Jungkook, como cualquier día de clase, había tomado el tren que usaba para ir a la escuela. Iba pensativo, con los audífonos puestos mientras cantaba en silencio la letra de la canción. Algo llamó la atención del chico, algo lo distrajo... Algo, hizo que se pasara de estación y llegara a otro lugar. Lugar que no conocía y al parecer, ya era tarde para volver al tren.
Rodó la vista por el lugar, buscándo algo que le sirviera de referencia para saber a donde estaba... Pero nunca había sido tan curioso en un lugar que no conocía. Aventurado, salió mientras revisaba la hora en su teléfono... Iba tarde y mientras esperaba el siguiente tren podría comer algo, además se moría del hambre.
No se dio cuenta cuando se vio corriendo por la lluvia, amparándose en un pequeño local que se veía muy familiar y con poca gente, le pareció perfecto a simple vista y la decoración era muy extravagante pero a la vez sencilla. Un Café casi en el medio de la nada, que también tenía un pequeño abasto al lado. Jungkook se preguntó por qué le parecía tan familiar, pero ignoró todos aquellos pensamientos cuando el mesero se acercó a su mesa una vez sentado.
-Buenos días, ¿Qué deseas pedir? -Dijo un chico bajito con lentes, Jungkook miraba apenado, no sabía que pedir y támpoco tenía un Menú.
-Eh... Yo...- Rodó la vista y el otro rió tonto.
-Disculpa, a veces soy muy torpe y no me he dado cuenta de que no tienes Menú, en seguida vuelvo.- Dijo antes de darse media vuelta e irse. Jungkook seguía mirando todo, con curiosidad... Hasta que alguien conocido ocupó su campo visual. Era el hermano mayor de Jongup y estaba con otro chico, de tez muy blanca y cabello negro.
-Aquí tienes- Taeil puso el Menú en la mesa, esperando a que el cliente lo agarrara para ver que pedía, pero ahora, el chico parecía estar en otro mundo, Taeil vaciló con el Menú antes de volver a hablar- Disculpa... Aquí tienes...
-¿Eh? Ah... Lo siento.- Respondió nervioso Jungkook, tomando el Menú en manos y además haciendo una corta reverencia. Dió una vista rápida y optó por comer un pastel de chocolate- Este está bien- Señaló con el dedo donde decía "Selva negra" y el otro chico asintió mientras anotaba el pedido en una pequeña libreta.
-¿Más... nada? -Preguntó el mesero, pero... Otra vez parecía que Jungkook estaba en otro mundo, esa clase de personas le fastidiaban. Jungkook hizo un ademán con la mano y el chico se retiró, mirando de reojo al cliente hasta que llegó al mostrador, donde le daba el papel a Zico.
-¿Todo bien, hyung? -Dijo el rubio mientras revisaba contento el pedido- ¡Hyung mira, ha sido uno de mis pasteles!
-Si... Lo que digas, ahora corta un trozo de eso y llévalo a esa mesa.- Dijo algo malhumorado y se fue a dar la bienvenida a otros clientes. Zico le miraba algo confundido, pero hizo caso a su hyung y después de cortar el trozo de pastel, fue hasta la mesa de Jungkook y dejó el plato al frente del chico.
-¿Algo más? -Dijo y Jungkook volvió su mirada hacia él, viendose ahora confundido ya que no era el mismo que le había atendido cuando llegó.
-Eh... Más nada, gracias.- Respondió y Zico asintió, retirándose. Jungkook todavía con la vista fija en Yongguk, se sentía nervioso pero prefería que no le vieran. Se veía tan extrañamente feliz que no sabía como interpretar aquella escena, ambos se reían e incluso Yongguk revolvía los cabellos del otro, que de vez en cuando sonreía tonto cuando el mayor lo hacía. El problema es que Jungkook no quería parecer un chismoso, pero tenía tanta curiosidad de saber que sucedía que no podía separar la vista de aquellos dos. Si recordaba, que hace poco Jongup le había comentado que su hermano mayor había pasado de un estado depresivo a estar radiante y como nuevo en cuestión de semanas, entonces su teléfono comenzó a sonar, haciendo que dejara de sacar conclusiones.
-¡La clase ha comenzado hace rato y no has llegado, Jungkook! ¿¡Dónde estás!? -Escuchó del otro lado de la línea, aquella voz tan familiar que hacía que su corazón revoloteara dentro de su pecho. Con el tenedor pullando sus labios, contestó con una voz casi audible.
-Lo siento, me he pasado de estación...- Se excusó, pero en realidad no le importaba faltar un día de clases y menos cuando es viernes.
-¿Qué...? Jungkook, solo ha sido una estación, no es para tanto...- El otro parecía molesto y a la vez preocupado. Jungkook tomó aire, asegurándose de que no se escuchara por la otra linea y entonces dio otra mordida al pastel.
-No importa, está lloviendo y no pienso salir hasta que escampe...- Jungkook jugaba con el tenedor entre sus dedos. Casi podría decirse que estaba provocando al otro.
-¿Qué? NO. Te vienes ahora mismo, no me importa que esté lloviendo.
-No quiero, hyung. Estoy bien aquí.- Respondió desafiante, esperando ver que hacía el mayor.
-Tendré que ir por ti... Quién sabe si luego recordarás como devolverte- Dijeron del otro lado de la línea y Jungkook podía ver como sonreía malicioso, clavó el tenedor en el pequeño trozo de pastel y molesto contestó.
-No hace falta que vengas por mi, puedo llegar solo a la escuela. Además, ¿Cómo vas a salir sin que te descubran?- Respondió el menor. Como odiaba que lo tomaran por niño pequeño.
-Oh... Jungkookie, ¿Acaso no me conoces?- El mayor reía sonoramente y ahora Jungkook parecía confundido... ¿A qué se refería con eso? Entonces... se puso a pensar... Si ya estaban en clase, sería imposible que el profesor le dejara hablar por teléfono tanto tiempo... A menos... Que no lo estuviera. Jungkook paseó su mirada casi en un frenesí a su alrededor y fue entonces cuando notó que el chico con el que hablaba por teléfono, estaba entrando al local con paraguas en mano y con la otra, guardando el celular en su bolsillo. Jungkook hizo lo mismo con el suyo mientras intentaba ocultar su nerviosismo.
-¡Te he pillado! Conque saltando clases ¿Eh?- Dijo Taehyung antes de tomar asiento. Jungkook le miraba fastidiado, Taehyung todo lo tomaba como una broma...
-¡No me he saltado las clases! Simplemente yo... Eh...- No sabía como terminar la frase sin parecer un tonto, pero... Tal vez ya era demasiado tonto como para intentar no serlo.
-¿Ah si?- Taehyung reía y Jungkook sentía que la tierra y el universo lo absorvían lentamente- ¡La próxima vez me invitas!- Dijo Taehyung antes de tirar el brazo de Jungkook hacia él y comer el trozo de pastel que había en el tenedor, dejando a un confundido Jungkook, mirándo fijamente el cuvierto que todavía tenía en mano.
-¡Era mío! ¿¡Por qué no te compras uno tú!? ¿Eh?- Dijo molesto Jungkook, al fin y al cabo era el último trozo que le quedaba.
-Oh, está muy bueno...- Dijo entre dientes, lo que en realidad sonaba como "oh, esthá muy buehno". Terminó de masticar- Entiendo porqué te molestas... Pero si quieres, puedo devolvértelo.-Respondió Taehyung juguetón mientras relamía sus labios y miraba feróz a Jungkook, que al parecer no le sentó muy bien todo aquello. Ahora sus mejillas estaban tan rojas que podría decir que algo explotó dentro de él. Taehyung, sorprendido por la reacción del otro sobre su "broma", rió sofocado y antes de poder decir otra cosa, el mesero de antes llegó.
-¿Terminaste? Me llevaré el plato... Si quieres algo más puedes decirme.- Dijo amable Zico antes de retirar el plato de la mesa. Jungkook lo miraba casi agradecido, de no haber sido por él...
-¿Puedo pedirte un favor?- Dijo Jungkook y el chico le miraba algo confundido mientras asentía con la cabeza- ¡Dile al Cheff que este pastel ha estado delicioso, podría comer cientos de este!- Comentó emocionado Jungkook y Taehyung observaba en silencio, le había parecido muy raro el cambio de actitud del rubio. Estaba impresionado, con los ojos muy abiertos y hasta podría decirse que había un pequeño rubor en sus mejillas.
-¡¡Muchas gracias, haré todos los que quieras!!- Contestó emocionado Zico mientras hacia una corta reverencia, era el primer halago que un desconocido le hacía. Jungkook podía ver como los ojos del rubio brillaban y casi sintió un rayo de parte de su amigo, hacia el otro chico.
-¿Los has hecho tú? ¡Woah, me aseguraré de probar todos los que hagas!- Dijo Jungkook y miró de reojo a Taehyung, que hacía muecas al extraño sin que este se diera cuenta. Jungkook pensó... Que tal vez no sería tan malo tener un nuevo amigo- ¿Los harás por mi? -Dijo mostrándose más tierno de lo que Taehyung se hubiese imaginado. Jungkook se sorprendió al ver como el rubio comenzaba a actuar nervioso y sus cachetes se comenzaban a adornar con un leve tono rosado.
-¡¡Claro que lo haré!!- Respondió apresurado y miró hacia atrás, encontrándose con Taeil de brazos cruzados, mirando la escena.
-¡Zico! ¿Qué te he dicho de no mantener conversaciones con los clientes, eh? Mira allá- Señaló el más bajito- ¿¡Qué son!? ¡Clientes! Y tú aquí conversando-. Jaló por la oreja al nombrado, que apenas tuvo tiempo de despedirse mientras escuchaba como su hyung murmuraba cosas que no entendía.
-Vaya que ha sido raro... ¿No crees?- Dijo Taehyung, sofócandose con la sonrisa de Jungkook, que precisamente, no era para él.
-¿Raro? Yo diría divertido- Murmuró el otro. Tal vez pasarse de estación no estuvo tan mal después de todo- Como que me gusta este lugar... ¡Vengamos con los demás, seguro que a Uppie le encantarán los postres y a Jimin también!- Dijo emocionado, pero al parecer... Taehyung no lo parecia tanto.
-Como que a mi no me ha gustado tanto... ¿Eh? Mira- Taehyung observaba por el cristal del ventanal del Café. Había escampado y los rayos de Sol iluminaban la mesa, iluminaban a Jungkook-. Creo que deberí...
No terminar la palabra. Le sofocaba, apretaba en su pecho y además le hacia sentirse raro. La sonrisa de aquel chico de cabellos negros podía disipar todo pensamiento de su mente. Todo fue en cuestión de segundos; segundos que rogaban ser más largos. Taehyung agradeció al tiempo dejarle jugar a su manera. Apartó la vista de Jungkook antes de que el chico se diera cuenta y al volverse hacia Taehyung, el mayor parecía perdido en su mundo... Como siempre.
Ojalá supiera que su mundo es él...