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Ten Black Roses por HitchNoDanna

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Notas del capitulo:

Hola, fanseses. He aquí la última entrega de este proyecto… sí, el fic original consta de 4 episodios, no podía extenderlo más. En fin, agradezco a quienes se tomaron la molestia de leerlo y dejar comentario, tanto en este como en los otros sitios donde lo publico. Me alegra que les haya gustado.

Disclaymer: la canción Ten Black Roses pertenece al álbum Black Roses (2008) de The Rasmus; Hiroki, Nowaki y demás personajes de Junjou Romantica son de su creadora Shungiku Nakamura.

 

 

Capítulo 4: I'll send you black roses

 

"Tifón… si tuviera que describirlo con una sola palabra, definitivamente sería tifón"

 

Después de aquella noche, las cuatro siguientes se fueron en revelaciones que mi 'tifón' –como decidí llamarlo en mi consciente– contaba como si fueran quimeras de siglos atrás.

 

La primera trataba de los asesinatos de Tsumori y Shinoda. Conforme hablaba me sentía cada vez más perturbado, no sabía por qué: si por la forma tan natural y detallada en que lo hacía, sin remordimientos ni tapujos; o por los motivos que lo condujeron a ello. Me sentía aterrado por estar a merced de un asesino… irónico, considerando que fui privado de mi libertad por algo parecido. Eso de cierta manera hería mi orgullo ¡por supuesto que lo hacía! ¡Que un alma más pura que la mía fuera capaz de cosas más atroces que un asalto a mano armada no era para menos!

 

La segunda narraba mi estancia en prisión: dijo que todos mis intentos de escape habían sido frustrados por él, gracias a que todos mis pasos los seguía a través de las cámaras de la torre de vigilancia. Las razones, muy simples: privarme de deseo de salir e intentar tomar venganza de quienes me denunciaron, de aquello que los hombres siempre confunden con la verdadera libertad, en fin, de todo mal pensamiento. Lo odié: lo odié por haberme retenido en ese maldito agujero. Tenía razón: tenía unas enormes ganas de golpearle hasta privarle de todos sus sentidos, de dejarlo como una vil marioneta vacía que camina por la vida sin poder percibir todo lo que le rodea. Eso es: privarlo de todo sentimiento conocido, llevar su alma hasta las llamas del dolor y la desesperación… pero no lo hice: desde la primera vez que poseyó mi cuerpo, sin quererlo, dejé que poseyera también mi alma.

 

La tercera historia era precisamente de cómo lograba tomar mi cuerpo sin que opusiera tanta resistencia y el por qué. Todas las rosas que recibí de él no tenían ese característico color negro por casualidad, sino que aquella tinta tenía tres cosas más: la primera era una droga conocida como GHB (1), utilizada para doblegar a la persona y así abusar sexualmente de ella. La segunda era nada más y nada menos que su sangre. Dijo que me ofrecía su sangre como muestra de agradecimiento por salvarlo de sí mismo hace tiempo. Y la tercera era ese color negro en aquellas rosas que en un principio fueron blancas, que significa 'eres mío hasta el final'.

 

When you're sad
and no–one knows it
I'll send you black roses…

(Cuando estés triste
y nadie lo sepa
te enviaré rosas negras…)

 

Sin embargo el último 'cuento' que escuché de sus labios fue el que causó un mayor impacto: explicaba precisamente las circunstancias por las que había querido quitarse la vida y de cómo mi pequeña intervención fue suficiente para que recobrara el juicio. Entonces, y como un feroz tifón, llegaron a mi mente un sinfín de imágenes de momentos que compartí con él… Kusama Nowaki.

 

En efecto, hace siete años lo conocí. Los dos años después de ese suceso sin duda fueron los más maravillosos –y cortos a mi gusto– de mi vida: trabajaba como profesor de Literatura en la Universidad Mitsuhashi, y eso me gustaba; Nowaki solía visitarme, primero cada fin de semana y después al final de cada jornada; nuestras charlas en sí eran de cosas triviales, nunca se volvió a tocar el tema de la forma en que nos conocimos, pero… cada vez que lo hacíamos sentía un cosquilleo, no sabía si me sentía ansioso, nervioso, feliz o todo a la vez. Tan solo escucharlo hablar me provocaba tantas emociones juntas. Cada mañana tenía una razón más para levantarme, una más para sonreír. Sin embargo, como todo en esta vida, las sombras de un antiguo amor no correspondido me perseguían cual fantasmas, susurrando cosas a mi oído, impidiéndome corresponder apropiadamente a su trato siempre tan amable.

 

El último año, cuando empezaba a superar a esos fantasmas y armarme de valor para declararle mis sentimientos –muy en contra de mi orgullo–, simplemente desapareció. Los primeros días pensé que algo grave debió haber ocurrido como para que se fuera, pero creí que volvería y me lo explicaría todo. Los días se volvían semanas y las semanas meses, y él no volvía. Eso me puso muy mal –aunque no quisiera admitirlo–, y fue justo ahí cuando hallé consuelo con mis amigos de la infancia, Tsumori y Shinoda. Los meses seguían pasando y las cosas ya no volvieron a ser igual: me había resignado a perder a Nowaki, además que hallé consuelo en aquellos vicios de Shinoda y Tsumori. Cada noche era igual: alcohol, drogas y sexo salvaje…

 

Lo último que recuerdo antes de ir a prisión es una noche en que, faltos de dinero para conseguir droga, los tres despojamos a un pobre sujeto de dinero y sus pertenencias, pero no contábamos con que la policía estaba cerca... esa fue la última vez que viví en libertad. Al menos hasta hace poco más de un mes, que fui liberado bajo libertad condicional (2).

 

When your heart's
dark and frozen
I'll send you black roses.

(Cuando tu corazón esté
oscuro y congelado
te enviaré rosas negras)

 

Un segundo… dicen que un segundo de tiempo puede hacer grandes diferencias, y sin embargo las personas lo menosprecian como si fuera nada… yo no fui la excepción. Recuerdo que me encontraba arreglando unas bonitas rosas con las que te confesaría mis sentimientos recién descubiertos hacia ti. Escogí las más bonitas de todas y las acomodé lo mejor posible, salí de ahí hacia tu casa, sin borrar en ningún momento mi sonrisa de bobo enamorado. Detuve mi marcha un segundo… un segundo que me costó casi un año postrado en una cama de hospital con varias fracturas, un segundo que me costó casi un año sin verte… un segundo que hizo la diferencia y por el que mis sentimientos quedaron sin declarar… hasta ahora.

 

–No-wa-ki.

 

Ya no te ataba a tu cama como las noches anteriores, pero aun te tenía bajo mi cuerpo. Tus ojos estaban empapados en lágrimas, lágrimas que me partían el corazón. Pensé que en cualquier momento romperías a llorar a lágrima viva, que me reprocharías por todas estas cosas, que incluso podrías llegar a matarme si me descuidaba… pero lo que hiciste simplemente no me lo esperaba: deslizaste lentamente tus manos sobre mis mejillas, subiendo por mis oídos, y acortaste las distancias entre nosotros en un profundo beso, mientras tus cálidas lágrimas fluían libremente. Te apegaste a mí como quien encuentra la redención después del suicidio (3) y fue entonces que no lo soporté más.

 

–Yo también te amo, Hiro-san.

 

Ten black roses…
ten black 
roses.

(Diez rosas negras…
diez rosas negras)

 

"Nowaki… Kusama Nowaki… el sólo significado de su nombre, tifón, me hace darme cuenta del lío en el que me he metido…"

 

FIN

 

 

Notas finales:

1. GHB o gamma hidroxibiturato: droga psicotrópica sedante. Aunque tiene efectos muy similares a los del alcohol, estos pueden durar más y se corre el peligro de un coma temporal por sobredosis. Suele usarse para cometer violación sexual sin que la víctima ponga resistencia. Otra droga que se usa para este fin también es la escolopamina.

2. Según investigué, en realidad la libertad condicional suele concederse cuando se han cumplido ¾ de la sentencia original. Sin embargo se me hizo mucho tiempo, por lo que solo para finalidades del fic, hice que a Hiro-san le dieran libertad después de 3 años, 8 meses y tres días. Perdón por lo incongruente, la verdad no tengo muchos conocimientos al respecto ya que estudio Química Farmacéutica y ciertamente el plan de estudios no lo abarca (no lo justifica, pero bueeeno…).

3. Mientras formulaba esta frase, me vino a la mente la canción Suicide & Redemption, de Metallica, del álbum Death Magnetic (2008).

 

Bien, pues espero que les haya gustado, porque a mí sí. Creo que el final quedó mejor que en el fic original. Si les interesa leerlo, les paso el link: 

http://www.fanfiction.net/s/7739306/1/Ten-Black-Roses

Esto ha sido todo, de verdad muchas gracias.


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