Cap. 15 Cotidianidad
Habían pasado cuatro semanas sin ver a Loki dos sin que Thor regresara y el embrollo en su cabeza no podía ser mayor. Se pasaba mucho tiempo preguntándose qué sería de aquellos dos ¿se habría encontrado? Ni siquiera sabía si Loki estaba en Asgard o en otro reino y ¿Qué diablos estaba haciendo que no podía ni mandarle un mensaje hechizo o algo para saber cómo estaba? Sabía que Loki seguramente no era una persona que digamos estable pero uno pensaría que por lo menos tendría la decencia da avisarle a su ¿pareja? ¿Amante? ¿Aventura de una noche? ¿Qué diablos eran ellos dos? ¿Qué podía esperar de una relación con el dios del engaño? Tuvo que salir de la junta administrativa dejándole como siempre las decisiones a Peper, vaya que esa mujer era un guardián protector para él lo cual le complicaba las cosas aún más. ¿Cómo podía tratarla así después de todo lo que habían pasado juntos? Ella merecía más que ser engañada por su egoísta ser.
Ya en su oficina se sentó girando la silla para ver el paisaje a través del ventanal dándole la espalda a su escritorio y los documentos sobre éste. Por el momento prefería jugar con una pelota anti estrés entre sus manos
-¿Estas bien? Pregunto su fiel compañera entrando a la oficina.
-Claro ¿por qué no había de estarlo?- habló girándose de nuevo para mirarla.
-Haz estado muy extraño desde hace unos meses. A veces pienso que hay alguien más. –afirmó acercándose al escritorio de su jefe y amante. –Ya casi no salimos juntos, no hablamos como antes y ya casi ni lo hacemos.- tartamudeo un poco sentándose frente a él.
-Lo siento cariño, no es nada sólo he estado un poco absorto con el trabajo, además del otro trabajo que roba mucho de mi tiempo libre.
-Creí que después de navidad habías decidido que yo era más importante que jugar al superhéroe.
-Lo es, pero si me interesa la paz del mundo también es por ti.
-Los vengadores pueden arreglárselas sin ti.
-Tal vez tengas razón.- murmuró cabizbajo.
-¿Te veré en casa?- cuestionó un sintiéndose culpable por el ultimo comentario al parecer lo había herido sin querer.
-Seguro, hasta en la noche cariño.
Tal como lo había prometido paso la noche con la pelirroja haciéndole el amor mientras fingía que era otra persona claro que el pelinegro jamás sería tan dócil, seguro él lo mordería, lo rasguñaría, lo marcaría como propio y después lo abandonaría justo como acostumbraba hacerlo, ¿por qué seguía pensando en él? era absurdo. Al día siguiente Peper salió de la casa desde muy temprano, después de todo como ella decía la empresa no iba a dirigirse sola. Tomaba su acostumbrado café sumergido en sus pensamientos sin ver realmente las noticias del televisor cuando el príncipe de las travesuras se materializo frente a él.
-No podías esperar el momento para revolcarte con esa ramera ¿no es así?- habló iracundo mientras se acercaba caminando firme hacia él.
-Esa ramera como tú le llamas ha estado junto a mí en las buenas y en las malas, es lo que se hace cuando amas a alguien, aunque quizá alguien como tú no lo entienda, tal vez Thor tiene razón. Tal vez tú no puedes amar a nadie más que a ti mismo.
La furia brillo en los ojos de Loki quien tomó al castaño por el cuello y elevándolo lo arrojó a unos cuantos metros de distancia ocasionando que la taza del café se rompiera y un poco del líquido contenido quemara la mano del hombre de hierro.
-No creo haberte hablado de amor nunca.- susurro en su oído izquierdo acorralándolo de inmediato en el suelo, luego le dio una bofetada que hizo al otro gemir y ponerse a la defensiva enseguida.
El codo del playboy se estrelló en la mejilla izquierda del dios de las mentiras desequilibrándolo el suficiente tiempo como para empujarlo y quitarlo de encima de él, Loki lo miraba enfurecido, se lanzó contra él tomándolo por los hombros para volver a azotarlo contra el suelo, el multimillonario rodó sabiendo que quedar abajo sería una gran desventaja en la pelea, pero Loki tampoco se dejaría cercar por lo que ambos dieron vueltas por toda la habitación hasta que cayeron por cuatro escalones que separaban el desayunador de la sala. Después de unas cuantas patadas y golpes no completamente conectados se distanciaron los dos en cuclillas viéndose fieramente, respiraban aceleradamente con algunos moretones en rostro y cuello ¿Qué diablos los llevo a arrojarse a los brazos del otro? Era algo que dudaba que el mismísimo Freud pudiera explicarlo, pero así fue. La necesidad de besar sus labios lo dominó abalanzándose a su brazos para recórrelo por entero.
Loki se desnudaba ansioso mientras sentía las caricias de su amante, Tony lo recostaba lentamente mientras se deshacía de su propia ropa, el pelinegro sonrió entre besos, por esta ocasión le dejaría estar arriba, cayendo despacio sobre el piso sintió como Tony le besaba desesperado robándole el aliento lo suficiente como para empezar a sentirse mareado, sus manos recorriéndolo, logró separarse de aquella boca apenas lo suficiente para respirar un poco percibiendo la fina capa de saliva que había dejado el castaño a recorrer con su lengua desde el cuello hasta sus pezones, besándolos y mordiéndolos por igual. Despacio bajo entre besos por su cuerpo llegando hasta su semi erecto miembro lamiendo desde la base acariciando sus testículos para cubrirlo después por completo, sus dedos se enredaban en la cabellera castaña sintiéndose endurecer cada vez más. Estaba tan cerca cuando sintió aquellos dígitos entrar en él ensanchándolo simulando pequeñas embestidas.
-Mnnh yamnh Stark…hazlo..
-Que impaciente.
-Entra de una ¡Aaaaaaamnh! ¡sí! ¡Más amnh!- gimió entrecortadamente notando los frenéticos movimientos de su amante, golpeando fuertemente contra sus caderas en un salvaje vaivén lleno de placer y dolor por igual.
-Ooomh Looo…ki….
-¡Starrrrmk ya no pue aaaamh!
-Juntos aho.. raaa !aamh!- cayó sobre el otro tratando de regularizar su respiración. Se besaron nuevamente aunque sus miradas permanecían expectantes aún tenían mucho que discutir.
Continuara……..
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