Danny quería evitar aquel acto interponiendo sus manos en el actuar del mayor, desesperaba mente tomaba fuertemente la sudadera para evitar que el otro se la quitara, pero era inútil comparando la fuerza entre ambos Félix era mucho más fuerte y a pesar de tanto forcejeo termino siendo despojado de esta, el abogado se sentía triunfante asi que se posicionó encima del menor que a estos momentos ya se encontraba más quieto, le beso el cuello con intensidad mientras que el ojos miel solo sentía el pánico.
_ No es tan difícil –Dijo con voz arrogante- Sólo tienes que dejarte hacer, disfruta el hecho que soy apuesto y no un desconocido.
Ante esas palabras el menor no pudo evitar sentir un revolcón en su estomago y con todo su enojo y frustración no pudo manifestar algo más acorde de la situación que escupirle en el rostro al que le tenía sometido.
_ Para mí es como si un cerdo lo estuviera haciendo –Dijo seguro el menor mientras que el otro se limpiaba el escupitajo con rabia retenida.
Los golpes no se hicieron esperar. Félix le dio dos bofetadas consecutiva al de cabellos rizado, la segunda mucho más fuerte que la anterior causando que el receptor se aturdiera mientras que se formaba marcas en su rostro.
_ Tú lo has querido –Dijo cortante el mayor mientras que aflojaba su cinturón para luego bajar sus pantalones hasta sus rodillas.
En ese momento Danny estaba levemente desconectado de todo, sólo podía percibir un zumbido en sus orejas y ser consciente que tenia sobre su cuerpo al que consideraba en un tiempo su amigo.
El mayor sacó del lugar donde guardaba sus cigarrillos un pequeño recipiente, luego miró al menor mientras que con sus dedos sacaba una porción del contenido, luego con rudeza introdujo como una bala uno de sus dedos en el orificio del otro mientras que éste en respuesta gritó del dolor esperaba que el lubricante ayudara a que la situación fuera menos áspera pero el otro trato de alejarse de allí pero sólo recibió como respuesta otro golpe que cayó en su mejilla izquierda dejándolo más atontado que antes.
El abogado estaba tan enojado por la comparación que le habían hecho anteriormente que no le importaba en lo mínimo si estaba lastimando al pelo rizado ¿cómo alguien se atrevía a compararlo con un animal?¿Como alguien se atrevió a escupirle en el rostro como si fuera un pordiosero? Eso era imperdonable.
Así que, sin muchos preparativos metió un segundo dedo y lo movió con violencia cuando ya estaba acomodado en el interior, sintiendo como se humedecía ligeramente y al percatarse de ello retiro sus dedos y observándolos pudo darse cuenta que estaban manchados en un ligero tono carmesí. Pero esto no lo iba a detener.
Levanto una pierna del menor hasta que la pudo colocar en su hombro para así tener mejor acceso y dirigió su pene hacia aquella entrada lastimada y como un animal introdujo su miembro de golpe causando que el menor comenzara a llorar y retorcerse con las pocas fuerzas que le quedaban.
Era un dolor horrible el sentir que le iban a partir en dos, tan inesperado sentir ese cuerpo extraño en su interior, tan realmente lamentable como estarsiendo ultrajado y no poder hacer nada para defenderse, sus movimientos no causaban nada ante la estabilidad del mayor, incluso no podía articular bien sus palabras ni pensamientos porque los golpes le habían agitado el cerebro, luego su cuerpo fue impulsado de arriba hacia abajo con cada embestida furiosa del otro, no podía articular pensamiento pero ojala asi mismo hubiera sido su respuesta al dolor para solo sentir una milésima parte de lo que estaba percibiendo.
No podía moverse por el dolor y ahora si por el terror causado por el mayor, la colonia del mayor estaba violando también su nariz, empezó a llorar al sentirse en esta situación, las cenizas, en cenizas había quedado su hombría porque ahora estaba llorando como una niña, su orgullo se encontraba en el fondo acompañando las ruinas del Titanic, sólo se sentía rodeado por una alarmante desesperación mientras oía los gemidos del que lo había sacado de su casa.
Había perdido control de su cuerpo, había perdido todo ápice de tranquilidad y estabilidad, mantenía su cara volteada mientras que observaba al frente el sillín del conductor, no quería ver nada más solo quería que algo sucediera para parar con toda esta aberración.
Félix estaba extasiado y estaba en tal estado que ni siquiera noto enteramente el estado de shock en el cual se encontraba el menor, hubo un momento en que se sintió mojado, asi que se detuvo y miró su miembro el cual estaba empapado en rojo, pero en vez de tocar la fibra de la compasión lo que causo fue que le tocata la fibra del castigo un pensamiento cruzó su mente “Te mereces esto por no comportarte” así que continuo en lo que estaba pero por lo menos disminuyó un poco en su brusquedad.
Danny mantenía los ojos abiertos junto con su boca, mientras que parecía que necesitaba tomar aire por esa parte para poder respirar, sus ojos estaba rojizos de tanto llorar pues parece que cada minuto era tan torturadoramente lento y doloroso, cuando Félix se detuvo sintió un poco de descanso, pero luego su desmoralización creció cuando pudo volver a sentirle…
Los movimientos en algún momento fueron más ligeros pero el menor ya no estaba en la capacidad para percibirlos, luego se volvió más intensas las embestidas hasta que al final un gruñido de Feliz avisaba que su esencia estaba inundando su interior, que en ese acto se sellaba nuevamente la unión de sus cuerpos teniendo el menor el sencillo deseo de morir allí mismo.
Al terminar el peli oscuro trato de ser algo menos rudo y se retiro lentamente del menor, mientras este mantenía su vista en el asiento del conductor sin moverse ni hacer ningún ruido mientras que de sus piernas al poco tiempo empezaba a escurrir la mescla de semen y sangre ensuciando así los sillones de cuero, Félix miraba al exterior a través de la ventana con una expresión seria que realmente no se podía descifrar que estaba pasando por su cabeza.
La respiración del menor poco a poco se hizo un poco más estable y cuando tuvo un poco mas de aniño cerró sus piernas y se coloco con mucha paciencia y dolor de lado mirando siempre al asiento del conductor.
Estuvieron después de aquel movimiento una hora sin decir nada, sin casi moverse, la visión del ojos oscuros se dividía entre el paisaje baldío y le vulnerabilidad de Danny que es encontraba echado de lado en el sillón como si le hubieran arrancado los ánimos de vivir.
Feliz por fin volvió a ponerse los pantalones y a abrochar su camisa mientras que tenia la vista totalmente fija en la ventana, luego de esto miro al menor y se acerco para tratar de organizarlo pero este ariscamente rechazo su tacto con poca resistencia causando por el movimiento una punzada intensa de dolor.
_ ¿Piensas llegar desnudo a tu casa? –Dijo con sarcasmo el mayor- Voy a vestir –Dijo con firmeza.
A pesar de lo esquivo que se encontraba el otro Félix logro al final vestirle, pero por supuesto, antes tuvo que sacar su pañuelo y limpiarse los rastros de fluido entre sus piernas.
El abogado condujo hasta la residencia del menor, el camino había sido silencioso e incomodo, el menor se mantenía acostado sin fuerzas en la parte trasera del auto causando a Félix un sentimiento incomodo llamado ansiedad.
Al llegar a su destino el apuesto joven dio aviso al menor de su llegada, éste no se inmutaba, así que bajo del auto, le dio la vuelta a este para abrir una de las puertas traseras.
_ Muévete –Dijo impacientemente el mayor pero el otro no cambiaba su posición- ¿Quieres que te lleve conmigo? –Esperando alguna reacción pero nada.
El pelo oscuro ya se percibiendo algo, así que se metió al auto y tomo al ojos miel sacándolo de allí, luego tomo su rostro y pudo ver que sus mejillas coloradas y la temperatura del cuerpo aumentada. Tenía fiebre.
Antes de que pudiera actuar una figura masculina con su voz interrumpió sus pensamientos.
_ ¿Qué hace usted con mi hijo?