Capitulo 4
_Dejé de verte como un amigo hace tiempo…estabas clavado en mi mente. Lo de amoche… no fue tan malo…
Danny se levanta del sofá rápidamente -¡¿No fue tan malo!? ¡Eres un puto! ¡HIJO DE PUTA! ¡Púdrete! Te odio… - Dijo todo eso entre sollozos.
Félix intenta agarrarlo. Él afectado corre a la cocina porque obstaculizaban la salida, toma un cuchillo temblorosamente ¡Aléjate de mí! Aléjate…
El otro quería atraparlo y quitarle el cuchillo, se acerca y Danny lo hiere en el brazo derecho, pero aun así el mayor logra quitarle el arma blanca y lo aleja lo más posible de ellos; le propina una bofetada y lo derriba al piso. Danny que da en el suelo cubierto sólo por la capucha roja, esta imagen enciende a Félix, sumando la adrenalina en la cocina, entonces lo toma del brazo y lo arrastra hasta su habitación en medio de gritos y pataleos, lo arroja sobre la cama y rápidamente se acomoda sobre él, lo toma de la capucha y le dice “No sabes cuánto me emocionó al verte con esto puesto. El otro lloraba y quería hacer un acuerdo con él, pero a Félix no le importaba nada de eso, le quitó la prenda, aunque hubo resistencia por parte del otro, no se quedaba quieto; entonces, Félix lo sacude en la cama y le dijo “No me obligues a ser violento, te va a doler mucha más. Estoy tan excitado” El cuerpo de Dannyno reacciona al escuchar esto, pues queda inmóvil. Esto le gustó bastante al abusivo, se quita la toalla y empieza a tocar las piernas de él, toca su vientre de una manera que sólo decía sexo, lame sus pezones _Te gusta ¿Cierto? Danny tenía tanto miedo, quería morirse más que anoche.
_Por favor Dios ayúdame, que pare…-Pensaba el menor.
Félix empieza a acomodar sus piernas, a prepararse para el momento. Danny ya sea por defensa propia, o por el mismo miedo reacciona mordiendo a Félix en la parte que tenía más cercana a él, éste queda mirándolo con una sonrisa sarcástica, lo toma de sus muñecas sobre la cabeza, acerca sus labios hacia su oído y le susurra: Deseaba ser gentil…
Empieza a empujar, empuja ignorando los “ya no” “por favor otra vez no” ignorando esas palabras, él sólo quería desahogar todo ese deseo que sentía por esa persona, sus oídos estaban sordos para las suplicas. Sólo importaba él.
David chillaba como un animal, estaba tan cansado, sentía tanto asco, cada vez que el mayor empujaba más su pelvis contra él, era como un desgarro a su alma, continuaba llorando mientras manoseaban su cuerpo a su antojo mientras escuchaba las palabras “ Eres sólo mío, ningún puto te lo hará como yo” En aquellos momentos, a Danny ya no le importaba nada, sólo lloraba y pedía que todo terminara pronto, ahora, escucha los últimos jadeos y siente como el semen de él llena sus entrañas, segunda vez que lo experimenta, segunda vez que se siente tan asqueado, segunda vez que se siente como una callejera.
Félix quedo encima de él, disfrutando cada segundo observando el rostro de Danny:Tenia la mirada ida, los ojos hinchados muy estaba pálido. Se quita encima de él, e inmediatamente Danny se recoge en su propio cuerpo, cerrando sus piernas, sintiendo la humedad entre ellas y llorando como si fuera un niño.
Félix al ver la situación, se acerca y pone su mano sobre su hombro y dice: Deja de llorar que… - Déjame tranquilo –Interrumpe el menor- Ya has obtenido lo que querías.
Félix retira su mano, cubre a Danny con las sabanas, se levanta de la cama, sale de la habitación; va a la cocina, se toma un café reflexionando sobre su actuación, pero él necesitaba hacerlo, él necesitaba estar con Danny, así fuera la última cosa que hiciera en la vida, pero ¿Pero si él lo odia? ¿Si nunca lo perdonará? Tomó un sorbo de café - ¿Y a mí que me importa? – Dijo con arrogancia- Sólo quería estar con él. Ya lo rompí y eso era todo, ya cumplí mi deseo de convertirlo en mi puta –Pensó.
Vuelve a la habitación y el menor seguía en la misma posición, cuando Félix hablaba el muchacho se estresaba. Por lo menos estos 20 minutos sirvieron para que dejara de llorar.
-¿Quieres que te lleve a tu casa? – Fue lo primero que se le ocurrió preguntar.
Danny sólo asintió con la cabeza. No quería hablar de nada. Félix lo tomó del brazo para sacarlo de la habitación. Danny no opuso resistencia, se dejaba llevar fácilmente, lo llevó a la ducha y quería quitarle la sabana que le cubría era lo único que lo hacía, pues el mayor le había quitado la capucha para tomar mejor su cuerpo. Al tratar de quitarle la sabana Danny se aferraba a ella, Feliz se enoja y se la arrebata, prepara la tina y mete a Danny en ella. Toca su rostro –Tengo que bañarte. No puedes hacerlo tú mismo ahora. Lava el cabello del rizado, parecía un zombi, estaba en completo silencio.
_La vida es un engañó, cierto? Las apariencias engañan – Los ojos de Daniel se cristalizaron al oír la palabras del otro- Eres un buen chico. No mejor dicho, eres una buena niña, eres mi hermosa chica –Dijo Félix sonriendo- Danny grita, cachetea a Félix e intenta salir de la tina. Félix lo detiene, se mete también a la tina y lo sacude.
-¡Quieto! ¡Quieto o ya verás perra! – El menor se queda quieto y solloza.
Él terminó de bañarlo, le pone la salida de baño, lo lleva a la habitación y lo empuja sobre la cama y se pone nuevamente sobre Dany, toca sus piernas
_ No me había fijado que tus piernas son como las de una chica…. Estoy muy caliente, te deseo, te deseo tanto.