Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Invisible por Vincent Galicia

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

No tengo excusa. Ninguna, ni perdón. Lo siento xD ya retome el fic.

Limosnas de pasión.

 

El lugar estaba lleno de las personas más influyentes, no sólo de Japón, sino de todo el conglomerado Usami que se extendía alrededor del mundo, Haruka se sentía cada vez más cómodo en esas frívolas reuniones, la experiencia de estar rodeado de gente que buscaba algún beneficio de su tutor se había vuelto ya cosa de todos los días. Se abrió paso por entre las personas que se acercaban a saludarlo hasta llegar a Akihiko, a un lado del alto escritor se encontraba Misaki, aquel que siempre lo recibía con una sonrisa, al otro lado, con un traje gris Oxford se encontraba su amado profesor, con una copa entre los labios, sus miradas chocaron por un segundo para después ser evadida por parte del castaño.

 

-            Haruka – el escritor se adelantó en un saludo natural para estrechar la mano de su protegido – no hay manera de que llegues a tiempo ¿verdad?

-            ¿De qué habla sensei? Si estoy más que a tiempo ¿Verdad Misaki? – se giró para ver al pequeño hombre a su lado.

-            Pues si lo que quería Haru-chan era llamar la atención más de lo normal, lo logro.

-            Como sea – Akihiko dejó escapar un suspiro de exasperación fingida – tengo que presentarte a alguien Haruka.

-            ¿Hoy con quien me presumes? – una ligera risa se le escapo mientras dirigía la vista hacia su profesor de literatura – porque si tu deseo era presentarme al profesor Kamijou, ya me adelante a ese hecho.

-            ¡¡eh!! - ¿profesor Kamijou? ¿en serio? El castaño no podía creer que aquel muchacho de verdad tuviese modales.

-            ¿Cómo? ¿ya conoces al profesor?

-            Es mi profesor de literatura avanzada – el joven sonrió con suficiencia mirando al castaño - ¿cierto sensei?

-            Eeh… si, yo – el titubeo de Hiroki era evidente, la copa dejo el lugar que cubría permitiendo a Haruka una vista completa.

-            Hiro-sensei ¿qué…? – la pregunta quedo volando entre ambos

-            Yo… regreso en un momento – el profesor se excusó mientras daba media vuelta para seguidamente perderse entre la gente. Haruka se apresuró a intentar seguir su paso pero el camino había sido obstruido momentáneamente por su tutor.

-            Espera, no puedes simplemente desaparecer así – la mano del escritor reposaba en el hombro del joven.

-            Tu siempre desapareces así ¿lo olvidas? – Haruka se deshizo de su agarre y caminó en la dirección que había tomado minutos atrás el castaño.

-            ¿Quién demonios le enseñará modales a este? – el escritor bebió ligeramente de su copa, al retirarla una sonrisa irónica se había dibujado en sus labios.

-            Que bien, por lo menos aceptas que lo aprendió de ti – Misaki tomo la mano de su amante y dejó salir una sonrisita, parecía divertirse.

 

Hiroki había salido a un destechado que se había asignado como área de fumadores, dejó su copa sobre una mesita y se dejó caer en una silla cercana, un largo suspiro se le escapó por entre los labios y cerró los ojos, no podía creerlo, pero ¿cómo demonios iba a saber que se encontraría con él ahí mismo? ¿Cómo demonios… no sabía nada de él? ¿Cómo lo vería a los ojos nuevamente después de lo que había hecho?

Hundió la cara entre sus manos mientras el dolor se mezclaba con la culpa en su interior.

 

-            Hace frío ¿no? – la voz segura de Haruka se dejó escuchar a sus espaldas, Hiroki quedó paralizado, de un momento a otro sintió como las lágrimas se agolpaban en sus ojos, peleo internamente para contenerlas pero basto con que una sola encontrará el camino de salida para que las demás le siguieran - ¿Hiro-sensei? – el joven colocó una mano en el hombro del profesor, al no notar reacción la quito y se llevó las manos a los bolsillos de su saco, extrajo una cajetilla de cigarrillos y un encendedor, se llevó el cigarrillo a los labios y lo encendió, le dio una ligera calada para dejar escapar el humo unos segundos después – Hiroki, lamento tratar de colarme en tu vida de la nada, comprendo que habrá cosas de las que no quieras hablar y menos conmigo, pero me gustaría que sepas que puedes confiar en mí, que aquí estoy, que yo no te dejaré.

-            Yo… - el castaño comenzó a llorar con más fuerza, el joven le dio la espalda y camino hacía la entrada del destechado, Hiroki sintió que todo se le venía encima, al ver la reacción del moreno pensó >>se acabó<<, las lágrimas que habían escurrido por sus mejillas fueron enjugadas en un instante por un pañuelo color vino de jackard, era él, Haruka había vuelto – Haruka, yo… lo siento, lo siento tanto – Haruka tomo entre sus brazos al profesor y le permitió llorar contra su pecho.

 

Los ojos de Haruka sentían presión, pero no deseaba llorar, él no lloraría. El azabache soltó la cintura de su amante, llevó sus manos hasta el rostro del castaño y beso la pequeña herida de su labio; el profesor ahora tenía pequeños espasmos por haber llorado tan intensamente, una sonrisa torcida se dibujó en el rostro de Haruka, de alguna manera sabía que algo no estaba bien, beso al profesor apasionadamente y este se dejó llevar mientras colocaba sus brazos alrededor del cuello de su estudiante. Las manos agiles de Haruka se escaparon por ente la camisa de Hiroki, jugó con los botones que protegían su pálida piel y se deshizo de ellos, el tacto frío de sus manos hizo que el castaño se retorciera con cierto deje de placer.

 

-            Espera Haruka – trato de detener sus manos, pero fue en vano – aquí no.

-            ¿Aquí no? ¿por qué? – Haruka besuqueo el cuello del profesor y sus manos apresaron su trasero haciéndolo retroceder hasta casi chocar con la pared - ¿aquí sensei?

-            No, basta Haruka.

-            Si me detengo ahora tendrás que explicarme esa herida sensei, ahora es tu decisión.

-            Es la casa de mi amigo, no voy a hacer nada aquí.

-            Es la casa de mi padre, yo puedo hacer lo que quiera con quien quiera aquí.

-            Haruka por favor – la voz gimoteante del castaño hacía que el azabache se encendiera aún más, pero no sabía explicar si era pasión, frustración o rabia.

-            Entonces ¿qué haremos profesor? – las manos de Haruka comenzaron a hacer un zig-zag por los pantalones del castaño - ¿continuo o te permito hablar?

-            Haruka, no le hagamos una grosería a Akihiko, por favor, regresemos a la fiesta y hablemos mañana, por favor.

-            No es justo – los ojos entrecerrados del azabache mostraban su inconformidad – si usas ese tono de voz no puedo resistirme – se abalanzó sobre el castaño regalándole un apasionado beso – pero está bien, regresaremos a la fiesta, al terminar iré contigo a tu piso – esa invasión le recordaba ligeramente a Nowaki, una punzada de dolor más atenazo el corazón del castaño.

-            De acuerdo, lo que tú digas, pero vámonos – el castaño se apresuró a incorporarse y a arreglar su ropa, de un momento a otro agradeció al cielo el que nadie hubiese entrado al destechado.

 

Haruka guardo su pañuelo en el bolsillo frontal de su saco, realizo pequeños y minuciosos dobleces para que quedará perfecto en su pecho, Hiroki miro aquello como un ritual, lo entendía, Haruka era un “niño” rico; el azabache volteó ligeramente a mirar a su profesor mientras se llevaba las manos a la cabeza para dar un arreglo despeinado a su cabello, el movimiento pareció tan sensual a los ojos del castaño que no pudo más que desviar la mirada sintiendo como un sonrojo subía por sus mejillas.

 

-            ¿vienes? – Haruka ya se encaminaba hacía la salida del destechado - ¿o prefieres salir sólo?

-            Yo… te alcanzo en unos momentos.

-            Bien – Haruka se acercó a uno de los hombres que trabajaban ahí esa noche – gracias Hina, te debo una.

-            Cuando guste.

 

Claro, no había otra razón para que nadie hubiese entrado al destechado, todo había sido un plan muy bien elaborado por parte de ese chiquillo malicioso, al parecer había aprendido muy bien esas “mañas” de parte de su tutor.

Al entrar nuevamente a la fiesta Hiroki agradeció que la popularidad de Haruka fuese tan grande en aquella reunión, se alejó inmediatamente de su estudiante y tomo una copa de coñac. Hiroki miraba la manera en que el azabache le sonreía a las personas, era tan grácil que lo dejaba sin respiración, no podía creer que el molesto estudiante que lo había acosado por tanto tiempo podía verse tan bien, que aquel molesto mocoso que lo había besado a la fuerza podía ser tan sutil a pesar de que él mismo no había querido hablar de lo sucedido, pero como decirle a Haruka lo que había pasado con Nowaki, no podía imaginar su reacción ni por atisbo, era una apuesta al azar donde su probabilidad de perderlo era mayor a la de conservarlo.

Se bebió el contenido de la copa de un solo trago y el ardor que sintió en la garganta lo obligó a cerrar los ojos unos segundos, al abrirlos vio nuevamente la sonrisa de Haruka a lo lejos, había algo en su sonrisa que lo llenaba de calma, que lo llevaba a un lugar diferente, ahora que lo pensaba de esta manera, no quería perderlo, ahora que lo veía tan claramente comenzaba a detestarse a sí mismo por caer ante los labios de Nowaki y detestaba a Nowaki por desestabilizarlo de aquella manera, ahora lo sentía como un maldito que quería arrebatarle el camino que tanto le había costado tomar, ahora no tenía el valor de hablar con Haruka, meditó unos segundos la idea de escaparse, pero ¿Hacia dónde?

Desecho la idea de huida y camino por el vestíbulo hasta llegar con su amigo, Akihiko se veía reluciente, lo miró con una sonrisa torcida, después de todo al parecer tenía buenos gustos, rio de manera irónica y divertida a la vez.

 

-            Vaya algo debe ser muy divertido ¿eh?

-            Pues tomando en cuenta que es la primera reunión donde no eres el centro de atención, pues sí – dijo Hiroki a manera de burla.

-            No lo creas, es muy relajante no tener a todo mundo alrededor mío.

-            Así que… ¿le dejas ese estrés a Haruka?

-            Puede ser.

-            Vaya que carismático.

-            No te enojes Kamijou, ya volviste a fruncir el ceño y mira que recién lo conoces, no creo que en la universidad les dé mucho tiempo de conversar.

-            Claro… - Hiroki desvió la mirada y busco otra copa entre los camareros que iban y venían.

-            Estas tomando mucho ¿no te parece?

-            Para nada, yo manejo muy bien el alcohol – el castaño hizo memoria y decidió que esa sería su última copa – aunque ahora que lo mencionas, el cansancio hará que pierda contra la bebida ¿puedo recostarme en alguna habitación?

-            Sabes que sí, subiendo las escaleras en la segunda habitación, está libre.

-            Gracias amigo.

 

Hiroki dio la espalda al escritor y dejó la copa semivacía en una charola, subió las escaleras y camino por el pasillo hasta llegar a la segunda puerta, giro el pomo y abrió la puerta de un solo movimiento, las luces estaban apagadas y no se detuvo a encenderlas, busco a tientas la cama y se tiró en ella, estaba mareado y confundido, sólo podía pensar en dormir un momento, de alguna manera pensó que tal vez Haruka pensaría que se habría ido, tal vez podría conservarlo egoístamente un poco más.

 

-†-†-†-†-†-†-†-

 

Haruka sonreía alegremente a los asistentes a la reunión mientras respondía bromas sofisticadas, lo rodeaban tantas personas que le sorprendía la gran paciencia que había desarrollado desde sus primeras incursiones a la sociedad, tenía aún más paciencia que su tutor quien sólo conversaba con dos titulares de la editorial a la que pertenecía, a pesar de que jamás admitiría lo mucho que admiraba a su tutor rara vez lo perdía de vista en este tipo de situaciones, la razón era el gran amor que sus ojos demostraban cuando observaba a su pequeño amante, Haruka de verdad estaba embelesado con el profundo amor de sus protectores, pero esta vez el foco de su atención era alguien más, lo había visto subir las escaleras hacia una de las habitaciones, supuso por un momento que era obra del alcohol y pensó que sería mejor dejarlo descansar un momento para después desechar la idea y disculparse con las personas que lo rodeaban improvisando una necesidad ficticia de visitar el servicio, se alejó sonriendo a quienes lo saludaban en el camino. Haruka subió por las escaleras y camino hacia la segunda habitación con toda discreción, tomo el pomo de la puerta y lo giro con toda delicadeza, la luz que se colaba en una sola línea dentro de la habitación cayó justo en el rostro dormido de su profesor; el castaño se encontraba tirado en la cama sin decoro, pero su rostro estaba tranquilo; Haruka no prendió la luz de la habitación y tampoco cerró la puerta, camino hacia Hiroki y descubrió en sus pestañas algunos residuos de lágrimas que se habían aferrado de manera sorprendente.

Haruka no entendía lo que sucedía pero si de algo estaba seguro es que se había enamorado torpemente de su profesor desde la primera vez que lo había visto; el azabache beso ligeramente las pestañas del castaño con el cuidado suficiente para no despertarlo. Salió de la habitación con sus ganas de besarlo guardadas en las ropas y se integró nuevamente a la concurrencia del recibidor.

 

-†-†-†-†-†-†-†-

 

Akihiko se sorprendió de lo poco que vio: su hijo entrando y saliendo de la habitación donde dormía su amigo. Ahora sabía que era su profesor pero eso no respondía a lo que había sucedido, aunque, en realidad ¿qué había sucedido? Usami se disculpó con los editores en Jefe y se alejó de la mano de Misaki, sabía que al chico no le agradaba quedarse a solas con otras personas.

 

-            Tengo algo que hacer arriba, discúlpame Misaki – el escritor beso la frente de su amante y caminó escaleras arriba. Encontró la segunda puerta y la abrió discretamente, entró y encendió la luz, algunas veces demostraba su falta de tacto sin más, la luz pareció sacar de sus pesadillas al profesor quien restregó sus ojos mientras buscaba al responsable de haberlo despertado - ¿te sientes mejor Hiroki? Desde que llegaste te veo un tanto mareado ¿necesitas ayuda?

-            No, solamente necesitaba descansar un poco.

-            Perdón, pensé que estarías despierto, puesto que mi hijo salió de la habitación hace unos minutos.

-            ¿Haruka?

-            Si.

-            No sabía que era tu protegido, los apellidos no coinciden.

-            Haruka no quiere usar mi apellido en el colegio, de alguna manera cree que tendrá un trato diferente si se enteran que es mi hijo.

-            ¿Y no sería así? – el profesor rio por lo bajo – de verdad me sorprendió verlo hoy.

-            Lo note, pero dudo que la sorpresa sea sólo por ser tu estudiante ¿hay algo de lo que quieras hablar?

-            Yo… - de verdad lo detestaba a veces, como podía darse cuenta de eso y no de lo mucho que lo había amado en el pasado… - no he tenido los mejores días de mi vida.

-            ¿En serio? – Usami se acercó a su amigo y se sentó a su lado – hablemos.

-            ¿Cómo lo hacías?

-            ¿Cómo hacía qué?

-            Ver a Takahiro a diario sin desear besarlo y hacerlo tuyo. Es más, ahora mismo ¿cómo harías para ver a Misaki y no querer tenerlo entre tus brazos?

-            ¿Esto tiene que ver con Haruka o con el chico que me pidió tu número? – el castaño miró a su amigo y dejó escapar un suspiro tan grande que parecía no tener fin.

-            Si respondes a mi pregunta, yo responderé la tuya.

-            No me agradan estos tratos, pero está bien. Es algo así como recibir limosnas: te ayudan a vivir pero no lo resuelven todo, ser el mejor amigo de Takahiro me ayudaba a seguir adelante, aunque sabía perfectamente que ese amor jamás sería correspondido, pero es muy diferente a Misaki, él… - los ojos del escritor se iluminaban sólo de mencionar a su amante – es muy diferente y lo mejor de todo es que ahora me acepta como su amante, así que en esta ocasión no aplica.

-            Supongamos que Misaki te dejara… ¿cómo volverías a verlo a la cara sin desear besarlo? – la cara del escritor demostró que no podía imaginar una vida sin el pequeño Misaki – no puedes siquiera pensarlo ¿verdad?

-            No has respondido mi pregunta así que no responderé esto, aunque creo que, por tu pregunta, tiene que ver con Kusama ¿es así?

-            Estas son limosnas diferentes Akihiko, son algo así como limosnas de pasión… es verlo y desear abrazarlo, pero no poder hacerlo, es desear ver su sonrisa a diario, sus ojos profundos, sus brazos fuertes, es necesitar su sonrisa y sus feos caprichos de niño rico, pero saber que ya cometiste errores que pueden alejarlo de ti, lo siento Akihiko, pero no es Kusama, es tu hijo – los ojos del escritor no daban crédito a lo que acababa de escuchar – creo que me he prendado de tu hijo y no sé qué hacer – llevo su mano a la herida del labio – pero ya he cometido el primer error.

-            Esto me… - las palabras no parecían ser su fuerte en esta ocasión.

-            ¿confunde? – titubeo - ¿molesta?

-            No es molestia, es raro. Es que Haruka no habla con nadie, no habla más que con Misaki.

-            Créeme, tiene un aura muy diferente en la universidad – aquello provoco una sonrisa en el profesor.

-            Espera – el escritor tomo por el mentón al profesor y lo obligo a mirar directo a sus ojos - ¿de qué error hablas?

-            Yo… - el profesor trato por todos los medios deshacerse de su agarre, no quería admitirlo.

-            Esto no es un golpe ¿o sí?

-            No sé qué hacer.

-            Yo tampoco, pero ten cuidado con mi hijo. Tal vez no lo parezca pero es la segunda persona más importante en mi vida, no me lo tomes a mal Hiroki pero no pretendo permitir el sufrimiento de mi hijo – aquello sorprendió al profesor, jamás había escuchado un tono tan amenazador por parte de su amigo.

-            No te preocupes, lo arreglaré. Me iré si es necesario.

-            No, no te atrevas a dejar a mi hijo. Ordena tus pensamientos, si de verdad deseas estar con Haruka entonces arregla tus asuntos con ese médico.

 

El escritor se levantó de la cama y salió de la habitación dejando al profesor en la cama con el rostro más confundido que jamás había demostrado.

 

-            Usagi – la cara de Misaki demostraba curiosidad - ¿Hiroki se siente bien?

-            Si.

-            Usagi ¿estás bien? – el rostro del escritor era una estampa de molestia - ¿sucedió algo?

-            Creo que tengo que hablar con tu hermano. No sé si ya es hora pero...

-            ¡¡¡Espera!!! ¿qué? – aquello lo había tomado por sorpresa.

-            Esto que siento… creo que son celos, diferentes, pero celos al fin, si esto es lo que sentirá tu hermano acerca de nuestra relación… ahora soy yo quien no sabe qué hacer.

Notas finales:

Espero que les haya gustado. Mi mente está muy clara con esta pareja egoista, tanto como ustedes amo la idea de que se queden juntos, pero a veces el destino da demasiadas vueltas.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).