Jongup y Zelo habían pasado juntos lo que había quedado del día. Para la suerte de ambos, los padres de Jongup le dejaron quedarse en casa de su “amigo”, aunque ambos sabían que no era así y como era de esperarse, los gemelos también.
Yongguk aburrido en casa, no sabía qué hacer. Yongnam quién sabe dónde estaba, sus padres ocupados en el trabajo y Jongup con su nuevo novio... Quedando él completamente solo en casa.
Después de unos minutos perdidos intentando distraerse con la televisión, decidió salir a dar una vuelta, tomar aire fresco seguro le haría mejor que estar encerrado y solo en su casa. No había muchos lugares a donde ir, pero uno vino a su mente. Mejor sería ir caminando, así hacía algo de tiempo.
Himchan casualmente estaba cerca del Café donde vio a Yongguk entrar, y lleno de curiosidad, fue detrás del mayor... Será qué... ¿Yongguk estaba yendo al Café solo para encontrarse con ese tal “JiHo”? Con la rabia a flor de piel, entró apresurado intentando pasar desapercibido... No quería que Yongguk pensara que lo acosaban, aunque... De todas formas no es como si lo hubiera planeado con anterioridad... Simplemente estaban de casualidad en el mismo lugar y a la misma hora.
Se sentó algo alejado del mayor, rogando porque no lo vieran. No entendía muy bien qué es lo que hacía ahí... Tal vez sólo quería confirmar aquella extraña relación que tenía Yongguk con el insoportable y rubio chico.
Pidió algo sencillo, solo una taza de café oscuro y se dedicó a “pasar el rato” viendo su teléfono, hasta que para su mala suerte, fue visto por Yongguk, quien inmediatamente se levantó de donde estaba para sentarse con el de piel muy blanca y cabello negro carbón.
-¡Himchan! Otra vez por aquí... Pensé que no te gustaba el lugar -Dijo el mayor, tomando asiento sin antes preguntar- ¿Qué tal todo? -Le sonrió mostrando su hilera de dientes, y Himchan solo observaba en silencio mientras hablaba sólo en su mente... ¿Qué tenía Yongguk de especial? No lo sabía, pero algo tenía ese chico que le hacía sentir calidez y protección... Algo que no había sentido por alguien en otro momento.
-Diría que bien... Pero bueno, no es nada importante... ¿Qué tal te va a ti? -Respondió con sorna y Yongguk suspiraba cansado, Himchan pensó que tal vez la pregunta le había sido incómoda... ¡Pero si él comenzó!
-Lo mismo... Pero creo que es más algo bueno que malo... –Sonrió pero se veía algo triste... ¿Sería que dijo algo malo? ¿Estaría molesto con él? Himchan recordó la última vez que se vieron, Yongguk lo había llamado para encontrarse aquí y hablaron de la relación que probablemente comenzarían a tener sus pequeños hermanos menores, claro que, Himchan pensaba haber reaccionado de buena manera tal como lo hizo al hablar con Zelo, pero hubo algo en ese día que lo molestó, tanto que solo fue capaz de pagar su rabia hablando con Yongguk...
-Oye... He querido decir esto desde hace unos días... -Hizo una pausa y dejó las manos acunando la taza de café que ya estaba casi vacía-. Lo siento... Te traté muy mal el otro día -Yongguk lo miraba sorprendido, no imaginaba que alguien como Himchan estuviera disculpándose por el mal trato que le había dado el otro día... Pero ya era cosa del pasado, ¿No?
-Jajaja Himchan, ¿Estabas muy preocupado por eso? No estoy molesto contigo... He de entender que ese día no fue bueno para ti, y además, no mejoré mucho las cosas con la conversación que tuvimos... ¿Cierto? -Le sonrió y pudo notar como las manos del menor comenzaban a relajarse un poco, sin embargo se mantenían firmes en la taza.
-Serás tonto... No es gracioso. Y no estaba preocupado, es solo que... No quería tener problemas con el hermano del novio de mi hermano -Finalizó la oración algo confundido por el casi trabalenguas que acababa de decir, pero aún más, por lo idiota que había sonado al decirlo, eso no era para nada su estilo.
-Jajaja, como quieras Señor Siempre Tengo la Razón -Dijo Yongguk y tal vez fue algo anticuado, pero una sonrisa asomó en el rostro de Himchan, quién comenzaba a divertirse con la compañía del moreno, pero esa felicidad no duró mucho. Un rubio que odiaba, por cierto, se acercaba a su mesa con mirada asesina que cambió a cariñosa en cuanto habló a Yongguk.
-¿Todo bien? ¿Quieren algo más? -Hizo énfasis en “Quieren” mientras miraba a Yongguk, ignorando por completo la presencia de Himchan. Seguro si hubiera podido, le lanzaría el resto del café que quedaba en su taza, pero no lo haría con Yongguk cerca.
-Todo bien, JiHo -Respondió Yongguk dando unas palmadas en la espalda del chico que sonreía inocente, para luego volverse hacia Himchan de mala gana.
-No quiero nada, así que puedes irte -Respondió Himchan con una de las sonrisas más falsas que pudo haber dado. Yongguk los miraba en silencio, si hubieran tenido rayos en los ojos seguro ya se habrían fundido. Pero todo fue interrumpido por un teléfono, que gracias a Dios sonó e interrumpió aquella discusión que estaba a punto de comenzar. Himchan se levantó para poder atender la llamada.
-¿Qué sucede, Junhong? -Preguntó, y la respuesta no fue exactamente la que esperaba- ¿¡Que quieres QUÉ!? -Al percatarse de que estaba haciendo mucho escándalo y tenía muchas miradas fijas en él, se calmó y salió del local para hablar con más privacidad.
-Junhong... ¿Me estás hablando en serio? ¡Qué carajos crees que voy a hacer! ¿¡Ah!?
-Ay por favor... No te pongas con tus berrinches, hermano. Siempre me has hecho eso, y porque te lo pida a ti una vez no te cuesta nada... ¿Verdad? -Decía Zelo por el otro lado de la línea.
-No sé qué es lo que te está pasando por la cabeza, Junhong -Hizo una pausa para tomar una bocanada grande de aire- Bien. Y ¿Dónde crees que voy a quedarme? No puedo ir a casa de Monsta... Estará con HoSeok todo el tiempo y solo voy a estorbarles...
-Como si encontrar donde dormir realmente te preocupara... -Dijo con un toque de molestia que puso la piel de gallina al mayor- Es importante para mí, hyung... Además, a ti no te ha dolido el corazón cuando me sacas de la casa para estar con alguna de tus “amigas” -Ahora solo había silencio... ¿Tan molesto estaba con él? Es cierto... Tal vez lo había obligado a salir unas cuantas veces, pero parece que el menor le guardaba mucho rencor por eso- O... “Amigos” Ja. Ja... No creas que no lo sabía -La quijada de Himchan cayó de golpe al piso... Había derramado la última gota de agua del vaso que se había llenado con el tiempo, y antes de poder articular una sola palabra, el menor colgó la llamada, dejando a un frustrado y molesto hermano mayor con la palabra en la boca.
Himchan no sabía qué hacer... Era la primera vez que su pequeño hermano le pedía un favor como ese, y a decir verdad, no tenía porque negarse. Entró de nuevo al Café, encontrándose con que Yongguk seguía sentado donde estaba, nada más y nada menos que hablando con el rubio que no soportaba.
-Disculpa, era mi hermano... -Dijo Himchan tomando asiento al lado del mayor, que le miraba con los ojos entrecerrados.
-¿Todo bien, Himchan? -Preguntó con algo de preocupación al notar que el chico se veía mucho más pálido que de lo normal.
-Sí, bueno... Eso creo -Sonrió apenado, claro que no estaba bien... Había tenido una conversación algo incómoda con su hermanito, que no hizo más que sacarle las cosas en cara.
-¿Seguro? Puedes hablar conmigo de eso... Claro, si quieres -Le sonrieron y Himchan sentía que podía desmoronarse en cualquier momento... En su cabeza solo giraba y giraba una pregunta: ¿Tan mal la había pasado el pequeño Junhong mientras él se divertía?
-No es nada importante... Guk -Suspiró y el otro dejaba escapar una risita que le hacía sentirse más cómodo que antes... Tal vez no sería tan malo contarle...- Está bien... Lo que sucede es que acabo de recibir una llamada de Junhong...
-No me estás diciendo algo que no sepa...
-Para que buscara un lugar dónde quedarme hoy...
-¿Eh?
-Sí, al parecer quiere tener una buena noche con tu hermanito y no me quiere en casa... Já. Como si fuera a estar detrás de él -Sopló molesto su pollina y Yongguk le miraba... No digamos molesto, porque no era la palabra... ¿Dudoso?
-Así que todo le salió bien al pequeñín... Bueno, como ambos estamos en una situación parecida... ¿Qué tal si te quedas en mi casa esta noche? -Himchan abrió los ojos como plato... No se imaginaba tal propuesta.
-¿E-en tú casa? No, no... Lo menos que quiero es causarte problemas -Contestó.
-No importa si te quedas, Channie... Además, Jongup no va a estar -Sonrió amable y Himchan sintió algo extraño en el estómago... No sabía si era por la amabilidad del mayor, o por el hecho de que su piel se puso como de gallina cuando le llamó por ese apodo. Hasta le sonó algo lascivo la manera en la que lo pronunció. Tal vez solo eran ideas suyas... Tal vez la locura todavía no le estaba haciendo efecto.