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::: Lazo ::: por terry tomate

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Notas del capitulo:

ola... creo que ya no es two-shot, pero igual seran solo unos pocos caps

me alegro que les haya gustado y gracias por los reviews y los favoriteos 

espero que les guste ^^

-          Necesito ver a Naruto Namikaze – le dijo a la mujer de la recepción quien le miraba de manera despectiva, reparando en el aspecto desaliñado, como le llamaría ella, del joven.

 

-          ¿Tiene cita con él? – Sasuke negó con la cabeza y ella sonrió autosuficiente – lo siento el señor Namikaze no recibe a nadie sin cita previa.

El pelinegro estuvo a punto de replicarle con palabras llenas de veneno, pero una voz a su espalda le hizo volverse hacia atrás.

-          Yo me encargo Ten Ten – la mujer asintió, sonrojándose al ver a aquel atractivo hombre guiñándole un ojo, luego volvió a sus labores - ¿Por qué un chico tan guapo como tú busca a un idiota como Naruto?  – el pelinegro afiló la mirada y dijo con tono frio.

 

-          Eso no es de tu incumbencia – reparó en el recién llegado, observándolo con curiosidad. tenía los ojos azules y el cabello rubio y largo atado en una coleta alta, tenía los mismos rasgos físicos de Naruto, a excepción de la estatura.

El rubio frente a él ensanchó una divertida sonrisa y le miró de pies a cabeza de manera desvergonzada, haciendo sentir al otro ligeramente incomodo.

Sasuke era un hombre de estatura media, de cabello azabache peinado de manera exótica y piel muy palia, sus ojos eran hechizantes, de un negro profundo que hacia que quisieras perderte en ellos. Llevaba puestos unos jeans que tenían muchos rotos en las piernas y le hacían ver un trasero demasiado apetecible – eso ya lo sabia, porque había estado observándolo desde hacia algún tiempo, cuando Sasuke aun no se decidía si entrar o no al edificio – y  una camiseta negra sencilla, seguramente por eso era que las personas lo miraban extrañadas, pues allí todos vestían con traje, menos él.

Al rubio le pareció exquisito.

-          Lo sé, pero mira que yo he dejado las llaves de mi auto en su oficina… y ya que no tienes una cita con él, quizá yo podría ayudarte– comentó de manera pícara, sin dejar de reparar en su atractiva figura – por cierto, soy Deidara Hn

Sasuke se mordió el labio, mirándole de manera critica y barajando las posibilidades de aceptar o no la mano que el otro le ofrecía. Finalmente y a regañadientes optó por estirar su mano, recibiendo un sugestivo apretón. No le gustaban las insinuaciones del tal Deidara, pero quizá a través de él tendría la única oportunidad de poder entrevistarse con Naruto.

-          Sasuke – intentó apartar su mano pero el otro seguía sujetándola, frunció el ceño y la aparto de manera brusca, a lo que Deidara solo enarco una ceja- tengo que hablar de algo muy importante con Namikaze, si pudieras ayudarme… -su tono de voz parco, igual que sus endurecidas facciones.

 “Asunto importante, claro” pensó con sarcasmo el rubio. Conocía bastante bien a su primo y no era la primera vez que un amante abandonado venia con la misma excusa, aunque este era realmente bello. Le haría el favor al bonito pelinegro, pero sería solo para molestar a su querido primito.

-          No te preocupes encanto, con gusto te ayudare Hn – le guiñó el ojo y fue directo a los elevadores hasta perderse dentro de uno de ellos.

Cuando Deidara llegó a la oficina de su primo, lo encontró hablando por teléfono y con el ceño sumamente fruncido, caminando de un lado par otro dentro de aquella amplia habitación; le pidió que esperara un momento, por lo que el de cabello largo aprovechó para buscar sus llaves y luego recostarse en una pared a esperar a su familiar.

-          Pensé que ya te habías ido – dijo el menor terminando la llamada, miró a su primo con una ceja enarcada.

 

-          Olvidé mis llaves – se encogió de hombros he hizo sonar el llavero frente al otro que ahora se servía una copa de brandy – por cierto, en recepción hay hermoso muchacho preguntando por ti Hn

Naruto volvió a fruncir el ceño mientras bebía de su copa. Miró a su acompañante esperando mas información.

-          No recuerdo su nombre, pero dijo que tenia algo importante para decirte Hn – dijo burlón – le digo que puede subir?

 

-          Descríbelo

 

 

-          De piel pálida, pelinegro igual que su ojos… es una cosita muy hermosa Hn

El empresario bufó hastiado. Hacia meses que no salía con nadie, sus abogados le habían expuesto que si su aun esposa presentaba pruebas sobre alguna infidelidad, probablemente tendría que dejarle una cifra de dinero muchísimo mayor que la que ya habían acordado. Por lo cual, ahora se mantenía alejado de camas que no fueran la suya.

La descripción encajaba perfectamente con el último chico con el que salió, Sai. Estuvieron juntos un par de veces, pero el pelinegro comenzaba a exigir una relación mas seria y Naruto no podía darse ese lujo, al menos hasta que estuviera divorciado.

-          No – negó rotundamente – además Hinata traerá dentro de poco a Sora y no me gustaría que armara un escandalo si lo ve.

 

-          Una lastima – dijo con fingido pesar Deidara – me hubiera gustado ver su respingón trasero por mas tiempo Hn

-          Follátelo si quieres – replicó Naruto altanero – ya estarás acostumbrado a recoger mis sobras – Deidara le miró con ojos entrecerrados y tras enseñarle el dedo de en medio salió de la oficina.

****

Sasuke caminaba parsimoniosamente con la mirada perdida en la nada, no se había alejado mucho de aquel edificio. Había albergado la esperanza de que Naruto le recibiera y así comentarle lo que estaba ocurriendo, en ese momento no le hubiera importado la reacción de ese hombre al descubrir que tenían un hijo, tampoco le hubiera importado si quiera tener que suplicare que ayudara a su bebé, estaba dispuesto a todo.

Pero el rubio que se había ofrecido a ayudarlo se había reído en su cara y dicho que el muy bastardo – en palabras de Sasuke – de Naruto no pensaba recibirlo, que no lo haría en ese momento ni en otro, que lo olvidara de una vez por todas y encima le había insinuado que tuvieran sexo, de una forma en extremo vulgar.

Se había sentido indignado pero mucho más se sintió dolido. Le dolía el alma al darse cuanta que la vida de su bebé se extinguía a de a poco y él se encontraba de manos atadas, sin poder hacer realmente nada que no sea mas que esperar, esperar a que un donante apareciera para salvar la vida de su hijo.

Naruto le había roto todas sus esperanzas sobre ayudar a su vástago.

Su teléfono sonó, Sasuke se apresuró a contestar y de inmediato la angustia se apoderó de él al observar el nombre de su hermano en el identificador.

-          ¿Itachi?

-          ¿Dónde estas? Sasuke… Koharu

-          ¿que sucedió? ¡Habla de una vez! – algo iba muy mal, lo sabia por el tono de vos empleado por su hermano –

-          Koharu entró en paro

Sasuke no se dio cuanta en que momento guardó el teléfono o en que momento comenzó a atravesar la carretera. Lo único de lo que era consiente era que su bebé lo necesitaba, que estaba mal y existía la posibilidad de que cuando llegara al hospital, sus manitas ya estuvieran frías.

Su corazón se detuvo y las lágrimas que estuvieron retenidas por tanto tiempo bañaron su rostro, nublaron su mente y no le permitieron notar el convertible que se aproximaba hacia él.

Pasó todo muy rápido. En un momento estaba tarareando la canción que pasaban por la radio y al otro un tonto se había atravesado frente a su auto, haciendo que frenara en seco y los neumáticos se quemaran en el asfalto.

-          ¡¿Pero que?! – el muchacho ni se inmutó, simplemente continuó su camino. Deidara bajó sus gafas oscuras para poder distinguirlo mejor. Sonrió al reconocerlo y pensó en volver a hacerle la propuesta que antes le había hecho.

Acercó su auto a la acera y condujo despacio mientras intentaba llamar la atención del pelinegro, pero este simplemente le ignoraba. Estuvo a punto de darse por vencido pero un sollozo proveniente del muchacho lo hizo mirarle curioso y por primera vez pudo notar la humedad que se extendía por sus facciones.

-          Oye, ¿estás bien? – pero Sasuke seguía sin inmutarse, tratando de contener los sollozos que escapaban con más frecuencia de su garganta – oye…

-          ¡déjame en paz, maldita sea! – gritó azorado, sintiendo sus nervios desmoronarse cada vez mas.

Deidara detuvo el auto y bajó de el, viendo con preocupación al pelinegro que aligeró el paso para alejarse de él. Cuando lo alcanzó le tomó del brazo, haciéndole detener la marcha.

-          Espera…

 

-          Suéltame – masculló con en enojo, tratando de limpiar las traicioneras lagrimas.

 

-          ¿Qué te sucede?

 

-          ¿Por qué habría de decírtelo?

 

 

-          Porque quiero ayudarte – el rubio le miraba preocupado – alguien tan bonito como tu no debería llorar

 

-          ¿Y tú que sabes? Lo único que quieres es meterme a tu cama

Deidara se sonrojó y desvío la mirada sintiéndose culpable por la manera en que le había tratado antes, cuando aun estaban en Rasengan S.A. y quiso sacar provecho de la situación; ahora viendo su rostro pintando con el sufrimiento y marcado por el dolor, la conciencia comenzaba a remorderle.

Le soltó despacio y le miró, hablándole con sinceridad.

-          Lo siento, no debí haberte tratado como lo hice antes – Sasuke mantenía la vista clavada en el suelo – pero en este momento me preocupa realmente el estado en que te encuentras, no me sentiré bien si dejo que te marches así… ¿es porque no pudiste hablar con Naruto?

Sasuke levantó el rostro al escuchar aquel nombre, sus ojos volvieron a anegarse de lágrimas y sus puños se cerraron con rabia.

-          ¿De donde lo conoces?  - exigió saber y al darse cuenta que el rubio no sabia a que se refería, agregó – a Naruto Namikaze, ¿de donde lo conoces?

Deidara suspiró y contestó con resignación.

-          Es mi primo, pero en serio, no deberías llorar por él.

En ese momento el pelinegro se arriesgó a jugar su última carta. Si no había logrado acercarse a Naruto directamente, lo haría a través del idiota que tenia en frente. Se secó las lágrimas con un pañuelo que Deidara le tendió y tras tomar varias bocanadas de aire para llenarse de valor, se decidió por exponerle la situación.

****

Deidara seguía sin salir del asombro, ahora se encontraban en el elevador y lo único que podía hacer era mirar de reojo al incomodo pelinegro que había a su lado. No podía creer lo que Sasuke le había dicho, pero tampoco se atrevía a ponerlo en duda, el pelinegro había sido en extremo convincente. Había hablado del niño con tanto amor, que ni el mejor actor podría imitarlo.

Cuando le dijo que él y Naruto tenían un hijo al cual su primo no conocía, pensó que Sasuke a lo mejor querría dinero, pero luego el dolor volvió a cubrir sus facciones y el llanto se hizo presente de nuevo. Inclusive el mismo Deidara pudo palpar el dolor cuando el otro le dijo que el bebé se encontraba en un estado de salud crítico.

No lo tuvo que pensar dos veces. Sasuke vería a Naruto y él se encargaría de que así fuera.

Salieron del elevador y recorrieron un par de pasillos antes de llegar a la oficina del susodicho.

-          Es aquí Hn – Deidara le dedicó una sonrisa al pelinegro y como era su costumbre abrió la puerta sin antes avisar.

Sasuke se mordía el labio con nerviosismo, le había costado horrores contarle la historia de Koharu, sentía que había violado su propia intimidad al decirle algo tan delicado a un desconocido, pero en ese momento lo que menos le importaba era su orgullo e intimidad.

Deidara entró a la oficina y seguido le hizo pasar a él. El lugar era bastante amplio y tenía un enorme ventanal que representaba una gran fuente de luz. Sasuke recorrió la habitación con los ojos y pudo observar a una niñita rubia y de grandes ojos grises, sentada en un sofá, tendría la misma edad que su bebé o quizá un poco mas.

La niña lo miraba con curiosidad y finalmente le dedicó una amplia sonrisa. Pero era la única que había reparado en él, que se mantenía oculto tras Deidara.

-          Naruto, alguien necesita hablar contigo  Hn – se movió de su lugar, dejando ver al hermoso pelinegro que había llegado con él.

 

-          No tienes mas nada que hacer que no sea – la voz de su primo lo hizo levantar la mirada de los papeles que tenia entre las manos, pero al ver al pelinegro que había junto a él, sintió que su corazón se detuvo - …fastidiarme?

Sasuke pensó que volver a ver a Naruto seria sencillo y no representaría ninguna complicación a su vida. Pero que equivocado estaba, aunque en ese momento su prioridad era Koharu, sabía perfectamente que a partir de ese momento, nada volvería a ser como antes.

-          Sasuke…

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

nos vemos en el proximo...


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