-Onii-chan... por favor ayudame
-¿Hiyori-chan?-. Hablan del otro lado un poco confundido
-Sae-san me tiene encerrada-. Hasta este punto la castaña ya estaba llorando-. Estoy muy asustada onii-chan, ¡ven!
-Hiyo trata de calmarte... ire por ti-. Habla con firmeza el osito-. Confia en mi, todo estara bien.
La pequeña asiente entre lagrimas-. Onii-chan,-susurra-.
-Hiyori-san-. El que le habia dado el telefono baja sorpresivamente.- alguien viene, esconde el telefono.
-¿Hiyo?-. La pequeña tiene que colgar, ya que uno de los hombres de Sae baja.
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-¡HIYORI!-. Exclama asustado el osito al ya no recivir ninguna respuesta de la pequeña
uno de sus gemelitos que se encontraba en sus brazos tomando leche por medio de uno de sus pezones se separa abruptamente empezando a llorar por el repentino grito de su ¨mami¨ .
El mayor se levanta suavemente del sofa tratando de calmar a su bebe dandole pequeños becitos en las regordetas mejillas-. Perdon-. Murmuraba sin dejar de arruyarlo hasta que lo calmaba poco a poco y solo hipaba por el reciente llanto-. ¿mejor?-. Pregunta con dulzura y el bebito esboza una adorable sonrisa mientras estiraba su mano hasta tocar la mejilla de su to-chan.-. Quedate un momento con tu hermano-. Le sonrie mientras lo acomoda en la cuna en donde se encontraba el gemelo mayor ya durmiendo.
Takafumi besa la frente de ambos gemelos para despues tomar un pequeño papel y limpiarse su pezon un poco hinchado los residuos de leche, luego se acomoda bien su camisa para proseguir a salir de la habitacion.
-oye tu-. Uno de los encargados en vigilar la mansion se acerca presuroso al hijo de su jefe-. Llevale este celular a Tooru-san y que rastree la ubicacion exacta de donde vino la primer llamada que esta registrada.
-¡SI!-. Exclama tomando el celular saliendo corriendo hacia la planta baja
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Kirishima se encontraba en su vehiculo, pero no hacia el minimo intento de encenderlo, solamente se encontraba observando la pantalla de su celular con una sonrisa nostalgica, en esta se mostraba la primera fotografia que le habia tomado a su osito, la fotografia que uso para chantajearlo. Nunca la habia borrado.
Con un suspiro guarda su celular para poder encer su carro y dirijirse hacia donde marcaba el mensaje de esa mujer. Cual fue su sorpresa al notar que la casa no se encontraba muy lejos, sin pensarcelo dos veces sale del automovil para disponerse a tocar, queria asegurarse que su hija se encontrara bien, no tuvo la necesidad ni de tocar, ya que Sae abre la puerta al momento que se este se para delante, dandole una sonria cinica.
-Zen-kun al fin llegaste-. La mujer se le abalanza para abrazarlo, pero el castaño interpone sus manos para tenerla unos metros lejos de el
-¿donde esta mi hija?
Chasquea la lengua molesta-. Ahi esta-. Señala el interior de la casa
este se adentra a la casa corriendo-. HIYORI-. Grita llamando a su pequeña.
-papi-.susurras tras el,
-¡Hiyori!-. Exclama aliviado llendo a abrazarla fuertemente
-papa-. La castaña le devuelve el abrazo, sintiendose por fin segura entre los fuertes abrazos de su progenitor.
-owwwww que adorable escena-. Ambos castaños observan como Sae los miraba con pura burla
Zen pone detras de si a su hija-. Ya estoy aqui, deja ir a Hiyori
-creo que eso ya no se va a poder
-¿que?
-no pense que fueras tan ingenuo mi Zen-kun-. Cierra la puerta tras de si-. Realmente crees que dejare ir a esa mocosa, si vamos a ser una familia ella no puede faltar-. Apunta a la castaña que se abraza con mas fuerza de la cintura del mayor.-. Yo no pienso desfigurar mi cuerpo por un estupido bebe.
-tu ... ¿de que rayos estas hablando? '¿de cual familia estas hablando?
-de la nuestra -. sonrie-. Los tres siempre estaremos juntos
-papi-. Murmura asustada.
-todo estara bien-. Susurra, pero mas que decirselo a la menor, se lo estaba diciendo a el mismo.
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-¿que mierda crees que estas haciendo Takafumi?
-baja la voz ¿quieres? -. este no se inmutaba siquiera ante el enojo de su progenitor, mientras terminaba de empacar las pertenencias de sus bebes que se encontraban profundamente dormidos.
-¡tu no vaz!-. Exclama furioso-. Yo me hare cargo, pero definitivamente tu no te mueves de aqui.
-papa-. Habla tratando de no gritar-. Tengo que ir, ya hable con Rei y me informo de lo que esta pasando, asi que tengo que ir-. Lo voltea a ver muy serio y sobre todo muy decidido, nada lo haria cambiar de opinion.
-por el amor de dios Takafumi-. El mayor se acerca tomandolo de los hombros-. Sabes perfectamente que tu salud es muy precaria.
-lo se, pero entiendeme, como me voy a quedar aqui sentado muriendome de la angustia sin saber que pasa con Hiyori, a quien considero mi hija y Zen, ese maldito idiota que tanto amo.... ademas tu estaras conmigo ayudandome ¿no?
-tu ganas, pero haras lo que yo te diga y nada de esfuerzos inecesarios
-si, si-. Contesta mientras cargaba a uno de los gemelos y su padre carga al otro, para despues salir de la habitacion.
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-les tengo una sorpresa-. Habla la mujer con una sonrisa llendo a abrir la puerta ya que en ese momento habian tocado.
-papa ¿que hacemos?-. Pregunta una vez que ve que Sae desaparece de la vista de ambos
-no permitire que te haga algo Hiyo, ya vere como escapamos de esa loca-. Le susurra
-Hiyo-chan, Zen-kun-. Entra con voz cantarina a la sala-. Mi papa vino de visita, el se alegro tanto al saber que volveremos a intentar ser una familia
el susodicho entra riendo a la habitacion, en ese momento la castaño sintio como su corazon dejaba de latir, hasta preferia mil veces a Sae, que a ese anciano.
-pero hija, porque tienes amarrados a tu esposo e hija o es cierto, ya se divorcio ese mal hombre-. Niega con la cabeza el mayor.
-pero el ya recapacito y vio que soy mucho mejor que un hombre ¿verdad Zen-kun?
-¡mi onii-chan es mucho mejor que tu!-. Exclama la castaña, Zen como puede se pone enfrente de su hija ya que Sae se dirijia furiosa hacia esta.
-tu maldita mocosa, no tientes tu suerte.
-Hiyo-chan-. Habla el anciano-. Te extrañe tanto-. Habla con una voz demaciado aguda-. Mi amigito se quedo con las ganas de conocerte-. Se lame los labios-. Pero cuando mi querida hija Sae me hablo y me informo que estaba contigo, se ¨paro¨ feliz de saber que por fin te sentira.
-papa-. Con voz ahogada susurra la castaña totalmente aterrada pegandose al cuerpo de su progenitor.
-¡..........!-. el castaño agranda los ojos sorprendido-. ¿q...que?
-Zen-kun, tienes una hija tan adorable
-TU MALDITO VIEJO ASQUEROSO-. Se para furioso, mas uno de los hombres de seguridad lo detienen del hombre para impedirle que camine-. TE VOY A MATAR DESGRACIADO.
-la vez pasada nos ibamos a divertir tanto, pero tenia que aparecer ese bastardo marica e interferir..
-BASTARDO-. Se suelta el castaño del hombre y se dirije hacia el mayor quien miraba asustado como este se dirijia hacia el, pero otro de los guardaespaldas se pone enfrente propinandole un fuerte golpe en el estomago sacandole todo el aire.
-¡PAPA!-. Grita aterrada, pero no se podia mover puesto que estaba amarrada tanto de los brazos como de los pies.
-mal....dito-. Susurraba el castaño tirado en el suelo tratando de recuperar el aire-. ¿porque...... no...nos dejan en paz?
-creo que ya te lo dije Zen-kun-. La mujer da una señal para que lo levanten y lo sienten en donde esta la menor.
-papa-. Se arrastra la menor hacia su progenitor quien con las pocas fuerzas que tenia la estrecha entre sus brazos.
-y yo hare a esa niña mia-. Contesta como si nada el mayor. Mientras los castaños sienten un desagradable escalofrio
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-ya se volvieron a dormir-. Habla un poco cansado el pelinegro sentandose-
-y asi quieres ir Takafumi-. El mayor no quitaba el dedo del renglon-. Ve a descanzar, es una orden
-no, dormi lo suficiente en el avion.
-ya tengo a varios de mis hombres vigilando el lugar, no es necesario ni que vayas a arriesgarte de esa forma.
-mi Tio tiene razon Takafumi, ve y duerme un poco con tus hijos, despues de todo el plan empieza en la noche-. Rei quien habia sido llamado a las 4 de la tarde por el osito una vez que arrivaron a Japon, se encontraba analizando con el mapa la zona, para no dejar escapar ni a Sae, ni mucho menos a su padre.
-si me duermo, ustedes son capaces de ya no despertarme.
-eres igual de terco que tu madre-. Da un suspiro el mayor-. ¿te tomaste tu medicina?
-si, ya estoy mas que listo para ir por Zen y Hiyori
-Rei, vigilalo
-no soy un niño-. El osito lo ve enojado,
-si quieres que te trate como un adulto, quedate aqui con los bebes.
-no puedo hacer eso, le prometi a Hiyo que iria por ella-. Su mirada cambia a una triste y voltea a ver la bolsa que habia llevado su primo, que su contenido se trataba de ropa que usarian esa noche.-ire a cambiarme de una vez.
-no te preocupes tio, yo cuidare de Takafumi
-REI.... ESTO ESTA JODIDAMENTE AJUSTADO.
-de eso se trata-. Contesta el otro-. Asi es mas comodo-. Toma la otra bolsa-. Yo tambien ire a cambiarme.
El mayor suelta un suspiro volteando a ver a sus nietos quienes dormian como angelitos, sin imaginarse en el peligro en el que se encontraban su papa y hermana mayor.
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tanto Sae como su padre al dia siguiente habian salido muy temprano sin ni siquiera decirle nada a ambs castaños, quienes al verlos salir sintieron un poco de alivio. Zen se encontraba velando el sueño de su pequeña, quien en medio del llanto cayo rendida por el cansancio, mientras que el castaño mayor no habia pegado el ojo en toda la noche y ciertamente ni como dormir sabiendo que se encontraban en manos de Sae y su asqueroso padre.
-Zen-kun-. Entra la mencionada con varias bolsas seguido de su padre que desde que llego no se le borraba su sonrisa-. Asi que la mocosa sigue durmiendo
-Satoshi-. Le habla a su hombre de confianza que asiente mientras se acerca al castaño levantandolo bruscamente.
-sueltame-. Zen forcejeaba, pero su cuerpo no contaba con demaciadas energias para poder librarse.
-¿papi?-. La pequeña despierta confundida por el repentino escandalo-. ¡PAPA!-. Hiyo grita asustada ya que el anciano la toma en brazos mientras este empezaba a irse en direccion a las escaleras
-HIYORI-. Intenta moverse pero el otro lo tenia fuertemente sujetado para que no se pudiera levantar-. DEVUELVEME A HIYORI-. El mayor no le hace caso y soltando una carcajada sube las escaleras.
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-¡NO!-. Pataleaba como podia la menor, se encontraba desesperado ya que el anciano una vez que entro a la primera habitacion la avento a la cama y este se empezaba a quitar la corbata-. Porfavor..... no..... -. su voz era entrecortada por el llanto.
-vamos a divertirnos Hiyo-chan-. El mayor se relamia los labios-. Hikaru-kun, vete y asegurate de que nadie moleste
-..........-. este no se mueve
-¡que no oyes criajo! QUE TE LARGES
-¡NO!-. Exclama el joven encarando al mayor-. No voy a dejar que toque a una niña ¿acaso esta enfermo?
-te atreves a desobedecerme maldito mocoso-. Tenia la cara completamente roja, parecia que en cualquier momento soltaria humos por las orejas-. Porque? Porque todos tienen que meterse en mi camino?-. Sin previo aviso saca una pistola que tenia fajada disparandole al muchacho en la pierna.
-¡NOOOOO!-. Hiyo veia con horror la escena
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Sae habia puesto musica cuando su padre desparecio de su vista, por lo que no habian escuchado el disparo.
-ya no tarda en llegar el notario-. Sae le habla de forma soñadora al castaño-. Seremos una familia Zen-kun
el castaño se encontraba con los ojos desorbitados, su corazon apretado por no saber que le estaba haciendo ese desgraciado a su hija, sentia que ya no tenia ninguna salida.
El monologo de Sae es interrumpido por el timbre y esta con una enorme sonrisa va a atender.- que rapido llego, dijo que llegaria como a las 10.
-Llego rapido-. Sae abre la puerta bastante confiada, pero no se espero que encontrarse con un sujeto vestido de negro de pies a cabeza quien le rocia una especie de liquido en la cara-. AAAAAHHHHHH-. La mujer se hace hasta atras, sentia como si algo le estuvieran quemando los ojos.
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el muchacho que respondia al nombre de Hikaru se encontraba recargado en la pared tratando de detener la hemorragia de su pierna, mientras que veia con rabia e impotencia como el sujeto se cnontraba ya sin camisa, a la vez que se encontraba encima de la pequeña quien no dejaba de ver con terror al hombre.
-¨ayuda¨-. Rogaba que alguien, quien fuera le ayudara.
El padre de Sae se tiene que separar de la pequeña sorprendido ya que la ventana se habia quebrado y por esta entraba un hombre vestido de negro, con una mascara que cubria toda su cara.
-¿pero que....?
este lo toma de donde puede tumbandolo duramente al suelo para separarlo de la pequeña que no dejaba de llorar.
-Hiyo-chan-. El muchacho se habia puesto su corbata alrededor de su pierna para tratar de detener la hemorragia. Este se acerca ayudando a la niña a desatarce y esta se abraza fuertemente a el totalmente asustada, tanto de ese anciano como del desconozido que habia entrado.
-viejo bastardo-. Murmura con rabia mientras le da una fuerte patada
-gaaahhh-. Suelta un grito de dolor, sentia como si le hubiera golpeado en el riñon.
-..........-. lo toma del cuello propinandole fuertes golpes en la cara-. ¡TE VOY A MATAR!-. Le empieza a golpear con mas fuerza ni dandole oportunidad al otro de defenderse.
Hubiera seguido golpeandolo hasta matar al desgraciado, pero el grito aterrado de la pequeña lo trajo a la realidad, viendo que el hombre estaba totalmente ensangrentado y desmallado. Voltea a ver la niña que lo veia con miedo y se escondia detras del muchacho.
-Hiyo.....-murmura.
-corre Hiyo-chan-. Le susurra Hikaru y esta asiente corriendo hacia la planta baja para ver que se su papa se encontrara bien. Estaba aliviada de que le aya quitado al hombre de encima, pero tampoco conocia a ese sujeto de negro y no queria que intentara algo tambien con ella como lo hizo el padre de Zen, solamente queria estar entre los brazos de su papa
Este iba a seguir el camino que tomo la menor, pero Hikaru se interpone para impedir su camino-. No se quien es usted, pero no dejare que usted vaya a lastimar a Hiyori.
-..........-. iba a hacer a un lado a ese molesto mocoso, que no sabia quien rayos se creia, pero sintio como la habitacion daba vueltas cayendo de rodillas-. ¨mierda¨
TBC