Ismael sentía un terrible dolor de cabeza que no lo dejo dormir más, abrió lentamente los ojos y reconoció de inmediato que esa habitación no era la suya, asustado se sentó en la cama e examino cada detalle de aquella habitación desconocida para él, su primer impulso fue irse de aquel lugar pero antes que colocara sus pies fuera de la cama sintió un mareo y las voz de una mujer retumbo en sus oídos.
-no es bueno que te bajes aun de la cama... tus piernas están débiles por el golpe en la cabeza- miro a Ismael -no es nada grave pero te recomiendo que descanses un poco más- respondió la mujer al ver la cara de interrogación que tenía.
-¿qué me paso?
-te golpearon la cabeza con un material contundente-fue su respuesta.
-¿me golpearon?- Ismael miro aquella mujer la cual era una enfermera -¿cómo sabes que me golpearon?- la miro y los ojos de la mujer le devolvieron una mirada de temor el cual no supo interpretar.
-eso fue lo que dijo el hombre que te trajo- hablo lo más normal posible, su hermano le había pedido un favor y ella no tenía el derecho de negarse, sabía que había hecho algo terrible a la persona con la cual estaba hablando pero no podía decir nada, tenía problemas financiero y por eso había aceptado en dinero con el cual la habían silenciado.
-¿en qué Hospital estoy?
-estas en Hospital Kremlin... te duele algo más aparte de la cabeza.
-no, estoy bien, solo dime qué día es hoy y la hora por favor- dijo tratando de encontrar su celular.
-si claro hoy es XX de XXXX y son las 09:27am
-dios que tarde, Nahid debe de estar preocupado.
-si deseas podemos llamarlo.
-no, yo lo llamare solo dime dónde está mi celular.
-¿celular? Entre sus cosas no encontramos ningún celular.
-que... si lo tenía conmigo cuando salí de la casa de Labîb.
-lo siento, no traía consigo ningún celular ¿quieres que llamemos a alguien?- dijo preocupadamente
-sí, tienes donde anotar- la enfermera le paso lápiz y papel y él anoto en número de Nahid -aquí tienes, le puedes decir que venga y que no es nada grave- en su mente visualizo en rostro de preocupación de Nahid al saber que estaba en un hospital sonrío al imaginársela.
-claro, solo espera aquí y no hagas movimientos bruscos con la cabeza- diciendo eso la enfermera se fue dejando solo a Ismael el cual trataba de recordar lo que le había sucedido después de salir de la casa de Labîb.
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Nahid trataba de concentrarse en el desayuno que estaba comiendo pero le era imposible con todo el ruido que escuchaba, miro en dirección a la cocina, no podía creer la facilidad con la que aquellos dos expresaba su amor tan sinceramente, cansado golpeo la mesa con las manos, pero el sonido de su celular lo distrajo, lo busco con la mirada lo escuchaba cerca pero no lo encontraba -“¿dónde está?”- camino hasta el sillón donde había dormido unas horas antes que Yarek lo despertara, cuando lo encontró miro el numero el cual decía desconocido -“que raro”- fue lo primero que pensó antes de contestar.
-si- dijo esperando una respuesta.
-buenos días... hablo con Mazdaki Nahid.
-sí, ¿quién eres y que desea?
-soy Padme y soy enfermera del Hospital Kremlin y tenemos un paciente que dice conocerlo, su nombre Kurayami Ismael y...- Padme no pudo seguir hablando ya que Nahid la interrumpió.
-¡¿qué?! Ismael ¿está bien? ¿Qué le paso?- Nahid sintió como su corazón se paralizaba de miedo, el solo hecho de escuchar el nombre de Ismael y la palabra hospital juntos en la misma oración hizo que todo su cuerpo temblara y algunas lágrimas se le acumularan en los ojos, preocupado tomo su chaqueta y las llaves del auto aun con el celular en las manos -enseguida estaré allí... por favor... manténgalo con vida- esas fueron la ultimas que Padme escucho.
-está loco este tipo, nunca dije que estaba muriendo- dijo antes de cortar la llamada y dirigirse a la habitación de Ismael.
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Labîb estiró su mano y acarició un lado de la cara de Yarek -me gusta estar contigo- digo mientras lo acerba a su cuerpo para besar nuevamente sus labios, ambos habían escuchado los gritos de Nahid y el sonido de la puerta abrirse y cerrarse, no escucharon lo que había gritado tan desesperadamente pero al separarse ambos sonrieron.
-estamos solos- dijo Yarek aspirando el olor del pecho de Labîb.
-podemos hacer todo el ruido que queramos- tomó firmemente el trasero de Yarek con ambas manos levantándolo del suelo y dejándolo sentado en la mesada –voy a amarte como nadie te ha amado- beso sus labios sellando aquellas palabras las cuales iba a seguir hasta el fin de sus días -te amo Yarek- dijo mientras besaba su cuello –quiero hacerte el amor- mordió suavemente el oído de Yarek haciendo que se estremeciera -¿puedo desearte Yarek? ¿Puedo amarte tan locamente como lo estoy haciendo ahora? ¿Puedo decir que eres mío?- lentamente coló sus manos dentro del pijama de Yarek tocando suavemente su piel.
-puedes Labîb- gimió débilmente al sentir las frías manos de Labîb tocando su cuerpo -puedes amarme y desearme tan locamente como yo también lo hago por ti- respondió Yarek, haciendo que la sonrisa de Labîb fuera cada vez era más grande.
Labîb subió sus manos por el cuerpo de Yarek tocando cada rincón mientras se besaban excitantemente, Yarek abrazo a Labîb atrayéndolo más hacia su cuerpo quería sentirlo más cerca, quería derretirse por el calor que emanaba del cuerpo de Labîb, se sentía tan feliz porque por fin había encontrado la llave que abriría su corazón, su cuerpo se estremecía con cada caricia que le regalaba Labîb pero él quería más, con movimientos torpes se sacó la parte de arriba del pijama dejando su torso desnudo expuesto ante la intensa mirada de Labîb la cual le hizo ponerse nerviosos.
Labîb no podía apartar su mirada de aquel hermoso cuerpo que nerviosamente se exponía ante él, antes de acercarse a Yarek desabrocho su camisa y la tiro al suelo para luego abrazarlo con fuerza dejando que los latidos de sus corazones se hicieran uno, suavemente levanto a Yarek y agarrando los pantalones del pijama y los bajó por sus piernas tirándolos lejos en esos momentos le estorbaban.
Sus ojos no se apartaban de los de Yarek mientras que lentamente decencia hasta estar en el mismo nivel que el hermoso sexo que orgullosamente espera las caricias de él -“maldita sea”- pensaba al darse cuenta que finalmente tenía la oportunidad de hacer el amor con Yarek y no quería estropearlo quería que fuera perfecto y así borrar el rastro de cualquier otro hombre que hubiera estado antes con él.
Decidido sacó la lengua, suave y lentamente la pasó por un lado hasta la cima recorriendo con su lengua la parte superior donde encontró la pequeña hendidura, pasó la lengua por la pequeña abertura capturando gotas de pre semen cuando lo hizo, avanzando hacia la base y retrocedió hasta la punta dejando que su juguetona lengua tocara el sexo de Yarek en cada movimiento, empezó a chupar a Yarek con su boca y su lengua se arremolinaba en torno a cada centímetro que podía alcanzar mientras aceleraba el movimiento la suave voz de Yarek se convirtió en gemidos sensuales y eróticos los cuales le dieron aliento a chupar y lamer con ansiedad, las manos de Yarek estaban apretando su cabello, sus caderas se levantaban para encontrarse con cada bajada de su boca -Labîb... voy a...- Labîb levantó la mirada justo cuando Yarek derramaba su esencia dentro de la boca de él, lamiendo todo lo que pudo de la dulce liberación de Yarek, levantando la cabeza y miró hacia arriba para ver los ojos de Yarek cerrados y la boca abierta.
Las manos de Yarek seguían apretando su cabello las cuales apartó y las sostuvo entre sus manos por unos segundos -“no podemos hacerlo en la cocina”- la idea de hacer el amor en la cocina le tentaba pero la primera vez con Yarek debe de ser especial -no podemos hacerlo aquí- rió suavemente al escuchar un gemido de protesta -no hemos terminado- subió lamiendo el cuerpo de Yarek -pero no deseo que nuestra primera vez juntos sea en la cocina- cuando llego al cuello mordió la clavícula haciendo que se estremeciera -si quieras la quinta o sexta vez lo haremos aquí- beso su mejilla.
-¿y la segunda hasta la cuarta?- Labîb beso sus labios sutilmente para después acercarse hasta su oído.
-es claro que lo haremos hoy en la cama- escucho la risa de Yarek en su oído y supo que el resto de su vida lo quería pasar con él.
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Nahid corría por los pasillos de Hospital Kremlin preguntándole a cada enfermera que se encontraba por la habitación 643, pero sinceramente no entendía nada de las indicaciones que le daban, después de algunas vueltas sin sentido por ese gran Hospital pudo encontrar la habitación en la cual estaba Ismael, sin golpear entro.
-¿Nahid?- Ismael lo miraba con preocupación al verlo tan alterado -¿estás bi...?- no pudo decir nada mas ya que Nahid se le tiro encima abrazándolo fuertemente -estoy bien- dijo al darse cuenta que él era el culpable del estado de Nahid -realmente estoy bien...- se alejó unos centímetros sin dejarlo de abrazarlo y beso sus labios tratando de calmarlo.
-no sabes lo preocupado que estuve- volvió a besarlo -¿por qué no me llamaste ayer?- lo abrazo nuevamente escondiendo su cara en el cuello de Ismael -¿dios, pensé que me iba a morir?
-le dije a la enfermera que te dijera que estoy bien... ¿no lo escuchaste?
-como si pudiera escuchar algo así- empujo y acomodo a Ismael en la cama quedando de frente y recostados en ella -lo único que escuche es que estabas en el Hospital y después mi mente se pudo en blanco, y ahora que te veo estoy más calmado- beso su frente y hablo sobre ella -no me hagas esto nunca más, creía que me volvería loco- bajo un poco y beso su nariz haciendo que Ismael cerrara los ojos recibiendo lo mimos de Nahid.
-estoy bien no fue nada, la enfermera fue a buscar al doctor para que me dé de alta- beso fugazmente los labios de Nahid -creo que hoy tomare el día libre- lo abrazo tratando de escuchar los latidos del corazón de Nahid -¿te quedaras conmigo?- por primera vez sintió miedo, cuando despertó en el hospital le causó extrañeza pero no miedo y ahora que estaba en brazos de Nahid sentía un miedo irracional al pensar que hubiera pasado si nunca más hubiera visto a Nahid que hubiera sido de él, estaría a su lado como ahora o lloraría su muerte -“Dios no quiero pensar en esto”-
-claro que si...-lo abrazo más fuerte al sentir el pequeño temblor que tenía Ismael -no tengas miedo, nunca más te dejare solo- dijo reconfortándolo.
Se besaron pero fueron interrumpidos por la puerta que se abría dejando ver a una enfermara y aun hombre mayor a su lado, unos de los presente a claro su garganta haciendo que ambos se separaran y se sentaran en la cama.
-señor Kurayami, soy el doctor Rajul y fui quien lo atendió cuando ingreso al hospital- le extendió la mano cortésmente haciendo que Ismael lo aceptara para luego ofrecerla a Nahid -déjeme decirle que...
-¿está bien?- pregunto Nahid después de que el doctor se hubiera presentado.
-¿Nahid?- dijo mirándolo -deja que el doctor termine de hablar- escucho como el doctor reía ante la imprudencia de Nahid.
-lo siento, pero estoy muy preocupado- le tomo la mano a Ismael dándose fuerza.
-no se preocupe joven- dijo mirándolo -el señor Kurayami está bien- el suspiro de parte de Nahid fue escuchado por todos -el golpe que recibió en la cabeza no….
-¡¿golpe?! No sabía que te habían golpeado, pensé que te habías desmallado en el trabajo- dijo mirando.
-¿trabajo?- dijo recordando lo sucedido en día anterior -ayer estuve todo el día en casa de Labîb y salí unos minutos antes de reunirnos en el restaurante, nunca dije que estuve trabajando a esas horas
-pero a mí me llego un mensaje diciendo que estabas trabajando y que no te reunirías conmigo.
-yo nunca te escribí nada- busco su celular y recordó que lo había perdido -no he encontrado mi celular desde que desperté y tampoco está entre mis cosas... ¿puede ser que alguien lo haya tomado?
-mmm... deberías llamar a la compañía para que cancele tu cuenta.
-sí, cuando lleguemos a casa lo haré- le sonrío para no darle importancia.
-bueno jóvenes, yo tengo cosas que hacer, usted- se refirió a Ismael -está bien, el golpe es su cabeza no fue muy fuerte así que le doy de alta haga los tramites con la enfermera y espero que este bien y si el dolor continua le recomiendo que vuelva al hospital- dijo amablemente antes de irse.
Después de unos minutos haciendo los tramites del pago del hospital fueron a la casa de Ismael y se quedaron juntos todos el día tratando de olvidar el incidente de Ismael y su celular perdido.
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Labîb atrapo nuevamente los dulces labios de Yarek entre los suyos, levanto su barbilla para que entreabriera los labios y así pudiera deslizar su lengua agregando más pasión, sintió el cuerpo de Yarek estremecerse y entrelazar sus brazos sobre su cuello para profundizar aquel contacto, se separaron nuevamentepara acostarte sobre la cama pero Labîb se separó y se colocó encima de él.
Yarek tenía los ojos cerrados, las mejillas sonrojadas y una tierna sonrisa en los labios haciendo que su corazón latiera fuertemente, después de unos segundos de admirar su belleza beso tiernamente su barbilla y mientras iba bajando mordía y besaba el mismo lugar para así dejar una pequeña marca indicándoles a todos que de ahora en adelante Yarek le pertenecía, mientras seguía mordisqueando y besando el cuello de Yarek sentía como se estremecía antes sus caricias sobre su piel, bajo poco a poco recorriendo su pecho con los labios, quería conocer cada rincón del cuerpo de él, comenzó a escuchar los dulce y sensuales gemidos de Yarek, se detuvo en uno de los pezones y los jadeos y gemido fueron más hermosos cuando mordió uno de ellos.
Continuo recorriendo su piel hasta llegar al ombligo, deslizo sus manos por las caderas para luego volver a subir y besarlo con desesperación, rió cuando Yarek gimió en protesta -no te preocupes ya pronto estaré ahí- se inclinó sobre la cama y tomo el lubricante que Yarek tenía guardado en el cajón de la mesa de luz, cuando lo volvió a mirar se sorprendió al ver una gran sonrisa en el rostro de Yarek y un brillo lujurioso en esos hermosos ojos verdes.
Labîb rápidamente abrió la botella del lubricante y coloco un poco en uno de sus dedo antes de sentarse de rodillas sobre la cama -agarra tus piernas, Yarek- ordenó, su voz quedo atrapada en su garganta cuando Yarek inmediatamente agarró sus piernas y las levantó hasta su pecho, estuvo a punto de perder toda cordura al verlo tan sumiso ante su petición pero por una parte se alegra el saber que él podía ser el dominante y tener el control en la cama, al bajar su dedo lubricado precioso ligeramente la suave entrada haciendo que el cuerpo de Yarek se estremeciera -de nuevo... por favor- rogó Yarek, al escucharlo decir eso, una excitante corriente recorría su cuerpo llegando hasta su sexo, paseo su dedo sobre la entrada de Yarek haciendo lo que le había pedido, recorriendo el borde y lentamente empujo un dedo hacia adentro -oh... sí... más- rogó nuevamente Yarek, casi perdiendo el control sobre sus piernas mientras trataba de empujarse contra el dedo de Labîb con sus caderas.
-no bajes las piernas amor, no quisiera lastimarte- obedientemente Yarek tomó nuevamente sus piernas recibiendo como recompensa por haberlo obedecido otro dedo el cual movía circularmente dentro él, Labîb estaba concentrado en su trabajo, él nunca lo había hecho con otro hombre y eso lo llevo a una investigación extenúa para no lastimarlo y saber exactamente lo que estaba buscando, Yarek arqueó su espalda sobre la cama y dejo escapar un largo gemido -“¡Lo encontré!”- pensó Labîb quien apenas podía contener su alegría, concentrándose en el dulce punto el cual acariciaba con sus dedos una y otra vez logrando que Yarek de estremecía de placer sobre la cama, ingreso un tercer dedo haciendo de que gritara de placer, Labîb se mordió el labio, no podía aguantar más tenía que reclamarlo como suyo dentro de los próximos cinco segundos sino moriría placer sin haber hecho nada -Yarek- hablo entre jadeos -te amo- dijo besando el lugar donde estaba el corazón -te amare siempre y para toda la vida, así que se mío- necesitaba escuchar a Yarek y saber que estaba bien amarlo tan locamente, sintió como la mano de Yarek jalaba de sus cabellos hasta que sus se juntaron para besarlo con desesperación.
-Labîb te prometo que en esta vida y la otra y la otra siempre estaremos juntos, nadie, nunca me volveré a separar de ti- lo volvió a besar -así que hazme el amor cuatro veces para después hacerlo en la cocina- le dijo sonriendo -en una de mis fantasías- escucho como Labîb reía.
-te amo demasiado como para no cumplir tus deseos.
Tomo el lubricante y lo esparció sobre su sexo para luego derramar un poco sobre Yarek, colocando la punta de su sexo en la entrada de Yarek empujando lentamente, se paralizo momentáneamente al sentirse completamente dentro él, no podía moverse y hasta se olvidó de respirar se sentía prefecto y no podía compararlo con nada, escucho como Yarek decía su nombre y lo sacaba de sus pensamientos -lo siento “estoy tan feliz que podría llorar” voy a serte el amor tan placenteramente que nunca querrás estar sin mí- prometió mientras empezaba a moverse.
Las manos de Labîb bajaron para agarrar los muslos de Yarek y enterrar sus dedos contra él -te ves hermoso Yarek- le susurro -mírame- pidió, mientras se movía lentamente -mira lo bien que nos vemos juntos- Labîb miró como Yarek se apoyaba en sus codos para mirar el lazo que los estaba uniendo, su control casi se destroza cuando Yarek se inclinó para frotarse contra su sexo mientras empujaba dentro de él- ¡eres demasiado sexy!- pero Labîb necesitaba más, más rápido, más fuerte, metió los brazos por debajo de las caderas de Yarek levantándolo algunos centímetros sobre la cama -te he esperado por mucho tiempo Yarek, ¿Estás listo para mí?-Yarek asintió y Labîb comenzó a empujar con sus caderas cada vez más rápido -“esto es el paraíso”- podía morir como un hombre feliz, Yarek era el cielo, su cielo.
Sintiendo que su orgasmo no estaba muy lejos, Labîb tomo el sexo de Yarek y comenzó a acariciarlo con el ritmo de sus embestidas, una embestida, una caricia, deseaba que se corrieran juntos, sus embestidas aumentaban de velocidad y de profundidad golpeando más duro aquel dulce punto que volvía loco a Yarek, su mano seducía el sexo de Yarek con cada embestida -córrete para mí- gruño entre dientes, quería verlo, él estaba a unos segundos de correrse pero quería ver el rostro de Yarek lleno de placer antes de correrse él, arqueando la espalda Yarek gimió el nombre de Labîb, liberando su esencia sobre sobre su abdomen y la mano de Labîb -Yarek- dijo entre jadeos y suaves gemidos -eres... per... fecto...- se mordió el labio al sentir como el trasero de Yarek apretaba su sexo – se siente tan bien- alcanzo a decir mientras llenaba a Yarek con su esencia.
Labîb se derrumbó encima de Yarek aspirando su aroma, si hubiera sabido que hacer el amor con Yarek iba a ser así, habría hecho un movimiento años atrás, lentamente soltó las piernas de Yarek y las dejo caer sobre la cama con suavidad mientras que levantaba la cabeza para mirar hacia él.
-te amo- beso sus labios -“eres adorable”- volvió a mira a Yarek quien estaba profundamente dormido, sonrío orgullosamente por haberlo cansado a tal extremo -siempre habrá un mañana- recordó la fantasía de Yarek de hacerlo en la cocina y las otras tres en la cama, bajándose de la cama se dirigió al baño, tomo una toalla y la humedeció limpiándose antes de tomar otra y volver a la habitación y limpiando a Yarek, al terminar tiro la toalla al suelo y se acomodó cerca de Yarek para poder abrazarlo, tenía miedo de despertar y no encontrarlo en sus brazos, pero los labios de Yarek estaban en su pecho acariciándolo y reconfortándolo a la vez -no puedo vivir sin ti- olió el pelo de Yarek depositando algunos besos en el -te amo- lo abrazo quedándose dormido por el dulce calor que emanaba del cuerpo de Yarek.