Después de tanto pensarlo contrato a alguien para que esperara afuera de la casa y lo viera, lo vigilara cuando saliera de ella; pasó ese día y no vio al chico, en el segundo día fue igual, pero al tercer día lo vio. Él hombre informó a Félix, este le contó que se veía más delgado comparado con la fotografía que le había proporcionado, no pudo comentar más porque sólo vio por cinco minutos.
Una tarde en que Danny se encontraba solo en su casa alguien toca a la puerta, se apura a abrir pensando que tal vez era su padre que olvidó las llaves nuevamente, abrió la puerta y cuál fue su sorpresa al ver que era ese hombre, ese sucio hombre que hacia recordar el dolor, trata de cerrar la puerta pero Félix se lo impide empujándola, Danny se aleja, ese hombre lo acorrala contra la pared sin tocarlo.
_ ¿¡Que haces aquí!? –Dijo enojado y asustado sin mirarlo a la cara. No podía soportar tenerlo cerca, Su cuerpo se tensaba. Quería llorar pero no iba a hacerlo frente a él.
_Estoy aquí porque quería ver como estaba – Trató de tocar el rostro del pelo rizo, pero este no lo permita así que, se acercó un poco más y sintió su respiración, como subía y bajaba su pecho.
_ Vete. Déjame vivir en paz.
_sólo quería verte –Toma del suave rostro delicadamente, roza sus labios y despeja el cabello de su rostro, ve un moretón en su ojo izquierdo hecho recientemente.
_ ¿Quién te hizo esto? – Mirándolo fijo a los ojos- Dime quien fue.
_ ¿Qué te importa? –Danny quita aquella mano de su rostro- Para que sepas fue mi papá, pero fue en un momento profundo de embriaguez.
Félix se quedo un momento observando con más detalle al golpeado; estaba pálido, sus ojeras bordeaban a lo purpura, estaba claramente más delgado disminuyendo aquella voluptuosidad apetecible que le caracterizaba, el grosos de las piernas había disminuido iba cosa que le encantaba a Félix era los muslos torneados del menor, la cara trataba de marcar pómulos disminuyendo esas mejillas de tendencia sonrosada, sus ojos siempre melancólicos ahora se tornaban totalmente sin lustre, los cabellos desordenado que siempre estaban limpios dejaban en evidencia que hace un tiempo no se les había suministrado el adecuado cuidado, n conclusión, todo esto viéndose en comparación frágil, pero esta persona estaba a la defensiva y era comprensible.
_ Hace más de dos meses que no nos vemos. Te ves diferente –Danny queda en silencio un momento- Mi papá esta que llega. Vete. Debes irte.
_No creo que venga pronto, cierto? Sólo es para que me vaya- Félix sin aviso toma a Danny del brazo, lo saca a toda prisa de la residencia y lo mete a su auto.
-¿¡Que haces!? SUELTAME!!- Grita con desespero tratando de zafarse.
_No. No lo haré. Tengo que llevarte de aquí. Nadie más debe tocarte. Arrancó el auto y Danny esta tan asustado e inmóvil, pensó es arrojarse del auto pero la puerta tenía seguro, además moriría si se lanzaba a esa velocidad.
_Por favor… Déjame ir, prometo no decir nada. Sólo quiero paz. Por favor –Danny nerviosamente pone su mano sobre el hombro de Félix – Te lo pido. Para el auto. ´
_Si siguas así, vas a provocar que nos choquemos. Guarda silencio –Danny retira su mano de aquel hombro –Eres mi cosa y debes permanecer calladito como tal y por supuesto ser una buena chica. No me obligues a parar y calmarte a mi manera.
Danny se arrinconaba en el asiento y mira con desespero hacia la ventana; Estaba paralizado, arrinconado, temblando, no quería llorar pero las lagrimas rodaban por las mejillas.
_Por favor. Déjame ir. Por favor quiero irme –Dijo con la voz afectada.
_ NO me obligues air atrás –Dijo exasperado
Danny ya no dijo nada. Sollozaba, sentía nauseas, sentía que e cualquier momento podía vomitar en el auto. Félix se detiene en un lugar solitario ¿Qué hacemos aquí?- Dijo Danny con los nervios al 1000.
Félix piensa en salir del auto, pero no lo hace, así que se va a la parte de atrás e intenta besar a Danny pero este le da una bofetada. Félix lo mira muy malpara luego propinar una fuerte bófeta a Danny el chico cae boca abajo, Félix se le lanza encima y lo golpea contra el asiento tomándole en cabello.
La persona de rizos estaba en un estado de aturdimiento pero sentía perfectamente como su cabello era jalado y después siente esos labios acercándose a su oreja y susurrar “Sabes cómo soy, sabes que me enojo fácilmente, que soy mucho más fuerte que tú, entonces si vuelves a darme otra cachetada recuerda que yo te responderé”