de la cama pero los barandales de esta no lo dejaban ir. En un impulso noqueo a su tío con lo primero que encontró cerca de la puerta. Se aseguro que estuviese inconsciente y se dirigió hacia Sasuke quien ni siquiera lloraba de la impresión hasta que un olor extraño llego a su olfato, al llegar a la cocina se encontró con los cuerpos de sus padres, habían sido degollados y ahí fue cuando el caso de Madara Uchiha comenzó…

Se recostó en su escritorio y suspiro, no sabía porque recordaba esas cosas, tal vez porque el rubio que de seguro está cuidando a su hermano menor fue víctima de su tío. Volvió a suspirar, desde aquel «Intento fallido de cita» Deidara no ha parado de pedirle explicaciones del porque Gaara se comporto así en el restaurante pero, aunque quisiese no era su deber decirlo lo único que le había dicho es que Gaara y Sai eran parecidos.

Y dejando de lado esa situación, estaba su relación con ese rubio, cada vez que le invitaba a salir aunque fuesen con los niños él se negaba e incluso se mantenía alejado de él, eran raras las veces que se acercaba. No recordaba haber hecho nada mal a excepción del día que  fue a su casa con el objetivo de la deuda, que estaba seguro que se había comportado como un patán. Llamaron a su puerta y dio la autorización de pasar.

—Bien… ¿preparado para pagar las deudas con los accionistas?—Sai entro con su sonrisa burlona, a lo que Itachi asintió, levantándose de la silla— ¿Estás seguro de pagar esa cantidad de dinero por Deidara?

Itachi asintió de nuevo saliendo de la oficina. Sai suspiro siguiéndolo, su primo le había dicho lo curioso que había estado el rubio toda la semana después de su salida al restaurante, había estado extrañado sobre la actitud de Gaara pero ni siquiera él como «Su novio» autoproclamado, podía darle esa información a alguien a menos que, el mismo Gaara se lo diga si es que lo considera un verdadero amigo, aunque él solo sabia una pequeña parte de su pasado y estaba seguro que Gaara le había ocultado la parte más importante.

Al entrar a la sala de reuniones el aire pesado se dejo sentir, se preguntaba como su primo podía resistirlo, suspiro de nuevo al ver el rostro serio y frio del aludido ahora lo recordaba, nadie en su sano juicio retaría aun Uchiha y menos si este le miraba con esos ojos. Volvió a suspirar, de tanto hacerlo se quedaría sin aire pero, esa reunión sería muy larga…

~*~

Había pasado una semana y aun seguía preocupado por la forma de actuar de Gaara en el restaurante. Además, estaba molesto con Itachi que no le dijera nada como si no confiase en él y solo se dignara a acosarle, desde que le robo su primer beso, porque aunque hubiese sido cortó no dejaba de serlo, lo evitaba y se acercaba solo para comentar algunas cosas que necesitaba Sasuke o para la limpieza del departamento.

Mientras Naruto miraba la televisión y Sasuke estaba en el jardín de niños, termino de cocinar el almuerzo que estaba listo esperando la llegada del pequeño Uchiha para comer juntos y se preparo para limpiar el departamento.

Él limpiaba cada rincón del departamento pero, siempre se topaba con uno de los cuartos cerrado con llave, el cuarto de Itachi; excepto ese día, se sorprendió al girar el pomo de la puerta que se abrió fácilmente. Entro con cuidado encontrándose con una habitación normal pero, en la mesilla de noche que estaba al lado de la cama tamaño matrimonial se encontraban muchas fotos. Se acerco a ellas como el curioso que era y sonrió enternecido al verlas de cerca, la mayoría de ellas se encontraba Itachi cargando a un Sasuke bebe pero, la que más le llamo la atención fue la foto donde se veía toda la familia reunida pero eso no había sido lo que le había llamado la atención, Itachi  cargaba a Sasuke pero estos ya habían crecido y tras ellos estaban los que parecían ser sus padres pero…sus ojos, los de Itachi y los de sus padres eran rojos mientras los de Sasuke eran negros, acaso…¿Sasuke era adoptado?

—Así que aquí estabas—brinco del susto al escuchar la voz de Itachi. Se giro para encontrarse con el azabache quien le miraba recostado en el marco de la puerta.

—yo… ¡Lo siento! No pude evitar entrar a tu habitación…—dijo nerviosos a que Itachi se molestara.

Itachi sonrió conmovido mientras se acercaba—No te preocupes, puedes entrar cuando quieras— se detuvo frente al él.

—Si puedo entrar cuando quiera ¿Por qué siempre está cerrada?—Hizo un adorable puchero y se sonrojaba por la cercanía del azabache.

Itachi sonrió aun más por lo adorable que se veía Deidara, no pudo aguantar más y lo abrazo sintiendo como el otro saltaba de la impresión, lo estrecho bien aspirando el delicado aroma del rubio disfrutando de lo suave que era su cuerpo. Escondió su rostro en la curvatura del cuello del rubio mientras sentía como el otro apenas se apoyaba en su hombro.

Deidara no sabía que estaba pasando ni como llego a esa situación, lo único que sabía es que el calor del cuerpo de Itachi llamaba al suyo como un imán. Todo estaba bien hasta que sintió los labios de Itachi besando su cuello.

—Itachi…—Susurro pero, se avergonzó de cómo había sonado su voz— ¡Ah…!—gimió al sentir una de las piernas del azabache frotándose en su entrepierna.

Itachi no soporto ese dulce gemido cerca de su oído y se tiro con Deidara en la cama quedando encima de este y se dedico a probar aquellos finos labios. El rubio duro un poco antes de corresponderle con torpeza el beso, estaba casi seguro que perdería la cordura. Se separaron por falta de aire e Itachi se encontró con una parte de aquella fantasía, su Deidara con los cabellos extendidos en la cama y sus labios sonrosados. Sentía como se cegaba por la pasión y metió una de sus manos por la camiseta a acariciar el pecho del rubio pero, la mano de este lo detuvo.

—Basta… Itachi… Por favor—miro el rostro suplicante de su rubio, podía ver sus ojos vidriosos con intenciones de llorar.

Como si fuese una bofetada se levanto sin ver el rostro de Deidara y se sentó en la cama mientras el otro hacia lo mismo, estuvieron en silencio por poco tiempo ya que había recordado que tenía poco tiempo para estar afuera tenían un pequeño receso en la reunión que había aprovechado para recoger a Sasuke del jardín de niños.

—Lo siento…—se levanto de la cama—Sasuke está abajo con Naruto, yo regreso a la empresa—se dispuso a salir de la habitación pero algo le detuvo.

Deidara al ver que estaba a punto de irse fijó su mirada en cualquier lugar topándose con las fotos y recordó algo— ¡Espera!—le tomo del brazo—Porque no te quedas a almorzar.

—No puedo, no tengo mucho tiempo—Trato de soltarse de su agarre pero no se  dignaba a soltarle.

—Está bien al menos respóndeme algo—Itachi le miro arqueando una ceja, hace rato estaba asustado ahora ¿quería preguntarle algo? Suspiro y asintió— ¿Por qué tus ojos y los de Sasuke son diferentes?

Itachi le miro sorprendido para luego reírse a carcajadas dejando confundido a Deidara—Eso es una historia un poco compleja y no me da tiempo de contarla cuando regrese te la diré, hoy por primera vez salgo temprano—y con rapidez tomo en rostro de Deidara para darle un apasionad beso y salió rápido de la habitación dejando aun sonrojado y agitado Deidara. Estaba empezando a creer que se le estaba haciendo costumbre robarle besos al rubio y salir corriendo antes de que este se quejara.

Deidara solo escucho en la planta baja a Itachi despedirse de los niños y salía del departamento. Suspiro sentándose en la cama de Itachi, aun sentía sus mejillas arder. De solo pensar que hubiesen llegado a mas si no lo hubiese detenido además, no es como si le desagradara cerca de Itachi reconocía que era guapo y cuando estaba cerca de él su aroma lo dejaba en el espacio sintiendo como solo eran ellos dos pero, el solo verle a los ojos o ver su reflejo en ellos le hacía temer, sabía que Itachi no era una mala persona, aun así, no podía evitarlo. Miro la cama y se acostó en la cama boca abajo abrazando la almohada, lo sabia…Tenia el aroma de Itachi.

Se levanto rápido de la cama con la cara sonrojada, parecía un pervertido. Salió de la habitación y bajaba a la cocina, ya había llegado Sasuke así que podían empezar a almorzar.

Pasaron las horas hasta que llego la tarde, Sasuke hacia su tarea en la mesa mientras Naruto trataba de desconcentrarlo y Deidara miraba divertido los pucheros que hacia Sasuke.

Escucho que alguien entraba al departamento y se sorprendió al ver a Itachi y a Sai, este último le miraba divertido por el delantal rosa que portaba mientras Itachi se tapaba la nariz en caso que le sangrara. Deidara se avergonzó, sabía lo que estaba pensando esos dos pero, no podía evitarlo usaba ese delantal para hacer la comida y en ese momento estaba preparando la cena.

Itachi y Sai se sentaron en la mesa mientras Deidara seguía preparando la cena, ahora debía de aumentar la porción porque al parecer Sai se quedaría a cenar.

—con que haciendo tarea ¿No? Chibi—Sai se acerco a Sasuke quien frunció el ceño alejándose de él.

— ¡No me digas chibi! ¡Copia barata!—le saco la lengua, haciendo reír a Deidara.

Termino de cocinar y comenzó a poner los platos en la mesa, ayudado por Itachi quien se había levantado de la silla sin importar que le dijera que no era necesario. Cuando comenzaron a comer los únicos ruidos eran los de Naruto quien aun no aprendía a comer con la boca cerrada y tenía que estar limpiándole la boquita. Noto algo extraño mirando a todos los Uchiha sentado, Sai y Sasuke no tenían esos ojos rojos de Itachi, eso le confundía aun más.

—Sasuke—Itachi llamo la atención del pequeño quien había estado burlándose de Naruto por su forma de comer—Lleve a tu habitación aquel paquete de carros que te gustaron ¿Por qué no se los muestras a Naruto?

Deidara miro asentir al pequeño azabache y se llevo a Naruto a su habitación, había estado tan absorto en sus pensamientos que no noto que todos habían terminado de comer excepto él. Sintió un escalofrió en la espalda, sabía que Sai e Itachi le estaban mirando fijamente haciéndolo sonrojar.

—Itachi me ha dicho que quieres saber sobre Gaara y su actitud—miro a Sai quien le sonreía pero, no sabía si era de nostalgia o tristeza…no sentía nada—Él y yo somos parecidos, creo que Itachi te explicara los de los ojos de los Uchiha y luego podrás sacar tus propias conclusiones.

Sai miro a Itachi y este asintió—Pues…—Itachi suspiro, no sabía cómo empezar esa conversación se sentía un poco nervioso.

Sai le miro irritado, tenia complejo de matón frente a empresarios y se ponía nervioso frete a un adorable y sonrojado rubio quien tenía un… Sai rio divertido, ya sabía cómo quitarle ese nerviosismo a su primito.

—Por cierto ¡Felicidades! No sabía que ya se trataban de esa manera—Itachi y Deidara le miraron extrañado mientras que el otro señalaba el cuello del rubio.

Deidara se toco el cuello confundido no sentía nada anormal, mientras que Itachi trataba de esconderse en algún lugar antes que el rubio se enterara a que se refería Sai y este como si fuera una gran persona saco de su bolsillo un espejo tendiéndoselo al rubio.

Deidara le miro extraño ¿Por qué sacaba cosas de los bolsillos? Le recordó a una película que miro con Naruto sobre un gato extraño que sacaba cosas de la nada. Se miro al espejo y un tic en el ojo apareció, tenía dos chupetones en el cuello. Miro molesto a Itachi.

—Tu…

—Como iba diciendo, me habías preguntado sobre mis ojos y los de Sasuke—trato de cambiar de tema. Deidara aun le miraba molesto—Cuando Sasuke entre en la adolescencia, en el rango que dure esta sus ojos cambiaran a rojos—Deidara paso de mirarle molesto a una de «No te creo esa tontería»—Digamos que son los genes Uchiha, tómalo como si fuese un cambio más en nuestro cuerpo en la adolescencia.

Deidara no se podía imaginar al adorable Sasuke cambiando, es cierto que en la adolescencia cambiaria su voz, le crecería vello donde el menos se lo espera e incluso le crecerá otra «cosa» pero ¿Qué le cambiaran los ojos? Que adolescencia más complicada. Miro a Sai y otra duda vino a su mente.

Sai cerró los ojos sonriendo levemente, sabía lo que pasaba por la mente del rubio, Itachi miro de reojo a su primo quien de nuevo asintió, y espero lo pregunta del rubio.

—Entonces ¿Por qué Sai no tiene los mismos ojos que tú?

—Por que Sai no es Uchiha de sangre…

Deidara quedó anonadado mientras escuchaba las palabras de Itachi, cuando termino de escuchar todo por lo que había pasado Sai, Itachi le mostro la habitación que podía ocupar esa noche mientras que él se levanto y se escondió en una de las habitaciones que estaba lejos de la de Sasuke, si Naruto lo llegase a encontrar seria una odisea hacer que dejara de llorar. Y la única habitación alejada de todas era la de Itachi. Así que se tiro a la cama escondiendo su rostro en la almohada de la cama reprimiendo su llanto.

~*~

Cuando Sai tenía cinco años fue abandonado por su familia en una calle cerca de un callejón, como aun era un niño con inocencia esperaba en ese mismo lugar a que sus padres regresaran pero cuando se hizo de noche y el frio le calaba los huesos, acepto que sus padres ya no regresarían por él.

Una vez, Sai miro a un señor recostado en una pared con harapos extendiendo la mano y algunas personas le daban monedas. Se miro a sí mismo, rasgo su camisa, sus short y en el callejón cerca de ahí se acostó en el suelo y comenzó a rodar una y otra vez hasta que su carita y ropa quedaran sucias.

Al salir del callejón se dio cuenta que en ese lugar no pasaba mucha gente, así que comenzó a caminar hasta encontrar un lugar donde transitaran más, hasta que llego a un edificio gigante de donde salía mucha gente, al sentarse ahí mucha gente comenzó a murmurar cosas que no podía entender pero sabía que se referían a él por la manera en que le miraban, aun así le daban dinero de hecho, mucho dinero, quería sonreír por su suerte pero, sentía que al sonreír toda su suerte se arruinaría.

Así pasaron tres años, hasta que se encontró con una extraña pareja que le hicieron preguntas extrañas.

—Niño ¿Dónde están tus padres?—le dijo la señora, no entendía a que venía la pregunta pero el solamente negó.

—Entonces ¿No tienes padres?—se dirigió hacia el hombre de asombrosos ojos rojos que le había preguntado pero esta vez, solo negó de la impresión.

Miro sonreír a la pareja confundido mientras le daban dinero, y se iban. No importaba, tenía más dinero así que podía comer mucho. Pero su suerte término ese día cuando unos hombres le tomaron a la fuerza y lo llevaron a un lugar donde había muchos niños, quienes estaban al cuidado de unas señoras, según los que había escuchado ese lugar era un orfanato.

Pasaron meses y sentía que vivía mejor cuando le pedía dinero a la gente pero ahí, no comía, a veces el agua tenía un sabor extraño y muchos niños se enfermaban de gravedad pero al día siguiente ya no se encontraban en el orfanatorio, las encargadas decían que los habían adoptado pero, él sabía que no, se habían desecho de ellos.

Una vez había intentado escapar pero lo descubrieron y lo llevaron un cuarto de castigo donde lo había dejado sin comer y beber una semana. Cuando salió, todos los niños estaban emocionados al parecer había llegado una pareja en busca de niños para adoptar.

Fue llevado a la fuerza porque no quería formarse para ser de los posibles «Elegidos» cuando se encontró la pareja se sorprendió al verlos, eran aquellos señores que le dieron dinero por última vez, la mirada se poso en él y la señora corrió a abrazarle mientras que le decía a la encargada que era él. Sintió miradas sobre él y se fijo en la mirada de tristeza de los demás niños, era de esperarse después de todo, estaba seguro que esos niños tenían más tiempo que el.

Arreglaron los papeles y se lo llevaron. Sus «Padres» como  debía de llamarles, le daban ropa y lo trataban bien, como si fuese su propio hijo e incluso podía ver la felicidad en los ojos de ellos cuando le llamaba «Hijo». Dos años después se entero que su nueva madre era estéril y por eso habían optado por adoptar sin embargo, desde el día que lo conocieron en el centro comercial se habían encariñado con él, estaban decididos a hacerse cargo de él pero cuando llegaron de nuevo no lo habían logrado hasta que los guardias que merodeaban el centro les habían dicho que lo habían llevado a un orfanato y no pararon de buscarlo en cada uno de los orfanatos de la ciudad hasta que dieron con él.

Y ese fue el primer día que sonrió y lloro en los brazos de sus padres. Desde ese día trato de comportarse como un buen hijo y hacer feliz a sus padres, un año después hizo el examen para determinar en qué nivel de primaria podía entrar, y sus padres se sorprendieron al enterarse que podía entrar al sexto grado, no podían creer lo que podía hacer con solo leer el libros porque, él siempre se quedaba encerrado en su cuarto solo leyendo libros de todo tipo.

Así pasaron los meses hasta que cumplió los once años, y sus padres fueron asesinados en su casa, cuando había llegado de la secundaria se encontró con un señor de cabello largo que lo había intentado asfixiar, de no haber sido por los vecinos hubiese muerto esa tarde. Ese día se sintió solo de nuevo, hasta que llego el abogado de su familia al parecer habían tramitado otros papeles en el cual decía que si algo les pasaba, él quedaría bajo la tutoría de Fugaku y Mikoto Uchiha.

Cuando llego a su nuevo «Hogar» otra vez, se encontró con una familia completa, ahí fue cuando conoció a Itachi de trece años, un chico demasiado sonriente para su gusto, los primeros años con él fueron pésimos, se pasaban peleando todo el día pero se fue encariñando un poco con la familia pero no tanto, no quería sentirse solo después.

Cuando por fin pudo ingresar a la universidad opto por leyes, el que sus padres hubiesen sido asesinados y el asesino no haya sido encontrado, prefería hacerlo el mismo por medio de los juicios. Y su día de encargarse del asesino de sus padres llego, cuando cumplió diecinueve se entero de la muerte de los padres de Itachi y este le mostro la foto de Madara Uchiha quien se supone que era su tío pero, era el mismo que lo intento matar y…el asesino de sus padres.

Cuando cumplió los 21 años y pudo ejercer su trabajo como abogado, se volvió uno de los mas recomendados, hasta el momento todos sus casos los habían sido ganado, y estaba trabajando en el caso de Madara Uchiha. Y fue ese mismo año, cuando conoció a Gaara.

El día que lo conoció lo miro entrar a la agencia frente a la empresa que ahora trabajaba Itachi y en cada reunión siempre se distraía al verlo entrar y salir.

—Deberías invitarlo a salir—le había dicho Itachi burlonamente.

Sai le miro incrédulo— ¿Para qué? Si muere sería un peso más que cargaría en mi espalda—y ese fue el primer día que Itachi lo había golpeado con todas sus fuerzas.

— ¡¿Cómo puedes decir eso?! ¡¿Qué pensarían tus padres al escucharte decir eso?! El que tus seres queridos mueran no significan que no te cuiden desde arriba…

Y esa misma tarde trato de hablar con Gaara, quien de largo se miraba como un doncel normal pero, de cerca sus ojos se miraban apagados como los suyos antes de estar con los Uchiha y con el paso de las semana se gano la confianza de Gaara a punto de acosos en el cual le pudo sacar la primera sonrisa y sonrojo al chico de cabello rojo. Hasta que se entero del pasado de Gaara que lo hizo sentir la ira pura correr por sus venas o al menos la parte que le conto…

~*~

Había llorado tanto que se quedo dormido. Comenzó a despertar cuando sintió una suave caricia en su mejilla, al abrir un poco los ojos se tomo con unos rojos que le miraban. Se removió de la cama alejándose de un sorprendido Itachi.

—Lo siento…—Susurro mientras Itachi le miraba como si estuviese lastimado

—Te doy miedo ¿Cierto?—Deidara se sintió mal al escuchar eso.

—No es eso es que…aun no me acostumbro a tus ojos.

Itachi le siguió mirando hasta que frunció el ceño mirando lo sonrosado que tenía los ojos, había estado llorando. Sonrió enternecido, Deidara era un ángel en todo sentido de la palabra, no había encontrado a alguien que llorara por el dolor de otro. Se acerco a él y abrazarlo sin importar si le atemorizaba o no. Hasta que sintió la camisa blanca de su traje húmeda, había comenzado a llorar de nuevo.

—Siento que soy un mal hermano—le escucho decir—Siento que no le puedo dar una buena vida a Naruto y a veces pienso que hubiese sido mejor que Madara nos matara, él tenía razón, este mundo es…—Deidara fue interrumpido por los labios de Itachi.

Itachi dejo de besarle cuando los sollozos de su ángel se detuvieron—No digas eso, si hubieses muerto Sasuke estaría durmiendo solo, sin ningún amigo en el jardín de niños y yo no sería feliz de estar cerca de ti—volvió a besarlo mientras el otro estaba sorprendido y sonrojado.

Trato de corresponder el beso del azabache pero, siempre tenía un resultado torpe. Se separaron por falta de aire, y sonrojado sentía un hilillo de saliva le recorría del labio hasta que fijo su mirada a las fotos que estaban detrás de Itachi en la mesilla de noche y recordó que había olvidado algo mas después de verlas.

—Itachi… ¿Puedo hacer algo que me tiene inquieto?—Itachi le miro sorprendido, no esperaba que el rubio diera el primer paso pero, asintió ansioso—Pero ¿Me prometes que no te enojaras?—Le miro desesperado y negó.

Deidara sonrió con los ojos iluminado y tomando por sorpresa a Itachi, le tomo de ambas mejillas— ¡Ah…! ¿Quien es un lindo niño? Tu ¿Verdad? ¡Qué lindo niño!

Itachi tenía la cara roja de la vergüenza ¿Por qué Deidara le hacía eso? No podía apartarlo y menos alejarlo de él al ver lo feliz que estaba guiñándole las mejillas.

Deidara por fin le soltó con una gran sonrisa—Lo siento, debió dolerte mucho pero…es que en las fotos de niño tus mejillas se miraban tan redonditas y adorables que me dieron ganas de tomarlas.

Itachi no sabía dónde meter la cara de la vergüenza, así que evito el tema de sus mejillas y le dijo que podía dormir hoy en el departamento, ya era muy noche, y unos minutos discutiendo con el rubio acerca de dormir con él en la misma cama, el rubio accedió derrotado y con un sonrojo en el rostro.

Así que se dirigió a la habitación de Sasuke para decirle  Naruto que dormirían ahí pero al entrar a la habitación se encontró con la encantadora escena de Sasuke y Naruto abrazados y bien acurrucados en la cama.

—Nosotros deberíamos de dormir así hoy ¿No crees?—Deidara sintió un escalofrió al escuchar el susurro cerca de su oído.

Cerro la puerta con cuidado y con otra pelea en la cama del azabache, el rubio durmió de perfil acomodado en el pecho de Itachi quien le abrazaba ya dormido…

Notas finales:

Bueno espero que les haya gustado y no me maten por el pobre Sai y creo que en el siguiente tambien me mataran XD

Bueno, les dejo mi adorable Facebook para que, no se pasen por ahi XD

https://www.facebook.com/pages/Rukia-Matsuoka/683071258401191

Les agradeceria un review?

Nos vemos (n.n)


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