N/A: link para la música (OST?) de este capítulo We Are Mapping Your Dreams- Laura
Jung Daehyun se removía en la cama intentando conciliar el sueño, que al parecer no quería hacer su efecto desde hace un tiempo. Parecía que todo le estaba saliendo mal, ya no hablaba tanto con Zelo, Luhan lo tenía olvidado y además, ahora tenía una especie de molestia persiguiéndolo por los pasillos de la escuela. Después de un rato de no poder dormir, agarró su teléfono y notó que acababan de llegar unos mensajes, le sorprendió un poco al ver quién era...
Yoo Youngjae, también en su cama y en las mismas que Daehyun, acababa de saludar al chico que poco tiempo tenía de conocer y en secreto, encantado le tenía. Daehyun era perfecto en muchos sentidos y a Youngjae le llamaba mucho la atención, algo que nunca había sentido... Acostumbraba tener de alguna manera u otra lo que quería, y Daehyun no sería la excepción. Se había dado cuenta de eso la última vez que se encontraron... Como Daehyun en vez de parecer el príncipe del que pinta tenía, arruinado se veía... Y eso no hizo más que mover hilos en la mente de Youngjae... Intentó hacerlo divertirse y funcionó más rápido de lo que había pensado y al darse cuenta, solo quería verlo reír.
-Dae-hyung ¿Está dormido? Sí te desperté... ¡Lo siento! Mejor hablemos mañana -Leyó Daehyun en voz alta... Estaba aburrido sin poder dormir y Youngjae le hablaba... No estaría mal distraerse un rato.
-Qué va... No he podido pegar un ojo desde hace rato... En fin, ¿Sucede algo? -Tecleó y antes de enviar el mensaje, releyó viendo que no había ningún error.
-Jajaja estoy igual... Tampoco puedo dormir -Woah, la respuesta llegó rápido... Tal vez más de lo que debería.
-Hyung... ¿Has estado mejor estos días? La otra vez te veías muy triste...- Youngjae mordía su dedo un tanto nervioso antes de... Enviar... No enviar... Un movimiento en fallo que hizo por culpa de su gato, que pedía mimos... Uh-. ¡¡Si quieres distraerte un rato deberíamos salir!!
Daehyun estaba escribiendo una respuesta, cuando llegó otro mensaje del de cabellos negros... Se quedó por unos segundos viendo la pantalla... Leyó y re-leyó el mensaje ¿Youngjae le estaba invitando a salir? Siguió revolviéndose en el colchón mientras miraba gracioso el teléfono... Claro, como si aquel chico tímido fuera a fijarse en él, era obvio que solo quería ser más cercano a él por Jongup y Zelo.
-Por mí no hay problema... Tú dime cuando -Envió el mensaje y sonrió... Después de todo no estaría mal intentar olvidar a Zelo y por primera vez, intentar mirar con esos ojos a otra persona que no fuera el chico de cabellos plateados y altos.
Los siguientes días fueron lo mismo... Youngjae le seguía escribiendo pero nunca llegó a darle una fecha para ambos salir a divertirse, Daehyun comenzó a pensar que solo le tomaban el pelo, pero hablar con Youngjae era divertido y agradable; así que antes de sacar respuestas apresuradas decidió esperar al chico sin chistar. Además, era época de exámenes, todos estaban ocupados y Youngjae no sería la excepción.
Durante el receso, Daehyung, Monsta, J-Hope y Luhan estaban sentados en la cafetería mientras desayunaban. J-Hope no dejaba de parlotear y Monsta con toda la paciencia que aquel chico tenía, le escuchaba, sonreía y asentía a lo que el otro decía... Por otra parte los demás miraban graciosos a la pareja, Luhan reía y Daehyun dio un pequeño golpe en su frente, haciéndolo callar y siguió molestándolo... Eso hasta que alguien fue a interrumpir el desayuno de los chicos.
-¿Qué quieres? -Preguntó con un tono de molestia en su voz que alarmo a los demás chicos- Zelo no está conmigo, puedes irte -Hizo un ademán con la mano y la chica, con brazos cruzados, terca como ella sola y con pose firme, no apartaba la vista de Daehyun.
-Te recuerdo... -Habló Monsta, recibiendo una escena de celos por parte de J-Hope- Eres la chica de la otra vez...
-¿Me permiten un momento a su amigo? No será mucho tiempo -Dijo amable y los tres restantes parecieron no importarles mucho darle algo de privacidad a Daehyun y su “amiga”.
-Vaya, no sé qué es lo que está pasando... ¡Pero últimamente me estás volviendo loco! ¿Qué quieres que haga para que me dejes en paz? -Dijo Daehyun amargado, pero... Ya la hemos visto antes y no se rinde tan fácil.
-Nada Daehyun, es solo qué... Estás actuando muy raro últimamente y solo estoy preocupada por ti... -Se encogió de hombros y Daehyun suspiraba molesto.
-¿Tú? A ver... Qué tal si me dices, ¿Por qué te preocupo tanto? -Daehyun antes de dejar que la chica respondiera, se levantó y girando sobre sus talones, se fue murmurando quién sabe qué. Suzy, levantándose como si hubiese estado sola todo el tiempo, decidió dejarlo ahí por el momento... Daehyun tenía que superar lo ocurrido antes de que se volviera un malhumorado nomo, o bueno... Solo uno más malhumorado de lo que ya era.
Daehyun huía de la respuesta de la chica... Esa chica era tan cercana a Zelo como lo era él y, pensar en lo que le diría le revolvía el estómago... Él lo sabía, y a juzgar por la personalidad de la chica, que nada se le escapaba de las manos, no quiso que le recordaran lo obvio, él ya sabía que tenía que olvidarse de Zelo... ¿Pero sin haber luchado ni un poco? Sentía que le hervía la cara de la rabia... ¿Cómo era posible que un desconocido llegara y nomás conquistara a su pequeño? No era justo para él, ya que por tanto tiempo lo había amado en silencio temiendo un rechazo por parte del menor... Y ¿Para qué? Si de todas formas ahora quiere a un chico y no precisamente a él.
En la mente de Daehyun, hilos comenzaron a formarse, sonreía y jugaba con las manos dentro del bolsillo, moviendo de aquí para allá aquel teléfono que sostenía. De camino en el pasillo, un Luhan llamó fuerte su nombre, pero ignorando por completo al mayor, Daehyun siguió su camino, hacia el salón de Zelo, donde, desde el pasillo, se veía la silueta del chico hablando con otros dos. El plan era perfecto y en su mente, más que atractivo, sin duda serviría para mucho más de lo que planeaba.
Ese mismo día por la mañana, un Himchan se despertaba perezoso mientras estiraba sus brazos y piernas, arrimando la sabana de su cuerpo. Al principio, se sobresaltó al notar que no estaba en su habitación... Pero todo se disipó tan rápido que no tuvo tiempo de pensar en otra cosa más que Bang Yongguk, o como le decían en su hogar... “Gukkie”. Una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo y sintió como la sangre le adornaba sin permiso aquellas mejillas suaves y pálidas, Himchan cubrió su rostro con la sabana intentando parecer que aún dormía, pero, de nuevo, sentía como los nervios y la pena recorrían todo su cuerpo al sentir un peso hundirse en el colchón.
-¿Qué tal amaneces? -Escuchó aquella voz gruesa que caracterizaba a Yongguk. Prefirió quedarse callado un rato más... Tal vez el mayor se rendiría al notar que “aún” dormía-. Oye... Te estoy hablando...
-Hmm... -Himchan hundió el rostro en la almohada e hizo un ademan con la mano, Yongguk seguía insistiendo en que le respondieran.
-Vamos hombre, ya has dormido toda la mañana... ¿Acaso no tienes hambre? -Yongguk sabía muy bien que Himchan no dormía, por eso se había sentado en aquel colchón, así como también sabía que el menor le había recorrido toda la espalda descubierta mientras buscaba su ropa en el closet... Quedarse sin camisa solo era un motivo más para provocar a Himchan, pensó Yongguk.
-Ya voy, ya voy... -Respondió el menor al notar que Yongguk comenzaba a toquetear su espalda... No podía permitirse ningún tipo de contacto con el moreno... Simplemente lo odiaba- ¡Que ya voy! -Gritó exasperado a la vez que se sentaba en la cama, nuevamente quedó boquiabierto, Yongguk estaba mucho más cerca de lo que creía y no solo eso, casi todo su cuerpo estaba desnudo, a excepción de aquel short de tela que traía puesto. Himchan lo apartó nervioso y Yongguk reía en sus adentros... Himchan se veía tan lindo recién despierto que solo quería apachurrarle.
-¿¡Qué ves!? ¡Aigo! En esta casa todos son así ¿O qué?
-Nada Himchan, es solo que tu cabello está gracioso - Respondió Yongguk, acercando con sutileza la mano a la cara de Himchan para acomodar algunos mechones-. Listo, estás mejor -Himchan infló las mejillas y despeinó los mechones de cabello que Yongguk había tocado... Otra vez aquella sensación extraña apretaba fuerte en su pecho, Yongguk sonreía tonto y había un aura extraña en la habitación... Hasta que un celular sonó. Yongguk se levantó rápido del colchón para buscar su teléfono que cada vez sonaba más duro, Himchan miraba a Yongguk como esperando a que dijera algo, pero...
-¡JiHo! ¿Qué tal? -Era el rubio quien llamaba... Yongguk miraba todavía sonriente a Himchan, pero este apenas escuchó aquel nombre, salió disparado de la habitación como si hubiesen nombrado la llegada del diablo al pueblo. Dio rápidos pasos hasta el baño, rogando que no estuviera ocupado y más por Yongnam, ver a la copia de Yongguk en esos momentos no le serían de mucha ayuda. Para su suerte estaba vacío. Hizo un pequeño pozo de agua con sus manos y mojó en ellas su rostro, dejando que el agua fría corriera por toda su cara, sin importarle mojar aquella camiseta que ahora apestaba a Yongguk. Después de un rápido aseo, pensó varias veces sobre si entrar o no al cuarto del mayor... Pero ya qué... Seguramente seguiría hablando por teléfono con aquel insoportable.
Yongguk, sentado en su cama y ahora ya con toda su ropa puesta, miraba cansado hacia la puerta... Todo parecía estar bien hasta que sonó el teléfono y eso no lo entendía... O bueno, al menos tenía una idea.
-¿Todo bien? -Se apresuró a decir en cuanto vio a Himchan entrar.
-Si... ¿Por qué no lo estaría?- Le sonrieron con sarcasmo y Yongguk no pudo evitar reír... Por alguna razón sentía todo aquello como un Déjà Vu.
-No lo sé -Encorvó los hombros- Vamos, cámbiate que iremos a desayunar -Dijo con seriedad y Himchan ni se atrevió a rechistar-. Vuelvo enseguida, iré prendiendo el auto, te espero afuera.
-¿No vamos a desayunar aquí? -Preguntó confundido, Yongguk solo sonrió antes de salir de la habitación y cerrar la puerta sin hacer ruido, para darle un poco más de privacidad. Con la misma confusión de antes, buscó su ropa por toda la habitación de Yongguk, hasta que la encontró doblada a la perfección sobre el escritorio del mayor, al lado de sus libros y cuadernos, entonces con la curiosidad a flor de piel, miraba todo, mientras que -inconsciente- guardaba imágenes mentales de todo lo referente al mayor. Se cambió rápido y bajó casi corriendo, pero intentando que el mayor no se diera cuenta de lo mucho que se había esforzado por verse bien aun llevando la ropa del día anterior.
-¿Listo? -Himchan asintió-. Entonces nos vamos -Dijo Yongguk invitándolo a subirse a su auto.