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Reparando la vida por Rukia Matsuoka

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Notas del capitulo:

¡Hola!

Se suponia que subiria ayer pero llegue cansada de la universidad T-T y no me quise mover de la cama :3

Bueno... Como sabran tod@s han estado esperando este capitulo y probablemente el que sigue tambien XD

Asi que espero que lo disfruten como yo lo hice (?) XD

Como siempre, agradeciendo a aquellos que dejan un review y a aquellos que se toman su tiempo para leer la historia.

Naruto y sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto

A la mañana siguiente, los donceles de al lado despertaron solos, sabían que sus amados tenían trabajo, por otro lado, Itachi y Deidara apenas comenzaron a conciliar el sueño a eso de la madrugada, ahora sabían de la energía de sus amigos.

Deidara se levanto cansado de la cama debía de preparar el desayuno de Itachi  y Naruto; el primero al parecer no iría al trabajo y el segundo que debía de seguir su dieta, al bajar a la cocina se encontró con el rostro resplandeciente de Gaara y Haku.

— ¿Te sientes bien, Deidara?—le pregunto Haku mientras cortaba la fruta.

Deidara asintió— ¿Estás seguro? No te ves bien, pensaba que despertaría más tarde—Deidara miro confundido a Gaara—Eras virgen ¿No?

Deidara se sonrojo de sobremanera— ¡¿Eso que tiene que ver con el que este cansado?!

—Es que Itachi… ¿No te hizo nada anoche?—Gaara le sonrió pícaro mientras que Haku le sonreía con curiosidad.

Deidara no sabía que decir, solo podía sonrojarse. Se cruzo de brazos y miro hacia otro lado—Pues sí, pero…No pudo continuar…

Gaara arqueo una ceja mientras que Haku le miraba impresionado y no pudo evitar preguntar—Acaso Itachi… ¿Es impotente?

— ¡Por supuesto que no!—Apareció Itachi quien había seguido a Deidara después de haberse levantado y sin poder evitar escuchar la conversación—Lo que pasa es que ciertas parejitas hicieron lo que se les pego la gana en casa ajena.

Gaara y Haku se sonrojaron al recordar la maravillosa noche que habían pasado. Dejaron zancado el tema y comenzaron a cocinar, al poco rato los niños llegaron reclamando su desayuno, y como era de esperarse, Naruto reclamo por otra clase de comida hasta que Deidara pudo persuadirlo.

—Por cierto Dei-Nii, anoche habían ruidos raros—Deidara quien apenas estaba bebiendo un poco de jugo de naranja, lo escupió, mientras que los dos donceles se sonrojaron e Itachi como si no hubiese dicho nada—Y Sasuke no me dejo salir a ver—Hizo un puchero.

—Pues no debes salir cuando escuches esos ruidos Naruto—Deidara trato de terminar esa conversación con su hermanito.

— ¿Por qué? Nii-San me dijo que no lo dejara salir pero no me dijo nada mas—Sasuke pregunto después de terminar su desayuno.

Deidara no sabía dónde meterse y esconderse, mientras que Itachi seguía como nada y los otros donceles estaban sonrojados, así que desvió el tema hacia lo que harían esa tarde. Y como era de esperarse, los niños pidieron entrar de nuevo al mar pero, Deidara les negó, estaban demasiados morenitos por el sol del día anterior, aunque hubiesen usado el protector solar eso no significa que surta efecto. Además, no quería que los pequeños sufrieran los dolores de haberse quemado en la playa.

Itachi al verlos deprimidos y a Deidara que no sabía cómo animar a Sasuke y Naruto recordó que a unos kilómetros había un parque de diversiones que pasaba por el lugar en esas temporadas. Así que los niños saltaron de emoción al saber que irían a una. Así que se la pasaron haciendo cualquier cosa esperando la tarde, ya que por ese tiempo abrían el parque.

Por supuesto, el plan de Itachi de pasar tiempo con los niños y con el rubio se esfumo al escuchar como los otros dos donceles se apuntaban al viaje y como buen caballero, no se negó.

Deidara no sabía que llevar así que llevo algunas bolsas plásticas, había visto en las películas a la gente que vomitaba después de subir a los juegos y al ser su primera vez junto con Naruto, no quería hacerle pasar vergüenza a los demás.

Como era de esperarse, Naruto y Sasuke pelearon por entrar primero al auto y tomar el lugar al lado de la ventana. Guardo las cosas atrás del auto. Itachi le miraba divertido al verle guardar tantas cosas solo por un simple viaje al parque de diversiones. Haku y Gaara estaban esperándolos dentro, hasta que Deidara termino de guardar las cosas.

Todo el viaje se fue en silencio, Deidara estaba un poco incomodo ya que estaba al lado del conductor, en este caso, de Itachi. Podía sentir la mirada de Haku y Gaara sobre él e Itachi, presentía que habían planeado eso.

Al llegar al lugar los niños fueron los primero en bajar del auto, Deidara sonreía al verlos felices, hasta podía ver las estrellas pintadas en sus ojos. Al primero que quisieron subir fue a la montaña rusa pero, al ser menores de edad no les dejaron por los que solo Gaara y Haku subieron ya que no quería divertirse mientras su hermanito le miraba. Itachi se quedo junto a Deidara, hasta que bajaron los donceles y se dispusieron a buscar un juego para los menores, el famoso gusanito.

Al terminar de bajar a los menores quienes estaban emocionados quisieron volver a subir pero, Deidara tuvo que negar, había llevado poco dinero para pagar los juegos sin embargo, Itachi salió a salvar a los menores y pagar para que volviesen a subir. Deidara suspiro derrotado, por más que peleara con Itachi no le haría caso a menos que se molestara de verdad y al ver la alegría de los niños mientras que el juego mecánico bajaba por una considerable altura, no le daban ganas de fingir molestia.

Al bajar de nuevo, Deidara tomo de la mano a Naruto antes que volviese a querer subir de nuevo y gastar todo el dinero de Itachi. Lo llevo al juego que había visto cuando lo llevo al juego anterior, el carrusel o los caballitos como el simplemente lo llamo.

— ¿Quieres que suba contigo?—Le dijo a Naruto al ver que habían niños que lloraban por subir solo.

Naruto miro a los otros niños que lloraban y comenzó a sentir miedo, miro a los caballitos que daban vueltas, no les miraba nada terrorífico pero si los demás tenían miedo debía de haber algo raro. Así que asintió, y su hermano subió con él.

— ¿No subirás?—Le dijo Itachi a Sasuke ya que este no hacia indicios de seguir a Naruto.

El niño negó, no le agradaban ese tipo de juegos, parecían dulces gigantes y eso le desagradaba. Itachi solo sonrió, hasta que escucho los suspiros de Haku y Gaara quienes tenían la vista en el juego que daba vueltas.

Itachi casi cae de espaldas al ver la escena más adorable que había visto del rubio, estaba sonriendo en juego para niños mientras le hacía ademanes a Naruto para que riera y sus cabellos se movían por el subir y bajar del caballo. Sasuke se sonrojo al ver al pequeño Naruto divertirse mientras se sostenía del tubo que atravesaba al caballo, se miraba lindo.

Deidara bajo acomodándole el cabello a Naruto mientras veía a Itachi bajar el celular que antes le apuntaba. Le apareció un tic en el ojo, que no fuese lo que estaba pensando y que el azabache mayor no le hubiese gravado mientras estaba arriba del juego.

Así se la pasaron, habían subido a los carritos chocones que al parecer le encantaban a Sasuke, habían comido algodón de azúcar y que por solo esa vez Naruto podía comer toda comida chatarra que estuviesen vendiendo ahí. Todo estaba bien hasta que Haku propuso el último juego.

— ¿Por qué no subimos ahí?—Señalando la noria.

Tanto Sasuke como Naruto miraron emocionados la enorme rueda, así comenzaron a insistirle al pálido de Deidara a que aceptara subir. El rubio no pudo negarse a la tierna carita de su hermanito, aunque eso le costara el malévolo plan que sabía que pasaba por la mente de Gaara y Haku.

Y como había pensado Deidara, ambos donceles empujaron al rubio y azabache menor a la cabina jurando que cuidarían en la otra cabina a sus hermanos.

Silencio. Deidara fingía ver cualquier cosa en la ventanilla, estaba tan nervioso que estaba empezando a sudar frio. Por otro lado, Itachi solo miraba al pobre rubio regocijarse en sus nervios, no es como si le molestara estar a solas con Deidara, es más, eso era lo que había querido desde hace días pero, al ver al otro no le daba más opción que estar quieto.

—Al menos es un juego tranquilo ¿No crees?—Intento iniciar una conversación con Deidara cuando el juego comenzó moverse. Suspiro decepcionado cuando el rubio solo había asentido sin voltear a verle.

Así que aprovecho y se acerco a él para sentarse a su lado. Cuando habían subido a empujones, ambos habían estado de extremo a extremo del asiento.

— ¿Sabes? El que digas que, te estás acostumbrando a mis ojos y solo me evitas está empezando a herir mis sentimientos—le susurro al oído.

Deidara se asusto al tenerle tan cerca y se sintió culpable al escucharle, no era su intención hacerlo sentir mal. Se gira a verle, estaba muy cerca. Trago el nudo de su garganta al verlo tan pendiente de él, lo tomo de la camisa negra que llevaba puesta y le dio un beso.

Itachi estaba sorprendido, era la primera vez y, una que nunca espero que sucediera, el rubio le habia besado de una forma extraña para él, pero le había besado. No pudo contener una risa cuando el rubio se separo de él.

— ¿De qué te ríes? ¿Estás burlándote de mí?—le grito Deidara entre molesto y sonrojado—eso me pasa por tratar de expresar mis…mis—le temblaron los labio al ver la mirada expectante del azabache—lo que sea.

Itachi sonrió al ver su timidez. Lo tomo de la cintura y subió al rubio a su regazo—No me estaba burlando, es solo que te mirabas tan adorable—sonrió aun mas al recibir un empujón en el hombro por parte de Deidara—Escucha, no debes de estar tenso al besar, no es como si te fuese a devorar…—medito un poco, contemplando al incomodo rubio encima de él—En realidad si pero, de una manera que te encantara—tomo a Deidara de la nuca y se acerco a su labios—­abre un poco los labio…pero, no mucho—dijo divertido al ver los ademanes que hacia al abrir la boca.

Cerró los ojos y unió sus labios junto a los suaves de Deidara. Deidara aun hacia sus movimientos torpes pero, le encantaba, podía sentir su inocencia. Dio el segundo paso y pidió permiso con su lengua de profanar aquella dulce boca.

Deidara abrió un poco más la boca mientras sentía como Itachi le invadía. Abrió los ojos cuando Itachi se alejo de él y pudo ver aquel hilillo de saliva que los unía.

El azabache le voltio al sentir que la noria se detenía, para que mirara junto con él la ventanilla que deslumbraba las leves luces que apenas se miraban del sol ocultándose en el ocaso. Recostó su cabeza en el hombro del rubio mientras este acomodaba su espalda en su pecho.

—Esta noche, continuaremos con «aquel» pendiente —le susurro. Sonrió al sentir como se tensaba.

Deidara hizo su intento de ignorar al azabache mientras disfrutaba el abrazo que le brindaba este. Reacciono cuando el juego paraba de vez en cuando hasta que notaron que ya debían de bajar.

Al salir de la cabina esperaron a Gaara, Haku y los niños. Deidara miro a los niños adormilados aunque, era inevitable, el juego al que habían subido era de por sí, muy lento.

Se retiraron del parque. Deidara cargo a Naruto quien de inmediato se durmió e Itachi lo imito sintiendo el peso muerto de Sasuke, al igual de dormido. En el auto, Haku se acomodo al lado del conductor mientras que Deidara y Gaara se fueron en los asientos traseros con un niño cada uno en su regazo para que durmieran cómodos.

Itachi se dispuso a dejar a Haku y Gaara en el edificio donde se encontraban sus departamentos, y Deidara se entero que ambos donceles vivían a unos cuantos departamentos del otro.

El auto quedo en silencio cuando los mayores quedaron solos con los niños. Así pasaron hasta que llegaron al departamento del azabache. Ambos tomaron a los niños y los llevaron al cuarto de Sasuke, donde el rubio se encargo de acurrucarlos bien en la cama.

Salió directo al cuarto del azabache donde este le esperaba sentado a la orilladle la cama. Le imito y se sentó junto a él con los hombros tensos y con la mirada al suelo, sentía su rostro arder y se sentía nervioso.

—Si no quieres hacerlo, puedo esperar, no quiero presionarte—Escucho a Itachi. Él negó, desde que habían salido del parque había intentado prepararse para lo que harían. No podía negar que se sentía ansioso.

Itachi le acaricio la mejilla y besarlo. Comenzó  bajar y besar su delicado cuello mientras sus manos buscaban el borde de la camisa del rubio. Deidara se aferro a los hombros del azabache, podía sentir su cuerpo calentarse con cada caricia.

Itachi comenzó a tumbarlo en la cama, colocándose encima del rubio y sin esperar más le saco la camisa y admirar aquellos botoncitos rosa que había visto en la playa y que tenía ganas de devorarlos, y así lo hizo.

— ¡Ah!—Deidara se tapo la boca, de nuevo ese sonido salir de él que le avergonzaba.

—No lo reprimas, me encanta escucharte gemir—le dijo Itachi mientras mordía el botoncito rosa mientras con sus manos atendía el otro.

Los gemidos del rubio se escucharon en la habitación mientras Itachi se colaba en los pantalones y sentir el miembro de su amado, suplicando atención. Con delicadeza desabotono los pantalones e iba hacer lo miso con los bóxers del rubio pero una mano le detuvo.

— ¿Por qué soy el único desnudo aquí?—Itachi rio al verle hacer un adorable puchero junto a sus mejillas sonrosadas.

Se irguió sobre Deidara y se saco la camisa deleitando con su torso al rubio quien no pudo evitar relamerse los labios, eso encendió al azabache así que, tomo las manos de su amor y las llevo al borde de su pantalón.

Deidara comprendió y comenzó a quitarle el pantalón para dejarlo en su mismo estado, solo con sus bóxers. Sus labios se unieron de nuevo mientras que Itachi se encargaba de acariciar el miembro ya despierto del rubio por encima de la tela. Le termino de quitar la estorbosa prenda.

—No…Itachi—suplico al ver al azabache entre sus piernas. El otro le ignoro y engullo el miembro del menor.

Los gemidos de Deidara fueron en aumento por las leves succiones y lamidas de Itachi, hasta que sintió como algo se acumulaba para salir. El azabache lo noto y saco el miembro de su boca.

Se escucho un gruñido por parte del rubio—Aun no, mi Deidara—Le susurro para profanar la cavidad bucal mientras que una de sus manos alcanzaba uno de los cajones de la mesilla de noche, sacando un pequeño envase. Se irguió de nuevo colocándose entre las piernas del rubio y observaba la pequeña entrada.

—Deja de verme así, Itachi pervertido—Deidara estaba más que sonrojado por aquel atrevimiento— ¡Ah!— gimió al sentir uno de los dedos del azabache. Podía sentir el dolor, la humedad del lubricante…pero, todo eso se transformaba en placer y, no dudo en mover sus caderas para buscar más de ese contacto.

Itachi estaba concentrado en preparar a Deidara, así que introdujo su segundo dedo al sentir los movimientos de cadera. Sintió como el cuerpo ajeno se tenso por un nuevo dolor, comenzó a mover sus dedos en forma de tijeras. El rubio comenzó de nuevo a pedir más contacto así que metió su tercer dedo y fingir embestidas.

Los gemidos de Deidara le pedían más, así que se irguió quitándose los bóxers, colocando su miembro en la entrada y se introdujo lentamente. Podía saborear aquella virginidad siéndole entregada pero, también sentía el dolor que le brindaba a su Deidara.

—Itachi…Sácala…Duele… ¡Ah!—gimió de dolor cuando Itachi se introdujo de golpe y las lagrimas comenzaron a surcar sus mejillas.

—Lo siento, Deidara, te prometo que pronto pasara—le susurro al oído. Comenzó a besar al rubio mientras le masturbaba para distraerle del dolor.

Con los minutos que pasaban, Deidara comenzó a mover las caderas buscando mas contacto de aquel intruso que le invadía. Itachi se alejo un poco apenas sosteniéndose con sus antebrazos en la cama y comenzar a entrar y salir.

— ¡Mas…!—Deidara no sabía que le pasaba, pero comenzó gritar, suplicando tener más de ese contacto— ¡Ah! ¡Sí! ¡Ahí…dame ahí!—grito extasiado por aquel punto dulce que era golpeado.

—¿Ahí?¿Lo quieres ahí, Deidara?—Itachi comenzó a decirle cerca de aquel rostro perlado en sudor, con aquellos sensuales labios adornados con aquel hilillo de saliva y aquellos ojos llenos de lagrimas de placer.

— ¡Sí! ¡Ahí!—Las manos de Deidara se posaron en las mejillas de Itachi mientas este cumplía sus deseos y golpeaba con fuerza y rapidez su entrada.

De forma lasciva, las manos de Deidara comenzaron a bajar acariciando la clavícula siguiendo su curso por aquel pecho. No lo soporto mas y se levanto un poco para aferrarse a la ancha y fuerte espalda de Itachi, empezando a besar y dejar leves chupones en el cuello.

Itachi aumento el movimiento de sus embestidas, sabía que la primera vez de su rubio debía de ser con tranquilidad pero, no podía si este le tentaba con aquellas caricias y esos ojos llenos de lujuria. Tomo de los muslos al rubio y se sentó en la cama con él en su regazo y empezó de nuevo con sus embestidas, haciendo saltar a su amor. Aprovechando la posición, beso los labios de su rubio bajando hasta su cuello y también marcándolo. Siguió llenándolo con sus besos hasta que llego a sus tetillas endurecidas por el placer, suplicando su atención.

Deidara podía sentir como sus sentidos se nublaban, sentía como en sus partes bajas se aculaba algo, y no aguantaría mucho en salir. Itachi podía sentir como las paredes de aquella entrada que profanaba comenzaba a apretar su miembro. Y por los dulces gemidos que salían sin control, su rubio pronto llegaría. Desatendió sus sonrosadas tetillas y le beso, haciendo sus envestidas más fuertes, hasta que el rubio separo sus labios de los suyos dejando escuchar aquel dulce grito, mientras que el azabache abrazaba con fuerza aquel cuerpo agitado y pelado en sudor dando los últimos golpes, terminando dentro de su cálido rubio.

A como pudo se acostó a un lado de Deidara quien trataba de recuperar el aliento. Sonrió, y tomo su cuerpo adormilado aferrándole a su pecho abrazando su menuda cintura.

— ¿Estás bien?—Le susurro, sabía que había sido un poco fuerte.

—Eres un bruto pervertido—Deidara le miro molesto.

—Lo siento…—sonrió nervioso.

—No importa… igual, debía de doler ¿No?—Itachi sonrió enternecido por aquel adorable puchero mientras lo tapaba con las sabanas.

—Descansa…

Itachi sintió la respiración apaciguada del rubio. Mañana en la mañana debían de enfrentar un gran problema… las preguntas de los niños.

Notas finales:

¡Hola!... De nuevo XD

Espero que les haya gustado.

Pobres chibis, son almas inocente en el mundo pervertido de sus hermanos *^*

jajaja ese Itachi...espero que no me demande por hacerle llegar su momento hasta este capitulo :3

Bien...les agradeceria un review? eso hara que el dolor de la retaguardia de Deidara disminuya e impida matar a Itachi XD

Nos vemos (n.n)/


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